Academia de Asesinos - 11
El daño ya está hecho y como una brisa veloz que se asoma por todos los rincones, la noticia de la pelea se extiende a los cuatro territorios en tan solo un día, pero con ayuda de los directores se reduce a un simple rumor sin nombre. Desde el Norte al Sur y del Oeste al Este, los nobles llenos de impotencia y vergüenza exigen castigo mientras que los cuatro directores, el gobernador y las leyes quieren evitar a toda costa que ocurra algo innecesario.
Durante casi una hora, Doncaster mantiene comunicación con la cabeza de la familia de Borka y también con el líder del consejo de nobles. Sintiendo la necesidad de intervenir por tal ofensa:
—¡Tienes que hacer algo Doncaster! ¡¿Cómo permitiste que esos mocosos cometieran tal vil y violento acto contra nuestros jóvenes?! — Li Yue exige respuestas.
—¡Si, no tienes ninguna idea de cuan asustado está Borka! ¡desde ayer que no come, no duerme, y tiene miedo! — Marko grita enfurecido el cabeza de la familia Carmesí, especialista en el control de la sangre.
—Entiendo cómo se sienten, pero la situación fue diferente quizás a como se las han dicho. — intenta explicarles Doncaster.
—¡¿Ahora quieres desmentir a nuestros hijos?! ¡¿Cuál es tu problema?! ¡tan solo eres un idiota sin control sobre esos mocosos! ¿y te haces llamar director de la academia? ¡eres un chiste! — dice Marko con total soberbia.
—Escucha Li Yue, calma a Marko. Lo que tengan que hablar recomiendo que sea en persona. No me parece correcto que discutamos por este medio. — le pide Doncaster con calma.
—Doncaster, esto es algo que no nos esperábamos de parte de la Academia del Oeste. Simplemente confiábamos en la profesionalidad. En cambio ¿Qué ocurrió? Un mocoso sin educación se atrevió a golpear a uno de los nuestros. Espero que sepas que las relaciones entre los nobles y las academias estarán en riesgo. — advierte Li Yue — Así que propongo que encuentres una manera de actuar frente a esta situación o si no, bueno, apelaremos a la salida de las Academias, exceptuando los torneos académicos. El futuro de nuestras casas no se debe limitar a equipararnos con los plebeyos. Te respeto por ser un poderoso miembro de la orden, pero conoce tu lugar. — lo regaña, diciéndole el lugar que le corresponde respecto a los nobles.
—… — asienta con su cabeza y aleja el aparato de su oído. Hiroshi abre la puerta y entra a la oficina — Enseguida estoy contigo. —murmura — Pensaré la manera de poder solucionar esto. Y una vez más, lo siento. Adiós. — corta la comunicación y suspira.
Hiroshi toma un vaso de vidrio y camina hacia la máquina de café. Después de un largo día donde tuvo que escribir muchos informes relacionado a la pelea entre Kaizer y Lucian contra los nobles, mira con cariño los granos oscuros de café producto del comercio proveniente desde el sur de Antares:
—Veo que ese imbécil de Li Yue sigue siendo detestable hasta el hartazgo. — sopla varias veces y da un par de sorbos al café.
—¿Puedes culparme? Lo que está pasando actualmente con los nobles es mi culpa. Yo les di libertad de movimiento y tal parece que no se detendrán. — dice Doncaster preocupado por la situación.
—Últimamente nos estamos esquivando mucho. No solo tu. — lo intenta animar.
—Eres muy amable. ¿Sabes porque te llamé? — pregunta Doncaster.
—Tú me dirás.
—¿Sigues teniendo contactos con las redes de información? Se que en tus días como ley viviente fuiste parte de la división de espionaje para la detección de amenazas.
—Si, aún tengo algún que otro contacto. ¿Qué necesitas? — pregunta Hiroshi.
—Tengo una misión para ti. Después de mucho tiempo los cuatro grandes necesitamos que regreses a la acción.
—Dime. — toma asiento frente al escritorio donde Doncaster se encuentra mirándolo.
—Necesito que averigües el paradero de alguien en el sur. Quizás lo conozcas, se llama Kazumayo “El arrebatador de extremidades”.
El vaso que sostiene Hiroshi se rompe con la presión del asesino al solo escuchar ese nombre:
—¿Ese imbécil sigue vivo? Tienes que estar bromeando. No debería seguir con vida. — dice reacio al creer que ese peligroso criminal siga vivo.
—Pero sigue vivo. Y aun peor, está actuando en la academia del sur según mis fuentes.
—Si sabes más que yo ¿Por qué necesitar de mis contactos en inteligencia?
—Porque este contacto que nos dio estas pruebas en el este no es otra persona más que… —le explica quien fue, haciendo que Hiroshi abra sus ojos de sorpresa.
—Así que él decidió encargarse de eso aun estando en las practicas para ser profesional. Imagino que estaba con su novia.
Tras seguir escuchando toda la información de parte de Doncaster, Hiroshi se pone de pie una vez mas y sirve una segunda taza de café en reemplazo del vaso que por enojo rompió:
—Sabes que ella es su mejor apoyo. Ella es la francotiradora y el es quien se encarga del peligro en tierra hostil. En fin. Necesito que lo busques. Se que es un infiltrado mercenario y tu tienes un pasado con él.
—¿Pasado con él? Ese idiota intentó matarme cuando era apenas un muchacho de catorce años. Si no hubiera sido por Silver…jamás hubiera podido sobrevivir. Un año después lo encontré de nuevo y nos enfrentamos. De suerte escapó con vida. — aprieta sus dientes.
— Tranquilo, tranquilo. — palpa el hombro de Hiroshi — Escucha. La situación es critica con los nobles y para peor nos encontramos con un panorama donde encontramos pruebas que dicen que usan puertos ocultos en el este para traer de otros lugares a esclavos. Presiento que la infiltración de Kazumayo en la academia el sur tiene que ver.
—Entonces quieres que vaya a investigar y capture a Kazumayo para que nos diga que sucede. Quieres que lo torture ¿verdad?
—Usa todos los medios para sacarle la información. El lugar al que debes ir es Leivertym.
—Haciendo el trabajo sucio. Entiendo. — añade Hiroshi, decepcionado.
—Recuérdalo Hiroshi, somos tanto tu como yo somos parte de generaciones pasadas con sangre en las manos. No podemos escapar de ello, pero si evitar que los niños tengan que pasar por el infierno que nosotros sí. — dice Doncaster.
***PARTE II***
Al día siguiente, Megumi convoca a Kaizer y lucían en la cafetería para hablar sobre algo muy importante y esta profundamente relacionado a lo que los nobles dijeron en la pelea. Ella aprovecha la franja que hay entre una clase y la otra para charlar con sus dos amigos.
Una vez llegan los chicos, Megumi pide que tomen asiento a una de las mesas mas lejanas y junto a la pared con la complicidad de los cocineros, quienes les hacen un gran favor y por el cariño hacia la chica aceptaron sin más:
—H-Hola chicos. — dice sonrojada.
—¿Te encuentras bien? Hace días que estás rara. Desde lo que pasó con los nobles. —dice Kaizer mientras desliza su mano hacia la de ella para consolarla. Sin embargo, la timidez evita que concrete.
—S-Si, me encuentro bien. — responde con una sonrisa que no parece la de ella misma.
—Hablé con Hiroshi y parece que harán algo al respecto. — dice Lucian.
—No esperemos mucho. Es posible que permitan mas cosas de los nobles. — responde Kaizer.
—¿Cómo lo sabes? — pregunta Lucian.
—No tiene importancia ahora. — mira a Megumi — ¿Por qué nos pediste venir Megumi?
—Si…hummm… — se pone de pie bruscamente e inclina hacia adelante para pedir disculpas — ¡Perdón por las molestias del otro día!
—¡¿Heh?! ¡Oye, no…no hace falta que hagas esto!
—Y me gustaría contarles algo. — levanta su cabeza y mira a ambos chicos.
La chica mira por unos momentos, largos, por cierto, a Lucian y Kaizer, ya que jamás pensó en hablar de algo tan profundo e íntimo con unos chicos, pero las últimas semanas ellos le demostraron que puede confiarles muchas cosas y una de ellas es el origen de su trauma con los hombres. A pesar de haberse prometido no confiar salvo en uno, su salvador, la esperanza renace en ella por el noble gesto altruista de tanto Kaizer como Lucian.
—Creo que puedo contarles de como…me convertí en una esclava sexual cuando apenas era una niña…— dice Megumi, intentando contener sus lágrimas mientras aprieta los pliegues de su falda con una sensación terrible de impotencia y dolor en su corazón — Todo empezó hace trece años…
***PARTE III***
Así como Kaizer tiene una historia de abandono y desdicha, Megumi tiene la propia. Allí en las lejanas tierras del Sur donde las lluvias son perpetuas, los ríos fluyen ágilmente, un enorme pueblo, pero muy pobre tenia una triste y penosa fama donde a las más jóvenes casi de niñas las obligaban a prostituirse mientras que a los varones los enviaban a formar parte de cuerpos de milicia para defender ese lugar de mala muerte o ser bandidos, asaltando carruajes y viajeros desprevenidos.
Megumi era hija de un hombre ciego que perdió la vista en un ataque a una caravana que había contratado a soldados para protegerlos. Su madre era una mujer dedicada a la prostitución, un ofició que no deseaba para su hija, por esa razón ahorraba todo lo que podía, aunque tuviera que estar días sin volver a casa solo para que la bebe cuando cumpliera los ocho años pudiera escapar rumbo a la ciudad mas cercana.
Sus días transcurrían sin problemas, Megumi siendo apenas una bebé y oculta de las miradas y de los esclavizadores que cada mañana recorrían por el pueblo buscando a las mujeres para entrar al trabajo hasta la medianoche. Sin embargo, ella estaba condenada portada la vida a estar alejada de sus padres y servir con su cuerpo a la lujuria de hombres desalmados y bandidos que escapan de la justicia asesina. Por mas que sea oculta de la vista de los pueblerinos y criminales, Megumi ya había sido encontrada.
A pesar de criarse en la plena pobreza eran felices hasta esa noche en que todo cambiaria.
Durante la medianoche, múltiples sombres se hicieron presente en la puerta de la casa de madera vieja y gris con techo de paja.
Con extrema violencia, encapuchados entran a la casa con antorchas y armas en mano, picas, tridentes, látigos entre otras cosas. El padre es degollado en el punto exacto en que no podría morir rápidamente. Mientras que la mujer corrió un destino peor que la muerte al ser violada una y otra vez por varios hombres hasta el amanecer frente a su esposo quien yace en un charco con su propia sangre. Al mismo tiempo, las antorchas caen al techo de paja incendiándose fugazmente.
Los gritos de agonía de la mujer que eclipsaba los de placer por parte de esos desalmados hombres impedían que se escuchara a la bebé, siendo un acto extremadamente noble, aunque fuera golpea en su espalda desnuda, vientre, pecho, rostro, nada evitaba que ella dejara de gritar. Pero de la nada ese heroico acto maternal se apaga al recibir una apuñalada en el corazón:
—Busquen a la niña. En las cajas, debajo del piso, donde sea. ¡Estos imbéciles cometieron la estupidez de ocultarla! — escupe la espalda desnuda de la mujer.
Como es de costumbre en las organizaciones dedicadas a la prostitución en los sitios mas oscuros y siniestros en los bosques del sur, tomar a niñas desde bebes y educarlas para complacer a hombres resulta en una triste realidad que no muchos conocen.
Después de varios minutos buscan sin encontrar respuesta, escuchan el llanto característico de una bebé encontrándola debajo del suelo de madera. Todos los presentes se sorprenden ante el inexplicable color gris de su cabello y ojos rosados:
—Vaya, esta mocosa será una preciosura de adulta. No estoy seguro si estos rasgos pertenecían a esta puta, pero sé que nos dará mucho dinero. Llevémosla con big mom.
Al final de esa noche no quedaba nada de esa vivienda humilde.
Por la mañana, la bebé era entregada a la organización que maneja a las prostitutas bajo una red de trata de personajes que mataba a padres y secuestraban niñas para continuar con los negocios mas corruptos y trágicos de Antares.
La niña abre sus ojitos, encontrándose con muchas personas mirándola y en un altar donde la matrona de la organización, big mom, sostiene un pedazo de metal hirviendo con la que marca a las nuevas prostitutas:
—¡Que comience su crianza y educación para el noble arte de la prostitución! ¡esta niña será una gran prostituta! ¡así como sus padres fueron eliminados por no seguir el código de nuestra amable y pacifica organización, esta bebé debe obedecer las reglas! — entierra en la espalda de Megumi el metal con la marca mientras continua con el anuncio. El sadismo de la mujer y muestra de poder frente a niñas y mujeres con ropajes viejos y desgarrados, haciendo uso a la violencia simbólica no tiene límite cuando usa de ejemplo a una inocente.
La marca, símbolo de esa organización tan desagradable, muestra que a partir de ese momento ella es propiedad de big mom.
Ante el llanto de la bebé, la matrona sonríe y ordena a sus asistentes que comiencen la crianza, usando a varias mujeres en plena lactancia con sus mamas hinchadas para dar de beber leche. El perverso salón donde estas mujeres parecen ganado, con dos bebes cada una amamantando a los niños es una escena que impactaría a cualquiera.
En los próximos diez años, Megumi fue formada en etiqueta, técnicas de seducción y sexualidad. Explicándole como fornicar y evitar caer embarazada. Además, se le había otorgado una habitación con sus cosas y donde recibía a clientes, vestida con la ropa mas provocadora y que ninguna niña debería usar.
Esa bebé ahora niña, de carácter tímida y desconfiada, durante su cumpleaños numero diez fue obligada a tener su primera experiencia como prostituta a esa edad y bajo la ley de la organización.
Ese día su suplicio dio comienzo, uno tras otro los hombres no paraban de llegar pidiéndola para la desagradable practica y cumplir las fantasías más perversas hasta que un día, agotada después de ser violada durante varias horas por un hombre violento que la ató y golpeó varias veces, tuvo la decisión de quitarse la vida con un cuchillo oxidado.
Sola en su cuarto, cuyas paredes eran de madera podrida, con una cama de metal oxidado y colchón mojada con fluidos, ella comenzó a llorar desconsolada, sin padres a quien recordar, sin fotos de ellos que observar, sin una vida propia. Todo era desolador para ella. La mirada cálida y llena de esperanza que debía tener una niña a su edad era en aquel momento de un vacío frio y triste. De repente, empieza a sentirse extraña como si pudiera saber quien está junto a ella sin que en verdad lo supiera, además de esa sensación ella empezó a escuchar voces de personas que no sabe de donde proviene.
Pensando de que las drogas que le obligaban a usar para evitar sentir dolor y quedar embarazada estaban empeorando su salud mental, decide apuñalarse, pero antes de que llegue a su estómago un hombre misterioso se presenta ante ella:
—Tus habilidades acaban de manifestarse. — entra a la habitación y ve las condiciones inhumanas a las que la chica estaba sometida — Por dios. — se sorprende para mal — Soy Guthron. Descuida. En breve vendrá un equipo a liberar a tu pueblo. Ya estás segura.
—… —los ojos de la chica ni se inmutan. Casi sin brillo y con una expresión inhumana impropia de una niña.
En silencio, la niña se empezó a desvestirse como si fuera algo automático, algo completamente natural y a los ojos del asesino es terrible. Primero se quita lentamente la falda, dejando ver marcas de golpes y heridas frescas. Inmediatamente el hombre la detiene y con indignación le pregunta:
—Hey, hey ¿Por qué te estás quitando la ropa? ¿Quién te convenció de que esto es correcto?
—¿No viniste al servicio? — pregunta sin mirarlo a los ojos y con voz seca por no haber bebido nada durante un tiempo como castigo de haberse resistido con un cliente.
—Claro que no niña. Soy un asesino profesional enviado por Doncaster. Dudaba de que el supiera de algún niño potencial y creo que tiene razón. — se quita el abrigo y lo coloca con cuidado sobre ella — No hace falta que sigas humillándote. Vas a venir conmigo. Tu sufrimiento se termina hoy.
—¿Ni…ño potencial? No entiendo. Yo…no puedo irme perdón. La señora me podría golpear. — entra en pánico.
—Ya, ya. Tienes un gran potencial para ser una asesina y te garantizo que hoy se termina. Destruiré este lugar sea como sea. Dime ¿quieres irte de este basurero y vivir de verdad? — le pregunta, aun viendo el vacío en su mirada, buscando que gritase el verdadero deseo en su corazón y que esos ojos desesperanzados por fin encuentren el brillo que merece. La expresión de ella es de alguien que falleció hace tiempo, pero también tiene un algo que motiva a Guthron a ignorar eso porque ve una pequeña pincelada de súplica porque la salve.
—P-Por favor…váyase…hay mas clientes además de usted. Me golpearan de nuevo si no cumplo con mi tarifa diaria. —le ruega pensando que las cosas se van a ir complicando no solo para ella sino para el hombre que tan amablemente decidió ayudarla y trató como persona a pesar de que se sintiera tan sucia.
Luego de aquella respuesta, el asesino observaría las marcas antiguas y las mas recientes que la niña tiene en su espalda casi desnuda, sintiendo mucha ira, pero nada es simple y para peor ir contra leyes de cada pueblo es algo complicado inclusive las ordenes nunca han sido destruir una organización que sirve como tradición. Sin embargo, la lógica dice que estaba mal permitir que esa organización siguiera funcionando en territorio asesino del sur:
—Es una locura. ¿Desde cuándo Doncaster y los demás permiten que estos infelices actuasen como quieran? No tiene ningún sentido. Maldita sea. — piensa mientras saca de su bolsillo una bolsa con dinero y la deja sobre la cama de la niña y sin mediar palabra se marcha.
La niña, con profunda tristeza y desesperación, comenzó a llorar y con puños furiosos golpea el suelo hasta dejar sus nudillos embarrados con sangre e hinchados.
No obstante, y sabiendo que su vida puede cambiar, buscando una luz en su vida, corrió a través de los pasillos de la casa del placer y aunque fue detenida por varios hombres que vigilaban, su voz fue alcanzada por Guthron y en un increíble despliegue de habilidad asesina a cinco guardias que custodiaban la salida, cortándoles las manos y degollándolos en el acto al mismo tiempo que del techo caen decenas de hombres encapuchados y con capas viejas color negras.
Megumi grita una vez más, confirmando lo que Guthron sospechaba:
—¡Quiero ser una asesina! ¡quiero ser feliz! — le ruega entre lagrimas y con leve brillo en los ojos — ¡Quiero tener una vida!
Desde el gran salón donde big mom castiga a quienes no cumplían con las ordenes impuestas se escucharon gritos de ella contra la chica:
—¡Maldita mocosa desagradecida! ¡te voy a desgarrar la carne! — maldice con comida en su boca y hedor a alcohol que podría desmayar a cualquiera en las cercanías.
Al ver por primera vez a big mom y rodeada por sus guardias, Guthron sonrió y con gran velocidad corrió hacia la mujer para asestarle el corte que definitivamente terminaría con el sufrimiento de muchas mujeres. Sin embargo, tomó como rehén a la chica:
— Vaya, vaya, debía suponer que un asesino tarde o temprano irrumpiría a querer salvar a mis niñas ¡pero deberías olvidarte! ¡no podrán salir de aquí con vida ni vencerme a mi una mercenaria como yo! — advierte y escupe la comida de su boca con cada palabra que expulsa.
—Así que eres una mercenaria…Lucrecia. — dice Guthron
—Oh, así que lo supiste todo este tiempo. — dice sorprendida.
—Doncaster me envió a investigar a una misteriosa autoridad que posiblemente sea mercenaria en territorio de Antares. Llegamos a capturar a varios contactos tuyos. No tienes escapatoria Lucrecia, tengo a mis hombres inclusive afuera.
—Entonces dime una cosa asesinos. Si todo este tiempo sabían de nuestra organización ¿Por qué no actuaron antes? ¿fue por negligencia? ¿Por qué les convenia? ¡jajaja! ¡llevo treinta años en este negocio y este pueblo de putas y méndigos no son mas que pedazos de carne al servicio de los poderosos. ¡Nada de esto va a cambiar! ¡entiéndelo!
—Tienes razón, hemos sido negligentes. — miró a Megumi y le guiña el ojo — Pero detener esto es el comienzo para lo que vendrá a futuro. Doncaster ni yo somos ajenos a lo que vendrá a futuro y tu ya ni mereces existir. — amenaza con su mano en una de las dagas que cuelgan de su cintura.
Aquellas palabras dieron lugar a un veloz y certero movimiento hacia su rival. Guthron desenvainó su daga y degolló con enorme brutalidad a Lucrecia mientras los demás asesinos eliminaban a los guardias restantes. En el charco de sangre que su cuello creó, Lucrecia dice unas ultimas y enigmáticas palabras:
—E-E-El…va…a…c-consu…mir…la…luz…no…hab-bra…s-s-sal…vación…
El corazón de Megumi empezó sentir una paz que desde que tiene consciencia nunca pudo conocer y así una luz de esperanza se hizo presente en su salvador.
Al ver que la niña empezó a sonreír, Guthron tomó una antorcha y recorrió el lugar para incendiarlo todo mientras las niñas, jóvenes y embarazadas eran evacuadas de allí. El asesino desvía su mirada en la niña y le entrega la antorcha:
—¿Quieres arrojarla a ese salón? — señaló el salón donde Megumi fue marcada con el símbolo de la esclavitud.
—… — por primera vez siente felicidad y con ganas de gritarle al mundo que por fin es libre, tomó la antorcha y arrojó dentro del salón — Por primera vez…siento que soy libre…tantos años de sufrimiento…tanos años de angustia…siento que por fin…por fin por decirlo… ¡soy Megumi Nagimi no un pedazo de carne! — grita con lagrimas en sus ojos.
Ya afuera del edificio precario, Megumi se quedó mirando como las llamas consumen por completo su pasado rodeado de impotencia, abusos, sufrimiento y maldad que constantemente la rodeaban y buscaban corromperla. Miró a su alrededor y recogió piedras, muchas de ellas las cuales arrojó e insultó al aire. Guthron se quedó en silencio permitiéndole ese momento de descargo comprendiendo que los años de torturas, violaciones, le han arrebatado la inocencia, pero no la voluntad de vivir. La chica se recompuso y miró a su salvador:
—¿A dónde iré? — preguntó aferrada al brazo de Guthron, temerosa del mundo exterior y con la confianza destruida, pues no conocía otra vida más que la de ser ultrajada por mucho tiempo desde que era apenas una niña.
—Te llevaré a un orfanato y cuando llegues a una edad acorde irás a la academia de asesinos del oeste. Tendrás habitaciones para que te quedes con otros niños y jóvenes que por su edad no pueden entrar a la academia, pero son potenciales a ingresar. Vas a recibir preparación previa y descuida, estarás a salvo con comida, una cama caliente y el lugar es acogedor. Ya no tienes que preocuparte por nada, nunca más. — respondió mientras acariciaba la cabeza de Megumi.
El rostro de la pequeña se iluminó con brillo en los ojos realmente preciosos, había recuperado las esperanzas de una vida mejor demostrando la increíble fuerza de voluntad que no es propia de una chica de su edad:
—En algún momento de tu vida conocerás a personas que hará que no te guardes por siempre ese dólar en tu corazón. Por eso te pido que les muestres quien eres en verdad y no te guardes nada. Estoy seguro que sabrán comprenderte y te consolarán inclusive cuando esa mirada tuya sea envuelta en oscuridad. Verás que esas personas en las que decidiste confiar sin conocerlas del todo serán tus fieles camaradas para toda la vida. — le aconseja Guthron.
***PARTE III***
Luego de contarle su historia a ambos chicos, Megumi seca sus lágrimas mientras Lucian y Kaizer se quedan shockeados. Megumi siente mucho alivio de haberse podido quitar de encima esa mochila frente a sus amigos, mostrando agradecimiento y una gran sonrisa de oreja a oreja.
Kaizer no evita quedarse impactado y cautivado por su historia se abalanza y la abraza con una calidez tan grande que Megumi se queda congelada y el rostro tan rojo que no evita golpear de la vergüenza a su amigo:
—Entiendo lo que has pasado, pero no puedo ni siquiera imaginarlo. Tu dolor me duele, pero ya estás bien y eso es lo que importa. Si alguien te intenta hacer algo…lo destrozaré. — dice Kaizer mientras se golpea el pecho y una seriedad en el rostro que hace sentir muy segura a la chica.
—Lo mismo digo. ¡Que alguien se atreva hacerte algo! ¡le volaré la cabeza! — añade Lucian.
—Si, muchas gracias Kaizer…Lucian. — les responde — En verdad no me equivoqué contigo. — murmura en voz baja.
Megumi se pone de pie y camina hacia la puerta de la cafetería. Una enorme sonrisa se dibuja de nuevo en su rostro al recordar una vez mas las palabras de Guthron aquel día que su vida cambió para siempre.
Kaizer se acerca a ella y le pregunta curioso:
—¿Qué le sucedió a Guthron después de eso?
—Lo ultimo que supe es que es profesor en la academia del norte, pero cada tanto me envía cartas y comidas típicas de allí. Soy muy fanática de la comida ¡jajaja!
—Esta chica…si que es devoradora de comida… — piensa Kaizer, sorprendido mientras la observa caminar por detrás y quedarse perplejo por su figura. Se sonroja de solo mantener la mirada en ella.
—¿Huh? — ella se voltea y ve que Kaizer no deja de mirarla — ¿Estas bien? — intenta averiguar qué piensa.
—¿Eh? ¡Ah, sí, sí! Es que no puedo evitar pensar cuanto has sufrido. — responde torpemente mientras muestra su lado más serio.
—No te preocupes, es cosa pasada, hoy es el presente y las cosas son otras. Es mejor preocuparse por lo que tenemos de frente ¿no? — le dice muy esperanzada y una madurez que deja perplejos a los chicos.
—Tienes razón, Gracias por confiar en nosotros. — le agradece Kaizer.
—Aún así me intriga porque se tardó tanto en encontrar el pueblo. ¿Tienes alguna idea Megumi? — pregunta Lucian.
—Apenas tengo recuerdos de eso. Los médicos me dijeron que tengo recuerdos reprimidos como medida de seguridad en mi cabeza para evitar traumas inclusive mas severos que los físicos y los que ya tengo. Por cierto. — mira a Kaizer — ¿Cuál es tu historia? — pregunta mientras Lucian se echa unas pequeñas risas detrás del chico.
—Pues… — duda de contar, aunque luego su boca se abre para decir algo — Mi historia es extraña, no recuerdo nada hasta los ocho años que fui encontrado por el panadero en la playa, pero lo que puedo recordar es que…
Mientras tanto en la oscuridad del salón de armas que no está con clases aun, Kamata mantiene conversaciones con el grupo de nobles a excepción de Borka que hostigó a Kaizer, Lucian y Megumi. Con el puño ensangrentado golpea con fiereza a los ya adoloridos aristócratas:
—¡¿Por qué nos haces esto?! ¡te prometimos no meternos contigo! — grita Ferryus.
—Veamos, seré muy claro una vez más. Les dije que no se metieran conmigo y lo cumplieron, pero tuvieron las bolas de hacer incomodar a Megumi y eso también estaba en el acuerdo. — responde Kamata.
—¡¿Pero que sentido tiene proteger a una puta como…?!
El puño de Kamata se hunde en la nariz de Ferryus, partiéndosela mientras la sangre de sus fosas nasales se desparrama sobre los demás nobles:
—Ella es como una hermana para mi y te lo diré una vez mas noble de mierda pedazo de basura. — lo toma a Ferryus del cabello y acerca al rostro del joven — Métanse una vez mas con ella…tan solo háganla incomodar y juro por los dioses Antarienses que sus malditos padres tendrán que venir a recoger sus restos. Y una cosilla más… — avienta la cabeza contra el suelo y continua — menciónenle esto a alguien y esta golpiza será peor. Inventen algo como excusa que para eso son buenos los nobles.
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