Academia de Asesinos - 28

Una gran parte de los jóvenes aristócratas cae al suelo, desmayados y ante la vista de los demás, todo cambia de rumbo. La misteriosa fuerza que doblega la voluntad de aquellos débiles se manifiesta desde Kaizer con gran y feroz ímpetu.

Kamata llevaba Megumi por detrás para protegerla y levanta con sus manos la espada d madera que usa para entrenar todos los días a toda hora. No quieren acercársele al chico que a comparación con otros de su misma clase edad es de menor estatura que ellos, pero la feroces por la que es conocido en la academia hace que no quieran enfrentarlo, aunque haya superioridad numérica y él este protegiendo a su amiga:

—Sin siquiera atacarlos, Kaizer los pudo doblegar como si nada. Es como lo que ocurrió en el salón de clases cuando llegó y enfrentó a esos nobles. —piensa Kamata—Había escuchado rumores entre los profesionales que existe una habilidad así y que involucra a los orígenes. ¿Es posible que Kaizer será usuario de ese Origen? De todas maneras, dudo que pueda solo contra ellos. No lo veo tan convencido de poder lograrlo. —añade mientras analiza la situación y encuentra nervioso a su compañero de clases.

Kaizer ayuda a Luciana levantarse después del golpe que casi destroza su cráneo y mueve a un lado hasta sentarlo con cuidado:

—¿Que vas…hacer? —pregunta Lucían.

—Solo terminaré está absurda disputa. —responde Kaizer—Descansa. —dice eso, pero siente por dentro un temor muy grande por tener que pelear, aunque desconoce en gran medida las formas de combate y a pesar de que Olympico fuera el que en parte los instruye en clase, no cree tener la experiencia necesaria.

El vacío que suele mostrar Kaizer en su mirada ahora es de puro fuego de voluntad. No es como si todo el tiempo careciera de ello, pero ahora sus amigos están en peligro y la cosa es sería porque los amenazantes nobles desean herirlos o hasta matarlos. No hay punto medio, solo el deseo de demostrar que su poder sigue siendo mayor al de las personas promedio y sobre todo vengarse de Kaizer ya que lo consideran como un huérfano irrespetuoso:

—Sigues mostrando esa mirada tan desafiante maldito infeliz. ¡Voy a matarte, me importa una mierda si lo hago solo! —se enfurece Borka.

—Si tengo que ponerme contra lo que desean los adultos entonces lo haré. Ya no volverán a lastimar a inocentes tampoco a mis amigos. —responde Kaizer a las amenazas de Borka.

Mientras tanto detrás de Broma, varios nobles intentan atacar a Megumi pero Kamata se interpone y mira fijamente a cada uno, devorándolos con la intimidante mirada que lo caracteriza. Nadie quiere acercarse ni, aunque fueran superiores en número.

Borka toma un palo de metal que se encuentra en el suelo a un lado y lo sostiene con ambas manos. Da un salto y apunta hacia la cabeza de Kaizer, quien lo esquiva fácilmente y gracias a su habilidad consigue volver a esquivarlo una y otra vez sin problemas hasta que el noble se agota.

Sin embargo, su orgullo le impide detenerse y busca otra zona para atacar, está vez las piernas. Solo consigue que Kaizer se mueva velozmente y de un puñetazo al rostro lo manda a volar. Por detrás es atacado con una roca por parte de uno de los de último año a lo que Lucían acude con un piedrazo en el ojo del noble:

—¡Kaizer! ¿Estás bien? —pregunta Lucían.

—S-Si, aunque me duele mucho la cabeza. —responde y del costado de la cabeza sale sangre—Creo que me sobreestime al creer que podía vencer sin problemas a Borka. No me di cuenta de los demás. Que tonto. —dice entre sonrisas.

—Descuida, Kamata estará protegiendo a Megumi y por mí no deberías preocuparte. Voy a cuidar tu espalda. —le extiende la mano Lucían.

—Eres realmente un gran amigo Lucian. —agradece Kaizer y le toma la mano.

Ahora que Lucian le da calma, Kaizer deja de temblar, nervioso por su inexperiencia en combate y preocupación por sus amigos, y se pone en guardia como bien aprendió en las clases de combate cuerpo a cuerpo y control corporal en las clases de fortalecimiento:

—Ven, Borka. —dice Kaizer y aprieta los dientes, enfurecido entre dolor y lo que les hicieron pasar durante el año los nobles.

—Sigue creyendo que puedes contra el orden establecido ¡maldito huérfano! — de su mano se forma una pequeña cuchilla de sangre.

Gracias a su factor de linaje, Borka puede usar su propia sangre para manifestar armas u otros objetos color carmesí, ese es el porque de nombre de la casa al que pertenece. Si bien es una excelente habilidad, requiere un gasto extra al usar sangre, es decir, puede quedar mareado, débil y hasta desmayarse si la batalla se prolonga mucho tiempo. Por esa razón apunta con su pequeña arma al corazón de Kaizer para matarlo rápidamente.

Con un firme y veloz movimiento hacia el frente, Borka ataca con el arma al frente pero antes de que pudiera asestar el peligroso ataque, Kaizer alcanza a interponer la palma de su mano y recibir el apuñalamiento de esta. El dolor es intenso, pero no hay tiempo de lamentaciones. Le da una patada al estómago de Borka y luego un puñetazo al rostro que lo manda contra el suelo.

Los demás nobles tratan de ayudarle, pero Lucian y Kamata los retienen a base de fuerza de voluntad e intimidación respectivamente.

La hemorragia de su mano es constante pero no evita que se ponga en guardia una vez más y levante ambos puños a la espera de otro ataque de Borka.

A pesar de las burlas constantes y sentirse agobiado por vivir con miedo ante esos chicos, Kaizer se siente feliz por primera vez liberarse de las ataduras del temor de defender a sus amigos. Borka empieza a sentirse sin fuerza y ve como Kaizer sigue de pie a pesar de las heridas y perder sangre de su mano:

—No…no pienso perder contra una basura sin valor como tu maldito huérfano. — murmura Borka y de la nada lanza un grito furioso, y en su mano salen hilos de sangre que forman lentamente una guadaña carmesí. Esa es la demostración máxima de la casa carmesí.

Los nobles expectantes se quedan perplejos al ver que Borka, un verdadero genio entre ellos, ha logrado manifestar la famosa guadaña de sangre, una amenaza potencial entre armas de habilidad:

—No puedo creer que me hayas ayudado a potenciarme a mi mismo. En verdad debería agradecértelo ya que mi padre por fin verá mi potencial sin cuestionarlo. — sonríe con la mirada perdida y la piel pálida por la peligrosa falta de sangre.

—Oye, deberías parar. No se que quieres lograr o que quieres demostrar con esto, pero por favor, detente. Vas a morir si continuas así. —le pide Kaizer al ver la condición de Borka. No puede seguir peleando contra alguien que puede morir.

—¡Es verdad! ¡detente Borka! — grita Megumi, intentando parar la pelea ya que no quiere ver morir a nadie.

—¡Tu, cierra la maldita boca! Haaaa…haaaa…—responde Borka entre jadeos, costándole respirar— Ustedes no saben lo que es cargar con el peso de ser parte de una casa noble importante. ¡Maldita sea no saben una mierda! — se lanza al ataque contra Kaizer usando la guadaña de sangre— ¡Muerte de una buena vez!

La distancia entre ambos se acorta con la enorme hoja del arma y los ataques torpes pero fluidos que obligan a Kaizer a moverse lejos del pasillo incomodo. Borka lo persigue aun con su cuerpo colapsando lentamente por el uso de la sangre. La mitad de una lancha se abre con el corte feroz de la guadaña de sangre y Kaizer apartándose a un lado:

—¡Kaizer! — grita Megumi, intentando correr para ayudarlo, pero es detenida por Kamata— ¿Kamata?

—Esto es algo que él solo puede hacer. — le dice Kamata.

—Tonto orgullo el de ustedes los hombres. —responde Megumi con enojo.

—No es por orgullo ni nada como eso. Mas bien es un asunto no resuelto entre ellos. Lo se muy bien y es algo inevitable. — dice Kamata.

—¿Qué fue lo que sucedió para que tal cosa sea necesaria? — pregunta Megumi sin apartar la mirada en la batalla.

—Es algo que buscaron ellos o mas bien que yo o nosotros nos buscamos. No lo sé con seguridad, pero este asunto se debe zanjar aquí y ahora. —responde Kamata con malestar por aquella situación que vivió con Kaizer donde ambos fueron atacados por Borka y su gente.

Borka deja caer sus brazos y con ellos la guadaña, que empieza a volverse a su estado liquido como si fuera una estatua de hielo que se derrite tal cual un día de verano y el sol dando de lleno a gran temperatura. El noble está a punto de colapsar debido a la falta de sangre. Sus latidos empiezan a bajar su intensidad y la fuerza se reduce al igual que su piel pálida es casi tan blanca como la harina o la leche, peligrosamente se acerca a un estado crítico.

Sus compañeros aristócratas intentan, esta vez, acudir para evitar que siga abusando de su nueva técnica ya que sigue siendo un chico muy joven y la guadaña no es mas que un arma demasiado avanzada propia de su casa. Kamata deja que vayan a evitar la tragedia, pero Borka se repone y lanza una pequeña cuchilla de sangre a los pies del primer noble que se le acerca:

—Si se acercan más, los mato. Yo no necesito ayuda para hacer esto. ¡No necesito ayuda de nadie maldita sea! ¡soy el futuro líder del clan carmesí y me están avergonzando! — enloquece debido a la falta de sangre— Asesinaré a todos y llevaré sus cabezas a donde mi padre reside y así podre ser reconocido. Mi fracaso será reparado. Cumpliré con las expectativas de mi padre ¡voy a traer orgullo a mi casa, aunque tenga que matar a otros nobles!

—¡Tienes que estar jodiendo! —Kaizer se enfurece al escuchar como el noble grita a los cuatro vientos como menosprecia su propia vida y hasta la de sus compañeros solo por una razón que cree ilógica como la de ser reconocido por su propio padre. Le da un puñetazo a Borka y lo deja tirado en el suelo— Haaaa…haaaa…no puedo creer que digas algo así…en verdad ustedes los nobles son de no creer. No valoran a los demás, no valoran a sus compañeros inclusive no valoran la vida propia. ¡Eso tiene que ser una broma de muy mal gusto!

Kamata, Megumi y Lucian quedan sin palabras al ver cuan profundo ha golpeado esos deseos de parte del noble al punto de enojarse por ello. No es para menos, ya que ha vivido sin familia y trabajando como podía gracias a una persona que lo crió como pudo a pesar de su edad avanzada, el panadero, por eso es que Kaizer se lo toma a personal. Él es alguien que valora la vida y la amistad por sobre todas las cosas.

Incapaz de poder levantarse y a merced de Kaizer, el noble se entrega a las consecuencias de sus actos a la espera del golpe mortal que supone dará el chico. Nadie mueve un centímetro y Kaizer cae sentado al lado de Borka quien se sorprende de que el huérfano fracasado a sus ojos no tome venganza:

—¿Qué no vas hacer nada? — pregunta de manera inocente Borka.

—¿Hacer qué? Yo no soy esa clase de persona. Solo quiero que sepas que vivir dependiendo de la aprobación de alguien no ayudará a que logres tus metas. Además, pienso que podríamos ser buenos amigos, quizás no ahora, pero en un futuro sí. — dice Kaizer entre sonrisas cómplices.

—Si aún tuviera sangre en mi cuerpo…te degollaría ¿sabes? No deberías nunca de confiar en mi o en cualquiera de nosotros. Fuimos criados de esa manera, no para ser amigos de plebeyos como ustedes. — dice Borka y mira a sus compañeros nobles.

—Si te haces bien entonces lucharemos hasta decidir el resultado. Estaré siempre que lo necesites. — dice Kaizer.

—Vamos Borka. — le dice Thauren mientras se acerca al chico y mira a Kaizer una vez más, sintiéndose humillada y curioso por la demostración de aquella fuerza misteriosa que pudo doblegarlos.

—Necio y un estúpido. — el noble se levanta como puede y finalmente los demás nobles ayudan— Los nobles somos caprichosos y por eso es que me aburriste. Ya no apareceremos en la academia ni someteremos a nuestra propia justicia a los plebeyos. Descuiden ya no habrá situaciones de ese estilo. A cambio no nos molesten con planteos estúpidos como esos. Jamás comprenderán a lo que estamos sujetos día a día. — se marcha caminando hacia la avenida con la ayuda de sus compañeros. Y antes de desaparecer de la vista se voltea— ¡Tu deberías pensar que harás de ahora en más, adiós! — Lucian mira con rostro serio y pensativo sobre lo que acaba de decir.

Una vez desaparecen los nobles, Kaizer se queda de rodillas y grita adolorido con el rostro hinchado y la cabeza casi rota por el piedrazo que recibió por parte de uno de los egresados:

—Eso si que dolió. ¿Están todos bien? —pregunta Kaizer y mira a Kamata, sorprendido de que haya llegado a ayudarlos— Gracias Kamata por tu ayuda.

—¡Ja! ¡¿crees que vine por ustedes?! ¡estos estúpidos me emboscaron y los dejé inconscientes! — dice Kamata evitando la mirada de los demás al no querer reconocer la verdadera razón de su intervención— Aunque en parte también fue porque escuché de ellos que iban a atacarlos y me preocupé por mi hermana Megumi. —reconoce avergonzado.

—¿Hermana? — pregunta Lucian confundido.

—Todos los que nos criamos en el orfanato nos llamamos hermanos. Hay una gran unión como de una familia ahí por eso con Kamata nos cuidamos como una familia desde que nos conocimos. —responde Megumi mientras despeina a Kamata.

—Lo bueno es que están todos bien. Me alegro…—Kaizer se marea y desploma con todo su cuerpo sobre el suelo.

—¡Kaizer! — grita Megumi.

—¡Maldición hay que buscar un doctor o algo! — dice Lucian desesperado y corriendo hacia la avenida.

—¡Espera! — Kamata detiene a Kaizer— Yo iré. Tu quédate con Megumi.

—¡De acuerdo! — dice Lucian.