Academia de Asesinos - 31
Un par de horas después, Olympico y Lucy corren entre los pasillos del hospital local muy cercano a la academia del oeste. Las noticias sobre lo que le paso a Kaizer y los demás llegaron muy rápido y eso obligó a cualquier clase de reunión con las leyes por más importante que sean.
Entre los pasillos se encuentran con una de las enfermeras a quien le preguntan por la habitación de Kaizer a lo que le responde:
—Habitación 248. Por favor no corran. Entiendo que quizás estén preocupados, pero eviten moverse de manera caótica. — les pide educadamente.
—Si, lo sentimos. Vamos Lucy. — dice Olympico
Al avanzar varios metros hacia lo mas profundo del hospital encuentran a Kamata cruzado de brazos junto a una puerta con los números 248 los cuales corresponden a la habitación donde yace Kaizer:
—Kamata. — dice Olympico mientras se acercan hacia la habitación— No esperábamos verte aquí.
—Profesor. — deja caer sus brazos y mira a los ojos a Olympico— Solo esperaba a que Megumi saliera de la habitación para volver al orfanato. Seremos regañados si no. — mueve su mirada hacia un lado.
—Ya veo. — dice Lucy y sonríe— No eres muy sincero contigo mismo ¿huh? — piensa enternecida ante el intento de dureza para no mostrar sus sentimientos.
—Kai…ese tonto está despierto. Pueden pasar a verlo. — dice Kamata.
Una de las enfermeras, muy joven y que incluso se lleva las miradas de los más jóvenes lo cual enfurece a Megumi quien golpea en la cabeza a Kaizer, termina de cambiar las frazadas y ver que el chico se encuentre bien:
—Cualquier cosa que necesiten no duden en decirme. Ya saben donde estoy, bueno, muchas veces recibimos sus visitas, jejeje. — bromea la enfermera con sonrisa amable.
—Si, seguro. — dice Lucian, baboseándose encima.
—¿No puedes ser mas disimulado? — pregunta Meugmi con llamas en los ojos por el enojo.
—No, no lo creo. — responde desafiante.
—Jaja, ustedes si que son animados. — bromea Olympico y junto a él entra Lucy a la habitación.
—Profesor Olympico ¿Qué le pasó? — pregunta Megumi al ver algunas magulladuras en el rostro y manos.
—Solo me estuve ejercitando y Lucy me ayudó con ello. Nada serio descuiden. — se acercan a Kaizer y ven que solo tiene heridas leves en el rostro y cabeza.
Lucy mira cuidadosamente las heridas en Kaizer, pequeños rasguños en las mejillas, un corte apenas visible y lo mas grave es el golpe sufrido en su cabeza donde recibió aquel piedrazo que casi lo desmaya y que para sorpresa de amigos y enemigos, se mantuvo de pie soportando el dolor y las consecuencias de la agresión. Camina hacia la punta extrema de la cama y toma los análisis que cuelgan los médicos entre los caños y lee detenidamente. Sus conocimientos en medicina son muy requeridos para la orden asesina y en este caso no es diferente:
—Los análisis de sangre deben de estar para mañana. Los únicos exámenes que están confirmados son los físicos y psíquicos. Es increíble, a su edad el que haya recibido golpes de puño, cortes y hasta una agresión con una roca, no puedo creerlo. ¿Enserio este niño sufrió tales daños y está como si nada? — piensa sorprendida.
La puerta de la habitación se abre lentamente, Doncaster se acerca tímidamente para no alterar a los chicos y ve que ya están los profesores. Se siente aliviado porque no haya sido grave el asunto. Mira a cada persona dentro de la habitación mientras se acerca a Kaizer, esbozando una expresión amable y lejos de la tensión que supone la situación.
Sin decirles nada, Olympico y Lucy se retiran de la habitación junto con Lucian, pero Megumi insiste en quedarse para acompañar a su amigo y se niega hacer caso a las peticiones de los profesores por lo que Doncaster vuelve a mirarlos y asienta con su cabeza, aceptando la decisión de la chica.
Después de que se van al pasillo, Megumi regresa a la silla junto a la cama donde se encuentra Kaizer recostado cómodamente y Doncaster acompaña, quedándose parado en el otro lado:
—La doctora me informo que mañana te darán el alta. ¿No es una gran noticia? —Doncaster lo intenta animar, pero el chico sigue serio y mirándolo a los ojos—¿Pasa algo?
—Director ¿Puedo preguntarle algo?
—Claro Kaizer ¿Qué quieres preguntarme?
—¿Porque los nobles hacen lo que hacen? Es decir, nosotros no les hemos hecho nada. Solo intentamos defendernos y defender a nuestros amigos, pero parece como si ellos lo disfrutasen. Además, ningún profesor parece importarla. En la pelea que tuvimos ellos hablaban de algo establecido y que no debía ser quebrado. No lo entiendo. —dice y aprieta sus manos.
De alguna manera Kaizer sabe que los profesores no quieren intervenir porque alguien les ordenó eso y sospecha que Doncaster tiene que ver, por esa razón es que trata de descubrirlo confrontándolo a solas y aprovechando que está allí:
—Descuida, no es nada que un chico debe saber. Son cosas de adultos y…—responde Doncaster.
—¡Eso es mentira! —se exalta Kaizer—No es ninguna cosa de adultos porque nos han involucrado a nosotros, acosado y hasta intentaron asesinar a alguien. Director. — interrumpe y lo mira fijamente con sus ojos muy similares a los de un mitológico dragón de antaño. Se da cuenta que es sería la conversación, más de lo que hubiera imaginado.
—Tranquilo Kaizer, seguramente el director sepa que es lo que sucede. — Megumi lo calma con su voz tan amable y dulce.
—Me cuesta mucho creerlo ya que hemos recibido muchos regaños, aunque solo nos defendíamos. — dice con tal decepción que Doncaster puede notarlo en su expresión.
Doncaster se dirige hacia la puerta sin media palabras, solo sonríe y regresa a su oficina en la academia con la triste sensación de equivocación por las decisiones que ha tomado últimamente. Muchas cosas transitan por su mente ya colapsada y desea con mucho fervor drenar todas sus botellas de vino y todo tipo de alcohol para ya no sentir ese colapso.
En el pasillo cerca de la salida se encuentra con Kamata, quien espera con brazos cruzados y ojos cerrados:
—Veo que de alguna manera te has incorporado al grupo. Me alegra saberlo. Eres alguien muy solitario aún en el orfanato donde convives con otros chicos y chicas. Quizás es el cambio que necesitabas. La mayor fuerza de este mundo no es el poder sino tener amigos en quien apoyarte. Solo es un consejo de este tonto director que no pudo evitar desgracia tras desgracia. — mira con mayor detalle el rostro de Kamata y nota que está dormido por la narcolepsia que agobia al joven— Ya veo, bueno, supongo que es una lección de vida que será para otra ocasión. — retoma su camino hacia la academia.
Sin embargo, muchas veces la narcolepsia no inhibe las capacidades cognitivas, al menos no en el caso de Kamata quien apenas abre los ojos y dice:
—Amigos ¿huh?
—¿De que hablas? — pregunta Lucian mientras se sienta en uno de los escalones de la entrada. —
—Nada. Solo pensaba en voz alta. — dice Kamata.
—No te lo había dicho, pero…gracias. — dice Lucian— Si no hubieras llegado no sé qué le habría pasado a Megumi.
—Ella es una tonta por meterse en esas situaciones y además con ustedes que son otros tontos. No entiendo porque decidió juntarse con ustedes…— baja las escaleras del hospital y se aleja, pero antes de llegar a las rejas que protege al edificio se detiene— me alegro mucho que ella los tenga de amigos. Eso es un hecho.
—¿A dónde vas? — pregunta Lucian.
—Tengo que entrenar aún mas duro. Lo que haga no te incumbe, pero para que le digas a Megumi. — dice Kamata y se aleja rumbo al orfanato donde tienen preparado una arena de entrenamiento que usualmente es usado para deportes, pero durante la noche lo usa para entrenar con espadas de madera hasta altas horas de la madrugada.
En la habitación 248, Megumi corta varios pedazos de fruta como peras, manzanas, bananas y las coloca cuidadosamente en un plato al lado de la cama. Mientras, Kaizer piensa y piensa, no deja de hacerlo, sumido en una cierta incertidumbre de lo que desean los nobles y lo que ellos han establecido como normal. El hecho de que puedan pisotear a todos es algo que entiende muy bien ya que sufrió esos maltratos, pero no concibe que haya gente que lo normalice por el simple hecho de pertenecer a una clase social:
—Megumi. — dice Kaizer.
—¿Sí?
—¿Crees que estamos destinados a ser solo esto? — pregunta Kaizer.
—A ser ¿Qué?
—Personas que no pueden con el orden. Ser menos que los nobles y no iguales. Poder ser amigos de ellos…
—Esa gente no respeta a los demás ni a la vida misma. No quisiera ser amiga de alguno de ellos. — se sincera.
Kaizer se sorprende de lo que dice Megumi, alguien que hace amigos de la nada y tiene un nivel de empatía y sensibilidad para con los demás muy grande y por ello es amada por cada persona que la conoce. Pero el que diga esas palabras es suficiente como para
—Pienso sobre la carga que tienen encima y quizás no sepan lo que es tener un amigo. En verdad quisiera poder ayudarlos. — dice Megumi— Pero sus pensamientos son terribles.
—¿Eso crees? Yo pienso que hay luz y oscuridad en todos nosotros. Puede que usen la violencia y el maltrato para sus fines, pero incluso así ellos deben tener sus sueños y ganas de divertirse. — dice Kaizer con una sonrisa muy pura— Al final solo somos chicos en un mundo que busca lastimar sea como sea.
Megumi se acerca y lo toma por la cara y apoya delicadamente su frente con la de él mientras le dice dulcemente y con ojos cerrados:
—Eres muy amable Kaizer y no podría estar mas de acuerdo contigo. — dice ella— Pienso que el mundo sería mejor con personas que piensan como tú.
Detrás de ellos la luz de la luna ilumina a la habitación, y por un impulso de amistad y amor, Megumi besa la frente de Kaizer y le acaricia la cabeza:
—Descansa ¿sí? Nos vemos mañana.
—S-Si— dice sonrojado.
***PARTE II***
En una mansión en el Norte de Pumbakar donde los nobles se refugian a la espera por ser recogidos por los fiesmeros para ser transportados hacia el archipiélago helado, Borka bebe una gaseosa en su enorme habitación y mirando a través de la ventana el puerto que se ve a lo lejos.
Las largas cortinas color azules y apartadas a un lado, dejan ver como el cielo se empieza a nublar y entre relámpagos la puerta se abre. Thauren se acerca con una copa de vino que debido a su edad puede beber tranquilamente:
—Dicen que es una tormenta demasiado fuerte. — dice Thauren.
—Eso parece. — responde Borka y bebe un poco de su gaseosa de limón.
—Oye…—se acerca a Borka y mira por la ventana como su colega— pudimos haber eliminado a esos idiotas. ¿Qué te sucedió?
—Quien sabe. — responde Borka.
—Me extraña que nos hayamos retirado aun teniendo superioridad frente a esos plebeyos. Dame una respuesta Borka. — Thauren se inquieta por la extraña actitud de Borka en aquel momento crucial para la venganza.
—¿Quieres saberlo? ¿de verdad? — pregunta Borka y mira a Thauren.
—Es lo que espero de ti, sinceridad. —dice Thauren.
Ambos saben perfectamente la razón, pero Thauren necesita saberlo directamente y Borka no quiere tocar el tema, pero ante la insistencia de su colega de la aristocracia no tiene otra opción ya que podría ser golpeado:
—Ese chico Kaizer ¿lo has visto?
—Si, creo que sí. ¿No es el que te derrotó cuando despertaste tu poder de linaje? — pregunta Thauren.
—Si, ese mismo. Por alguna razón siento que si extendía más la pelea yo iba a terminar muerto. No es alguien que simplemente pueda ser vencido de una manera simple. Emboscarlo fue solamente una torpeza de nuestra parte y creo que lo sabes. —dice Borka con temor.
—¿Insinúas que tiene el potencial para enfrentarnos y eventualmente asesinarnos? Dices cosas realmente sin sentido. — se burla Thauren ante tal posibilidad ya que confía en sus propias habilidades.
—No me digas entonces ¿Cómo explicas que fuiste sometido con esa extraña presión? Por alguna razón despertamos por segunda vez el origen del invencible y ciertamente lo hará más poderoso y peligroso. —dice Borka mientras bebe otro poco de su gaseosa, nervioso y preocupado—Por alguna razón, Kaizer va a representar un peligro mucho mayor para todos nosotros. No solo ahora sino a futuro.
—¡Jajaja! Cielos santos, nunca creí que fueras tan cobarde. — se burla una vez más de Borka.
—Te ríes demasiado, pero dime, Thauren, ¿Por qué no usaste tu habilidad para atacarlo? ¿acaso le temes? — mira fijamente al graduado sin temor a ser golpeado.
Thauren se pone serio y camina hacia Borka hasta pararse frente a él y dejar en claro la diferencia de tamaño donde con un solo puñetazo podría tranquilamente romperle el cráneo o matarlo también. Sin embargo, le responde con la seriedad merecida ante tal pregunta:
—Mis habilidades son para momentos míos. No sé si me entiendes.
—Se más claro.
—Digamos que te respeto, Borka, y es por eso que no pretendía interrumpirte en tu venganza. Además, nosotros nos vimos arrastrados a ello no lo olvides. Aunque tengamos nuestras diferencias yo respeto tu orgullo y el orgullo en general de cada noble por lo que si me entrometía iba a ser vergonzoso para ti. ¿No te parece noble de mi parte? Es lo que alguien de nuestra posición hace, actuar noblemente.
Borka se siente insultado y aprieta sus puños para contener la ira e impotencia que lentamente lo va dominando. Él solo buscaba venganza para sentirse apropiadamente bien y lo que corresponde como noble es someter a aquellos que son inferiores en la jerarquía social que creen que aún existe, pero también se siente confundido al haberse retirado, permitiendo que aquellos a los que debería haber eliminado continuaran con vida. Lo repugna y se siente poco merecedor de su título y ser cabeza de su propia familia:
—Eres un mentiroso Thauren. —deja escapar Borka.
Thauren lo toma del cuello y levanta con fuerza:
—Di lo que quieras. Me tiene completamente sin cuidado. Solo recuerda que nuestra verdadera misión y meta en esta vida no es más que alcanzar lo que alguna vez perdimos. Somos las herramientas necesarias para ello. Nacimos con la finalidad de que los nobles puedan recuperar tal poder de antaño de siglos atrás. Tu padre no se ha cogido a tu madre para ser felices sin preservar la línea de sangre y el clan persista. ¿Honor? ¿venganza? ¿compañerismo? ¿paz? Crees que eso de verdad existe y lamento informártelo, pero nosotros jamás tendremos tal cosa así que déjate de idioteces. —lo arroja hacia un lado— Todo eso palideces frente al poder.
—Cof…cof…— se toma del cuello aun sintiendo como fue presionado por la mano de Thauren— Eso lo tengo…bien sabido…
—Entonces deja las estupideces y has lo que debas. — Thauren mira levemente hacia atrás— Matarte siendo cabeza de una de las familias nobles más importantes sería una mancha en mi historial y familia, pero sería algo que estoy dispuesto hacer con tal de que la meta siga su curso.
Thauren presiente las dudas de Borka y lo encuentra débil, por haber perdido varias veces con un mero plebeyo y por no ser tan útil como se creía para su propia casa noble:
—¿Vas a armar esa lista que me comentaste el otro día? — pregunta Thauren.
—Tengo algunos nombres, pero presiento que las amenazas se irán sumando con el correr de los años. — admite Borka.
—¿Cómo lo habías llamado? ¿amenazas futuras? — se pregunta Thauren.
—¿Eso importa? — dice Borka, mirándolo con desdén.
—No, ciertamente no, pero tengo entendido que tu padre te pidió que averigües en la academia del oeste si hay alguna amenaza que pueda molestarlos a los del Sur en un futuro. — dice Thauren y camina hacia la puerta.
—Me dijeron que estas amenazas recibirían el llamado de…Potenciales Ases de Batalla”. — revela Borka el encargo y bajo el nombre de este.
***PARTE III***
Pasan cinco días y durante la noche en un pueblo llamado Leprouchil, Hiroshi cena junto a una familia que le da refugio mientras espera a sanar sus heridas y poder descansar después de la batalla contra Kazumayo y tantos días de viaje para reunir información y detener el secuestro de niños, niñas y adolescentes. Tras comer un delicioso platillo de pescado y verduras muy propio del Sur en Antares, Hiroshi agradece a la mujer que cocinó tal manjar y sale de la casa para respirar un poco de aire fresco y mirar al cielo nublado. Detrás de él uno de los niños al que salvó se le acerca con inocencia propia de su edad y tira de su ropa para llamar su atención:
—¿Huh? ¿Qué sucede Sabok? — pregunta Hiroshi.
—¿Va a irse? — pregunta con tristeza.
—Tengo que hacer muchas cosas. —sonríe y se agacha para acariciarle la cabeza— Pero en cuanto me desocupe prometo volver. ¿Me crees?
—¡Si! — dice entusiasta.
—Bien ahora vete con tus padres que ya es hora de dormir.
—Está bien. — sonríe y regresa a su casa.
Hiroshi ve como el niño abre la puerta y entra a su casa. Una grata sensación de paz y tranquilidad llena de algarabía al asesino, que a pesar de tanta crudeza en el mundo la inocencia de os niños son algo que merece ser protegido y les recuerda a sus queridos estudiantes. De repente siente la presencia de alguien por detrás:
—Eres de la unidad de la división de inteligencia. — mira hacia atrás.
—En efecto y traigo noticias de la investigación que nos ha pedido. — dice el agente.
—¿Saben quién es el traidor? — pregunta Hiroshi.
—Así es. — le dice y explica con detalle a Hiroshi de quien se trata y deja sorprendido a la vez que preocupado al asesino.
—No le digas a nadie ni siquiera a tus superiores. — le dice Hiroshi.
—Me temo que no puedo. Es demasiado el hecho de habernos movilizado sin órdenes.
—Lo sé y entiendo, pero esto compete a la academia. Solo guarden silencio por esta ocasión. ¿Es posible? — insiste Hiroshi.
El respeto que Hiroshi se ganó en su época como Ley Viviente, sobre todo entre la división de inteligencia, hace que cada decisión que tome tenga su enorme peso para aquellos que desean seguir sus pasos y eso también involucra al agente, que con apenas veintiún años está frente a alguien considerado leyenda:
—Haré lo que pueda. —intenta disimular al tener de frente a Hiroshi.
—Gracias.
—Entonces me retiro. —dice el agente y desaparece con rapidez.
—Ya es momento de comunicarme con Doncaster. —saca de su bolsillo el comunicador.
—¿Hiroshi?
—Si, soy yo. ¿Pasó algo? — pregunta porque nota que algo raro ha ocurrido en el Oeste.
—Los Fiesmeros, los nobles, de todo pasó.
—Entiendo. Cuando regrese cuéntame todo. — le pide a Doncaster.
—¿Encontraste algo? — pregunta el director.
—La situación es más seria de lo que creí. — dice Hiroshi.
—Dime.
—Lo mejor es que sepas esto primero…—guarda unos breves segundos de silencio— en la academia hay un traidor. Alguien infiltrado en la academia y entrega a los fiesmeros y nobles información de nuestros estudiantes.
—Es una de nuestras mayores sospechas. — dice Doncaster.
—Ya sabemos quién es. — dice Hiroshi.
—Cuéntame.
La noticia de que hay alguien infiltrado en la academia es algo que Doncaster se había esperado porque en algún punto la situación en Antares es delicada y muchas organizaciones enemigas y peligrosos criminales yacen en el territorio y se mueven como les place. Pero lo que lo deja sorprendido es de quien se trata, alguien que trabaja muy de cerca de los estudiantes casi como un profesor y quien debería de velar por la seguridad de los más jóvenes, así como proteger el futuro de la orden y la inocencia de ellos.
La corrupción se hace presente en todo el territorio como un velo de oscuridad y terror que arruina las vidas de aquellas personas con sueños y esperanzas de siempre lograr la felicidad y metas.
***PARTE IV***
A la semana siguiente en una semana soleada, pero con temperaturas bajas y vientos fuertes, las clases retornan con normalidad después de unas vacaciones de invierno que para la mayoría fueron normales, pero para cierto grupo de chicos no fueron unos días más. Kaizer y Lucian llegan a la entrada de la academia y son recibidos por Slaider quien les acaricia la cabeza y sonríe:
—¿Qué tal las vacaciones? — pregunta Slaider.
—No hubo nada nuevo. — responde Lucian.
—Imagino que salieron con Megumi. ¿Qué les ha parecido los lugares que les recomendé?
—Fueron increíbles. Sobre todo, la estatua a la tripulación que llegó hasta el Norte. Fue…fascinante. — dice Kaizer, mostrando su pasión por la historia.
—Espero que tengan un gran día de clases. — les dice con mucha amabilidad.
—Gracias Slaider. — agradece Kaizer.
—Que tenga buenos días. — dice Lucian.
Luego mira hacia los estudiantes que siguen llegando y ve cada uno de sus rostros con la misma sonrisa pero que se va deformando para mostrando una retorcida como la de un maniático:
—Supongo que hoy tendré más trabajo del normal. Me pregunto ¿Cuántas nombres tendré que anotar el día de hoy? —saca de su bolsillo trasero un pequeño cuaderno con apenas el nombre visible de “Potenciales…” y anota unos nombres, así como Borka lo ha hecho, pero sin saber que el asesino también debe cumplir con ese cometido.
Nunca, nadie se imaginaria que Slaider fuera el verdadero traidor, su sonrisa y amabilidad para con los niños y jóvenes en su mayoría abandonados a su suerte y maltratados por una sociedad con nobles como la punta del iceberg. El asesino de alguna manera era alguien que saludaba y trataba como personas por igual a todos y apenas sabiendo lo que ocurre, Doncaster observa desde su oficina a través de su ventana al traidor, pensando y pensando que hacer, con las dudas a flor de piel y situaciones que debe de afrontar de ahora en más. Por un breve instante mira a Kaizer y una leve y tenue esperanza lo hace creer que de verdad la nueva generación que se aproxima pueda crear un mundo diferente al que tanto defienden las anteriores por temor al cambio.
Comments for chapter "31"
QUE TE PARECIÓ?