Academia de Asesinos - 44
A la semana siguiente, Lucy da su segunda clase de Historia Asesina con el bajo perfil de siempre y la seguridad de que ninguno de los alumnos sabe de su pasado como miembro de la orden mercenaria a duras penas dos años, pero donde sabiamente pudo obtener conocimientos suficientes como para sobrevivir hasta su llegar al continente Antares.
Los estudiantes, aún incomodos con su belleza, cuerpo exuberante y mirada serena se quedan sentados en sus pupitres, algunos esperando por aprender sobre historia como Kaizer y Megumi, otros solo acomodan sus cabezas para dormir en plena clase como Kamata:
—Chicos, espero que hayan traídos sus libros de historia porque tendremos la introducción sobre el conflicto de Asesinos y Mercenarios. La semana pasada nos presentamos, pero en el día de hoy vamos a adentrarnos a la materia así que espero la completa…—ve que al fondo Kamata está dormido— atención…
Durante unos largos dos minutos, Lucy se queda mirando a los dormilones, acrecentando la silenciosa tensión y creyendo que ella podría castigarlos, los compañeros intentan despertarlos excepto a Kamata. Megumi le arroja una goma de borrar, golpeando su cabeza y así despertándolos:
—¿Huh? — Kamata la mira.
—Tonto, mira hacia adelanta. —le dice Megumi entre susurros.
—¿Qué…? — ve a la profesora con una sonrisa intimidante— Ah…mierda…
De la nada estalla su lado que adora a los jóvenes, sintiéndose feliz de ser profesora y poder ver crecer a los estudiantes afrontar el duro camino de la vida:
—¡Son tan adorables, si, si, si! ¡¿Saben?! No dejen que los marchitos vejestorios los sofoquen. Pienso que lo mejor es disfrutar su juventud al máximo. Vivan del amor. — mira a Kaizer y luego Megumi— Los errores, desafíos y principalmente…—mira de nuevo a Kamata— las amistades, que es lo fundamental en la vida. Haaaaa, la juventud…que belleza. — toma la tiza y camina hacia el pizarrón— Perdonen a esta bella mujer…y que no les mienta mi edad…que no diré…soy una mujer en su juventud…
—Parece de unos treinta. —dice uno de los alumnos.
—Si, cuando la vi la primera vez creí que tendría la edad de mi madre. — dice otra estudiante.
Los murmullos llegan al oído de Lucy y frente a ellos truena sus nudillos con rostro violento, fuego en los ojos y venas que se hinchan en la frente:
—Para que sepan…tengo veintiocho años…la flor de la juventud…así que respeten eso.
Repentinamente cambia de expresión a una más amable y sonriente:
—¿Por qué no continuamos con la clase?
A pesar de lo que se piense de Lucy, es una mujer que siente una gran negación por su edad lo cual afecta al buen humor que generalmente tiene.
Después de eso, Lucy da inicio a su clase, explica sobre la disposición territorial de Antares con detalle principalmente en los biomas que predominan y sus características:
—Antares se compone por cinco regiones. El frio norte, el árido este, el boscoso centro, los ríos del sur y los campos en el oeste. Cada uno tiene su propia historia, costumbres, características distribuidas entre su gente. Antares es bien conocido por ser un continente multiétnico en el cual dentro de cada territorio también hay otras etnias. Es una maravilla que recibe personas de otros continentes como el del Norte más lejano o el Este. Sin embargo y aquí me detengo por un momento. —agarra el libro de historia y mira a la clase— Por favor, vayan al capítulo 10 del libro.
Megumi es la primera en llegar al capítulo 10, quedándose leyendo en silencio y a una velocidad anormal todo lo relacionado al conflicto entre ambas ordenes, la asesina y mercenaria. Kaizer desvía varias veces la mirada en ella:
—¿Estás leyendo? ¿tan rápido? — pregunta, impactado por el talento de ella en los estudios.
—Jejeje, sí. Sabes que cuando me entusiasmo por un tema no paro hasta saberlo todo. —responde sonriente.
Lucy dibuja un mapa de Antares y Ophiros:
—Este es Antares. — lo señala en el mapa— Y este de aquí es Ophiros, hogar de los mercenarios…— empieza a explicar la historia del conflicto contado desde hace muchas generaciones.
Mil años atrás, los mercenarios y asesinos coexistían de tal manera que actualmente nunca se podría imaginar. El odio, el desprecio, tantas diferencias nunca se habrían imaginado en ese momento. Ambos grupos se ayudaban, apoyaban y hasta convivían en plena armonía.
Los jóvenes iban a escuela para formarse y así lograr mantener a las órdenes y también la coexistencia. Sin embargo, es indudable que era una época muy violenta que cualquier cosa podría simplemente desencadenar en peleas. A pesar de ayudarse en lo que sea, las dos órdenes velaban por sus prioridades y nadie estaba por sobre ellos. Pero un día, el gran asentamiento de aquel entonces, desconocido incluso para la arqueología actual, es atacada por encapuchados misteriosos que no solo incendiaron los templos y edificios más importantes sino también mataron a sangre fría a muchas personas, entre ellos a niños.
Para la asamblea en la que solo participaron los asesinos, se decretó el inicio de hostilidades y un plan para exclusivamente expulsar a los mercenarios de lo que ellos consideraban su hogar desde un principio.
El resultado de esa reunión fue declarar la guerra a los mercenarios sin importar el costo de vidas. La frágil paz se había resquebrajado por completo y así como un día estrechaban sus manos para ayudarse al final la usaron para acabar con la vida del otro.
La guerra se prolongó durante cientos de años hasta actualmente donde no hay aliado alguno en el otro bando. Lucy es un caso atípico ya que su historia es la de una chica huérfana que intentando escapar de Ophiros solo para ser detenida por asesinos que cuidaban las aguas de Antares. Posteriormente el anterior director del Oeste le permitió salir y convivir con los asesinos, educándose con ellos y nunca revelar su verdadero origen.
Luego de unos cuarenta minutos explicando la historia del conflicto, Lucy cierra el libro y mira por la ventana de la puerta para asegurarse de que nadie está husmeando. Entonces suspira y pregunta:
—Díganme chicos ¿Qué encuentran de rara esta explicación?
Megumi levanta su mano y a continuación se pone de pie con el libro abierto en el banco:
—Si, Megumi.
—Hay mucha información, pero también demasiado confusa. Es como si…estuviera…—explica la chica.
—Desordenada. —deja escapar Kaizer.
—Continúen ambos, díganme lo que piensan. Ya que nadie más ha levantado su mano. — dice Lucy.
—Ve tú, Megumi. — le dice Kaizer.
—Gracias Kaizer. — le agradece con una sonrisa y palmada en la cabeza— La historia se supone que es un conjunto de procesos que derivan en acontecimientos que definen una era. Esa se supone que es la definición, pero el relato oficial de la historia del conflicto es algo vago. Para empezar, no hay explicación sobre el porqué los mercenarios atacarían a los asesinos. No hubo algo que lleve a tal acción. Además, en esa época según dice, hubo una familia real en la que el rey era un mercenario y la reina una asesina.
—Correcto ¿Cómo quedó posicionada la familia real siendo que una parte era mercenaria y la otra asesina? Eso nos lleva a la siguiente conjetura…—Lucy guarda silencio unos momentos para luego continuar— esta historia que nos presentaron es solo una pequeña porción de la realidad. Si, existió una historia de conflicto, pero… ¿y si en realidad no fuera tanto como si afirma aquí? — golpea el libro con la palma de su mano izquierda.
—Estaríamos ante una historia inventada por un propósito desconocido. — dice Megumi.
La clase entera no tiene palabras para las afirmaciones de su compañera y Lucy, por su parte, piensa sobre la sorprendente inteligencia de su alumna. Hay muy pocos que tienen semejante potencial y Megumi es considerada por los profesionales como un genio con futuro prometedor:
—Hoo, y lo dice con apenas una lectura y clase de cuarenta minutos. Un profesor con muchos años puede sacar una conjetura así con al menos cinco años de estudios y ella en menos de una hora. Es más que brillante.
El que no consigue comprender es Kaizer, no por falta de entendimiento sino porque la clase en sí misma deja pensando sobre cuál es la historia real y ¿Por qué pretendieron modificarlo? Se empieza a preguntar también por la razón de que intentan instaurar un conflicto que no queda del todo claro.
Lucy guarda sus cosas y suenan las campanas para el descanso. Los estudiantes se retiran, dejándola sola con sus pensamientos:
—Ciertamente aún hay cosas que no saben. Muchos dicen que fue una guerra provocada por algo más y ni los grandes historiadores de Antares pudieron conseguir descifrarlo. Solo hay sospechas, pero los altos mandos de la orden saben la realidad. — piensa y ve por la ventana de la puerta a Doncaster, que le pregunta si puede pasar a lo que Lucy asienta.
—Hola Lucy. — dice y mira el pizarrón— Historia del Conflicto Asesino-Mercenario, un tema fantástico.
—Tienes que ver a Megumi, es brillante. Tendrá un futuro más que prodigioso.
—Me entusiasma saberlo. — sonríe Doncaster
—Doncaster, ¿Qué sucede? —pregunta Lucy.
—Sobre el tema que le estas dando a los estudiantes. ¿Todo va bien? — sospecha Doncaster de que Lucy ha estado dándoles información a los estudiantes.
—Si, aunque esto de darles falsas historia no me parece lo correcto. — dice Lucy.
—Lucy…
—Sabes de que hablo Doncaster. Una historia falsa sobre el origen de la guerra. —recrimina Lucy al director y cuestiona educación errónea de los chicos.
—Escúchame Lucy, no es algo que queramos hacer, pero tienes que entender que estos chicos necesitan vivir pacíficamente. Ya aceptamos que sean trasladados para vivir todos en los edificios de al lado. Este tema de la guerra no se aceptará cambios ni nada por el estilo. Se va a mantener así. Lo siento, pero no mando solo yo, somos cuatro.
—Tu…mejor que nadie debería preocuparse de que estos chicos no vivan en un mundo sin la verdad. — dice Lucy.
Doncaster se dirige a la puerta y antes de salir del salón dice:
—Muchos debemos quedar como los malvados de la historia y aquellos más jóvenes serán los que tendrán el poder de juzgarnos. Eso también espero de él cuando llegue el momento. — dice melancólico.
***PARTE II***
En la noche, los estudiantes disfrutan de su ultimo día en el orfanato porque por la mañana empezarán a vivir en los terrenos de la academia para estar más seguros debido a los movimientos de esclavistas y grupos criminales organizados.
Kaizer no para de moverse en la cama, de un lado hacia el otro.
Se levanta de su cama y camina hacia la puerta para caminar por última vez en los pasillos del edificio. Mira sus pies mientras camina y piensa sobre la guerra entre asesinos y mercenarios. Si bien era tensa también fue la época de mayor paz desde siempre.
A diferencia de Megumi, Kaizer es lento para el aprendizaje, pero lo que carece de eso en instinto y razonamiento es muy superior, no por algo aprendió a leer y escribir en solo tres meses. Kaizer no es solo fuerza y resistencia, también es pura voluntad e instinto. Su futuro como investigador es tan prometedor como Megumi absorbiendo información y reinterpretándolo de manera más rápida y efectiva.
Llega hasta la biblioteca, una muy pequeña pero basta como para saciar un poco la sed de conocimiento de Kaizer, toma uno de los libros de historia y lee los capítulos que corresponden a la historia del conflicto. Es similar a lo que Lucy les explicó por lo que toma otro libro de historia y lee lo mismo, toma otro y encuentra exactamente aquella explicación de la profesora. Ningún libro se aparta de esa historia confusa y carente de sustento, pero impuesta en la educación no solo en academias de asesinos sino también, en escuelas comunes.
Las respuestas no las podría conseguir en bibliotecas controladas por la orden, a eso llega su razonamiento:
—Si la orden asesina controla el contenido de estos libros entonces debe de haber algún lugar donde se explique la realidad. — piensa y una pila de siete libros de historia se alzan frente a él.
Comments for chapter "44"
QUE TE PARECIÓ?