Academia de Asesinos - 45
En el fin de semana, día sábado, los chicos del orfanato se movilizan hacia los edificios junto a la academia para mudarse por temas de seguridad y acompañados por los profesionales entre ellos, Olympico y Lucy. Kaizer y Megumi marchan juntos y Kamata varios metros detrás con los nuevos miembros del club de kendo hablándole y colmando su frágil paciencia. La poca que tiene al tratarse de la gente.
El día está soleado y la temperatura agradable, pues muchos esperan ansiosos por instalarse en ese lugar y luego disfrutar de los grandes terrenos traseros que ofrece como campo de deporte y lugares con sombra para descansar al aire libre.
En el lugar los espera Doncaster y una comitiva con alimentos y un servicio que proveerá una mejor calidad de vida además de comodidades en su estadía. El director no habría podido lograr ese traslado sin dos reuniones previas, una con los profesionales que ejercen de profesores en la academia y por supuesto los otros miembros del grupo de los cuatro grandes, que en un comienzo rechazaron la idea de llevarlos muy cerca de la academia
Varios días antes en una reunión vía comunicador:
—Rechazo completamente esta propuesta. ¿Tienes idea de lo que provocaría? La mayoría de los asesinos en el Oeste tendrían que permanecer constantemente vigilando ese edificio. El hecho de que estudiantes vivan a metros de la Academia significará también que estarán en el ojo del enemigo. —dice Deckardson, director de la academia del Este.
—Doncaster, sabes que siempre tienes mi apoyo, pero reconozco que Deckardson tiene razón. Es un gran peligro dejar que esos chicos vivan en esos edificios como si fuera un campus. No siempre podrán ser protegidos y el constante peligro hará difícil que puedan enfocarse en los estudios. Yo…rechazo la propuesta. — dice Durias, directora de la academia del Sur.
—Estoy de acuerdo con Durias y Deckardson pero olvidan un factor importante. Los estudiantes hace tiempo que están en peligro. Los nobles, mercenarios o fiesmeros, da igual, permanentemente los estudiantes son acosados solo por ser huérfanos o pobres. La situación debería cambiar y empeora. Si lo piensan con cuidado no es un error la decisión que Doncaster ha tomado, pero es verdad, me preocupa el que haya falta de asesinos que protejan a los chicos. — dice Dekkman, director de la academia del Norte.
—Entiendo cómo se sienten y no negaré estar decepcionado, pero respeto su opinión. Lamentablemente este año, o, mejor dicho, este primer cuatrimestre vivimos demasiadas cosas como para ignorarlas. Yo los protegeré, aunque deba pasar patrullando cada noche el lugar. Esa es mi responsabilidad. No deseo que estos chicos tengan que vivir situaciones lamentables. — dice Doncaster con el amargo recuerdo de un hijo perdido y la certeza de que cada día que pasa se hace más difícil sobrellevar la función de director.
—Espero que todo lo que estás haciendo sea por la orden y no un capricho personal. Eres de los mejores y más capacitados, por eso espero que la mudanza de estudiantes no tenga que ver con tus sentimientos ante…bueno…—Dekkman duda de continuar ya que con todo el respeto que le tiene a Doncaster, decir lo próximo podría molestarlo.
—Solo dilo Dekkman. La pérdida de tu hijo hizo que te volvieras blando y poco objetivo. — dice Deckardson sin tapujos.
—¡Deckardson, ten tacto cuando hables de cosas delicadas! — lo regaña Durias.
—No, está bien. Entiendo su preocupación y solo puedo asegurarles que nada va a perturbarme. Esta es mi decisión porque se lo difícil que es el mundo para esos chicos y quiero acompañarlos en el proceso para lograr convertirse en asesinos. Les guste o no, eso es algo que ya he definido hace tiempo. Pueden estar o no conmigo. El tiempo me dará o no la razón. — dice Doncaster.
Con esas palabras, Doncaster dejó en claro su postura a los otros grandes de Antares y no aceptó un no por respuesta por lo que finalmente se pudo llevar a cabo la mudanza de más de quinientos estudiantes.
Los edificios constan de un complejo de torres en las que puede albergar a cien estudiantes cada una, con habitaciones bastante cómodas con baños incluidos, una enorme cafetería en la planta baja cercade la entrada. También hay un campo de entrenamiento para aquellos dedicados que quieren practicar los fines de semana cuando no hay clases, así como también un salón de juegos con ping pon, billar, bolos, etc.
Cada seis horas se produce un cambio de guardia donde hay casi cincuenta profesionales protegiendo, entre ellos el mismísimo Doncaster, Olympico y Lucy. Lógicamente estos dos últimos con pagos extras, aunque han rechazo eso ya que desean proteger a los chicos sin importa el pago.
***PARTE II***
Kaizer recorre los pasillos con una llave en su mano y el número de su habitación grabado en un pedazo de madera. Tras varios minutos mirando puerta tras puerta, y topándose con varios de sus compañeros que también dan vueltas desorientados, llega hacia su habitación. Así que abre la puerta con cuidado y se encuentra con una imagen confusa, cada habitación dispone de cuartos con baños propios, y también el hecho de que se debe compartir lugar con otra persona. Es por eso que Kaizer ve a Kamata guardando sus espadas de madera.
El ambiente es incómodo, por supuesto que el chico aspirante a espadachín ni lo mira y dedica toda su atención para acomodar sus pertenencias:
—Que…incomodo…—piensa Kaizer, en la puerta sin saber que hacer o decirle a su compañero.
Entonces Kamata se detiene, produciendo aún más tensión y mira a Kaizer:
—¿Vas a pasar o te quedarás calculando el tamaño de la habitación? Hay suficiente espacio para ambos. — dice sin pelos en la lengua y una fugaz mirada hacia el chico.
—No sabía que seriamos compañeros. Me sorprendió. — responde y se acerca hacia su cama que consiste en camas individuales uno en cada lado de la habitación con muebles para ropa y calzado, así como estantes para colocar sus libros de clases.
—…—Kamata se mantiene en silencio.
***PARTE III***
Por la noche, Kaizer vuelve a tener problemas para dormir, preguntas sin respuestas irrumpen su sueño y lo obligan a recorren los desconocidos pasillos en el campus para estudiantes de la academia. A diferencia del orfanato, muchos que se aburren o no pueden dormir se encuentran jugando en el salón de juegos, o conversando afuera siempre con la custodia de asesinos vigilantes apostados en muchos lugares de los edificios.
Durante su caminata y para la sorpresa del chico, ve a Doncaster en la cafetería tomando café, apartándose del alcohol por un tiempo en que debe mantener su mente limpia:
—Que bella noche ¿no te parece? — le pregunta junto a una de las ventanas que da hacia el bosque y deja ver el cielo estrellado con la luna en todo su esplendor.
—Yo…— estar frente al director lo sigue petrificando, sus movimientos se vuelven torpes y las palabras salen entrecortadas de la boca.
—Jajaja, tranquilo, yo tampoco puedo dormir. No hay nada como un café nocturno por este edificio. — le dice Doncaster con una paternal sonrisa.
—Si.
El director corre una silla y se la da a Kaizer para que se siente y puedan conversar:
—Ven, siéntate y conversemos un poco. Estoy ansioso de poder hablar con un joven prometedor.
—Si, por supuesto. — responde tímidamente.
—No te pongas tan nervioso. No soy tan importante, jejeje.
—¡¿Qué?! ¡p-por supuesto que es alguien importante, es decir, es el director de la academia! — se exalta Kaizer.
—A veces…no me siento de esa manera. En realidad, a veces deseo no ser director de la academia. Demasiados papeles que llenar, demasiadas reuniones…demasiadas perdidas…—dice Doncaster.
—Yo también…me siento de igual manera. Es como si aún no supiera que debo hacer…—reconoce el chico.
—Dime algo ¿sigues dudando de porque estás aquí? — pregunta Doncaster.
—¿Huh? — se sorprende el chico.
—¿Qué…? ¿Cómo?
—No te sorprendas. Entiendo ese sentimiento de que un día sientes que todo va bien. Las notas van mejorando, te unes a un club estudiantil y sientes que encontraste un lugar para mejorar y hasta la mirada ajena da un vuelco para bien, pero por dentro sigues sin encontrarte a ti mismo. Quizás estés inquieto por algo más. Solo…digo.
—A veces pienso en lo que significa ser un asesino, la orden y muchas cosas más. La historia misma define a la orden, pero sigo dudando. ¿Qué es la orden asesina? ¿Cuál es su origen? ¿Qué es lo que debemos hacer como tales?
—¿Qué es ser un asesino en estos tiempos? Vaya pregunta. Ser un asesino va más allá de tener estatus y ser admirado, a la vez que odiado y temido. Muchas personas no saben lo que significa ser parte de la orden y lleva mucho a la confusión. Por eso hay asesinos que son justo, así como quienes pecan contra las normas. También tienes que entender que no somos héroes, guerrero o salvador, más bien debemos sacrificarlo todo para cumplir nuestro deber sin vacilar. Nosotros como asesinos debemos mantener el orden, proteger a los débiles y enfrentarnos a las amenazas externas. Esa es nuestra misión. Ese es el camino de aquellos que nos interponemos entre las balas o espadas y los inocentes. Ser asesino…ese es el significado.
Da un vistazo a su expresión y sonríe:
—Aunque también puedes definirlo de la manera que tú quieras. Somos la defensa entre los mercenarios y la paz en Antares. Esa manera de definirnos me gusta bastante. —dice Doncaster.
—¿Y evitar así el caos de hace dos mil año? —pregunta inocentemente.
—Exacto. Yo creo que ustedes podrán a su debido tiempo. Son una generación que no ha vivido la crudeza del mundo y deseo que persista. Ten la seguridad de que van a vivir tiempos de paz y serenos. — lo mira a los ojos. No escapa a la sorpresa por ver que al chico le gusta mucho la historia y siente curiosidad por la tristemente censurada por los cuatro grandes. Aun así no quiere que los detalles se sepan.
—Me gustaría preguntarle algo si es posible. — le dice Kaizer muy respetuosamente.
—Claro, dime sin temor. — se pone de pie y camina hacia la máquina de café a un lado de las heladeras con refresco para servirse un poco más.
De repente, Kaizer empieza a sentirse nervioso porque no sabe cómo puede reaccionar Doncaster, ya que podría simplemente mostrar una amable sonrisa y que luego le responde sin problemas o se niegue, no hay punto medio en lo que pueda responder. Mientras tanto, Doncaster prepara su café y espera a la pregunta del chico. Sin embargo, como si fuera un adivino se le acerca con una taza de café y otra con té la cual se la entrega al chico:
—No te preocupes, no te juzgare para nada.
—Quisiera que me cuente, sobre la guerra de los dos mil años. Siento que hay cosas incompletas y que no nos han dicho. Los libros de historia no dicen todo y no entiendo por qué. Quizás usted sepa director. — le pide Kaizer.
—¡Jajaja! Tienes una gran curiosidad y sentido deductivo increíble. Solo déjame decirte algo Kaizer, la historia a veces la cuenta quienes han vencido y muy pocos la cuestionan entre ellos un pequeño grupo y selecto. Los famosos cuatro grandes, cada quien es director de las academias repartidas entre el norte, sur, este y el oeste. Es decir, solo ellos saben los detalles ocultos y aun así los detalles seguirán siendo incompletos con lagunas. Me impresiona que estés tan interesado, pero seré franco contigo y por respeto a tu curiosidad. No puedo contarte, seguramente no sea el momento, pero por el momento atiende tus deberes y se un gran asesino, con el tiempo podrás encontrar las respuestas tu mismo sin que yo o cualquier persona te lo revele. Presiento que esa verdad que tanto anhelas saber será mucho más completa si la descubres por ti mismo.
Después de eso, Doncaster se regresa a su casa ya que su turno se había cumplido. Las dudas en Kaizer no hicieron más que aumentar, pero en algo tiene razón el directo, es posible que incluso aquellos que protegen la verdad oculta no sepan al 100% todo y temen que información incompleta sea esparcida por error.
***PARTE III***
Mientras tanto, Kamata no puedo dormir y mira hacia el techo con sus pensamientos volando, muchas cosas lo mantienen ocupado como el club de kendo, así como Kotomi y sus intentos de que él pueda abrirse mas a las personas y una conversación que tuvo con Megumi por la mañana en el patio del complejo:
—¿Qué tal va tu club de kendo? Parece divertido. — dice Megumi.
—Si, lo es. — responde con su característica frialdad.
—¿Qué tal tus compañeros de club? — pregunta la chica.
—Son demasiado ruidosos. —responde— Pero también muy entusiastas. — continua al pensar que ellos no lo ven como alguien peligroso o a mirarlo con temor sino como un compañero.
Megumi ve como una sonrisa se forma en su rostro y dice:
—Así es como todo debe ser. No tienes que estar solo ¿sabes? Es mejor con compañeros y amigos. — se levanta del suelo y regresa a su habitación, no sin antes decirle algo más— Quizas sea tiempo de que veas a los demás como iguales y no como rivales. Ábrete a las personas, Kamata, y quien sabe, quizás tengas muchos amigos como Kaizer y Lucian.
Kamata sonríe de solo pensar en esas palabras.
La puerta se abre y entra Kaizer a la habitación, a paso suave y lento para no despertar a su compañero, sin saber que estás despierto hace unos minutos:
—Oye, es muy tarde como para deambular por el edificio. — dice Kamata, asustando a Kaizer.
—C-Creí que estabas dormido. — responde con una sonrisa nerviosa.
—Dormido no muerto. En fin, hay que descansar porque mañana tenemos clases con Olympico. — apoya su cabeza en la almohada y cierra los ojos.
—Si, claro. — dice Kaizer en voz baja y se acuesta con sabanas cubriendo casi todo su cuerpo y mira al techo— Kamata ¿algunas ves pensaste en el motivo para conseguir poder y fuerza?
El estudiante de kendo se queda callado, pensando que responder ya que todos sus esfuerzos han sido para ser fuerte y no dejarse doblegar por nadie, pero una fracción de eso fue dedicada para ayudar a su amiga de toda la vida. Megumi.
La dicotomía es tal que duda en responder y simular que se ha quedado dormir, pero sus labios se mueven solos:
—El poder y la fuerza no se obtienen por si solas con entrenamiento y ser testarudo sino la voluntad de querer proteger a toda costa a quien te importa.
—Ya veo, entonces debo hacerme mas fuerte para proteger a mis amigos, Lucian, Megumi y a ti…— dice Kaizer y cierra sus ojos.
Kamata se sorprende por esa respuesta. No puede pensar que decirle, solo deja escapar una leve sonrisa de incomodidad y una sensación de que quizás Kotomi y Megumi tengan razón y el mundo no es tan solitario como él cree.
Comments for chapter "45"
QUE TE PARECIÓ?