Academia de Asesinos - 69
Por la medianoche, Doncaster y los demás profesores son llamados de urgencia por el doctor a cargo de observar a los heridos de gravedad y en particular a Kaizer.
Cuando llegan, notan una atmosfera imposible de descifrar, puesto que se siente una mezcla de curiosidad, sorpresa, pero también preocupación y entusiasmo. Completamente extraño y todo girando en torno a Kaizer.
Doncaster se acerca al jefe del equipo de médicos, se presenta cortésmente sin dejar de mostrarse impaciente con los demás profesores más cercanos al chico con más desesperación que él:
—Doctor ¿ha pasado algo con Kaizer? —pregunta Doncaster, imaginando el peor panorama debido a las graves heridas que recibió de parte de su hijo.
—Director, un gusto verlo. Verá, no sabemos cómo decírselo, jamás nos hemos topado con algo así al menos de parte de un chico tan joven.
—¿A qué se refiere doctor? —pregunta Hiroshi.
—Algo…se ha manifestado en el joven. Una fuerte energía que no podemos ver pero que al acercarnos demasiado nos vemos tan abrumados que caemos sin fuerzas. Muchas enfermeras no pudieron tratarlo porque acababan desmayadas.
Doncaster guarda silencio y continúa escuchando. Se detiene para pensar en lo que está ocurriendo, hasta que sus ojos se abren sorpresivamente al darse cuenta de la gran posibilidad, casi escasa, pero posibilidad al fin:
—Kaizer se encuentra en un profundo coma impuesto por nuestros fármacos para que su recuperación se acelera un poco más. Sin embargo, esto supera nuestro propio entendimiento de cómo funciona su cuerpo. Algo…lo está protegiendo…algo más allá. —dice el doctor, intrigado.
—¿Algo lo protege? —pregunta, disimulando no ser consciente, pero en el fondo ya sospecha que puede ser algo muy superior.
—Generalmente cuando nos topamos con algo extraño, solemos utilizar herramientas para evitar lastimarnos. Esto es más para pacientes cuyas habilidades se descontrolan.
—Pero su habilidad es pasiva. —interrumpe Lucy.
—Ahí está la cuestión, parece ser que Kaizer ha manifestado su origen. —responde el doctor.
Todos se quedan callados al escuchar esa palabra, “Origen”, una habilidad que pocos en el mundo pueden manifestar y que tiene que ver con la fuerza de voluntad manifestada en la potenciación física, espiritual y de inteligencia.
El hecho de que un chico tan joven como Kaizer, de apenas catorce años, pueda manifestar tal habilidad resulta ser aún más sorprendente puesto que para que ocurra tal cosa debería de pasar un tiempo y entrenamiento de por medio. Sin embargo, el doctor continúa con su explicación que lleva más allá la sorpresa:
—El chico comenzó a manifestar el origen y según lo que nos has podido contar Hiroshi, lo hizo en situaciones donde tenía que usarlo para enfrentar a rivales, enemigos o compañeros en ejercicios. Pudo haber manifestado…
—El origen de la observación. —añade Hiroshi.
—O como se conoce en realidad, origen de la visualización avanzada. No quiero adelantar conclusiones, pero el hecho de que su cuerpo, completamente destrozado y casi sin esperanza de poder despertar, esté…recuperándose a tal velocidad y esta fuerza que lo envuelve intensamente para protegerlo.
—¿Puede tratarse de…? —pregunta Doncaster.
A pesar de no estar autorizados, Kamata, Megumi, Lucian y Maia se encuentran en el pasillo fuera de la habitación de Kaizer, esperando las tan ansiadas buenas noticias donde su amigo se encuentra despierto y fuera de peligro.
Varios minutos pasaron desde que Doncaster entró a la sala de urgencia junto con los profesores.
De repente, la puerta se abre y de ella sale Doncaster, quien apenas ve a los chicos estos se abalanzan sobre él preguntando sobre la condición de Kaizer.
Las preguntas son inentendibles porque todos hablan al mismo tiempo:
—Chicos, chicos, por favor uno a la vez. —dice Doncaster— Un momento ¿Qué hacen aquí a altas horas de la madrugada? Se supone que tienen que estar descansando en sus habitaciones.
—Director, tenemos que hablar con usted. —dice Kamata.
—Si, eso parece. ¿Cómo se sienten? Entiendo que están preocupados, pero no creo que sea el momento adecuado…
—Nos encontramos bien, no se preocupe. Queremos sabes cómo está Kaizer. — dice Lucian.
—No sabemos nada de él. Solo nos ha dicho que se encuentra en estado muy delicado. Por favor díganos como está ¿Cuál es su estado? — dice Megumi mientras sus lágrimas intentan salir, pero ella quiere mantenerse fuerte.
—Director, ¿estará mal por haber inhalado excesivamente el humo? Por favor díganos. —pide Maia.
—Él se encuentra…—no le queda de otra más que explicarles.
Kamata se pone serio y desde su corazón grita:
—¡Sin mentiras Doncaster! — su expresión es agresiva y tono feroz, pero no deja de verse con ojos brillosos.
—¡Kamata, es el director! —lo regaña Lucy por ser muy poco educado con la máxima autoridad del territorio oeste y la academia.
—Tranquila Lucy, yo entiendo cómo se sienten. Estuve en su misma situación y hasta pienso a diario en mi viejo amigo.
Incapaz de poder mentirles y sintiendo la presión de unos simples estudiantes, Doncaster decide contarles toda la verdad, aunque la reacción de ellos no es la que creía:
—¡N-No…no te creo nada! ¡todo lo que sucedió fue por tu culpa! ¡ese bastardo es tu hijo y permitiste que hiciera lo que quisiese! — se siente defraudado y molesto porque Doncaster haya ocultado la verdadera relación de Alex.
—Kamata, detente, no es el momento. —le dice Lucian.
—No, está bien. La culpa al final fue de mi propia negligencia como director. No supe evaluar la situación y mi hijo hizo que ustedes paguen el precio. —se acerca a los chicos y le acaricia a cada uno su cabeza—Ustedes deben mantenerse tan unidos como ahora sin importar que, y estoy seguro que Kaizer despertará. No lo duden.
Se acerca una enfermera que pasaba por los pasillos con bandejas de comida para los internados y atraída por los ruidos, regaña a cada uno de ellos, aunque la discusión misma había terminado:
—Disculpen esto es un hospital, no comiencen una pelea por favor.
—Lo sentimos. —dicen todos al unísono.
—Escuchen, confíen en mí, Kaizer estará bien. Se los prometo. Ahora vayan a sus habitaciones que tienen que descansar. Se acercan los exámenes finales y tendrán que hacerlos. Hiroshi, Olympico, Lucy…
—Nosotros nos quedaremos. Tu ve a completar esos documentos. —interrumpe Hiroshi.
—Gracias. Por la mañana estaré aquí.
Doncaster sale del edificio médico rumbo a su casa para completar formularios del hospital. Entonces recuerda lo que el médico le había dicho antes de encontrarse con los chicos:
—Doncaster, este joven debió haber muerto. Si mis suposiciones son correctas, estaríamos ante un hecho surreal. Una fuerza extremadamente enorme, sé que debería ser imposible a su edad, pero es posible que Kaizer haya manifestado el origen del invencible. Si este chico logra escapar de eso y lleva una vida en la orden…a futuro será un asesino extremadamente poderoso. Incluso más que los de la generación de Hiroshi o la tuya.
—Manipulo el origen de ataque y observación, pero nunca conocí a alguien que manifieste el del invencible siendo tan joven. ¿Acaso es posible? Aun así y dada las circunstancias y los antecedentes quizás él…
Al llegar a su casa, Doncaster llena una pila de documentos que corresponde a los que fueron enviados distintos hospitales tras la catástrofe en la academia del oeste. Mientras tanto, muchos profesionales, estudiantes y civiles se congregan en la academia destruida para crear altares en memoria de las víctimas, colocando fotos, velas, flores, peluches, dulces entre otras cosas. El ambiente es de amargura y tristeza. Otros lanzan globos con mensajes al cielo.
En el hospital, la salud de Kaizer empeora meteóricamente tras una recuperación increíble, y en lapsos muy cortos los médicos ingresan con tubos de oxígeno. Todo es confusión y paranoia, nadie entiende como es que el oxígeno se acaba en menos de cinco minutos. El chico no para de inhala oxígeno y se nota en su agitada respiración.
Megumi cae de rodillas al ver como entran constantemente los médicos a la sala de urgencia y la luz en el cartel de “Urgencias” se ilumina. Ella empieza a llorar desconsoladamente con una mano presionando en su corazón y sus lágrimas cayendo al suelo, sintiendo un agobiante dolor en el pecho. Llena de angustia golpea con la palma de su mano contra el suelo, por su parte Maia intenta consolarla, abrazando con fuerza a la joven Megumi.
Lucian camina de un lado hacia el otro, pensando y mordiendo sus uñas y cada cierto escaso tiempo mira a sus amigos y el cartel de “Urgencia”. Kamata, sin media palabras, se encuentra aislado en sus pensamientos y aguardando a lo que ocurre con su amigo. Sin embargo, quizás es el que mayor siente preocupación, ya que fue el que combatió junto a él y sabe el daño que recibió. En parte se siente culpable por haber sido un lastre y débil.
Pero algo sucede en la sala de urgencia, ningún doctor puede explicar lo que están presenciando. El destrozado cuerpo de Kaizer, ya no presenta huesos rotos, sino que un aura misteriosa poco a poco lo cubre y aquellos órganos perforados y dañados se reponen como si las células estuvieran siendo estimuladas por algo más que los fármacos. Sus venas se hinchan al punto de verse fácilmente por sobre los músculos y la sangre empieza a circular velozmente, otorgando una fortaleza a su corazón inusual.
Lentamente las venas se deshinchan hasta volver a su consistencia normal. Sus huesos recuperan la fortaleza perdida y los órganos se reponen todo gracias a aquella aura.
Los dedos de Kaizer se empiezan a mover al mismo tiempo que lo hacen su boca y sus ojos hasta que estos se abren de par en par, encontrándose en un lugar extraño con cables adheridos a su pecho y conectado a una máquina.
Los médicos solo observan como si se tratara de un verdadero milagro de la medicina.
En todos los años como aspirante, doctor y ahora jefe y director del hospital, nunca había visto algo tan increíble y no para de dar órdenes, pero ante el temor de que esa fuerza vuelva a golpearlos, retroceden.
La puerta de la sala se abre y acompañado por el jefe del cuerpo médico, Kaizer regresa con sus amados compañeros y amigos quienes lo reciben entre lágrimas, besos y abrazos siendo la primera de ellos, Megumi. El chico cae al suelo, pero ella sigue aferrada a él. Apenas se notan las cicatrices en su cuerpo y su voluntad sigue tan fuerza como imperturbable:
—¡Eres un tonto, tonto, grandísimo tonto! —lo regaña ella y deja salir toda su tristeza y llanto, pero con el alivio de verlo a salvo. Sale a flote todo su cariño por él.
Megumi siente como la mano de Kaizer acaricia su cabeza. Entonces levanta la mirada y ambos se quedan mirándose fijamente uno al otro hasta que él sonríe:
—Lo siento mucho pero ya estoy de vuelta. —dice para darle tranquilidad a Megumi.
—Cielos, este chico es increíble. —deja escapar Olympico— ¿Qué clase de monstruo es? —añade.
—Tendremos que acostumbrarnos a sorprendernos con ellos. —dice Hiroshi.
—Aun así ¿Qué habrá pasado para que se recuperase tan rápido? —pregunta Lucy.
—Dejemos que el tiempo lo confirme. Hasta entonces habrá cosas a mejorar en Antares para evitar que algo así vuelva a pasar. Olympico, llama a Doncaster y dile que Kaizer ya está consciente.
—¿Están todos bien? —pregunta Kaizer, mirando a todos los presentes sin olvidar lo sucedido en la academia. Una vez más intercambia miradas con Megumi, sonrojándose al final.
—¿No deberías preocuparte por ti mismo? Además ¡no debes caer! ¿me escuchaste? ¡eres Kaizer con un demonio, eres más fuerte que esto! — le dice Kamata, levantando su pulgar y sonriendo para resistir sus propias lágrimas. Sin embargo, no deja de pensar en que, en un punto de la batalla, Kaizer había perdido la cordura y un aura oscura lo hizo por un instante más fuerte que Alex al punto de doblegarlo al mercenario.
—¡Kaizer! Creo…creo que lloraré…no, es una pequeña basura en mi ojo. Me alegra verte bien amigo. —Lucian lo toma del hombro y agita levemente. Kaizer nota las uñas de Lucian y se da cuenta de que esas heridas son actuales por lo que supone que el tirador tuvo un ataque de ansiedad enorme.
—Me alegra mucho que estés bien. —dice Maia mientras seca sus lágrimas— Trata de no preocuparnos tan seguido ¿sí?
—Lo haré, jejeje. Gracias a todos, estoy feliz de estar vivo con ustedes. Siento que soy otro después de esto—sonríe, feliz de volver.
Dice eso el chico, pero en su interior desea con todas sus fuerzas llorar y dejar atrás ese momento tan traumático que vivió en pleno incendio y luchando por su vida mientras pensaba en su amigo y las chicas desmayadas. No desea volver a pasar por tal cosa.
Al mismo tiempo que recibe amor por sus amigos, piensa:
—¿Que fue esa aura? No puedo explicarlo, pero se sentía como…cálido…me impedía morir.
En la casa de Doncaster, este acaba de conversar con Olympico sobre las noticias de Kaizer y la inevitable curiosidad por lo que sucede. El chico debía morir por la gravedad de sus heridas, pero en cuestión de menos de tres días despierta y hasta logra caminar hasta el pasillo y hablar sin problemas:
—Doncaster ¿Kaizer manifestó el origen del invencible?
—Al parecer sí. Es la única razón por la que ese chico haya despertado y todos los fenómenos detrás.
—Esto no es algo ordinario y habrá gente intentando hacer algo al respecto.
—Por eso es que lo mantendremos en secreto hasta su graduación.
—¿Qué pasaría si lo domina antes?
—Eso…profesor Olympico, seria extraordinario y algo como nunca antes visto en la historia de la academia y Antares.
Esa es la sensación que intenta mostrar el director, pero por dentro un temor más allá de los racional se aparece con gran impulso, y es que, durante la batalla, Doncaster así como los demás profesores habían sentido una presión inusual acompañado por una leve brisa proveniente de la academia en llamas. Esa brisa y presión fueron el producto de aquel poder desconocido que por solo unos instantes había usado Kaizer. Algo había despertado en su interior y Doncaster mantiene un ojo sobre aquel chico sin familia pero que lentamente muestra algo más que un talento sobresaliente.
¿Quién es este chico? ¿Cómo es que lo tuvimos frente a nuestras narices todo este tiempo sin que lo supiéramos? Son algunas de las tantas preguntas que rondan por su mente. Por supuesto que la preocupación por las acciones de Alex tiene su lugar apropiado, pero Kaizer es la mayor y más peligrosa sorpresa. Aún resta saber que decisiones tomará a futuro.
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