Academia de Asesinos - 76

Mientras aún la euforia se mantiene entre los presentes por la pelea de las chicas, Lucian ya se encuentra en la plataforma y frente a él, varios metros lejos, su rival Ashlar.

El joven tirador del oeste se pregunta ¿Qué clase de persona es Ashlar? ¿será alguien honorable o tramposo? ¿fuerte o inteligente?

A simple vista ve que no parece ser tan competente, pero sabe que, así como Libia se mostró confiada al ver a Megumi, ni su fuerza desmedida pudo contra la brillantez de su amiga. Su frágil y pequeña contextura incluso para su edad lo hace dudar de enfrentarlo.

Sin embargo, Ashlar lanza una pequeña carcajada y aunque sus principales armas sean unos bastones de madera con punta de flecha metálica con las que puede desencadenar ataques punzantes contra su objetivo, su habilidad con esas armas es peligrosa lo cual lleva a Lucian a preguntarse si en verdad es adrede la táctica de su rival o realmente es cierto que no es apto para tal combate. Muchas preguntas, pero cuando la campana suena y da inicio al combate, Ashlar apunta con su arma a Lucian:

—¿Te llamas Lucian?

—Si ¿Por qué? —pregunta manteniendo la distancia y sin bajar la guardia.

—Genial, entonces eres quien creo que eres.

—¿Y quién soy según tu?

—Un asesino normal. Sin habilidades. —sonríe entusiasmado.

—¿Qué? Jamás mencioné si poseo una habilidad o falta de ella. —reacciona sorprendido sin siquiera haber revelado su propia naturaleza.

—No hace falta, tu postura y la forma en la que te aferras a tu arma. Es normal para aquellos asesinos que no cuentan con su habilidad despertada o que ni siquiera nacieron con ella. Lo único que hacen es confiar en sus cualidades con los artículos disponibles. Por cierto, mi habilidad consiste en lo llamado probabilidad ¿oíste hablar de algo así?

—Para nada.

—Simplemente detecto cualquier ventaja o desventaja de mi rival. Inclusive si tiene habilidad alguna pero evidentemente no eres más que alguien sin nada especial.

—Alardeas demasiado y eso que aún no empezamos.

—Tienes razón. No hay más que decir. Empecemos ¿te parece?

—Suena lógico.

Lucian es el primero en sacar sus armas y apuntar con gran rapidez mientras Ashlar se aparta a su derecha para salir fuera de la visión de tiro. En ese momento, Ashlar desaparece de la vista de Lucian, aprovechando la distracción de unos breves segundos le habla:

—Un segundo de distracción puede ser fatal incluso para los profesionales más veteranos. Creo que deberías saberlo ¿no? —murmura sin que el tirador se dé cuenta.

—¿Acaso es parte de tus probabilidades el desaparecer?

—¿Desaparecer? ¿yo? ¡jajaja! Solo es parte de mis movimientos. Nunca me fui.

—Dime donde estas. ¡Aparece! ¡enfréntame! —mira hacia un lado, luego hacia el otro, buscando desesperadamente a su rival.

—¿Por qué? Es muy divertido ver como no pudiste desarrollar capacidades más allá de lo que un simple humano puede. —se burla con una clara ventaja sobre Lucian.

Mientras tanto Kamata y Kaizer presencian el combate, se preocupan por Lucian que al parecer no encuentra a su rival en una plataforma llana y que desaparecer resulta casi imposible. Un rival que maneja una habilidad extraña y con alta probabilidad de acertar le complica una batalla que parecía sencilla. No puede hacer frente a un enemigo tan complejo:

—Ashlar tiene una habilidad compleja. Evidentemente Lucian no sabe cómo enfrentarlo sin caer en provocaciones que lo perturben. —dice Kaizer.

—Quizás, pero Lucian también se confió demasiado en su destreza como tirador y no vio lo obvio. ¡Es un idiota! —dice el espadachín, molesto con el tirador.

—No seas tan duro con él Kamata. —lo regaña Maia.

—Es la verdad. —contesta.

—Él se está esforzando lo más que puede. —vuelve a responder.

—Maia tiene razón. No es fácil para nadie enfrentar a un usuario de habilidad. —dice Kaizer.

A lo lejos, Megumi se acerca con Lucy a su lado. Apenas tiene el rostro herido, pero no la detiene para ir a ver a su amigo luchar:

—Megumi ¿Por qué no te quedaste descansando? —pregunta Kaizer en tono de preocupación.

—Estoy bien Kaizer, enserio, me permitieron abandonar el pabellón medico porque mis heridas no eran tan serias. —responde mientras abraza a Maia, que emocionada de verla bien es motivo para que celebre.

—Concuerdo con Kaizer, tendrías que estar descansando. —dice Kamata.

—Ya les dije que estoy bien. Además, no quería perderme la pelea de ustedes. —mira a Maia y luego a Kaizer.

Kaizer se sonroja y acomoda su flequillo mientras vuelve su mirada hacia la plataforma:

—Confiemos en Lucian, el podrá lograrlo. —dice Megumi y se acerca hasta ponerse al lado de Kaizer.

Kamata observa como sus dos amigos cruzan miradas y este sonríe:

—Estos dos tontos…—murmura con una leve sonrisa— ¿será que les cuesta reconocer sus propios sentimientos? —piensa en voz baja.

***PARTE II***

Dentro del bosque, donde se realizará la prueba final por equipos, Hiroshi recorre la periferia del lugar en busca de rastros por una cierta persona. Los datos otorgados por Doncaster no resultaron ser de lo más sustanciales por lo que cada cosa que encuentre será tan importante como lo concreto.

Su camino lo lleva hasta un rio pegado a una cierta cueva casi en el llegando al centro de la zona. Junto a este rio ve que hay un pedazo de tela entre dos grandes rocas. Lo toma con mucho cuidado y ve que es una tela y no piel como a simple vista parece:

—Extraño, pero parece que se lo que quería Doncaster con que averiguase algo. ¿Será que está es otra de las razones por las que querían hacer aquí los exámenes? ¿hay alguien deambulando por esta zona y de alguna manera quieren reclutarla? —mira hacia los árboles y luego a su alrededor. Siente muchas presencias con su origen de observación como animales, insectos, el rio fluyendo y arboles moverse por el viento que sopla por sobre ellos y una cierta presencia que lo intriga, pero nada nítido— Supongo que no tendrá ganas de que lo descubran. Tendré que investigar más a fondo y esperar a que decida mostrarse por su cuenta. —mira la tela que pudo encontrar— Por el momento tengo esta pista.

Una figura encapuchada, apenas unos centímetros de estatura más alta que Kaizer pero de contextura similar a él, acecha desde los árboles y ve como Hiroshi se retira con grandes saltos.

***PARTE III***

En la plataforma, Ashlar llega hasta detrás de Lucian y le da una fuerte patada por la espalda del tirador y este cae al suelo con su brazo, hiriendo su mejor arma además de la visión.

La ventaja sin duda se traslada al estudiante de los bastones con punta filosa. Ashlar se burla de Lucian, que no posee habilidad alguna y en clara desventaja frente a un rival con mejor estrategia. Aun así, Lucian se reincorpora, pero nota que su brazo derecho está herido y le es difícil levantarlo con facilidad por lo que decide usar el otro y de un movimiento ascendente con el arma apunta a una de las armas de su rival. Un disparo se oye y el bastón que sostiene con la mano izquierda se parte a la mitad frente a la viste atónita de Ashlar:

—¿Eh? —se queda petrificado y cuando nota que una de sus armas está partida a la mitad, levanta la vista hacia Lucian, quien apunta con el arma lista y de costado como cualquiera héroe de acción que se aprecie cool— Eres un maldito. —deja escapar, en parte sorprendido, pero por el otro sintiendo que enfrenta a un verdadero hombre de acción.

—¿Te rindes? Tengo otro brazo y dos ojos para vencerte. —dice Lucian y todos los presentes masculinos no evitan sentir emoción mientras que las féminas no entienden nada, pero aun así suspiran.

—¿E-Enserio dijo eso? —Kamata siente vergüenza, pero no puede ocultar su fascinación por lo que acaba de escuchar.

—S-Si… ¡es increíble, muy cool! ¡vamos Lucian tú puedes! —se emociona Kaizer.

—¡Kyaaaaa, tú puedes! —gritan Maia y Megumi al mismo tiempo mientras saltan como si fueran porristas.

—¡Ja! Te ves muy cool con esa frase, pero ¿crees que porque me queda un arma no puedo vencerte?

—Solo es una apuesta.

—Que mal entonces.

Ashlar arroja su arma a un lado, lo mismo hace Lucian.

Cuando ven que su contrincante se ha despojado de sus armas, levantan sus puños en guardia y acercan lentamente para acabar con la pelea a base de puños limpios. Nadie se lo espera, pero enciende aún más a los presentes que lo viven como si fuera más un espectáculo que un examen de fin de curso.

Entonces, una vez cerca el uno del otro, empiezan a intercambiar puñetazos al rostro, hombros y brazos. No hay lugar para huir.

Los numerosos golpes se cuentan de a decenas y a pesar de trastabillar, Lucía se mantiene de pie con la certeza de que un paso en falso significaría la derrota, su derrota.

Ashlar, por su parte, siente la presión de vencer a un estudiante sin habilidades y con lo que conlleva tal proeza de su rival.

La suerte está echada para ambos. Ashlar lanza un puñetazo hacia la mejilla del hinchado rostro de Lucían, y en el instante en que impacta sus nudillos, siente como cruje el hueso y rápidamente da un paso atrás. Lucían aprovecha la situación para poder terminar la pelea y da un débil golpe al hombro derecho de Ashlar y lo tira al suelo:

—Haaa, haaa, sí que lograste aguantar incluso más de lo que había especulado. —reconoce Ashlar entre jadeos.

—Seguro que sí. No puedo perder y creo que ya lo entiendes. —le responde Lucian.

—Lo se…—baja sus brazos y camina hacia el tirador.

En el camino, Ashlar cae al suelo dando por terminado la batalla entre ambos chicos, pero antes de que golpe el rostro, Lucian logra sostenerlo y levanta su puño hacia arriba. La euforia de los presentes es inmensa y también porque a pesar de no ser un torneo, la actitud de ambos en la que los valores son escasos en el mundo actual, se vislumbra en Lucian:

—¡E-El ganador del encuentro es…Lucian! —anuncia Deckardson con molestia, pero también emocionado.

—¡Eso fue increíble Lucian! —grita Maia casi entre lágrimas.

—No sabía que podía luchar a puño limpio. —se sorprende Kaizer.

—Eso sí que fue una gran sorpresa. —agrega Megumi.

—Pura suerte, pero…—sonríe Kamata— muy interesante de ver.

—¡Ahora los puntajes! ¡Lucian ocho puntos, Ashlar ocho puntos, fue un gran combate chicos felicitaciones! —anuncia Doncaster.

Lucian ayuda a Ahslar a bajar de la plataforma y mientras llegan los paramédicos, el chico del este palpa el hombro de su contrincante y dice:

—Felicidades. En verdad que tus golpes fueron excelentes.

—Gracias, pero tengo que seguir aprendiendo y mucho más que antes pero hoy logre mucho.

—Nos vemos luego, mucha suerte y sigue así. —le responde Ashlar con los mejores deseos para Lucian, sin resentimiento y el mayor de los respetos, valor que es indudablemente importante en los exámenes.

—Igualmente y gracias de nuevo.

Por detrás, Maia y Megumi lo empujan abrazándolo con fuerza y emocionadas y sollozando:

—¡No puedo creer que hayas logrado vencerlo, eres increíble! —Maia se aferra con fuerza a su amigo.

—¡Lucian! —grita Megumi igual de emocionada que su amiga.

—Oiga, me están apretando muy fuerte. —dice Lucian.

—Gran combate, felicitaciones. —dice Kaizer y extiende su puño para que Lucian choque en señal de su gran hermandad.

—Gracias Kaizer, creo que también me sorprendí por eso. Tu combate es el siguiente ¿verdad? —Lucian acaricia sus nudillos hinchados.

—Si, estoy muy nervioso. Necesitaré consejos tuyos Kama… ¡¿heeee?! —mira a Kamata, que se acaba de quedar dormido de pie.

—¿Kamata se quedó dormido? —pregunta Lucian acercándose al rostro del espadachín.

—¿Enserio no lo sabían? —pregunta Megumi, sorprendida de que no supieran ese detalle.

—Kamata tiene narcolepsia. —responde Maia a las dudas de lo que sucede.

—¿Narco-que? —pregunta Kaizer. Nunca había escuchado tal palabra en su vida.

—Es una enfermedad donde la persona que lo sufre se queda dormida en cualquier sitio, desde estar parada y dormirse hasta estar escribiendo algo y sin darse cuenta cerrar los ojos. —explica Maia con sus conocimientos médicos.

—Eso no…lo sabía…—expresa Kaizer con rostro triste por su amigo.

—No te preocupes, no es nada serio. A decir verdad, nunca le ha perjudicado en nada así que debería ser bajo circunstancias específicas. —le dice Maia para calmarlo.

Tras finalizar con el descanso estipulado, Durias anuncia a los nuevos combatientes desde la plataforma cuatro:

—¡El siguiente combate será entre Vizkhan de la academia del sur contra Kaizer de la academia del oeste!

—Te llaman. —dice Megumi.

—Bien, allá voy. —camina rumbo a la plataforma.

—Tienes todo mi apoyo, Kaizer, nuestro apoyo. —lo toma de ambas manos antes de que continue su camino a las escaleras.

—Gracias chicos. —sonríe con la fuerza que le da sus amigos.

El enfoque de Kaizer yace en vencer a su rival y demostrar cuanto ha progresado en todo el año.