Ad Originem - 03
Durante los miles de millones de años que la Triada de Dioses estuvo cultivando su Poder, la Planicie Patnali fue poblándose con los distintos Vasdal de las Razas, Lignae, Asats y Siluib.
Estas tres Razas de 4ª Generación llamados Vasdal estuvieron aprendiendo el Arte del Cultivo de Poder, consiguiendo algunos de ellos, un nivel bastante notable para ser simples mortales. También se reprodujeron y sus números no dejaban de crecer, por lo que parecía que la creación de los Vasdal fue todo un éxito.
Lo cierto es que las cosas parecían ir perfectamente, hasta que surgió una 5ª Generación de Vasdal. Esta nueva generación de seres, eran cruces genéticos de las tres Razas de la 4ª Generación. Siendo concebidos hasta nueve tipos distintos de Razas nuevas. Las Aracar, los Midrats, los Boluh, los Drakes, las Serpens, los Asatuib, los Ángeles, los Nophus y los Silats.
Sin embargo, estas nueve Razas de 5ª Generación, no solo eran simples cruces genéticos entre Razas. También la naturaleza de sus Almas fueron alteradas y no estaba predeterminado el tipo de Energía que predominaría en ellas.
Es decir, las Almas de estos nuevos Vasdal de quinta generación, podían albergar hasta dos tipos de Energía Espiritual en su Alma. Siendo su forma de ser y su personalidad, la que haría que se potenciara una de las tres Ramas de Energía.
Si era un ser bondadoso, la Energía Albor predominaría y tomaría el control de su Alma. Si el ser era malvado, predominaría la Energía Oscura y si no era ni bueno ni malo, si era un ser neutral, predominaría la Energía Espectral.
No obstante, si la forma de ser y personalidad de ese Vasdal cambiaba, también lo haría la Energía predominante en su Alma. Esto hacía que no fuese hasta el momento de su muerte, que no estuviese decidido a qué Dios de la Triada (Rhoncus, Kaos o Entum) iría a parar su Alma al morir.
La Égida (Serusec, Tebris e Itatum), no tenía intención de llegar a involucrarse más de la cuenta en los asuntos de los Vasdal, pero lo cierto es que estaban interesados en captar cuantas más Almas fuera posible para sus respectivos Señores. Por lo que decidieron que ellos tres, solo se dedicarían a establecer sus doctrinas, por medio de las tres Razas puras de la 4ª Generación (Los Lignae, los Asats y los Siluib). Los cuales se dedicarían a promover dichas doctrinas establecidas por la Égida, lo que desembocó en una profunda e interminable batalla de influencias.
Esta Batalla de Influencias provocó que algunas Razas, tuvieran serios conflictos entre ellas e inevitablemente, hubo Razas que llegaron a pelear a muerte continuamente.
En este punto, las cosas empezaron a torcerse un poco. Pero no era nada en comparación, de lo que sucedería tras la aparición de la 6ª Generación.
Esta generación, podía albergar hasta los tres tipos diferentes de Energía en su Alma. Aunque sin duda, lo más impactante, era que el número de Razas que formaban parte de la 6ª Generación ascendía a un total de setenta y dos nuevas Razas.
Los Lignae, los Asats y los Siluib, hicieron todo lo posible por influenciar y acoger a todo tipo de razas, invitándolas a unirse a sus respectivos bandos. La Hermandad de los Espectros, ubicados en las Tierras Occidentales (al oeste) de Patnali, El Imperio Oscuro, ubicado en las Tierras Septentrionales (al norte) de Patnali y La Liga de la Luz del Alba, ubicada en las Tierras Orientales (al este) de Patnali.
Este de Patnali…
– Disculpe Legado Meruib, el Patriarca de la Raza Anumar solicita una audiencia con vos.
Informó el Jefe de Guardianes Siluib, llamado Aruib. Tras acercarse a la sala del trono y poner una rodilla en el suelo.
Este, al igual que todos los Siluib era de aspecto Humano, de más de tres metros y medio de altura, con dos alas, piel suave y sin rastro alguno de bello en el cuerpo o de plumaje en las alas.
– Hágalo pasar, Jefe de Guardianes Aruib.
Indicó con gesto serio el 1983º Patriarca de los Siluib y Legado de la Liga de la Luz del Alba, llamado Meruib.
– Enseguida Legado Meruib.
Afirmó el Jefe de Guardianes Aruib y rápidamente se levantó y salió de la sala del trono.
Pocos segundos después, el Patriarca de la Raza Anumar, llegó escoltado por uno de sus tres Guardias Personales, dos de los Guardianes Siluib y el Jefe de Guardianes Aruib y sin perder tiempo, pasaron dentro de la sala.
– Gracias por recibirnos Legado Meruib, disculpe que llegue sin aviso previo, no le robaré mucho tiempo.
Dijo el 2946º Patriarca Anumar, llamado Lorian, inclinando un poco la cabeza y ahuecando las manos, en señal de respeto. Siendo de una Raza de más de cuatro metros de altura, de forma humanoide, pero con cuerpo arbóreo, tres pares de ojos, lianas por cabello y un conjunto de alas.
– No hace falta que sea tan cortés Patriarca Lorian, me alegro de verle y ya me imagino por qué está usted aquí. ¿Cuál es la situación?
Preguntó el Legado Meruib, devolviéndole el gesto cordial.
– La Raza de los Reptilians y la Raza de los Diablos del Imperio Oscuro siguen avanzando lenta, pero firmemente en nuestras Tierras Orientales. La Raza Canidae y los Anumar, hacemos todo lo posible por retenerlos, pero desde que el King (Rey) Seithan de los Diablos, encabeza la ofensiva, nuestras tropas han disminuido alarmantemente. Incluso el King Seithan pudo vencer al General Alnem de los Canidae y a nuestro General Zorian y con ellos, han caído también nuestros más poderosos Guerreros. Tememos que de aquí a pocas semanas, no seamos capaces de retener el avance del Imperio Oscuro por esa zona y nuestras Razas podrían desaparecer en solo unos pocos meses. Le solicitamos encarecidamente a la Liga de la Luz del Alba ayuda urgente, Legado Meruib.
Expuso bastante preocupado el Patriarca Lorian.
– Jefe de Guardianes Aruib, contacte inmediatamente con el General Laxuib que aún debe seguir por aquí y dígale que se presente ante mí, lo más rápido posible.
Ordenó el Legado y Patriarca Meruib, que sabía de la inmensa gravedad del asunto y meditaba cómo proceder, temiendo que desde que los Anumar y los Canidae habían perdido a sus Guerreros más poderosos, el Imperio Oscuro avanzaría por la frontera noroeste sin ninguna dificultad. Esta noticia, era la peor noticia posible para la Liga de la Luz del Alba.
– A sus órdenes, Legado Meruib.
Afirmo el Jefe de Guardianes Aruib y enseguida usó su ‘Poder Telépata’ para contactar con el General Laxuib.
– Patriarca Lorian, entiendo la extrema gravedad del asunto y tenga por seguro que encontraremos la forma de detener su avance.
Respecto a lo que pudiera sucederle a su Raza Anumar y la Raza de los Canidae, debe saber que nuestro Égida Itatum, jamás permitiría el completo exterminio de ninguna Raza. Si fuera necesario me comunicaré con él, pero vamos a intentar solucionarlo por nuestra cuenta. No debemos molestar a nuestro Égida Itatum, si no es absolutamente necesario.
Contestó el Legado Meruib, con toda la solemnidad que le caracterizaba, cuando justo llegaba muy rápidamente el General Laxuib y clavaba una rodilla en el suelo de la sala del trono.
– Legado Meruib… Vine lo más veloz que pude. Dígame en qué puedo servirle.
Indicó el joven Laxuib, que era nuevo en el cargo dado que el anterior General llamado Furuib, hijo del Legado Meruib, murió no hace mucho tiempo, pero su Poder Espiritual crecía a un buen ritmo y era un extraordinario estratega.
– Sé que está muy ocupado trazando la defensa de la frontera oeste de nuestras Tierras Orientales. Pero el Patriarca Lorian de los Anumar, me ha informado que la Raza de los Reptilians y la Raza de los Diablos avanzan sin control por la frontera noroeste, desde que se ha unido a la batalla el King Seithan de los Diablos. Este ha aniquilado a los Generales de los Anumar y los Canidae y a sus mejores Guerreros, llegando a un punto en que no podrán retener su avance mucho más tiempo. Necesitan asistencia de inmediato. ¿Qué sugiere que hagamos en esa zona General?
Preguntó el Patriarca Meruib, el cual tenía una muy buena opinión del joven General Laxuib. Debido a cómo desarrolló varias de las estrategias que habían estado llevando en la frontera suroeste, donde consiguieron una gran victoria pocos meses atrás.
– Los Reptilians y los Diablos son Razas muy poderosas y si ahora la ofensiva la encabeza el King Seithan…
En estos momentos, los Milatuib, los Aquilus y los Siluib, estamos luchando contra los Asatuib, los Lagerthians y los Serpentilians en la frontera del oeste. Créame Legado Meruib que no es posible desviar tropas de ahí, pues aunque el King Soarlouk de los Asatuib ha tenido que retirarse debido a sus heridas, la lucha está siendo realmente dura en esa zona.
Creo que de nuevo tendremos que molestar a la Raza de los Ángeles. Sé que acaban de vencer al grueso de los ejércitos de los Drakes y los Dragon y ahora están recuperándose, pero desde que perdimos a nuestro Gene… Actualmente no tenemos como enfrentar a seres tan poderosos como el King Seithan. No nos queda otra opción.
Esperemos que ese Arcángel llamado Mikha-El, que venció al poderoso King Dragon Ardell, pueda lidiar con el King Seithan…
Dijo el General Laxuib, que no se atrevió a terminar la frase, pero era lo que todos pensaban. Desde que fue vencido el General Furuib y su Escuadrón a manos del Asatuib llamado King Soarlouk y sus huestes, no ha habido ningún guerrero que pueda mantener a raya a los más poderosos del Imperio Oscuro. Exceptuando algunos de los Patriarcas y en teoría también ese prodigioso Ángel llamado Mikha-El. Del cual dicen que es hasta más poderoso, de lo que fue el anterior General Siluib, llamado Furuib.
– Jefe de Guardianes Aruib, contacte con el Patriarca de los Ángeles Metatrón. Explíquele la situación y dígale que mande a alguien fuerte para enfrentar al King Seithan de los Diablos. Que mande al Arcángel Mikha-El, si Mikha-El no puede lidiar con ellos, es posible que tenga que ir él mismo.
Ordenó el Legado Meruib, entendiendo que no tenían muchas más opciones.
– Sí, Patriarca Meruib, enseguida.
Afirmó el Jefe de Guardianes Aruib y rápidamente se puso en contacto con el Patriarca de los Ángeles Metatrón con su ‘Poder Telépata’.
El Ángel Metatrón, aceptó enviar a su Arcángel estrella, junto a otros de sus grandes Soldados y en pocas semanas, los Ángeles se presentaron en la frontera noroeste de las Tierras Orientales (Este). Después de todo, esas eran las tierras en las que se establecieron los dominios del Égida Itatum y sus Seres Espirituales (Entes Albor) y todas las Razas de la Liga de la Luz del Alba, se establecieron en esa zona y juraron defenderla con sus vidas.
La Liga de la Luz del Alba, comandada por los Siluib y compuesta por las Razas de los Ángeles, los Anumar, los Aquilus, los Canidae, los Centaurus, los Hugaras, los Milatuib, Los Silats y los Tritones. Llevaba millones de años enfrentándose a las poderosísimas huestes del Imperio Oscuro y las de la Hermandad de los Espectros.
Pero desde hacía unos pocos miles de años, las luchas se volvieron mucho más intensas y casi permanentes en algunas zonas y poco a poco, las Tierras Orientales iban menguando.
Sin embargo, las Tierras Orientales no eran las únicas tierras en guerra.
Las Tierras Occidentales (Oeste), que era donde estaban los bastos dominios del Égida Serusec y los Seres Espirituales (Entes Espectrales) que le servían y que era donde se estableció La Hermandad de los Espectros, estaban en la misma situación y aunque en menor medida que las Tierras Orientales, ellos también estaban perdiendo terreno poco a poco.
Aunque contaban con las poderosas Razas de los Lignae quienes los comandaban, los Atilinos, los Boltig, los Boluh, los Boluli, Los Hiuma, los Humsec, los Laxas, las Mantis, los Mitro y los Vestur.
Todas ellas razas muy poderosas, sobre todo Los Laxas, que eran una extraña Raza de muy pocos seres muy místicos y no estaban interesados en otra cosa que no fuera Cultivar Poder. Se podría decir que eran miembros de la Hermandad de los Espectros, solo en la superficie. Pues ellos, no atacaban absolutamente a nadie, ni acudían a defender a otras Razas pertenecientes la Hermandad. Aunque si les atacaban, obviamente se defendían.
De ellos se decía que no había Raza más poderosa en toda la Patnali, dado que jamás habían perdido ni una sola batalla. Por lo que casi nadie realmente se atrevía a molestarlos y era gracias a ellos, que ni el Imperio Oscuro ni la Liga de la Luz del Alba jamás pudieron avanzar ni un mísero milímetro, por la frontera este de las Tierras Occidentales.
Luego estaban las poderosas Tierras Septentrionales (Norte), los dominios de la Égida Tebris y de sus Seres Espirituales (Entes Oscuros) y por ende el asentamiento de El Imperio Oscuro.
Comandados por la Raza Asats junto con los Asatuib, los Boluthian, los Bopider, los Diablos, los Dildark, los Dradil, los Dragon, los Drake, los Drakengar, los Lagerthian, los Lenion, los Reptilians, los Saurus, las Serpens, los Serpentilian, las Sierpes, los Serpagon y muchas otras Razas poderosas que se unieron al imparable Imperio Oscuro al ver su Poder o incluso algunas Razas que se unieron a la fuerza.
Quedando en las Tierras Meridionales (Sur) muchas otras Razas que no pertenecían a ninguna de las tres facciones principales, básicamente porque apenas tenían Poder y por ello intentan pasar desapercibidas y simplemente buscaban sobrevivir, aliándose eventualmente entre pequeñas Facciones.
Siendo la débil Raza de los Humanos, una de esas Razas que habitaban las olvidadas Tierras Meridionales y que solo intentaba sobrevivir a las interminables y crueles Guerras entre el Imperio Oscuro, la Hermandad de los Espectros y la Liga de la Luz del Alba.
El Imperio Oscuro era tan poderosos que incluso con sus muchísimas luchas internas, fueron capaces de luchar contra La Hermandad de los Espectros y La Liga de la Luz del Alba a la vez y de someterlos poco a poco.
Sobre todo, estaban intensificando los ataques a la Liga de la Luz del Alba y después de haber perdido una importante batalla en la zona suroeste de las Tierras Orientales comandadas por el King Dragon Ardell, mandaron al King Diablo Seithan a la batalla que tenían al noroeste, para compensar un poco las pérdidas y avanzar otro poco más.
Lo que el Imperio Oscuro no esperaba, era que el Arcángel Mikha-El, junto a su Escuadrón de Arcángeles. Lograrían parar el avance de los Diablos y los Reptilians e incluso les hicieron retroceder, matando a muchos de sus más importantes guerreros.
Un gran contratiempo para sus ambiciosos planes, pero lo que aún no sabían ni el Imperio Oscuro ni los otros dos bandos, es que algo importante estaba por ocurrir y eso lo cambiaría absolutamente todo…
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