Ad Originem - 04
Centro de la Planicie Patnali…
El Dios Kaos, que llevaba un tiempo curioso por saber que tal iban las cosas, aparcó su Cultivo de Energía y se dedicó a pasear por la zona, caminando entre sus hermanos, parándose enfrente de ellos, bostezando…
En definitiva, intentaba llamar la atención de sus hermanos de diversas formas y al ver que no le hacían caso, al final voceó:
– Venga, no seáis aburridos, ¿no sentís curiosidad?
Preguntó Kaos a sus hermanos impaciente.
Ha pasado bastante tiempo, hagamos un descanso en el Cultivo de Poder y veamos cómo van las cosas.
El Dios Rhoncus suspiró, al mismo tiempo que levantaba la mirada hacía su expectante hermano.
– Hermano, para saber cómo van las cosas, te es suficiente con echar un vistazo a las memorias de todas las Almas que has recolectado en este tiempo. Incluso date cuenta, del nivel que ha alcanzado nuestro poder. La situación, parece que incluso va mejor de lo esperado…
El Dios Kaos lo miraba sonriendo y negando con la cabeza. Con un tono burlesco le dijo:
– ¿Veis?, por eso os digo, que no seáis aburridos.
El Dios Entum esbozaba una sonrisa, sin dejar la postura de meditación. Su hermano, el Dios Kaos continuó.
– ¿Crees que no he echado un vistazo a esas memorias? Se lo que han vivido, por lo que me puedo dar cuenta de que las cosas están cambiando. Pero no sé, que ha originado estos cambios. Siento curiosidad por saber que sucede exactamente, ¿vosotros no?
Preguntó el Dios Kaos a sus hermanos, con cara de incertidumbre.
El Dios Rhoncus se mostraba indiferente, ante las palabras de su hermano, mientras este, trataba de convencerlo.
– ¿Acaso tu intención, es únicamente estar sólo meditando y haciéndote fuerte hasta que La Nada llegue a nosotros? Bah…
El Dios Kaos, sabía de la terquedad de su hermano mayor, aun así, no podía evitar sentirse molesto.
El Dios Rhoncus frunció un poco el ceño, mientras le replicaba a su hermano:
– Nuestra misión consiste en hacernos lo más fuerte posibles y aún…
– Aburrido, muy aburrido…
El Dios Kaos, le interrumpió bostezando.
El Dios Entum, reía mientras aparcaba la meditación.
– Yo iré contigo, hermano.
Le dijo el Dios Entum mientras se incorporaba.
Vayamos al Memoralium para saber que ha ocurrido en estos años.
El Dios Rhoncus, negaba con la cabeza mientras se incorporaba, dispuesto a complacer a sus hermanos. Después de todo, el Cultivo de Poder que poseían actualmente, era bastante mayor que el estimado.
Los tres Dioses, se dirigieron a la laberíntica construcción dórica hecho de Ietnao en la que se ubicaba el Arca que contenía el Memoralium.
Una vez ahí, el Custodio Temtium los abordó y haciendo una respetuosa reverencia les dijo:
– Les estaba aguardando mis señores. Hace poco rato que he actualizado los datos en el Memoralium, para cuando llegaran aquí.
– Gracias, hijo mío.
Le dijo el Dios Rhoncus complacido.
Los tres Dioses, se colocaron frente al Arca de Iertos. Una vez abierto, tocaron el Cubo de Obsis llamado Memoralium.
Este funcionaba como un gestor de información. Al conectar el pensamiento al cubo, con querer ver algo específico, el cubo les ubicaba en esa información y cada cosa que se quisiera saber, el cubo les reubicaba de inmediato a la información deseada.
Numerosos eventos, pasaron a formar parte de los conocimientos de La Triada de Dioses. Una vez terminado de recolectar información, el Dios Kaos exclamó:
– ¡Interesante…! Ahora ya sé qué es lo que ha hecho que hubieran esos cambios bruscos en la recolección de Almas. ¡Los Vasdal, están seriamente confrontados!
El Dios Kaos, parecía entusiasmado.
– En efecto y por lo que he podido ver en el Memoralium, entiendo que a raíz de las tres Razas de Vasdal de la Cuarta Generación, parece que han surgido dos nuevas generaciones.
Asemás, estos Vasdal no son solo una mezcla genética. También su Alma está compuesta por la combinación de la Energía del Alma de los dos seres de los cuales surgió y parece ser, que dependiendo de su forma de ser y de sus actos, su Alma se decanta por una de las Energías que alberga. Así que no está determinado, a quien de nosotros irá a parar su Alma y será al final de su existencia mortal, cuando ese tipo de Alma termine de forjarse y determine su naturaleza Albor, Espectral u Oscura. Al menos eso es lo que he entendido.
Conjeturó el Dios Rhoncus que miraba a sus hermanos para saber si habían sacado las mismas conclusiones y ambos Dioses asentían, dado que es lo que ellos habían entendido también.
– Por lo que parece, los tres Égidas han intentado promover tres diferentes doctrinas acordes a nuestra naturaleza y así captar hacia su lado todas las Almas posibles. Pero debido a este suceso, a surgido una inesperada y excesiva rivalidad en la que se han dedicado casi exclusivamente a matarse entre ellos…
Comentó el Dios Entum apenado por la situación.
– Parece ser que han surgido tres bandos. El Imperio Oscuro, La Liga de la Luz del Alba y la Hermandad de los Espectros. Aunque también hay un gran número de pequeños bandos que parece que se han centrado sobre todo en sobrevivir y a sus intereses personales.
Dijo el Dios Rhoncus, que aunque parecía haber entendido lo que había ocurrido no terminaba de entender por qué esto se había dado así.
– Por lo visto La Égida, ha estado bastante entretenida en nuestra ausencia.
Dijo el Dios Kaos sonriendo, mientras que el Dios Entum lo miraba preocupado.
– No niego que esta rivalidad, haya provocado un asombroso incremento de la natalidad en el Universo y eso nos beneficia…
Comenzó a decir el Dios Entum, todavía apenado por lo que estaba ocurriendo.
– ¿Pero…?
Preguntó el Dios Kaos, sabiendo que ahora vendría un típico discursito moral.
– Pero… ¿Os parece bien, el punto al que ha llegado esta rivalidad? No dejan de pelear y matarse unos a otros. Son demasiado… violentos…
Concluyó un tanto afectado el Dios Entum.
– ¡Oh, no… Son demasiado violentos!
Se burló el Dios Kaos imitando a su hermano.
El Dios Entum, volcó su mirada en su hermano mayor, el Dios Rhoncus. Esperando que él, expusiera su criterio sobre este asunto.
Después de todo, el Dios Rhoncus, siempre había demostrado que su imparcialidad le daba cierta objetividad y sabiduría, por encima de la de sus hermanos y el Dios Entum, esperaba que se pusiera de su parte.
El Dios Kaos, también miraba al Dios Rhoncus. Algo le decía, que tampoco le iba a hacer mucha gracia esta situación «Kaótica» y esto le haría ponerse, de parte del Dios Entum. Vamos, lo de siempre.
– Creo que debemos dejar que las cosas sigan su curso. Al menos por el momento.
Las palabras del Dios Rhoncus, sorprendieron a ambos hermanos.
– Entum, entiendo tu preocupación. A mí, tampoco me agrada ver tal escenario. Y por supuesto sé, que tú, Kaos, eres el responsable de esto.
Aseguró el Dios Rhoncus, tras pensar en ello objetivamente y el Dios Entum, no tardó en mirar a su hermano el Dios Kaos decepcionado.
– ¿Yo por qué? ¿Acaso no permanecí con vosotros todo este tiempo? A mí, no me culpes de lo que hacen los demás.
Se defendió el Dios Kaos, ante la acusación.
– Al menos no mientas, Kaos.
Acusó el Dios Rhoncus, muy seguro de lo que estaba diciendo.
¿Acaso piensas que voy a creer, que La Égida ha hecho tales modificaciones genéticas, sin previo consentimiento de alguno de nosotros?
Claro que no, ellos no tenían tales instrucciones. Dado el predecible malestar de Entum, sé que él no ha sido. También sé, que yo tampoco he sido. Sólo quedas tú Kaos, y por supuesto, es algo que harías sin inmutarte. Sé, que tú añadiste esas instrucciones. Además, sabes de sobra que íbamos a tomarnos bastante más tiempo cultivando nuestro Poder. Y si simplemente lo hubieses comentado no estaría sospechado de ti y meditado el asunto en consecuencia. Sin embargo, insististe una y otra vez para que viéramos cómo iban las cosas. ¿Acaso, no te ha delatado tu impaciencia?
El Dios Kaos escuchaba un tanto impasible las acusaciones de su hermano mayor Rhoncus, mientras que su hermano pequeño Entum, lo juzgaba con la mirada.
– ¿Eso qué tiene que ver? No mezcles las cosas, simplemente yo sentía curiosidad, ya os lo dije. Mira que sois desconfiados…
Según terminaba de decir esto, el Dios Kaos, dio media vuelta y se dispuso a marcharse de ahí. Pues su hermano Rhoncus, aun habiendo expuesto su desconfianza, había aceptado esta beligerancia de influencias, aunque hubiera dicho que por un tiempo. Siendo dos a favor y uno en contra, su hermano Entum tendría que acceder.
El Dios Kaos esbozó una siniestra sonrisa mientras se disponía a marcharse.
– ¿Por qué huyes, Kaos?
Preguntó el Dios Rhoncus.
– ¿Huir?, no huyo. Voy a buscar a Tebris. Para que me ponga al día. ¿Os importa?
Refutó el Dios Kaos con tono de indignación.
– ¿Importarnos?
Dijo el Dios Rhoncus, mirando a su hermano Entum con audacia, mientras esbozaba una sonrisa burlona.
Caro que no nos importa, ¿por qué iba a importarnos? Incluso te vamos a ayudar a encontrar a Tebris. ¿Verdad Entum?
El Dios Kaos se dio la vuelta con claro gesto de sospecha, aunque forzosamente optó por actuar con cautela, levantando sus hombros y mostrando las palmas de sus manos con sarcástica indiferencia y caminó en busca de la Égida Tebris, seguido de cerca por sus dos hermanos…
Comments for chapter "04"
QUE TE PARECIÓ?