Ad Originem - 12
El Ente Oscuro Atsen, cargó enfurecido a toda velocidad contra el Tenens Generalis (Teniente General) Deator, abrió sus fauces y preparó una esfera de Energía. Esta vez, la esfera era bastante más grande y densa que otras que preparó antes. Se iba acercando rápidamente a Deator, que le esperaba en guardia, concentrando Energía. Mientras se oía el canto de un conjuro.
– Albor del amanecer, que con gracia iluminas nuestro camino y nos bendices con el primer destello de luz, apelo a la enormidad de tu Poder. Forma un denso e impenetrable muro de luz con el que proteger nuestras vidas de nuestros enemigos.
¡Barrera de Luz! Conjuró el General Laxuib.
De pronto un muro de luz hecho por el General Laxuib, emergió en la trayectoria de Atsen que se estampó contra él a una increíble velocidad. Lo cual, provocó la explosión de la Energía que yacía frente sus fauces.
Esto provocó una inmensa y fría onda explosiva, que le voló por los aires medio rostro. Del cual, se desprendían pequeñas partículas de fría oscuridad.
La Energía Oscura, no es lo más eficaz contra los propios seres oscuros. Pero eso no quitaba, que era mucho Poder, desatado violentamente y demasiado cerca de él.
El Ente Atsen rugía furioso, con el rostro deformado. Se sostenía con una garra parte del mismo, mientras se retorcía de dolor.
Mientras tanto el Tenens Generalis Deator, que acumulaba bastante Energía Espectral, recitaba otro cántico de un conjuro.
– Energía Espectral, que fluyes con fuerza y rectitud, entre la opuesta dualidad y te eriges con solidez, en contra de las egoístas ambiciones de nuestros enemigos, acudo a tu incomparable Poder. Da forma a una imparable y devastadora multitud de lanzas de Energía y guíalas con fuerza y determinación, hasta aplastar la osadía de nuestros adversarios…
¡Oleada de Lanzas Espectrales! Conjuró el Tenens Generalis Deator
Deator Conjuró y lanzó hasta nueve lanzas de Energía Espectral. Seis de ellas impactaron en el cuerpo de Atsen, que sintió como las lanzas se introducían en su cuerpo y quedaban clavadas. Sus gemidos eran ensordecedores y estaban llenos de agonía.
Jamás había sido humillado de esa manera. Los subestimó enormemente, ni siquiera esbozó una estrategia, había atacado imprudentemente y de forma salvaje a ambos, presuponiendo aplastante superioridad. En cambio, no sólo el Poder de ambos no se alejaba tanto del suyo, si no que ambos peleaban en equipo. Pero no iba a quejarse, él, les animó a hacer equipo.
Aparcó a un lado su humillante dolor, cubierto de heridas y con lanzas de Energía Espectral clavadas por todo su cuerpo y se levantó, ante la estupefacción de todos.
¿Qué clase de monstruo era exactamente el Ente Atsen? Con esas heridas aún podía levantarse. Todos estaban sin habla.
De pronto Atsen empezó a conjurar un hechizo.
– Oscuridad absoluta que sumerge a todos, en una consternación de tinieblas y los inundas en un mar de dolor y desesperación, preciso de tu dominante Poder. Inunda todo ante mí, con una zona con la más densa oscuridad y que todo a mi alrededor sea envuelto en un…
¡Mundo Oscuro! Conjuro el Ente Oscuro Atsen.
Ya habían visto este hechizo. El King Soarlouk hizo gala de esta técnica en su combate contra el General Arimanas. También el hechizo, fue lanzado con un conjuro, aunque no cubría tanta zona como el del King Soarlouk. Este la dominaba mejor. Aunque eso no importaba mucho en este momento.
Un enorme y denso manto de tinieblas envolvió a los luchadores, el Tenens Generalis Deator, que sabía de lo aterradora que era la situación, recordó, que cuando el King Soarlouk usó esta técnica en su combate contra el General Arimanas, este hizo una onda expansiva de Energía Espectral y que le salió bien la jugada. Por otro lado, el Ente Atsen también lo sabía y podría evitar comerse ese tipo de ataque, pero intentarlo era mejor que no hacer nada.
Las Tinieblas del Mundo Oscuro, le causaban escalofrió y desasosiego, las dudas empezaron a asaltarle. Debía empezar a acumular Energía rápidamente, esperando tener una oportunidad. De pronto, entre toda la oscuridad, empezó a ver que una luz se le acercaba. Era el joven General de la Raza Siluib que se puso a su lado.
– No te dejes embaucar por su Aura, recupera la tranquilidad. Tu Energía, se ve muy agitada. Dijo el General Laxuib con un tono relajado.
Era cierto, que el Tenens Generalis Deator se había puesto muy nervioso y el General Laxuib, parecía demasiado relajado. Emanaba una cálida luz, de la que brotaba una sensación de paz y tranquilidad a su alrededor, que contrarrestaba el escalofrío y desasosiego que sentía dentro del ‘Mundo Oscuro’ y, además hacía visibles unos poquitos metros a su alrededor.
Al menos si permanecía cerca de él, tendrán una oportunidad de defenderse y contrarrestar los ataques del Ente Atsen.
Eso sin contar, que al igual que el King Soarlouk, podría saber moverse entre las sombras. No le había visto hacerlo, pero el ‘Desplazamiento de las Sombras’ era afinadamente compatible con ‘Mundo Oscuro’. ¿Entonces, por qué no lo ha usado antes? Le hubiese sido útil contra los dos.
Realmente, el Ente Oscuro Atsen, había estado atacando salvajemente y sin pensar demasiado. Pues creía poder someterlos sin necesidad de elaborar una estrategia.
Quizá debieron haberlo matado cuando pudieron hacerlo. Pero ya estaban en esta situación y tanto como si se mueve entre las sombras como si no, gracias a la luz emitida por el General Laxuib, no podría acercárseles a menos de dos metros, sin materializarse y con ello ser visible y sentido por estos. Dos metros no eran mucho margen, pero algo era algo.
No sabían que estaba haciendo el Ente Atsen, es posible que estuviera aprovechando para recuperarse un poco, y el hecho de que no sintieran su presencia, quiere decir que estaba oculto en las sombras, mientras planea como matarles. No obstante, aunque no sentían su presencia, sentían como un poderoso Poder se formaba. No debían bajar la guardia.
– ¡Guía de Luz! Citó el General Laxuib.
Laxuib, de por si brillaba un poco por la Energía Albor que usaba, para envolver su cuerpo como con una armadura de luz. Pero con este conjuro brillaba con tanta intensidad, que cegaba el solo mirarle hasta de refilón y lo bueno era que se veía perfectamente, en un radio de unos quince metros.
– Evita mirarme directamente o te cegará. Eventualmente voy a ir perdiendo luminosidad. Y ya que tienes bastante Energía acumulada, prepara tu ataque para rematarle. Yo voy a ir por él mientras emito tanta luminosidad. Si ves que el ‘Mundo Oscuro’ desaparece, es que he tenido éxito y debes rematarlo cuanto antes. ¿Entendido, Hermano de Armas? Preguntó el General Laxuib un tanto sonriente y resolutivo.
– No fallaré, Hermano de Armas. Respondió el Tenens Generalis Deator con firmeza, devolviéndole el gesto sonriente.
Laxuib dejó de esgrimir su ligera sonrisa y su gesto se tornó bastante serio, antes de irse en busca del Ente Oscuro Atsen y de camino, aumentó al máximo su Poder Espiritual, mientras conjuraba un Hechizo.
– Albor del amanecer, que con gracia iluminas nuestro camino y nos bendices con el primer destello de luz, apelo a la enormidad de tu Poder. Envuelve mis puños con la merced de la luz eterna. Haz que mis puños, sean el medio que manifieste el infinito Poder de la luz y poder purgar el mal que tengo frente a mí…
¡Empuñaduras Divinas! Conjuró el General Laxuib.
En ambos Puños del General Laxuib, comenzaron a formarse varias capas de láminas de Energía Albor, una sobre otra, hasta obtener unas poderosas empuñaduras Albor. Estaba preparado para cuando diese con el Ente Atsen.
Cuando dio con él, el Ente comenzó a materializarse debido a la luz que emitía Laxuib y que hacía desaparecer la concentrada oscuridad del ‘Mundo Oscuro’ por donde pasaba, revelando su posición.
el Ente Atsen seguía con muy malas heridas, apenas se sostenía, pero eso no fue impedimento, para tener preparada una inmensa esfera de Energía Oscura frente a sus fauces.
Esa Energía de descomunal tamaño, se veía muy densa. Era evidente que había juntado toda la Energía que le quedaba, para acabar con los dos de un altamente destructor ataque. Se había dejado de juegos y les iba a atacar con todo lo que tenía.
El General Laxuib, quería alejarse del Ente Atsen. Si se veía envuelto en la explosión de esa gigantesca esfera de Energía Oscura, que es su Energía némesis, podría morir perfectamente. Pero Atsen ya le tenía fijado, no iba a poder escapar. Sentía que en cuanto se moviera un milímetro, el Ente Oscuro le atacaría de inmediato. También había acordado con el Tenens Generalis Deator disipar el ‘Mundo Oscuro’, su honor le impedía abandonar su palabra sin siquiera intentarlo.
De todas formas, no estaba todo perdido, tenía bastante Poder condensado en los puños. Al menos tenía una oportunidad para defenderse. Notaba el odio que les tenía el Ente Atsen. Su esfera, no sólo llevaba toda su Energía, también llevaba toda su ira en ella.
– ¡No volveré a subestimaros! Aprendí mi lección Vasdal, pero ahora ha llegado el momento en que la lección os la voy a dar yo. ¡Desolación de Materia Oscura! Citó el Ente Oscuro Atsen, liberando toda la Energía acumulada.
Una muy potente ráfaga de Energía Oscura salió disparada hacia el General Laxuib. Este, viendo la dimensión de la esfera que iba hacia él, sabía que la Energía acumulada en los puños no iba a ser suficiente para un choque de ataques. En cambio, le vendría bien usar esa Energía para defenderse.
– ¡Empuñaduras Divinas, formad un Escudo Divino! Dijo el General Laxuib apresuradamente.
Si Laxuib chocara contra semejante poder, saldría perdiendo, y una vez que superase su ataque le impactaría la helada explosión. Mejorar la ‘Armadura de Luz’ que envolvía todo su cuerpo, también era una opción, pero no hacía falta cubrir todo el cuerpo. Un escudo sería lo más efectivo, concentraría todo el Poder en las Empuñaduras Divinas, para proteger solo el cono frontal. Si el ataque venía de frente, para que usar protección detrás de él. Concentraría todo ese poder en el ‘Escudo Divino’.
Apenas terminó de lanzar el Hechizo de la técnica del ‘Escudo Divino’, un escudo de luz, se formó frente al General Laxuib justo a tiempo y sintió una enorme fuerza ofensiva que lo empujó muy bruscamente hacia atrás. El poder del Ente Atsen era aterrador.
La explosión de la ‘Desolación de Materia Oscura’, destruyó el ‘Escudo Divino’ en mil pedazos y barrió con el joven General de los Siluib.
Laxuib, estaba gravemente herido y envuelto en Escarcha Oscura. Si sobrevivió, fue porque al reventar el escudo, aun, tenía la cobertura de luz que le envolvía el cuerpo. Aunque estaba más que acabado. De uno de sus brazos no quedaba ni rastro, y tenía hielo negro incrustado en bastante más de la mitad de su cuerpo. Era un milagro que estuviera vivo.
La densa niebla oscura que cubría la zona se fue disipando, el Ente Atsen ya no era capaz de mantenerla. Estaba agotado y necesitaría un rato para recuperarse. El Tenens Generalis Deator comenzó a ser visible, pero para sorpresa del Ente Atsen, tenía preparadas veinticuatro enormes ‘Lanzas Espectrales’, que fue creando mientras esperaba a que el General Laxuib hiciera desaparecer el ‘Mundo Oscuro’.
Deator miró el estado en el que se encontraba Laxuib. Aún a riesgo de su propia vida había cumplido con su palabra. Era un verdadero honor haber luchado a su lado. Al menos, no iba a tener que luchar ahora contra él. Pero aún no había acabado y no iba a cometer el error de pensar que había terminado el combate, mientras el Ente Atsen permanezca en pie.
– ¡Oleada de Lanzas Espectrales! Sentenció el Tenens Generalis Deator, mandando las veinticuatro lanzas de Energía a la vez.
Las ‘Lanzas Espectrales’ impactaron en su mayoría en el ya bastante dañado cuerpo del Ente Atsen, que poco pudo hacer para intentar evadirlas y en poco tiempo tenía varias fugas de Energía que se iban disipando. Este murió en segundos y su cuerpo hecho de Energía Oscura, viajaba desfragmentado hacia su creador el Dios Kaos.
El Tenens Generalis Deator, se acercó al cuerpo del General Laxuib. Hizo una especie de soporte de Energía Espectral, lo recogió del suelo y lo puso encima de la improvisada camilla. Caminó hacia el borde de la Arena con la «camilla», en la que llevaba a su compañero de batalla, flotando a su lado y lo sacó fuera de la Arena.
– Laxuib de la Raza Siluib, ha sido un gran honor para mí luchar a tu lado. No importa qué suceda en el futuro, mientras esté vivo, si alguna vez me necesitas ahí estará tu Hermano de Armas. Aseguró el Tenens Generalis Deator, poniéndose de rodillas y agachando su cabeza hasta apoyar su frente en el suelo de la Arena.
No se oía ni una voz entre los espectadores. Sin duda estaban tratando de asimilar todo lo presenciado. No solo fue una batalla asombrosa, también fue protagonizada por honorables Guerreros.
– ¡El ganador del Grupo Dos es Deator de la Raza Boluh! ¡Entes Espectrales y Elementales de Atributos de Vida, vayan a asistir a los luchadores! Dijo el Égida Serusec.
El público gritaba, vitoreaba y aplaudía entusiasmado. Jamás esperaron ver tal batalla.
Los Elementales de Vida, acudieron rápidamente ante los dos participantes heridos en la Arena. Mientras, algunos Entes Espectrales sirvientes del Égida Serusec, sacaban los cuerpos de los muertos y despejaban la Arena, para dar paso al Grupo Tres…
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