AkiTora - 06
Capítulo 6.
Nuevo integrante.
Eran las diez de la mañana cuando Aki se encontraba desayunando desde la habitación de su hotel en Okinawa, lugar en el que se presentaría dicha noche. Su gira ya había comenzado desde hace unas dos semanas, en las cuales se había presentado en diversos lugares tras el estreno de su nuevo disco. Tal parece que las preocupaciones de Tomoyo, para su buena fortuna no habían tenido el destino por el que había estado temiendo, en el que sus ventas bajarían tras la cercanía de fechas entre el estreno de su disco con el de Schleife. Eso solo podía significar una de dos cosas, o su trabajo había sido tan bueno que las ventas no se habían visto afectadas en lo más mínimo o… A los fans de su hermana no les importaba en lo más mínimo su trabajo y por eso no afectaba cuando estrenara su disco, cosa que para ser sincera le parecía bastante lógico ya que la música que ella tocaba era totalmente diferente a la que hacía su hermana.
La castaña se encontraba desayunando huevo estrellado con tocino acompañado con pan tostado, un bol de arroz blanco, y té verde. Mientras desayunaba le gustaba poner algunos videos en YouTube para entretenerse un rato mientras degustaba su comida y ésa mañana no era la excepción. Se encontraba poniendo algunos videos sobre animales cuando accidentalmente había presionado el botón de inicio que la regresó a la página central de la plataforma, y cuando deslizó los dedos por el teléfono volviendo a buscar su video se encontró con un título que llamó su atención, «Schleife en Nueva York» decía.
Algo curiosa decidió abrirlo e inmediatamente comenzó a reproducirse una grabación de un extranjero de piel cara y cabello rubio, el cual tenía una pinta de turista y se encontraba hablando sobre su viaje a Nueva York y sobre cómo la estaba pasando estupendo desde que llegó. Aki era muy buena en inglés así que podía entender a la perfección lo que decía el muchacho sin necesidad de buscar los subtítulos.
De pronto el muchacho dejó de hablar sobre sus vacaciones y empezó a mirar a su alrededor, se quedó callado por unos segundos y a continuación volvió a hablar a la cámara en un tono de susurro como si estuviera contando un chisme. Empezó a decir que creía haber visto a alguien famoso pero que no estaba seguro así que iría a investigar. Seguido de eso la escena empezó a moverse, el chico en todo momento enfocaba su cara pero en un momento apuntó hacia el paisaje, estaba en las afueras de un centro comercial y a lo lejos podía verse a Tora y a Julian caminando juntos, el muchacho llevaba cargando un montón de bolsas de compra mientras la mujer se veía entusiasmada y platicaba de algo que claramente no podía escucharse desde esa distancia.
-Chicos-Había dicho el extranjero-Son Tora y Julian de Schleife-Seguía mencionando en tono de susurro.
Después de esa aclaración el extranjero empezó a hablar más sobre la banda explicándole a sus seguidores que era un grupo japonés que era bastante conocido incluso en occidente, y que él había seguido su trabajo por alrededor de unos dos años, pero que nunca habría imaginado encontrarlos por ahí, continuó hablando con un tono de voz de emoción, sin saber que hacer y limitándose a hablar. Después comenzó a seguirlos mientras preguntaba si debería de acercarse o no y sobre que tenía que pedirles su autógrafo.
El video continuó así por unos minutos (era algo largo) así que ella se apresuró a adelantarlo unos cuantos minutos hasta notar que ambos habían salido del centro comercial y ahora se encontraban en un tipo de parque el cual tenía una fuente en medio del lugar en donde los dos se habían sentado. Parecían totalmente despreocupados de que alguien pudiera reconocerlos, simplemente se habían sentado ahí en el lugar más vistoso con atuendos para nada discretos, ni siquiera habían hecho algún intento de ocultar su cabello o sus ojos, nada, incluso esos vistosos pupilentes rojos que siempre llevaba su hermana seguían en su lugar.
El video del muchacho parecía haber sido una transmisión en vivo, ya que de pronto se pudo divisar como el lugar empezaba a llenarse de gente y los rodeaban como si fueran animales de circo, esperando a que hicieran algún truco. No se acercaban a hablarles pero tampoco se iban, solo los observaban y murmuraban entre ellos.
-Oigan, chicos -Volvió a hablar el rubio, que era quien grababa el video, enfocando de pronto a un muchacho alto de pelo anaranjado- ¡Ese de ahí es Ciro! -Dijo emocionado- ¡Por todos los cielos!, ¿Estará toda la banda aquí?
Se vio cómo Ciro se acercaba a ellos, parecía estarles gritando, de pronto el muchacho extendió su teléfono celular, ambos observaron la pantalla. Aki intuyó que lo que estaban viendo eran sus propias espaldas siendo grabadas porque lo que hicieron a continuación fue voltear sobre sus propios pasos y mirar directamente a la cámara. No conformes con eso, empezaron a saludar de manera cínica.
-Bien… Ya vi suficiente -Mencionó Aki mientras quitaba el video tras terminar su desayuno.
La muchacha se levantó y se dirigió al baño tras dejar sus platos sucios en la canasta para que pudieran recogerlos los de limpieza en cuanto fueran a arreglar el cuarto. Ya en el baño empezó a cepillar su cabello para después amarrarlo en una coleta alta. Mientras se arreglaba, Tomoyo, quien tenía una copia de la llave de la habitación por cuestiones de seguridad, había entrado y se había sentado en el borde de la cama tras saludar a la chica.
-No puedo creer las cosas que hace tu hermana -Mencionó la pelinegra mientras suspiraba-. ¡Es una locura!
-¿Locura? -Preguntó Aki sin comprender- ¿A qué te refieres? Siempre hace ese tipo de cosas.
-Eh… No lo creo -Respondió Tomoyo sin comprender-. Que yo sepa es la primera vez… Tendría mucha suerte si ese truco le hubiera funcionado ya en más de una ocasión -Susurró lo último por lo bajo.
-¿Qué? -Aki se asomó por la puerta del baño para poder observar a su amiga directamente a los ojos sin comprender por qué hacía tanto alboroto- Siempre se ha paseado por la calle como si fuera una civil normal, no encuentro para nada extraño que lo haya hecho también en el extranjero -Se quedó pensativa-. Aunque lo que sí me sorprende es que tenga tantos fans incluso fuera del país.
-Aki… No estoy hablando de su asunto en Nueva York -Negó con la cabeza-. ¿Acaso no haz visto las noticias?
-¿Las noticias? -Preguntó sin comprender mientras salía del baño ya más interesada por la conversación- ¿Por qué? ¿Pasó algo? -Se quedó pensativa- Oh… ya recuerdo, fue ayer cuando regresó a Japón, ¿Verdad?
-Sí, anoche estaba programado su último concierto en Tokyo, pero al parecer tuvieron problemas con su integrante de apoyo.
-Ah… -Exclamó pensativa- Si no mal recuerdo su antiguo baterista había renunciado y contrataron a alguien para su gira -Recordó-. ¿Y bien, qué pasó?
-No estoy segura, hubo un… conflicto de intereses o algo así, el punto es que los abandonó justo antes de iniciar el show.
-No puede ser -Dijo impresionada la castaña-Nunca antes habían tenido problemas ni con la puntualidad ni con que se cancelara algún show, seguro debió ser un desastre para ellos -Analizó mientras colocaba sus dedos en su barbilla de manera pensativa-. Tiene sentido que las noticias hablen del tema, es la primera vez que sucede.
-No, Aki… Eso no es lo que lo hace impresionante -Mencionó Tomoyo mientras negaba con la cabeza y recibía por respuesta una genuina mirada confundida por parte de su amiga-Resulta que para no perder el show, tu hermana preguntó al público si alguno sabía tocar batería y cuando encontró a alguien que sí podía hacerlo, lo dejó subir al escenario y tocar junto a la banda -Los ojos de Aki se abrieron cuan grandes eran debido a la impresión-. Al parecer el espectáculo salió tan bien, que están considerando poner a ese chico en un periodo de prueba para que pueda unirse como miembro oficial.
-No puede ser… Digo… Dejar a un novato tocar en un concierto -Balbuceaba sin entender la situación-. Es muy arriesgado incluso para ella… Por lo menos, yo no podría -Se mordió la uña del dedo gordo-. En su lugar… Hubiera cancelado el concierto.
-Supongo que prefirió apostar.
-¿Apostar?
-Sí… -Confirmó la mayor- En primer lugar no sabía si encontraría o no a un baterista en el público lo cual ya de por sí es una apuesta arriesgada, después, si al final el espectáculo salía mal, entonces probablemente la decisión más sabia hubiera sido cancelarlo, después de todos los fans no pagaron para ver un show mediocre, la opción lógica hubiera sido reprogramar el concierto tras disculparse con los fans por el inconveniente, siendo la empresa enorme que es, seguramente podrían haber dado algún beneficio a los fanáticos que compraron su boleto con alguna compensación como una sesión de fotos y autógrafos con la banda o algo por el estilo -Analizó pensativa- Sin embargo… Tú hermana prefirió apostar a la opción más arriesgada, decidió pensar que todo saldría bien y eso como consecuencia trajo mucho mayor atención de los medios, más entendimiento por parte de los fans quienes ahora se sentirán más cercanos a sus ídolos al ver que estos fueron capaces de dejar no solo tocar a uno de sus fans junto a ellos, sino considerarlo como partido para unirse a la banda y… por supuesto, encontraron un nuevo talento -Sonrió de manera contrariada-. Sin duda esa mujer es bastante arriesgada.
-Eso… Ya lo sabía -Respondió Aki mientras desviaba la mirada dando por terminada la conversación.
Después de aquella plática la ojiverde le pidió a Tomoyo si podía darle algo de privacidad. Tenía deseos de ir a pasear pero sabía que no podía hacerlo en el lugar que se encontraba. La opción más viable sería permanecer en el hotel hasta que diera la hora propicia para que se fueran, aún faltaban muchas horas antes de que tuviera que ir a revisar el lugar en donde se presentarán y realizar los preparativos así que antes de hacerlo tenía deseos de poner sus pensamientos en orden.
La manager entendió y decidió dejarla sola. Mientras tanto Aki ya se encontraba de nuevo sumergida dentro de sus perturbados pensamientos. Como siempre, había sentido sus ánimos bajar, y su cerebro había empezado a formular demasiadas ideas pesimistas que para nada ayudaban a que se sintiera mejor. Ella sabía que era una gran tontería deprimirse por eso, pero simplemente era algo que no podía controlar cómo le gustaría. Tenía un fuerte deseo de poder estar feliz por su hermana, feliz de sus decisiones, de su audacia, su valentía y su compromiso como para haber elegido arriesgarse a tal grado, solo por el hecho de no querer decepcionar a sus fans.
Aki ya lo había dicho anteriormente, si ella hubiera estado en el lugar de su hermana, sin dudarlo ni un instante hubiera cancelado el concierto. Se habría parado enfrente del escenario, habría explicado la confusión y se habría disculpado profundamente por decepcionarlos tras prometer que reprogamarían el show. A simple vista podía verse como una postura valiente, pero tras enterarse de lo que hizo Tora, el hecho de pensar en abandonar el escenario, saber que ni siquiera hubiera hecho el esfuerzo en pensar una solución alternativa, la llenaba de rabia contra sí misma.
«Soy un fracaso», «Me falta profesionalismo», «Me rindo fácilmente»; Todos esos eran pensamientos que pasaban por la cabeza de la muchacha quien inevitablemente volvía a compararse con su hermana. Sabía que era una tontería, sabía que no debía de hacerlo, el hecho de que fueran gemelas no las hacía iguales, de apariencia tal vez, pero de personalidad eran como el agua y el aceite. Sin embargo, después de tanto tiempo en su vida en la que habían sido constantemente comparadas, simplemente había desarrollado un grave complejo, el cual, por más que quería dejarlo atrás, no lo conseguía. Seguía llenándose de veneno por dentro, de malos pensamientos, de rencores, y se autoflagelaba constantemente al autopercibirse como una persona inferior.
Sabía que estaba mal querer parecerse más a Tora. Incluso había ocasiones en las que había deseado ser ella, y eso solo la hacía asquearse de sí misma, después de todo, desde ahí se demostraba la gran diferencia entre su hermana y ella. Tora tenía un autoestima por los cielos, jamás se compararía con nadie, ni desearía ser otra persona, y sin embargo ella, como el ser lamentable que era, continuaba arrastrándose en el piso por un poco de atención, al desear ser alguien que no era solo reafirmaba nuevamente su poca personalidad. A ése ritmo jamás podría sentirse orgullosa de sí misma, continuaba comparándose y castigándose por el más mínimo error que cometía, así jamás podría pensar en siquiera alcanzar a Tora, y mucho menos superarla.
-«¿Cómo superar a alguien así, si ni siquiera puedo amar mis propios logros?» -Pensaba Aki mientras golpeaba el piso con su puño- «¿Cómo puedo siquiera pensar en que las personas me reconozcan, si no me reconozco a mí misma?» -Volvió a preguntarse mientras sentía una opresión aún más fuerte en su pecho- Soy… patética -Concluyó.
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Mientras tanto en el estudio de Wild Music Records, la compañía que representaba a Schleife se encontraban Tora y compañía. La noche anterior había sido un rotundo éxito y todos los presentes se encontraban planeando a dónde se irían a festejar en la noche tras el término de su ensayo matutino. Para ser sincera, Tora no había planeado para nada que su arriesgada decisión resultara tan bien, había esperado posibles errores o inconvenientes a lo largo del show los cuales ya había quedado con sus compañeros que en caso de que pasara cualquier problema, estarían preparados para improvisar y reanimar el show. Sin embargo, el espectáculo se llevó a cabo de manera majestuosa, parecía como si aquél novato hubiera estado tocando junto a ellos por años, de alguna manera se lograron sincronizar perfectamente, no había duda que ese niño tenía un gran talento.
-Chicos -Dijo Tora tras tomar un gran sorbo de agua al tiempo para no dañar su garganta- Tenemos que llamar a ese chico a festejar con nosotros esta noche.
-¡Por supuesto! -Apoyó Ciro- Al principio pensé que era una locura, ¡Pero hiciste un gran trabajo encontrando a ese niño!
-Debo admitir que tiene potencial -Apoyó Julian- Podría sernos de gran utilidad si es que se une a la banda.
-Además… -Dijo Aria- Era algo lindo… ¿No creen? -La habitación se sumió en un enorme silencio por unos cuantos segundos.
-¡¿Qué?! -Gritaron Julian y Ciro al mismo tiempo.
-Eres una lolicona -Dijo Ciro mientras su rostro se ponía levemente azul por el disgusto.
-¿De qué están hablando chicos? -Defendió Tora mientras fruncía levemente el ceño- La verdad es que el niño si tenía un aura bastante adorable, ¡Era muy tierno! -Exclamó emocionada mientras se abrazaba a sí misma.
-Daban ganas de apretar sus mejillas -Continuó Aria con un leve sonrojo.
-¡Yo también lo pensé! -Continuó la castaña y al instante las dos mujeres empezaron a chulear al chico.
-Qué desagradable -Dijo Julian por lo bajo mientras desviaba la mirada algo ofendido.
-¿Ohhh? -Sonrió Aria mientras se acercaba al azabache- ¿Acaso a nuestra estrella le molesta que Tora hable bien de otro chico? -Dijo burlonamente mientras levantaba las cejas en un gesto inquisitivo.
-Cállate -Dijo mientras desviaba la mirada con un tenue sonrojo en sus mejillas-. No entiendo de qué me hablas.
Aria era la segunda integrante que se había unido al dúo un tiempo después de que Ciro se uniera, por lo cual llevaba varios años de conocer a los integrantes. Por supuesto como ya se había mencionado ella y Tora habían congeniado desde el primer momento, se habían convertido en uña y mugre tras conocerse. Era lógico que se llevarían tan bien dado que tenían varios gustos similares, como el mismo gusto de animes cuando eran niñas, el cual había sido uno de sus temas más frecuentes de conversación en su adolescencia. Su gusto por molestar a los demás también era algo que hacían juntas, así como su amor por la música, aunque Aria se dejaba guiar más por las voces roncas y trabajosas mientras que a Tora le gustaba más algo melodioso y suave pero con potencia en la voz.
En ese aspecto, Aria compartía muchos más gustos musicales con Julian, siendo que ambos disfrutaban mucho el rock americano. Así mismo su gusto por la ropa oscura era algo que tenían en común. A Tora también le encantaba vestir de negro, pero ella solía combinar diversos colores, siendo el rojo uno de sus preferidos y gustaba de usar vestidos y botas de tacón, los cuales eran enemigos naturales de Aria quien siempre prefería el uso de un buen pantalón de mezclilla y unos tenis. Por lo que podría decirse que Aria era un tanto más masculina, prefería la comodidad a la excentricidad, cosa que era totalmente opuesta tanto a Tora como a Julian quienes eran unos completos narcisistas y siempre gustaban de verse bien.
Aria y Julian se habían hecho amigos muy cercanos y ella era una de las pocas personas a las que el azabache le permitía bromear con él y llevarse pesado. En varias ocasiones el azabache le había dicho a la bajista que la consideraba como una hermana y se comportaba como tal, dándole apoyo, soporte e intercambiando bromas, es por eso que ella podía decir ese tipo de cosas sin miedo a ser reprendida.
Continuando con la conversación, esa misma noche invitaron a aquél afortunado fan a acompañarlos en una cena para conocerlo mejor. Le habían solicitado su número telefónico para cualquier cosa ya que estaban muy conformes con su trabajo y no iban a dejar pasar una oportunidad como aquella. Habían estado luchando por conseguir un baterista ya desde hace algunos años debido a que ninguno daba la talla, y por la misma razón es que la banda no tenía la imagen de un baterista oficial por lo que los fans no se encariñaban con ninguno en particular ya que estaban acostumbrados a que tarde o temprano vendría un nuevo integrante provisional.
Por lo que la imagen que más solían asociar con el baterista de Schleife era la de Mura (abreviación de Murasaki) quien fue el primer baterista que habían tenido y había durado unos cuatro años el cual había tocado con ellos un tiempo cuando eran amateurs y otros dos años tras firmar contrato. Sin embargo, por conflicto de intereses había terminado por renunciar y firmar con otra banda, no era nada importante, a pesar de eso seguían comunicándose con él en ocasiones y parecía irle muy bien, así que no había rencores por dejarlos.
Después de la partida de Mura, habían pasado alrededor de otros dos años cambiando de bateristas cada cierto tiempo haciéndolos firmar contratos a corto plazo y les había funcionado hasta el momento, pero sinceramente ya estaban hartos de esa dinámica y tenían deseos de que alguien se pudiera unir oficialmente, eso les quitaría muchos problemas, ya no tendrían que realizar audiciones ni entrevistas cada seis meses. Aquel niño tenía talento, aún le faltaba mucha experiencia pero Tora le tenía fe, tal parece que había visto algo en el menor y estaba muy emocionada por pulir las habilidades del chico.
Esa misma noche quedaron de verse en un restaurante famoso de yakiniku el cual es un platillo de carne a la parrilla o cocinada en pequeños fogones de gas en donde el que cocina la carne no es el chef sino el mismo cliente al cual le sirven la carne cruda para que éste la prepare a su gusto. El Yakinuki, además de ser la comida preferida de Tora, es un platillo que suele incluir algunos vegetales y salsa para darle variedad a la parrilla. Dichos ingredientes crudos preparados suelen pedirse a la carta de manera individual o en porciones y luego son llevados a la mesa en donde tras su preparación, los ingredientes se mojan en una salsa conocida como «tare» antes de comerse. Dicha salsa está preparada con salsa de soja, mezclada con sake, mirin, azúcar, ajo, zumo y sésamo.
El restaurante estaba dividido por una zona común, pero al ser de bastante categoría podían pedirse habitaciones privadas las cuales estaban acondicionadas con todo lo necesario. Tenía incluída una pantalla electrónica en donde podían armar su orden y los camareros se encargaban únicamente de traer los ingredientes y bebidas solicitadas.
-Yakinikuuu… -Exclamaba Tora mientras su boca empezaba a salivar, hace tanto que deseaba comer ese platillo pero no había podido hacerlo hasta el momento, era su platillo favorito y había soñado con él durante muchas noches cuando estuvo en su gira en el extranjero, para su fortuna en Estados Unidos había varios lugares en donde pudo comer hamburguesas y restaurantes variados con cortes de carne así que eso la había mantenido feliz.
-Tora -La llamó Julian sin voltearla a ver mientras leía el menú- Comerás verduras también, no te atasques de carne.
-Sí, sí… Ya lo sé -Se quejó por lo bajo mientras inflaba sus mejillas en señal de puchero.
-Estos dos… ¿Acaso están casados? -Murmuró Ciro por lo bajo tras ver como Julian le controlaba su dieta a la muchacha como si fuera una niña pequeña, aunque era algo a lo que ya estaba acostumbrado.
-¿No vas a comer? -Preguntó Aria hacia el pequeño novato el cual se encontraba observando la escena con un enorme sonrojo en el rostro.
-Eh… Sí… Sí… Aria-san -Contestó nervioso mientras tomaba unos palillos y empezaba a cocinar su carne.
-Niño -Habló nuevamente Tora tras pasar un bocado de comida- ¿Me recuerdas tu nombre?
-Si… ¡Si! -Contestó aún nervioso mientras soltaba dejaba caer el trozo de carne en la salsa en un gesto de nerviosismo ocasionado por el repentino llamado de la muchacha- Mi…Mi nombre es Aoyama Yuu.
-¿Aoyama? -Preguntó Ciro- ¿De la cadena hotelera Aoyama? -Dijo impresionado -No… No puede ser, Aoyama es un apellido común.
-Mmm… De hecho… Mi padre es el dueño de esa cadena hotelera… -Dijo nervioso mientras su sonrojo aumentaba- Yo… soy su hijo menor.
-¿Ehhhhhhh? -Exclamaron todos impresionados y luego Tora se apresuró a preguntar- Eso significa que vienes de una familia muy adinerada, ¿No es así?
-¡Tora! -Reclamó Julian- Preguntar las cosas así es grosero.
-¿Qué tiene? -Se defendió- No es como que quisiera utilizarlo por su dinero, me gano bien la vida por mi propia cuenta, gracias -Dijo ofendida.
-Ahora suenas engreída -Mencionó Ciro tras golpearse la frente con la palma de la mano.
-No… No me ofende… Ni nada por el estilo -Se apresuró a defender el muchacho aún con su voz temblorosa-. Pero sí… Supongo que mi padre gana mucho dinero- Se rascó la nuca en un gesto tímido.
-Espera un momento -Habló Aria mientras colocaba sus dedos debajo de su barbilla en un gesto pensativo-. Había escuchado que la familia Aoyama tenía herederos mujeres, no recuerdo haber escuchado sobre un muchacho.
-Oh, eso es porque como dije, soy el menor… Pero si, tiene razón Aria-san, soy el único chico en la familia aparte de mi padre, tengo tres hermanas mayores.
-Espera un momento -Interrumpió Tora- Si eres el único muchacho en la familia, ¿Eso significa que heredarás la empresa de tu familia? -Preguntó decepcionada- Si es así, no hay manera de que puedas unirte a nosotros- Dijo en tono de desesperación.
-Ah… No -Corrigió el chico con tranquilidad mientras sonreía dulcemente-. En realidad no pienso heredar la empresa de mi padre, ese es un puesto que ya está reservado para Rika.
-¿Rika? -Preguntó Ciro.
-Aoyama Rika -Mencionó Aria- Tengo entendido que es la primogénita de la familia.
-¿Y tú cómo sabes tanto? -Indagó el pelinaranja.
-Mi padre solía viajar mucho -Se encogió de hombros-. Los hoteles Aoyama eran sus favoritos, así que sé un poco sobre el tema.
-Sí -Afirmó el muchacho-. Creo que no hay mejor persona para heredar la empresa que Rika onee-sama -Mencionó entusiasmado-. Ella es muy diligente en su trabajo.
-¿Cuántos años tienes, niño? -Preguntó Julian- Te ves bastante joven.
-Oh… Cumpliré 17 dentro de dos meses.
-¿17?, eres un mocoso -Mencionó la castaña mientras preparaba otro trozo de carne en la parrilla-. Aún así… -Hizo una pausa para después voltearlo a ver- Eres muy bueno -Sonrió-. Tocaste mejor que mucha gente que conozco, ¿Dónde aprendiste a tocar así?
-Mmm… Siempre he tenido profesores privados, práctico la música desde que tengo memoria, en mis primeros años aprendí a tocar el piano, empecé desde los cuatro años, igualmente me hicieron aprender violín y canto, pero a los 9 años me llamó la atención la batería tras ver un concierto en televisión, así que se lo mencioné a mis padres -Se quedó pensativo-. Al principio se negaron porque gustan mucho de la música clásica, pero accedieron y me regalaron una batería en mi cumpleaños -Sonrió-. Toco desde entonces.
-¡Wow! -Dijo Aria- ¿Tocas tres instrumentos?
-Cuatro en realidad -Corrigió-. Aprendí la flauta dulce en la escuela, aunque solo un poco.
-¡Ya está, ya lo decidí! -Dijo la vocalista entusiasmada- ¡Te quiero en mi banda!
-Eso no es algo que decidas tú -Regañó el pelinaranja mientras soltaba un suspiro.
-Concuerdo con ella -Dijo Julian mientras sonreía-. Estaba preocupado por la falta de experiencia, pero al parecer llevas bastantes años tocando, así que no veo razón para negarme, de cualquier forma diste la talla en el concierto de ayer.
-E.. ¿Enserio? -Dijo sorprendido mientras se levantaba de su asiento entusiasmado- He… He sido fan desde hace unos años… Nunca pensé que tendría una oportunidad así.
-Por supuesto, todos están de acuerdo, ¿No es así? -Mencionó la castaña volteando a ver a los demás quienes asintieron con la cabeza- ¿Qué dices Yuu? -Extendió su mano- ¿Te gustaría unirte a Schleife?
El muchacho se quedó petrificado por unos instantes, sentía su corazón palpitando a mil por hora y sus mejillas volviendo a ruborizarse debido a la emoción. Sus ojos brillaban y sudaba levemente por el entusiasmo. Sabía que tendría que discutirlo con sus padres, después de todo era menor de edad y no lo dejarían unirse a una banda así como así, pero no tenía duda de que terminarían cediendo si insistía un poco, después de todo sus padres lo consentían bastante, lo cual era algo que solía molestarle por ser tratado siempre como niño, pero en ese caso lo hacía feliz por poder cumplir con sus sueños.
-¡Sí! -Respondió sin ningún rasgo de duda.
Continuará…
Fichas:
Fujiwara Aki Nakano Tomoyo Fujiwara Tora
Testa Julian Nakamura Ciro
Aoyama Yuu
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