ALKIMIS - 08

Cuando se subió al auto del director Mario noto que el celular de este estaba prendido y tenía varias llamadas perdidas de su padre.
Ella hizo como si no hubiese visto nada, pero en su mente se preguntaba porque lo llamaba tanto en esta meditación sonó nuevamente el teléfono a lo cual el director colgó rápidamente
—Oh vaya estos operadores telefónicos sí que son muy pesados.

Lo decía en un tono nervioso casi como si estuviese mintiendo Yuli se dio cuenta de esto rápidamente y le pregunto: «director los operadores telefónicos tienen el mismo nombre que mi padre».

El director sudó frío mientras que ocultaba su teléfono en el bolsillo de su camisa.
—No no claro que no, seas ingenua Yuli, cómo piensas en eso seguro tu padre me llamo mientras estaba ocupado y no pude responderle por ello quizás dejé pasar sus llamadas. Este se notaba inquieto tanto que no noto que las llaves del auto que estaban colocadas y las estaba buscando.
—director que busca tanto pregunto Yuli.
Este respondió rápidamente las llaves Yuli que no me acuerdo donde las puse.
Al decir esto Yuli señaló las llaves ya colocadas para arrancar.
—Gracias Yuli es que estoy muy estresado casi no tengo tiempo para nada, pero bueno vamos a casa, tu papá debe estar muy preocupado ya nos tardamos demasiado y lo conoces.

Arrancó el auto sin decir una sola palabra en todo el camino.
Después de unos cuantos minutos llegaron a la casa dejando a Yuli marchándose rápidamente.
No le prestó mucha atención al accionar del director Mario porque parecía apurado y entendía que quizás tenía cosas más importantes que hacer.
Al entrar a casa todo estaba en silencio de hecho tampoco parecía que su padre estuviese en casa ya que todo estaba como ella lo recordaba ,  siempre que ella llegaba la habitación de su padre la luz estaba prendida o se escuchaba su voz en el cuarto.
—ya casi un día y medio que no veo a mi padre, desde que lo vi en la madrugada salir con su auto.

Vi  que el director tenia varias llamadas perdidas de mi papá,
Que habrá pasado el rostro del director estaba pálido, como si hubiera visto a un fantasma.
Después de tanta divagación y estar parada en la puerta decidió subir a su cuarto y ponerse a estudiar.
Las horas pasaron rápidamente como si por alguna extraña razón el tiempo hubiese confabulado en contra de Yuli.
Y así llegó la noche.

a las afueras de la ciudad:
El director Mario entró a una cantina que quedaba a unos kilómetros de la ciudad.
Encontrándose a Harold ebrio echado en mitad del piso , este procedió a levantarlo y llevarlo a su auto.
—¡maldita sea Harold !
que demonios hiciste, escuché la radio casi todo el día ¿Tu quemaste la fábrica verdad ?—susurraba enojado mientras acomodaba a su colega en el auto.
—así es Mario yo quemé la fábrica es más mate un joven qué amenazaba la vida de Yuli y no me arrepiento de hacer eso su seguridad es lo primero que veo no es lo único que hice es más , su jefecito está en la basura descuartizado— en delirios de de borracho lo estaba diciendo en voz alta.
—silencio quieres que te metan preso estás hablando en voz alta tienes suerte que no hay nadie y estás en mi auto además está borracho— Mario preocupado y con sudor le tapaba la boca — ¡ya es suficiente Harold! buscare un hotel y te vas a quedar ahí hoy día, si tanto te preocupase Yuli de verdad no hubieses desaparecido.
Dejándola expuesta si sabes todos los que te siguen.
Al escuchar esta respuesta harold agarró a director Mario de su camisa acercándose asu rostro respondiendo enojado

—cállate la boca Mario  encubierto todo, ni las pruebas forenses más arduas podrían saber que soy yo.
Además soy intocable ,si te preocupa que nos escuchen puedes decir en el tribunal que eran delirios de borracho y no me tomaste importancia .
Llévame al hotel y cierra el pico estoy muy cansado para como discutir..

—Mario , sabes que no la quiero perder otra vez… Por eso lo hice, yo simplemente jamás hice algo así. Él dijo que la mataría que provocarían otro accidente —entre lágrimas

Al escuchar esto Mario se conmovió y respondió con una voz más serena..

—si un imbécil también amenazara a mi hija también lo haría pagar por eso, pero Harold ,por más que los del tribunal, comisaría , algunos forense y gran parte de políticos y cargos importantes sean tus amigos y familiares… Tienes que controlarte, que pasaría si hay un moralista y descubre que eres tú, no todo lo podrás solucionar con dinero en esta vida.

Harold Entre risas responde

— el doctor con unos cuantos millones que le di vive feliz, se compró una casa en la playa, ¡claro que puedo resolver todo con dinero!

Sin responderle, arranco el auto al hotel mas cercano de la zona

¿Qué te dijo el chico que te puso en este estado Harold? — al voltear noto que este estaba dormido.

Se mira bastante demacrado, parece que se peleó con otra persona en estos días, que te habrá pasado amigo mío, tenemos mucho que hablar cuando despiertes.

Entre un destello Yuli se despertó en la madrugada tras escuchar un chillido.

¿Que fue eso? —levantándose rápidamente de la cama seguía escuchando el chillido.

Si definitivamente no es un sueño, sigo escuchando ese sonido, tan incomodo que parece no provenir de mi cuarto. — al caminar se resbaló con un fluido viscoso que salía por la rendija de la puerta.

¡Esto es asqueroso! — sentada en el suelo.

En plena obscuridad sonó nuevamente el chillido, pero esta vez más fuerte, Yuli sin pensarlo dos veces salió de la habitación prendiendo las luces del corredor, viendo una cola de ratón entrando al baño.

¿un ratón?, traeré un un frasco para atraparlo — corría a su cuarto sacando un frasco trasparente de su cómoda.

Ven ratoncito, ven aquí, que no te hare nada te llevare con tu familia — caminando lentamente hacia el baño.

Al entrar con el frasco, encontró una masa amorfa comiendo al ratón con media cola afuera del cuerpo, rápidamente lo atrapo y lo llevo a su habitación, la criatura no dejaba de chillar.

Ella miraba a la criatura con rareza.

Girando el frasco miraba con curiosidad a la criatura — ¿Qué eres?  Pareces un tipo de babosa extraña.

Mañana te llevare a la universidad con el profesor — pensado mediáticamente.

Sabes te llamare tuinki es un buen nombre, ya que no se que eres, ahora que lo digo en voz alta, nos parecemos mucho ya que yo tampoco sé que soy.