ANIME LIFE - Ino Yamamoto 2
—Esta es una pésima idea —digo porque venir a los vestidores del club de fútbol para pegar volantes es una pésima idea.
Por suerte no hay nadie aquí.
Por ahora.
—Shinpai shinaide —dice Izumi, ¿quién más?
—Sí, sí, la tuya —le digo—, pero aun así es una pésima idea. Este ya es un club. ¿Qué hacemos aquí?
—Duh —dice Izumi mientras pega volantes en todos los casilleros. Los pega tan rápido que yo puedo quedarme sin hacer nada, pero para deshacerme de los volantes que tengo abro la mochila que de seguro dejó alguien del club de futbol y meto ahí todos los volantes que tengo.
No sé de quién sea la mochila, pero de seguro le va a acabar echando la culpa a Izumi.
Sotoka-chan podría hacer lo mismo, pero la tonta los está pegando también.
Y yo al principio pensé que ella no iba a querer venir aquí porque la perra de Fujimito nos había dicho que no pegáramos más volantes.
Pero, ahorita que me acuerdo, ella no lo oyó porque llegó después.
Izumi estaba bien dormida en ese momento, así que a lo mejor ni se acuerda.
Y yo sí lo oí, pero me vale lo que diga esa perra, así que aquí estamos.
Aunque es una pésima idea.
Y hablando de pésimas ideas.
—¿‘Duh’ qué? ¿Qué se supone que significa eso? —le pregunto a Izumi.
Y ella me mira como si entendiera nada de lo que digo.
Pendeja.
—Te dije que esto es una pésima idea, y tú dijiste ‘DuH.’ ¿Eso qué significa o qué?
Ella me mira como si me estuviera diciendo “¿Qué? ¿No entendiste? —jódete, Izumi— y me dice:
—Mira: las de este club son de las más populares —sí, hasta eso yo lo sé—, entonces si ellas se enteran del ANIME LIFE, toda la escuela se va a enterar, y así ya no vamos a tener que pegar más volantes, y podré pasar todo el día con Sotoka-chan y podremos hacer lo que queramos y ¡SOTOKA-CHANNNNNNNNNNNNNN! ♥ —Izumi deja de pegar volantes, se abalanza contra Sotoka-chan; ella grita, suelta todos los volantes que había quitado, y las dos caen al suelo.
—Ay, Izumi, me asustaste, y me estás aplastando —dice Sotoka-chan y trata de quitarse a Izumi de encima.
Pero Izumi la tiene bien agarrada.
—¡Daisuki desu, Sotoka-chan!
Y ellas siguen ahí, tiradas en el piso, y yo ya llevo mucho tiempo de pie, así que me siento sobre ellas. Bueno, sobre Izumi. Ella está tan contenta que no se da cuenta de que la estoy aplastando.
Y qué bueno porque es bastante cómoda.
—Sabes que se van a burlar de nosotras, ¿verdad? —le digo a Izumi porque, si toda la escuela se entera de nuestro club y ve nuestros volantes feos, eso es lo que va a pasar—. A mí no me importa ni nada; la mayoría de la gente es tan falsa y vacía que se burla de las personas diferentes a ella con el fin de legitimar su vida falsa y vacía, vida que ellos eligieron solamente para pertenecer a un grupo, y que al final terminan despreciando por ser tan falsa y vacía como ellos, por lo que se burlan de las personas diferentes a ellos para legitimarla, y el ciclo se repite una y otra y otra ve—
—¿Qué? ¿Decías algo? —pregunta Izumi.
*Suspiro*
¿Para qué me molesto?
—Dije que se van a burlar de nosotras, pero eso no me importa porque es lo que siempre hacen, y si me molestara por eso, entonces me la viviría enojada.
—Pero sí te la vives enojada, ¿no?
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Me levanto.
Salto lo más alto que puedo.
Y caigo sentada sobre ellas.
Chinga tu madre, Izumi. Yo no siempre estoy enojada, y si siempre estoy enojada contigo es porque estás bien pendeja y porque hartas, y ¡chinga tu madre!
—¡Ay, Izumi, me estás aplastando! —grita Sotoka-chan mientras se retuerce, pero Izumi la abraza con todas sus fuerzas—. ¡Ya suéltame, Izumi, por favor; aún tenemos que quitar los volantes del saló—
Ella levanta la mirada y me mira.
—Oye, ya no te muevas tanto; yo estoy sentada aquí —le digo con una sonrisa cínica—. Qué poca madre tienen algunos…
—¡Ya quítate, tú! ¡¿Qué haces ahí?! —Sotoka-chan me grita y se retuerce tanto que mejor me levanto y me siento en una banca que hay por ahí. No es tan cómoda como Izumi, pero bueno…
Izumi por fin suelta a Sotoka-chan, y las dos se levantan.
—Ya pon los volantes que faltan, Izumi-san; aún nos falta quitar los del salón.
Ah, sí, no hemos quitado esos.
Qué flojera.
—Sí, y por tu culpa vamos a estar todo el día quitándolos, Izumi —le digo.
—Sí, y por eso voy a estar todo el día con Sotoka-chan. Subarashī! —Izumi se acerca a Sotoka-chan para abrazarla, pero ella la detiene poniéndole la mano sobre la cara.
—Primer termina de pegar volantes, Izumi-san —le dice Sotoka-chan.
—Ok —Izumi los pega aún más rápido que antes. ¿De dónde sacó esa energía? En la mañana andaba bien dormida.
Quizá dormir en clases —y durante todas las clases— no sea tan malo como parece.
O quizá sea también por ese asqueroso café que de seguro toma.
Y eso lo digo porque ella siempre apesta a café.
Y a sudor. Aunque apesta más a café. Apesta mucho a café.
Creo que antes profesores, directivos, padres de familia, miembros del consejo estudiantil, del comité disciplinario y demás gente sin quehacer la regañaban porque según ellos el café no es un hábito recomendable para una alumna de preparatoria, o algo así.
Y ¿cómo lo va a ser, si sabe horrible?
Como sea, lo más seguro es que Izumi nunca les hizo caso y, como a ellos nunca les importó realmente, por eso ya la dejan hacer lo que quiera.
Como llenar la escuela de volantes feos.
—¿No deberíamos hacer otros volantes o algo? —pregunto.
—¿Se me olvidó poner algo? —pregunta Izumi.
—No, pero están feos —le digo—. Aparte pusiste únete a anime life. Debía ser únete AL anime life, ¿no?
—No están feos —dice Izumi—. ¿Verdad que no, Sotoka-chan?
—Pues… está bonito.
—¡Ay, por favor! —grito—. Parece que lo hizo un niño de primaria.
—¡Tú pareces niña de primaria! —grita Izumi, y Sotoka-chan ríe.
Mucha risa, eh. Ok. Ok. Luego no andes llorando.
—¿Ah, sí? Pues con razón a ti te dicen Nuki-ch—
—¡ANIME LIFE! —Izumi grita y me avienta en la cara todos los volantes que aún no pega—. Baka… baka, baka, baka, baka, dai kirai!
Sí, sí, la tuya.
Pero si quieres jugar a eso, muy bien.
Empiezo a recoger volantes del suelo.
Izumi me ve y hace lo mismo.
—Oigan, ya no se avienten volan—¿para qué me molesto? —Sotoka-chan también se pone a recoger volantes.
—¡ANIME LIFE! —Izumi me lanza unos cuantos, pero se esparcen por el aire y ni siquiera me tocan.
Yo los recojo antes que Izumi.
Me levanto y me acerco a ella. Tengo un montón de volantes en las manos.
—¡aNiMe LiFe! —le digo.
Ella se esconde detrás de Sotoka-chan.
—¡SOTOKA-CHAN, TASUKETE KUDASAI!
Yo me detengo frente a Sotoka-san. Ella me apunta con el dedo.
—No —me advierte.
No puedo no sonreír.
—Izumi, ¿en serio no vas a proteger a Sotoka-chan? Bueno, pues yo se los voy a aventar a ella, y si le pego qué bueno porque 1) se lo merece —ahora quién se ríe, perra—, y 2) va a ser tu culpa…
Levanto el brazo y me preparo para aventarle los volantes a Sotoka-chan.
—¡Ino, no! ¡Ino, no! —Sotoka-chan cierra los ojos y se cubre la cara con los pocos volantes que recogió.
Aun así se los voy a aventar en 3…
2…
1…
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—¿Saben qué? Mejor hay que terminar aquí para ya irnos —divido los volantes que tengo en dos montones y sostengo cada parte en una mano—. ¿Les paso estos?
Ellas se me acercan para agarrar los volantes, y yo les aviento los volantes en la cara con todas mis fuerzas.
—Jajajajajajaja, mucha risa, ¿verdad, Sotoka-chan? Mucha risa —agarro más volantes del suelo—. No, no, no, síguete burlando de mí, de cómo parezco una puta niña de primaria. Ándale, búrlate más —le aviento más volantes. La pendeja solo se cubre la cara—. Búrlate más —agarro más volantes del suelo y se los aviento, pero:
—Mamoru desu, Sotoka-chan —Izumi se pone frente a Sotoka-chan con los brazos extendidos, y por eso los volantes le pegan a ella en la cara.
Sotoka-chan empieza a recogerlos.
Y yo hago lo mismo, pero:
—¡ANIME LIFE! —Izumi se abalanza contra mí y me tira al suelo.
—¡Maldita Izumi, quítate! —le grito, pero ella me abraza muy, muy fuerte.
Sotoka-chan se acerca. Tiene un montón de volantes en las manos.
Y los enrolla.
—¡Pégale duro, Sotoka-chan! —grita Izumi.
Sotoka-chan se sienta sobre nosotras.
—¡Ay, quítate; estás bien pesada!
Izumi me mira y me dice:
—Omae wa mou shindeiru.
—La tuya, pero ya suéltame, por favor, Izumi, por favor, por favor, por favor, por fa—
*PLOP*
Sotoka-chan me pega con el rollo de volantes.
Huh, casi ni duele nad—
*PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PLOP**PL—
—¿Se divierten? —pregunta alguien más, y mucha gente ríe. Sotoka-chan por fin me deja de pegar.
Aunque no se me quita de encima.
Como sea, todo el equipo de fútbol está aquí.
Y en el centro está Yuri Okabe. Ella es tan popular que hasta yo sé quién es.
—Oye, tú eres Hamano-san, ¿verdad? —Yuri Okabe se acerca a Sotoka-chan y le ofrece la mano para ayudarla a levantarse.
—Ah, gracias —Sotoka-chan la acepta y me deja de aplastar.
Izumi me suelta y se levanta.
Y yo me quedo un ratito en el suelo, que sí me estaban aplastando bien feo.
—Hola —Izumi le dice a Yuri Okabe, y esta ni siquiera la voltea a ver—. Estamos haciendo un club, y nos faltan dos miembros, por si conocen a alguien o por si se quieren meter…
—¿Apoco tú pusiste esos? —Yuri Okabe señala los volantes y le pregunta a Sotoka-chan y solo a Sotoka-chan—. Y ¿qué es eso del ANIME LIFE?
No sé qué le está diciendo Sotoka-chan y la verdad no me importa porque sí, ya sé, jajajaja, Yuri Okabe no le hizo caso a Izumi, y lo que sea, pero también ¿qué le pasa? Se cree mucho porque todos quieren con ella.
De seguro porque está chichona —como Sotoka-chan.
Y porque es alta y delgada —bueno, al menos tan alta como Sotoka-chan.
Y porque su piel es suave, tersa, y perfecta —como la de Sotoka-chan.
Y porque tiene un cabello largo, sedoso, negro, brillante y perfecto —como el de Sotoka-chan, excepto que ella es rubia.
Y porque su cara es hermosa y perfecta, y sus ojos, grandes y negros —como Sotoka-chan, excepto que sus ojos son azules.
Y por sus labios pequeños y rosas como de muñeca —como los de Sotoka-chan.
Y porque es de las mejores de su clase —como Sotoka-chan.
Y porque ahorita que está toda sudada, con el pelo recogido y con el uniforme manchado de tierra y pasto, aún se ve guapa —como Sotoka-chan después de las clases de educación física.
No, pues con razón Yuri Okabe solo le hace caso a Sotoka-chan.
Aunque si las dos son tan iguales, ¿por qué una es tan popular y la otra no?
De seguro es porque Yuri Okabe es rica, y Sotoka-chan.
¿O será porque Sotoka-chan se junta conmigo, y Yuri Okabe, no?
No, ha de ser por Izumi.
Sí, de seguro es por eso.
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Aunque ella siempre se ha juntado conmigo y hasta le hacían bullying de niña, y conocimos a Izumi hasta que entramos a la prepa.
Sí, pero no es mi culpa que las niñas le hicieran bullying porque todos los niños se fijaban en ella —y aún se fijan.
Y hablando de viejas envidiosas. Ellas nos miran y murmuran y ríen.
Me cagan. Si nos quieren decir algo dígannoslo en la cara.
—Es Nuki-chan —alguien dice en voz baja.
Ah, claro. Nuki-chan. Creo que así le dicen a Izumi. Y creo que Nuki es por tanuki. Y la verdad el apodo le queda muy bien: tiene unas ojeras tan enormes como las de los tanukis, su cabello tan largo y despeinado es café, como los tanukis, y siempre está lleno de basura —pedazos de goma, hojas de papel hechas bolita y a veces hasta lápices y plumas—, huele mal —a café y a sudor, y sí, así no han de oler los tanukis, pero el caso es que huele mal— y aparte es tan gritona que a veces parece animal salvaje.
—Hola. Queremos empezar nuestro club, y nos faltan dos miembros, por si conocen a alguien —les dice Izumi, pero ellas no le hacen caso.
—Qué volantes tan feos.
—Y ¿por qué nos dicen a nosotras?
—¿Qué es eso de ANIME LIFE?
—Pero ya existe un club de anime, ¿no?
—Qué desperdicio de papel.
—Ya sé. Ni que fuéramos otakus.
—¿Apoco el dibujo este es Nuki-chan? Jajajaja, qué risa.
—¿Por qué no se largan estas? Ya me quiero cambiar.
—¿Y esto? —alguien del club de fútbol abre su mochila y descubre todos los volantes que dejé ahí.
—Jajajaja. Nuki-chan te dejó un regalito.
—Ni modo. Ahora te vas a tener que unir al club ese de Nuki-chan, para que te hagas su amiga. XD
—Ay, no, qué asco.
—Sí, ándale, al cabo también vas a estar con la perra esa de Hamano.
Ah, mira, y yo que pensé que ya no le hacían nada a Sotoka-chan.
Bueno, al menos ahora solo la critican.
Y ¿qué otra cosa podría esperar de estas pinches viejas?
—Oye, y ¿quién es Ino?
¿En serio?
—No sé, ¿por qué?
¡¿En serio?! ¡Estoy aquí, culeras!
—Pues en el volante este dice que una tal Ino.
¡Y ¿quién podrá ser?! ¡¿Qué chingados creen que hago aquí?!
—Ah, de seguro es esa niña que nos está viendo.
¡Pues sí, pendejas! ¡¿Pensaban que yo estaba aquí de okis o qué?!
—Jajajajaja, parece niña de primaria. ¿Apoco va con nosotras?
Jajaja, mucha risa, ¿verdad?
Jajaja.
No, síguete riendo.
—Se parece a Bellot—
Le quito los volantes que encontró en su mochila y ¡BAM! Se los aviento en la cara.
Después tomo a Sotoka-chan’s y a Izumi de las manos.
—Vámonos, vámonos —les digo.
—Uhm, ok… —dice Sotoka-chan.
—Yamete, Ino; me faltan pegar estos —Izumi aún tiene un montón de volantes en las manos y ¡CON UNA CHINGADA, IZUMI! Se los quito y los aviento lo más fuerte que puedo.
Hacia la cara de Yuri Okabe —no fue mi intención: yo no estaba viendo a dónde los aventaba—, pero ella se inclina hacia la izquierda y los esquiva perfectamente.
Aunque terminan golpeando a alguien detrás de ella.
Yuri Okabe se vuelve hacia mí y me mira, como todos.
No están enojados, solo confundidos.
Por eso les decía que esta era una pésima idea.
—Ja. ¿Qué pedo con Bellota? —alguien pregunta, y esas perras se cagan de risa.
—No ma. Sí se parece.
—Y si ella es Bellota entonces la perra de Hamano es Burbuja y esta Nuki-chan, Bombón.
—Las Rechas Superpoderosas.
Y se cagan aún más de risa.
¡Puta madre! Nadie me había llamado Bellota desde la secundaria.
Y, sí, la secundaria se acabó apenas hace unos meses, pero pensé que aquí podía pasar un poquito más desapercibida o algo.
Aunque, pensándolo bien, eso es una pendejada; después de todo soy una enana con el pelo corto y negro y con un humor de la chingada.
Estoy destinada a que me llamen Bellota.
—¡ANIME LIFE! —un montón de volantes le pegan a Yuri Okabe en la cara y se esparcen por el aire.
Qué ching—
Es Izumi. Ella está sacando más y más volantes de su mochila y se los está aventando a las perras esas del equipo de futbol.
Avienta tantos que no se alcanza a ver nada
—Nigedasou! —alguien—de seguro es Izumi because porque ¿quién más diría esas madres otaku, lo que sea que signifiquen?—me agarra de la mano, y salimos de ahí—. ¡Ahora vamos aquí! —Izumi me lleva por un pasillo y unas escaleras, y nos detenemos frente a la puerta de un salón.
Ella me suelta, abre su mochila y se pone a buscar algo.
Yo me siento en el suelo y trato de recuperar el aliento.
Izumi saca unos cuantos volantes, abre la puerta y:
—¡ANIME LIFE! —los avienta dentro, cierra la puerta y otra vez tenemos que correr.
No, por favor, ya… no puedo correr… más…
—¿Por qué hiciste eso, Izumi-san? ¿Quiénes estaban ahí? —pregunta Sotoka-chan.
Huh. Yo pensé que ella seguía en los vestidores junto con Yuri Okabe y sus perras.
Pero no había forma de que Izumi se olvidara de ella.
De seguro la sacó de ahí junto conmigo.
Como sea, Izumi se vuelve hacia ella y sonríe.
—Los del club de anime.
Y nos vamos.
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—Esperen —dice Sotoka-chan—. Aún tenemos que quitar los volantes del salón.
Puta madre.
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QUE TE PARECIÓ?