Apocalypse - 02

Una vez en la superficie el corazón de Iñaki se relaja. Los sonidos del tráfico lo rodean y, con la imagen de Buzo Negro aun en su mente, se sube al primer taxi que ve.

-Hace calor para ser septiembre, ¿eh?- comenta el taxista mirándolo por el espejo retrovisor-. Normalmente hace más frío por estas fechas.

-Si.

-¿Ha oído las noticias?- Pregunta mientras busca una radio para escuchar.

-No- responde Iñaki contemplando sus manos.

-El desempleo subió otro 3%.

Iñaki encuentra los ojos del taxista en el espejo retrovisor y dice: “¿Un tres por ciento?”.

-Eso es lo que decían por la radio nacional- dice el hombre tras rascarse el bigote-. Lo que me llamó la atención es la cantidad de enfermos que están ingresando en los hospitales de todo el país. La periodista comentaba que habían tenido un incremento del 30%. Algunos hospitales están desbordados. Espero que no sea nada contagioso.

El cuerpo de Iñaki se mece con el movimiento del coche y, mientras el conductor continúa relatando las noticias, cierra los ojos.

-Son 180 pesos- Dice el taxista por tercera vez.

Tras pagar, Iñaki baja del vehículo y contempla el edificio con su fachada de ladrillos <<Estoy en casa>>.

-¿Iñaki? ¿Estás bien?- Pregunta Valentina apenas atraviesa la puerta.

-Algo pasó en el subte….

Valentina lo agarra de las manos, lo ayuda a sentarse en el sofá y apaga el televisor.

-Cuéntamelo.

De a poco, Iñaki le cuenta lo sucedido sin omitir detalle alguno. Valentina asiente sin soltar sus manos. Cuando termina, lo mira frunciendo la frente.

-¿Dijiste que el hombre intentó morderte?

-Si

Valentina agarra el control remoto y enciende la televisión. El sonido de las noticias irrumpe en el hogar. Le señala la pantalla a Iñaki.

<< Lo que ciertos médicos ya han calificado como un caso de Rhabdoviridae, es decir rabia, ha sido ya reportado en varias zonas del país y, según nos informa nuestro corresponsal en los Estados Unidos, en diferentes partes de América y Europa también- la joven presentadora da la noticia como si se tratara de una simple lluvia-. Varios de estos infectados son violentos, por lo que se recomienda que se les lleven a un hospital lo antes posible.>>

-Llevan repitiendo esto toda la tarde- acota Valentina.

Una pequeña imagen aparece en el extremo izquierdo de la pantalla y la presentadora cambia el tono de voz. <<Es inevitable que, tras conocer estos casos de rabia en humanos, muchos recordemos el incidente de hace unas semanas en el cual el presidente del Banco Central Europeo era atacado salvajemente durante una conferencia en directo por un mandatario del gobierno inglés>>.

El sonido del agua hirviendo proveniente de la cocina rompe el trance en el que se encuentra a Iñaki y mira a Valentina hambriento.

-Conozco esa cara de médico hambriento- dice poniéndose de pie.

-Todavía no soy médico, apenas voy por la mitad de la carrera.

-Ya no te falta mucho para terminar- Dice mientras guiña un ojo-, pongo los fideos y comemos en diez minutos.

Iñaki sigue a Valentina a la cocina.

-Bueno, bueno- dice Valentina tras ver a Iñaki entrar a la cocina-, ¿Vas a ayudarme a cocinar? Voy a tener que contratar a alguien para que intente morderte más a menudo.

-¿Que harías sin mi?- Pregunta Iñaki abrazándola por la espalda.

-¿Que haría yo sin vos? jajaja, anda a poner la mesa príncipe azul.

La cena transcurre de forma rutinaria. Los fideos tienen el mismo gusto de siempre y el mismo divorciado de todos los miércoles hace sus tonterías por televisión.

En la cama Valentina acaricia el cabello de Iñaki y besa su rostro. El contacto físico parece alimentar su agotamiento y tras unos minutos el sueño lo envuelve.

A la mañana siguiente….

Un rayo de luz se mete en el dormitorio e ilumina el rostro de Iñaki. Despega los párpados y en la oscuridad cree ver a Buzo Negro. Durante un segundo.

Gira en la cama y tras bostezar comprueba que Valentina ya se fue. Mira el despertador y sus números verdes indican que son las 7:09.

Vestido y con el desayuno preparado se sienta en la mesa y deja que el aroma del café lo despierte del todo. Iñaki se encuentra inmerso en sus pensamientos cuando su celular comienza a vibrar en la mesa. Pega un salto y el café se vuelca sobre su mano mientras Iñaki suelta un elocuente insulto.

-Dígame.

-Iñaki, soy Gonzalo, tu jefe. ¿Viste las noticias hoy?

-No.

-El gobierno emitió un comunicado <<aconsejando>> a la población de que se quede en casa.

-¿Que?

-Es por los casos de rabia. Ayer hable con la esposa de Martín, ella tampoco sabe dónde está.

Los sonidos de aquella llamada…<<¿Buzo Negro no había sonado igual?>> piensa Iñaki.

-¿Iñaki?

-¿Eh?

-Que teniendo en cuenta las circunstancias será mejor no abrir hoy, ¿Valentina fue a trabajar?

-Si…

-Creo que deberías decirle que vuelva a casa…por lo menos hasta que termine la epidemia está de mierda.

-Si, gracias, Gonzalo- Responde e inmediatamente llama a Valentina.

-Iñaki- responde Valentina-, no te preocupes. Nos dijeron a todos que volvamos a casa. Por eso llamabas, ¿no? Estoy a punto de salir.

-Te voy a buscar, quédate en la oficina.

-No hace falta, pienso agarrar un taxi apenas salga por la puerta.

-Quédate en tu oficina-dice Iñaki apretando el celular-, te aviso cuando estoy afuera.

-Iñaki, que no hace falta- Valentina hace una breve pausa-. Además, ¿No dijeron que es peligroso salir a la calle? ¿Para qué vamos a arriesgarnos los dos?

-No era un ofrecimiento, te llamo cuando llegue.

Iña..[CLICK]

Las calles están tan vacías que parece un domingo de madrugada. Una vez Iñaki se acerca hacia el centro, se vuelven a ver coches particulares y unas cuantas patrullas tanto de la policía municipal como de la nacional. No se ve ningún militar…<<lo del subte debe haber sido un caso aislado>> piensa Iñaki.

Luego de unos quince minutos de viaje, Iñaki se encuentra en las puertas de las oficinas donde trabaja Valentina.

Se baja del auto y la llama.

-¿Iñaki?

-Ya estoy abajo.

-¿Que tal todo ahí afuera?- pregunta mientras se escucha como sube al ascensor.

-Todo bien, parece que lo tienen todo bajo- cuando está a punto de decir <<control>> Iñaki siente una mano en su espalda.

Gira y se encuentra a un ser repulsivo abriendo su boca mugrienta y bañándolo con un olor rancio.

-…por favor-  escucha decir al vagabundo tras apartar el celular de su oreja.

-No, perdón- responde Iñaki respirando una vez más.

-¿Todo bien?- pregunta Valentina al salir por la puerta.

-Si, vámonos- dice Iñaki justo cuando una patrulla pasa como un rayo esparciendo el sonido de su sirena por toda la ciudad.

Iñaki sintoniza una estación de música en la radio y conduce de nuevo a su casa. Sentada a su lado, Valentina desliza su pulgar por la pantalla del celular repasando las noticias.

En breve llega a casa y estaciona el auto en el estacionamiento subterráneo del edificio.

-¿Queres comer algo?- pregunta Valentina tras dejar las llaves en la mesa.

-Tengo <<hambre>> de otra cosa- responde Iñaki guiñando un ojo.

Valentina lo rodea con sus brazos y lo acerca a su pecho. Iñaki recorre su cuerpo con las manos mientras ella hace lo mismo. El abrazo se rompe cuando valentina empuja a Iñaki, risa de por medio, y comienza a quitarse la camisa.

-Con que ese es el juego, ¿eh?- dice Iñaki luego de tirar la suya al suelo.

-Así es- responde Valentina y se escabulle en ropa interior hasta la habitación.

<<Juguemos>>, se dice Iñaki a sí mismo.

Al entrar al dormitorio Valentina está en la cama esperándolo. Un dedo índice lo invita a unirse. Su pantalón vuela por los aires y salta sobre la cama. Las risas de Valentina no tardan en convertirse en gemidos a medida que Iñaki comienza a recorrer su cuerpo con su boca. Dilata los besos lo mas que puede mientras siente cómo ella se estremece esperando ese beso inigualable. Cuando llega, cuando sus labios encuentran su pubis, las manos de Valentina aprisionan el cabello de Iñaki.

-Te amo- las palabras escapan entre gemido y gemido.

La respiración de Valentina es cada vez más pausada, acompañando el ritmo de los dedos de Iñaki. Su cuerpo se tensa de pronto y da paso a un gemido más largo que los demás, más profundo. Es entonces cuando une su cuerpo al de ella y ambos se pierden en el momento.

Unas horas más tarde…..