Apocalypse - 10

Iñaki arrastró el cuerpo del padre hasta las escaleras. Su cadáver era terroríficamente liviano para un hombre de su edad. Iñaki sabe que no puede dejarlo ahí, pero hay otros asuntos que tiene que atender primero.

Sofia duerme ahora acurrucada junto a Roco en el sofá. Iñaki intento darle algo de comer, pero nada parece poder despertarla…lo cual, teniendo en cuenta las circunstancias, le parece lo mejor. La figura de la niña en el sofá acapara todos sus sentidos y no se atreve a moverse por miedo a despertarla. <<Valentina… ¿Que pensarías vos de Sofia?>>.

La pequeña estornuda interrumpiendo los pensamientos de Iñaki. Una sonrisa comienza a formarse en el rostro de Iñaki. Sofia se acomoda en el sofá mientras Roco se rasca una oreja mientras Iñaki agarra una esponja del baño para limpiar el rostro de Sofia.

Esponja en mano, Iñaki arrima una silla al sofá sin hacer mucho ruido y se dispone a limpiar su rostro. Una vez terminada la tarea, Iñaki procede a limpiarle los brazos y las piernas. Al terminar, Iñaki se dispone a hacer una valoración médica de su estado.

Haciendo uso de la semiología, Iñaki hace una evaluación física sobre su pequeña paciente con el siguiente veredicto: la niña exhibe síntomas leves de inanición y deshidratación.

Tras escribir el diagnóstico en un cuaderno de notas, Iñaki se pone de pie y se dirige inmediatamente a la cocina y prepara una fórmula para Sofia que mejorara su estado de salud considerablemente.

Unos minutos más tarde…

Un sonido zigzaguea por el hueco de la escalera, recorre el pasillo y llega hasta Iñaki. Iñaki inclina la cabeza en la dirección del sonido… ¡Ahí está de nuevo! Gemidos, numerosos gemidos subiendo por las escaleras. << ¡La puerta de las escaleras está abierta!>>.

Iñaki corre hasta la puerta. El pasillo se alarga bajo sus pies. Una mano, un brazo, dos piernas putrefactas…Un zombie se adentra y clava sus ojos en Iñaki.

Iñaki se da cuenta que dejó su cuchillo en la casa, por lo que no tiene ningún arma para enfrentarse al zombie, por lo que procede a gritar el nombre de Roco.

El zombie está a punto de morderlo, pero Roco aparece en ese instante, muerde su brazo y se lo lleva al suelo con él.

El infectado le suelta un mordisco a Roco, pero este lo evade y ataca sus piernas. Sus colmillos se hunden en la carne putrefacta y despedazan las piernas reanimadas. La criatura se gira con el afán de librarse. Iñaki ya puede oír al resto de infectados acercándose a la puerta de la escalera.

Iñaki levanta el pie y pone la mira en el cráneo del infectado. Su pie desciende casi hasta el suelo y un crujido retumba en el pasillo. Un gran charco de sangre se forma alrededor de su cabeza y la criatura se paraliza.

Iñaki corre hasta la puerta arengado por los ladridos de Roco y, antes de cerrarla, observa los rostros ensangrentados de sus vecinos ascendiendo por las escaleras.

Un ejército de manos putrefactas golpea la puerta, sus puños son como granizo. Iñaki da un paso atrás, luego otro y corre hacia su casa. Portazo.

Ya en su departamento, encuentra a Roco gruñéndole a la puerta. Sofia mira en la misma dirección. Sus ojos viajan por todas las zonas de la casa: la puerta, Roco, la ventana…Entonces sus ojos encuentran los de Iñaki. Corre hacia él y se abraza a sus piernas.

Iñaki la alza en sus brazos. La niña se agarra con fuerza a sus hombros y siente lágrimas en su cuello; la niña no para de temblar.

Roco ladra furioso e Iñaki, con Sofia en brazos, jura que va a encontrar una manera de salir de ahí.