Apocalypse - 24
Mike alumbra detrás de Iñaki y niega con la cabeza. Se da la vuelta y alumbra en la dirección contraria. Un cartel verde indica <<SALIDA DE EMERGENCIA>>.
Una veintena de estanterías y 50 metros los separan de la puerta.
CRASH Entonces Iñaki oye la primera estantería detrás de el derrumbándose. El juego de domino da comienzo.
Los muebles se estrellan unos contra otros. El estruendo sacúdelos cabellos de Iñaki…El ruido se acerca.
– ¡Salta! – ruge Mike.
Las manos debajo en el pasillo rasguñan el aire.
– ¡Salta!
CRASH Los pies de Iñaki tiemblan y el suelo comienza a inclinarse hacia adelante.
Iñaki aprovecha el momento de inercia del mueble y salta. Sobrevuela decenas de muertos. Cae en la otra estantería junto a Mike.
– ¡Vamos!
Otra vez colisionan ambos muebles. CRASH
Mike salta antes que Iñaki. Su figura atraviesa la oscuridad. Su pie derecho aterriza en la góndola y se resbala; cae y sus manos se agarran del borde del expositor. La linterna se pierde entre los cuerpos debajo.
Un segundo después los pies de Iñaki golpean la superficie del mueble.
– ¡Mike, agarra mi mano!
Una marea de manos putrefactas intenta agarrar los talones del gringo. Ahí viene la estantería anterior…
Los rugidos son ensordecedores. Las criaturas huelen comidas. El mueble viene como un imán hacia la espalda de Mike…
– ¡Vamos Mike!
Iñaki agarra la mano del gringo y tira. Mike aprovecha la inclinación del mueble, lo escala y llega a la cima. Ambos saltan y sobrevuelan los cadáveres debajo. Aterrizan en la siguiente estantería, Iñaki se estabiliza y mira a su compañero; misión cumplida.
-Gracias…
La estantería anterior araña el mueble en el que están de pie. Este se mece como un péndulo…y se estabiliza.
Los rugidos suben como aire caliente y sofocan a Iñaki. Las linternas se encuentran sumergidas en el mar de muertos y los repuestos que habían conseguido están junto al resto de víveres.
– ¿Y ahora? – pregunta Mike.
-Seguimos hasta la salida.
– ¿Vos ves algo?
-Mis ojos ya se acostumbraron. Si nos mantenemos acá arriba podemos llegar.
-Ok, confió en vos.
Una vez más sobrevuelan el océano de cadáveres y aterrizan sobre suelo seguro.
Los ojos de Iñaki captan la silueta del mueble en la oscuridad. Calcula la distancia. Es todo lo que necesita.
-Sigamos- dice Iñaki mientras vuelve a saltar.
Iñaki aterriza. Sus piernas absorben el impacto. Mira el próximo objetivo. Se confía. Su pie izquierdo resbala. Cae. Iñaki logra agarrase al mueble con su mano derecha. La estantería comienza a inclinarse hacia él.
Mike vuela sobre su cabeza y cae sobre el mueble. Se arrima al extremo opuesto e intenta evitar que la estantería siga inclinándose.
– ¡Agarra mi mano!
Sus dedos aparecen sobre la cabeza de Iñaki y este se dispone a agarrarlos cuando siente algo tirando de sus vaqueros. Mira abajo y presiente a un infectado. Iñaki desenfunda la pistola y dispara.
Destello de luz. Iñaki ve su rostro y su mandíbula a centímetros de su tobillo. Vuelve a disparar. Otro destello. La criatura cae al suelo. Iñaki agarra la mano de Mike y esta tira.
Iñaki se pone de cuclillas sobre la superficie y trata de recuperar el aliento.
-13 balas…- le recuerda Mike.
Iñaki asiente y vuelve a enfundar la pistola.
Iñaki inhala y exhala con los ojos cerrados. Luego los abre y cuando vuelve a confiar en sus pies, se agacha y salta. Aterrizaje exitoso.
Dos figuras felinas continúan saltando en medio de la oscuridad. Los gruidos van quedando atrás como un viento que cambio de dirección. Ultima estantería.
-Ahí esta la salida- musita Mike.
El cartel verde desafía la oscuridad. Iñaki aun oye los quejidos de los muertos en el aire, pero provienen de la entrada de la tienda. Agudiza el oído. No escucha nada a sus pies. Decenas de pasos llegan a sus oídos, pero ninguno viene de cerca.
Iñaki baja del mueble. Un rugido surge a su izquierda. Unos dedos rugosos le apresan el rostro. La sombra abre su boca. Iñaki escucha a Mike detrás del zombi. El infectado convulsiona, pero no se detiene.
Iñaki desenfunda su pistola. El aliento del infectado acaricia su cuello. Pone el arma en dirección vertical y dispara. La criatura da un paso atrás, su nariz pulverizada. Iñaki apunta de nuevo y dispara. La bala destruye su cerebro y el infectado cae a los pies de Mike.
El gringo recupera su hacha de la espalda del zombi y ambos se dirigen a la salida de emergencia.
Mike aprieta la barra roja y empuja.
La alarma comienza a sonar.
El sonido retumba en los huesos de Iñaki. Los dos atraviesan la puerta. Iñaki ve al coche en medio del estacionamiento detrás de un grupo de infectados.
– ¡Corre! – vocifera Mike al sentir los cientos de rugidos a sus espaldas.
Iñaki pestañea una y otra vez al salir a la intemperie. Escucha zapatillas golpeando el suelo; algunos de ellos corren. Se dirigen al otro grupo de infectados con otra horda persiguiéndolos detrás de ellos.
Una infectada se lanza por Mike, el gringo dispara. explosión de sangre. Iñaki se limpia el rostro y continúa corriendo. Solo tienen que esquivar a los muertos delante y llegar al coche antes que los que los persiguen.
-Go! – grita Mike.
Un infectado gigantesco corre en la dirección del compañero de Iñaki. Abre sus brazos y su boca. Iñaki eleva el brazo, apunta, y dispara. El zombi trastabilla e Iñaki vuelve a disparar. El cadáver se derrumba y Mike continúa corriendo.
– ¡Gracias!
– ¡Vamos!
Una veintena de zombis merodean cerca del coche. Cientos de muertos vienen en su dirección por detrás. Miles son atraídos por el quejido de la alarma.
Mike dispara a otro infectado cuando un zombi demasiado ágil lo agarra de su remera. Iñaki apunta y la bala se pierde en el cielo. Una mano tira de su buzo verde y cae de espaldas al suelo.
Una boca putrefacta desciende sobre su rostro. Iñaki pone la pistola entre su cara y su mandíbula y dispara. El cráneo del infectado explota.
Iñaki se vuelve a poner de pie. Mike corre hacia el.
– ¡¿Estas bien?!
– ¡Si, ¿y vos?!
– ¡Si, vamos!
El coche esta a solo 50 metros. La noche engendra miles de gemidos moribundos. La alarma sigue sonando.
Dos zombis se abalanzan sobre Iñaki. Alza la pistola. Dos tiros (7 balas restantes). Continua. Mike despacha a dos mas en su camino. La sangre baña al gringo.
– ¡Vamos!
Cuatro infectados detrás del coche.
– ¡No tengo más balas! – exclama Mike y desenfunda el hacha.
Iñaki apunta a la cabeza del zombi mas cercano y dispara. Quedan tres. Apunta de nuevo y dispara. Dos. Apunta de nuevo. Uno. El ultimo infectado cae al suelo (3 balas).
Mike mira a Iñaki. Asiente incrédulo y busca las llaves del coche.
-Toma- dice entregándole las llaves a Iñaki-, a vos se te da mejor.
Iñaki agarra las llaves, abre la puerta y se sienta. Cuando va a cerrarla una mano putrefacta le agarra la pierna. Detrás de la mano aparece una boca hambrienta. Apunta la mano hacia abajo y dispara, su hombro se desintegra. Su boca se acerca.
– ¡Mierda!
Iñaki vuelve a disparar.
La cabeza del zombi desaparece. Iñaki cierra la puerta. Todos los espejos están llenos de cadáveres.
Iñaki arranca el coche. Esquiva a una docena de muertos y atropella a otros dos.
El coche ruge en la carretera y se aleja del supermercado a toda velocidad. La tierra gira y el sol se hace visible por el este.
Iñaki mira a Mike en el asiento del copiloto. Ninguno puede creerlo.
-Me sobro una bala- dice Iñaki en medio de risas y llantos.
Mike sonríe y aprieta el botón de la radio.
-Fueron unas buenas compras- ríe su amigo con lágrimas en los ojos. – Victorio no va a estar contento…
Los víveres quedan cada vez mas lejos, esparcidos por el suelo, rodeados de muertos vivientes. Pero el esta vivo. Iñaki acelera aun más. Baja la ventanilla. El viento revoluciona su pelo. Roco estaría orgulloso.
Iñaki vive para luchar un día mas. Sube el volumen y continúa acelerando
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