Asoid (Novela Ligera) - 13

** Cinco horas antes…

Una fuerte pisada hacía eco en el suelo seguido de suspiros de asombro – Maestro… ¿Pasa algo? – una de las chicas se acercaba para asistirlo.

Si se mirase desde la copa de los inmensos árboles que habitaba en Ronwben se observarla a un niño sentado de piernas cruzadas moviendo sus manos de un lado a otro.

Después de años y años juntos el anciano no podía dejar de asombrarse con todo lo que el pequeño podía hacer – ¿Enserio está haciéndolo? – Si Noclu tuviese la oportunidad de golpearse lo haría para asegurarse que lo que veía no era una alucinación – Este pequeño demonio está haciendo un contrato de alma en sus artefactos – murmuraba el viejo para sí mismo, pero no lo suficiente bajo para que las chicas no pudiesen escucharlo.

Mirando de un lado a otro Zia se dispuso a preguntar – ¿Contrato de alma?… A qué te refieres con eso – las chicas estaban siendo invadidas por la curiosidad.

Con un brillar en sus ojos Noclu comenzó a explicar lo que había podido entender acerca del tema cuando estaba en la montaña invertida leyendo los antiguos pergaminos de información prohibida – A veces, los Oficiales que vienen de la Retnuh dejan escritos importantes dentro de Ronwben para que ayuden al desarrollo de sus facciones desde temprano – la cara de incredulidad se iba desvaneciendo del anciano para ser reemplazada por admiración pura – El contrato de alma es algo que solo el nivel más alto del primer Reino puede lograr y a duras penas… Y este pequeño sin siquiera terminar la torre central lo está logrando – continuó como cual padre orgulloso de su pequeño.

Las chicas quienes conocían un poco del mundo se sorprendieron inmensamente por lo mencionado por el ente etéreo que flotaba de un lado al otro – ¿Que se gana con eso Sr.  Noclu? –preguntaba Demi quien ya estaba completamente enamorada del pequeño Senoch.

Mientras una sonrisa se dibujaba en el rostro de Noclu este explicaba – Al firmar un contrato de alma con un artefacto este se volverá tuyo hasta la muerte o hasta que un Demonio más fuerte rompa el contrato – un escalofríos recorrió el cuerpo Etéreo del anciano – Cuando un alma intenté deliberadamente colocarse algún artefacto o equipo previamente firmado está arderá con los Voluntad de Ella hasta que desaparezcan del mundo – finalizó con miedo y pavor en sus ojos; las chicas al oír lo que estaba haciendo su Maestro temblaron de miedo y sintieron pena por las almas que intentará ponerse algo de su Maestro.

El chico seguía haciendo contratos de alma a diestra y siniestra, destellos, chispas, humos de diferentes colores podían observarse; las manos de Senoch formaban patrones nunca antes visto por ninguno de los presentes.

** Segundo Plano.

Una cueva explotaba junto al quejido en erupción de una voz anciana – Pequeño bastardo… ¿Cómo es posible que aprendiera tan rápido hacer eso? – con un movimiento de su mano aparecieron dos hombres encapuchados en la oscuridad – Espero que no tenga que decirles que tienen que hacer inútiles – los hombres temblando de miedo asintieron y desaparecieron.

** En otro lado del segundo plano.

Con su ojo inmensamente abierto y llenos de sorpresa – ¡Wow!… Este pequeño se mueve a pasos agigantados – decía un pequeño de aspecto infantil, seguido de un aplauso un grupo de siete almas aparecieron postradas en el suelo – No pierdan el tiempo, es ahora o nunca – luego de dirigirle la palabra al grupo este se desvaneció y termino con saltos de felicidad.

** De vuelta en Ronwben

Con un rostro extremadamente satisfecho – Creo que lo logré… Es hora de probarlo – luego de pensar en vos alta miro a su alrededor para ver quién podría ser su conejillo de indias hasta que alcanzó con la mirada al anciano que flotaba para esconderse – Ajá, ven acá anciano decrépito… No me volverás hacer caer – Senoch salió disparado a toda velocidad para colocarle su capa nueva con el contrato de alma al viejo Noclu; este corría y corría hasta que vio su oportunidad de salvación mientras suplicaba que no lo hiciese, el viejo floto por encima de unas piedras.

Un fuerte golpe de una cara en contra del piso se podía escuchar a cientos de metros, Senoch de había tropezado de manera estrepitosa y al tratar de levantarse podía escuchar como un mono alado gritaba de dolor y desesperación – Gracias a Ella, me salve… Me compadezco de la pobre bestia que tuvo que probar su final a manos de es maldito niño insolente – pensaba para sí mismo el anciano; al notar lo ocurrido con la bestia Senoch miraba a su maestro con ojos de disculpa, él no sabía que iba hacer tan peligroso y solo quería probar si lo que había hecho funcionaria – Creo que es mejor de lo que pensé… No dejo ni los huesos – con cara de desagrado retiro su capa de los restos de polvo de la bestia, dirigió su mirada a la torre central y ordenó – ¡Sigamos! no queda tiempo que perder –.

** Presente.

Mientras Senoch se despojaba de sus artefactos solo podía sentir un hambre de venganza en su cuerpo – Espero que cumplan su promesa de no molestar a mis compañeras – decía mientras arrojaba su capa encima del líder.

Seguido del movimiento solo se podían escuchar gritos de dolor – ¿Qué demonios está pa… san… d…o – todos los brabucones iban desapareciendo uno a uno mientras se escuchaba el golpe del artefacto al caer al suelo mientras Senoch murmuraba – Gracias por mantener su promesa – y retomaba sus pertenencias.

El joven luego de colocar en su lugar sus artefactos se dirigió a la entrada de la torre central, al poner un pie en la puerta fue transportado a otra dimensión más pequeña, Senoch entendió que había entrado al primer piso de la Torre Central.

Una voz retumbaba en su cabeza y una inmensa presión caía obre su cuerpo, la primera prueba había comenzado.