Astrid: La Búsqueda - 00

El gran reino de Erinnere, o simplemente Erinnere, es una gigantesca isla montañosa cuyos boscosos terrenos albergan un sinnúmero de historias y leyendas. Gran parte de ellas han sido escritas por sus propios habitantes, quienes son conocidos por haber cultivado durante siglos el arte de la magia. Esta habilidad les ha ayudado a vivir en armonía con otros reinos durante siglos e incluso a interactuar con míticas entidades mágicas, que normalmente ocultan su presencia ante los mortales. Naturalmente, hubo muchos conflictos, pero no al nivel del evento en el cual se desarrollará la siguiente aventura, conocido como uno de los episodios más oscuros en la historia de Erinnere.

La era del Gran Acuerdo estaba por cumplir su primer centenario. Este fue un tratado en donde las fronteras y los reinos monárquicos fueron abolidos. Allí se optó por un sistema político similar a la oligarquía, dominado por dos clases que representaban a los humanos y a los magos, llamadas Aristocracia y Magisterio, respectivamente. Una visible paz se había mantenido durante bastante tiempo, aunque con un constante tira y afloja entre las esferas de poder.

La isla vivía en una época dorada para el desarrollo mágico, en donde los magos trabajaban codo a codo con los civiles para mejorar las condiciones de vida de los habitantes de sus diversas ciudades.

Esta duradera paz se desvaneció cuando el aristócrata Eoghan Erenhaft fundó un culto monoteísta, conocido como Cruzada Divina con la intención de desencadenar una guerra civil. Con ello, la aristocracia tendría el control total de Erinnere, destruyendo todo lo conseguido durante la era del Gran Acuerdo.

A pesar de todos los pronósticos, la Cruzada Divina logró su objetivo y ganó la guerra, desencadenando una persecución en contra de los derrotados magos. Libros, pergaminos e incluso sus dueños ardieron en las llamas de la Cruzada, dejando solo cenizas como prueba de su gloriosa existencia.

Hubo quienes se resistieron, pero fueron exterminados sin piedad; otros, huyeron del continente y vivieron en el exilio, jurando jamás regresar a su amado hogar. Unos pocos traicionaron sus raíces, para apoyar a los nuevos gobernantes y evitar sufrir las consecuencias de no seguir las nuevas imposiciones.

Los más osados, lograron burlar a la inquisitiva orden para vivir a escondidas entre el resto de la población, esperando el día en que el volverían a recuperar lo que les fue arrebatado. El resto de los civiles no fue capaz de levantar las armas en contra de la tiranía que reinó de golpe su amado reino, ya que el miedo se apoderó de su espíritu.

Quince largos años pasaron desde el final de aquella guerra. La Cruzada estaba a cargo del orden y la seguridad de Erinnere con mano dura e implacable contra todo lo que atentara sus leyes y creencias. Innumerables horrores habían ocurrido durante este tiempo bajo el alero de “la voluntad del Gran Deus”, pero los subyugados habitantes poco a poco comenzaron a ver como habitual la forma de hacer las cosas que la Cruzada tenía, por lo que cada vez el futuro del continente se veía más oscuro.

Sin embargo, un encuentro fortuito, una pequeña decisión y sus resultados, encendieron la luz de esperanza que Erinnere necesitaba, dando comienzo a la historia que estoy pronto a relatarles.