Bajo Mi Mente En Otro Mundo (Especiales) - 1
Recorría la refrescante brisa como cada mañana, no había rastro de nube alguna, eso significaría que haría un espléndido día soleado en la estación de primavera en la mansión Ernst ubicado en el Reino de OrdLean.
Como toda mañana sin ni una falta alguna, la sirvienta de cabello blanco con un mechón largo que ocultaba su ojo derecho, Lyna, estaba lista para tocar la puerta donde se encontraría ese chico amable que poco a poco conocía y apreciaba su presencia.
—Alessio… Y-ya es de día, tengo un mensaje de parte del señor Emilio… —Decía la dulce sirvienta con tono suave y temerosa después de tocar la puerta.
Al saber que su llamado no tuvo efecto vuelve a tocar la puerta y no recibe respuesta alguna, sin mucho más tiempo que perder abre con suavidad la puerta sin antes decir «Voy a pasar» y entra a la habitación donde se encontraba ese chico que reflejaba lo cómodo que estaba durmiendo.
—A-Alessio… P-por favor despierta, tengo un mensaje urgente del señor Emilio… —Al agitar con suavidad el hombro del chico, este le da la espada inconscientemente.
—Nha… Nha… Ci… Cincuenta minutos más… —Respondía sin saber lo que decía.
Aunque a la sirvienta no le disguste verlo dormir además de traerle ternura, no podía al menos esta vez hacer cumplir el capricho de ambos, por lo que nuevamente agita el hombro de Alessio acercándose más hacia el.
—Alessio… Alessio… Ya es hora que despiertes…
—¿Eh?… ¡Aaaaah! —Bostezaba ante el llamado de la sirvienta—. B-Buenos días Lyna…
—B-buenos días Alessio, veo que pudo dormir bien, lamentó si lo he levantado.
—No te preocupes… ¡Aaaah! —Bostezaba—. Hiciste bien en despertarme, si no fuera por ti tal vez hubiera llegado tarde al entrenamiento de Emilio.
Con felicidad al poder confiar que Lyna pueda levantarlo temprano, este nota como si la sirvienta le quisiera decir algo más que un simple buenos días, por lo que lo observa curioso.
—Respecto a eso… Tengo algo que decirte sobre el entrenamiento de Emilio.
—¿Decirme algo?… Si él te envió que me lo dijeras es porque no está, ¿no?
—¡A-así es Alessio! Me sorprende tu gran deducción.
—No es para tanto… Era algo lógico viniendo de él.
Haciendo calmar las aguas de emoción de Lyna, este se alza y se estira.
—En fin… Si no está eso quiere decir que tengo prácticamente el día libre, ¿no? —Se preguntaba.
—Así es, aunque me dijo que tendrías que hacer unas tareas.
—¿Unas tareas? Ese no me dejará nunca un día tranquilo sin que me ordene algo… Ya pasó más de una semana que hago sus entrenamientos y no he tenido un día de reposo.
—Debe ser muy frustrante… P-pero no te preocupes, puedes compartir ese mismo sentimiento conmigo.
—N-no me sentiría bien… Aunque es una falta de respeto que diga eso sabiendo que tu trabajas todos los días sin parar.
Eso era verdad, Lyna llevaba trabajando en la mansión Ernst desde hace 5 años sin parar, decir que no tienes un día de descanso desde hace una semana delante de ella podría ser un insulto hacia su persona, pero viniendo de Alessio eso no es algo que le moleste.
—N-no te preocupes, con que pueda hacer lo posible para que te hagas sentir mejor eso también me hace sentir mejor.
Con una respuesta que daba un buen inicio al humor de Alessio, este desprende una cálida sonrisa ante las palabras de la chica que lo salvó dos veces en el primer día que llegó a este nuevo mundo.
—No por algo eres mi favorita, Lyna. —Decía Alessio al acercase hacia la sirvienta—. Y buenos días, un gusto poder pasar otro día contigo.
Con una sonrisa que contagiaba a la sirvienta, esta también le devolvió una suave y hermosa sonrisa de sus rosados labios.
Parecía que iba ser un buen inicio de mañana, muy pocas veces han tenido la oportunidad de tener un día completo los dos juntos, por lo que sin perder más tiempo Lyna le dice a Alessio que le esperará abajo para que tome su desayuno mientras que el se alista.
Y así fue, Lyna bajó a preparar lo necesario para que Alessio pueda tomar un buen desayuno, mientras que él se alistaba y se ponía tu típico chándal y ordenaba su cuarto para no darle más trabajo a la sirvienta, alistado y listo baja hacia el comedor donde se encontraba su querida amiga que le estaba esperando al costado de la silla donde el se sentaría.
—¡Estaba muy bueno como siempre! —Expresaba Alessio al terminar de tomar el desayuno.
—No hay de qué Alessio, todo sea para tu comodidad.
—Por lo que Emilio no estará todo el día… ¿Qué tareas te ha dicho que haga?
—Respecto a eso… Me dijo que mantengas limpio tu cuarto, que limpies la habitación que está al fondo en el mismo piso que estas y lo dejes bien reluciente.
—¿Para qué quiere que limpie una habitación vacía? ¿No te dijo el porqué de solo esa habitación?
—No me dio muchos detalles más que te ayude.
Al terminar de tomar su ultimo sorbo de leche, como si le diera fastidio a la típica muestra de misterio de su gemelo le responde a Lyna…
—Cuando no ese Emilio sin dar nada de detalles, en fin… Si cuento con tu ayuda entonces no habrá problemas.
—¡Claro!
Con una sonrisa resplandeciente en su rostro ambos ya sabían que hacer después de limpiar los trastes, pero un llamado en la puerta interrumpe el momento.
—¡Yo! ¿Estás aquí? —Exclamaba una voz similar al de Alessio detrás de esa puerta, no cabía duda que era Emilio. —¡Epa! Lamento interrumpir tu agradable desayuno yo. ¿Qué tal estuvo? —Pregunta al ingresar al comedor.
—¡Que maneras de decir buenos días son esas! Claro que estuvo bueno… Pero espera…
¿Qué haces aquí? ¿No que estabas afuera?
—Claro que estuve afuera, más afuera de lo que tu podrías haber estado en toda tu vida.
—¿De que estas hablando?
—Nada, nada… Solo estaba divagando, en fin. Ya volví y no pensaba tardarme mucho, ¿le dijiste lo que tenía que hacer sirvienta?
—Si señor Emilio, le dije tal como usted ordenó. —Decía mientras hacia una sutil reverencia ante su presencia.
—Entonces ya sabes que hacer después de limpiar los trastes yo, no tengo más que decir. Como si su comentario solo dejara más confuso a Alessio, este no evita preguntarle….
—Oye, ¿para qué quieres que limpie solo esa habitación? Puedes por lo menos dejar ese tono misterioso por un día, solo me mata la curiosidad.
—Eres muy impaciente, ¿sabes? Lo sabrás en este mismo día, pero a cualquier hora, así que buen trabajo en dejar esa habitación tan reluciente y que refleje bien como su Yelmo, suerte.
Sin hacer caso a lo que decía Alessio solo metía más fuego a la curiosidad de su yo, y sin decirme más decide salir de la habitación y cierra la puerta.
—¡Ey! ¡No te vayas sin decir nada más!… ¡Urrr! Ya se fue… Ahora tendré que dejar reluciente esa habitación sin saber para qué motivo lo quiere tan ordenado.
—No te preocupes Alessio, yo te ayudaré a dejarlo tan reluciente como tus ojos. — Expresando con un pulgar en alto y una sonrisa que transmitía confianza y entusiasmo, Alessio mostró lo contrario ante tal comentario.
—Me alagas, pero no creo que mis ojos sean tan relucientes como el sol mismo, pero juntos sé qué haremos un gran trabajo y dejaremos más que callado a Emilio. ¡¿Puedo contar contigo Lyna?!
—¡Claro Alessio! ¡Cuenta conmigo en toda clase de situaciones!
Expresando su felicidad ante el chico que admiraba, ambos se chocan las manos como un equipo y se dedican a lavar los trastes y elegir un plan para superar las expectativas de Emilio, era claro que Lyna tenía buenas ideas si se traba de limpiar una habitación, sus años como sirvienta se harían mostrar en este trabajo.
Alessio quien también en su antiguo mundo era un tipo de «sirviente» ante sus tíos que casi no hacían nada, más o menos podía defenderse y seguirle el ritmo a Lyna, por lo que llevan todo tipo de detergente, trapeador, escobas, cera, trapos entre otras cosas para cumplir y superar las expectativas de Emilio.
Alessio se encargaría primero de barrer toda la habitación, cabe mencionar que la habitación era un tanto grande como si de alguien importante se trataría, por lo que más sentido tenía dejar reluciente la habitación.
En cambio, Lyna se dedicó a cambiar los cubrecamas, las almohadas y sacudir los cojines para que saliera el polvo acumulado de hace tiempo, después se dedica a poner cera y sacar brillo a los muebles mientras que Alessio se dedicaba a dejar reluciente los espejos.
Por último, trapearon el piso echando un líquido de aroma a limón que daba otro toque a como olía anteriormente.
—Creo que ya está… —Expresaba Alessio al estar apoyado con el palo de la escoba.
—Uhm… Creo que falta algo. —Llevándose su dedo a su barbilla, llama la atención de Alessio.
—¡¿Eh?! ¿Qué faltaría Lyna?
—Falta la cosa más importante, si se trata de una visita importante sería malo si no hubiera bocadillos. Espérame aquí Alessio, no tardaré en volver.
—Oh, claro… Yo veré si podré limpiar algo más.
Al dirigirse hacia la cocina para sacar unos bocadillos, Alessio se dedica a limpiar un poco las ventanas.
—Ahora es más claro qué tipo de persona vendrá a esta habitación… Aunque depende de quien sea… ¿Qué tipo de persona tan importante estará aquí para que Emilio quiera que este tan reluciente esta habitación? —Al sentir que su trapo no estaba tan húmedo, va por el balde que estaba detrás de él para remojarlo.
En eso al querer remojar su trapo su imaginen viene reflejado en un extraño «espejo» que había salido de la nada, era tan reluciente que podía ver su propio rostro. ¿Cómo había llegado esa cosa ahí? Haciendo sorprende a Alessio cayendo al suelo del susto al presenciar que no era un espejo, era una persona extraña que había aparecido de la nada…
—¡Hola! —Expresaba el ser extraño que alzaba su mano tan amigable ante la caída de Alessio—. ¿Oye estás bien? —Preguntaba.
—¿Q-quién eres tú?
Con nerviosismo y extrañado ante tal presencia misteriosa que no había escuchado entrar a la habitación, este comienza a reír como si se tratara de un chiste y se pone en una pose de presentación.
—¿Quién soy? Je, je, je. Antes que nada, ¿estás bien? Déjame ayudarte. —Estirando su mano para levantar al confuso Alessio, prosigue con su presentación—. Perdona por esa entrada inesperada, no era mi intención asustarte muchacho igual a Emilio…
En eso sin haber terminado de terminar la frase una voz suave resonaba en la habitación.
—Ya volví Alessio… O-oh, debe ser el invitado del señor Emilio, un placer. —Inclinándose ante la presencia de este ser misterioso, sin haberse hecho preguntas o haberse cuestionado ante esta persona que había aparecido de la nada, sólo se dedicó a inclinarse y darle una grata bienvenida.
—Oh, ¡hola! Me es un placer conocerla, debes ser la sirvienta de esta mansión, me alegra saber que no tuviste la misma reacción que la copia original de Emilio.
Respondiendo con tono burlesco hacia Alessio, este le contesta.
—¡¿Como no quisieras que haya reaccionado de esa manera ante alguien que apareció de la nada al frente mío?! ¡¿Acaso pensabas que te recibiría con flores en las manos o un beso en tu reluciente casco?! —Moviendo sus manos para hacer entender más su explicación, unos pasos lo interrumpen.
—¡JA, JA, ¡JA!
Una extraña pero conocida risa que venía entre unos calmados aplausos aparecía detrás de Lyna, era Emilio que había aparecido.
—Buena esa Señor ToonMan, me gustó mucho su entrada, tal como me lo hubiera esperado.
—¡¿Entonces era algo planificado de ustedes dos?! —Decía Alessio.
—Yo no tengo nada que ver… Yo solo hice caso a lo que usted me dijo señor Emilio. — Negando que quería asustar a Alessio, este intenta disculparse ante lo sucedido—. Oye copia original, perdona por lo de antes, no era mi intención.
—Bueno no pasa nada… Era de esperarse de parte de Emilio, ¿por qué tienes tantas ganas de molestarme?
—Porque puedo y porque quiero, además es divertido.
Expresando su afirmación y verdaderas razones, no era algo novedoso para Alessio, aunque él quisiera hacerle una obra a Emilio siempre estaba a un paso delante de él, como si supiera del próximo movimiento o pensamiento que le venga en mente, a fin de cuentas, son gemelos… ¿No?
—Si serás… —Expresando su odio antes las bromas de su gemelo, la persona que se hacía llamar ToonMan vota una carcajada.
—Veo que se llevan muy bien. —Decía ToonMan.
—Más que bien diría yo… —Decía Alessio con sarcasmo.
—Pero en el fondo sé que me quieres. —Respondía Emilio a su sarcasmo con total sinceridad como si se tratara de una verdad.
—¡Ni en sueños! ¡Ya sabes que ni me gusto a mí mismo!
—Vale, vale, no lloriquees yo. Bueno, fuera de bromas ya habrán conocido a ToonMan o…
¿Cómo es que te conocían en ese mundo?… —Preguntaba.
—Me llamo Toonla-Man, o para simplificar ToonMan, un gusto en conocerlos.
El traje que tenía era un tanto peculiar, entre un combinado de un color azul y blanco y un logo extraño tatuado en la frente de su caso que parecía de un motociclista, y un traje que parecía de un superhéroe daba la sensación de no ser alguien relacionado a este mundo, parecía más como un personaje sacado de un comic y una copia barata de Super-Man o de los Powers Rangers… Eso último es lo que tuvo pensando Alessio al estarlo observando detalladamente.
—Ahí está, Toonla-Man —Prosigue Emilio—, está aquí de visita por solo un día para descansar después de tantas visitas y trabajos que ha tenido en este corto periodo de tiempo, ¿no es así?
—En cierta forma sí, creo que al fin podré darme un merecido descanso… Cada visita era peleas tras peleas… Aunque los tipos que me atendieron eran buenas personas, al final del día me sentía algo cansando…
—No por algo estas aquí así que no te preocupes, tómate este día como descanso y como disfrute especial del día podrás ver como mi yo aguanta mis entrenamientos.
—¡Te gusta solo verme sufrir no! —Exclamaba Alessio.
Era normal que Alessio se enojada un poco, después de haber limpiado toda la habitación hasta dejarlo reluciente junto con Lyna merecía un descanso después de todo.
—Veo que la habitación está muy pulida, puedo ver hasta mi propio reflejo en el reflejo de esta mesa… ¡Qué reluciente! —Exclamaba ToonLa-Man con felicidad.
—Bueno… Todo eso fue gracias a Lyna, si no fuera por ella esta habitación hubiera seguido siendo un desastre, ni yo lo hubiera sacado tanto lustre. —Agregaba Alessio.
—N-no digas eso Alessio… Tú me ayudaste y fuiste fundamental en este trabajo, lo hiciste muy bien.
—Haz caso lo que te dice tu amiga, desprestigiarte ante algo que sabes que has colaborado y haz hecho bien es solo tener un bajo autoestima. —Al apartar su mirada de le mesa, se dirige hacia Lyna—. ¿Así que tu nombre es Lyna no? Un gusto conocerte, veo que eres una sirvienta muy experimentada y llevas muchos años en esta profesión, ¿no es así?
Al preguntar al improviso uno se esperaría que ella respondiera de una forma nerviosa, pero sabiendo que es un huésped y como si se tratara de un interruptor, la palanca había subido a modo sirvienta, respondiendo con normalidad.
—Claro, lo primordial de cada sirvienta o sirviente es poder cuidar y servir bien a cualquier huésped, señor o persona superior a nosotros para su comodidad. —Respondía haciendo una sutil reverencia.
—Si que te enseñaron bien… En fin, un gusto señorita Lyna.
—El gusto es mío, al ser el huésped del señor Emilio haré lo posible para que se sienta cómodo.
—Gracias, y… Tu deberías ser Alessio, ¿no?
Al acercarse hacia él, Alessio podía sentir una fuerte presencia y aura que desprendía este misterioso ser llamado ToonLa-Man, pero su manera de hablar amigable y en la forma como se expresaba no había por qué temer.
—Si… Ese es mi nombre…
—Será un gusto conocerte, ahora viéndote de cerca si hay cierta diferencia entre ustedes dos…
Refiriéndose que la similitud entre Alessio y Emilio se podía distinguir a simple vista, esto curiosea a Alessio. ¿Qué es lo que lo diferencia de Emilio a él aparte de su fuerza? Parecía que ToonLa-Man sabía más que él y podía notar una diferencia entre los dos…
—¿Una diferencia? —Preguntaba Alessio.
—Si… Puedo notar que… —Expresándose con un tono misterioso esto hace extrañar más a Emilio, preparándose ante todo lo que salga de la boca de ese ser amigable—. Estás algo barrigón.
—¡Sólo eso nos diferencia! —Exclamaba Alessio.
—Es lo único que pude notar, pero, en fin, en rostro y físico si que son lo mismo, aunque también se les puede diferenciar un poco por el corte de cabello, te recomendaría que cambiaras tu forma de cabello, te ahorrará problemas.
Como si le estuviera dando un consejo a un futuro, Alessio no le toma tanta importancia y hace como que si no lo hubiera escuchado pero que toma no del todo su consejo.
—Bueno, ya creo que ha sido bastante divagación, creo que ya va siendo hora que hagas los entrenamientos yo, mientras que tu señor Toon-Man podrías quedarte viendo en primera fila como mi querido yo soporta todas mis adversidades.
—¡Claro! Será algo divertido de ver.
Al presenciar como los dos disfrutarían verlo sufrir ante los pesados entrenamientos que estará sometido, no evita volver a exclamar.
—¡Parece como si los dos estuvieran conectados y quisieran verme sufrir!
—Es divertido. —Expresaba los dos al mismo tiempo, aumentando la frustración de Alessio, pero ante eso, una voz suave se escuchaba de su costado.
—No te preocupes Alessio, yo sé que lo harás bien, te prepararé algo delicioso como recompensa ante todo tus esfuerzos. —Decía Lyna con amabilidad.
Aunque en cierta forma lo decía para calmar a Alessio, su mayor intención era siempre hacer sentir bien a Alessio, aparte que también es un huésped, Alessio tiene la suerte de ser un huésped VIP para Lyna, el trato que ella le da es muy distinto a lo que daría a un huésped común y corriente o al rey del universo, para ella Alessio era lo primordial y siempre ser agradecida con él por su amabilidad y haber cumplido el sueño que ella quería hace mucho… Que supieran más de ella.
ToonLan-Man ni corto ni perezoso se pone a observar a los dos, se puso a analizar ese cambio en la forma de hablar de Lyna y como esta influía en la moral del chico, haciendo que exprese una agradable sonrisa ante tal situación.
—Muchas gracias Lyna, ¡intentaré dar lo mejor de mí!
Con felicidad y un cambio de humor al saber que cuando se trata de la comida de Lyna después de un dudo entrenamiento valía mucho la pena, sus motivaciones estaban hasta los cielos, a veces Alessio era una persona fácil de no creer en sí mismo, pero también era alguien que se motivaba rápidamente ante algo que le gustaba demasiado. ¿A quién no le gustaría venir de un duro día de trabajo y encontrar una deliciosa cena? Lyna sabía perfectamente como solucionar esos malestares y frustraciones de Alessio.
—Me alegro que entres en motivación yo, así que… 150 abdominales, 200 cuclillas, corre 20 Kilómetros o gira 200 veces la mansión en un lapso de 4 horas o menos. —Decía rematando la motivación de Alessio.
—Si serás. Suspira mientras que una presencia toca su hombro.
—No te desanimes, hay entrenamientos peores que este, tú solo hazlo, te estaré observando y dando ánimos. —Expresaba ToonLa-Man con el pulgar en alto.
Dando una fuerte confianza a Alessio este no tiene más remedio que ir a hacer a lo que estaba condenado a hacer por un mes entero antes de su segundo juicio.
—Vale…. Decía suspirando.
—¡Esa es la actitud!
Con una sonrisa que expresaba que todo iría bien, Alessio y Emilio se habían dedicado a bajar hasta el patio, mientras que a ellos les había tomado sólo 5 minutos en bajar, a ToonLa-Man en tan solo un abrir y cerrar de ojos ya estaba con ellos.
En cambio, en ese lapso de tiempo, Lyna se había dedicado a dar unos pequeños arreglos a la habitación donde estaría el invitado especial y pensaba que tipo de almuerzo subiría la moral del chico que aprecia.
En el jardín, Emilio estaba explicando los mismos ejercicios que debía hacer Alessio, por lo que sin opciones y sin más que hacer comienza a entrenar, ToonLa-man lo observa sentado bajo la sombra mientras hablaba con Emilio. ¿De qué cosas estarían hablando esas dos personas misteriosas? No parecía que estarían hablando de algo tan grave, las carcajadas que votaban entre ellos era una muestra de ello, pero en eso Ilna e Inés como cada mañana habían bajado a tomar un poco de aire y se toparon con el nuevo invitado, siendo presentado por Emilio.
No era de extrañar que Emilio cada vez que debe presentar a Ilna a un desconocido lo haga de una manera tan peculiar y exagerada, siendo algo vergonzoso para Ilna, aunque ella quisiera presentarse por si sola siempre deja que Emilio lo presente, aunque lo avergüence, un tanto irónico de su parte de la chica de cabello castaño.
La presencia de ToonLa-Man no era de gran impresión para Inés, era como si se tratara de una persona extranjera con el peor gusto de la moda superando de por lejos a Alessio, pero si hablamos del posible valor de ambas vestimentas la de ToonLa-Man podría valer mucho dinero.
Ya habrían pasado unas horas y el sudor que desprendía Alessio era muestra de su duro esfuerzo.
—¡Y-ya a-acabé! —Decía con dificultades al respirar.
—Bien, bien, ese es mi yo, bien hecho, sí, sí. —Golpeando con suaves palmadas en la espalada de Alessio, este cae desplomado al suelo.
—Oye, ¡estas bien! —Expresaba ToonLa-Man preocupado ante la caída repentina de Alessio.
—Claro que está bien, si no lo estuviera no estaría aquí, je, je, je.
Votando una sonrisa «maliciosa» ante la caída repentina de su yo, ToonLa-Man no se lo toma tan bien, aunque hayan hablado y reído juntos, ese comportamiento y como se expresaba con ironía y cierto sarcasmo ante la caída repentina de Alessio hace que sin decir nada y dejando que Emilio se ría sarcásticamente, se acerca a Alessio y lo carga.
—No te preocupes compañero yo te llevaré adentro, diste lo mejor de ti, bien hecho. — Votando una sonrisa ante el cansado Alessio, observa a Emilio—. Bueno, nos vemos más tarde, voy a llevarlo adentro para que repose, nos vemos.
Sin decir más y sin recibir ni una respuesta de Emilio este se dirige hasta donde se encontraría la sirvienta, aunque podía irse con su teletransportación y llegar más rápido, había cierta posibilidad que Alessio podría salir mareado, por lo que decide ir en pie.
Al entrar en la mansión un rico aroma se había hecho presente, siendo una perfecta «brújula» que le indicaría donde estaría la sirvienta, al llegar hacia hacia el comedor encontró a la sirvienta que estaba sirviendo los platos, un gran mangar había hecho la chica de cabello blanco dejando sorprendido a ToonLa-Man.
—¡Guau! ¡Tú hiciste todo eso! —Expresaba con impresión.
—Buen día señor ToonLa —Se inclinaba—, en cada cena siempre intento hacer algo mejor para Alessio… Veo que está muy exhausto…
Al acercarse para ayudar a cargar a Alessio, lo dejan en una silla y Lyna se dedica a traer una pequeña tina con agua fría y refregar un trapo limpio en su rostro para refrescarlo y limpiar su sudor.
Al terminar de limpiar su rostro le sirve un refrescante vaso de agua, cuya bebida hace entrar más en razón al cansado Alessio.
—Muchas gracias Lyna… Lo siento si tuviste que trabajar más por atenderme.
—No te preocupes, estabas sudando demasiado por lo que debía secar tu rostro y hacerte refrescar, además soy tu sirvienta por lo que no tienes por qué disculparte.
Respondiendo con una sonrisa al terminar de limpiar el rostro de Alessio, arruga la toalla y toda la agua acumulada cae de a poco en la tina celeste.
—Tienes razón, entonces muchas gracias por atenderme y también gracias por haberme traído hasta aquí ToonLa, no podía sentir mis pies.
—No hay de que, es lo menos que podía hacer.
—E hiciste bien, por poco podía haber pensado que eras igual que Emilio.
—¿Igual que Emilio? Si tú lo eres más que él.
—No me hice entender… Quiero decir que pensaba que tal vez te unirías a su sarcasmo y me dejaría ahí tirado, pero es bueno que no hiciste eso, gracias.
Agradeciendo que no fuera como su gemelo, ToonLa-Man sabía que Emilio lo hacía a propósito, aunque sea una persona con el que pueda caerte bien por su forma de hablar y su gran carisma, cuando lo ves como trata a Alessio otra faceta de él se puede notar, aunque pareciera una broma entre «hermanos gemelos», ToonLa-Man sentía que Emilio no mostraba tanto ese gesto, como si con él algo podría cambiar en su carácter, tenía un presentimiento, pero no podía interferir.
—No hay de qué, ¿siempre es así contigo no? —Preguntaba.
—Uhm… Bueno, puedo tomarlo como una simple broma, aunque él tampoco se queda atrás, aunque no sea fuerte ni tan reluciente como él a pesar de ser igual a mí, le respondo de todas formas sin quedarme callado, es divertido, aunque suele ser duro, se que es una buena persona después de todo.
Aunque ciertamente ToonLa-Man sentía ciertas sospechas sobre el comportamiento de Emilio y la similitud entre ellos dos, Alessio mostraba todo lo contrario, debería ser la persona que más curiosidad e intriga tendría que tener ante una persona igual que él, pero daba la impresión que eso era lo último de sus problemas.
—Aquí está tu plato Alessio, espero que lo disfrutes.
—¡Gracias Lyna!
Mientras que Lyna servía los platos ToonLa-Man los observaba, le impresionaba la relación entre estos dos, no es común que un huésped y una sirvienta se llevarán bien, era como si fueran buenos amigos. Distraído en sus pensamientos un aroma delicioso ataca su nariz llamando su atención.
—¡Este es para usted señor Toon! Si quiere un poco más no dude en avisarme.
Ante la confianza que desprendía la sirvienta cuya forma de hablar había cambiado a una más alegre hace olvidar esos pensamientos nacientes.
Era inevitable para quien sea no sentirse tentado ante los deliciosos platillos que hacía la sirvienta, ToonLa-Man no iba ser la excepción, por lo que hambriento dice…
—Claro, muy amable de tu parte Lyna. —Agradecía devolviéndole una sonrisa.
Así comenzaba un delicioso almuerzo, eran un tanto extraño que ellos tres sean los únicos que estén comiendo, esto curiosea a ToonLa-Man por lo que pregunta.
—Está muy bueno Lyna. —Decía ToonLa-Man al terminar de masticar al pensar bien la pregunta.
—Es bueno saberlo. —Respondía Lyna.
—Tengo una pregunta… ¿Por qué los demás no bajan a comer?
—Emilio les había avisado que primero Alessio debería comer, cuando él acabara después podrían venir los demás a almorzar.
Respondiendo la pregunta de ToonLa-Man, más que calmar esa duda solo lo incrementaba…
—¿Por qué razón quisiera que primero acabara Alessio para que después vengan los demás? ¿No sería mejor que todos comieran juntos?
—Tal vez, pero él lo ordenó así.
Sin poder recibir una respuesta que, calmada esa duda, no tiene de otra que pasar del tema.
—Entiendo… ¿Qué es lo que harás después Alessio?
—Uhm… Lo mismo de siempre, termino de comer, reposo unos minutos y vuelvo a entrenar.
—¿Eso es lo que harás hoy? ¿Sólo entrenar?
—Bueno, entreno todos los días, si no fuera por eso no habría mucho que pueda hacer, si no fuera eso tal vez estuviera ayudando a Lyna.
¿Por qué motivo Emilio quería que Alessio entrenara todos los días? ¿No habría otra cosa que tendría que hacer? Preguntas nacientes salían de ToonLa-Man.
—Bueno, ya acabé, ¡uf! Estoy lleno, muchas gracias Lyna, ya no sé qué más decirte ante deliciosos platillos.
—Con que te haya gustado y vea tu sonrisa me basta Alessio.
Levantándose de la silla para ayudar a llevar las cosas hacia el lavadero, ToonLa-Man termina de comer y se alza de la silla.
—Estuvo muy bueno, muchas gracias Lyna, deberás ser una persona importante para esta mansión.
—No es para tanto, hago lo mejor que puedo.
Agradeciendo el almuerzo, ToonLa-Man también ayuda a llevar los trastes, al llevar varios platos con facilidad y sin ni una muestra de desequilibrio, era notorio que tenía un gran equilibrio al llevar las cosas.
Al terminar de lavar los trastes y dejar todo ordenado antes que lleguen los otros, Alessio ya estaba listo para volver al duro entrenamiento.
—Bueno, ya va siendo hora de volver, estuvo delicioso Lyna, ¿te vas a quedar aquí ToonLa?
—Tal vez, yo te alcanzaré en un abrir y cerrar de ojo así que no te preocupes.
—Es verdad… Tú te puedes teletransportar, que habilidad tan útil, bueno, nos vemos, cuídate Lyna, haré lo posible para verte más tarde.
Al despedirse y al cerrar la puerta, ToonLa-Man y Lyna se despedían de Alessio moviendo sus manos, ahora ellos dos estaban solos, aunque no había motivos para que ToonLa-Man se quedara quería conversar un rato con Lyna.
—Hiciste un buen almuerzo, incluso mejor que cualquier lugar que he ido, podrías entrar en mi top 5 de los mejores cocineros del multiverso.
—¿Top 5? ¿Multiverso?
Extrañada al escuchar esos términos raros que nunca había escuchado en su vida, ToonLa- Man se ríe suavemente mientras tocaba su casco.
—Olvídalo, je, je… Veo que la relación entre tú y él es muy buena, es bueno ver que dos personas se lleven muy bien y se ayuden mutuamente, una buena armonía trae buenos frutos a la vida.
—Si… Es muy gentil, aunque no suelo verlo casi todo el día, cada momento que tengo la oportunidad de pasar tiempo con él intento que se sienta lo más cómodo posible.
—Ja, ja, ja, muy bien, muy bien, digo porque no parece una relación entre huésped y sirvienta, parece más una relación entre amigos y una muy buena.
Sin darse cuenta por el comentario que había dado hizo sonrojar a la sirvienta sin querer, haciendo que volteara su mirada y toque sus mejillas.
—¿¡O-oye estas bien!? ¿Dije algo mal?
—N-no… Bueno… ¿C-crees que hacemos una buena relación entre amigos?
—Eh… No he visto por completo como es tu amistad con él, pero en esta hora creo que fue lo suficiente para darme esa impresión.
Calmando a la sirvienta, esta baja sus manos de sus mejillas e intenta calmarse, volviendo a voltear su mirada hacia él.
—M-me alegro… E-es muy importante para mí… Se que no lo conozco desde hace mucho, solo ha pasado menos de una semana y media y es algo rápido que piense en esas cosas… Pero… Es un buen chico, es cierto que se parece al señor Emilio y siento cierta desconfianza en su repentina aparición, pero a pesar de eso y de su similitud con el señor Emilio… Para mí es Alessio, no me ve como una sirvienta, o eso es lo que yo siento… Me trata como una persona normal, como si fuera… Su amiga, intenta conocerme… Me hace sentir feliz y me calma ante la oscuridad que invade en mis pensamientos y en mi ser… P-perdona… E-es repentino que una sirvienta como yo diga esto delante de usted…
Comprendiendo las palabras que exprimía la sirvienta este logra entender que, a pesar de que se hayan conocido desde hace muy poco pueda exprimirse con facilidad al hablar de sus sentimientos.
Otra cosa que logra entender es el fuerte sentimiento que la sirvienta sentía por Alessio, era claro que podría ser algo excesivo, pero eran sentimientos reales que se podía sentir un cierto peso en sus palabras, como que si él calmara su pasado misterioso.
—No te preocupes Lyna, cada quien es libre de expulsar lo que siente, haces bien en contar lo que sientes, a veces hace mal encerrar o mantener tus sentimientos, eso consume a uno… Más bien me pone alegre que tengas a alguien como él y que puedas calmar esas lastimas del pasado, puedo sentirlo en tus palabras. Todos queremos ser escuchados, todos queremos ser amados, hasta el más cruel de este mundo también quiere eso… —Se acerca a Lyna y sostiene su hombro—. Me siento orgulloso que al fin hayas podido encontrar a la persona que tanto habías buscado, él también se siente feliz por tu cuidado, no estás sola Lyna, buenas cosas vendrán y no importará las adversidades o los problemas que vendrán, al final del día siempre hay una luz de esperanza, tú solo ten fe.
Diciendo una cosa motivadora hace que una pequeña lagrima naciente salga del ojo derecho de la sirvienta, al tener un gran mechón que cubría ese ojo ToonLa-Man no notó eso, pero Lyna al sentirlo intenta secarlo mientras intentaba calmarse.
—M-muchas gracias señor ToonLa, usted es muy amable.
—No hay de qué, solo digo lo que es correcto.
Con una sonrisa y con el pulgar en alto hace calmar a la sirvienta, su traje de héroe al fin servía de algo al ayudar el estado emocional de Lyna, cuya chica tenía sentimientos encontrados de un pasado oculto que devoraba sus pensamientos y su ser, pero gracias a ese chico especial, Alessio, todo se calmaba para ella.
—Me sorprende que puedas mantener toda esta mansión tu sola… Es impresionante.
—Respecto a eso no soy la única que trabaja aquí, hay otras dos sirvientas que trabajan aquí, pero están fuera con el señor de esta mansión dejándome encargada de mantenerla yo sola.
—Tú sola… Vaya… Deberá ser un trabajo muy difícil.
—Al inicio tal vez, pero no sería la primera vez que me quedo yo sola a cuidar la mansión, aunque Alessio en sus pocos tiempos libres intenta siempre ayudarme en algo.
—Que amable de su parte, espero que tampoco caiga exhausto al ayudarte a limpiar toda esta mansión, ja, ja, ja.
—No sería un problema, con que me ayude en algo me es más que suficiente.
Ante tal agradable conversación unos pasos se hacían escuchar, al ser abierto la puerta era Ilna, Inés y Velleda que habían llegado para almorzar.
—Ya llegaron, tengo que volver al trabajo. —Decía Lyna al prepararse a poner las mesas.
—Comprendo, déjame ayudarte.
Sin previo aviso y con su super velocidad había puesto todos los cubiertos y platos en sus respectivos puesto, dejando impresionada a Lyna.
—N-no era necesario… Podía haberlo hecho…
—Lo sé, pero quería ayudarte a pesar de que no lo hayas pedido, tal vez haya sido algo precipitado, pero nunca está mal ayudar, además que también tengo que volver con Emilio, ya me he tardado mucho.
—Está bien señor ToonLa, la próxima vez que lo vea le serviré un refrescante refresco por su ayuda.
—Uhm delicioso, ya nos veremos, cuídense.
Al irse del comedor usando su teletransportación deja impresionado a los demás ante tal desaparición instantánea, tampoco que en este mundo no se use la teletransportación pero que una sola persona lo use sin la utilidad de un objeto es más que difícil e imposible de lograr, dejando con más impresión al señor Velleda.
Al llegar donde estaría Emilio ve que Alessio ya había comenzado a entrenar, no tiene mucho que hacer más que estar ahí y conversar ciertos temas con Emilio, nada relevantes más que sus aventuras y exploraciones de sus vidas.
ToonLa-Man le había comentado que últimamente había estado viajando a distinto multiversos y que se siente feliz de al menos encontrar un lugar donde pueda estar algo tranquilo y que haya paz ante todas las peleas a las que estuvo involucrado, Emilio también le había comentado que hace no mucho ha estado también fuera por ciertos días ante un viaje importante, pero entre burlas y divagaciones dejan de lado ese tema.
Ya por el atardecer Alessio parecía una esponja llena de agua, pero a comparación del entrenamiento de la mañana este pudo mantenerse en pie y no caerse desplomado.
—Bien, bien, excelente trabajo yo, fortalecer tus fuerzas es lo mejor que te pasará.
—¿Y-y tú c-cuanto tiempo te t-tardaste en ser así de molestoso?
—¿Uhm?… Desde que viniste.
Respondiendo de forma graciosa a su pregunta, era de esperar que respondería con ese típico tono sarcástico y burlesco. Cansado y sin querer perder más tiempo e irse a darse una ducha intenta marcharse, pero…
—Yo, no te olvides que mañana tendrás que hacer lo mismo, recupera todas tus fuerzas, te será muy útil.
—Si, si, si, ya nos vemos.
Al marcharse dejando atrás a Emilio y a ToonLa-Man, este último intenta seguirlo, pero viene interrumpido por Emilio.
—Déjalo, no es un niño, puede caminar solo.
—Eso es verdad… ¿Pero no crees es que algo duro que haga esos entrenamientos? Será igual como tú, pero su físico no lo es…
—En eso tendrás razón, pero yo no estoy tan seguro de eso, yo solo exprimo todo su potencial, le será útil, a fin de cuentas.
Observando con atención como Alessio cada vez más se alejaba de ellos, Emilio observa a ToonLa-Man y le dice…
—Oye, ¿Quieres pasear un momento?
—Claro, porque no.
Aceptando la petición de Emilio, dan una vuelta por todo el hermoso jardín de la mansión.
—¿Y cómo te la estás pasando en este día? Muy tranquilo todo, ¿no? —Preguntaba teniendo las manos por detrás.
—Si, me sorprende que de todos los lugares que he ido últimamente haya sido de los más calmados.
—Si, eso lo sé, ya me lo dijiste, pero dime, ¿realmente como la has pasado? ¿Qué te parece mi yo? Impresionante no crees.
—Bueno, no he tenido la oportunidad de hablar mucho con él, pero parece ser un buen tipo, tal vez luego hable con él.
—Pues suerte, tal vez te haga sacar una carcajada, je, je, je.
Ante esa última palabra un largo silencio se hacía presente entre los dos, era como si no tenían más temas por hablar, pero en eso ToonLa-Man le viene una pregunta y le dice…
—Puede sonar repentino, o incluso de mala educación, pero… ¿Por qué se parecen? Si no me equivoco él lleva aquí menos de dos semanas, ¿sabes el porqué de su llegada? — Preguntaba bajo el cielo anaranjado.
—¡Wow! ¡Wow! Tantas preguntas… En cierto sentido no sabría cómo responderte, es un. Misterio para todos su llegada, pero no te preocupes, no es un mal tipo, no siento malicia en él.
Respondiendo su pregunta con total normalidad le era raro que nadie sepa de la proveniencia de ese chico similar a Emilio, no era una respuesta que aclaraba esas preguntas, en cambio solo aumentaban las dudas.
—Uhm… Comprendo, veo que hasta el mismísimo Emilio no puede responder esa pregunta… ¿Al menos el intento dar una explicación?
—Si, pero siempre venía interrumpido por un dolor que no le dejaba hablar respecto a eso, es muy interesante. ¿No crees? —Observando a ToonLa-Man con una suave sonrisa donde se originaba una pequeña brisa refrescante, ToonLa-Man se detiene y deja de seguir a Emilio.
—Si… Eso es… Muy, interesante.
Extrañado por esa forma de hablar misteriosamente solo le traía más dudas, a comparación de las otras visitas que tuvo y las tantas veces que tuvo que pelear saliendo exhausto, aunque en el un mundo donde se encontraba era calmado había algo que carcomía sus dudas. ¿Realmente quién era Alessio? ¿Por qué se parecía a Emilio? ¿Por qué no podía hablar de su proveniencia? Preguntas internas se hacía ToonLa-Man ante un silencio que llama la atención de Emilio.
—¿Sucede algo señor ToonLa? —Preguntaba.
—Oh… Nada, solo recordaba haber dejado en una zona segura una flor que me dio una chica hace no mucho… No se preocupe.
—Así que usted también tiene admiradoras, pero apuesto que ni una será tan reluciente, maravillosa, atractiva y todo lo bueno de una mujer como mi querida Ilna, ¿a qué no estaba muy hermosa? Es la mujer más bella y fuerte que he presenciado en mi vida, una dama, ante todo, y una guerrera sin escrúpulos ante cualquier ataque enemigo, eso la hace especial y única, ¡no lo cree!
Delirando y teniendo su común ataque de «Hablar bien de su querida Ilna» no era de la atención de ToonLa-Man, por lo que con un simple «Si…» responde al emocionado Emilio.
—En fin, si quieres puedes ir a ver a mi yo, veo que quieres hablar con él.
Llamando la atención de ToonLa-Man, este alza la mirada y observa a ese Emilio tan similar a Alessio, no cabía duda que eran muy similares físicamente, lo único que les diferenciaba era su forma de vestir, su forma de hablar y sus expresiones sea faciales que su forma de caminar hacía notorio sus diferencias.
—Si, creo que tal vez ya haya terminado de bañarse, no he tenido la oportunidad de hablar con él todo el día. ¿Usted va entrar? Para ir juntos…
—No te preocupes, seguiré aquí afuera, quiero ver las estrellas y que iluminen mis ojos, escuchar la fresca brisa y sentirlo en mi rostro será gratificante lo que tendrá que decir y…
—Voltea su mirada y observa a ToonLa-Man—. Saluda a mi yo de mi parte, ¿si?
Como si se tratara de una despedida y comenzara a caminar hasta adentrarse al enorme jardín, ToonLa-Man extrañado se despide con un «Buenas noches, Emilio.» Y sin decir más usa su teletransportación para llegar más rápido donde estaría Alessio, por lo que en menos de un segundo ya estaba detrás de su puerta, no cometería el mismo error de aparecer delante suya y darle un mal susto.
—Creo que aquí será…
Escuchando unas voces provenientes de la habitación donde estaría Alessio parecía que no estaba solo, se podía también escuchar una voz femenina que conversaba con él, no cabía duda que era Lyna, pensando que estarían hablando de algo importante prefiere no interrumpir, pero una presencia desconocida había aparecido detrás de él.
—Un desconocido espiando la conversación de unos tontos es sólo un depravado. —Comentaba una voz femenina, haciendo asustar un poco a ToonLa-Man.
—¡Dios! ¡Qué buen susto! Lamento las molestias, sólo quería hablar con Alessio… Espera, ¿tú no eres la chica que estuvo abajo en la mañana? No te llamabas… ¿Inés?
—Si, soy yo, y tú debes ser el invitado del señor Emilio, no suelo criticar a los invitados del señor Emilio, pero usted tiene un traje muy fuera de lo común, que mal gusto.
Sin guardase sus comentarios como siempre, hace sorprender a ToonLa-Man haciendo que vote una suave carcajada.
—Je, je, je… Tal vez, y usted señorita Inés. ¿Qué hace aquí?
—Eso no es de su inconveniencia, pero si querrá hablar con la persona parecida al señor Emilio tendrá que esperar un poco más.
—¿Cómo que un poco más? No me digas que usted también quiere hablar con él, vaya, no por algo son parecidos, ambos son populares con las chicas, ja, ja, ja.
Diciendo tal broma inofensiva, Inés quien siempre se mantenía neutral e indiferente ante cualquier comentario o chiste, solo observa con seriedad a ToonLa-Man por tal chiste de mal gusto, haciendo incomodar al tipo…
—Señor ToonLa, señorita Inés, buenas noches. —Expresaba la sirvienta al abrir la puerta.
—H-hola Lyna, no esperaba que estuviera acá.
—Sólo vine a saludar un rato a Alessio además de traerle algo de comer.
—¡Y estuvo muy rico! —Expresaba Alessio sentado en su cama—. Hola de nuevo ToonLa…
¡Pero a quien tenemos aquí! Si es mi maestra gruñona favorita, espero que no te haya asustado su mirada. —Decía al estar al costado de Lyna.
—¿T-tú maestra? —Señalaba asombrado a Inés—. Vaya… Hasta tienes clases a estas horas… Si que tienes un día muy productivo. ¿Qué es lo que aprenderás hoy?
—Eso no es de su inconveniencia, ya está siendo tarde y no hay tiempo que perder —
Continuaba el paso entrando a la habitación—, Espero que hayas hecho tu tarea.
—¡E-eh…! Vamos Inés ya sabes que tengo la hora apretada, me es difícil encontrar un tiempo libre…
—Y claro que lo tienes, si no fuera porque lo usas en otras cosas. —Observa de reojo a la sirvienta con seriedad—. Así que tienes cinco puntos menos para la prueba de hoy.
—Y esa es Inés, sarcástica y tan carismática, je, je, je.
—Me sorprende que estés tan calmado ante esa adversidad de los cinco puntos menos…
—Bueno, tampoco es una escuela, por lo que no hay por qué ponerme nervioso.
No había temor para sentir miedo al sacar una nota baja, claro, Inés al ser muy estrictica y con una mirada seria era más que suficiente para que des lo mejor de ti y tener la suerte que pueda al menos dejarte sólo una tarea en vez de 5, pero en el caso de Alessio ella sería capaz de hasta dejarle 15 tareas si no fuera por sus entrenamientos, que estricta maestra…
—Bueno, ya va siendo hora que les deje estudiar y siento interrumpirle señorita Inés, pero antes de comenzar, ¿no se le ofrece un té o un aperitivo? —Preguntaba sin recibir una respuesta.
—No. —Respondía después de unos segundos al terminar de acomodar los libros y las hojas—. Por favor, pueden irse, ya voy a comenzar mi clase.
—Ugh, que manera de despedida… —Decía con disgusto Alessio en manera de broma—. Creo que hasta hoy nos veremos Lyna, muchas gracias por lo de hoy, te estoy muy agradecido, buenas noches y descansa bien.
Con una sonrisa que reflejaba su amistad y gratitud ante ella, la sirvienta de cabello blanco agradecida y feliz de haber hecho bien su trabajo se inclina el torso en señal de gratitud.
—Igualmente para ti ToonLa, espero que hayas tenido un buen día con nosotros, es una pena que no hayamos podido hablar, pero no importa, fue un gusto conocerte.
Sus palabras eran como si estuviera dando a entender que hasta ahí sería su conversación, aunque él quería hablar más con él comprendía que no habría tiempo para hablar, aunque a pesar de eso apreciaba de haber conocido a personas interesantes.
—Si, fue un gusto conocerte, descansa bien, Alessio, buena lección Inés.
Despidiéndose de los demás sin recibir ni una respuesta de Inés, sale de la habitación junto con Lyna bajo la luz de las lámparas pegadas a la pared. No había mucho por hacer, técnicamente el día ya había finalizado, por lo que ToonLa-Man se despide de Lyna para ir a su habitación, pero en eso Lyna lo llama para que vaya a tomar algo antes de descansar, agradecido acompaña a la sirvienta hasta el comedor y platican un poco.
Su conversación se basaba entre cómo les fue su día y como nunca hubiera faltado en la conversación, Lyna comienza a hablar de las mil maravillas que veía en Alessio, causando ciertas carcajadas y buenas vibras a ToonLa-Man, después de un largo tiempo y de haber ayudado a ordenar junto con la sirvienta se despiden y cada uno prosigue su camino.
Al haber llegado a su habitación y al quitarse su casco para pulirlo un poco, observa las estrellas y comienza a reflexionar de los viajes y aventuras que había tenido en este último periodo, el universo era demasiado grande, un sin fin de historias por contar están ahí fuera, tan lejos pero muy entretenidas que darían horas de entretenimiento, entre combatir monstros a estar en mundo que está en Paz y no hay muestra de amenaza, o eso es lo que percibe en su único día en este mundo.
Preparado para ir a la cama observa por última vez las estrellas, la posición de cada galaxia y constelación podían ser distintas en cada planeta que uno podría estar, pero las estrellas nunca te dejarán atrás, siendo tus fieles compañeras nocturnas que iluminan tu oscuridad y dan la esperanza de ver un nuevo amanecer para que puedan descansar.
No habría pasado más de unas horas desde que se echó a descansar, por desgracia no había un reloj por lo que no sabía cuánto tiempo había pasado, la razón por lo que se despertaba era porque una alarma entre sus entrepiernas le decía «¡Urgencia! ¡Grifo uno necesita expulsar agua!» Por lo que haciendo caso a ese llamado sale de su habitación e intenta buscar un baño.
Al estar caminando ya en el oscuro pasadizo escucha como una puerta de su lado derecho rechinaba lentamente llamando su atención, no era más que Ilna que había salido de su habitación topándose con el invitado.
—Oh… Pensaba que era Inés, ¿sucede algo señor ToonLa? —Preguntaba con voz ronca.
—No para nada… Sólo… Bueno, es un poco vergonzoso je, je, je… Pero necesito ir al baño.
Ni uno debería tener vergüenza de preguntar dónde estaría el baño, es algo natural de cualquier ser viviente que come y expulsa sus residuos, pero en este caso, Ilna que parecía que no necesitaba de esas cosas por tal belleza que era, no era mentira lo que le presumía cada vez Emilio; con un buen físico, un busto considerable que cumpliría el sueño de cualquier hombre, sus ojos color carmesí tan finos y filudos como la espada pero hermosos como el de una rosa en primavera harían a cualquier hombre replantearse hacer esos tipos de preguntas.
—Oh, creo que en la habitación que le dieron no tiene un baño… Pero bajando las escaleras a la mano derecha encontrarás dos baños, el de caballeros es de la puerta derecha.
—Gracias, muy amable de su parte y lamento molestarla a estas horas, si me permite voy para allá.
—No te disculpes, es un honor ayudar a un invitado del señor Emilio, fue un gusto tenerlo aquí, buenas noches señor ToonLa.
Al despedirse entrando a su habitación, ToonLa-Man siguió las indicaciones que le había dicho Ilna, la fiel compañera y mano derecha de Emilio. Mientras caminaba por el pasadizo había pasado por delante de la puerta donde estaría Alessio e Inés, cuyas voces se escuchan, siendo Inés que regañaba los errores que cometía Alessio causándole algo de gracia.
Al estar cerca de las escaleras escucha como una puerta estaba siendo abierta, era Inés que se estaba despidiendo de Alessio, por lo que se queda observándola y ve como da media vuelta y camina hacia la otra parte donde estaría su habitación, pero no había dado muchos pasos hasta haber llegado a una puerta a la que toca y es abierta por Ilna, entrando y dejando el pasadizo desolado.
—Que extraño… ¿Acaso las dos duermen juntas? —Preguntaba curioso, pero sin más preámbulos va directo al baño a hacer sus necesidades.
Al subir y caminar por el pasadizo, entre todas las puertas que estaban cerradas había una que desde los bordes inferiores se iluminaba una luz anaranjada, era la puerta de Alessio. «¿Aún sigue despierto», se preguntaba ToonLa-Man, aunque sabía que ya era altas horas de la noche aún había cierta oportunidad de hablar con Alessio, por lo que decidió toca la puerta.
—¿Quién es? —Expresaba Alessio.
—Soy yo, ToonLa-Man… —Interrumpido por la puerta que estaba siendo abierta, Alessio le da la bienvenida.
—Es de mala educación hacer mucho ruido por las noches, pasa compañero. —Dando gestos amigables para que pase, ToonLa-Man con una sonrisa acepta su invitación.
—Lamento molestarte a estas horas, vi las luces prendidas y supuse que estabas despierto.
—Toma asiento, seguiré despierto unas horas más, tengo que acabar este montón de tarea que me dejó Inés… No me fue muy bien que digamos en la prueba.
—¿Cuántos puntos sacaste? —Preguntaba curioso llevándose sus dedos a la barbilla.
—Veamos… —Contaba con sus dedos—. Creo que 1. —Respondía, siéndole inútil al haber querido contar sus dedos para solo decir uno.
—¡Uno! ¡Eso es terrible!
—Si… Si no fuera por esos cinco puntos menos hubiera sacado seis, ya deberías haber visto la cara que puso al regañarme, ja, ja, ja.
—Tal vez no quisiera verla en sus peores momentos… Pero me sorprende que no te sientas mal en haber sacado una mala nota…
—Eso es verdad, no es la primera vez que saco notas bajas, pero si la primera que realmente saco un voto muy bajo, ¡pero eso me da más motivos para mejorar! Mi objetivo es hacer sorprender a Inés con mis notas, es muy buena maestra, pero soy un pésimo estudiante, creo que es una buena química.
Expresando con una sonrisa de lo más normal en su situación, ToonLa-Man observa las diferencias entre Emilio y Alessio, las cosas que los diferenciaba ya los había dicho, pero una cosa que hacía notar su diferencia era lo natural y humano al momento en el que Alessio hablaba, dándole más confianza y tranquilidad al hablar.
—Bueno, asegúrate de no hacerla enojar, veo que también es una buena amiga, supongo.
—Uhm… Realmente no la pueda considerar tanto una amiga, si no una buena conocida, es cierto que tiene un carácter duro e intimidante, pero a pesar de eso es una buena persona que puedes encontrarle el lado divertido ante su seriedad, a la que si puedo considerar una buena amiga es a Lyna, es una buena chica y me ha ayudado mucho desde que llegué, es por eso que estudio y aprendo este idioma; hice una promesa con ella, que cuando aprendiera a leer la primera cosa que leería sería el libro que ella me recomendó, es por eso que no me molesta quedarme hasta tan tarde para aprender y hacer mis tareas, es algo que… Bueno, no solía hacer con tantas ganas.
Expresando un sentimiento nostálgico de su antiguo mundo, ToonLa-Man llega a comprender esas palabras que escuchaba salir del muchacho, pero más le curioseaba si realmente venía de otro mundo, por esa manera de hablar era más que claro pero sólo era una suposición.
—Bueno… Hay ciertos momentos donde uno no logra sentirse motivado o cómodo cuando uno se encuentra un ambiente duro y deprimente, aunque eso también va con las personas que te rodea, conozco ese sentimiento, de sentirse vivo, con ganas de hacer las cosas, de cumplir una promesa, de valorar el gesto de los demás, eso es muy bueno de tu parte, me alegra que llegues a valorar el buen gesto que te da Lyna, también opino que es una buena chica y te aprecia mucho.
—Es lo menos que puedo hacer, no lo hago para recibir algo a cambio o por que quiera algo de ella, lo hago porque además de ser lo correcto, siempre se debe hacer conocer los esfuerzos de los demás y estar agradecido con las personas que te apoyan y dan lo mejor cada día.
Con una sonrisa reflejada mientras intentaba responder unas preguntas de su tarea, ToonLa-Man lo mira maravillado ante sus palabras, su manera de hablar y su forma de ser hacía más notorio la diferencia que había entre Emilio y él.
—Tienes razón Alessio, cada esfuerzo debe ser reconocido, nada es fácil en esta vida, ni se el futuro que me espera, pero… Algo bueno vendrá, de eso estoy seguro —Intentando observar la ventana para ver las estrellas, un bostezo llama su atención.
—¡Ahahaha! Todo lo bueno llega a su debido tiempo, pero en fin… ¡La próxima vez que vea a Inés le diré que me deje tareas fáciles! —Expresaba abrumado a lo difícil de la tarea.
—¡Ja, ja, ja! Si quieres puedo darte una mano.
—Me gustaría, pero prefiero descifrarlo por mi cuenta, no por algo me dejó unos libros de referencia.
—Entiendo, entiendo…
—¿Y cómo conociste al Emilio? Nunca me había hablado de ti.
—Oh, respecto a eso lo conocí por vía de un viejo conocido, este contacto me recomendó que pasara un tiempo en la mansión donde vive y bueno, aquí estoy con ustedes.
Era irónico que Alessio haya preguntado algo que podría considerarse más que curioso con total normalidad, mientras que a ToonLa-Man le costaba preguntarles ciertas cosas que serían mucho más «complicadas» sintiendo como si preguntada algo malo le podría pasar, por lo que un poco deja ese tema.
—Ese Emilio siendo cuando no misterioso… ¿Acaso no te molesta esas personas que se creen los misteriosos sin decir nada? A mí… —Bostezaba—. Me molestan.
—Bueno, algo de verdad tienes, pero tampoco hay necesidad de precipitarse… —Observa a Alessio—. No hay prisa.
Sabía que hacer esos tipos de preguntas podría distraer e incomodar a Alessio, lo más posible es que podría ocasionar una disputa si alguien más podría escuchar la respuesta que diría Alessio antes sus preguntas, por lo que se rinde y deja completamente de lado las preguntas que tenía en mente.
Al no decirse nada entre los dos, ToonLa-Man decide irse a su habitación para dejar en paz a Alessio y que acabara su tarea, por lo que se despiden y cada uno estrechan las manos de confianza y unión.
—Muchas gracias por la conversación, espero que tengas una buena vida y puedas llegar a leer el libro que te recomendó la señorita Lyna.
—Igualmente, fue un gusto conocerte y tenerte aquí, sólo espero que no vuelvas a usar tu teletransportación y aparecer de la nada delante de alguien, no lo hagas.
—Está bien, está bien, seguiré tu consejo, y Alessio… —Se detiene a mitad de abrir la puerta—. Confía en ti mismo, tú puedes. —Expresando sus últimas palabras a lo que vendría ser la última vez que lo vería, despidiéndose con un saludo llevando su mano a su sien, Alessio hace lo mismo y así había culminado la conversación entre los dos.
Al salir de la habitación y al dirigirse hacia el suyo, al costado de su habitación estaba nada más y nada menos que Emilio. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? Aunque extrañado sigue su camino hasta estar cada vez más cerca de él.
—Veo que aún sigues despierto, señorito ToonLa-Man.
—Bueno, tenía que ir al baño, debo agradecer su alumna que fue muy amable en haberme dicho donde se encontraba…
—Hay mi Ilna, siempre siendo amable y considera con todos a menos que sea mi yo, a sus enemigos que a la sirvienta esa.
—¿Se refiere a Lyna?
—Si, ella misma, pero es no importa. —Pone su mano en el hombro de ToonLa-Man—. Lo que importa que es hayas hablando con mi yo y todo haya salido bien.
Al caminar sosteniendo el hombre de ToonLa-Man, se detiene y lo observa.
—Y es bueno que no te hayas precipitado, es mejor dejar unas cosas para después. —Decía mientras llevaba su dedo índice a su labio—. En fin, buenas noches ToonLa-Man, descansa bien y… Suerte en tu próximo viaje.
Sin decir más y yéndose con una postura recta y elegante, ToonLa-Man solo lo observa extrañado ante esa forma de hablar. «Si que son diferentes» Decía al entrar a su habitación, yéndose a descansar terminando el día.
Al amanecer era lo típico de siempre, Emilio alza a Alessio, Alessio se queja pero se tranquiliza al saber que tendría un delicioso desayuno esperándole, por lo que baja y extrañado al igual que Lyna no habían visto en ni una parte a ToonLa-Man, no había bajado a tomar el desayuno, por lo que Alessio y Lyna se dedican a subir hasta su habitación llevándose la sorpresa que no había nadie pero sin antes haber encontrado una nota en la cama, por una extraña razón Alessio no podía leerlo, el idioma al que estaba escrito era igual al de este mundo, por lo que Lyna pudo leerlo y decía:
«Muchas gracias por su hospitalidad, realmente fueron muy amables en haberme tenido por un día, realmente es de mala educación haberme ido al improviso sin haberme despedido de ustedes, pero, ¡el deber llama! Solo espero que tengan una buena vida y les envió mis más fuertes y sinceras fuerzas para que singan creyendo en ustedes, sé que todo saldrá bien. Alessio, sigue siendo tú mismo, eres una buena persona y disfruté mucho hablar contigo. Ilna, Emilio no mentía sobre que eras hermosas, lo eres, que envidia ja, ja, ja. Inés, deja de ser un poco gruñona y sigue enseñando a Alessio para que pueda leer el libro que le recomendó Lyna. Lyna, mil gracias por tu compañía, eres una grandiosa chica y espero algún día probar ese refresco, tienes la suerte de tener a Alessio de tu lado, sean buenos. Oh, y Emilio, deja de ser tan misterioso ja, ja, ja, está bien, no. Más bien te debo agradecer por haberme dejado estar una noche en la mansión donde vives, ha sido entretenido poder conocerlos, les deseo buenas vibras a todos ustedes, atentamente, su querido amigo y colega: ToonLatino.»
Decía la carta, cuya muestra era él último mensaje de parte de este ser misterioso y peculiar, cuya siguiente parada era un misterio.
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Comments for chapter "1"
QUE TE PARECIÓ?
Jajaj una copia barata de los Power Ranger, morí con eso🤣🤣🤣 pobre Toonlaman.
Me encanta, me encanta🥰🥰 este especial fue muy divertido. Recalcando lo linda que es Lyna ^^ Y la carta de despedida un gran toque, pero comondice el deber llama :3
Muchas gracias Cari por comentar… Gracias…