Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 04
Afuera de la mansión se encontraba Ilna guiando a los caballeros, daba cada orden a cada soldado para que acabarán con los enemigos, aunque tenían una gran cantidad de soldados, sólo ganaban por número, pero en fuerza, el enemigo tenía la ventaja.
—¡Grupo A, preparen los cañones y disparen a los enemigos que se encuentran más alejados de los enemigos cercanos! ¡Grupo B, ataquen a los enemigos cercanos mientras que el equipo A los cubren! ¡Grupo C, ocúpense de los heridos!
Y así Ilna daba órdenes a los soldados mientras que ella esperaba el momento indicado para atacar y dar el golpe final, pero si no fuera que más enemigos llegaban desde las afueras de la mansión…
—¡¿Por qué rayos vienen más enemigos!? Realmente no me preocupa por ahora si alguien sale herido, tenemos la gran ventaja de tener medicinas curativas instantánea, el problema será cuando venga una gran oleada de enemigos y nos superen en número… «¡Maldición Emilio!, espero que puedas recuperar tus recuerdos y tu fuerza para acabar con esto, no creo soportar esto todo el día.», Se decía a sí misma viendo como sus soldados caían uno por uno.
Dentro de la mansión Lyna sostenía en su hombro a Alessio por las fuertes heridas que tenía, estaban yendo a un lugar para curar sus heridas, al pasar por los largos pasadizos se escuchaban los gritos de dolor de los caballeros que estaban peleando.
—Aguanta un poco, ya estamos llegando. —Decía la sirvienta al dolorido Alessio.
Sonidos de cansancio se escuchaba de ambos, pero el que estaba más lastimado era Alessio por los golpes que le había dado Marst.
—No es necesario que me lleves, puedo caminar un poco.
—Aunque pudieras, tengo que llevarte a curarte lo más rápido posible antes que mi hermana te encuentre, o en el peor de los casos, entre un enemigo y nos atrape.
—No puedo creer que esto esté pasando.
—¿Sobre lo que está sucediendo a fuera?
—Bueno, no sólo eso, son tantas cosas que están pasando tan rápido que me cuesta creer si estoy soñando o si esto es real.
—¿Cree que todo lo que está pasando ha sido un sueño hasta ahora?
—Por los golpes y dolores que estoy sintiendo, la respuesta está más que clara ¡Ah!
Unos sonidos de dolor salían de Alessio, por más que quisiera aguantar el dolor no podía soportar cada minúsculo movimiento que hacía, los golpes de Marst lo habían dejado lastimado.
—Lamento por no haberte ayudado antes, si no hubiera sido por mi egoísmo no estarías pasando por esto, mis disculpas.
—No pasa nada, lo hecho está hecho, lo importante es que ayudemos a tu hermana.
—¿Ayudar a mi hermana…?
—Debemos hacerlo, apuesto que está teniendo dificultades y necesita de nuestra ayuda.
—No podemos.
—¿Por qué?
—Ella me dijo que te mantenga a salvo, no puedo desobedecer una orden.
Al decir esto, Alessio recuerda lo que había pasado cuando ella desobedecía una orden, pero no satisfecho a pensar en esto, le dice.
—Bueno, antes estabas por desobedecer esa orden je, je… Ay… —Mientras que exclamaba del dolor recordó lo que le pasó antes a la sirvienta—.
—Fue una precipitación mía, si piensa castigarme me lo tengo muy qué merecida, por lo que perdona.
—¿Qué te hace pensar que haré algo así? No soy una persona vengativa… —Mientras decía eso, la sirvienta lo observaba escuchando atentamente sus palabras—. Lo pasado es pasado y lo que importa es el ahora y la decisión que has tomado y claro… También ayudar a tu hermana.
Con una forma de hablar digna de un protagonista de fantasía salía de sus labios que ni el mismo se lo creía como pudo decir algo así, pero sin que se diera cuenta hacía sentir un poco mejor a la sirvienta por lo que había dicho, pero no siendo suficiente con lo que dijo, recuerda el destello que había salido en el pecho de la chica que le estaba ayudando caminar…
—Lo que te paso hace unos instantes sobre ese destello de luz que sobresalía de tu pecho… Era porque desobedeciste una orden ¿No?
—Si, así es, cada vez que me niegue o desobedezca una orden de alguien que sea superior a mi tengo ese castigo.
—¿Eso aplica también en el caso de tu hermana?
—Si…
Una respuesta algo triste y vacía salía de Lyna al decir que, hasta su propia hermana, al desobedecerla, le saldrían los destellos de luz, algo tan triste que hace pensar a Alessio con lo que quiere hacer.
—Lo lamento… No debí preguntar eso…
—Tranquilo, no pasa nada.
Una pequeña voz calmada salía de sus labios, Alessio no sabía el porqué de esa voz calmada, hasta que se acuerda la promesa que hizo con ella, la promesa de saber más de ella.
—Ya estamos llegando.
Después de un poco de dificultad en llegar habían llegado a una habitación donde Lyna curaría las heridas de Alessio.
—Llegamos, siéntate en esa cama, voy a ver si hay una medicina para curarte, si aún te duele caminar puedo ayudarte.
—No te preocupes, no está tan lejos…
Alessio al dirigirse hacia la cama y sentarse, se pone a pensar sobre que será del verdadero Emilio.
«¿Qué habrá pasado con el?, ¿Habremos cambiado cuerpos?, aunque siga siendo yo… ¿Su conciencia estará en mi miserable mundo…?», al hacerse esas preguntas observando su mano izquierda, presiente la presencia de Lyna.
—Creo que encontré la medicina, lo voy a servir en un vaso, espera unos segundos.
—…
—¿Emilio?
Alessio estaba pensando sobre lo que le podría haber pasado al verdadero Emilio, todas sus preocupaciones se estaban opacando por una culpa que no sabría cómo solucionarlo, pero un segundo llamado de Lyna hace que despierte de sus pensamientos.
—Emilio, ¿estás bien?
—Eh… Oh… Lo siento, estaba pensando en algo…
—Se que tienes muchas preguntas, pero primero tomate esta medicina que hará que te recuperes un poco.
—¿Estas segura que esto me curara completamente?
—Si, aunque tomará unas horas para que de efecto ya que es una medicina inferior a la medicina curativa instantánea.
—Bueno… Sólo tendremos que esperar.
Aunque a Alessio no le gustaba la idea de esperar y no hacer nada, tenía que hacer caso a Lyna para que no pase lo que le sucedió antes al no obedecer una orden.
—Ve a descansar un poco, tienes que hacerlo para que la medicina haga efecto más rápido.
—Hmmm… Está bien, espero que cuando despierte todo esto haya acabado.
—Lo mismo digo.
Así que Alessio se acostó en la cama y cerró sus ojos dejando sola a Lyna, mientras Alessio supuestamente dormía, Lyna lo veía fijamente, vigilándolo para que pueda descansar tranquilamente y para que se durmiera más rápido, se sienta al lado de su rostro y agarra suavemente la cabeza de Alessio y comienza a frotarla como si fuera el pelaje de un gato.
—¡Eh-eh…! —Abre los ojos un tanto extrañado y ve que encima suyo estaba Lyna, frotándole su cabello.
—Tranquilo, es para que te relajes y para que la medicina fluya mejor, descansa. —Decía al estar frotando su pelo como si fuera la de un gato, haciendo que no evite decirse, «Que suave es su pelo.»
Al hacer esto, aunque algo incomodo siente paz en su cuerpo, haciendo que le gane el sueño más rápido de lo esperado que en un abrir y cerrar de ojos, este se duerme y comienza a tener unos pequeños recuerdos, aunque algo borrosos, siente la presencia de 2 personas que habían compartido la parte más feliz e inocente de su vida, veía como él estaba en las rodillas de una mujer mientras que esta le tocaba el cabello, a su costado estaba otra persona que al parecer tenía la apariencia de un hombre que lo estaba mirándole fijamente en un ambiente muy relajante con una fresca mañana de primavera en un extenso jardín, todo esto a Alessio le hizo sentir una gran tranquilidad…
«Esta sensación, este ambiente… Estas personas, se me hacen familiar…», decía al sentir tales emociones, emociones que no sentía desde hace varios años, así que por el momento todo lo relaja, pero al pasar esto, una pequeña oscuridad oscurece el ambiente hasta que un sonido interrumpe su sueño…
—¡Señor Emilio estás aquí! —Decía un caballero que había abierto la puerta con fuerzas.
Por tal grito y aparición inesperada, Alessio se despierta por tal sonido y acción del soldado haciendo que por poco le dé un infarto.
—Disculpe, pero no es la manera de entrar de ese modo, el señor Emilio tiene heridas graves e intenta recuperarse…
—Silencio sirvienta, no quiero nada de tus pretextos para estar a solas con Emilio.
—No es ningún pretexto.
—No espero ninguna explicación tuya ahora, ven Emilio, no hay tiempo, la señorita Ilna te necesita.
El caballero que había entrado sin permiso agarra bruscamente la mano de Alessio y lo jala como si fuera un objeto, al sentir esa acción, lo único que se le vino es rabia.
«¿Acaso no hay educación en este mundo…?», así que de manera tranquila y sin provocar ni un problema, Alessio pregunta al caballero.
—¿Te llamo ella para que me lleves de esa forma?
—No, pero es una emergencia.
—Entonces lo siento, no puedo desobedecer una orden, además, le dijo a su hermana que cuide de mí, así que orden son órdenes.
—¡No estamos para juegos señor! —Decía apretando sus puños con un notable enojo.
—¿Eh?
—Hemos perdido el 67% de nuestros hombres en muy poco tiempo, poco a poco llegan más enemigos, no podemos hacer nada si usted no está con nosotros.
—Ya veo…
—¿Y qué va a hacer… MI SEÑOR? —Lo observa mientras apretaba y soltaba sus manos suavemente.
Entre dudas, Alessio pensaba si desobedecer las órdenes de Ilna, aunque podía ir, se acordó que no podía decir a nadie que había perdido la memoria y sus fuerzas, porque si no los caballeros perderían toda fe de luchar y se rendirían fácilmente, así que le dice al soldado.
—Déjame pensar en algo, ve afuera y ayuda a tus compañeros, te necesitan.
—Pero señor…
—Es una orden. —Dice con voz seria.
Una voz seria salió de Alessio haciendo entender al soldado —Entiendo MI SEÑOR—. Decía el caballero con impotencia de no haberlo convencido, y sin más se va de la habitación.
—¿Qué planea hacer Emilio? —Pregunta Lyna al haber presenciado la autoría de “Emilio”
—Bueno, pienso ir a fuera a ayudar.
—P-pero no puede, sus heridas aún no se han sanado, no podemos desobedecer la orden de mi hermana.
—Si, lo sé, pero he estado pensando en una cosa.
Al decir esto con un tono misterioso, Lyna lo ve algo confundida y nerviosa, pero Alessio se dice…
«Si soy en cierta parte Emilio, aunque no tenga su poder o recuerdos… ¿Tendré el rango más alto no? ¿Siendo superior a la de su hermana no es así?», se pregunta al estar pensando en un plan, su silencio hace inquietar a Lyna.
—¿S-señor Emilio…?
—Ahora yo seré que te de una nueva orden.
—¿¡E-Espera que!? —Sorprendida y confundida por la repentina respuesta de Alessio, este le dice…
—Dame un golpe en la cara.
—¿E-Eh…?
Al decir que Lyna le dé un golpe, ella inconscientemente se niega y el mismo destello de antes salía del pecho de Lyna, haciendo entender a Alessio que, aunque no sea en cierta parte Emilio, tiene aún el rango más alto, así que detiene el destello de Lyna.
—Disculpa Lyna, era la única manera para saber si yo también podía hacer eso.
—¿Pa-para que lo quiere? —Dice con nervios.
—Pues… He pensado que si te mandó a no hacer caso a tu hermana el destello no saldrá, ya que tengo un rango mayor a la de tu hermana ¿No es así?
—Bueno… Pensándolo así sí, pero no estoy de acuerdo que vayas.
—Lo sé, no me siento seguro hacer esto, pero he pensado en tan sólo ir más no pelear.
—No lo sé… —Intenta desviar la mirada.
—Entiendo que aún no confíes en mí y no quiero que lo hagas porque yo te lo diga o que te lo diga alguien más, quiero que tu misma lo hagas, que tu misma juzgues y pienses por ti misma, esto no es una orden, es sólo para que hagas conciencia en ti misma.
—¿Por qué se atreve a decir esas palabras a alguien que no conoce aún…? Sólo soy una sirvienta… —Decía con la mirada en bajo junto con un sentimiento negativo, como si lo que dijera Alessio no valiera en ella.
—Lo sé, no tengo el derecho de decir algo así, menos a alguien que no conozco aún, pero necesito de tu ayuda, por favor.
Con esas simples palabras, Lyna alza suavemente la mira y con su ojo izquierdo observa a un Emilio distinto que antes, lo ve como una persona a la que podría confiar por ahora solo por las palabras sinceras que ella sentía de él.
—Bueno… —Se acerca lentamente hacia Alessio y observa sus ojos que iluminaba temor, pero al mismo tiempo emoción—. E-estaré dispuesta a seguir sus órdenes, señor Emilio. —Decía mientras que Alessio mostraba una cara de satisfacción al escuchar la aceptación de su propuesta.
—Lyna…, ¡Gracias!
Una cálida sonrisa salía del rostro de Lyna y una pequeña luz de esperanza sentía Alessio, pensaba que todo iba a estar bien si tenía sus miedos en bajo control.
—Bueno, será mejor que vayamos yendo, el plan será este, lo único que quiero que hagas es que ayudes a los soldados heridos, yo en cambio estaré para dar ánimos a los soldados.
—¿Estás seguro de que saldrá bien?
—No lo sé, las probabilidades pueden ser bajas… Y más aún por tener un plan sin tanta planificación, pero en momentos como estos, toda ayuda es siempre bien bienvenida, además, tengo que dar la imagen de Emilio, ¡y ser la voz del ejército que tanto creyó en el!
Grandes palabras salían de Alessio, palabras que hacían ver a Lyna que ese «nuevo» Emilio, era muy distinto al que conocía, agarrándole algo más de confianza.
—¡Pues a que esperamos! ¡Salgamos victoriosos de esto! ¡Dame unos cincos! —Extiende su mano derecha.
Una sonrisa salía de Alessio, ella sabía que él estaba siendo honesto con ella, pero no lograba entender la razón del porque alzo su mano, por lo que Alessio le explica al verla confundida.
—Tienes que levantar tu mano, puede ser cualquiera de las dos, ábrelas y chocarlas con las mías, es un gesto de confianza y amistad.
Lyna al escuchar eso, choco suavemente sus manos con los de Alessio mientras que este hacia una sonrisa, al separar sus manos Lyna observaba la mano con la que chocó con el de Alessio y al alzar la mirada observa que aún estaba sonriendo, aunque algo confundida, también sacó una suave sonrisa sincera, que decía…
CONFIO EN TI.
Después de que Lyna y Alessio hayan decidido que hacer afuera en la batalla, Ilna no sabía que hacer, más de sus hombres caían, más enemigos venían.
—¡Vamos caballeros! No se detengan, la batalla será dura, siempre a sido y será así, pero la victoria es única ¡Dependemos de ustedes!
—¡Si señora!
Lo único que podía hacer es alentar a los soldados, era la única que podía hacerlo, pero veía que no daba frutos, cada vez la pelea se hacía más complicada, había caballeros que no llegaban a ser curados y morían tirados.
Mientras que Ilna ve como sus soldados caen y como toda fuente de curación se acababa, unos cuantos caballeros se acercan a ella desesperados y le dicen…
—Señora Ilna, muchos de nuestros soldados están cayendo, estamos teniendo más bajas de lo previsto.
—¿Acaso crees que no me he dado cuenta?
—Lo siento por mi ignorancia ¿Pero no cree que ya va siendo hora de que venga Emilio para que acabe con esto?
Una pregunta que deja sin palabras a Ilna, no sabía que responderle, no podía decir la verdad si no todo estaría perdido, lo único que podía hacer es crear una mentira para cubrir la horrorosa verdad.
—Entiendo que estén preocupados, estamos perdiendo bajas, pero estamos ganando tiempo.
—¿Ganando tiempo?
—A-así es, estamos ganando tiempo para que Emilio piense en un buen plan para acabar con todo esto, y para eso debe estar en un lugar en que este solo para pensar con claridad.
Una mentira que en realidad no era una mentira, sólo que ella no sabe que realmente Alessio si a estado pensando en un plan y que va en camino hacia ella.
—Bueno, tiene sentido, pero… Nunca ha pasado esto.
—Si es muy raro…
—Siempre cuando teníamos emboscadas, él siempre estaba ahí…
Mientras que los caballeros opinaban Ilna no dejaba de preocuparse, ella sabía que la derrota estaba a la vuelta de la esquina, podía pelear, pero no sería lo suficiente para derrotar a todos los enemigos sin Emilio.
«Tendría que haber pensado en esto, algún día me iba a tocar pelear sola, siempre dependí de él, siempre estuvo a mi lado; sin él, no tengo las fuerzas de pelear… ¿Por qué…? ¿¡Por qué tuvo que pasar esto justo en un momento como este?! ¡cuando más te necesitamos! ¡cuando más te necesito! No estás a mi lado…»
Se decía en sus pensamientos con desesperación, el lamento e impotencia se reflejaba en su rostro, pequeñas lágrimas salían de sus ojos, los caballeros se percatan de eso y dejaron de hablar.
—Soldados, tenemos una dura batalla, dudo mucho que Emilio venga.
—¡¿Qué?! —Exclaman los tres caballeros al mismo tiempo.
—Emilio tiene algunas dificultades, entiendan que él también es un ser humano y necesita pensar, pero nunca ¡NUNCA! Dejaría atrás a los hombres que tanto creyeron en él, tengo… No, tenemos las esperanzas que el vendrá.
Su voz encantadora hizo que los caballeros entendieran, mientras que ella se aguantaba la dura verdad para no lastimar a sus soldados.
—¡Si señora!
Los caballeros con más entusiasmo se fueron a apoyar a sus compañeros, mientras que Ilna los veía como desaparecían de su vista.
—Espero que estés bien Emilio, confío en ti. —Decía al ver a sus caballeros pelear.
En una parte dentro de la mansión Lyna y Alessio se estaban alistando para ir a la batalla, mientras que Lyna alistaba alguna bolsa de medicina en su espalda Alessio se estaba poniendo la ropa que usaba Emilio, ropa que Lyna le había entregado y que había encontrado en esa misma habitación.
—Te queda perfecto.
—¿Tú crees? Gracias por la ropa.
—No hay de que, a las finales es tuya ¿No?
—Bueno… Técnicamente sí.
—Fue una suerte que estuviera aquí tu ropa, la que tenías es un tanto peculiar…
—¿Peculiar? Es mi ropa favorita.
Peculiar porque es una vestimenta de otro mundo, una ropa que nunca existió en ese mundo y para aquel que lo viera pensaría que es de otro país o que tiene un pésimo gusto de la moda.
—Si todo sale bien le daré alguna arreglada.
—N-no te preocupes por arreglarlo… —Decía mientras se alistaba, así que listos le pregunta a Lyna—. Antes de irnos ¿Sabes dónde está tu hermana?
—No, pero tendremos que buscarla.
—¿Tu qué piensas que estará haciendo?
—Hmmm… Bueno, siempre peleaba junto contigo cuando las cosas se ponían difíciles, así que técnicamente como tú no estás… Tal vez esté en un lugar donde pueda ver todo el ejército.
—¿Tú crees?
—Es una posibilidad. —Decía mientras que Alessio agarra la manija de la puerta.
—Si realmente está viendo a todos los soldados… ¿En qué parte de la mansión es más apropiado para hacer eso?
—Hmmm… Creo que ya se.
—¡Perfecto!, te sigo.
Listos, abre la puerta de la habitación y en tan solo dar unos pasos siente como si estuviera pisando un charco de algo, así que baja la mirada y grande fue su sorpresa…
—¡Pe-pero que…! —Decía sorprendido al ver tal escena, podía ver como una parte del lado izquierdo de la puerta había trizas de un cuerpo, partes de órganos humanos dispersos en el pasadizo y como una intensa sangre manchaba las paredes y el suelo, haciendo que Alessio retroceda del miedo.
—¿E-Emilio que sucede…?
Al apártese de la puerta para toser lo que había visto al ver tal sangrienta escena, Lyna ve con más claridad lo que vio Alessio.
—¿E-ese no es el soldado que vino antes…? —Decía nerviosa al ver partes del cuerpo tirado en el piso como si hubiera explotado por algo o alguien.
—H-hay que irnos ahora, q-quedarnos aquí solo será peor. —Pensando que había un enemigo cerca, agarra la mano de Lyna y se dirigen hacia donde estaba Ilna.
El corazón de Alessio palpitaba 1000 por hora, tenía mucho miedo de lo que podía pasar, pero su objetivo ahora era ayudar a Ilna, así que al pasar un rato Lyna guía a Alessio hacia donde se encontraba su hermana.
—Por aquí Emilio.
Entre otros largos pasadizos y en subir algunas escaleras habían llegado, en todo el trayecto no habían encontrado a nadie, un ambiente desolador y turbio era presente. Al frente de ellos había una puerta de madera algo grande, muy moderna para la época, en los bordes había dos antorchas, uno en la izquierda y una en la derecha, pero estas iluminaban una luz rojiza muy hermosa, y en el pasadizo donde se encontraban había unas ventanas grandes y largas que dejaban ver lo que estaba pasando afuera.
Lo que se podía presenciar era un enorme ejército de ambos mandos, Alessio al ver esto, el miedo que ya sentía se triplicaba a 3000, no sabría cómo manejar a mucha gente así que lo único que podía hacer es que la suerte este a su lado, aunque las probabilidades eran muy bajas desde su punto de vista.
—¿Ll-llegamos?
—Así es…
—…
—¿E-Emilio…?
—D-dime Lyna ¿N-no te es raro que no hayamos encontrado a ningún enemigo? —Decía en el oscuro pasadizo que se iluminaba con las 2 únicas antorchas y la luz del día.
—Ahora que lo mencionas… Nunca sentí la mansión tan desolada…
—Las trizas de ese tipo… ¿Crees que son del soldado que vino antes?
—N-no estoy muy segura, pero lo más probable es que si…
Pensativo por lo que vio y de lo que tendrá que afrontar, siente como su respiración vuelve a ser más rápido, sintiéndose agitado de lo que tendrá que pasar.
—Delante de esta puerta debería estar mi hermana, no sabré cuál será su reacción al saber que nosotros dos estemos aquí y hayamos desobedecido una orden suya. —Al escuchar esas palabras de la sirvienta, Alessio intenta calmarse e intenta alegrar a Lyna que a el mismo.
—L-lo se… Tal vez se enoje, y sobre todo contigo…
Mientras que Alessio decía esto, la reacción de Lyna se volvió algo temerosa, pero su reacción cambio cuando Alessio continúo hablando…
—P-pero tranquila… —Intentado olvidar lo que vio, intenta ser algo optimista, aunque no fuera lo suyo—. Yo me haré responsable de todo lo que pase, y más aún si tu hermana se enoja, yo me haré cargo del castigo.
No lo decía porque era un masoquista que amaba ser azotado, maltratado, insultado o todo relacionado al maltrato físico o psicológico, sino porque él era el responsable de esto, y se haría cargo en todos los problemas que cometa Lyna.
—Pero señor… No puedo aceptar esto, si vamos a hacer esto los dos, tendremos que recibir ambos el castigo, juntos.
Otra persona hubiera aceptado la petición de Alessio y no afrontar a Ilna, pero Lyna a cambio decidió en que ella también reciba el castigo de su hermana, ya que para ella sería lo más justo.
—Pero Lyna, no es necesario que…
—Lo sé, sé que me quieres ayudar y estoy agradecida, pero… No quiero que lleves todo mi peso en tu espalda, s-somos un equipo… ¿No…?
—¿Un equipo eh…? Pues tienes toda la razón ¡Afrontaremos cualquier problema que se nos venga en cara y superarlo juntos!
Una humilde sonrisa salía del rosto de la sirvienta, eran de esas pocas veces que Lyna sentía una sensación de alegría y confianza hacia alguien, aunque la persona que le había hecho recordar esos sentimientos físicamente era Emilio, dentro de él había algo que lo hacía ver diferente y eso le hacía feliz a ella, y Alessio, al ver por primera vez una sonrisa de ella, él tampoco se aguantó en mostrar una sonrisa y alzó su mano y dijo…
—Todo saldrá bien, ¡Dame esos cincos!
—¡Si!
Al chocar sus manos ambos sonreían como dos niños que estaban por entrar a un campo de juegos, aunque si al campo de batalla lo ves así no hay ni un tipo de problema más que estés algo mal de la cabeza, aunque ellos no lo veían así.
—¡Esforcémonos Lyna!
—¡Hum!
Preparados, Lyna agarra la manija que abriría la puerta hacia dónde estaría Ilna, y mientras ella lo abría, Alessio estaba tan nervioso por lo que podía pasar, aunque es lo de menos ya que estaba con Lyna, así que sólo tenía que confiar en el destino y en ella.
—Vamos. —Decía la sirvienta.
Al abrir la puerta se veía un balcón muy ordenado, había algunos muebles y un lugar para tomar el té, un lugar muy cómodo y lindo para estar en un atardecer con alguien y hablar de la vida, para declararse o pedirle matrimonio a esa persona especial o un tratado, un lugar perfecto para hacer esas cosas… Pero en cambio ahora mismo se usaba para otra cosa.
En el borde del redondo balcón al frente estaba Ilna dando órdenes a los caballeros, mientras que a las lejanías de la mansión se veía varios enemigos llegando y siendo derrotados por los caballeros que estaban usando sea que artillería, arcos, catapultas o cualquier armamento para que los enemigos no lleguen a la mansión y cubrir a los caballeros que estaban al frente de la batalla, pero a pesar de eso no era lo suficiente por la gran cantidad de enemigos que llegaban desde las lejanías, haciendo impresionar a Alessio…
—¡Oh Dios Mío!
Al decir estas palabras en voz alta Ilna se gira bruscamente dejando de lado la batalla y sus ojos van directo sea a Alessio que a Lyna.
—¿P-pero que están haciendo aquí? ¡Lyna! ¿¡No te he dicho que cuides y protejas a Emilio!?
—Lo siento por haber desobedecido tu orden, pero en la celda, el señor…
—Regresa a Emilio.
—El señor Marst…
—Regresa a Emilio.
—El señor Marst queri…
—¡REGRESA A EMILIO A LA MALDITA CELDA!
Una voz y reacción muy enojada salía del hermoso rostro de Ilna; Lyna al escuchar los reclamos de su hermana esta intenta explicarle las cosas que han pasado en el momento que estuvieron separadas, pero su hermana interrumpía cada palabra que decía, no le importaba para nada lo que quería decir su hermana sólo quería que Emilio esté a salvo; Alessio al escuchar que Ilna no dejaba hablar a su hermana este se mete en la conversación.
—Por favor, deja hablar a tu hermana, si no quieres escucharla entonces escúchame.
—No es que no quiera escucharla, le di una orden y era que te protegiera y vigilara.
—Yo le dije que me sacará de ahí, pasaron unas cosas y ella me ayudó.
—¿Cómo?
—Había un tipo de muy mal aspecto en la celda donde me dejaste, me iba a atacar por algo que le hice hace años y el con cara de venganza me quería asesinar por un motivo del pasado, pero tu hermana estaba ahí, me salvó y para protegerme mató al tipo que iba a hacerme daño, aunque recibí unos golpes, tu hermana se encargó en curarme, si tu hermana no hubiera estado ahí no estaría junto a ti ahora, así que dale las gracias a tu hermana por haber sacrificado su vida por un inútil como yo.
—¿Debió ser Marst no?
—Si… Creo que así se llamaba.
Alessio al explicar lo sucedido a Ilna, Lyna estaba callada mientras que Alessio le estaba defendido y esperaba que su hermana la felicitara por su logro, pero Ilna no lo toma en cuenta y solo la ve con cara de seriedad a la sirvienta como si no fuera la gran cosa para ella, Alessio al notar esto se enoja un poco.
—¿No escuchaste lo que dije?
—Si, si escuché, fue mi error haberte dejado ahí y estoy en cierta agradecida que mi hermana haya cuidado de ti, pero… —Observa a los caballeros—. No sé cómo expresar esos sentimientos hacia ella…
«¿Cómo que no sabe cómo decir un gracias con una sonrisa a su propia hermana? Ni que fuera la persona que odiaras, o posiblemente si… Pero por lo mínimo decirle un gracias bastaría, pero la relación entre estas dos hermanas es muy distante… Como que si sus rangos las distanciaran…», pensaba Alessio.
—No sé por lo que han pasado, pero no es tan difícil, como tú expresas tu rosto de felicidad o angustia al verme demuéstralo también a tu hermana, no somos tan distintos, somos personas, y sé que tu hermana espera con felicidad un agradecimiento de tu parte. —Decía Alessio a Ilna que evitaba ver a su hermana.
—Bueno si tú lo dices…
—No es porque yo lo diga, si no lo que diga tu corazón.
Un momento melancólico se estaba creando en el mismo ambiente de preocupación y miedo que los caballeros estaban sintiendo, así que siguen como si nada estuviera pasando, pero al momento donde Alessio dijo esas palabras, Ilna se sonroja por las palabras tan lindas que habían salido de él, así que agarra fuerza y dice…
—Bueno… —Observa a Lyna—. Gra-gracias por haber cuidado de Emilio, Y… Bien hecho, gr-gracias por haberlo protegido… Gracias…
—No hay de que hermana.
Sin mucho que decir, solo le responde con una sonrisa algo seria pero honesta.
Ambas hermanas sonreían, aunque con desconfianza, era algo y esto a Alessio lo mantenía contento, pero no paso ni un minuto y Ilna dejó de sonreír y dice:
—Bueno, ahora volviendo a la realidad ¿Qué hacen aquí? ¿No ven lo que está pasando ahí afuera? Deberían estar en cubierto.
—Fue mi idea en venir y le dije a Lyna que venga conmigo para ayudarte.
—¿Pero para que quieren ayudarme?
—¿Por qué es lo correcto no? No podemos estar con las manos cruzadas hasta que termine esto, si estamos aquí es por algo y ese algo es en ayudarte, sea a ti que esta mansión donde tal vez tengas recuerdos conmigo, y si es así y aunque no tenga recuerdos de ello, los quiero proteger.
Alessio sabía que todo lo que decía era una actuación que el hacía para no preocupar a Ilna, él podía decir su verdad, pero no tenía las fuerzas para decirlo, no quería romper las esperanzas y sentimientos que Ilna sentía por él ya que es la única persona que después de mucho tiempo que se preocupaba por él y eso a Alessio le hacía feliz.
—Aunque hayas olvidado todo aún mantienes ese don con las palabras y una gran determinación, pero no tienes las mismas fuerzas que tenías antes, lo siento si lo digo y si me lo permites… E-eres débil, y si algún caballero se entera de esto todos perderían las esperanzas en pelear, aunque si les insistiéramos en continuar serían derrotados ya que no tendrían esperanzas en ganar.
—Hablando de caballeros… Antes vino uno…
—¡¿E-espera…?! ¡¿Hubo uno que te vio?! ¡¿Que te dijo?! ¡¿Qué hiciste?! ¡¿Dónde está?! —Decía desesperada al saber que hubo un caballero que vio en ese estado a Alessio.
—Tr-tranquila, no sospecho de nada, aunque… Lo lamento…
—¿Disculparte de que…? ¿Qué pasó?
—Antes de venir encontramos su cuerpo destruido… No pudimos hacer nada…
—Oh… Mierda ¿Había alguien? ¿Los siguieron?
—No, no hubo nadie, no sentimos a nadie que nos siguiera.
—Rayos, In… —Sacude levemente su cabeza—. Esto no puedo ser… Ni un plan, ni una salida, esto no puede estar pasando… —Preocupada por lo que estaba sucediendo, sin ni una respuesta o ayuda Alessio le dice.
—P-pero tranquila, es por eso que Lyna y yo hemos pensado en un plan.
—¡¿Eh?!, ¿Un plan?
—Aunque sea un plan simple, nuestro plan consiste en que tú vayas a ayudar a los soldados y que combatas junto a ellos, mientras que Lyna les ayuda a curarles.
—¡¿Y qué hay de ti?!
—En cambio yo ocuparé tu lugar y haré lo que estabas haciendo, daré las órdenes e imagen a los soldados, aunque sea algo arriesgado hay que intentarlo.
—No lo sé… ¿Están seguro de este plan?
—Pues es lo único que se nos vino en mente, además, creo que serías de mucha ayuda, eres fuerte y podrías acabar esto en un cerrar y abrir de ojos.
—No es eso… Eres tú.
Una voz preocupada salía de Ilna, realmente a ella no le disgustaba para nada el plan, el problema es Alessio, ella no quería dejarlo sólo, y además, no estaba segura en dejarlo que comanda.
—Se que tendrás miedo en dejarme sólo y que no sepa cómo manejar el ejército, pero confía en mí, sólo céntrate en acabar con los enemigos y desde abajo dales indicaciones, y con qué tan sólo vean mi presencia de seguro tendrán más fe en pelear.
—Hermana, confiamos en ti, así que da tu mejor esfuerzo.
—Igualmente, nosotros daremos lo mejor para que todo salga bien.
Sin opciones ni alternativas, Ilna acepta el plan, así que las dos hermanas se van juntas hacia el campo de batalla, dejando sólo a Alessio sin antes…
—Emilio, confiamos en ti y… Gracias.
—No tardaremos, te daré una señal para que hagas tu aparición, solo espera a que las dos salgamos de la mansión y te señale para que los caballeros te vean, pero si las cosas se ponen difíciles escapa.
—Escapar no es opción, así que no pierdan tiempo y que la suerte este con ustedes.
—La suerte siempre está a mi lado ¿Lo sabes?
—Si, me lo has dicho antes, bueno ¡Suerte a las dos!
Y antes que bajen, Lyna levanta su mano derecha con suavidad, su hermana no entendía el porqué de esa acción; la sirvienta quería dar una chocada de mano a Alessio, el al entender lo que quería hacer se acerca y choca su mano con la de Lyna, esta deja ver una sonrisa cálida de confianza mientras que la hermana no entendía nada, Alessio alza su mano izquierda y le dice.
—¡Dame unos cinco!
—¿Cómo?
—No hay momento de explicaciones, sólo hazlo como lo hizo tu hermana.
Sin hacer más preguntas Ilna choca su mano con el de Alessio, Ilna emite una reacción de impresión a tal acción que acaba de hacer, mientras que Alessio sólo emite una sonrisa a las dos hermanas, este al tener amabas manos de ellas los aprieta suavemente y les dice.
—Confío en ustedes dos ¡Cuídense entre ambas! Se que podrán lograrlo.
Ambas hermanas al escuchar esas palabras dicen al mismo tiempo “¡Si!”, al soltar sus manos las ve cómo se alejaban e iban al campo de batalla.
«Ahora todo dependerá de nosotros tres para salvar algo que no conozco, pero para saber las respuestas tendré que salvar esta mansión a toda costa.»
Se decía así mismo al ver los caballeros combatir, todo esto a Alessio le subía la presión, pero no podía hacer nada más que esperar el resultado final del plan que ha hecho con Lyna.
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Comments for chapter "04"
QUE TE PARECIÓ?
Niceeee que buen capítulo xD.
Nadie…
Absolutamente nadie…
El soldado: «Sr. Emilio venga con nosotros» 3 doritos después… *Encuentran al soldado hecho trizas en el pasillo* Nice word! xD
Lo de chocar los cinco mola bastante, al parecer el prota tiene carisma.
Sugerencia: Colocaste un par de veces «LLendo» y no se escribe así, lo correcto es «Yendo»
-Yendo: Verbo ir.
-Llendo: No existe xD
En fin, a leer el siguiente cap… :3
No sabes quién eres , eres débil , y me duele todo… Jefe no se q tan bien desarrollado está este plan xd te volviste loco Bob esponja ! :v
xdd
Me parece que al verse en desventaja los soldados, los estaba llevando a un punto del que no puedan salir, y morirían antes de escapar. Necesitaban de su líder para que los anime. El optimismo siempre es un factor multiplicador.
Buen capitulo!!
Se viene lo chidoriiiii, huele a guerra!!
Pobre Alessio, su primer día en otro mundo y tiene que afrontar una batalla, mala suerte la suya…
1.- Lyna es un sol, hay que protegerlo
2.-¡¡Guerra!!
El combate a empezado, en un mundo muy cuadrado xdxdxdxd
Interesante como es la verdadera personalidad de la sirviente , es agradable y inocente por decirlo de algún modo y en cambio su hermana es mas dura pero no mala , por lo que se lee ahora viene un descontrol aunque no se que tan seguro sea xD, si lograron infiltrarse en la mansión y mataron a un soldado y habían soldados enemigos ya no es un lugar seguro y encima que la hermana caballero este en un balcón podría ser emboscada por detrás sin oportunidad a huir, pero veamos que pasara, no estoy seguro si Alessio podrá dirigir a todo un ejercito solo con fuerza de querer o sea es un ejercito y el nunca ha tenido capacitación militar y no creo que lo que sepa en juegos ayude, tal vez por instinto al estar ene el cuerpo de Emilio sepa que hace porque ya se nos confirme que todas las frases y discursos que daba Alessio era por influencia de estar en el cuerpo de Emilio y no por voluntad propia ya que eso explica porque es tan bueno con las palabras considerando que era un asocial completo en su vida pasada. A seguir leyendo!!
Creo que estás subestimando a Ilna, si sintiera que unos enemigos vinieran hacia ella los eliminaría como a unos mosquitos.
Pues haber cómo lo hará Alessio, je, je, je; gracias por tu comentario ;D