Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 08

Al abrir la puerta, se podía presenciar a 3 personas con una túnica blanca color nieve que les llegaban hasta los pies, la única chica que estaba ahí tenía una tela negra con unas pequeñas cuerdas amarillas decorando su cuello que también decoraban perfectamente con los broches y cierres amarillos que estaban desde su pecho hasta sus piernas, en cambio, los otros 2 hombres tenían una línea amarilla por ambos brazos y en el centro del pecho que llegaba hasta las piernas, estas personas veían fijamente a Alessio y Lyna, haciendo que Alessio le comience a subir más la presión y que camine lentamente apretando un poco la mano de Lyna, la respiración de Alessio había aumentado de poco a poco, Lyna se da cuenta de esto y le dice en voz baja.

[ Lyna: Se que estas nervioso, pero ya estás aquí, tranquilo, no estas solo… ]

«Es verdad, no estoy sólo, tengo el apoyo de Emilio y Lyna y posiblemente de Ilna, tranquilo Alessio, todo saldrá bien, si te pones a analizar la situación, estoy viviendo de esas aventuras que veía en mis series favoritas, tengo una sirvienta linda que tiene mi apoyo, una hermosa chica detrás de mi y un posible gran amigo que me apoyará en mi nueva aventura, además, desperté en una mansión, creo que seré de esos protagonistas que tanto admiro, de todas formas la vida tenía que recompensarme por haberme dado tan miserable vida…»

Al pensar en esto, mira a Lyna y le dice con confianza dejando de lado su temor.

[ Alessio: Tienes razón, saldrá todo bien. ]

[ Ayudante del juez: Oigan ustedes dos, ¿Qué hacen aquí? —El reclamo del ayudante hizo que Velleda le interrumpiera. ]

[ Velleda: Espera un momento, ¿tu eres el verdadero Emilio o eres el otro…? ]

Un ambiente tenso se había creado por la pregunta del Juez, haciendo que Alessio tenga la obligación de responderle.

[ Alessio: Bueno, aún no me he presentado, yo soy… ]

[ Velleda: No te he dicho que te presentes, pero ya no es necesario que me respondas. ]

[ Alessio: ¿Por qué…? ]

[ Velleda: No hay tiempo de dudas, solo espera por tu juicio, ven aquí adelante y siéntate mientras esperamos al señor Emilio y a la señora Ilna. ]

[ Alessio: Bueno…, no tengo opción, ven Lyna. ]

[ Velleda: Sin la sirvienta, ella puede irse, tiene muchas cosas que hacer… ]

[ ¿?: Se puede quedar. ]

Una voz de una chica se escuchaba desde la puerta, era Ilna que exclamó en el ambiente.

[ Velleda: Señor Emilio y Señorita Ilna, sean bienvenidos, no tengo ninguna obsesión en su petición, ¿pero para que quiere que se quedé la sirvienta?, tiene muchas cosas que hacer, su presencia no es de gran importancia. ]

[ Ilna: Ella estuvo presente con ese individuo en todo momento, así que es testigo. ]

[ Lyna: Hermana… ]

[ Velleda: Hmmm, si es así no puedo oponerme, bueno, mientras más testigos mejor aún, así que petición aceptada. ]

[ Lyna: Hermana porque… ]

[ Ilna: Ya es hora que aprendas a dar tu opinión Lyna. ]

[ Lyna: Si… pero yo no… —Dice con nervios pero viene interrumpida por Emilio. ]

[ Emilio: Bueno, bueno, ya estamos todos los presentes, ya va siendo hora que comience este juicio. ]

Al estar todo listo, Alessio se pone al frente sin tener la más mínima idea de lo que pasará, así que Lyna, Ilna y Emilio se sientan y los 2 ayudantes se ponen en cada lado del señor Velleda.

[ Velleda: Con la orden que se me dio, daré inicio al juicio. ]

«Rayos, ya comenzó, haber, tranquilo, todo irá bien, todo irá bien, no hay de que preocuparse.», mientras que Alessio intentaba relajarse, el juez comienza a hablar.

[ Velleda: El día de hoy se a acusado a este desconocido por robo de identidad y manipulación, cosa que esta mal vista en todo el país. ]

Estas palabras altera a Alessio, haciendo que hablé sin pensar.

[ Alessio: Espera, yo no robe la identidad a alguien y menos aún no manipule a nadie. —Exclama. ]

[ Lyna: Tranquilo, Alessio. —Dice en voz baja desde los asientos de atrás, pero una pequeña furia había creado. ]

[ Ilna: ¿Alessio? ]

[ Lyna: Eh… ]

[ Ilna: ¿QUE DIJISTES?, ¿Lo llamaste Alessio?, ¿Ese es su nombre? ]

[ Emilio: Ilna, calma. ]

[ Ilna: Si sabes algo, dilo. ]

[ Lyna: N-No puedo decirlo sin el permiso de… ]

Un destello de luz roja se estaba haciendo ver en el pecho de Lyna, haciendo que caiga del dolor, esto hace que Alessio actúe inmediatamente.

[ Alessio: E-espera, Lyna aún no se recupera del gran destello de luz de ayer, Ilna, detente por favor. ]

[ Emilio: Tiene razón, cálmate, ella no es la que tiene que declarar las cosas, eso lo tiene que hacer el. ]

Sean las palabras de Alessio que de Emilio, hizo que Ilna se calmada y el destello de Lyna se desvanecía.

[ Velleda: Bien, comencemos otra vez, el día de hoy se a acusado a este desconocido por robo de identidad y manipulación, cosa que esta mal vista y prohibida, la señorita Ilna fue quien tuvo la idea de hacer este juicio de última hora por lo que me voy directo hacia ella con esta pregunta, ¿Por qué decidiste hacer este juicio tan pronto?

«Espera, ¿Ella fue quien planifico este juicio?»

Se levanta Ilna de su asiento.

[ Ilna: Gracias señor Velleda por darme la autorización de hablar y disculpe por mi comportamiento de antes. ]

[ Velleda: No pasa nada, prosiga. ]

[ Alessio: ¿Cómo que no pasa nada?, casi lastima a Lyna. ]

[ Velleda: ¿Quien? ]

[ Alessio: Lyna, la sirvienta. ]

[ Lyna: Alessio…, por favor no sigas, no te preocupes por mi ahora, preocúpate por ti. ]

[ Alessio: Lo se, pero… ]

[ Velleda: Entonces así es como se llama esa sirvienta…, no importa. ]

[ Alessio: Hmm… ]

Alessio no podía soportar que le faltaran el respeto a Lyna, un insulto a ella es un insulto a el, no podía dejar que la chica de peleó blanco que apreciaba fuera humillada, pero no podía hacer nada más que seguir con el juicio.

[ Ilna: Ya dejaste de hablar. ]

[ Alessio: ¿Por qué me odias tanto? ]

[ Ilna: Te odio por haberme mentido, te odio por haber mentido a todos los soldados, ¡ACASO NO PENSABAS EN LO QUE LOS DEMAS SENTIAN! ]

[ Velleda: Señorita Ilna, baje un poco su voz. ]

[ Ilna: Lo siento por mi tono, no puedo soportar que alguien que no conocemos aún siga vivo y esté conviviendo con nosotros, apuesto que hizo todo esto para que perdiéramos soldados y sea más fácil al enemigo atacarnos. ]

[ Velleda: Entiendo tú frustración, yo perdí a mi hijo, también murió junto con todos los soldados el día de ayer, también siento un sentimiento de furia que alguien que no debería haber comandado y mucho menos haber dado una falsa esperanza fuera a comandar hacia su muerte sin saber nada del tema, pero no es momento de deprimirnos, tenemos cosas que hacer y no perder la compostura. ]

Silencio en la sala

El comentario que dijo Velleda hizo que todos en la sala se callaran, el único sonido que se escuchaban eran los respiros de nervios de Alessio, el sabía que no lo había hecho a propósito, hizo todo lo que pudo en el menor tiempo posible.

«No es cierto, no lo hice a propósito, hice todo en el menor tiempo posible para salvarlos a pesar de no saber nada de la situación…, tranquilo Alessio, no te distraigas…].

[ Velleda: Lo siento por mi comentario, me salí de mi papel, bueno, señora Ilna, prosiga. ]

[ Ilna: Se que en cierta parte tengo culpa por no haber salvado a todos mis soldados por mi incompetencia, pero dejando eso de lado, si quieres saber todo desde el inicio y como me encontré a este individuo, fue hace unos días en el puerto de la ciudad cuando estaba patrullando, había oído sobre un criminal que andaba suelto por esa zona, habían muchas personas en el lugar por lo que decidí tomar un atajo en un callejón, al estar recorriendo me llamo la atención una manta gruesa de color negro, aunque no tenía tiempo, decidí inspeccionarlo y aunque era poco su energía, sentí la presencia de Emilio, aunque era raro para mi, abrí un poco la manta y no cabía duda que era el, por lo que me lo lleve de inmediato a la mansión ya que sentía que todas sus fuerzas que tenía habían sido consumida, no fue que paso 2 días que despertó pero ya no siendo el mismo, como si todos sus recuerdos y fuerzas se habían desvanecido, después paso todo lo que tuvo que pasar, pero a pesar de haber olvidado las cosas, no actuó como uno que no sabe ni siquiera de su propia existencia, actuó como si todo estuviera bien y fuera consciente de lo que le pasaba y lo que estaba por pasar. ]

[ Velleda: ¿Me estas diciendo que tuvo una reacción diversa a uno que despierta al haber olvidado todo? ]

[ Ilna: Si, así es. ]

[ Velleda: Bueno, realmente no es un motivo suficiente para sospechar de el. ]

[ Ilna: Lo se, pero lo raro es que se parezca a Emilio y no soy la única que se pregunta por que es igual a el, por que justo cuando despertó paso todo esto, no sabemos los motivos del por que de este parecido, por lo que para mi sin mencionar a todos los presente esto es muy sospechoso. ]

[ Velleda: No eres la única que piensa eso, por lo que le doy la autorización al segundo Emilio, o como le llamó la sirvienta, Alessio, puedes hablar. ]

Todo lo que tenía dentro Alessio era un pequeño arrepentimiento, veía que todo su sacrificio podría haber sido en vano, pero al saber que estaba en otro mundo, no cometería el mismo error que en su antiguo mundo.

«Estoy en otro mundo, debo dar una buena impresión con mis siguientes palabras», se levanta a la velocidad de la luz con una gran motivación e intenta hablar de la manera más tranquila y amigable posible.

[ —Si, como usted dijo señor juez, me llamo Alessio, mi verdadero nombre aún es un misterio, «Mentira», pero Lyna tuvo el placer de darme un buen nombre a alguien desconocido y sin oficio como yo, «Verdad», sobre respecto de mi identidad, les puedo decir que no se nada, «Mentira», pero este nuevo yo está dispuesto a cambiar, «Verdad». ]

Cada frase que decía, en su mente decía que era verdad y que no, un comportamiento un tanto extraño que los que estaban ahí podían notar, era raro que una persona que esta afrontando un juicio tenga ese comportamiento tan relajado y confiado, los 2 asistentes que estaban sea al lado izquierdo que derecho de Velleda, tenían una mala impresión de Alessio por lo que no se guardaron sus comentarios hacia el.

[ Asistente 1: ¡Oye!, no le faltes al respeto al juez, ten más modales al hablar. ]

[ Asistenta 2: Que comportamiento más raro, ¿Quién está tan relajado y confiado en un juicio que le traerá su misma e insignificante muerte? ]

[ Velleda: Señor Alessio, baje un poco su tono y responda de manera madura, este juicio es serio y decidirá su destino, Ron, Inés, guarden silencio. ]

[ Ron y Inés: Discúlpenos señor. ]

[ Alessio: Espera…, ¿Cómo que mi destino? ]

[ Velleda: En resumidas palabras, decidida tu vida o tu muerte. ]

Impresión en la sala menos de Emilio

[ Alesso: ¡¿Co-como!?, es imposible, no hice nada malo. ]

[ Velleda: ¿No has escuchado nada no?, has cometido 2 delitos graves, el robo de identidad y manipulación, ¿Te acuerdas ahora? ]

[ Alessio: ¿Manipulación? ]

[ Velleda: Por haber manipulado a varios soldados con una falsa esperanza hacia su muerte fingiendo ser el verdadero Emilio. ]

[ Alessio: Si, pero no lo hice con malas intenciones… ]

[ Velleda: Pues para eso tendrás que responder algunas preguntas para probar tu inocencia y tendrás que darnos una pizca de tu sangre. ]

[ Alessio: ¿Mi sangre…? ]

[ Velleda: Si, para que cada confesión que digas se compruebe que sea real o no, para eso llamaremos por desgracia y sólo para esta ocasión a un Altramista, así que por favor, acercarte a mi asistente de mi lado izquierdo, te dará una hoja donde tendrás que derramar una pequeña gota de tu sangre. ]

Así que Alessio se acerca a la asistente que estaba en el lado izquierdo de Velleda y extiende su mano.

[ Inés: Extiende tu mano por favor, y no te muevas. ]

Saca una pequeña aguja que penetra la planta de su dedo meñique de su mano derecha y un pequeño signo de dolor se podía ver en el cara de Alessio, el otro asistente ve su cara y no duda en decir.

[ Asistente 1: Eres débil, te falta resistencia. ]

[ Alessio: ¡Oye!, no era necesario tu comentario. ]

[ Velleda: Silencio los dos, Ron, trae al Altramista que esta en unas de las celdas. ]

[ Ron: Si señor. ]

Así que el asistente que estaba a su mano derecha salió de la sala.

[ Inés: Ya está, ve a tu lugar. ]

Una pequeña gota de sangre calló en la hoja que sostenía Inés, al caminar a su puesto, levanta su pulgar como diciendo que todo esta bien a Lyna, pero como era de esperarse, no entiende el significado.

[ Velleda: Asistenta Inés, ¿puede leerlo? ]

[ Inés: Por la autorización que se me he estado dado del Juez Velleda en leer este documento, el individuo ha aceptado en dar su testimonio al haber dado su sangre por su palabra y verdad, al terminar con las preguntas y juicio, en caso que se muestre una mentira, automáticamente se le vendrá dado el castigo después que la carta sea examinada por un Altramista. ]

«Si que es un mundo de fantasía…»

Decía mientras escuchaba la voz de Inés, un tipo de contrato de ese estilo es lo que más caracteriza a esos mundos de fantasías que tanto anhelada Alessio, aunque pueda parecer raro, Alessio disfrutaba su vida en ese mundo a pesar de estar en pleno juicio que le podría dar la muerte.

[ Velleda: Señor Alessio, al haber escuchado las palabras de mi asistenta, tu, al haber dado tu palabra por tu sangre, das sea la autorización y afirmación que responderás todas las preguntas con toda la verdad. ]

Aunque fuera una cosa sería, Alessio mostraba una aura de tranquilidad y confianza, el sabía que no había hecho nada malo por lo que no había sentido en que se contenga con sus respuestas.

[ Alessio: Bueno, no tengo problemas en responder ninguna pregunta, así que vamos. ]

La forma tranquila de Alessio hace dudar a Velleda, era raro que alguien esté tranquilo en una situación así.

[ Velleda: Hmmm…, asistenta Inés, puedes leer las preguntas. ]

[ Inés: Si señor. —Una pequeña tensión se estaba creando en la sala, aunque sepa que esta en una situación grave, al saber que tiene a 2 personas que confían en el, que este viviendo en otro mundo y más aún de uno de fantasía, un sueño de cualquier fanático de este género, no mostraba signos de tanta preocupación—. Primera pregunta, ¿Por qué eres igual al señor Emilio?.

[ Alessio: Hmm…, pregunta dura y algo difícil de responder, yo también me pregunto porqué del padecido a Emilio, pues, aunque intenten preguntar tanto a esta pregunta, la respuesta siempre será la misma, así que no, no se porque soy igual a el. ]

Un silencio profundo se creo al terminar su respuesta, posiblemente puro dudar unos 5 segundos ese silencio, así que Inés continuo con la segunda pregunta.

[ Inés: Bien, segunda pregunta, ¿Tu verdadero nombre es Alessio? ]

[ Alessio: Hmmm…, digamos que si, pues, técnicamente me lo puso Lyna, y como me lo puso ella, ese es mi nombre. ]

[ Lyna: Alessio… —Dice en Voz baja. ]

[ Inés: Tercera pregunta, ¿Tus intenciones eran malas al mentir y manipular las mentes de los demás al decir que eras el verdadero Emilio? ]

[ Alessio: Mis intenciones…, «Técnicamente mis intenciones solo era seguir el papel que podría tener Emilio sin haberlo conocido, tuve que actuar como el con la poca información que me dio Ilna, aproveche la situación como si realmente hubiera perdido la memoria y comenzar como un nuevo yo, pero…», Observa a su alrededor. «Veo que no salió como me lo esperaba, haber…», —pues…, no se como explicarlo, sólo hice que era correcto y lo que hubiera hecho Emilio en su lugar, sólo quería que todo saliera bien y no tenía las intenciones de que nadie muriera, aunque en una parte de mi sabía que iban a ver pérdidas, nunca pensé que iba ser tan grande, pero di lo mejor de mi en el menor tiempo posible y poder ser feliz en este mundo. ]

[ Velleda: ¿Este mundo?, oye Alessio, te puedo preguntar algo. ]

[ Alessio: Eh…, si, ¿Qué pasa? ]

[ Velleda: Me interesa eso último que dijiste, ¿Cómo que este mundo?, ¿me lo puedes explicar, a que te quieres referir? ]

[ Alessio: Eh… ]

[ Ilna: ¡SI TIENES ALGO QUE DECIR, DILO! ]

[ Lyna: Hermana, tranquila… ]

[ Ilna: He estado tranquila por unos buenos minutos, no me creo ninguna de las palabras que escupe este impostor. ]

[ Velleda: Señorita Ilna, por favor guarde silencio, volviendo a ti Alessio, ¿Qué es a lo que te refieres a este mundo? ]

La tranquilidad que tenía Alessio se había vuelto en tensión, en su rostro se podía presenciar un pequeño signo de angustia, a diferencia de las otros preguntas, este era la más fácil pero complicada de responder.

«Tarde o temprano tenía que pasar, da igual donde este, mi estupidez puede sobrepasar cualquier mundo, de todas formas, es algo de mi no lo puedo negar, pero el problema es que si me van a creer o no, pero para eso tendrán que llamar a un Altra no se que cosa, por lo que no tengo que contenerme en responder.»

Mientras que el hablaba en sus pensamientos, todos los presentes estaban esperando su respuesta mirándole fijamente a excepción de Emilio que tenía los ojos cerrados desde que comenzó el juicio, Emilio no había dicho ni una palabra.

[ Alessio: Bu-Bueno, no es una respuesta fácil de responder, pero respecto a esta pregunta; al ser algo complejo de responder, ¿por qué no sacan preguntas a base de la pregunta que me acaban de decir? ]

[ Inés: Si usted lo dice, ¿Quién eres? ]

[ Alessio: Que directa, eh…, «No es una respuesta difícil, lo difícil será que me crean…» ]

Alessio intenta ver por otro lado cada vez que veía los fríos de ojos Inés, eran simples motivos para que voltee su mirada a otra parte y calmara su angustia.

«Bueno…, no se si me crean, y no soy alguien para que lo haga, tarde o temprano tenía que decirlo», preparado, responde. —Yo soy…

Chasquido dentro de su cabeza

«¿Eh…?»

Una pequeño sonido de frecuencia se hacía presente en su mente, como si fuera el aumento de sonidos Hz, aunque comenzó algo bajo, comenzaba a aumentar y mientras menos se lo esperaba, comenzaba a sentir un pequeño pero intenso dolor de cabeza.

[ Alessio: Eh…, Eh…, ¿Pue-puede repetir la pregunta? ]

[ Ilna: Si, ¿Quién eres? ]

[ Alessio: Soy… ]

La misma frecuencia se hacía presente en su mente y aumentaba al igual que su dolor de cabeza pero lo disimulada bien.

[ Alessio: Aaaah…. ]

[ Ilna: ¡Idiota responde! ]

[ Alessio: E-eso intento… ]

[ Ilna: ¡Entonces responde! ]

Escuchaba ambas cosas, sea las palabras de los presentes que la frecuencia y más su dolor de cabeza, sentía que todo se distorsionaba, pero nadie lo notaba.

[ Alessio: Me-mejor pasemos a la siguiente pregunta. ]

[ Inés: ¿De donde vienes? ]

[ Alessio: ¿De donde vengo?, yo… ]

Aumento de frecuencia y dolor de cabeza.

[ Alessio: Ah ah ah —Suspira. ]

[ Velleda: Oye, ¿te encuentras bien? ]

[ Alessio: Si-si, sólo estoy teniendo dificultades en responder, por favor háganme otra pregunta. -Murmurando del dolor. ]

A pesar de no haber repuesto 2 preguntas, Velleda aceptó y le dijo a Inés que haga otra pregunta.

[ Velleda: Señorita Inés, ¿Puedes hacerle una nueva pregunta? ]

[ Inés: Sí, señor. ]

Alessio alza su mirada hacia los ojos fríos de Inés y esta le pregunto.

[ Inés: ¿Cómo llegaste aquí? ]

[ Alessio: Llegué… ]

La Frecuencia y dolor de cabeza estaban aumentando, el dolor de cabeza que sentía Alessio no era nada comparado como en su antiguo mundo, al tan solo decir eso, agarra su cabeza por el gran dolor que siente y cae en rodillas por el dolor y sonido tan insoportable que sentía.

[ Lyna: ¡Alessio! ]

[ Velleda: ¡Señor esta bien! ]

[ Alessio: ¡Ah ah ah! —Ruidos de dolor. ]

[ Ilna: ¿Pero que…? ]

«¡Que esta pasando!, ¡Que esta pasando!, ¡Por qué justo ahora!»

Alessio estaba de rodillas tocando su cabeza de dolor, como si lo estuviera rascando, Lyna intentó ir hacia Alessio pero Emilio la bloquea con su mano dándole a entender que no vaya.

[ Ilna: ¡Oye, no es momentos para juegos y engaños, tomate esto enserio! ]

[ Alessio: E-eso intento… ]

[ Ilna: Tch, ven aquí imbécil. ]

Ilna se levanta con furia y se acerca hacia Alessio y lo levanta bruscamente.

[ Velleda: Señorita Ilna, vuelva a su lugar. ]

[ Ilna: Ya me cansé que se lo tome todo a la ligera, ¡¿Acaso piensas que esto es un juego?! ]

[ Alessio: … ]

[ Ilna: ¡Te estoy hablando a ti idiota!, responde a las malditas preguntas, ¡¿Quien eres?!, ¡¿De donde vienes?!, ¡¿Cómo llegaste aquí?!, ¡responde! ]

[ Alessio: Qui-quiero per-pero ahaha… ]

Las frecuencias se elevaban en su mente, su dolor de cabeza parecía que explotaría, por una extraña razón, no podía responder las preguntas respecto a su otra vida.

[ Ilna: No metas pretextos, ¡responde por una maldita vez, no todos tenemos la misma paciencia que tu, hemos perdido gente, hemos sido engañados, casi perdemos por ti, y lo que estás demostrando ahora es sólo una burla hacia nosotros! ]

[ Alessio: No, no es así, en serio quiero responder pero… ]

Una furia se podía presenciar en los ojos de Ilna, si no fuera un juicio, ella ya lo hubiera matado de la manera más brutal posible.

[ Ilna: Nada de peros maldito, ¡RESPONDE A LAS MALDITAS PREGUNTAS! ]

La presión de Alessio se estaba elevando, todos en la sala no sabía que es lo que le estaba pasando a Alessio, el era el único que podía saberlo, pero un reclamo que se hacía escuchar dentro de la sala hacía que todos lo observaran.

[ Emilio: ¡ILNA YA FUE SUFICIENTE! ]

Una voz sería que imponía orden se pudo escuchar en los asientos, después de varios minutos, Emilio por fin había dado signos de vida y abre sus ojos.

[ Ilna: Emilio, tu no lo entiendes… ]

[ Emilio: Claro que si, se como te sientes y no sólo tu, también los demás, comparto el mismo dolor de haber perdido gente por alguien que no supo manejarlo y que se hizo pasar por mi. ]

Silencio en la sala

[ Emilio: Pero darle toda la culpa sería muy malo de nuestra parte, debemos tener algo en cuenta, el es también un humano como nosotros, de seguro no sabe como explicarlo y esta bajo mucha presión, denle un respiro. ]

[ Ilna: Pero Emilio… ]

-Emilio: ….

Emilio no dijo una palabra más y cerró sus ojos, esto no deja más remedio a Ilna que dejar a Alessio tranquilo por ahora.

[ Ilna: Que es lo que estarás planeando Emilio…, «Que vio en este don nadie» —Dijo al estar viendo con desprecio a Alessio mientras que este lo observaba con confusión mientras que Ilna lo suelta y va a su asiento. ]

[ Velleda: Que situación… —Dijo en voz baja. ]

Poco a poco las frecuencias y dolor de cabeza de Alessio disminuían.

Se escuchan pasos y algo abre la puerta.

[ Ron: ¡Señor Velleda!, tengo que decirle algo. ]

[ Velleda: Al fin llegaste, ¿Y donde esta el experto Altramista? ]

[ Ron: Bueno sobre eso… —Todos lo observan. —Está muerto… ]

[ Velleda: ¿Cómo es posible?, ¿Quién es el responsable de esto? ]

[ Ron: Pues, no había nadie en la celda más que una espada de manera clavada en su corazón. ]

«Un momento…, no me digas que estarán hablando de Marst, el tipo que quiso asesinarme…»

[ Velleda: Señor Alessio, ¿Está usted dispuesto a responder esta pregunta? ]

[ Alessio: Cr-creo que si… —Respondía frotando su frente. ]

[ Velleda: Bien, ¿Sabes quien es el culpable que asesinó a ese Altramista? ]

«Mierda, no se si mentir para no darle la culpa a Lyna o digo que fui yo…, pero da igual que mienta, total no hay un Altramista que pueda ver que este mintiendo pero no tengo que confiarme…»

Mientras que Alessio pensaba que decir, la sirvienta de pelo blanco alza su mano.

[ Lyna: Dis-disculpe, eh…, puedo hablar. ]

[ Ilna: Lyna… ]

[ Velleda: Emm…, Claro…, te tienes el permiso que hables. ]

«¿Un momento?, Lyna…», voltea a verla.

[ Lyna: Yo-yo fui… quien lo asesinó. ]

[ Ilna: Un momento, ¡es el tipo que ataco a ambos en la celda! ]

[ Lyna: S-Si… ]

[ Velleda: ¿Cómo es posible que una sirvienta haya asesinado a un prisionero?, no sería la primera vez que se aprovecharía de ti, tendrías que haberte dejado tocar como siempre, tu lo sabes, pero si tanto pudiste soportarlo, ¿por qué ahora lo asesinaste? ]

«¿Cómo que aprovecharse de ella?, ¿Acaso todos odian a Lyna para que no les importe su bienestar?»

[ Lyna: Bueno, es que… ]

[ Alessio: Por favor, puedo responder por ella. ]

Antes que Lyna explique lo sucedido, Alessio intenta responder por ella, no quería que se humillada más.

[ Velleda: Bueno, es mejor escuchar la respuesta de un criminal que de una sucia sirvienta. ]

[ Alessio: Hgh… —Hace un seño de desprecio al escuchar las palabras del juez, así que se levanta y suspira antes de hablar—. Hablando de Lyna, lo que paso fue que cuando Ilna me puso en esa celda para protegerme, había un tipo de muy mal aspecto, me iba a atacar por algo que le hice hace años pensando que era Emilio, pero después de un momento a otro sin que me dijera el motivo, puso una cara de venganza a de un asesino por un motivo que no me dijo, pero gracias al cielo Lyna estaba ahí y me salvó a tiempo matando al tipo que iba a hacerme daño, aunque recibí algunos golpes, Lyna se encargó en curarme. —Voltea a ver a Ilna—. Ya te lo he dicho cuando estábamos en el balcón, así que no te hagas como la que no sabe nada, si tu hermana no hubiera estado ahí no estaría junto a ti ahora, así que dale las gracias a tu hermana por haber sacrificado su vida por un inútil como yo.

[ Lyna: Alessio… ]

[ Ilna: Es casi lo mismo que me dijiste en el balcón. -Decía al tener las manos cruzadas con una voz algo satisfecha en haber por fin escuchado una respuesta coherente. -Pero no pienses que voy a agradecerle otra vez por haber salvado a un idiota como tu, por mi no cambiaría nada si te hubiera dejado morir. ]

[ Alessio: … ]

[ Velleda: Hmmm…, Entonces eso es lo que paso…, pero de todas formas la sirvienta tiene prohibido atacar sea a un prisionero que a una persona. ]

[ Alessio: Pero si no fuera por ella yo no estaría aquí, se el error que cometí aunque fuera indirectamente, hice un poco de tiempo para que venga Emilio, si no hubiera actuado, tal vez el resultado que estamos viviendo ahora, hubiera sido diferente o peor, no pido el perdón, más sólo mi compresión. ]

Una voz confiable y sincera salía de Alessio, sus palabras dejan algo perplejo a todos los presentes, Alessio sabía que lo que dijo podía ser lo posiblemente convincente para que no sospecharan más de el, pero unos pequeños aplausos se escuchaban en los asientos.

[ Emilio: Sabía que podías lograrlo. ]

[ Ilna: ¿Por qué aplaudes? ]

[ Emilio: Bueno…, antes que nada, Señor Velleda, ¿me da la autorización de hablar? —Velleda asciende con un si a su petición, así que se levanta y se acerca al lado de Alessio—. Que puedo decir, no siento malicia en el, a decir verdad, no es que este feliz por la pérdida de una gran parte de mis hombres, pero por desgracia y aceptando la realidad, siempre pasa en cada batalla, si hubiera estado yo, puedo asegurar que el número de muertes hubieran sido menores, pero de todas formas habrían bajas, es algo inevitable, pero más inevitable es que un inexperto haya mantenido el orden y logrado algo que pocos harían, el coraje de ALESSIO es más alto de lo que ustedes piensan, es lo que percibo de el, por desgracia, no se mucho de lo que pasó en mi ausencia, pero puedo decir que hizo un buen trabajo aunque algo…, bueno…, desastroso, pudo lograrlo hasta donde le permitían sus límites, aunque no haya respondido algunas preguntas, hizo todo lo que pudo. ]

Esas fuertes palabras solo hacía que Alessio se quede tonto, le era muy raro verse a si mismo defendiéndose si ni el mismo pudo, era algo irreal ver esto tipos de situaciones.

[ Alessio: ¿Por-por qué me estas defendiendo? —Al decir su dudosa pregunta, Emilio asciende con una humilde y sincera sonrisa. ]

[ Emilio: No siento malicia en ti. ]

[ Alessio: Vaya…, mejor sólo hubieras dicho eso y bastaría para convencerlos. ]

[ Emilio: Yo no estoy convenciendo a nadie, ni defendiéndote, sólo estoy diciendo lo que siento y lo que es correcto. —La sinceridad de Emilio hace sentir una pequeña calidez en el interior de Alessio. ]

[ Alessio: Ahah, ¡eres malo pero justo! —Pequeño grito de sarcasmo. ]

[ Emilio: Eres un experto en arruinar momentos serios ¿Sabes? ]

[ Alessio: Y tu eres un experto en romper corazones ¿Sabes? ]

Parecían 2 gemelos discutiendo por sus diferencias, pero son interrumpidos por una tosida de Velleda.

[ Velleda: Hmm…, muy bonita su discusión pero tenemos que decidir que vamos a hacer con Alessio. ]

-Alessio: ¿Ya acabamos?

Después de unos minutos en estar callada, Inés responde la pregunta de Alessio.

[ Inés: Si, ya tenemos las respuestas necesarias para que sea examinada por un Altramista. ]

[ Velleda: Así es, pero por desgracia tendremos que dejarte en prisión hasta que venga un Altramista y veamos los resultados. ]

[ Alessio: ¡¿Co-como?!, ¿Y por cuánto tiempo quieren dejarme encerrado? ]

[ Velleda: Por desgracia, el Altramista que estaba en prisión era el más experto que había en toda la región, si queremos contratar a uno, tendremos que ir a otras regiones o en los peores de los casos, a un país vecino. ]

[ Alessio: ¿Y cuanto tiempo podrá tomar…? ]

[ Velleda: Pues, encontrar a un experto Altramista es muy difícil, deberían haber pequeños grupos que estudian aún eso, aunque este prohibido y peligroso contratar a un experto, podrá valer la pena para saber tu verdad, y si tenemos suerte, por lo mínimo en un mes o mes y medio en el país más cercano. ]

[ Alessio: ¿Entonces me quedaré un mes entero encerrado…? ]

[ Velleda: Como se ven las cosas, creo que será así. ]

Un mes y medio encerrado en una celda, realmente para Alessio no podría ser tan distinto a su mundo real, su antigua habitación era como una prisión, no salía más que para ir a la escuela e ir a hacer las compras, así que no tendrían muchos problemas en estar encerrado en una celda, aunque hay mucha diferencia entre ser encarcelado por tu pereza que por un juicio, eran 2 cosas totalmente opuestas, pero en el rostro de Emilio, se puede ver que tiene algo bajo la manga.

[ Emilio: Lo siento si le interrumpo, pero no estoy de acuerdo que mi gemelo este encerrado todo un mes entero, si no mal recuerdo, usted me dijo que podría hacer lo que quisiera con el, ¿No es así? ]

[ Alessio: ¡Espera…!, ¿Cómo que hacer lo que quieres conmigo?, ¡no pensaba que tenías esas clases de gustos hacia mi! ]

[ Emilio: No se a que te refieres, pero este es mi propuesta. ]

[ Velleda: Si, si me acuerdo que te dije eso, pero todo dependía después de saber los resultados, más no en una ocasión como esta. ]

[ Emilio: Lo se, pero no estoy de acuerdo que este casi un mes en esa celda, en vez de estar ahí sin nada que hacer, podría entrenar conmigo y sacar todo el potencial que tiene, además, este gemelo esta un poco barrigón.

[ Alessio: O-Oye…, nadie pidió tu opinión de mi físico. -Exclama avergonzado. ]

[ Ilna: ¡Oye Emilio!, ¿En que estas pensando!, no debes perder el tiempo con esa cosa. ]

[ Emilio: Entiendo, pero como dije, quiero exprimirlo al máximo, quiero ver hasta que punto puede llegar, si apareció de la nada tendrá un propósito, el destino nos lo trajo hacia nosotros y si está aquí es por algo. —Observa a Alessio—. Es por eso que no quiero desaprovechar ni un momento de la oportunidad que me dio el destino. ]

Sus palabras hacían temblor en los oídos de los presentes, en la sala sólo había impresión, como siempre, Emilio dando buenos discursos.

[ Velleda: Pues…, si tu lo dices y del poder que se me ha concedido, el señor Alessio esta en manos del señor Emilio que se encargará, vigilará y se hará cargo del señorito Alessio, Inés, tráeme una hoja. ]

Inés se acerca a Velleda y le entrega la hoja, al tenerla, este comienza a escribir y mete un sello, la guarda en un rollo negro que cubría con bordes amarillos que al parecer era oro y llama a Ron.

[ Velleda: Ron, ven aquí. ]

[ Ron: Si señor. —Se acerca y se arrodilla. ]

[ Velleda: Te entrego este rollo y ve a buscar a un experto Altramista, da igual el tiempo que tardes, pero cuando encuentres uno, intenta enviar una carta lo más pronto posible, ve. ]

[ Ron: Si señor, sus palabras son órdenes. —Se levanta y sale de la sala. ]

[ Velleda: Bueno, doy finalizado este juicio, señor Emilio, te dejo encargado al señorito Alessio, Inés, guarda esa hoja, lo usaremos cuando venga el Altramista. ]

[ Inés: Si ]

[ Velleda: Señorito Alessio, estas bajo las órdenes del señor Emilio, obedezca cada cosa que diga si no quieres pagar las consecuencias claro. ]

[ Alessio: Bueno…, no tengo opción, realmente no tenía ningún problema en estar encerrado por un buen tiempo sin hacer nada, pero si el lo dice. ]

[ Emilio: Vaya, si que eres una persona sin motivaciones y despreocupada. ]

[ Alessio: Tal vez, pero que más da. —Voltea a ver a Emilio y extiende su mano. —¡Espero aprender mucho de ti! ]

Emilio Observa y da una sonrisa y dice. —Claro, aprenderás muchas cosas—. Extiende su mano.

El juicio de Alessio había terminado, ahora estaba bajo las órdenes de Emilio, aunque sentía un gran alivio en haber acabado su juicio, un nuevo reto estaba por esperarle.

Unas horas después fuera de la mansión.

[ Emilio: Bien, 2 vueltas más. ]

[ Alessio: Mi-sera-ble, ¿¡tu quieres que muera no es así!?. —Sonidos de cansancio. ]

[ Emilio: ¿Eres un mequetrefes sabes? ]

[ Alessio: ¿Quién dice eso en esta época?, además, ¡¿Qué te importa mi físico?! ]

[ Emilio: Te recuerdo que estas bajo mis ordenes, por lo que técnicamente eres mío. ]

[ Alessio: ¡Dices cosas raras! ]

[ Emilio: ¡Vamos (x2)!, sólo haz dado 48 vueltas en casi 8 horas, si quieres saber las vueltas que dio la señorita Ilna a toda la mansión, pues en menos de 30 minutos dio 50 vueltas y sin quejas. —Decía con alego. ]

[ Alessio: ¡No me compares con alguien con mayor resistencia y velocidad que yo! ]

Emilio no perdía ni un minuto en exprimir todas las fuerzas de Alessio, el pobre había dado como 48 vueltas en 8 horas, pero cada vez que se detenía, era una vuelta más que tenía que hacer, por lo que le quedaría unos cuantos más.

[ Emilio: ¡Vamos!, ¡Vamos!, después de que termines vamos a hacer 100 flexiones. ]

[ Alessio: ¡PREFERIRÍA ESTAR EN LA CELDA QUE ESTAR HACIENDO ESTOOOO! ]

Mientras que ambos ser divertían si así se lo podía decir, en unas de las grandes ventanas del pasadizo de la mansión, Ilna veía a ambos entrenando en el campo que resaltaba un hermoso y despejado atardecer anaranjado.

[ Ilna: Emilio…, ¿Qué es lo que estas planeando…? —Se escuchan pasos de unos pequeños tacones de la sirvienta de pelo blanco. —¿Eres tu Lyna? —Dijo sin siquiera voltear a ver. ]

[ Lyna: Si hermana…, ¿Pasa algo? ]

[ Ilna: Míralos, no entiendo como Emilio puede estar tranquilo con un desconocido, aunque diga que no sienta malicia en el, hay algo dentro de mi que me inquieta. —Decía al ver a Alessio tirado del cansancio y siendo regañado por Emilio. —¿A ti no?. —Le pregunta a su hermana. ]

[ Lyna: Pues si te soy sincera, un poco, pero… —Observa a Alessio levantándose de los regaños de Emilio. —No parece ser mal chico—. Dice la sirvienta de cabello largo blanco que cubría con su largo mechón su ojo derecho.

[ Ilna: ¿Qué es lo que traes ahí? —Dice al observar lo que abrazaba su hermana. ]

[ Lyna: Eh…, e-es un libro que voy a prestarle a Alessio, me dijo que al acabar el juicio le preste unos de los libros que he leído. —Dice con voz tímida con una pequeña sonrisa. ]

[ Ilna: No puedo entender que tu también confíes en un desconocido…, a mi sólo me da mala vibra. —Sin guardarse sus pensamientos hacia Alessio, lo dice con toda libertad, desprecio y desconfianza. ]

[ Lyna: P-Puedes que tengas algo de razón, pe-pero desde que el vino, gracias a el estamos hablando más que antes. —Al decir esto, Ilna voltea al verla con una mirada sería. ]

[ Ilna: ¿Tu crees? —Dice con un tono de… ¿Enserio? ]

[ Lyna: Pues, así yo lo veo… ]

[ Ilna: Piensa lo que quieras… —Comienza a caminar pero se detiene—. …Pero lo que hicistes en el pasado. —La observa con seriedad—. Nunca te lo perdonare. —Dice con frialdad y sin importarle en cómo se podría sentir su hermana en lo que Lyna dice—. Hermana… —Responde con una voz descendiente de su tristeza. ]

Lyna al decir esto, voltea a ver el jardín y ve a Emilio que los estaba observando, como si hubiera visto la conversación que ambas habían tenido, pero no fue que paso unos segundos que volteó su mirada hacia Alessio, como dando a entender que las hermanas nunca podrán ser las mismas, ella es consciente de la mirada de Emilio y esta no evita en sentirse sola y los arrepentimientos del pasado volvieron a ella, lo único que le acompañaba era el libro que estaba abrazando y el largo pasadizo vacío que era iluminado por la luz anaranjada del atardecer.

[ Lyna: L-lo siento… —Decía con voz llorosa en un tono bajo a la par que descendía una lágrima de su ojo izquierdo. ]

Al pasar de unas horas, Alessio al fin había acabado de hacer todos los ejercicios que Emilio le había dicho, estaba muerto sea físico que mentalmente, pero tenía que acostumbrarse a su nueva rutina, de un vago sin propósito que se lo pasaba en ver series y comer cosas chatarras todas las noches en su habita natural, a un vago que tendrá que dormir 8 horas para volver a hacer su entrenamiento, ¿Un gran cambio no creen?

[ Alessio: ¡Ah ah ah estoy muerto! —Exclama al tirarse a su cama después de una refrescante ducha. —Creo que si sigo con este entrenamiento, no creo que llegué al catorceavo día, aunque… —Mira el techo blanco que a las justas llegaba la iluminación de la lampara anaranjada que estaba en la mesa—. …mi rutina antigua tenía que cambiar tarde o temprano.

Tock Tock

[ Alessio: ¿Quién será…? —Dice Voz baja—. ¡¿Si, quien es?! —Exclama. ]

[ Lyna: S-soy yo, Lyna, la sirvienta, vengo de lo que hablamos en la mañana. —Dice con voz nerviosa. ]

[ Alessio: ¿De lo que hablamos en la mañana…?, ¡Oh, si!, entra. ]

Abre y cierra la puerta

[ Lyna: Bue-Buenas noches Alessio, lo siento por venir a interrumpirte y darte molestias a estas horas, de seguro debes estar cansado por el entrenamiento que tuviste con el señor Emilio. ]

[ Alessio: No, no te disculpes, no me das molestia, no creo que sea tan tarde, más bien me da gusto en verte devuelta, además, no me olvidé de lo que prometimos antes del juicio. —Dice al ver el libro que abrazaba la sirvienta a la par que sostenía una bolsa, haciendo que Alessio le pregunté curioso—. Oye, ¿Qué es lo que hay en ese bolsa negra que sostienes?

[ Lyna: Oh, Eh.., este…, al haber entrenado tanto, pensé que tendrías mucha hambre, por lo que traje unos bocaditos para comer juntos… y bueno…, para hablar un poco…, claro…, s-si no te molesta… —Dice con nervios y con una suave lentitud, pero es interrumpida por las palabras sinceras de Alessio. ]

[ Alessio: Claro que no… —Dice con amabilidad, pero Lyna continúa hablando. ]

[ Lyna: A-además, cocí y limpie esta ropa que traías puesto el día que mi hermana te encontró. ]

Era el chándal negro y líneas blancas y su polo rojo vino de líneas negras que había usado en el día que hizo el sueño astral, esto a Alessio le sorprende y emociona, aunque al mismo tiempo le trae malos recuerdos de su pasado, pero son olvidados rápidamente gracias a la amabilidad de Lyna.

[ Alessio: ¡Guau…!, muchas gracias Lyna, no se que decirte. ]

[ Lyna: M-Me alegra que te guste. —Dice con voz nerviosa pero con una pequeña satisfacción por su trabajo y el agradecimiento. ]

[ Alessio: Enserio, estoy muy agradecido, es la mejor cosa que uno a hecho por mi hasta ahora. ]

[ Lyna: Enserio…, no-no es para tanto, sólo soy una sirvienta que hace lo que le ordenen. —Dice apartando su mirada de vergüenza a otro lado. ]

[ Alessio: Déjame adivinar, ¿el quien te ordenó esto fue tu corazón no es así? ]

[ Lyna: ¿Mi corazón? —Pregunta avergonzada. ]

[ Alessio: Lo que sentiste en tu corazón fue lo que te impulsó a hacer este gesto, ¿No? ]

[ Lyna: N-No te confundas, l-lo hice porque es mi trabajo como sirvienta. —Miente de la vergüenza. ]

[ Alessio: Tal vez tu lo veas así, pero yo lo veo de otra manera. ]

Las palabras de Alessio hacen que Lyna sienta una sensación de tranquilidad y amabilidad, pero todo es opacado por la vergüenza que sentía que le hacia difícil verlo.

[ Alessio: No estés ahí parada, siéntate donde gustes, muéstrame que libro trajíste. ]

Lyna hace caso al llamado de Alessio y en vez de sentarse en la silla que estaba al costado de la cama, decide sentarse a su lado derecho, abrazando su libro.

[ Lyna: Po-por favor no te burles… ]

[ Alessio: ¿De que debería burlarme? —Al decir esto, Lyna le muestra su libro y grande fue la sorpresa de Alessio que el Libro estaba en un idioma desconocido—. «¿Qué clase de idioma es este?, ¡Parece griego antiguo o algo por el estilo!», la reacción de Alessio hace que Lyna se de cuenta de su expresión de confusión y dice. —¿Pasa algo?—. Por lo que Alessio sin remedio, dice con sinceridad. —Puede sonar raro pero…, no entiendo el idioma de este libro… ]

[ Lyna: Pero es el mismo idioma de la que hablamos. ]

[ Alessio: ¿Enserio?, puede parecer mentira pero no entiendo nada de lo que esta escrito… ]

Al decir esto, Lyna cree en sus palabras por su expresión, pero a la par muestra un signo de tristeza al pensar que tal vez sea solo una excusa para no leer su libro, Alessio al darse cuenta de su expresión decaída le dice.

[ Alessio: Lo siento por no tener la capacidad de leer, se que es raro, pero si quieres, puedes leerme o contarme de lo que trata este libro. ]

[ Lyna: ¿E-Enserio quieres escucharme hablar sobre este libro…? ]

[ Alessio: ¡Cierto!, si no te molesta claro. ]

[ Lyna: No p-para nada, realmente es un libro algo largo, y aún no lo he terminado, pero hasta donde he llegado… —Observa el libro—. Es unos de mis favoritos. ]

[ Alessio: Entonces léeme o cuéntame lo que mas te ha gustado de esta historia. —Con su sinceridad, hace que Lyna se tranquilice y decida en contarle la historia. ]

[ Lyna: Esta bien, aquí ten los bocadillos que traje, co-comelos si quieres. —Saca unas galletas con chispas de chocolate de la bolsa y se lo entrega. ]

[ Alessio: Gracias… —Se come uno. —¡Hm!, están muy buenos, ¿Las hiciste tú? ]

[ Lyna: D-Digamos que si… ]

[ Alessio: ¡Pues están deliciosas! ]

Una pequeña sonrisa de satisfacción se podía presenciar en el rostro de Lyna, era obvio que esa sonrisa era gracias al elogio de Alessio, podía parecer algo superficial, pero cada gesto de amabilidad de el hacia ella le hacía sentir especial, le era confusa saber que haya alguien como el y que la tratara bien sin dar ni un prejuicio o burla hacia ella, no era cuestión de tiempo para que ella sepa que es otra persona pero no es algo que le importe, su amabilidad y compañía hacían que calmara esa curiosidad.

[ Lyna: Bu-bueno, la historia trata sobre una chica huérfana, su madre murió cuando ella nació, mientras que su padre desapareció cuando ella tenía 9 años, en los años que vivía con su padre eran los más hermosos de su infancia, aunque vivían con dificultades, la felicidad nunca faltaba, pero todo cambio cuando a la edad de 10 años, un año después de que su padre desapareciera sin motivo alguno, un día cuando caminaba desamparada en las frías calles a altas horas de la noche, una mujer de una apariencia anciana le dice que si extrañaba a sus padres, la chica sorprendida, pregunta sobre como sabe de ellos, por lo que la anciana le responde con una sonrisa que alivia el corazón de la niña haciendo que las palabras que diga sean honestas, pero sólo era un truco para que caiga en la tentación de su futuro e incierto destino, la anciana le dice que si quiere saber como conoce sobre sus padres debería traerle algunos niños para su jardín de sueños todos los días, y de recompensa, le daría la oportunidad de ver a sus padres por última vez, la chica acepta la propuesta de la anciana y en los siguientes días trae a algunos niños a su jardín, los niños eran convencidos por la gran amabilidad de la niña y no sentían ningún temor al ver a la anciana, pero no fue que un día la chica no había traído a un niño a la anciana, por lo que en una noche del mismo día al no haber traído un niño, tuvo pesadillas con los niños que eran torturados, maltratados y golpeado por una entidad de color negro que rodeaba una aura rojo oscuro, los gritos de los niños hacían enloquecer a la niña y por más que quisiera despertarse, sus ojos no habrían y estaba atrapada dentro de su sueño, de su mente, por lo que tendrá que afrontar unos retos y desafíos para que despierte y arreglar lo que ha hecho y poder hablar con la anciana. —Contaba Lyna con una profunda tristeza, Alessio es consciente de eso y le pregunta. ]

[ Alessio: Vaya, ¿si que es una historia triste y tenebrosa no? ]

[ Lyna: Si… —Asciende con tristeza. ]

[ Alessio: Realmente se me hace interesante en cómo la chica que a pesar de estar dentro de su mente intente afrontar sus consecuencias e intente cambiarlo, realmente la chica fue algo ingenua en haber confiado en un desconocido, pero es normal cuando uno es pequeño y te ofrecen algo que tanto anhelas. —Como si fuera en cierta parte esa historia refiriéndose en su situación de estar en otro lugar gracias a su mente y la voluntad de cambiar, le es más interesante ese libro. ]

[ Lyna: ¿Tu lo crees así…? —Responde casi sorprendida por esas palabras. ]

[ Alessio: Pues, no puedo dar una opinión concreta, pero puedo decir que es una historia interesante y lo que puedo decir ahora… —Lyna lo observa. —…Es que me da gusto que la chica intente arreglar el error que ha cometido y eso es lo que me hace felíz—. Sus palabras hacen calor en la timidez de la sirvienta, aunque ella no lo demuestre, su corazón estaba latiendo sin control, como si todas esas palabras hubieran sido para ella. ]

[ Lyna: A-a mi también. —Dice con una tonalidad placentera. ]

[ Alessio: Realmente es muy interesante esa historia, no soy tan fanático de leer libros o cuentos, pero puedo hacer una excepción con esta historia. ]

[ Lyna: ¡¿Enserio?!, pu-pues si te gusta, te lo doy aunque no sepas leer. ]

[ Alessio: No deberías, lo estás leyendo…]

[ Lyna: No te preocupes, estoy leyendo otro así que puedes quedártelo. —Con entusiasmo, sus nervios quedaron atrás. ]

[ Alessio: Así que lees un libro sin haber terminado el otro —Observa el libro mientras que Lyna lo observa como si lo que dijo fuera una critica hacia ella. ]

[ Lyna: Pe-Perdona… ]

[ Alessio: ¿Eh…, por qué?

[ Lyna: N-Nada… —Responde con sus manos juntas apretando su vestido. ]

[ Alessio: Bueno, de igual forma muchas gracias por prestarme el libro, aunque tengo una pregunta, ¿Habrá libros en donde enseñen a leer o ha aprender a escribir? —No más al escuchar esta pregunta alza su mirada y lo observa con suavidad y felicidad en sus ojos. ]

[ Lyna: C-Claro, si quieres te los puedo traer en unos de estos días y te puedo enseñar. ]

[ Alessio: ¡¿Enserio?!, ¡Eso seria fantástico!, no sabes lo agradecido que estoy por tu amabilidad. ]

[ Lyna: No es para tanto… —Alessio piensa que va a decir su típica palabra sobre que sus acciones no cuentan por que es una sirvienta, en cambio…— Pero…, es un placer haberlo hecho feliz, señor Alessio. —Con una voz tan tierna que mata el corazón y esa mirada que se veía de su ojo celeste izquierdo de inseguridad pero a la vez de confianza, hacen que Alessio explote de la emoción por ser las combinaciones perfectas de sus fantasías. ]

[ Alessio: ¡Vas a hacer que mi corazón explote de la ternura! ]

[ Lyna: Por-por favor, deja de decir cosas raras… ]

[ Alessio: Esta bien, esta bien…, —Dice con tono burlesco—. Gracias por las galletas, estaban muy deliciosas, te dejé unas cuántas para que también comas, debes estar cansada y hambrienta. ]

[ Lyna: No deberías, estas galletas las hice sólo para ti. ]

[ Alessio: ¡Vez!, ¡Hiciste todo esto por que salía de tu corazón! ]

Una jugada espectacular para descubrir sus verdaderas intenciones.

[ Lyna: Cr-creo que es ahora de irme, a sido un placer pasar ti-tiempo contigo, le diré a la señorita Inés que si puede darte lecciones de lectura y escritura, ella es muy buena haciendo eso que yo… —La vergüenza que sentía Lyna estaban hasta las nubes, por lo que deja su libro en el escritorio que estaba al costado de la cama y abre la puerta para irse lo más rápido posible, pero es detenida por el llamado de Alessio.

[ Alessio: ¡Lyna espera! —Exclama con rapidez—. Tengo que darte las gracias adecuadamente. —Por lo que se acerca y extiende su mano hacia su cabeza y comienza a frotar suavemente su suave cabello blanco diciéndole—. Hiciste un buen trabajo, enserio, estoy muy agradecido por tu amabilidad, no digas que alguien es mejor que ti, confía en ti, se que me enseñarás mejor que otros profesores; tranquila, si te equivocas no pasa nada, de los errores se aprende, ¡espero muchas cosas de ti! ]

Dejan un poco de lado sus fantasías y ahora hablando enserio, las palabras de Alessio hace que Lyna se sienta no incómoda, más bien, no sabía como reacción en momentos como este, además, se siente sorprendida de la relación que tenían ambos, no llevaban ni 2 días y ya se llevaba muy bien pero en vez de escapar de la vergüenza, se queda quieta para apreciar la caricia de las manos de Alessio en su cabello y esta no evita en decir un gracias entre cortado, Alessio se da cuenta de sus silenciosas palabras que votaba un gran peso de su interior de un pasado aún muy misterioso.

«No se por lo que pasaste, no se si creer lo que me dijo Emilio en la mañana o que opinen los demás de ti o lo que te hayan hecho, no me importa tu pasado, lo único que me importa es el presente que estas creando, estoy orgullo de ti Lyna.», se decía al ver que sus ojos estaban cerrados apreciando las caricias del chico que poco a poco confiaba.

Lo único que podía hacer Lyna era apreciar el gesto de amabilidad de Alessio bajo la luz de la Luna que los iluminaba, después de muchos años sentía el aprecio y gesto de una persona al que ella podría considerarle una buena persona, esto a ella, el gesto suave que estaba haciendo Alessio eran los mismos que lo hizo la última persona que quería tanto, por lo que sentía como la presencia nostálgica de esa misma persona estuviera ahí en esa mano, felicitándole y agarrando su suave cabello.

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