Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 17

— ¡Maldita sea Connor tenías que haberlo hecho rápido! —Decía la supuesta madre al niño.

— ¡Como quieres que lo haga mujer! aunque tenga la habilidad de golpe rápido este sujeto salió de la nada.

— Sigue hablando, me interesan tus habilidades además de parecer un niño. —Decía sujetando con fuerzas su mano—. Díganme, ¿Qué es lo que hacen aquí? —Pregunta Emilio al observar los ojos de cada uno de los bandidos.

— Eso no es asunto tuyo, lo único que queremos es matar al señor Reid. —Decía la chica.

— ¿A-A mí? ¿con que finalidad quieren asesinarme…?

— Ese es el asunto de nuestro señor. Nuestra misión es sólo acabar contigo, pero por lo que veo… —Observa a Ilna con interés—. Podré divertirme con esa hermosura. —Decía el chico que había actuado como el esposo cortándose una parte de su lengua con su cuchillo al ver lo seductora que se veía Ilna.

Acorralados bajo varios enemigos, uno de los bandidos tenía arrinconado a Yur y otro le dice al supuesto esposo que votaba sangre de su lengua:

— Oye, aquí tenemos a otra, se ve sabrosa. —Decía al sacar con fuerzas a Kara.

— ¿R-Reid…? ¡¿q-qué está pasando?! —Dice confundida.

— ¡Kara!

Al querer ir con ella, el enemigo que sujetaba a Kara se pone detrás de ella y pone su daga en su cuello.

— Ni te atrevas o si no ya sabrás lo que pasará.

Mientras que el bandido pone su daga en el cuello de la esposa al igual que otro bandido había sacado a las fuerzas a Yur y pone su daga en su cuello, como si lo que iban a hacer al degollar viva a su esposa y a Yur era el reflejo de lo mismo que le hicieron a su hermano, atónito e impotente se rebaja a ellos.

— ¡M-Mierda!, ¿Q-Que es lo que quieren?

— Sólo queremos tu cabeza mi cielo, nada más que eso y dejaremos a tu chica. —Respondía la chica quitándose la manta que cubría y se deja ver su cuerpo bien formado y atractivo que hacía salir un aura seductora.

— Si, pero… ¿por qué…?

— Eres muy ingenuo, casi caíste en nuestra trampa. ¿A que no soy una buena actriz? —Divagando por su actuación, el niño soportando el dolor en su mano grita alterado.

— ¡Maldita sea! ¡acaben con esto rápido! —Grita el supuesto niño llamado Connor.

— Está bien. —Con una gran fuerza, Emilio aprieta más fuerte la mano del chico.

— ¡Mi brazo! ¡mi brazo! —Como si sus reclamos fueran un chiste, los enemigos votaron unas carcajadas por su grito chistoso y agudo, pero al ver que no hacían nada, de la desesperación tira su cuchillo a su otra mano e intenta clavárselo a Emilio, pero este lo detiene y se lo clava en su cuello.

— Ups, maté al niño. —Decía al votar al chico desangrándose en el suelo mientras intentaba cubrir con sus manos la hemorragia.

— ¡Maldito! despídete de ella. —Decía el bandido al querer cortarle el cuello a Kara pero Ilna con su gran velocidad y agilidad corta el brazo de ambos enemigo que sostenían a Yur y a Kara. Haciendo que caigan al suelo, griten del dolor y desesperación junto al lado de sus brazos mutilados.

— ¡Increíble! ¡increíble!, que hermosa, ¡que hermosa! ¡esa sí es una chica de verdad! —Decía el tipo mordiendo sus labios y babeando saliva con su sangre al observa a Ilna cortar la mano de sus aliados.

— ¿Qué le pasa a ese…? —Dice Ilna al ver a ese tipo, por lo que intenta atender a Kara— ¿Estás bien? —Alza su mano.

— Sí, estoy bien… ¿p-pero que está pasando…? —Decía asustada por haber presenciado la muerte de Connor y como ambos tipos se desangraban a gritos observando sus brazos mutilados.

— No sé, pero entra al carruaje y no salgas para nada.

— Pe-pero… ¿y Reid?

— ¿Tu esposo? tranquila estará bien, confía en nosotros, verás en primera fila como es Emilio en acción, míranos desde adentro ¿sí?

— Pe-pero no puede…

— Kara, entra, todo saldrá bien, estoy junto con el señor Emilio, tranquila. —Dice Reid.

Al mencionar el nombre del nuevo amigo que estaba a su costado, todos los enemigos se impresionaron y lo observan atentamente.

— E-Espera… ¿eres, Emilio? ¡¿El Emilio Emilio…?! —Dice la chica sorprendida al darse cuenta con quien se había metido.

— No sé cuántos Emilios habrás conocido con ese cuerpo, pero sí, soy ese Emilio Emilio como tú dices. —Responde con orgullo.

Al parecer los enemigos no se habían dado cuenta con quien se habían metido, era cuestión de segundos para que Emilio limpiara el lugar, pero en vez de acabar todo en menos de 5 segundos hace pasar el rato para ver el miedo de sus enemigos, era uno de sus pasatiempos favoritos, pero mientras que el disfrutaba esta situación, los bandidos sin alternativas votan sus armas y salen corriendo del lugar.

— O-Oigan, ¡¿a dónde creen que van?! ¡s-si vuelven les daré mi cuerpo, pero vuelvan! —Aunque la chica tenga un sensual cuerpo que se notaba más aún por su apretada vestimenta y con una voz seductora, la presencia de Emilio ponía en rodillas sus encantos.

— ¡Ilna! ¡ahora!

— ¡Si!

Al escuchar el grito de Emilio sin haber recibido el contexto de su llamado, con su gran agilidad y velocidad degolló a todos los enemigos que habían huido, haciendo quedar impresionados a todos los presentes.

— ¡Eso es Ilna! —Decía Kara impresionada y dando ánimos a su nueva amiga.

— Lo siento, Úrsula. Pero creo tienes una gran rival je, je. —Decía el supuesto padre al observa a Úrsula arrodillarse atónita a la tierra. En cambio, el chico cambia su mirada hacia Ilna y la ve con depravación.

— M-Mierda… —Decía Úrsula arrodillada en el suelo y aprieta la tierra de la furia.

— Tranquila. —Dice Emilio acercándose hacia ella—. Que la hermosura de mi querida alumna no te deprima, si quieres, puedo darte algo especial.

— ¿D-De que estás hablando?, ¡acaba con ella! —Exclama Reid.

— Lo haría, pero no sacaría ni una información si acabaría con su insignificante vida.

Pensando que ella se dejaría vencer así de fácil, con voz seductora que va perfecto con su cuerpo y personalidad, no se deja vencer y usa su as bajo la manga, era una alternativa que ni un hombre se podría resistir.

— Jo, Jo, uhm… eres un encanto mi vida. —Decía al ver los ojos penetrantes de Emilio. A pesar de su clara derrota, no era sufriente para que muestre sus encantos hasta el final de la batalla—. Da igual lo que me hagas, si quieres tortúrame, tocarme, lamerme, besarme o hacerme todo lo que tú quieras conmigo y mi cuerpo, no te diré ni una palabra jo, jo.

Con su característica voz seductora y una risa sensual que dejaría complacido a cualquiera, Ilna escucha su comentario y no evita verla de mala manera sabiendo que Emilio no aceptaría su petición, pero…

— Está bien, todo sea por sacarte información. —Respondió Emilio sin pensárselo dos veces dejando impresionando a los presentes, sobre todo a Ilna quien le reclama con enojo.

— ¡¿Q-que es lo que quieres hacer?! —Decía sorprendida, no se esperaba que él llegaría a ese punto tan bajo.

— Emilio… ¿qué estas planeando? —Decía Reid al no esperarse que Emilio haría tales cosas delante de ellos.

Al escuchar las opiniones de ambos, Emilio se acerca a la chica y la levanta con suavidad y delicadeza, haciendo más confuso la situación.

— Que peculiar se ha vuelto todo esto, ¡espero yo también tener mi momento! —Decía el chico extraño observando a Ilna.

— Que caballeroso eres, aunque lo intentes, no te daré ni una pisca de información. —Humedece sus labios con lentitud para seducirlo.

— Lo sé, es por eso que estás en mis manos.

Al parecer, estaría dispuesto a hacer lo que fuera en esos instantes para sacarle información, así que con suavidad toca su espalda y la frota.

— ¿Y esto?

Como si se resistiera a sus duras, pero suaves manos en su espalda, aguanta esa sensación que agita su corazón.

— Uhm, buenas manos, ¿no piensas usarlo para otras cosas?

— Claro. —Afirma Emilio con tranquilidad y con su suave mano toca su rostro, la observa con dureza y dulzura—. ¿Aún quieres profundizar? —Dice Emilio.

— ¿A-aún más al frente de todos?, Uhm… Uhm… —Gime con seducción—. Estas muy lejos de conseguir lo que quieres. —Le responde con una sonrisa sugerente de oreja a oreja.

La caballerosidad y seductora voz de Emilio hacia cada vez más sonrojar a Úrsula, como si lo poco que estaba haciendo le estaba haciendo mucho efecto en ella, haciendo incomodar a todos los presentes a excepción del otro enemigo que veía algo más que curioso.

— ¿Qué piensas de esto? —Acerca su cuerpo al de ella con mucha presión, haciendo que la chica se emocioné más notándose por sus suspiros que no podía ocultar.

— No…. no pienses que lo lograrás… —Decía con mucha presión en su corazón, sentía como el pecho varonil del caballero Emilio chocaban con fuerza y delicadeza en los suyos. Al estar cerca de él, podía sentir que sus latidos no le afectaban al estar cerca de ella.

— Sabes, viéndote de cerca tienes un cierto atractivo, si no fueras mi enemigo te haría sentir lo más especial. —Toca su mejilla a la par que sujeta su espalda.

— N-no, e-eres un…

— ¿Un qué? je, je. —Pequeña risa—. Si tanto quisieras sentirme, sólo di lo que quiero oír y yo te daré lo que quieres sentir ¿qué dices?

Como si no fuera lo suficiente para que hablará, acerca su rostro hacia los de ella, haciendo que su corazón lata cada vez más.

— E-E-Estás muy cerca… —Dice gimiendo de la gran presión que le traía Emilio.

— ¿Y? quiero presenciar la belleza que nunca nadie pudo ver en ti. —Acaricia su cabello azul oscuro con tonalidades violetas—. ¿Aún quieres?

— Ma-mal-maldito…—Decía soportando sus halagos, aunque sepa que son falsos, parecen tan reales que hacen palpitar su corazón sin control.

— Lo sé, lo sé. Soy un maldito, lo adivinaste. —Acerca sus labios a su oreja derecha y le susurra con tal suavidad como si fuera una pluma que cosquillea su encantador oído—. Eres tan hermosa que al sentir tus alientos hacen que un instinto fuera de mi quisiera practicar contigo, sentir tu suave piel sobre la mía, hacerte desaparecer todo el peso que cargas y sea desvanecido con un sólo soplo, te mereces esto.

Sin que nadie se lo esperaba, Emilio le da un beso en su mejilla izquierda a Úrsula, un suave y sensual beso que le deja sonrojada, su corazón palpitaba tan rápido que no podía dejar de mirarlo con admiración y excitación por tales palabras, haciendo que lo observará en silencio.

— Creo que con eso bastará. —Se separa de ella con suavidad.

Aunque Emilio sea un despiadado al matar a sus enemigos, su manera de hacerlo es cautelosa y elegante que deja perplejo a cualquiera, siendo un punto a su favor para cautivar a la hermosa y atónita Úrsula que solo lo observa con grandes impulsos en su corazón y como una sensación nacía en su interior.

— E-Emilio… —Decía Ilna al presenciar por primera vez a Emilio de esa manera, no podemos negar que lo que sentía eran más que celos que otra cosa que se reflejaba en su tono de voz.

Al separarse de la chica con una vestimenta apretada que dejaba resaltar las fantasías de cualquier hombre, con suspiros observa atentamente a Emilio mientras tocaba su pecho para calmar sus pulsos.

— E… Emilio… —Dice suspirando.

Pareciendo que hablaría, Emilio orgulloso por su logro, sigue con el juego.

— ¿Sí, mi dulce Úrsula? sigue hablando, tu voz hace temblor en mis oídos, no pares por favor.

— E… Emilio… —Repite su nombre observándolo sonrojada.

— ¿Sí, mi querida Úrsula?

Pensando que le diría quien la contrato, esta baja su mirada tocando sensualmente su cuerpo con varios suspiros, haciendo confundir a Emilio.

— ¿Úrsula? estás bien… —Decía con una suave pero falsa preocupación que le hacía excitar más.

Sin que se diera cuenta de lo que había hecho, al haber escuchado la voz del caballero que hizo que su corazón lata como nunca antes, alza su mirada con brutalidad y con un gran deseo de tocarlo se lanza hacia Emilio con mucha rapidez, fuerza y comienza a acaricia su cuerpo.

— ¡EMILIO! ¡EMILIO! ¡EMILIO!

— ¡¿Pero qué…?! —Dice Emilio sorprendido al estar tirado en el suelo por tal velocidad y fuerza de la chica.

Cegada por las palabras de Emilio, sus frases habían hecho efecto. Úrsula no podía aguantar las ganas de acariciar su cuerpo y besarlo, estaba completamente sonrojada y excitada.

Emilio no podía hacer nada ya que no quería hacerle daño para saber quién los había contratado pero ella no paraba de repetir su nombre con tanta sensualidad he intentado desvestirlo, haciendo que Ilna después de haber soportado todo lo que ha visto, sin aguantarse más los celos y con enojo decapita a la chica sin pensárselo dos veces y la cabeza de Úrsulla cae al costado de Emilio, manchando su traje de sangre.

— M-Maldita… como te atreves… —Decía Ilna con los celos en alto.

— Vaya, veo que ahora ya no podré sacarle información a esa chica. —Dice observando la cabeza decapitada de Úrsula, al haber sido un corte tan rápido no le dio el tiempo suficiente en mostrar signos de dolor ni de tristeza, más bien, en su rostro se veía aún la excitación que sentía en el momento que fue decapitada.

— Un golpe preciso…

Una voz detrás de ellos resonó en el ambiente, era el chico que había fingido ser el padre, por su tono de voz parecía que la muerte de su compañera le había afectado, pero ver a la resplandeciente Ilna con su elegante vestido que dejaba ver sus hermosos brazos al descubierto al igual que sus dulces y sensuales piernas y su resaltable pecho, toda esa supuesta tristeza era opacada por la belleza de la chica.

— Je, je, je… ¡JA, JA, JA! —Su extraña risa hace extrañar a Emilio y compañía, viéndolo con desagrado y como mordía su lengua con tal fuerza que salía sangre cuando sus dientes chocaban con su lengua—. ¡Qué emoción! ¡qué bella!¡qué fuerte! ¡cosa bonita! ¡cosa bien hecha! ¡QUEEEEE HEEEEERMOSA!

Sin perder más tiempo con sus emociones, tira el cuchillo que sostenía y saca dos dagas de su espalda, sin temor, se pone en posición de ataque observando detenidamente solo a Ilna.

— ¡Veo que ahora es mi turno!, ¿te gustan los hombres violentos? ¡pues aquí estoy! ven, ¡ven!, ¡VEN HACIA MI Y SENTIRÁS LO QUE SIEMPRE QUISESTE SENTIR! —Dice a gritos con tanta emoción esperando una respuesta o ataque de Ilna.

Aunque esperara una respuesta o acción de ella, la chica que le provocaba grandes emociones en su interior no daba signos que quisiera responderle, los presentes sólo se quedan observándolo con desagrado. Tampoco es que muestre signos de que se haya baño por un buen tiempo.

Ilna no se aguantaba las ganas de acabar con ese tipo que lo miraba de esa forma tan despreciable, por lo que levanta su espada Blanca como la nieve manchada de sangre y al querer acercarse, viene detenida por Emilio.

— Tranquila yo me encargo, tu atiende a Yur y a los demás. —Dice con una sonrisa.

— Emilio… —Dice observándolo como va hacia ese tipo bajando su espada.

— ¡Espera! ¡no eres la chica que impulsa mis deseos más íntimos! ¡eres el que sedujo a Úrsula hasta su muerte! —Dice decepcionado al ver como Emilio se acercaba con una notable sonrisa ocultando de su vista a Ilna con su presencia.

— Si, es una pena, me disculpo que mi alumna haya decapitado a tu amiga o tu amante, realmente no sé qué tipo de relación hayan tenido, pero por lo que veo… —Alza su mirada y mira a los ojos del tipo —. Que no son tan distintos.

— Maldito entrometido, quítate, quiero ver a esa chica.

— Me temo que no será así, podrás hacerme todo lo que quieras, insultarme, odiarme… ¡pero no te permitiré que te metas con mi Ilna! —Responde con un gran peso que podría intimidar a cualquiera.

— Ya veo, entonces tú también pelearas por ella, je, je, bueno, ganarse el amor de una chica requiere de un gran sacrificio, y si es así… —Se pone en una pose de ataque—. ¡Peleare por el amor de ella!

La situación se había vuelto muy extraña, si Emilio podría tener una escala de los enemigos más raros que ha combatido en el largo de su carrera, este grupo de raros estarían en los primeros puestos y no tendrían forma de bajar de puesto.

En cambio, que el tipo que se había puesto en una pose de ataque, Emilio estaba tranquilo, ni siquiera tenía la voluntad de pelear ni hacer nada para acabar con su vida en un instante.

— Debo admitir que tienes una buena postura… ¿Cómo es que te llamas?

— ¿Piensas que soy un idiota? ¡JA! eso será el último de tus preocupaciones.

— ¿Entonces no me dirás tu nombre? está bien, ¿entonces te puedo hacer unas preguntas antes que yo mismo corte esa mala lengua?

— Preguntas, ¡preguntas! ¡las preguntas son interesante! gracias a ellas se descubren el conocimiento del hombre, me honra que quieran saber más de mí, pero el conocimiento tiene un precio, y no soy para nada barato eh…

— Bueno, si así lo pones, ¿Cuánto pides?

— ¡Uhm!, veamos, je, je, je… —Con su mirada perversa, señala y observa a Ilna que estaba atendiendo a Reid—. ¡La quiero a ella!

— ¿En serio quieres a mi alumna como pago?

— ¡Claro!

— Pero podría darte mucho dinero a cambio de tus conocimientos.

— ¡JA! no soy idiota, con que te diga mis conocimientos a base de dinero ¿que vendrá después? Me asesinarás y tendrás el dinero de vuelta, no tiene caso, pero si me quedo con ella por una noche no me importaría morir al día siguiente.

Sin ocultar sus intenciones, Ilna estaba aguantándose todas las vulgaridades que salía de la boca de ese tipo, notándose su repudio en su rostro. Reid la observa e intenta tranquilizarla.

— Calma Ilna, de seguro Emilio estará planeando algo.

— Más que planeando está perdiendo tiempo… maldita sea, Emilio.

Al escuchar los reclamos de su alumna, observa otra vez al tipo y le responde a su petición.

— Vaya, sí que eres un tipo que no quiere perder el tiempo.

— ¿A qué no? je, je…

— Pero por desgracia, no me gusta que mis enemigos sean mejores y más listos que yo.

— Jum… ¿a qué quieres llegar?

— Seré directo, ya he divagado lo suficiente, sabes… es algo tarde, esto me ha dado un fuerte sueño y mi linda Ilna necesita reposar. El secreto de su belleza es que duerma sus horas, por lo que no, lo siento, pero mi querida alumna no está a la venta.

Cerrando el inesperado intercambio y viendo que no obtendrá a la chica, aunque haya mostrado un carácter raro y loco, al escuchar las palabras de Emilio, este baja sus dagas y se pone en una pose calmada.

— Entiendo… supongo que no podré disfrutar de una noche con ella…

— Bueno, podrás seguir frustrado en el otro mundo, pero tengo preguntas que hacerte.

— No…. no…. no… —Decía lamentándose en silencio.

— ¿Disculpa? —Al querer acercarse al tipo, siente como su tonalidad de lamento poco a poco iba ascendiendo.

— no…. no… ¡no! ¡No! ¡NO! ¡NO! ¡NO! ¡NO!, ¡ESA CHICA TENDRÁ QUE CUMPLIR TODO LO QUE MI CUERPO PIDA!, ¡ES ESPECIAL!, ¡ES BELLA!, ¡ES HERMOSA!, ¡LO TIENE TODO! —Con brillos de depravación en sus ojos, levanta sus dagas y se prepara para atacar a Emilio—. ¡NO DEJARÉ QUE TE QUEDES CON ESA DAMA!

Con una gran velocidad que deja desprevenido a todos los presentes, intenta atacar a Emilio por la espalda; parecía que su golpe sería perfecto… claro, si no fuera otra persona que el mismísimo Emilio, por lo que agarra su cuello y lo tira al suelo con gran fuerza que al tirarlo salta el polvo alrededor de ellos dos.

— Impresionante, al igual que Úrsula y el pequeñín tienen una gran velocidad, ¿no serán un grupo formaros por dicha habilidad? —Decía sosteniendo el cuello del chico con fuerzas para que no escapara—. Veo que sus impulsos sexuales hacen que sus habilidades sobresalgan, sería un peligro para otras mujeres y hombres indefensos dejarlos vivos, aunque bueno, tu eres el ultimo que queda.

Acorralado por la gran fuerza de Emilio, este con un gran enojo intenta moverse con brutalidad para que lo suelte, pero da igual lo que haga, eso no le afectaba a Emilio para que se tambalee.

— ¡M-MALDITOOOO!

— Insúltame todo lo que quieras, esto no hubiera acabado así si hubieras colaborado, aunque veo que tampoco colaboraras en estas circunstancias, ¿no?

— ¡AHAHAHA! ¡ME DA IGUAL LO QUE HAGAN! ¡NO DIRE NI UNA PALABRA!

— Lo sé, tenía que suponerlo, pero calma, te llevaremos a que un altramista te haga hablar.

— ¡U-UN ALTRAMISTA! ¿¡A-AÚN QUEDAN DE ELLOS!? ¡MIENTES! —Decía exclamando como si lo asustara y se lo toma como una simple amenaza.

— Mentirte no servirá de nada, o me lo dices ahora o dejo a los Altramistas que experimenten contigo hasta la muerte.

— ¡NI UNA MIERDA!, NO, NO PUEDEN, NO PUEDEN SABERLO, ¡AHAHAHA SUELTAME!

Como si estuviera reclamando por su vida a gritos, esto no hace inmutar a Emilio y continúa apretando su cuello.

— De todas formas morirás, ¡habla! ¿para qué hicieron esta emboscada? ¿Quién los contrató? ¿por qué quieren matar al señor Reid? ¡HABLA!

A cada pregunta que hacía, el tipo no parecía dar un tipo de respuesta, solo gritaba de la desesperación, al ver que no hablaba y escuchar sus gritos por un largo segundo, Emilio decidido le dice.

— Así que no vas a colaborar, bien, ¡YUR!

— Sí, Emilio.

— Asegúrate de traer unas cuerdas, lo llevaremos.

— ¡Q-QUE! —Reclama el tipo—. ¡NO NO NO NO, NO ME LLEVEN!

— ¡Entonces habla!

— ¡MALDITO ENTROMETIDO! ¡NO DIRÉ NI UNA PALABRA!

Aunque reclamara por su vida y negara hablar, no había ni una opción que le daría la seguridad de vivir, ir o no era su fin. Al ver su situación y no soportar la fuerza de la mano de Emilio en su cuello, con desesperación y con su último recurso, sin que Emilio se diera cuenta, el tipo comenzó a morderse su lengua con tanta fuerza que la sangre salía sin control.

— ¡Oye! ¿¡que estás haciendo!? —Dice Emilio sorprendido al ver la lengua casi cortada a la mitad, por lo que intenta detenerlo, dejando al descubierto unas de las manos que sostenía al tipo, por lo que aprovecha y agarra la daga que estaba en su costado y se lo clava en la pierna de Emilio—. ¡Carajo! —Exclama Emilio al sentir como algo filoso atravesaba una parte de su pierna, haciendo que se distraiga y el tipo agarre la otra daga y se lo clava en su cuello para suicidarse.

— ¡A-AU-AUN-QUE F-ALL-E, CUMPL-CUMPLI M-MI…! —Vota sangre de su boca y exclama a gritos como si le estuviera gritando a alguien aparte de Emilio—. ¡…MI P-PROMESA DE NO DE-DECIRL-OOOO!

Esta acción inesperada y extraña del tipo que se había cortado la lengua como distracción para clavarle la daga en la pierna de Emilio y volverlo a distraer para clavarse en su cuello otra daga; realmente era un logro que haya distraído dos veces seguidas al héroe del reino, muriendo sin haber dicho nada.

— ¡Emilio! —Dice Ilna yendo a atender a Emilio—. ¿Estás bien? —Dice preocupada.

— Ilna… si, no te preocupes, solo es un rasguño. —Le responde con una sonrisa delante de los cadáveres—. Así que se suicidó para no hablar, vaya…, que fiasco—. Decía decepcionado al ver que no valió la pena nada de lo que ha hecho.

— Déjame ayudarte, debe dolerte.

— Ja, ja, eres muy considerada, mi Ilna, ¿eres muy bella de cerca sabes?

A pesar de la situación, Emilio podía seguir estando tranquilo y presumir la belleza de su alumna otra vez.

— ¡Eres un tonto! podía habértelo clavado en una zona más peligrosa. —Decía observando su herida.

— Era imposible que me lo clavara en una zona de alto riego, pero debo admitir que me distrajo dos veces seguidas, muy astuto de su parte.

— ¡Reid! —Exclama la esposa al bajar del carruaje y se acerca a su esposo abrazándole con muchas fuerzas—. ¡¿Estás bien!? ¿¡te duele algo!? ¿necesitas agua…?

— No, para nada, lo que importa es que tú y el bebé están bien, gracias al cielo que esto acabó. —Decía Reid abrazando a su esposa, haciendo que Emilio y Ilna los observen con una sonrisa.

— Supongo que esto terminó… —Dice Ilna viendo a su amiga besando a Reid.

— Si… ¿fue una intensa noche no crees? —Pregunta Emilio.

— Pues sí, le faltaba algo de emoción. —Ilna responde con tono burlesco haciendo reír a Emilio.

— ¡Ja, ja!, es cierto, pero es bueno saber que todo salió bien, aunque… —Observa los cadáveres del niño, de Úrsula y de Connor—. No hemos sacado nada de información de parte de ellos.

— Bueno, al menos hemos protegido a alguien importante para ellos. —Dice observando el vientre de Kara.

— Si, tienes razón, mi Ilna. —Responde con una sonrisa al entender a quien se refería.

— Bueno, aún tenemos trabajo que hacer. —Se alza y extiende su mano a Emilio—. Vamos a limpiar este lugar.

Al ver desde el suelo a Ilna siendo iluminada por la bella luz de la luna y las estrellas, este vota una sonrisa al ver como su niña había madurado y sostiene su mano.

— Si, hay trabajo que hacer.

Y así había acabado la extraña velada de esa noche, Emilio y Ilna se habían encargado de poner en un costado todos los cadáveres de los enemigos, Reid les había dicho que más tarde llamaría a unos de sus hombres para que los recoja y se los entierre. Parecía que todo había acabado, Kara estaba sorprendida por la gran fuerza y determinación de Ilna, elogiándola por su azaña al igual que Reid, Emilio los observaba desde el carruaje de Yur y este al regresar de la tarea que se le había encomendado si había alguien más en el entorno, este le tiene una noticia.

— Ya regresaste, Yur, ¿alguna noticia?

— Al parecer no hay nadie más, no hay enemigos a la vista.

— Perfecto en… —Viene interrumpido por Yur, al parecer tenía algo más que decir.

— Siento interrumpirlo, pero eso no es todo, quiero aclarar una cosa.

— Si, dime.

— ¿La señorita Ilna asesino a todos los enemigos que quisieron escapar no?

— Si, ¿por qué lo dices?

— Sígueme.

Al querer seguir a Yur, Ilna lo observa y le pregunta a donde estaba yendo, pero Emilio le responde que se quede ahí, que solo irá a dar una caminata con Yur un rato. Al llegar al lugar que no estaba tan lejos de donde estaban, Yur se adelanta y abre paso a Emilio para que observe un cadáver que se encontraba escondido en los arbustos.

— ¿Y esto?

— Es un cadáver.

— ¿Cuánto tiempo debió estar ahí?

— Por lo que se ve no lleva mucho tiempo, tal vez menos de treinta minutos.

— ¿Menos de treinta minutos? es el tiempo que pasó desde que ese tipo se suicidó, ¿acaso no será que esos tipos lo habrán asesinado desde antes?

— Hace un rato pensaba que Ilna lo había asesinado, pero es imposible ya que ella no ha estado aquí, aunque por lo que dices, es una posibilidad si no fuera por esto. —Le entrega un cuchillo—. Si realmente lo hubieran asesinado lo hubieran hecho de otra forma, mira. —Hace observar el corte del joven—. Parece como si se lo hubiera clavado por el mismo.

— ¿Un suicidio?

— Posiblemente, pero mira a su costado.

Al observar al costado del cadáver del joven sin vida, recoge lo que vendrían siendo unos binoculares.

— ¿Qué es esto? —Dice recogiendo el objeto y lo mira extrañado, como si nunca hubiera visto eso.

— Al parecer es un tipo de objeto nunca antes visto, ¿Qué utilidad tendrá?

Emilio curioso, observa detalladamente el binocular, como si fuera la primera vez que lo viera, por lo que lo inspecciona y se lo acerca a sus ojos.

— Impresionante…

— ¿Qué es impresionante?

— Este objeto hace ver las cosas lejanas como si estuvieran cerca.

— ¿Qué es lo que ve?

— Veooo a una linda chica, que linda se ve. —Dice sorprendido por la funcionalidad de este objeto extraño al ver a Ilna acomodándose su cabello, al apartarse de ese objeto, se los da a Yur—. Pruébalos.

Al darle, Yur también se queda impresionado de la funcionalidad de ese objeto nunca antes visto.

— Increíble, ¿de dónde habrá sacado esto?

— Eso es un misterio, pero gracias a esto es más claro algunas cosas.

— ¿Así?, ¿cuáles?

— Si esto te hace ver las cosas lejanas como si estuvieran cerca, lo más probable es que nos haya estado vigilando desde aquí

— Tiene sentido… pero eso no explica por qué se ha suicidado.

— Tal vez el también haya estado involucrado con ellos, tal vez él sabía más cosas que todos los de ese grupo de inútiles.

Al Observa el cadáver del chico, que parecía tener de 18 a 20 años, en su rostro solo tenía signos de enojo, ni siquiera en sus últimos momentos desprendió arrepentimiento al hacerse eso, más bien, daba la sensación de haber estado decidido en hacerlo.

— Lo más seguro era que al ver que no tenía escapatoria haya decidido hacer eso, por desgracia no podemos sacar nada de información, no tenemos más que dejarlo con los otros cadáveres, vamos Yur, ayúdame a cargarlo.

Aunque una pista se haya casi resuelto, aún no se sabía la razón del porqué de esa emboscada y la razón del por qué querían asesinar a Reid, y el más raro de todos, ese misterioso chico con ese extraño objeto nunca antes visto en ese mundo.

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