Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 20
Después de esa agradable noche con su gemelo; como siempre en cada mañana; un llamado de su puerta interrumpe su sueño placentero, aunque sus motivaciones hayan sido altas en la noche anterior, no había rastros que quisiera levantarse de la cama en su primer día como aventurero, podía seguir durmiendo sin ni un problema, aunque el llamado de la puerta sea suave, parecía que no le hacía efecto para que se levantara, por lo que sin su permiso, entra a la habitación y observa al chico que tanto apreciaba como un bebé que mimaría como si fuera su propio hijo.
«Es muy tierno cuando duerme…», decía Lyna con una sonrisa al acercarse a Alessio, al observarlo tirado en su cama durmiendo como si hubiera tenido un duro día de trabajo, lo observa con brillos en sus ojos, eran de esas pocas veces que tenía la oportunidad de verlo bajo la luz del amanecer en su cama, pero sabiendo lo que sucedió el día anterior, aunque más le duela, decide levantarlo.
— Despierta Alessio, ya es de día, despierta… —Decía con una voz suave que solo hacía que reposara con más peso—. Tu desayuno ya está servido, despierta, Alessito… —Le dice con cariño pensando que con eso se levantaría, pero por más que intentara hablarle; no lograría levantarlo, por lo que sacude suavemente su hombro y repite su nombre—. Alessio, Alessio, despierta, sé que quieres dormir más rato pero es hora que te levantes.
Parecía que sus esfuerzos no funcionarían, pero un suspiro que daba la indicación que poco a poco se iba a levantar, comienza a hablar a la par que entraba en razón.
— ¿L-Lyna…? —Decía Alessio con los ojos entrecerrados mientras que Lyna lo observa con cariño y delicadeza.
— Sí, Alessio, aquí estoy.
Al escuchar su voz se sienta en su cama y sostiene la mano de Alessio, al sentir la suave mano de la sirvienta lo aprieta con delicadeza haciéndola entender que se está despertando.
— Lyna…
— Buenos días, Alessio.
Con una sonrisa angelical que observa al abrir sus ojos, este tampoco evita en devolverle una sonrisa, por lo que se alza y observa la mano de la sirvienta que estaba en las suyas, aunque al inicio no sentía nada de vergüenza de hacer ese gesto, después de que Alessio se haya despertado completamente, al observar que el chico estaba observando sus manos, sus nervios se hicieron presentes en su corazón, pero aunque quisiera y pudiera moverlos, no quería hacerlo y seguir agarrando la mano del chico que apreciaba como parte del siguiente paso en su amistad tal como ella lo pensaba.
— T-Te vi durmiendo plácidamente, p-pensé que si agarraba tu mano podía hacerte despertar sin hacerte mucha molestia, p-pero si te incomoda puedo soltarlo…
— ¿Así que ese es la razón por la que agarraste mi mano? No te preocupes, no me incomoda para nada, más bien son muy suaves tus manos, si no fuera porque tengo un nuevo objetivo el día de hoy podría haber seguido durmiendo plácidamente sosteniendo tu mano.
— ¿U-Un nuevo objetivo…? Debe ser algo muy emocionante, es tierno de tu parte verte motivado y que quieras seguir sosteniendo mi mano cuando duermes.
— Je, Je, es verdad, no te lo había mencionado, aunque es un tema que prefiero contártelo en el desayuno, ¿no sé si te molestaría?
— uh, uh, para nada… —Niega con su cabeza—. Escucharte cuando comes me fascina.
— Si es así, entonces no tardaré mucho en lavarme y cambiarme, muchas gracias por levantarme Lyna. —Acaricia su cabello con su otra mano desprendiendo una sonrisa.
Ambos gestos que estaba haciendo Alessio solo hacía sentir muy feliz a la sirvienta, toda preocupación y pensamientos negativos que había tenido habían sido purificados desde la llegada de Alessio, por lo que no dice nada y disfruta ese gesto que suaviza los latidos de su corazón al observarlo.
— Entonces te espero afuera.
— Claro, no tardaré.
Al levantarse de la cama, se va al baño y se da una limpieza rápida, mientras que la sirvienta sale de su habitación, antes de salir por unos segundos observa su pequeño escritorio y ve el libro que le había prestado, pero no hace más caso y sale al pasadizo y lo espera.
Mientras que esperaba apoyada en una pared al costado de la puerta, podía escuchar unas voces en su oído derecho que venían del pasadizo derecho, esas voces provenían donde se encontraba la habitación de su hermana, pero no hace caso y observa la puerta de Alessio, aunque ella sabía que estaba yendo muy rápido y sin el consentimiento de él al querer acercarse cada vez más al chico, se queda ahí pensativa con ambas manos hacia adelante y cambia su vista hacia el suelo.
Sin darse cuenta, envuelta en sus pensamientos; escuchaba unos pasos de dos personas acercándose y levanta la mirada para ver quiénes eran, al observarlas era: Ilna, e Inés. Por lo que las sigue observando y espera a que pasen delante de ella para saludarles.
— Buenos días, señorita Ilna, y, señorita Inés. —Saluda al inclinarse en el momento que ambas amigas pasan delante de ella y alza un poco su miraba como si esperara una respuesta de ambas, pero por desgracia no recibe ni una respuesta de ellas, por lo que en silencio voltea suavemente su mirada con una pequeña expresión de tristeza al saber que, aunque ella haya cambiado un poco, no era lo suficiente para cambiar lo que ha hecho en el pasado a su hermana y otras personas.
Con ese sentimiento de culpa y desprendiendo una expresión de tristeza, aunque sepa que tiene a Alessio y le haga sentir bien, ciertas veces ese viejo sentimiento vuelve y oscurece sus pensamientos, por lo que observa el suelo con una mirada de tristeza, pero ese naciente sentimiento negativo viene interrumpido por el sonido de una puerta abriéndose y asciende su mirara al observar al chico que quería y apreciaba vestido con su típico chándal deportivo y su cabello sin cortarse por más de 3 meses.
— Ya estoy aquí, ahora si podemos irnos. —Decía Alessio con una notable emoción al saber que en unas horas su nueva vida como aventurero estaba por iniciar.
— Claro, te sigo. —Decía con una sonrisa ocultando ese viejo sentimiento de tristeza.
Al caminar y bajar por los largos pasadizos, al llegar al comedor, Lyna le muestra el desayuno que le había hecho, la felicidad de Alessio no se podía hacer esperar y agradecido comienza a comer mientras que Lyna se sienta a su costado.
— ¡Está muy bueno!
— Me alegra que te guste.
— ¡Todo esto me ayudará y me dará las suficientes fuerzas para mi primer día como aventurero!
— ¿Tu primer día como aventurero…?
— Es verdad, no te lo he mencionado, técnicamente ayer he tenido una conversación con Emilio, he hablado con él para independizarme y tener mi propio dinero.
— Tu propio dinero…
— Realmente quería tener un trabajo igual al tuyo y poder ayudarte, pero a las finales no pude conseguir el trabajo ya que no ganaría ni un centavo…
— No sé a qué te referirás con un centavo ni se cuento valor tendrá, pero me hace muy feliz que hayas pensando en mí, si no ibas a recibir nada a cambio podría haberte pagado con mi dinero.
— ¡¿En serio harías algo así?! Aunque si lo hubiera sabido antes de todas formas no lo aceptaría, es tu dinero y no me sentiría bien en recibir más dinero de tu parte, no es porque lo desprecie, si no porque no me sentiría cómodo, además, podrías darle un buen uso mejor que yo…
— Sabía que dirías algo así, pero no pasa nada, con que hayas tenido la voluntad de ayudarme… —Toca su pecho para calmar sus pulsos—. Eso me basta. —Asciende con una suave sonrisa con un ligero silencio.
Al ver a Lyna sonreír, este comienza a masticar su pan, la observa extrañado y le pregunta.
— ¿Pasa algo, Lyna?
Al dirigirse a ella, con su único ojo visible voltea a verlo y le responde con suavidad.
— Nada… solo que cada momento contigo hace que el tiempo pase con suavidad y tranquilidad.
Le responde con una notable alegría al mismo tiempo que cerraba sus ojos con finura, no había nada mejor que presenciar el gesto tan amable y hermoso de la sirvienta. Alessio aún no podía creer que existiera alguien tan gentil, bella, elegante, tierna y compresiva como ella, era como si fuera parte de un sueño, nunca en su vida podría haberse imaginado encontrarse una persona como ella más que en sus historias de fantasías que veía y leía, aún le hacía imposible de creer que una persona como ella fuera así de amable con él, aunque él no se diera cuenta, todo eso era gracias por la compresión, aprecio, humildad y respeto que el demostraba hacia ella, cosa que Lyna admiraba mucho de él.
Por lo que perplejo por esa hermosa sonrisa y expresión que le mostró la sirvienta, la observa con atención y con un sentimiento que calmaba su corazón y su negativo pasado, le responde con una sonrisa y le da un pedazo de su pan.
— Ten, come algo.
— Alessio… gracias.
Al recibir el pedazo de pan del chico que apreciaba, mastica la zona donde había masticado Alessio por lo que lo come con suavidad y algo sonrojada, el motivo era obvio, aunque Alessio no se había dado cuenta, le había dado la parte donde él había comenzado a masticar, por lo que para Lyna había sido un beso indirecto, a Alessio le cuesta entender la razón del porqué estaba sonrojada, pero después de unos segundos se da cuenta de lo que había hecho y ahora él es el que está avergonzado.
— ¡L-Lo siento… ¡Te di la parte que comencé a comer…! perdóname… f-fue mi culpa, rayos…
— No te preocupes, un trozo de pan es un trozo de pan, pero este es muy especial… gracias. —Le responde con tranquilidad.
— Lyna…
El error de Alessio había sido perdonado por Lyna, para ella no era un problema haber tomado esa parte del pan, más bien, para ella ya era el siguiente paso en su amistad, aunque esto solo era idea de ella, Alessio era todo lo contrario, por lo que un poco avergonzado cambia su mirada y toma su vaso de leche y comienza a beber.
A diferencia del ambiente incomodo que presenció con Inés no era tan distinto, aunque no era desagradable, no podía dirigirle la palabra, mientras que Lyna sigue comiendo el trozo de pan que le dio Alessio, este se queda callado pensando de qué hablar.
— Respecto al trabajo que elegiste, ¿cómo lo obtuviste? —Pregunta Lyna al terminar el trozo de pan.
— O-Oh… sobre eso. —Rasca su mejilla—. Bueno, como decirlo… le pregunté a Emilio si había un trabajo como aventurero y él me dijo que sí, aunque al principio pensaba que se negaría ya que tendría que alejarme de él, a las finales acepto sin ni un problema, más bien se sintió orgulloso y me abrazó.
— Es normal, antes el señor Emilio era un aventurero, saber que tú también quieres serlo tuvo que darle una gran alegría, ¿pero por cual motivo quieres ganar dinero?
— Es cierto, tampoco te conté el motivo del porqué decidí querer ganar dinero, no sé si te acuerdas que hace dos días quería devolver el libro.
— Sí, sí me acuerdo.
— Pues estuve toda la tarde buscando a Inés y justo cuando la encontré, el ultimo cabagon salió y no pude entregarlo, pensaba ir por mi cuenta, pero…
— Pero…
Al pensar lo que le dijo Inés cuando la encontró esa tarde, eran sus palabras que no le habían dejado ir, solo le había entrado una gran confusión si ir o no, por lo que optó no ir además de los riesgos que traía ir a un lugar desconocido, podía decirle a Lyna sobre esto, pero la inseguridad y las palabras que le dijo Inés sobre la sirvienta era un tema que prefería evitar para no hacerla sentir mal, por lo que no cede a extenderse más y busca un pretexto.
— Bueno… no podía ir sin el permiso de Emilio… además, ir solo a un lugar que no conozco sería un problema, así que lo siento si no pude entregarlo.
— No te preocupes, lo importante es que hayas querido entregarlo.
— Sí… regresando con el tema del porqué quiero ganar dinero, es porque no me agrada la idea de tener el libro así de gratis, y para poner fin a este problema pienso alquilármelo o comprarlo y dártelo como obsequio por todo lo que has hecho por mí.
Al decir esto, la felicidad que sentía la sirvienta crecía cada vez más, sería después de largos años que recibiría un obsequio de parte de alguien, Alessio no se daba cuenta, pero cada vez que hacia un gesto que hacia palpitar el corazón de la sirvienta hacia que ella comenzara a sentir algo por él, por lo que sorprendida sin ocultar su felicidad le responde.
— ¡¿E-En serio q-quieres obsequiarme ese libro!? p-pero soy tu sirvienta…
— ¿Mi sirvienta? Pff, te lo vuelvo a repetir, yo no te veo como mi sirvienta, eres mi amiga y es lo menos que puedo hacer para agradecerte por todo lo que hiciste y haces por mi durante todo este mes, no podía estar más que agradecido por tu trabajo como sirvienta y contento por ser una gran amiga, el esfuerzo de cada uno debe ser recompensado y el tuyo no debería quedarse atrás.
Con esas sinceras palabras que salía de Alessio, Lyna lo observa sin palabras, sus suspiros se hacían cada vez más notables y lo observa con tanta admiración, ella nunca pensaba que encontraría una persona tan honesta, agradable, caballeroso, humilde y tierno, solo podía pensar en una persona así en las historias que leía, nunca hubiera esperado encontrar una persona así más que en sus fantasías, por lo que asciende con una sonrisa y con sus ojos entrecerrados con pequeñas lágrimas en sus ojos le responde a Alessio con simples palabras notándose un tono lloroso.
— Gracias, Alessio…
Al ver el cumulo de lágrimas que se estaba formando en su ojo izquierdo, conmovido y sin saber nada de su pasado o lo que habría hecho, le hacía entender que no la tuvo fácil en estos años donde el no estuvo presente, por lo que toma una servilleta limpia y se acerca a ella.
— No sabré por lo que habrás pasado, no me agrada para nada que te traten así, no quiero que mis acciones hacia ti sean malinterpretadas por que sienta pena o lastima por ti, para nada, te trato así porque te veo como una persona, como mi fiel amiga, así que no te sientas mal y ten esto. —Le pasa la servilleta y sin su permiso limpia sus lágrimas mientras que ella se deja limpiar sorprendida y emocionada por tal acción—. No llores por favor, más bien muéstrame esa hermosa sonrisa que siempre me sueles expresar, ¡¿Si?!
Al cercar sus lágrimas, por primera vez puede dar un vistazo a su ojo derecho, aunque quisiera limpiarle no quería precipitarse más, por lo que seca su ojo izquierdo y le pasa la servilleta.
— Alquilaré ese libro con todo mi esfuerzo y sudor, verás que con el dinero que me sobre y si todo sale bien. —La observa y le dice con una sonrisa—. Espero que algún día podamos tener nuestra primera cita, te compraré todo lo que quieras, ya verás.
Con esas palabras que eran más que suficientes para que ese sentimiento hacia el comenzará a crecer más de lo que ya era, sin aguantarse la emoción le responde con una sonrisa entre lágrimas de felicidad.
— Muchas gracias, Alessio… gracias… —Le responde limpiándose sus lágrimas con la servilleta que le dio el chico.
«Lyna, si no fuera por ti estaría en un grave aprieto, quien sabe, ¿qué pasaría si realmente nunca hubieras aparecido en mi vida…? Desde que llegué has sido la única junto a Emilio que me han tratado bien y lo menos que puedo hacer es devolverles el favor…», se dice mientras ve a la sirvienta limpiándose sus ojos. «Sí que estoy viviendo en un mundo de fantasía.»
Al pensar en eso, era normal que se sintiera feliz, ¿quién no se sentiría complacido al estar viviendo una vida como esta? Al sentirse feliz, quita la mirada hacia la sirvienta y observa su vaso que estaba al frente suyo, sin decir nada entre los dos, se quedan callados por unos segundos.
Rara veces eran las situaciones donde se quedaban sin ni un tema de conversación, emergencia se podía decir si no fuera por que Lyna estaba acomodando sus ideas y dándose cuenta de la realidad sobre el nuevo trabajo que hará Alessio, por lo que la felicidad que contenía se convertía en una pequeña tristeza.
— ¿Entonces hoy te irás a trabajar como aventurero…? —Pregunta Lyna después de un largo silencio.
— Sí… lo más seguro hoy mismo.
— Eso querrá decir que no nos veremos por un tiempo…
— ¿Por un tiempo…? Oh, es verdad, trabajar como aventurero podría tomarme días afuera si quiero conseguir una buena cantidad de dinero, entonces no nos veremos…
— Sí… —Desciende con un tonto triste.
Al saber que no podrá verlo por varios días indefinido, le era triste no poder verlo por más de un día, desde el día que llegó hasta ahora no hubo ni un día que dejó de verlo y hablarle, no era la única que se sentía así, Alessio también se dio cuenta de ese sentimiento que desprendía la sirvienta, por lo que otra vez se quedan callados y cada uno evita verse el rostro, no por vergüenza, si no por no saber que decirse entre el uno y el otro.
Aunque parecía que no dirían nada más, parecía que Alessio estaba pensando en algo, no podía ser la mejor idea, pero si era para estar más tiempo con la sirvienta tal como prometió, con la idea en mente mueve los primeros músculos de su labio.
— Puede parecer tonto, pero se me vino una idea.
— ¿Una idea?
— He estado pensándolo, tal vez no sea mala idea, pero quiera hacerte una pregunta.
— Si, dime.
Acomodando sus ideas, dispara la primera pregunta.
— Me da curiosidad, pero… ¿desde hace cuánto tiempo no sales de esta mansión?
— ¿Desde hace cuánto…? Déjame pensar… —Mientras que hacia memoria tocando su barbilla con su dedo índice, le responde con sinceridad —. Creo que la última vez que salí como dar un paseo fue hace como unos cinco años.
— ¡¿Cinco años?!
— Así es, realmente no tengo muchas oportunidades en poder salir por mi cuenta, se me prohibió cuando por accidente llegué tarde por un minuto de la hora que se me dio en mi tiempo libre que tenía para salir, ahora sólo me la paso aquí.
— Eso explicaría por qué nunca vas a comprar las provisiones, aunque no debería ver el lado positivo con la situación que me acabas de mencionar, creo que me da mucha ventaja a la propuesta que tengo que darte.
— ¿Propuesta…?
— Puede sonar descabellado, e incluso imposible que suceda, pero…
Al tener su idea ya en la punta de la lengua, presiente como si alguien estuviera por tocar la puerta, por lo que se queda callado y observa la puerta, haciendo confundir a Lyna, y como si hubiera sido un adivino, tocan la puerta.
— ¿Yo?, ¿estás ahí?, pos claro que estás aquí… —Dice Emilio al entrar al comedor sin pedir permiso—. Buenos días yo, veo que estás disfrutando tu desayuno que te preparó la sirvienta, ¿está bueno?
— Sí, estuvo bueno, pero si a bueno te refieres a interrumpir nuestra conversación, pues que amable de tu parte don interrumpe momentos serios.
— Ja, Ja, Ja, es mi especialidad, me alegra que hayas comido bien, te servirá de mucho, oh, cierto. —Observa a Lyna con amabilidad—. Buenos días, Lyna.
Sorprendida que Emilio se haya dirigido a ella y que haya mencionado su nombre, voltea a observarle y le responde.
— Buenos días, señor Emilio. —Asciende su cabeza al saludarlo.
— Muchas gracias por cuidar de mi yo, de seguro estará muy conforme del trabajo que haces por él.
— Como sirvienta de la mansión Ernst y haber jurado mi vida y palabra a seguir las órdenes que se me dieron dadas, cumplo cada petición que me pida el señor Alessio y darle la comodidad que se merece. —Responde al cerrar sus ojos con suavidad para decir esas palabras.
Su forma de hablar había cambiado completamente en un giro de 180 grados, hablaba con un tono suave como la sirvienta que era, no era que su manera de hablar haya cambiado tan drásticamente, pero tomando su papel más enserio era raro verla comportarse de esa manera, aunque a diferencia de Alessio, ella sabía en qué posición se encontraba cuando hablaba con Emilio.
— Me parece más que correcto, buen trabajo, Lyna, sigue así.
Sin recibir ni una palabra de parte de ella, la sirvienta solo asciende con un sí con su cabeza.
Además de lo raro que era para Alessio ver hablar de esa manera a Lyna, más raro le era observar el buen trato que estaba teniendo Emilio con ella, para nada eran celos, en cambio le traía curiosidad el por qué era gentil con ella, por lo que no duda en preguntarle.
— ¿Por qué ahora te comportas así delante de ella?
— ¿Comportarme así? ¿Desde cuándo es malo reconocer los esfuerzos de otros?
— Bueno, no digo que este mal, pero es algo inesperado, ¿tal vez no será por qué aún sigues feliz de que hoy será mi primer día como aventurero?
— Puede ser, pero que eso no malinterprete mis intenciones, sería descortés de mi parte no estar agradecido por el trato que ella ha tenido contigo, muchas gracias, Lyna.
— No hay problema, todo sea por la comodidad de Alessio para que haga bien su trabajo con usted.
— Perfecto, bueno, hablando de aventuras, acabo de venir del gremio.
— E-Espera… ¿Tan rápido fuiste y viniste?
— Realmente no me aguantaba la emoción de inscribirte y fui temprano, mira, ten.
Al sacar de su bolsillo una tarjeta, se lo entrega a Alessio y junto con Lyna lo observan.
«¡No puede ser!, ¡este debe ser una autenticación cien por ciento real!, ¡es mi primera tarjeta de aventurero, aunque no sepa lo que tiene escrito, tenerlo recompensa este defecto!», se decía emocionado, siéndole difícil ocultar su gran emoción que resplandecía en sus ojos.
— Veo que te agrada. —Menciona Emilio.
— ¡Claro! ¡¿Cómo no me va a agradar?! Aunque es algo terrible no saber lo que dice.
— Si quieres puedo leerlo por ti. —Dice Lyna.
— Gracias, Lyna, veamos que dice…
— Bueno, por lo que dice es que se te asignó el rango de aventurero principiante.
— ¿Rango principiante? Bueno, tiene sentido, por lo que veo hay distintos rangos…
— Estas en lo cierto, yo, al ser nuevo es normal que tengas ese rango, si quieres saber el mío tendrías que llegar a mi nivel.
— Creo que está demás saber en qué rango estabas…
— Ja, Ja, muy listo, prosigue, Lyna.
— Bien, aquí dice que tu especialidad es…. ayudante.
— ¡¿Ayudante?! ¡¿qué clase de especialidad es este?!
— La mejor especialidad para alguien como tú.
— Te referirás para alguien que sea otro que no sea yo, podían haber puesto como algo más interesante… como cocinero, cazador o algo más atractivo.
— A mí me parece que está bien para ti, no es por querer desprestigiarte, pero no creo que aún puedas llegar a una especialidad o función más alta. —Dice Lyna a Alessio.
— Tienes razón, Lyna, estas siendo muy útil, prosigue.
— Veamos… no hay nada más, sólo un nombre extraño… ¿Alfonso Decarri?
— Oh…, eso, no podía poner tu verdadero nombre o poner un pequeño retrato por ser igual a mí, eso sólo traería curiosidad y sospechas, menos mal que tenía viejos conocidos y me hicieron este favor, así que esta identificación es un tanto especial.
— Aun no entiendo eso de ayudante, ¿A quién rayos voy a ayudar?
— Que bien que me lo preguntas, ya les he hecho esperar lo suficiente, ¡Entren! —Grita Emilio a la puerta.
Después de que haya gritado a la puerta, se podía observar entrar a dos chicos jóvenes de no más de 20 años cada uno, era un chico y una chica, con una vestimenta ligera y los instrumentos que tenían, era más que claro que eran aventureros cien por ciento originales y auténticos de un mundo de fantasías.
Ya era admirable para Alessio estar junto a una sirvienta real, pero también estar al frente de aventureros auténticos sólo hacía que se emocionada cada vez más.
— Quiero presentarles a Jeremy y a Luz, hijos de unos de mis viejos compañeros, Luz, yo. Yo, Luz. Jeremy, yo. Yo, Jeremy.
— Es un gusto servir al señor Emilio, así que tú debes ser el chico que se parece tanto a él. —Dice la chica.
— ¿Cómo puedes dudarlo?, claro que se parece al señor Emilio, ¡jo, jo, jo! ¡Hombre! ¡será un honor! —Decía el chico animado interrumpiendo a la chica.
— ¿Así que ellos dos serán los que estarán a mi cuidado? —Dice Alessio al dirigirse a Emilio,
— Pues sí, ellos te ayudarán y enseñarán como sobrevivir ahí afuera, y claro, si no quieres que pase nada malo sólo tendrás que obedecerlos, ¿lo saben no? —Se dirige a los dos jóvenes.
— ¡Sí señor! —Respondían al mismo tiempo.
— Excelente, entonces ya presentados, comencemos con los preparativos, ¿apuesto que ya quieres iniciar, yo?
— Claro, pero aprovechando que estás aquí quiero preguntarte algo referente a Lyna.
Al referirse a ella, Lyna lo observa confundida, ¿Por qué preguntarle referente a ella a Emilio?, en su confusión, el chico que parecía tener una compostura delgada y que desprendía un aura inmadura, habla:
— ¿Lyna?, ¿Quién es Lyna?, ¿Acaso es un conejo?
— Para nada, no es un animal doméstico, es la sirvienta de la mansión. —Le responde Emilio.
— ¿Una sirvienta? ¿No es la que está ahí sentada al costado de tu como es que se llamaba…?
— Pues sí, ella es la sirvienta de la mansión, y a su costado esta mi yo.
— Hola, un gusto en conocerlo, mi nombre es Lyna, sirvienta de la mansión del señor Ernst, un placer.
— Cuánta elegancia, no era mentira que las sirvientas hablarán así de esa manera como si supieran cada detalle de sus palabras.
Sin ocultarse sus comentarios, se había referido a ella con tanta naturalidad reflejando su carácter infantil e inmaduro, a la par que hacia un gesto con su codo agitándolo hacia el brazo de Luz, ella que, al contrario de él, lo observa y le da una bofetada en su cuello para que calmada sus palabras.
— ¡Auch!, ¡¿Eso por qué?!
— Aprende a expresarte, no estamos en un simple pueblo, estamos delante del hogar donde vive el señor Emilio junto a su personal.
Expresando una tonalidad algo más madura que Jeremy, parecía que ella sabía en qué puesto estaba, por lo que agarra la cabeza del chico y lo fuerza a inclinarse para disculparse al igual que ella.
— Lo siento por el comportamiento que mi compañero tuvo que mostrar, a veces le CUESTA saber en qué posición nos encontramos, perdónanos, señor Emilio, por este comportamiento tan infantil.
— No se preocupen, por ahora podemos hablar así.
Al ser disculpados, Luz suelta su mano de la cabeza de Jeremy y se acerca a Lyna.
— Lamento que mi compañero se haya dirigido así hacia ti, apuesto que te hizo sentir incomoda.
Sorprendida que una persona aparte de Alessio se dirija a ella con tanta normalidad y respecto, solo la hacía sentir confundida por dentro, pero por fuera mostraba un carácter calmado.
— Para nada, si esa es su manera de hablar no puedo enojarme.
— Vaya, te falta algo más de odio, soy Luz, aventurera con especialidad de caza, un placer.
Tampoco es que haya habido tanta diferencia con Jeremy, al igual que él, se expresó de manera simple y burlesca, tal vez sea por la afirmación de Emilio que hizo que ella hablara de esa manera pero sin olvidar sus modales.
— El placer es mío señorita Luz, sé que el señor Alessio estará en buenas manos.
— ¿Alessio? ¿No es ese el chico que está a tu costado?
— Sí, es él.
— Espera, ¿tu nombre no era Alfonso?
— Ah sobre eso… me olvidé comentarles que tuve que darle otro nombre para que no sepan su verdadera identidad, digamos que están con una persona muy especial en este mundo. —Responde Emilio a Luz.
— Eso lo explicaría. —Observa a Alessio—. Si es que son iguales… ¿no tienes problemas en diferenciarlos? —Le pregunta a Lyna.
— Tal vez al inicio, pero con el tiempo uno ya sabré como identificarlos.
— Interesante… oye. —Exclama a Alessio—. Ahora que lo veo si hay algunas diferencias.
Al observarlo detenidamente al acercarse un poco a él, no, más bien, demasiado a él, le deja sorprendido, aunque haya querido mostrar un carácter más serio, su curiosidad hacía olvidar ese comportamiento maduro que había mostrado.
— O-Oye… estás muy cerca. —Dice Alessio perplejo por lo cerca que estaba.
— Lo sé, pero la única diferencia que le encuentro es que tiene el cabello algo desordenado, de ahí no encuentro más diferencias.
— ¡Ah! Mira nada más, ¡¿ahora quién es la que muestra un carácter inmaduro eh!? —Dice Jeremy.
— Oh… es verdad, pido perdón por haberme precipitado, mi curiosidad ha superado mis modales.
— No te preocupes, Luz, eso es lo que haría cualquiera al vernos, pero ahora sí que todos nos hemos presentado, antes de comenzar, ¿qué es lo que querías decirme, yo? —Pregunta Emilio.
— Cierto, es referente a Lyna.
— ¿Referente a la sirvienta?, ¿pasó algo?
— No, para nada, más que preguntarte, quería pedirte un favor.
— ¿Un favor? Uhm…, dependerá de cuál sea…
Con esas palabras que parecían una posible negación a la idea que tenía en mente, ordena otra vez sus ideas para no decir una estupidez, en cambio la sirvienta estaba confundida, ¿Qué es lo que quería decirle a Emilio referente a ella? ¿Acaso diría algo malo que haya cometido?, aunque ella sabía que era algo imposible que dijera algo así, no era lo suficiente para que se sintiera temerosa, pero sí algo confusa por lo que pueda decir a Alessio.
Después de un largo segundo sin decir ni una palabra, al calmar sus ideas, se expresa a Emilio.
— ¿Es verdad que ella no sale de esta mansión desde hace cinco años?
— Sí, ¿Por qué lo dices?
— He estado pensando en algo, puede ser descabellado, pero no imposible, sólo haría falta que lo aceptes.
— ¿Aceptar? No te extiendas más y se directo, me interesa lo que tengas que decir.
— Bien, el favor que quisieras que haga es que si… si pudieras…
Al saber de lo precipitado de su petición había una gran probabilidad que Emilio no aceptara, por lo que apuntó de negarse, hace contacto visual con Lyna y al observar su ojo izquierdo que desprendía confusión, pudo sentir la tristeza que sentía al saber que estará fuera por unos días, a la par que un sentimiento de valentía surgía en su corazón y agarré valor con sus palabras, por lo que después de otro segundo sin decir una palabra, observa a Emilio con determinación.
— Quisiera que le dieras la autorización a Lyna para que me acompañe en mi aventura, puede parecer descabellado e incluso tonto, pero no puedo hacer nada si no está a mi lado, además, creo que estar encerrada por cinco años le vendría bien que salga por unos días y tomé un descanso, es por eso que te vuelvo a repetir mi propuesta. —Se alza de la silla y observa a Emilio—. ¿Podrías darme la oportunidad de que Lyna sea mi compañera de aventura?
Al decirle esta propuesta, sus nervios estaban en lo alto, sabía el peso que traería al querer llevársela consigo, no por el simple hecho que dejaría a nadie que mantuviera la mansión, sino más bien la reacción que daría Emilio al haber escuchado tales palabras.
Era de esperar que todos los presentes se hayan quedado atónitos por dicha petición, la reacción de sorpresa de Lyna era más que confusa, pero al mismo tiempo una enorme felicidad se creaba más dentro en ella.
— Alessio…. —Dice sorprendida en voz baja.
Parecía que nadie diría una palabra, hasta el mismo Jeremy que era siempre el primero en interrumpir en las conversaciones parecía que no diría ni una palabra, Emilio no parecía que diría tampoco ni una palabra, más bien, estaba digiriendo las palabras que había escuchado de su gemelo por lo que lo observa con seriedad a Alessio y le responde.
— ¿Así que esa es tu petición?
— Sí.
— ¿No tienes algo más que agregar?
— No, sólo quería decir eso.
— Bien… —Asciende con un tono serio y observa a Lyna y dirige sus palabras hacia ella con tranquilidad, pero sin quitar esa pisca de seriedad—. Sirvienta.
— Sí, señor Emilio.
— ¿Estás de acuerdo a la petición de mi yo? ¿Qué opinas?
— ¿Qué opinó…?
Al parecer ella también estaba ordenando sus pensamientos, todo lo que sentía dentro de ella eran un gran conjunto de emociones, además sería la primera vez que hablaría de manera sincera con Emilio, por lo que, al costarle al dirigirle la palabra, se queda callada por otro largo segundo.
Alessio sabía lo que había dicho, estaba en todo su favor que Lyna se sintiera incómoda e incluso, «molesta» si es que lo estaba, o eso es lo que él pensaba, se lo merecía por haber pedido tal cosa sin su consentimiento, por lo que, traga saliva con nervios y espera sea las palabras de Emilio que de Lyna.
— Bueno… me tomó por sorpresa que se hayan dirigido a mí, no me molesta para nada, al contrario, me hace sentir muy feliz escuchar esas palabras, pero aunque quisiera y más me duela, no puedo dejar la mansión a solas, perdóname Alessio. —Dice con un tono algo triste al dirigir sus ojos hacia los de él a la par que Alessio muestra una expresión de tristeza.
— Ya veo… —Dice Emilio
Parecía que su petición iba ser negada por el rechazo que le dio Lyna, estaba en todo su favor, no podía dejar la mansión, aunque parecía que su petición iba ir a la basura, Emilio tiene algo más que agregar.
— Supongo que eso es todo, bien, yo, prepárate, haz que la sirvienta te ayude a alistar tus cosas, y si te sobra algo de tiempo también ayúdala a ordenar sus cosas.
— ¿E-Espera a que te refieres? —Dice Alessio confundido.
— ¿No es obvio?, la sirvienta, no, Lyna te acompañara en tu aventura.
— ¡Espera que! —Exclama Alessio.
— ¡¿P-Por qué dice eso…?! ¡¿Y quién se quedará a cuidar la mansión?! —Pregunta Lyna impresionada.
— Es verdad que en todos estos años he sido duro contigo, los motivos son más que obvios, pero no es una razón para que no pueda reconocer tu valentía y compromiso de vez en cuando, eso vale demasiado para convertirse en un aventurero, así que bienvenida. —Le responde con una sonrisa a la par que cierra un ojo suyo.
Del ambiente tenso que se había presenciado, se había vuelto un ambiente agradable y alegre, era la primera vez para Alessio ver a Emilio siendo amable con Lyna, aunque quisiera preguntarle el porqué de ese cambio, veía que no era el momento adecuado para hacerlo.
Sin aguantarse la felicidad, Luz se acerca con alegría y abraza a Lyna con orgullo.
— ¡Es admirable que hayas cumplido tu palabra al dejar tal valiosa petición! Si antes parecías alguien sin ni una pisca de emociones, ¡ahora eres todo lo contrario! ¡Estaré encantada en enseñarte todo lo que se!
— Gra-Gracias… —Le responde con una sonrisa confusa.
Lyna no sabía cómo reaccionar a tal gesto inesperado, si ya le era difícil ponerle una cara linda a Alessio, le era incluso más difícil con una persona que nunca había conocido, pero la amabilidad y alegría de la chica le hacía entender que no era mala ni que se esté burlando de ella.
Al ser abrazada por ella, Lyna observa a Alessio con una notable alegría, pero a pesar de eso, una duda se le viene en mente y le pregunta a Emilio:
— P-Pero…, ¿Quién mantendrá la mansión si estaré fuera?
— Es verdad, pero no te preocupes, ya me encargué de eso y contrate a unos sirvientes temporales cuando fui a registrar a mi yo, no fuera nada barato, así que den lo mejor ahí afuera.
— E-Espera, ¿cómo pensaste en contratar a otros sirvientes justo en una ocasión cómo está? —Pregunta Alessio.
— Es simple, tenía un presentimiento que me harías esa petición, por lo que me adelante un poco, pero no te preocupes por los detalles, solo disfruta tu estancia como aventurero, ya me lo agradecerás después. —Dice con un tono burlesco.
— ¡¿Entonces que esperamos?!, ¡vámonos! —Exclama Jeremy al querer salir de la puerta a la par que Alessio y Lyna acomodaban sus sillas, pero un bostezo de Emilio hace que interrumpir el ambiente.
— Antes que nada, tengo una cosa más que decir. —Observa a Alessio—. Como tú me pediste una petición, ahora quiero pedirte algo.
— ¿Pedirme algo…?
— Claro, todo tiene un precio, si das algo mereces recibir algo a cambio, no voy a pedirte dinero, pero si quieres que la sirvienta vaya contigo, tendrás que hacerme un favor.
— ¿Un favor…?
— Así es, no será nada del otro mundo, haciendo esto solo haré que estemos a mano sin que el otro pida un favor al otro, solo para estar limpios, ¿Qué dices?
Al dirigirse a Alessio, su petición parecía algo más serio, era normal que hablara con un tono más confiado y seguro, a diferencia de Alessio que le había costado expresarse, a él no le tomo ni un segundo expresarse y dejar claro sus palabras, haciendo que Alessio lo observe confundido.
¿Pero que perdería si lo rechazaba?, por su manera de decirlo, aunque serio, no parecía que fuera tan difícil cumplir su petición, además, sería una buena forma para no comenzar su nueva faceta en su vida con el pie izquierdo, por lo que le responde.
— Bueno, dime que es lo que me tienes que decir, me interesa lo que tengas que decirme.
— ¿Ahora te copias mi frase? Bueno, la petición que estoy por pedirte es simple, ¿tu aceptarías llevar a otro compañero más o el número es más que suficiente?
— ¿Qué si quiero llevar a otro compañero…? Hmmm… —Observa a ver a Lyna y a los otros chicos—. Pues… si te soy sincero, mientras más seamos mejor.
— ¿Entonces estás seguro de aceptar esta petición?
— Pues qué más da, quien quiera que sea, pues bienvenido al equipo.
Con una notable alegría antes de tiempo, Emilio ríe mientras estaba por decir lo siguiente…
— Perfecto, entonces no te molestaría que la señorita Inés viniera a tu equipo, ¿no?
— ¡I-Inés!, ¡¿P-Por qué ella?!
— ¿Acaso te molesta? ¿No crees que es una buena forma para mejorar su amistad?
— Eh… si rechazo que venga, ¿Lyna no podrá venir…?
— Así es, ¿Tu qué opinas Lyna? ¿Te molestaría que la señorita Inés viniera?
— Esto… —Observa a Alessio—. Alessio… a mí no me molestaría que venga, pero la decisión es tuya.
— Pero si me niego no podrías venir… ya sabes lo que pasó con ella…
Era más que normal que no quisiera que Inés viniera, pero al mismo tiempo quería que Lyna venga, una decisión fácil pero que la incomodidad de pasar más tiempo con Inés sólo le traería más que posibles problemas.
Mientras que se queda pensativo, Jeremy comienza a acercarse hacia Alessio y se apoya en su hombro.
— Chico, escucha, tu silencio sólo hace incomodarme, hay monstruos y enemigos allá afuera, no podemos perder más tiempo.
— Sí… pero…
— ¿Quieres que tu amiga venga contigo? Trae a tu otro amor prohibido, además… —Le susurra en su oído—. Mientras más chicas sean mejor…
— ¿De que estas hablando? Te podemos escuchar, no pienses que nos fijaremos en alguien como tú. —Exclama Luz.
— Bueno, bueno… toma una decisión rápido gemelo de Emilio, la aventura nos espera.
Atrapado por las palabras de Jeremy, aún estaba indeciso en tomar en cuenta la petición, pero sabiendo que si no aceptaba Lyna no iría, no podría sentirse bien al dejarla y haberla ilusionado sin ni un motivo, además, había prometido tener una cita con ella, tomando en cuenta esto, podía cumplirlo al estar afuera con ella, por lo que, con esto en mente, le responde a Emilio.
— Si se trata para que pueda cumplir mi promesa con Lyna, no tengo más que aceptar tu petición.
— ¡Perfecto! sé que no te arrepentirás al final del día, ahora si podemos ir a hacer los preparativos, Jeremy y Luz, conmigo, les voy a hacer conocer a la mujer más bella que habrán visto y también les haré presentar su querida amiga Inés, estará más que sorprendida.
— ¡Sí, señor! —Exclaman ambos al mismo tiempo.
— Entonces nos vemos más tarde, Lyna, ¡no te arrepentirás! —Dice Luz al despedirse de Lyna, por lo que ella le responde con un «sí, nos vemos luego». Al irse, Alessio y Lyna se quedan solos otra vez.
— Entonces… iré contigo… —Dice Lyna un poco avergonzada y feliz.
— Pues sí, aunque me da algo de cosa que Inés nos acompañe, tuve que aceptar ya que no quería dejarte, además de cumplir mi promesa.
— ¿Promesa…?
— Sí, aparte de la promesa que hice hace un mes contigo, hay otro que debo cumplir y aprovechando que estaremos fuera, ¿Por qué no hacer nuestra primera cita?
— ¿Nuestra primera cita…?
Ahora recordándose lo que le dijo, no pensaba que cumpliría esa promesa tan rápido, no era una propuesta amorosa como lo pensaba Alessio, más bien, lo veía como una cita entre amigos, en cambio, Lyna lo veía como otro paso más en su amistad, por lo que sin ocultar sus alegría intenta abrazarlo mientras que él estaba por responder su pregunta.
— Lyna…
— Gracias… gracias, Alessio…
Al ver que intentaba abrazarlo con sus dos manos apoyados en su torso, al escuchar sus agradecimientos, esta alza su mirada y lo observa desde abajo, pudiendo observar ambos ojos suyos que contenían una gran alegría a la par que nuevamente unas lágrimas estaban por salir.
— Muchas gracias por dejarme volver a sentir este sentimiento, gracias…
Desciende con una notable alegría que podía confundirse con tristeza, Alessio había captado ese peso en sus palabras, era normal que se sintiera así, ¿quién no se pondría feliz al saber que podrá salir después de un largo tiempo? Más aún que la persona que admiraba y que quería le haya dado la oportunidad de volver a ser «libre», por lo que ese sentimiento hacia él crecía más hasta el punto de sentir algo más por él, no como amigo, si no como algo más amoroso.
Mientras que veía a la sirvienta aferrarse más a él y sentir como sus hombros estaban temblando por el suave llanto que contenía, en respuesta a ese gesto toca suavemente su cabello blanco y lo frota con suavidad, este gesto de consuelo era lo que tanto había esperado la sirvienta, todos esos años de soledad, sufrimiento, confusiones, de culpa y de rechazo, estaba siendo compensado por la amabilidad y presencia de Alessio, la persona que hacía que su tiempo vuelva a cobrar brillo y aprecie cada segundo de su vida.
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Comments for chapter "20"
QUE TE PARECIÓ?
«¡guau!» pobre Lyna no sale 4 años de la mansión Ernst? Que buena oportunidad que se les presenta a ambos pienso, y es algo que les ha costado, nada fácil, ni rápido, ni gratis.
Si estoy de acuerdo que “todo esfuerzo tiene su recompensa”
No resulta molestia la presencia de Inés, mal tercio diría yo jaja cuando preferían estar solos en esta aventura┐(´•_•`)┌
Es muy temprano para ellos dos tener una aventura a solas, espera… ¿No era en ese sentido? Bueno, Inés tiene lo suyo y sus razones para comportarse así, esa cuatro ojos siempre siendo tan especial.
Alessio me representa en la mañanas 😔👌 jajaj besto prota.
Hay y con el final del capítulo, me va a dar una sobredosis de ternura 💖 eso Lyna marca territorio jajaja.
Buen cap :3
Muchas gracias por haber leído el capítulo Carito, muy gentil de tu parte ^^
Buen cap, este fue casi como los otros 2 , coqueteros entre Alessio y Lyan , pero con lo de aventureros , ya estoy viendo por donde ira al asunto, buen evento el que de hayan hecho aventureros y salgan de esa mansion aunque se me hace curioso que una solo sirvienta este a cargo de toda una mansion xD deberia haber mas o ser nombradas pero ey almenos Lyna sale y a ver que tal le va junto a Ines Alessio ya esta mas maduro y sabe que decir y se le bajaron los humos, muy buen cap, ahora ver que sigue con los compañeros y trabajo que le consiguio emilio
Ahora Alessio será un Currier, Alfonso Decurrier :v le falta mucho pare ser Decarri