Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 21

Mientras que Alessio y Lyna se iban a alistar sus cosas, Emilio y los dos aventureros iban en busca de Inés para darle la noticia, aunque parecía que se iban a demorar mucho tiempo en encontrarlas, Emilio encontró a las dos amigas en el jardín trasero sentadas conversando bajo la hojas de los árboles en la fresca mañana.

— Oh, ahí viene el señor Emilio y unos dos acompañantes.

— ¿Dos acompañantes? —Dice Ilna extrañada.

— Y aquí están, muy buenos días señoritas, espero que estén disfrutando esta linda y fresca mañana. —Saluda Emilio al verlas.

— Buenos días señor Emilio.

— Hola Emilio, ¿Qué le trae por acá y quienes son esas dos personas que te acompañan? —Pregunta Ilna.

— Oh, estos son jóvenes aventureros, hijos de unos de mis dos viejos compañeros, quiero presentarte a Jeremy y a Luz.

— Un saludo y placer señorita Ilna, mi nombre es Luz, aventurera del gremio Irtop y con especialidad de caza y soy muy buena con el uso del arco, me es de mucho agrado compartir esta mañana con usted. —Dice Luz saludando con una mano en su torso a la par que se agacha un poco.

— ¡Que tal chicas! Mi nombre es Jeremy, vengo del mismo gremio de Luz y a diferencia de ella yo soy más rápido si se trata de derrotar a enemigos en primera fila, ¡con mi dagas y yo no hay nada que nos derrote! ¡Un placer! —Saluda Jeremy con un pulgar en alto señalandose.

No era para nada raro ver esos tipos de carácter en aventureros para Ilna, no le traía nada de incomodidad, pero tal como paso antes cuando se comportó en el comedor, Luz agarra el oído izquierdo de Jeremy por haberse precipitado.

— ¡Auch!

— ¡Contrólate con tus palabras! Pido perdón por el comportamiento de mi compañero, debió ser algo irrespetuoso para usted señorita Ilna.

— Para nada, no se preocupen, es común entre ustedes los aventureros que siempre anden energéticos, ¿no piensas lo mismo Inés?

A diferencia de Ilna que mostraba una atmósfera tranquila y calmada, esa reacción alegre y extravagante de Jeremy sólo le trajo incomodidad y enojo en Inés mostrando como siempre una cara de seriedad.

— Así que ella debe ser Inés ¿Porqué andas enojada? Si sigues así no llegarás hasta los 20.

Jeremy al referirse hacia ella, Inés lo observa con seriedad, al parecer no fue buena idea dirigirse hacia ella, sus encantos hacia las mujeres no sería lo suficiente en ella.

Al haber sentido el enojo y el insulto de Inés en el sin haber dicho ni una palabra, se quedó callado esperando a que alguien comenzará a hablar para dejar de lado esa sensación, por lo que Ilna dice…

— Bueno…, ¿Y que les trae por aquí? ¿Se les ofrece algo? —Pregunta Ilna.

— ¡Oh! Es verdad, ellos dos estarán a cargo de mi Yo, estará fuera por unos días junto con la sirvienta. —Responde Emilio.

Al haber dicho esto, la reacción de sorpresa no se hizo esperar sea en Ilna e Inés, siendo esta última donde su reacción junto con su seriedad se hizo más notorio.

— ¡E-Espera! ¡¿Por cuál motivo se tendrá que ir…?! —Pregunta Inés.

— Vaya…, ¿Te preocupas por la ausencia de mi Yo? veo que esos dos días a solas si sirvió de algo ¿eh….?

— N-No es eso sólo que… —Observa a Ilna confundida como si el plan que estaban teniendo iba ser arruinado.

— No te preocupes por el Inés, si tanto lo quieres cerca sólo escucha lo que tengo que decir. —Dice Emilio observándola.

— ¿Qué tiene que decirme?

— Bien, el motivo del por que mi Yo estará fuera es por que se volverá un aventurero y por que quiere comprar ese libro por el cual tuvieron un problema y regalárselo a la sirvienta con el dinero que se ganará.

— Dárselo…

— Así es, además de eso no es lo único que quiero decirte…

Al parecer parecía que Emilio planeaba algo en esos instantes, al acercarse un poco hacia ellas, observa atentamente a Inés y le dice lo siguiente.

— Veo que te molesta que mi yo se vaya, se nota en tus ojos.

— No, no es eso, sólo es la impresión de esta noticia imprevista.

— ¿Segura…?

— Completamente segura.

Entre los dos al observarse mutuamente parecía que Emilio tenía una vaga idea de lo que estaban planeado, o eso era lo que sentían ambas por ese tono misterioso, por lo que se quedan observando entre los dos y al no llegar a ni una conclusión Emilio continúa.

— En fin, si quieres a decisión tuya puedes acompañarlo.

— ¡¿Como?!

— Vaya, tu reacción cambio sorpresivamente.

— ¿Pero por cuál motivo tendría que acompañarlo? Si ya va con la sirvienta no me necesitará…

— Respecto a eso, sólo lo acompañarás por que sin ti la sirvienta tampoco irá, así que depende de ti darle la felicidad a mi Yo, pero al ser una petición inesperada creo que te tomará un poco de tiempo decidirte.

— ¿Entonces cuanto tiempo tengo para tomar una decisión?

— Veamos… antes del medio día, te doy toda la mañana para que pienses bien, sólo eso quería decirte.

— …

No es que le molestara que Alessio se vaya, por ella podría irse el tiempo que sea necesario, pero el plan que estaba teniendo junto con Ilna era más importante su presencia que cualquier otro momento, pero dando a esa facilidad de Emilio que le estaba proponiendo en acompañarlo, era claro que tenía más posibilidades de investigarlo más de cerca, pero a pesar de eso, había algo que le inquietaba.

En la inquietud que sentía, parecía que no diría una palabra, pero después de un largo segundo, le responde a Emilio.

— Bien, entonces antes del medio día le haré saber mi respuesta.

— ¡Perfecto! Entonces nos veremos en la puerta principal, Jeremy, Luz, vámonos, dejemos a las amigas hablar.

— ¡Si señor! —Responden ambos.

— Cuídate mi querida Ilna, nos vemos más tarde.

— Si, Emilio.

Mientras que los dos aventureros comenzaron a caminar, Emilio observa a ambas amigas y antes de irse observa por un segundo a Inés, y sin decir ni una palabra se marcha del lugar.

Era claro que algo no iba bien, eso es lo que sentía Inés, aunque mostrará su rostro serio, por dentro las dudas sobresalían.

— ¿No piensas que se esté enterando…? —Pregunta Inés a Ilna.

— No creo… nadie más sabe sobre esto.

— Si rechazó ir, lo más seguro es que todo lo que hemos planeado y la investigación no valga la pena. —Al terminar de hablar, un pesado suspiro sale de Ilna y habla.

— Justo en estos instantes, cuando más necesitamos la presencia de ese tipo se nos va de la mano.

— Si…

Al parecer, Inés estaba pensando en algo, no podía ser una coincidencia que justo cuando más necesitaban la presencia de Alessio se tenía que ir.

— ¿Entonces lo dejamos así? No creo que sea buena idea que nos sigamos adentrándonos más, si Emilio se enterara tal vez se enojaría…

A pesar de decir esa posibilidad y advertencia, Inés parecía pensativa, como si pensará de las alternativas de su decisión, pero con la idea en clara, le responde a Ilna.

— Si, es verdad, tal vez sospeche más si seguimos juntas en seguir investigándolo a ocultas.

— ¿A que te quieres referir?

— Si seguimos así lo más probable es que las sospechas sean grandes, pero si nos separamos tal vez no piense que estemos tramando algo.

— Tiene sentido, ¿pero estás segura de querer ir? No estas obligada.

— Lo se, pero al igual que tu me inquieta mucho su presencia y su aparición inesperada y la gran igualdad que tiene el con Emilio, por lo que si lo sigo investigando, lo más probable es que llegué a una conclusión antes de que otros Altramistas experimente en el.

Las cosas posibles que hacen los Altramistas son un misterio, pero rescatando lo que dijo Marst el prisionero que para saber la procedencia de un cuerpo tendrían que asesinarlo, es lo más cercano a lo que harían. Esto perfectamente lo sabían ambas, pero no era un motivo para que Inés quisiera que Alessio no pase por ello, si sus dudas e investigaciones eran correctas, tenerlo vivo resolvería a más dudas apartes de su parecido a Emilio y su llegada inesperada.

— Estas segura… nunca has tenido experiencia en manejar una arma o como acampar.

— Es verdad, en estos últimos años no he hecho nada de eso, pero antes de venir aquí hacia tales cosas, por lo que algo de viejas experiencias estarán aún dentro de mi.

— Escúchame, Inés, eres mi amiga y te aprecio mucho, estoy muy agradecida que me ayudes en esto, pero si lo ves necesario no te adentres más de lo que se te permite.

— Aprecio sus palabras señorita Ilna, pero acuérdese que soy una Altramista, cumplo mi palabra y órdenes, puede ser que me precipite, pero todo sea para cumplir mi objetivo y dar un nuevo punto de vista a los Altramistas.

No eran simples palabras que decía para calmar a su amiga, además de que quiera cumplir su palabra y queder investigar a Alessio, había algo más que quería hacer,

— ¿Dar un nuevo objetivo a los Altramistas…?

— Es verdad que no te conté todos los planes a detalle, pero si todo sale bien con la investigación y todas nuestras dudas salen positivas y tenemos las respuestas sin que nadie salga herido, sólo es cuestión de unos años que sea mi hermano y yo podamos dar paso a una nueva faceta de los Altramistas y limpiar nuestro nombre.

Habían varios sentimientos en esas palabras, libertad, justicia y compromiso eran los que más abundaban.

Al escuchar esas palabras de su amiga, Ilna asciende con una sonrisa y observa a Inés con admiración.

— Entiendo, no puedo negarme a tus ideales, son algo de admirar, por lo que estaré dispuesta a ayudarte y si te parece correcto ir, te estaré esperando con las respuestas.

— Muchas gracias señorita Ilna, será un honor tenerla a mi lado, mi hermano también estará agradecido.

— Bien, entonces como tendrás que ir, te ayudaré a alistar tus cosas ¡vamos!

— Si.

Al levantarse ambas amigas y entrar a la mansión, Alessio había recibido la misma mochila que le dio Lyna cuando se fue a Thate, pero a diferencia de el, Lyna iba a llevar una maleta de color negro, no era tan grande, por lo que no llevaría tantas cosas más que sus cosas esenciales.

Al pasar unas horas, Lyna y Alessio se habían encontrado en el pasadizo, por lo que van juntos hasta la puerta principal donde estaba Emilio y los dos aventureros.

— Ahí está mi querido yo, ¿te sientes listo para esta nueva faceta de tu vida?

— ¡Claro! —Responde Alessio con una notable felicidad.

— Esa es la actitud ¿Por caso vieron a Inés llegar por acá?

— No, no la vimos por ni un lado. —Responde Lyna.

— Ya veo… entonces aún no se ha decidido…

Mientras que parecía que se quedarían a esperar un buen rato ahí sin decir nada interesante, luz observa a Lyna y la saluda.

— ¡Hola Lyna!

— Hola…

— ¿Qué traes en esa maleta? Se ve que no es muy pesada.

— Oh… no estoy llevando nada importante, solo las cosas esenciales como mi ropa, unos perfumes, mis cepillos y un libro.

— ¡Un libro! ¡¿Me puedes hacer ver cual traes?!

— Oh… si, claro.

Al dejar su maleta en el suelo, lo abre y saca un libro no tan grande ni tan pequeño, era mediano y algo ligero, no tanto de 200 paginas pero sería lo suficiente para que se entretengan en sus momentos a solas antes de dormir.

Aunque haya sacado el libro, sus nervios en mostrarles sus gustos a otra personas a excepción de Alessio le hacían imposible entregarle el libro, por lo que Luz extrañada se acerca a Lyna y le pregunta.

— ¿Pasa algo…?

— N-No nada… deberías estar muy ocupada con cosas mejores y pienses que leer es una perdida de tiempo…

— ¡Oh! ¡Es el cuento de la niña sin hogar!

Sin importarle las palabras de nervios que desprendía Lyna, al reconocer ese libro parecía que ya lo había leído, siéndole una gran sorpresa para la sirvienta.

— ¿L-Lo has leído?

— ¡Claro! Es verdad que los aventureros estamos ocupados con varios trabajos y encargos, pero en mi tiempo libre también leo libros.

— ¡E-En serio!

— ¡Por su puesto! No se por que dices que es una perdida de tiempo, es el mejor entretenimiento que hay aparte de eliminar a esos monstruos. —Se acerca a Lyna y agarra sus manos—. ¡Tendremos mucho de que hablar!

— Supongo que si…

No era que estaba rechazando en hablar con ella, le era muy extraño ver a otro persona que disfrute los mismos gustos que ella, aparte de Alessio no había nadie más con en el que podría hablar y compartiera esos gustos, bueno, tampoco que Alessio le gustara leer pero podía contarle sobre las cosas que le gustaba, en cambio al ser otra persona le era dificil mostrar esa misma carisma y felicidad que desprendía Luz.

Al ver a los dos chicas hablando entre si, Jeremy se acerca a Alessio y se apoya en su hombro y le habla.

— Como no siempre Luz haciendo nuevas amistades en tiempo récord ¿no crees…?

— Así que tu eres Jeremy.

— Así es, apuesto que no estarás celoso que ella te robe tu tiempo con la sirvienta ¿no?

— ¿Ponerme celoso? ¿Por que debería?

— Ehm… no se, se ven que siempre andan juntos.

— En efecto si, es la única amiga que tengo, pero para nada me molestaría que pasara tiempo con Luz… —Observa a Lyna conversando con una energética Luz—. Le hará bien.

— Ya veo… ¡Entonces nos llevaremos bien! —Le responde con una sonrisa.

— Vaya, veo que soy el único que está siendo ignorado, Yo, creo que estás robando mi encanto. —Dice Emilio con un tono burlesco.

— ¡¿De que estás hablando?! ¡Lo único que no quisiera robar de ti sería exactamente eso!

— ¡Ja, ja, ja! Hieres mis sentimientos, pero creo que los tuyos serán rotos primeros si Inés no acepta, ya sabes lo que pasará si no ella rechaza venir no… —Observa a Lyna.

— Si… lo se… —Asciende Alessio.

Al observar como poco a poco Lyna agarraba un poco de confianza con Luz esto le traía una gran felicidad, pero al saber que para que esa felicidad continúe dependería de la decisión de Inés, tan solo pensar que si no llegara a aceptar en venir tampoco Lyna podría ir y toda esa buena amistad que se estaba formando entre ellas dos y la felicidad que sentía la sirvienta, le podría traer una gran incomodidad y tristeza.

— No te preocupes ¡Mira nada más! ¡Ahí vienen! —Dice Jeremy.

Parecía que su llegada iba a tardar más pero por lo visto llegaron antes de lo previsto, por lo que Ilna e Inés se hiceron presente junto con una pequeña maleta siendo cargada por Inés, a la vez que eran observaras por todos los presentes.

— Hola Emilio, ya llegamos. —Saluda Ilna.

— Mi querida y bella Ilna, al fin llegaron, ya estaba a punto de irlas a buscar, pero al ver esa maleta creo que ya tomastes una decisión Inés ¿no es así?

— Si, así es.

El buen humor que había sentido Alessio se había vuelto en una pequeña y naciente incomodidad, las probabilidades que el pensará que Inés aceptara eran bajas, pero al ver que si irá con ellos y conociendo como es su carácter no era algo que el podría disfrutar, pero todo esto era recompensado con el sentimiento de saber que Lyna irá y podrá disfrutar una pequeñas vacaciones.

— Perfecto, verás que no te arrepentirás de haber tomado está decisión. —Dice Emilio.

— Si, supongo. —Observa a Alessio.

Jeremy al observar los ojos serios de Inés en Alessio, esté no le evita preguntarle en voz baja.

— ¿Oye por que te mira así…?

— No se… no creo que sea un buen momento para dar explicaciones…

— Venga por favor ¡Somos dos hombres entre tres lindas y bellas chicas! Sin contar a Luz claro. Somos los únicos hombres y no debemos de temer nada de nuestros… ¡Auch!

Al haber hablado sin medir sus palabras con grandes energías, viene jalado por los oídos por parte de Luz.

— Contrólate con lo que dices.

— ¡¿Pero que dije ahora?!

— Y todavía tienes el gusto de preguntar, solo contrólate un poco.

— ¡¿Controlarme yo?! ¡Si tu eres la primera que hablas sin medir tus palabras!

— Al menos yo me se controlar

— ¡Pero no te sabes medir!

— ¿Piensas retarme?

— ¡¿Quieres retarme…!? ¡AUCH!

Luz vuelve a jalarle el oído que ya estaba un poco enrojecido, parecía que no lo agarraba con mucho cariño como mostraba ser con su apariencia.

Mientras que el comportamiento de ambos se podía tomar como una broma entre amigos, Ilna le pregunta a Inés.

— ¿Seguro que quieres ir? ¿Podrás soportar todo ese comportamiento?

— Si se trata de hacer eso, no hay otras alternativas.

Al parecer los gritos de Jeremy hacían una tapadera para que no se escuche lo que ambas se estaban diciendo, ni Alessio ni Lyna habían escuchado las palabras que se habían dirigido las amigas, más bien, se miran el uno que el otro con una sonrisa por la graciosa manera que Jeremy quería quitar la mano de Luz de su oído.

En cambio, también Emilio estaba sonriendo por tal acción de los dos aventureros, pero a pesar de ello voltea su mirada y observa a Inés por unos segundos y hace unos sonidos con su garganta para llamar su atención para que lo escuchen.

— Bien, supongo que todo está listo, ahora explicaré de que va esto, mi yo estará fuera por unos días acompañados de Jeremy y Luz, estará fuera por 5 a 7 días, lo que hará será hacer lo mismo que hace los aventureros, trabajar, hacer encargos y si llega la ocasión eliminar unos monstruos.

— ¿Pregunta? —Levanta la mano Ilna.

— Si mi querida Ilna ¿Qué quieres preguntar?

— No se si se me permita, pero yo también puedo acompañarlos.

Al decir esas palabras, todos se quedan impresionados, hasta el mismo Emilio.

— Vaya, no esperaba que tu también quisieras ir, pero me lamento que no podrá ser así, no serviría de nada que vaya una persona como tu con mucha experiencia, así no aprenderá nada.

— Ya veo… entonces nada, gracias por responder a mi petición.

— Entonces continuando, Jeremy, Luz, les doy la autorización que tengan bajo control a mi Yo, Yo, sigue sus ordenes e indicaciones.

— ¡Si señor Emilio! — Responden Luz y Jeremy.

— ¡Si! — Responde Alessio.

— Sirvienta, ven aquí.

Al señalar a la sirvienta para que se acerque delante de el, ella da paso y se acerca.

— Lyna Farnet, sirvienta actual del señor Ernst bajo el contrato y alquiler del señor Divalgo, hoy se me ofrece darte una nueva orden, en todo caso que si llegaras a desobedecer o negarte a las ordenes darás, la luz del castigo se hará presente en ti.

— Con la autoría de mi cuerpo y vida bajo el contrato del alquiler que se me dio y acepte como sirvienta y criada del señor Ernst bajo las palabras y vida del señor Divalgo, doy el consenso de dichas ordenes que tiene que darme y las obedeceré y las cumpliré como un objetivo de mi vida.

— Veo que estás motivada, ¿lista?

— Claro.

Mientras que Emilio hablaba con Lyna, Alessio no evita sorprenderse en la forma que hablaba Lyna, su tono de voz se había vuelto monótono y frio como si no tuviera vida su voz, era lo que más se representaba de las sirvientas, pero lo que más le sorprendía era por su segundo nombre o apellido, siendo la primera vez que lo escuchaba, pero lo que más le sorprendía era ese tal señor Divalgo ¿Quién era? ¿bajo que tipo de contrato se estarían refiriendo a su nombre?

Aunque Alessio veía desde atrás a Lyna, ella tenía los ojos cerrados a la par que Emilio besa su dedo índice y medio juntos y se lo pone en la frente de la sirvienta.

— Con el permiso que se me dio y la autoría que se me brindo, te doy una nueva orden y lo seguirás bajo tu consentimiento y palabra, si no… —Baja ambos dedos hasta toca el centro de su pecho—. La luz del castigo se encenderá.

— Entendido.

Aunque pareciera un acto perverso, no había nada de eso, tampoco es que se haya adentrado a tocar más de lo que debía, siendo un acto un tanto extraño para Alessio pero para la sirvienta era algo común.

— Bien, entonces la siguiente orden es…

Mientras descendía con un tono serio, saca sus dedos del centro del pecho de la sirvienta y sostiene sus hombros haciendo que abra los ojos y lo observe con confusión.

Como si se tratara de esos viejos recuerdos cuando la obligaban a decir esas palabras y las ordenes que se le daban, un viejo temor estaba creciendo, pero esa cara de seriedad que se veía en Emilio se cambio a uno alegre y le dice…

— ¡Intenta divertirte y cuida de mi Yo! Sigue mis ordenes y todo saldrá bien ¡¿claro?!

Sorprendida por la orden de Emilio, a diferencias de otras ordenes que se le fueron dadas, por primera vez, si, por primera vez en su vida trabajando como sirvienta se le dio una orden que no tenía nada que ver con trabajos duros o maltratos hacia ella, era todo lo contrario lo que ella estaba acostumbrada.

— ¡C-Claro! —Dice con una notable alegría y voltea a observa a Alessio y este también le de vuelve una suave sonrisa.

Dentro de ella era un mar de emociones, desde la llegara de Alessio todo a ido para bien en ella, como si el destino le estuviera recompensado todos esos años de soledad, culpa, golpes, burlas e insultos eran desvanecidos por la amabilidad y caballerosidad del chico que apreciaba con todo su corazón.

— Perfecto, entonces doy por hecho todo, si no tienen más que hacer o querer ir al baño ooooo decirse unas cosas antes de irse va siendo el momento. —Dice refiriéndose a Ilna e Inés sin observarlas.

— Vaya… que cosas han visto mis ojos, con que así funcionan los contratos en la gente rica… —Decía Jeremy.

— Bueno, cosas más raras hemos visto ahí afuera, supongo que no hay más que hacer, nosotros vamos avanzando a preparar los cabagones, nos vemos en el carruaje Lyna, ¡quiero saber tu opinión sobre el libro!

— Si, claro.

Al abrir la puerta y cuando se van Jeremy y Luz, Lyna se acerca a Alessio al estar cargando su maleta.

— Ya estoy devuelta, ya podemos irnos. —Dice Lyna.

— Si… ya va siendo hora, vamos al carruaje.

Al ajustar bien su mochila, se dirige a salir junto con la sirvienta mientras que eran observados por Emilio que desprendía una sonrisa viendo a su yo yendo hacia la aventura.

— Ahora solo quedan ustedes dos, ¿hay algo que quieras decirle a mi querida Ilna, Inés?

— No… creo que…

— Si… —Interrumpe Ilna a Inés y la observa—. Hay algunas cosas que quiero decirle antes que se vaya, solo serán unas recomendaciones.

— Ya veo… entonces les daré unos minutos, las esperaré afuera.

Sin decir más, se marcha del lugar dejando a las dos amigas solas.

— Ilna… —Dice Inés observando a Ilna confusa.

— No te preocupes Inés, siento por la petición que le dije a Emilio en quererte acompañarte, no quería que estuvieras sola.

— No deberías haber preguntado eso sabiendo el riesgo que podríamos haber puesto a esta investigación, pero estaré bien, podré soportarlos.

— Además de eso ten cuidado, ahí afuera hay varios tipos de monstruos, pero el peor de todos son las personas desconocidas.

— Me lo dices a pesar de saber que he vivido en situaciones difíciles hace varios años atrás, se como funciona.

— ¿Estás llevando todo lo necesario no?

— Si, no te sigas preocupando…

— Lo se pero… —Abraza a Inés—. Eres mi amiga, me hubiera gustado ayudarte más en esta investigación.

— No pasa nada, ya hiciste más que suficiente, cuando vuelva te haré saber las respuestas.

— Gracias amiga mía.

El gran aprecio que le tenía Ilna hacia Inés era similar como si fuera alguien de su familia, como si fuera su hermana menor, tal sentimiento de aprecio y preocupación que tenía hacia Inés no era algo que mostraría a Lyna.

Al sentir el abrazo de Ilna, Inés se toma un tiempo y la abraza suavemente, no había ni un peligro por que temer, aunque no le guste la idea de ir y compartir tiempo sea con Alessio, la sirvienta y los otros dos aventureros, su objetivo era claro y solo por eso iría.

Al pasar unos minutos, Ilna e Inés salieron de la mansión, en cambio Alessio y Jeremy estaban sentados en la parte delantera del carruaje, mientras que Lyna y luz estaban dentro del carruaje, solo faltaba Inés para que se marcharan.

— Cuanto demora esa letona —Decía Jeremy con un tono aburrido.

— Mira, ahí vienen, espero que no haya escuchado tus palabras Jeremy. —Decía Emilio.

— Carajo…

— Veo que a ti también te asusta Inés. —Le dice Alessio.

— No es que me asuste… bueno, si un poco, a pesar de no haberme hecho nada o haberme dirigido la palabra, odio admitirlo pero solo con su mirada es más que suficiente para que me haga sentir así y presiento que me está insultando o deseandome lo peor.

— En eso te doy la razón, pero no creo que sea bueno de nuestra parte hablar detrás de ella de esa manera.

— Vaya que caballero, espero que no muestres esa amabilidad con esos monstruos.

— Pff ¡¿Piensas que tendré fe en esas cosas?! No por algo decidí ser aventurero.

— Me gusta tu entusiasmo, pero ya veremos cuanto vales ahí afuera.

Mientras que Alessio Y Jeremy conversaban, Inés había subido al carruaje con la ayuda de Ilna, era claro que no era el mejor carruaje de todos, pero era lo suficiente para llevar a 5 a 6 personas en un mismo trasporte, por lo que eran 3 tres dentro del carruaje y había espacio de sobra.

— Supongo que todo está listo, maletas, personas, mi Yo… ¡Cierto! Casi se me olvidaba, ten Yo…

De su espalda saca la misma mascara que usaron el día que fueron a Thate, era el mismo que se le dio a Alessio en ese día.

— Póntelo después de que salgas de la mansión, no queremos llamar la atención, quítatelos cuando no haya nadie.

— Y ahora que me lo das… —Toma la mascara y lo pone en un costado—. Sabes… no me estaría mal tener unos momentos de fama fingiendo que soy tu.

— Claro, no habría ni un problema hasta que alguien te rete a un duelo de fuerza, je, je, je.

— AHAHA odio cuando tienes la razón…

— No por algo somos gemelos ¿estamos conectados lo sabes?

— Si si si si la misma frase de siempre, Jeremy vamos a patear unos traseros a esos monstruos.

— ¡Así se habla mi amigo! Siguiente parada, ¡el gremio Irtop!

— Veo que estás muy emocionado Yo, disfruta estos días, aprenderás mucho y unas cosas más, Jeremy, Luz, no digan nada sobre la identidad de mi yo ¿entendido?

— Se preocupa mucho señor Emilio, Alessio estará en buenas manos.

Con una sonrisa que se desprendía en Jeremy a la par que cubría ambos oídos suyos para que no sean jalados por Luz, parecía buena idea para no sentir sus suaves pero duros dedos de ella pero no contaba que otras partes de su cuerpo estaba al descubierto, y sin que se lo esperara Luz le pellizca el cuello retorciéndose del dolor.

— ¡Auch!

— No se preocupe señor Emilio, tendremos todo bajo control.

— Me alegra escuchar eso de los hijos de mis dos viejos compañeros, bien, ahora nos vemos en unos días.

— Cuídate Inés, te estaré esperando. —Dice Ilna.

— Si, ya nos veremos señorita Ilna.

que todos se despedían, Lyna observaba a su hermana sonriéndole a Inés con un pequeño sentimiento de tristeza al no poder sentir ese mismo aprecio que Ilna tiene con Inés con ella, aunque sabiendo los motivos por lo que paso no tiene más que aceptarlo y lamentarse en silencio.

— ¿Lista Lyna? —Dice Alessio metiéndose la mascara.

Al escuchar como una voz era casi tapada por la mascara que cubría su rostro, era Alessio que se voltio a verla, por lo que ese sentimiento de culpa y tristeza cambio a una pequeña risa.

— Te vez gracioso.

— Ja, ja es verdad, bueno, entonces que esperamos ¿estas lista?

— Claro, te seguiré a cualquier parte que vayas. —Le responde con una suave sonrisa.

Mientras que Ilna se alejaba del carruaje, pudo observar ese cambio de carácter en Lyna, como esa falta de emoción que veía en ella varios meses atrás estaba cambiando, pero a pesar de eso no tenía la voluntad de dirigirle ni una palabra, por lo que no se despide de ella.

— ¡Cuídense! ¡Los estaremos esperando! —Dice Emilio alzando su mano.

— ¡Nos vemos Inés! ¡cuídate!

Todos en el carruaje se estaban despidiendo con las manos en alto, entre todas esas buenas vibras, Inés era la única que se despedía con una lentitud al observar como se alejaba cada vez más de Ilna y de la mansión donde trabajaba y vivía.

«Cuídate yo, se que me darás buenos resultados…», observa a Ilna que seguía despidiéndose de Inés. «Y tu también Inés y Lyna, se que todo saldrá bien», piensa con una notable seriedad siendo oculta por la tranquilidad y felicidad que desprendía en su rostro, y así, la nueva faceta en la vida de Alessio estaba por comenzar y cumplir unas de sus fantasías de aventurero ¿Qué podía salir mal?

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