Bajo Mi Mente En Otro Mundo - 24

Después de una largo minuto para que Lyna e Inés se inscribieran ya eran oficialmente aventureras temporales, aunque a esto le emocionaba un tanto a la sirvienta, la chica de ojos verdes era la que menos interés tenía más que un objetivo, el objetivo de observar atentamente a Alessio por una semana.

Luego de que salieran del gremio Luz se fue directo a una tienda de ropa que ella solía ir tan frecuentemente, su emoción era tanta que ya se había adelantado y dejado atrás a los chicos, siendo Jeremy que había guiado a Alessio hacia ese lugar favorito de la animada chica.

—¡Te queda más que perfecto! Ya era hora que dejaras atrás esa ropa rara y vieja, mi estilo es lo mejor. —Presumía Jeremy después de que Alessio se había puesto la ropa de aventurero.

—Veo que no tienes respeto hacia los gusto de los demás.

—¿Respeto? Claro que lo tengo, solo que esa ropa la que tenías puesto era algo peculiar. ¿Dónde lo conseguiste? —Pregunta curioso.

—Será difícil respondértelo, pero te puedo decir que Lyna se encargó de darle unos retoques, así que estarías insultando su trabajo.

—¡AHG!… Ahora que lo dices… Bueno, no es tan malo si lo retocó ella… —Decía un tanto avergonzado rascando su cabello desordenado.

—No te preocupes, a decir verdad es muy cómodo esta ropa. —Observaba con detalle la ropa nueva que tenía.

—Claro que lo es, fue hecho específicamente para que los aventureros estemos cómodos en las peleas o encargos, pero ni que hablar de las vestimentas de las chicas, es todo un deleite.

—Tampoco es que sea algo que me llame la atención… —Respondía Alessio negando ese gusto.

—No te avergüences, nunca está mal decir lo bonita o sensual que es una mujer.

—Tienes razón, creo que eso explicaría por que tal vez andes soltero.

—Je, je graciosito, mejor vamos al puesto de las chicas a ver si ya terminaron.

—¿Eso no sería algo pervertido de tu parte?

—¡AHG! Eres un mal pensado, me refiero a esperarlas fuera de su puesto, no que vamos a entrar.

—Está bien, está bien no te enojes.

—Pero no me hagas enojar.

Entre burlas y burlas Alessio salió del vestidor y del puesto de chicos junto con Jeremy, la vestimenta que llevaba puesto era muy cómoda y un poco suelta para que entre algo de aire en su cuerpo, fue una buena idea haber hecho los entrenamientos con Emilio para que bajara de peso, a diferencia de como era su cuerpo antes y después de llegar a este mundo, ahora tiene un físico un tanto aceptable que ni el se lo hubiera imaginado tener.

Ya al llegar al puesto de chicas se quedan ahí parados esperando que den señales que hayan acabado, no habría pasado más de media hora desde que llegaron.

—¿Cuánto tiempo estarán ahí? —Pregunta Alessio con los brazos cruzados.

—Conociendo como es Luz esta se puede tardar toda una tarde entera en encontrar una vestimenta que le quede perfecta y oculte un poquito su sobrepeso… —Respondía Jeremy mirando a lo alto tocando su barbilla y mientras que decía eso un golpe inesperado se le fue dado—. ¡Ay! ¡Duele! —Exclamaba al sobar esa parte donde fue golpeado.

—Sabes que es de mala educación de hablar del peso de una chica, además yo entreno cada día para bajar la comida del día anterior, así que esa vez solo me olvidé de hacerlo.

—Pretexto y pretextos. ¿Y que haces aquí?

—Ya hemos acabado.

—¿Tan rápido?

—Tampoco es que nuestras vestimentas sean tan decorativas, pero el que se lo sepa poner y que esté en el cuerpo correcto hará una gran diferencia.

—Nunca te he escuchado hablar de algo así, siempre presumes de tu nula belleza aunque bueno… Yo también lo hago pero tengo mi justificación. —Decía con credulidad.

—Si… Pero esta vez es la excepción, vengan chicas. —Llamaba a las dos.

Al terminar de decir esto Lyna e Inés habían salido del mostrador haciendo mostrar sus nuevas vestimentas, aunque a Inés no le importaba que opinaran ellos, Lyna salía con nervios y con la mirara en bajo.

—¿Y que les parece? ¡Se ven muy bonitas! ¿No? —Exclamaba Luz para hacer recalcar la belleza de ambas.

La reacción sea de Jeremy que de Alessio era tal que sus expectativas habían subido hasta el cielo, sobre todo por Inés que se veía extremadamente bien.

—¡Les queda perfecto! N-no es por ofenderte Inés pero… Esa bata blanca cubría toda esa bell…

Al ser observado con seriedad por Inés este se detiene de hablar…

—¿Q-qué opinas Alessio?… —Preguntaba Lyna con nervios.

—Quisiera fotografiarlo y conservarlo para toda la eternidad… —Susurraba—. ¡E-eh!… N-nada, n-nada, ¡te vez genial incluso hermosa! —Respondía Alessio a los nervios de la sirvienta.

—G-gracias… Tu también te vez bonito. —Contestaba con una suave sonrisa intentando evitar la mirada de Alessio pero observando su nueva vestimenta con mucho detalle.

—Que te dije, y tu decías que no se te vería bien. —Confesaba Luz.

A diferencia de las vestimentas de los chicos, el de las chicas era un poco más abierta en unas zonas, entre unas medias largas y un pantalón jean corto que dejaba ver los muslos, un corsé por las caderas y un poco mostrando el busto, aunque no era algo tan revelador todo este conjunto en la chica correcta haría mostrar lo mejor de esa vestimenta y sus complementos.

—Bien, ahora que tienen sus vestimentas voy a ir a pagar.

—E-en ese caso toma. —Expresaba Lyna al sacar unas moneras de su monedero.

—Ay Lyna, deja eso, yo pagaré todo así que no te preocupes, más bien ahorra eso para comer un gran buffet esta noche.

—E-esta bien…

—Ya vuelvo.

Luz al dirigirse hacia el mostrador a pagar las vestimentas, los demás esperaban a que terminara de pagar, al volver con ellos les da una bolsa a cada uno.

—Bien, en estas bolsas pondrán sus ropas, ahora tenemos que ir a hospedarnos en un lugar para dejar nuestras cosas. ¿Sugerencias Jeremy?

—Hmm… Creo que ya se a que lugar hospedarnos, no costará mucho además que el chico que atiende me debe un favor así que tal vez nos haga un descuento. —Decía Jeremy.

—Bueno, es hora que vayamos, ya es más de medio día.

Al salir de la tienda de ropa y que Alessio se haya vuelto a poner su mascara se encontraban en el centro del pueblo, a esa hora había muchas personas caminando, niños jugando y un pequeño calor se hacía presente.

—Ahora que me acuerdo el viejo me dijo que les hiciera conocer una zonas del pueblo, el más destacable sería el centro además de sus puestos de comercio, cada Lunes vienen de otros pueblos a poner sus puesto a vendernos algunos vegetales o frutas, y si es posible también ropas aunque sean usadas son de buena calidad.

—Eso es bueno. —Respondía Lyna a lo que informaba Jeremy.

—Si, también casi un poco fuera del pueblo hay puestos de comidas o en los callejones un sin fin de bares, tal vez un día de estos tendré que llevarlos.

Comentaba Jeremy hasta llevarlos al carruaje que estaba en el callejón donde se habían estacionado.

—Esto te puede interesar Lyna, por aquí cerca hay unas pequeñas tiendas donde venden alimentos, condimentos, vegetales, carnes y frutas, si quieres cocinar algo es el lugar indicado para comprar esas cosas.

—Muchas gracias se… Jeremy, me será muy útil.

—Bien, aquí estamos, por mientras vayan bajando unas cosas, voy a hablar con el chico que atienden el hostal para alquilar unos cuartos.

Al dirigirse y entrar al hostal que no estaba tan lejos donde se encontraban, los cuatro se dedicaron a bajar sus equipaje.

—¿Oye Luz quieres una mano? —Decía un tipo del bar donde antes Jeremy les había comprado el agua.

—No gracias, estoy entrenando a mis nuevos compañeros.

—¿Nuevos compañeros? Oh… Son los de antes, pensaba que sólo venían de visita.

—Pues técnicamente si, serán aventureros por una semana, quiero presentarles a Alfonso, Lyna e Inés.

—Hola.

—H-hola.

—… —Sin ni una respuesta, Inés no dijo ni una palabra.

—¿Qué pasa con su amiga? Se ve que no está de buen humor. —Preguntaba extrañado al estar apoyado en la puerta con el seño alzado.

—Es así no se preocupe.

—Bueno, es mejor que sea así, los Altrimistas no tienen derecho de hablar.

Al haber dicho algo dudo que podría hacerle enojar u ofenderla, Inés no parecía que quisiera darle una respuesta o emoción a esas palabras.

—Joseph eso fue algo exagerado. —Expresaba Luz.

—¿Y que? Si por la culpa de esa raza de Altrimistas el suroeste del país está más que contaminado, además de ser los que provocaron la guerra de 10 años. —Decía con un tono furioso.

—¡Joseph ya basta! Eso quedó en el pasado, no estamos para eso.

—Si, la guerra pasó, pero la alianza con esa raza nunca cambiará, malditos Altrimistas de ojos verdes y cabello color toscano… —Observa a Inés—. Se ve que eres pura de esa raza.

Sin decir más y con un amargo sabor de boca vuelve a su bar mientras que decía: —Por el amor del Dragón del Norte, como permites eso…

Alessio al escuchar esas palabras más dudas le entraron sobre el mundo donde se encontraba, sea los Altrimistas que esa mención hacia «El Dragón del Norte» hace temblor en sus pensamientos.

—Lamento que hayas escuchado eso Inés, es buena persona pero tiene un pequeño trauma al haber perdió a su padre en esa guerra pero no es tu culpa, son cosas que pasaron. —Decía Luz para animar a Inés, pero esta no dice una palabra y se dedica a arreglar su maleta.

—Ya volví… ¿Por qué este ambiente está algo pesado? —Preguntaba Jeremy al llegar.

—Bueno… Tu ya sabes como es Joseph con el tema de los Altrimistas.

—Oh… Verdad, me olvidé de ese detalle… Bueno, dejando de lado eso buenas noticias, el chico nos dío dos cuartos a muy bajo precio, uno para nosotros y otra para ustedes tres, no serán tan grandes o bonitas pero si lo suficiente para dejar nuestras cosas y tener un lugar para dormir.

Mientras que Jeremy decía esto, Lyna estaba sacando su monedero para pagar lo que pagó Jeremy, pero viene detenida sea por Luz que Jeremy.

A la par que eso sucedía Alessio no evita votar una suave carcajada a la nueva precipitación de Lyna, para que después volviera a pensar lo que dijo Joseph y cambie su mirada hacia Inés que había abierto su maleta para guardar su bata.

«Aunque esté en otro mundo… Aunque sean otras personas… Este mundo tiene una historia, sucesos e incluso ya pasó una guerra… Por lo visto es algo inevitable en cualquier parte del mundo…», decía Alessio al observar un tanto apenado por Inés, aunque quisiera dirigirle la palabra no tenía el valor para hablarle…

Dejando de lado esos pensamientos ayuda a llevar las maletas al hostal donde estarían por unos días, la habitación donde estaría como había mencionado Jeremy no era tan grande pero si lo suficientemente cómodo y aceptable para estar un tiempo.

—Esa es su habitación… Es muy cómoda. —Decía Lyna al estar parada cerca en una de las camas.

—Sip, creo que es de las mejores que hay de este lugar. —Respondía Jeremy con orgullo.

—¿Dónde quieres que dejes las maletas?

—Déjalas encima de la cama al lado de Lyna, gracias Alessio.

Mientras que Alessio dejaba las cosas y Lyna le ayudaba, Luz se había adentrado a explorar la habitación con movimientos juguetones.

—Nada mal… Tienen dos camas… Son muy cómodas… Un espacio un poco amplio… ¡Je! Y un inodoro justo aquí al frente de esta cama, y se nota que no lo limpian desde hace unas semana… —Comentaba con tono burlesco—. Se nota que están en una habitación de primera clase. —Decía con sarcasmo.

—E-es lo que hay… —Responde Jeremy conteniéndose su desagrado—. Pero apuesto que su habitación es mucho peor que el nosotros y querrán por fuerzas venir al nuestro.

Pensando que el destino no podría ser más dudo, todas sus palabras fueron tragadas al ver la habitación de las chicas.

—Debe ser una puta broma… —Decía Jeremy sorprendido.

—¡Mira! ¡Tiene un lavado, un baño, una ducha y están separadas en cada lugar! —Confesaba Luz como burla a la expectativa que había tenido Jeremy.

—Deberá ser cómodo para ustedes este cuarto, es algo más grande y cómodo, que envidia… —Decía Alessio.

—N-no te preocupes, si gustas también podrías pasar tiempo aquí al igual que el se… Digo, Jeremy.

—No creo que habría problema para mí pero…

Al observar como a Jeremy se le salían los pelos de puntas al ver como Luz presumía la habitación que les había tocado, furioso baja a la recepción a hablar con el chico que les dio el cuarto.

—¡Oye, pensaba que nos daría cuartos similares! —Exclamaba con un notable enojo.

—Eso hice.

—¡Claro que no! ¡A nosotros nos das un cuarto con un baño delante de nuestras camas y a ellas una habitación de cinco estrellas!

—Pues las damas merecen lo mejor.

—¿¡Eh!? ¡No tiene nada de sentido! ¡Pagué el mismo precio para ambos cuartos! ¡Quiero otra habitación mejor o nos largamos!

—Esta bien, la puerta está ahí y vuelve pronto. —Como si no le importara lo que decía Jeremy, esto solo hace que se enojara más.

Reclamando lo que había pagado, los demás habían bajado para ver que había dicho Jeremy, al escuchar lo que le dijo al recepcionista Luz intenta calmarlo.

—Tranquilo Jeremy, no es para tanto.

—Pagué el mismo precio para dos habitaciones y tendrían que ser iguales, pero el suyo parece como si no hubiera pagado su precio.

—Venga no te comportes así delante de nuestros invitados, no tenemos tiempo para buscar otro hostal, hay que ir de vuelta al gremio para ver si hay algún encargo o misión.

—Maldición… Qué más da… Tendré que conformarme, ¡TCH! —Decía con enojo al tragar una amarga saliva.

—J-Jeremy no te preocupes, s-si quieres podríamos intercambiar cuartos en esta noche… —Decía Lyna un tanto avergonzada.

—¿Eh? No te preocupes… Mientras que esté Ale… Alfonso estará bien, será entretenido a pesar de lo horrible que es nuestra habitación. —Respondía calmando su enojo pero sin que se diera cuenta que la sirvienta había puesto un pequeño puchero enojón y algo sonrojada.

—Eso sí, elijo la zona alejada del inodoro. —Alessio al decir esto vuelve enojar a Jeremy.

—¡AHG! ¡Maldito eres rápido en responder! ¡Ya quiero ver que tan rápido puedes correr para que me atiendas! —Exclamaba Jeremy.

—Ja, ja, ja —Reía Alessio ante la reacción de su nuevo amigo.

Al dejar el hostal donde se habían hospedado se estaban dirigiendo al gremio pero ahora en una ruta distinta, esto fue idea de Jeremy para que lograran conocer un poco más el pueblo.

Estaban pasando por un río que estaba por el pueblo, era tan cristalino que se podía ver los peces que estaban ahí además de unos patos y sapos que pasaban por el río, para pasar el rato Luz había comprado un poco de pan cerca de un puesto de panadería que estaba cerca de río, la idea que tenía era para darles de comer a los peces y patos, así que les da un trozo a cada uno del grupo y poco a poco tiraban migajas de pan desde arriba de un pequeño puente que conectaba el camino para ir al centro del pueblo.

Así estuvieron pasando el rato tirando migajas al agua y conversando un poco, pero sin que se lo esperarán un pez con mucha hambre había saltado con tanta fuerza y quita el pan que sostenía Inés, haciendo sorprender a los demás a excepción de ella, pero a pesar de eso Luz le da otro pedazo, lo acepta pero no tira ni una migaja al río, solo lo observa y mira el largo río cristalino.

En cambio Luz tiraba las migajas y comía una parte del pan al mismo tiempo, ella no perdía el tiempo en comer algo tan delicioso, en cambio Jeremy intentaba tirar lo más lejano las migajas para probar su fuerza pero nadie le hacía caso mientras que Alessio y Lyna disfrutaban en conversar y reír entre ambos y compartían el mismo pan, un buen momento en un grupo que cualquier aventurero envidiaría entrar.

Al terminar de darles de comer a los peces y patos se dirigen al gremio con entusiasmo.

—Oh… Ya están aquí, bienvenidos otra vez, los veo algo animados. —Saludaba Tom al verlos entrar.

—¡Pues claro! ¡Va a ser nuestra primera iniciativa de aventureros! —Expresa Alessio.

—Cuanto entusiasmo, si quieren ver que misiones nuevas hay vayan a ver los pizarrones, guíalos señorita Luz. —Indicaba Tom mientras ordenaba unas hojas.

—Claro, vengan, veamos que hay el día de hoy.

Al dirigirse al los pizarrones para ver las hojas pegadas que estaban ahí, grande fueron su sorpresa al ver las misiones que había…

—Vaya, todas ya fueron reclamadas… —Decía Jeremy al leer las hojas con atención tocando su barbilla.

—Es normal, todos eligen lo que trae más dinero o adrenalina… Eso me hace recordar a alguien… —Decía Luz dirigiendo sus palabras a Jeremy con sus manos cruzadas al leer las hojas.

—Ya sé, ya sé, pero hay que ver si hay algo adapto para ellos…

Mientras que buscaban entre las hojas pegadas en el pizarrón e Inés estaba sentada en el mismo asiento donde estuvo horas antes, aunque Alessio quisiera ayudarles no podía entender del todo la escritura de ese mundo, aunque haya estado aprendiendo con Inés aún le faltaba algo de nivel para lograr entenderlo, en cambio Lyna estaba atenta leyendo cada hoja hasta encontrar algo interrumpiendo a Luz y Jeremy.

—E-esto podría servir. —Mostraba avergonzada una hoja pensando que no harían caso a su propuesta, así que Jeremy lo toma y lo lee junto con Luz.

—Esto no lo tomó nadie… Aquí dice que una pareja de ancianos piden que alguien los ayude a recolectar sus repollos y zanahorias de temporada y los lleven hasta el puesto de alimentos que no está tan lejos de aquí… El pago será de 10 monedas de cobre y era para esta mañana… —Leía Jeremy—. No parece tan mal y difícil… Pero el pago es muy poco por el trabajo que haremos y creo que tal vez haya expirado.

—Pero como inicio no estaría mal para ellos… ¿No crees? —Preguntaba Luz a Jeremy como si esperara una afirmación suya.

—Eso es verdad pero tal vez haya expirado, lo han pedido para esta mañana y bueno, nosotros recién hemos llegado casi a medio día. —Respondía.

Parecía que dejarían de lado ese encargo que les había hecho ver la sirvienta, pero esta sin querer dejar de lado ese encargo de esos ancianos les dice…

—P-puede ser verdad, tal vez haya expirado pero eso nunca lo sabremos hasta que vayamos, además el reglamento de una sirvienta es: «N-no importa a que hora tienes que hacer una tarea, se debe cumplir para seguir viviendo y mantener satisfecho a tu señor»

Con un ejemplo un tanto raro ve como Jeremy, Luz y Alessio la observaban con confusión, al no haberse explicado bien se da cuenta lo que dijo e intenta corregirse.

—E-en otras palabras… N-no importa si era para esta mañana, lo más seguro es que estén esperando que alguien los ayude y sería descortés de nuestra parte no darles nuestro tiempo, tal vez el pago como dice Jeremy no sea mucho pero para eso somos aventureros, ayudar a los que más lo necesiten… Y poder ayudar a esa pareja de ancianos…

Diciendo estas palabras que hacen comprender sea a Luz que a Jeremy su trabajo como aventurero responden a la sirvienta.

—Bueno, tienes razón, dejar esta ocasión sería muy tonto de nuestra parte, somos aventureros y aceptamos cualquier trabajo. —Decía Luz sosteniendo el razonamiento de la sirvienta.

—Bien hecho Lyna, ahora si podremos hacer algo en esta tarde. —Expresaba Alessio haciendo sentir mucho mejor a la sirvienta.

—Rayos… Qué más da… vamos a hacer el papeleo. —Con un tono no tan convincente va junto con Luz hacia Tom para decirle que aceptaban el trabajo, mientras hacían eso Alessio se acerca hacia Lyna.

—Si fuera por mi también pudiera haber ayudado encontrar alguna misión pero aún no logro entender bien este idioma.

—No te preocupes Alessio, espero con ansias el día que puedas leer. —Con una felicidad que se reflejaba en su rostro, Alessio responde a esas palabras.

—¡Claro! Y el primer libro que leeré será ese el que me contaste una noche, no lo olvido.

—Me alegra saber eso. —Respondía a las palabras de Alessio sintiendo como su corazón latía y le provocaba cosquillas dentro de ella.

Al haber acabado de hacer los papeleos ya tenían una misión que hacer, por lo que se dirigen al callejón para tomar el carruaje y dirigirse hacia donde se encontraban esos ancianos.

Saliendo de San Siro Jeremy era el que manejaba los cabagones, Alessio que esta vez estaba dentro del carruaje aprovechó en sacarse la mascara que tenía puesto para respirar un poco del caluroso día.

—¡Uf! ¡Qué calor hace! —Exclamaba Alessio al usar su mascara como abanico.

—Es época de Prima-rano, es normal. —Decía Luz.

—¿Prima-rano?

—Es cuando la estación de primavera está por terminar y da inicio al verano. —Respondía Lyna a la duda de Alessio,

—Oh… Entiendo, pues se nota que hará un fuerte calor este verano, cuando llegue espero poder encontrar un método para poder morirme de frío ya que no soporto el calor. —Expresaba mostrando su frustración a ese clima tan horrendo mientras apoyaba su cabeza para atrás.

—Eso no será un problema, cuando llegue a la mansión te coceré ropa adecuada para el verano, además de ofrecerte las bebidas más refrescante que se hacer.

—¡Oh… Genial! Muy gentil de tu parte pero darte más trabajo hará que sientas más calor… No le deseo a nadie un ataque de calor.

—No te preocupes por eso, tengo mi vestido de verano así que no sufriré de calor.

Al escuchar «Vestido de verano» Salir de sirvienta, ahora un nuevo calor nacía de su cuerpo.

—¿V-vestido de verano? ¿Quieres decir que tienes más de una vestimenta distinta a la que usas?

—Si, tengo una de invierno, una de primavera y de verano, el de primavera es igual al de otoño.

—Ya veo… ¿Entonces el que tienes ahora es de primavera?

—Así es.

—Entonces sea con el de verano e invierno tienen sus cambios… Espero llegar a poder verlos. —Con ilusiones de ver esos cambios, parecía que tenía pensamientos perversos con esa mirara extraña que salía de su rostro.

—No pienses en esas cosas ahora copia, más bien disfruta de la vista. —Al decir esto Alessio volteó su mirada y se puso a observar el paisaje que estaba en su contorno, pero al ver que el chico no capto sus palabras voltea su rostro con sus manos—. Me refiero a Lyna.

—S-señorita Luz… —Decía Lyna avergonzada bajando su mirada.

—¡¿Qué?!… —Observa a Alessio—. Óyeme, no te hagas el tonto delante de mí, se que quieres verla pero tu caballerosidad te gana.

—¿D-de que estás hablando? E-eso no tiene nada que ver, si no que… ¡AHG! ¡Cambiemos de tema! ¿A donde estamos yendo?

—¡Wow, wow! Tranquilo copia solo bromeaba je, je… Vamos a una zona no tan lejos de San Siro, solo tendremos que desplantar unos repollos y zanahorias de unos viejos campesinos y después entregarlo a una tienda cerca del gremio, el precio por el trabajo no es mucho pero como primera misión de entrenamiento les vendrá bien para los tres.

—Bueno, Que yo sepa 10 monedas de cobre no es mucho y más aún cuando tenemos que repartirlo para los 5… Pero bueno, aún faltan otros 7 días así que es un comienzo. —Expresa con confianza haciendo que Luz le de vuelve una sonrisa.

—¡Así se habla copia! —Al levantarse para ir hacia Jeremy le da un pequeño golpe amistoso en el brazo a Alessio.

«Es verdad, el pago no es mucho si se trata de dar una parte a los 5 pero es un inicio…»

Al alzar su mirada y querer ver el paisaje, al mirar al frente observa a Lyna viendo el paisaje con encanto, sus ojos reflejaban lo mucho que no veía el exterior y como alzaba su mano hacia su pecho y como el caluroso viento hacía que su largo cabello blanco se moviera con suavidad, pudiendo ver con facilidad su ojo derecho que tanto se ocultaba por su largo mechón.

«Un inicio gratificante…», decía Alessio al voltear su mirada y observar lo mismo que observaba la sirvienta, aunque estaban algo separados a unos metros sentían algo en sus corazones que les hacía cosquillear sus estómagos.

—¿No crees que nos hemos perdido? —Preguntaba Luz.

—¿Dudas de mí? En el mapa dice que está cerca de un río, más bien es el mismo río que conecta con San Siro así que se muy bien por donde estoy yendo.

—¿No es esa cabaña que está ahí al frente?

—Tal vez, tendremos que bajar para estar seguros, diles a los tres que se preparen.

Listos para ir hacia su objetivo, Luz avisa a los demás para que se preparen para su primera nueva misión como aventureros, cuyo entusiasmo en Alessio era alto al saber que tendrá la tarde más productiva que haya tenido hasta ahora.

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