Boro: el último maestro. - 05
Las sorpresas seguían llegando una tras otra y Filot apenas podía seguirles el ritmo. En ese momento, no sabía por qué estaba más impresionado, si por la propuesta de Boro o por la identidad del enmascarado, quien había resultado ser el fugitivo Marco de Fortis y el único condenado que había logrado escapar de su ejecución desde que estas habían empezado hace poco más de dos años.
—¿¡Eh!?
—Filot de Baria, ¿Quieres ser nuestro primer aprendiz? —cuestionó Marco con gentileza.
—¿Qué? —musito el pequeño con el rostro lleno de incredulidad.
Los dos jóvenes sonrieron y se miraron uno al otro sin decir una palabra. Filot salió de su estupor y agitó la cabeza con intensidad.
—Quiero decir, ¿Por qué me quieren como discípulo?, digo, solo soy yo, solo soy un niño escuálido.
—Como dijimos antes, la esencia no discrimina a nadie —comentó Boro con tranquilidad, al mismo tiempo en que acariciaba la cabeza de su adorable mascota—. Y eso también se aplica a los niños escuálidos.
—Además, eres especial —informó Marco.
—Yo. Especial. Acaso… ¿¡Soy uno de los bendecidos por la esencia!? —cuestionó con alegría.
—¡Por supuesto que no! —respondió Boro entre sonrisas burlescas—. Ya te lo hemos explicado, eso no es más que un invento para mantener a la sociedad estable. Pero eres listo, tienes determinación y al estar expuesto durante tanto tiempo a la intemperie, tu núcleo ya ha comenzado a despertar.
—¡Mi núcleo! —comentó el pequeño mientras observaba sus brazos, piernas y todo su cuerpo con detenimiento.
Marco señaló su propio abdomen y movió su mano en pequeños círculos.
—Si, tu núcleo ya ha comenzado a absorber esencia.
Filot lo miró con curiosidad y después tocó su propia panza con curiosidad.
—Eso no quiere decir que estoy bendecido por la esencia —preguntó con los ojos llenos de inocencia.
Marco sonrió y negó con la cabeza.
—No, eso no existe. Pero quiere decir que tienes bastante talento, solo necesitas aprender a asimilar la esencia y pronto te convertirás en un mago genuino… ¿Qué dices?, ¿Quieres aprender de nosotros?
Filot no estaba del todo seguro de que todas esas palabras fueran ciertas, pero si en verdad tenía la oportunidad de convertirse en un mago, jamás dejaría pasar tal bendición, en especial, si eso le ayudaba a encontrar a su madre.
—Por supuesto que sí, pero, ¿En verdad me ayudarán a encontrar a mi mamá?
—Por supuesto, pero eso llevará tiempo, según tu propio nombre (muchos plebeyos carecen de un apellido y en su lugar, toman el nombre del lugar de donde nacieron como si fuera uno), vienes de Baria y eso está a más de dos meses de viaje a pie. Además, ese lugar se encuentra rodeado de peligro.
»Del lado Este colinda con el Bosque Interminable donde las bestias de esencia más débiles son de Rango 2, del lado Suroeste está la Sierra de las Paz y al contrario de su nombre, ahí hay de todo menos paz —informó Marco con la mirada clavada en el techo.
—Y más al sur, se encuentra la aldea de Crux y Murus, la frontera entre los dos reinos, y después de lo que ha sucedido en esa aldea, la seguridad aumentó drásticamente, haciendo que por el momento sea demasiado riesgoso para nosotros el acercarnos. Y más importante aún, antes de comenzar tal búsqueda, primero debemos de convertirte en un mago, de otra forma no creo que sobrevivas a un viaje como ese —anexó Boro con voz neutral y la mirada clavada en su bonito topo de nariz rozada.
—¡Oh, es cierto! olvidaba que ahora nos hemos convertido en criminales y si queremos llegar hasta allá tendremos que movernos por el bajo mundo, así que, no podemos tomar el camino seguro entre los distintos territorios de Igniston, tendríamos que atravesar ya sea el Bosque Pequeño o el Pantano Quimérico, y ambas, son pésimas opciones —exclamó Marco. Acto seguido se puso de pie, caminó alrededor de su asiento y se masajeo las sienes.
—En otras palabras, aunque nosotros dos te protejamos, si no te vuelves fuerte ni siquiera podrás cuidar de tu propia vida. Pero no te preocupes, como ya has aceptado ser nuestro aprendiz, solo necesitas tener paciencia. Danos un par de años e incluso tú mismo podrás realizar ese viaje solo —concluyó Boro al mismo tiempo en que se dejaba llevar por la emoción y en consecuencia, apretó la oreja de su mascota con más fuerza de la debida.
La pequeña criatura gruñó y restregó sus bigotes en la cara del humano. Boro se alarmó y comenzó a acariciar la zona afectada unas cuantas veces antes de regresar a la criatura al bolso de bestias.
—En ese caso, confiare en ustedes, pero, pensé que enseñar magia era ilegal fuera de la Academia —cuestionó Filot.
—Y lo es, pero siempre hay una manera para solucionar las cosas —exclamó Marco al tomar asiento de nuevo.
—De hecho, es relativamente fácil, solo necesitamos que consigas un brazalete de PdA de la Academia, y de ahí en adelante, podemos decir que todo lo has aprendido por cuenta propia tal y como lo han hecho muchos —explicó Boro con una carismática sonrisa.
—Entonces, si es imposible —replicó el pequeño completamente abatido.
En consecuencia, Boro realizó una horrible mueca y negó con la cabeza.
—¡Por supuesto que no!, recuerda que nos tendrás a nosotros apoyándote en todo momento y si mi cálculo no me falla, debes de tener entre unos 9 o 10 años, ¿No es así?
—Cumplí los 10 hace un mes.
—Perfecto, eso quiere decir que tenemos casi un año para prepararte. Escucha con atención, la Academia cada año abre sus puertas y realiza las Pruebas Iniciales, y todo el mundo puede participar en ella, siempre y cuando pueda pagar el precio, cosa de la que nos encargaremos nosotros, tu único deber será pasar esas pruebas.
—Sigue siendo imposible, solo soy un mendigo.
—Y eso que, desde mi punto de vista, ya llevas bastante ventaja con respecto a otros niños. Mira, las Pruebas Iniciales consisten en acumular puntaje durante cuatro pruebas. Dos de ellas cada año cambian, pero para pasarlas solo necesitas un poco de perseverancia, en cuestión a las otras dos, estas siempre son las mismas.
»Puede que con la prueba escrita no tengas ninguna posibilidad, pero con la última y la más importante, sí que la tienes. Esta, consiste únicamente en asimilar esencia hasta lograr el despertar de tu núcleo. Y lo mejor de todo, es que no importa que repruebes una o dos pruebas, con que obtengas el puntaje máximo en una sola de ellas, básicamente, estarías a unos cuantos puntos de conseguir el brazalete.
—Pero aun así tendría que pasar al menos dos, ¿No es así?, y tal como usted dijo, no creo que pueda pasar una prueba escrita, y mucho menos las otras, si ni siquiera se de que son.
—Lastimosamente, no tenemos ni idea de lo que puedan ser, pero por lo menos sabemos que una de ellas siempre se realiza en equipo. Por ello, en este año no solo tenemos que entrenarte a ti, sino que, también tenemos que buscar por lo menos a otros dos —informó Marco sobándose su barbilla ahora perfectamente rasurada.
—Eso es fácil, si yo pude desarrollar mi núcleo por estar siempre afuera, entonces, otros mendigos también se encuentran igual que yo —exclamó Filot exudando felicidad.
Boro sacudió la cabeza y realizó una pequeña mueca que denotaba un ligero rastro de tristeza.
—Las cosas no son así de fáciles, no solo basta con estar a la intemperie, deben de tener una mente fuerte, tener menos de 10 años y un cuerpo mínimamente nutrido, y por desgracia, en esta aldea tu eres el único que cumple con todas esas condiciones. El resto de los mendigos de tu edad apenas y pueden mantenerse de pie, de hecho aun no acabo de entender cómo es que tu te encuentras en tan «buen estado».
El rostro de Filot se puso rojo, y en su mente estalló la frase de «robando comida», haciendo que en su interior, se mezclaron diversos sentimientos, por una parte, sentía bastante vergüenza por todo lo que había tenido que hacer para sobrevivir, y en segundo lugar, una gran tristeza porque sus amigos no podrían seguirlo a su travesía.
—¿Ninguno de ellos puede?
—En realidad no son muchos, hecho que habla bastante bien de esta aldea, y siendo sinceros, no. Todos los nobles llevan una gigantesca ventaja sobre todos ustedes, y lo único que te da una oportunidad, es que tu núcleo ya ha comenzado a absorber esencia por sí solo, cosa que no ha sucedido con el resto de los mendigos —informó Marco con un gran dolor en el corazón.
—Entendemos tus sentimientos, pero si todo sale bien, tú mismo podrás cuidar de ellos en el futuro. Pero, por el momento, creo ha sido demasiada charla… ¿Sabes leer?
El pequeño asintió con la cabeza y se puso de pie de un solo salto.
—Si se leer, soy muy bueno.
—¿En serio? —exclamó Marco sin poder ocultar su sorpresa.
—Por supuesto, no subestimes a un mendigo de Mirti.
Boro sonrió y le ofreció un pequeño pergamino que sacó de su túnica.
—Excelente, en ese caso, tu primera tarea será leer y recordar todo lo que dice aquí.
El pequeño lo tomó con gran alegría, lo desdobló, se acercó a una de las piedras luminosas y se dispuso a dar lectura. Los dos jóvenes se llenaron de curiosidad, se miraron uno a otro y se inclinaron para apreciar al pequeño con mayor detenimiento.
—M… mmma… mama… nii… p…puu… i… l… laaa… c… ioooooo… nnn… mani…puuuu….laa… c, c, sss… sion… ¡Manipulación! —leyó con una enorme sonrisa en el rostro.
—Manipulación de esencia —continuó Marco—. ¿En dónde dices que aprendiste a leer?
—La escuela elemental solo permite la entrada de plebeyos en adelante, pero de vez en cuando el Gran maestro Paco viene desde otra aldea a enseñar a los mendigos como yo, es una gran persona, incluso recomienda a algunos que son muy inteligentes a distintas escuelas, y el mismo paga las cuotas —informó el pequeño con gran entusiasmo.
—Entiendo, aún así necesitas un poco… mucha más práctica —dijo Marco intentando forzar una sonrisa.
—Después te ayudaremos a leer, pero de momento, es más importante buscar el libro que te di.
El niño envolvió el pergamino y se lo entregó a Boro, quien lo recibió con ambas manos y lo guardó de nuevo en su túnica.
—No está muy lejos de aquí, lo escondí debajo de la granja del viejo Sergio, pero primero debo de ir por un trapo a la carnicería para ocultarlo. Aún así volveré rápido —mencionó Filot antes de salir corriendo y detenerse de golpe a tres metros de distancia. Se dio la vuelta y se rasco la cabeza—. ¿Cómo salgo de aquí?
…
A varios kilómetros de distancia, en un castillo sumamente ostentoso construido únicamente por piedra lisa. Un hombre regordete caminaba tranquilamente por un pasillo tan hecho que fácilmente se podrían construir una casa en él. El hombre tarareaba una canción con alegría y los diversos súbditos y mayordomos hacían profundas reverencias tras su paso.
Al llegar a una gran puerta dorada, dos sirvientas se aproximaron a paso rápido y la abrieron por él. El cuarto era hermoso y estaba lleno de pieles preciosas y decoraciones dignas de la realeza. La pared del fondo era un estante gigantesco repleto de libros y algunos pisapapeles de oro. Justo en el centro se encontraba una mesa de piedra blanca y una silla de madera con cubierta acolchada de color rojo y dorado.
En la habitación únicamente había un hombre, el cual se encontraba sentado detrás de la mesa. Era bastante atractivo, era fornido, tenía el cabello cenizo brillante, una barba bien cuidada del mismo tono y unos brillantes ojos azules, al igual que el individuo que acababa de entrar.
—Querido hermano, has tenido tiempo de leer mi informe —cuestionó el hombre regordete.
—Yo lo he leído, es un acontecimiento bastante decepcionante, se nota que es un total primerizo, pero nada que no se arregle con el paso del tiempo. Pero dime, ¿Qué tal es en persona?
—A decir verdad, es un hombre honorable. De hecho, querido hermano, quería hacerte una petición para ayudarlo a solucionar su problema.
—Interesante… pero, por qué debería de ayudar a ese Barón sin experiencia.
—No es tan malo como parece, en verdad es una buena persona. Además, Mirti es ahora uno de los vecinos con mayor potencial de crecimiento, creo que sería conveniente establecer una buena relación con ellos desde el inicio. Por ello, quería solicitar que se asignará a uno de tus caballeros a la misión, de esa manera podríamos ganar la lealtad de noble más.
El hombre de cabellera cenicienta rió entre dientes y agitó la cabeza de lado a lado.
—Entiendo tu punto hermano mío, pero aún así, enviar a uno de mis caballeros para capturar a un simple mago de Rango Singular, me parece un poco excesivo, ¿No lo crees?
El hombre regordete se encogió de hombros y respondió con gran humildad.
—El Barón Bartolome pensó lo mismo, y al final, ese hombre terminó escapando de su propia ejecución.
Al escuchar tal comentario, el hombre alzó una ceja, se levantó de su asiento, rodeó la mesa y sonrió con disimulo.
—Entiendo, aún así, la idea de enviar a uno de mis caballeros sigue siendo excesiva. Pero, seguiré tu consejo, enviaré a uno de los aprendices de caballero mejor calificados, para dicha tarea, ¿Te parece bien?
El hombre sonrió de oreja a oreja y asintió con la cabeza antes de hacer una profunda reverencia. Se dio media vuelta, salió de la habitación y su rostro pasó de ser el de una blanca paloma a la de un lobo hambriento. Se lamió el labio inferior y sacó de su túnica una piedra transparente con distintas runas grabadas en ella.
«¡Oh, querido! pronto, muy pronto te tendré en mis manos… Marco de Fortis…» pensó mientras se le escapaba una gota de saliva por su labio inferior, misma que se limpió de inmediato antes de que alguno de los mayordomos se diera cuenta de ello.
Comments for chapter "05"
QUE TE PARECIÓ?
Así leen mis compañeros de la uni 🤣