Boro: el último maestro. - 16
Una hora después de correr sin parar y de escapar de numerosas plantas, se detuvieron a descansar debajo de uno de los pocos árboles no letales de la zona. Boro generó fuego desde sus manos e incineró unas cuantas raíces de Lianas de Mortem.
—¿Estaremos bien aquí? —cuestionó Filot sin querer acercarse al árbol.
—Si, Boro se está deshaciendo de todas la Lianas de Mortem cercanas, y este árbol es un Roble blanco, nada letal, de hecho, creo que tal vez deberíamos de tomar un trozo o dos de sus ramas —comentó Marco mientras miraba con ojos de codicia al árbol frente a él.
—Estoy totalmente de acuerdo —exclamó Boro al incinerar la última raíz en un diámetro de veinte metros—. Tal vez nos sean útiles después de tu despertar.
Filot miró con los ojos entrecerrados al Roble enfrente de él y acarició su corteza con gentileza mientras pensaba en cómo una ramita le podría ser útil una vez que se convirtiera en mago. Por otra parte, el rostro de Marco perdió todo su brillo y miró abatido las raíces del roble.
—Boro… ¿En verdad regresaremos? —cuestionó con tono lúgubre.
El joven asintió con la cabeza y se acercó al Roble sin decir una sola palabra.
—Pero es una locura, somos como hormigas delante de esa cosa, y ni siquiera sabemos quién pueda ser el Nigromante que creo a esa no muerta, esto simplemente me esta volviendo loco, por un momento incluso llegué a pensar que podría ser una de las amantes malditas —insistió Marco.
Boro permaneció en silencio por un largo momento hasta que Filot pisó una de las ramas carbonizadas de una Liana de Mortem por accidente, el pequeño se alarmó pero Boro sólo movió la cabeza de un lado a otro y le indico que se mantuviera cerca, acto seguido, caminó hasta el Roble y tomó asiento cerca de el.
—Si ese es el caso, con mayor razón debemos de cumplir nuestra promesa.
—Es una broma, ¿Verdad?, ellas son solo una leyenda, un cuento de mal gusto dejado en el olvido.
Boro miró fijamente a Marco con total seriedad mientras negaba con la cabeza. Se genero un silencio incomodo y a Filot le dio ligero mareo por tantas veces que movió su cabeza para poder mirar a sus dos maestros.
—Una amante maldita… ¿Qué es eso? —preguntó Filot mientras intentaba volver a sus cinco sentidos a la normalidad.
—No estoy seguro de que quieras escuchar esa historia —exclamó Marco al caminar en dirección de su amigo y recostarse sobre el Roble Blanco.
—¿Por qué?
—Porque te daría pesadillas —intervino Boro con una mueca burlesca en el rostro—. Aunque te podría dar un breve resumen.
Filot comenzó a agitar la cabeza de arriba a abajo con tanto ímpetu que Marco temió que su cabeza se le desprendiera del cuello.
—Está bien —respondió Boro antes exhalar con fuerza—. Las amantes malditas son tres hermanas, que según la leyenda, fueron corrompidas por la irá y se atrevieron a experimentar con magia prohibida, incluso se dice que hicieron pactos con aberraciones de la Umbra y aunque eso nunca se comprobó para las tres, lo cierto, es que de alguna forma u otra fueron casi imparables.
»Sus poderes eran tan grandes, que se dice que estaban a la altura e incluso que podrían superar a los tres principales caballeros del Rey, pero como dominan magia prohibida, jamás les dieron el título de magas y en su lugar, se ganaron el sufijo de Malums, que significa mal en el lenguaje de la magia, de hecho ellas fueron una de las primeras en ser llamadas así.
Filot se acercó a su maestro, se colocó en cuclillas y continuó escuchando con la boca abierta.
—Se dice que su madre, a quien hoy en día se le conoce como la Malum original, mató a su propio esposo e intentó destruir todo un linaje noble únicamente por despecho, pero fue capturada, tortura y asesinada enfrente de sus propias hijas. En ese momento, las tres perdieron la razón y siguiendo las enseñanzas de su madre, invocaron a un aberración de la Umbra, la cual tomó venganza por ellas y destrozó al líder de la familia noble que sentenció a su madre. Después, utilizaron a la criatura para aterrorizar al resto de la aldea y escapar sin un solo rasguño.
Filot trago un poco de saliva, sintió que sus orejas se le ponían calientes a pesar del frío que sentía, así que se abrazó a sí mismo y continuó escuchando sin siquiera parpadear.
—Pero, eso solo es el inicio de su leyenda. Las tres hermanas vivieron ocultas por muchos años, durante los cuales experimentaron con niños, adultos, cadáveres, animales y con las propias aberraciones. De esa forma, cada una de ellas construyó su propio ejército, una tan grande que hizo temblar a todo el reino. Se dice que la más joven, torturó a una infinidad de hombres hasta transformarlos en animales irracionales y llenos de ira.
»La segunda, bajo la motivación de traer de vuelta a su madre de la muerte, la Malum original, comenzó a matar y reanimar a sus víctimas de manera indiscriminada, hasta que creó un ejército de no muertos lo suficientemente grande como para ocupar todo un territorio de Igniston. La tercera, siguiendo las enseñanzas de su madre, recorrió el camino más sombrío y peligroso, sacrificó a incontables inocentes para invocar y controlar a las aberraciones de la Umbra.
Filot no aguanto el miedo y tomó asiento a un lado de Marco.
—Lo peor de todo, es que todas lograron su cometido —continuó Boro—. La primera creó todo un ejército de bestias hambrientas con una fuerza descomunal, la segunda creó al ejército más grande, uno lleno de guerreros que no podían morir y la tercera tenía al ejército más pequeño, pero a la vez, el más letal, pues logró controlar a unas cuantas aberraciones las cuales fueron más que suficientes para estar a la par de sus hermanas.
»En cuánto sus ejércitos fueron lo suficientemente grandes, las tres hermanas regresaron a Igniston, a nuestro reino, y masacraron a cualquiera que se interpusiera en su camino, por sí solas eran increíblemente fuertes, pero junto a sus ejércitos eran imparables. El rugido de las bestias aterrorizaba a todos incluso antes de verlas, la infinidad de no muertos hacían que hasta los veteranos se orinaran encima y en cuanto a las aberraciones…
Boro hizo una ligera pausa al mismo tiempo en que negaba con la cabeza y se mordía el labio inferior.
—Ni siquiera hay registros de cómo eran, todo aquel que se topaba con ellas terminaba muerto sin siquiera darse cuenta, o en su defecto, tenían que sacrificar sus propias vidas para poder matarlas. De esa forma, arrasaron con tres territorios enteros y casi extinguieron por completo a más de cincuenta linajes nobles y altos nobles.
Desde que Filot llegó a Mirti, jamás había salido de ella, pero aun así sabía que su aldea era insignificante comparada con aquellas bajo la protección de los altos nobles, entonces, qué tan grande debieron de ser esas tres mujeres para poder aniquilar a centenares de esas grandes aldeas.
—Las bestias bajo el mandato de la hermana menor eran feroz y sus heridas se recuperaban con gran rapidez, por lo que era muy difícil que los magos pudieran seguirles el ritmo, por otra parte, las aberraciones que controlaba la hermana mayor, eran prácticamente imparables, como ya dije, casi nada podía herirlas y mucho menos matarlas. Así que el rey tomó la decisión de enfocarse en esos dos ejércitos primero y dejar de lado a las tropas de los no muertos.
»Todo Igniston temía a las tres hermanas por igual, pero en comparativa, todos subestimaban al ejército de la hermana del medio y ese fue el más grande error que cometió nuestro reino. Cuando las bestias comenzaron a caer y por fin lograron matar a unas cuantas aberraciones, paso lo que nadie hubiera imaginado, la Malum subestimada, tomó las tropas caídas e hizo que se levantarán una vez más, se dice que unió a decenas de bestias poderosas a su ejército inmortal y aunque sus esfuerzos no dieron muchos frutos con las aberraciones.
»Dicen que su mayor éxito, fue regresar a una sola aberración de la muerte y de esa manera, lo que era casi inmortal en vida, se convirtió en un auténtico mensajero de la muerte, una criatura tan fuerte que ningún mago menor al Rango Épico pudo aguantar un solo minuto ante su presencia, y aunque fue el único en su especie, fue más que suficiente para poner a todo el reino de cabeza.
»Con el tiempo, el ejército inmortal solo se hacía más fuerte, la Malum que una vez fue subestimada, tomaba cualquier cadáver que cayera en sus manos y sin importar de qué bando fueran los anexaba a su propio ejército. Al final, cinco territorios cayeron ante el poderío de las tres Malums, no fue hasta que llegaron a las puertas de la capital de Igniston cuando distintos héroes aparecieron.
Los ojos de Filot se iluminaron y el miedo que crecía en él se comenzó disipar al imaginar a los valientes individuos que fueron capaces de detener a esas tres dementes. Por otra parte, Marco simplemente bajó la cabeza, se mordió el labio inferior y siguió escuchando la historia.
—Los caballeros principales del rey enfrentaron directamente a las tres hermanas y con la ayuda e intervención de la Academia, los tres ejércitos malditos por fin redujeron sus filas de manera significativa. Pero aún así, las tres Malums se mantuvieron imbatibles incluso ante la presencia de los caballeros reales.
»Y aunque sus ejércitos de desmoronaban ante el ataque combinado de la nueva alianza, la criatura aparentemente inmortal, la aberración más caótica de todo el ejército maldito seguía imparable, nadie podía con ella, y fue ahí cuando una de los máximos héroes del reino apareció, el Duque Fibas Rigel, uno de los pocos con el título de Veneficus tanto del reino como del continente.
Filot se puso de pie de un solo salto, escuchar el nombre de un Veneficus era algo increíble, incluso los mendigos sabían que ese era un título dado solo a los magos más fuertes que actúan con rectitud y cuyas contribuciones hacia el reino y el continente son numerosas e invaluables.
—Aunque el Duque no logró destruirlo por completo, se dice que su enfrentamiento con esa cosa fue lo que marcó la victoria de alianza entre Igniston y la Academia. Pero aun con la derrota del ejército maldito, ni siquiera el rey mismo pudo tomar la vida de las tres hermanas, e incluso, una de ellas se coló al castillo real y reclamó el cadáver de su madre, el cuerpo de la Malum original.
»Solo entonces, fue cuando las hermanas desistieron de su ataque. Actualmente, esa guerra es considerada como uno de los mayores logros de nuestro reino. Pero la verdad es que fue una derrota para Igniston, una humillación monumental. Solo tres mujeres hicieron temblar a todo el reino.
Boro liberó una efímera carcajada, llevó sus manos hasta su frente, acomodo su cabello, exhalo con fuerza y su mirada se perdió en la nada por un par de segundos. Durante los cuales, Filot se mantuvo extremadamente ansioso por el final del relato.
—Solo eran tres y lograron destruir más de la mitad del reino —continuó con voz seria y un poco apagada—. Según los rumores, las tres hermanas se retiraron porque sufrieron heridas letales, pero muchos piensan lo contrario, que únicamente se retiraron porque cumplieron su objetivo, recuperar el cuerpo de la Malum original.
»Aunque nadie lo admita, todos los que conocen la verdad tienen miedo de que regresen y aniquilen a todo el reino de una vez por todas, temen que en las sombras sigan fortaleciéndose al igual que sus respectivos ejércitos. Todos tememos que en algún momento regresen más fuertes que nunca bajo la guía de su propia madre.
Al finalizar la última frase, el viento comenzó a soplar con mayor intensidad y que el sol apenas iba a llegar a su máximo esplendor, la temperatura del ambiente seguía fría e inhóspita. A Filot se le puso la piel de gallina y por puro instinto se colocó en posición fetal recargado en el Roble Blanco.
—Sin embargo —continuó Boro—. El reino a tratado de ocultar tales acontecimientos y en su lugar han disfrazado la verdad diciendo que fue una lucha contra decenas de miles de magos y otras atrocidades, dicen que salvaron a la humanidad de una nueva especie que intentaba levantarse, es por eso que casi ningún niño o joven conoce tal historia, e incluso, los que la llegan a escucharla desprestigian la información, creen que la historia ha sido muy exagerada, después de todos como es posible que tres simples brujas hayan logrado tal proeza pese a lo aterrador que sea.
Boro hizo una pequeña pausa para humectar sus labios, estirar la espalda y retomar el aliento.
—El problema es que todo es real, mi familia registró toda la guerra en un diario y lo único que puedo decir, es que la historia que les acabo de comentar así como la que se ha tratado de ocultar no ha sido exageradas, sino al contrario, ha sido minimizada. Pero sin importar lo que digan muchos como yo, todos creen que tales hechos son imposibles, por ello, esa guerra ahora se conoce como una simple leyenda.
»Pero todo es real, hay una mujer que domina a las bestias como si fuesen simples mascotas, hay una mujer que controla a muertos que parecen más vivos que los propios vivos y hay una más, que ha domado a las inimaginables aberraciones como si fuesen simples cachorritos. Por ello, los que vivieron esa historia en persona las bautizaron como: la Amante de las Bestias, la Amante de la Muerte y la Amante de las Aberraciones, y juntas se les conoce como las Amantes malditas o la Tríada de las Amantes.
Un silencio incómodo se generó en cuanto Boro concluyó la historia y el viento se intensificó aún más.
—Entonces, como hay pocos que utilizan la Nigromancia como su magia principal y aún más pocos los que pueden crear a una no muerta tan fuerte como la que vimos en la caverna, ¿Supones que la que está en la caverna es realmente la Amante de la Muerte? —intervino Marco.
Filot tragó saliva y la poca valentía que tenía consigo se esfumó.
—En, en to, to, tonces… —tartamudeo el pequeño.
—Nos topamos con una Nigromante tan poderosa que apenas es imaginable, tiene una riqueza incalculable pero prefiere ocultarse bajo la tierra que vivir de manera ostentosa así que definitivamente no es noble —continuó Boro.
—Y como la Amante de la Muerte encaja con ese perfil, piensas que es ella. Eso es simplemente una locura —exclamó Marco con el rostro pálido mientras tocaba su abdomen.
Boro se puso de pie y miró en dirección de la caverna.
—Siendo sincero, realmente pienso que si es ella.
—Boro eso es una locura, si realmente fuera la tiránica Amante de la Muerte, jamás nos hubiera dejado salir vivos —replicó Marco.
—Pero lo hizo, e independientemente de si es ella o no, de igual forma nos encontramos en el mismo predicamento, sin importar la identidad del o la nigromante, la cosa es que ahora estamos jugando en la palma de su mano y no tenemos más remedio que hacer lo que dice. Marco, realmente jamás había sentido una presión tan grande, ni siquiera de los Caballeros Reales, y desde mi punto de vista, es más probable que esa nigromante sea la mismísima Amante de la Muerte a que exista otro individuo tan poderoso como el propio Duque Rigel y que además se especialice en nigromancia.
El rostro de Marco palideció ante las palabras de su amigo, permaneció en silencio y recargo su cuerpo contra el tronco del Roble Blanco. Filot miró a su maestro con suma preocupación y quiso decirle algunas palabras de ánimo, pero en su lugar, lo único que pudo hacer fue suspirar y abrazar sus rodillas.
En ese preciso momento, a varios kilómetros de distancia, un cuervo de cuatro ojos agitó sus alas y flexionó su pico de manera extraña hasta adoptar una sonrisa humana, acto seguido, liberó una fuerte carcajada tan antinatural que llenaría de pavor a cualquiera que la escuchará.
Comments for chapter "16 "
QUE TE PARECIÓ?
Un cap extra, para empezar bien el año.