¿¡Celos sabor a chocolate!? (crossover) - 5.0
La lejana luz de la luna iluminaba sutilmente la oscuridad del bosque. Esta escasa iluminación debería dificultar aún más el andar por el terreno inestable de la jungla, sin embargo, una joven se vio obligada a correr por este desafiante suelo, era Lyna, quien huía sin tener ningún plan para contrarrestar a los villanos que la perseguían.
Ella tenía la esperanza de que alguna idea se le ocurriría, solo debía seguir adelante, sin mirar atrás, sin detenerse jamás.
—¡Ey, humana, sería terrible si te tropiezas y te haces daño… eso es como quitarnos nuestro papel! Jajajajaja… —Estas fueron las palabras de burla expresadas por un Elegido que posaba sobre la rama de un árbol.
—Yo creo que sería divertido verla tropezar infinitamente —dijo un segundo Elegido.
—¡Eso es, corre, corre, pobre ovejita! ¡Ja, ja, ja! —Animado, este tercer Elegido empezó a disparar proyectiles explosivos cerca de la sirvienta. Él fallaba apropósito.
Pero Lyna no se distraía, ella seguía corriendo… Pese a ser frágil emocionalmente, estas burlas no le afectaron de ninguna manera. Después de todo, ella había recibido insultos peores desde muy pequeña, dichos por los crueles amos de su mundo.
—¡Oye, eres un ratón muy veloz… no nos dejes atrás, maldita sea! —Mencionó otro Elegido al darse cuenta de que Lyna se había perdido entre la oscuridad. Se debió a no se habían movido desde que comenzó el “juego”, por lo tanto, el grupo de Elegidos trató de movilizarse saltando de rama en rama con la intención de alcanzar a su presa en este juego despiadado, no obstante, Centurión los detuvo.
—Parece que tienen una nula comprensión del tipo de diversión que es provista por esta clase de juego. Sí, me es infinitamente humillante tener subordinados tan ignorantes, así que dejen de decir idioteces, por favor y gracias, de nada. Quiero decir, ¿no es más divertido dejarla ir muy lejos? ¡Que crea que ha escapado, que ha ganado el juego! ¡Y luego aparecer y destrozar sangrientamente su visión de victoria! —Decía Centurión—. Esa sí es la diversión… anhelo ver la expresión destrozada en el rostro de esa humana tras arruinar su espejismo de triunfo. Oh… ¿y qué decir de los deleitantes alaridos cuando la despellejemos lentamente…? Eso es diversión… El gato juega con el ratón, lo mata lento… una muerte dolosa; que crea y arrebata la esperanza una y otra vez… —Centurión continuó hablando de un montón de cosas más, en total, se tardó unos cinco minutos en terminar de hablar.
—¡Pero qué nivel de crueldad! ¡Así se habla, jefe! ¡Con su largo monologo, ella ya debe estar a varios kilómetros lejos de aquí!
—¡Nani?
***
“Debo seguir, no sé a dónde, pero debo seguir… Fue tonto de mi parte no haber pensado en un plan, pero que más podía haber hecho… No, quizás esto no sea tan inútil, le gano tiempo a Pepe para advertir a los aldeanos. Por eso debo seguir”. Estos fueron los pensamientos de Lyna varios minutos después.
Lyna había percibido que los amenazantes Elegidos se habían quedado atrás, tanto que incluso dejó de oír el irritante discurso de Centurión.
Pero Lyna no era tonta, ella sabía que seres tan orgullosos no la dejarían ir sin más, mucho menos después de haber proclamado que esta persecución sería un juego.
Es por esta razón que Lyna continuó corriendo montaña abajo, pues sabía que tarde o temprano ellos aparecerían.
Y entonces ocurrió lo evidente, el chillido del viento cortado causó que los pelos de su piel se erizaran. Se trataba de un proyectil sónico que pasó a la velocidad del sonido y rozó la mejilla de Lyna.
—¡Aaay! —Naturalmente, muy naturalmente, Lyna expresó dolor, y del tajo recién formado salió un pequeño chorro de sangre.
La cuchilla pasó de largo e impactó con violencia contra un árbol, el cual crujió y empezó a caer en diagonal.
El árbol aplastaría a Lyna. Ante esto, toda su mente entró en modo supervivencia, y montones de adrenalina activaron su cuerpo. Ella se cubrió la cabeza y se preparó para evadir la muerte aplastante. No obstante, otro proyectil de fuego impactó contra el tronco que caía y lo reventó en miles de astillas.
Lo recién ocurrido más el dialogo que escucharía a continuación evidenciarían que esta persecución apenas había iniciado.
—Aún está corriendo ¿eh? Deberías estar agradecida por el tiempo de gracia provisto. Y no solo eso, te he salvado con galanura de ser aplastada como insecto. ¡Agradéceme! —Dijo con orgullo un Elegido que controlaba las llamas. Él fue quien “salvó” a Lyna de ser aplastada.
Lyna no se concentraba en esas palabras.
Aquel escenario caótico la tenían asustadísima, con el corazón en la garganta.
Pues ella era el pequeño ratón acorralado por cuatro gatos malvados.
Pese a todo, Lyna siguió corriendo. Era un ratón lleno de voluntad.
—A volar, pajarita —dijo uno de los “gatos”, el cual fortaleció todo su cuerpo como una mole de piedra.
Entonces, este “gato” con súper fuerza saltó desde un árbol, y empleando una fuerza aplastante como la de una roca de una tonelada, el “gato” le metió un puñetazo al suelo justo detrás de Lyna. Y siguiendo las leyes de la física, el suelo se elevó en una explosión de polvo y otros elementos del suelo del bosque.
Y el ratón —Lyna— también se elevó varios centímetros en el aire, y por pura suerte cayó sobre un arbusto, pero por mala suerte, hay que recordar que Lyna iba en bajada, así que naturalmente, muy naturalmente, Lyna salió rodando.
Se escuchó el cuerpo de Lyna crujir. Ella expulsaba alaridos mientras su cuerpo era lastimado al rebotar y rodar y rodar…
Era una escena caricaturescamente cruel.
—¡Ay, ay, puaj, ahhgg…! —Chillaba Lyna.
¿Cuántos elementos peligrosos hay en el suelo del bosque? ¿Solo rocas puntiagudas? ¿Quizás espinas regadas? ¿O algunos troncos en el medio? Seguramente Lyna se encontró con muchas de estas cosas en ese momento en el que su mundo daba vueltas y vueltas.Obviamente Lyna estaba llena de polvo, despeinada, llena de moretones en varios lugares de su cuerpo y quizás algunos huesos quebrados… nadie jamás creería que esta era la misma sirvienta que vimos al principio de esta loca historia.Se dice que los huesos de un humano son tan duros que pueden soportar el peso de un elefante, y un elefante puede llegar a pesar 6 toneladas. Ahora bien, ¿lograrían resistir los huesos de Lyna ante tantos golpes, posiblemente fatales?
¡¿Y qué hay de su blanda piel o de sus suaves órganos?
Ridículo.
¡Sus circunstancias eran simplemente ridículas! ¡Si existiera una Diosa de la Certeza, seguramente afirmaría que, ¡CON CERTEZA!, este ratón, Lyna, NO SOBREVIVIRÍA.
…
….
……
…….
De pronto, el torso de Lyna chocó contra una roca grande, deteniendo así su cuerpo que rodaba.
Pese a que le temblaba todo el cuerpo.
Aún con sus rodillas vacilantes.
Y eso que en su cabeza sentía una presión abismal.
—T-te-tengo que se-seguir. N-no puede terminar aquí… —Haciendo un gran esfuerzo, Lyna se dijo esto.
Algo increíble pasó: Lyna trató de levantarse.
Y lo logró.
Esto fue porque todo su ser fue fortalecido por la gran determinación de su alma, es por eso que logró resistir.
Por lo tanto, Lyna continuó corriendo… no, cojeando. Ahora iba mucho más lento que antes.
Desde lejos, los elegidos veían lo insignificante que era esa tal sirvienta. Esto era demasiado divertido. Continuando con el mismo patrón de comportamiento, ellos le gritaron diciéndole de todo.
—¡Mírala! ¡Ja, ja, ja! —Se burló el Elegido que controlaba el fuego.
—¡Ni siquiera sabe a dónde ir y aún quiere seguir! ¡Mejor maldice a los dioses por no haber nacido como Elegida y muere! —Mencionó aquel que podía fortalecerse como la roca.
—¡Ya muérete, perra asquerosa, rata inmunda, existencia blasfema a la vida…! Jajajajaja… —Rio otro Elegido que podía moverse súper rápido.
En el caso de Centurión, él era el menos activo, e incluso estaba callado, por más surrealista que puede parecer.
Pero claro, la expresión sádica en su rostro decía mucho.
Lamiéndose los labios y sin apartar la vista de Lyna, él, por primera vez, expresó solo una palabra:
—Interesante. —En su tono de voz había algo de admiración… pero era una admiración malvada ya que en realidad le sorprendió ver que la chica no se rendía.
Por un momento pensó que Lyna sería un juguete decepcionante, pero se equivocó.
¡Y esta vez equivocarse le causó placer! ¡Infinito placer! ¡Qué gran espectáculo se estaba armando!
Por lo tanto, en ese momento en el que Lyna logró desparecer de la vista de los Elegidos gracias a la oscuridad nocturna, una nueva oleada de ataques comenzó…
Lyna nuevamente escuchó cosas que eran disparadas, algunos escombros se elevaban y caían cerca de ella.
“Q-quiero volver…”. Pensó, sintiendo el corazón en la garganta.
Exponencialmente el dolor físico poco a poco también se estaba volviendo en daño emocional, y el miedo causó que bajara la determinación que hasta ahora la había mantenido tan activa.
Una pequeña lagrima se acumuló en un ojo para luego ser llevada por la brisa.
Pese al dolor que estaba sintiendo, aún con esa determinación que se drenaba, corriendo tan buenamente como podía y esquivando según sus reflejos se lo permitían… no había duda de que ella hacía todo lo que podía. Y eso tiene valor.
¿Qué era? ¿Qué es lo que motivaba a Lyna a hacer tanto?
¿Se trataba solo de una repentina emoción heroica para salvar a los aldeanos? ¿O era algo más?
“Alessio… Celeste… Pepe… Amaltea…”, pensó Lyna con algo de tristeza.
La mente de Lyna entró en un estado de fluctuación, por momentos pensar en aquellas personas su positivismo aumentaba, pero con cada particular de polvo que era elevada por el caos, por cada burla y por cada sonido peligroso, ese positivismo era aplastado con desanimo.
¿Qué más podía hacer esta débil muchacha? ¿Su destino estaba más que sellado?
—Necesito pensar en ellos, ¡necesito hacerlo! —Gritó Lyna cuando corría. Ella apretaba con fuerzas sus puños, y cerró sus ojos por un momento. Lyna trató de forzar los recuerdos que su cerebro le mostraba para que fuesen aquellos buenos momentos que pasó con sus amigos.
Y así…
Tal vez…
Solo tal vez…
La determinación de Lyna aumentaría tanto que nada jamás la detendría, aún si se tratara de dios mismo.
Y entonces…
—Eres demasiado lenta, ujuuuuuuuuuuu… —Un Elegido que avanzaba a una velocidad sorprendente corrió justo al lado de Lyna y le dijo esto. Él andaba con una expresión divertida y relajada a la vez.
—¡¿Eh?! —Los ojos de Lyna se inyectaron de miedo, y lo más rápido que pudo trató de alejarse de este individuo, pero…
—¡Una y dos! ¡Ujuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuu! —El Elegido se posicionó delante de ella y le metió dos bofetadas a Lyna, luego le mostró el dedo del medio y desapareció tan rápido como apareció.
—¡Ahhhhhhhhhh! —Lyna apretó con fuerza sus dientes, empezó a llorar un montón y se llevó las manos a sus mejillas moradas.
Aquellas cachetadas le dolieron un montón.
No obstante, pese a que se burló de una manera tan humillante, Lyna no se detuvo. ¡Ella continuó corriendo!
¿Por qué? ¿Cómo es que no se detuvo? ¿Qué le dio tantas fuerzas para no rendirse?
Pues la razón es simple, ella pensó en Celeste.
“Nunca había tenido una amiga, pero tú fuiste la primera y te preocupaste mucho por mí. Estoy orgullosa de haberte conocido, señorita Celeste. Eres la más fuerte, y por eso te pido que, por favor, ¡por favor!; préstame un poco de tu fuerza… Porque quiero vivir para verte y volver a tener momentos divertidos contigo”. Una poderosa emoción la motivó.
Así es, Celeste para Lyna era un símbolo de fuerza, un individuo que ella deseaba ser. Es por eso que aun estando ausente, con tan solo recordarla, Lyna aumentó su velocidad.
Y no solo pensar en Celeste le dio fuerzas, ella también recordó a Amaltea. Aunque siempre fue difícil relacionarse con Amaltea, Lyna sabía bien que de no ser por ella jamás hubiera conocido a Celeste y Pepe.
Y no solo eso, Lyna también disfrutó aquel tiempo que pasó con esa Elegida tan complicada.
“Al principio fue difícil, me recordabas mucho a aquellos amos caprichosos. Pero a medida que fui conociéndote, noté que tenemos algo en común: que estamos dispuestas a hacer lo que sea por el chico que amamos. Por eso puedo decir que entiendo tus sentimientos… y frustración al no ser correspondida. Por eso, debo seguir adelante, debo vivir, para que pueda volverme tu amiga. Por favor, señorita Amaltea, déjame tener una actitud tan increbrantable como la tuya. Para que pueda seguir sin darle lugar a la duda”. Pensó Lyna. Ella sintió más lagrimas que acariciaban sus mejillas.
Así es, Amaltea para Lyna era un símbolo de confianza en sí mismo, y esa era una cualidad que ella necesitaba. Es por eso que, aun estando ausente, con tan solo recordarla, Lyna decidió por no dudar más.
Lo que Lyna no sabía, era que es mucho más fácil pensarlo que hacerlo…
Ella veía un poco borroso, además de que era oscuro, aun así, Lyna llegó a un lugar con menos árboles y la luna llena le permitió ver lo peor de lo peor.
El camino estaba llegando a su fin, pues más adelante había un precipicio.
—N-o pu-puede ser… No… por favor, no… —Una emoción horrible inundó el cuerpo de Lyna. ¿Era este el fin? ¿Qué debía hacer?
Lyna perdió fuerzas, y nuevamente fue ahogada por la inseguridad. ¿Será que Amaltea y Celeste la estaban abandonando? ¿O tal vez no pensó lo suficiente en ellas?
Sea como sea, algo estaba claro, si ella no hacía algo, sería su fin…
CONTINUARÁ…
Comments for chapter "5.0"
QUE TE PARECIÓ?
Me puse al día nuevamente con este crossover y la verdad es que esta muy bueno y entretenido, le daré un vistaso a las obras de este crossover, felicidades a los que están detrás de este trabajo!