Cenizas del Alma - 08
Parte 1
– ¿Por qué querían separarme de mi papa?
Fueron las serias palabras de una aparente enfurecida Revecca que tras haber dejado atrás a Albert dejo su tímida personalidad de lado para confrontar directamente a Charlotte mientras esta la guiaba por el inmenso castillo.
-No sé a qué te refieres Revecca.
-No te hagas la tonta, no soy sorda, escuche todo lo que estaban hablando y querían separarme de mi papa.
Charlotte sin sorprenderse por el repentino cambio de Revecca continúo llevándola hacia la cocina mientras continuaba con su charla.
-Veo que te preocupas mucho por tu padre, pero debes estar tranquila, Johann solo estaba jugando, además te aseguro que no es capaz de hacer llorar de esa forma a una pequeña niña.
– No dejare que nada ni nadie nos separe nunca.
Dijo Revecca mirando al piso mientras caminaba enfurecida por la situación.
-¡ji, ji!, eres bastante apegada a tu padre al parecer.
-Es lo único que me queda en el mundo y no quiero perderlo.
Tras las palabras de Revecca un silencio sepulcral se cernió en los pasillos del castillo que solo era interrumpido por las pisadas de ambas que resonaban constantemente a ritmo marcado como un reloj. Al llegar a la cocina Charlotte fue la que rompió el silencio acercándose a Revecca y con una alegre voz le comento.
-De verdad lo siento si yo o Hagen te incomodamos esa nunca fue nuestra intención, aunque no puedo decir lo mismo de Johann… Dime Revecca te gustan los helados.
-Si me gustan.
Respondió Revecca un poco recelosa a las palabras de Charlotte, entonces está revolviéndole el pelo a la pequeña le dijo en tono cómplice.
-Lo que hiso Johann esta muy mal cierto, por lo que creo que deberíamos vengarnos de él no te parece y da la casualidad que en la nevera solo quedan dos de sus helados favoritos.
Revecca se quedó completamente callada ante las palabras de Charlotte, pero era ovio a simple vista que se le hacía agua la boca con solo pensar en comerse un rico helado de chocolate especialmente después de la larga caminata junto a Albert para llegar al castillo. Viendo que Revecca estaba a un paso de ceder Charlotte se acercó por su espalda le tomo los hombros, se agacho y acercándose a su oído le dijo.
-Es un día bastante caluroso no te parece, vamos, sé que quieres un helado además Johann se lo merece por portarse así, no te preocupes no le diré a nadie que nos comimos los helados si tu no dices nada, será nuestro secreto, así que dime ¿Quieres el helado?
Cediendo a las palabras de Charlotte con demasiada facilidad Revecca dio un gran si con su cabeza mientras tenía los ojos cerrados. Tras esto Charlotte se acercó a la nevera tomo los dos últimos helados que quedaban para a posterior entregarle uno a Revecca y seguido decirle mientras se llevaba el suyo a la boca.
– ¿Quieres que te muestre el invernadero?, hay bastantes flores y plantas, es bastante lindo y cómodo en estas fechas.
-Si.
Con una corta respuesta de una atragantada Revecca, Charlotte le hiso un gesto con la mano para que la siguiera hacia el invernadero.
Parte 2
En un enorme dormitorio completamente equipado con una cama, un gran sofá, un televisor pantalla plana bastante enorme, un computador de última generación con luces por todas partes además de dos gigantes estanterías una con juegos y películas, mientras que la otra estaba llena a reventar de libros de todas las clases y géneros, en las paredes habían carteles de películas y juegos principalmente del género de zombis, además de todo esto cerca de la estantería repleta de libros había una mesita con tres asientos a su alrededor en la cual estaban tanto Albert como Johann sentados y a su espalda Hagen parado escuchando la conversación.
-Sin dilatar más las cosas me gustaría ir directo al grano si no te molesta claro está, ¿Cuál es la razón de tu visita a este castillo?
-Para ser honesto…
– ¡HAAAAAAA!, como puedo ser tan mal anfitrión como para no ofrecerle a mi invitado algo de tomar, que dirían mis padres de tal demostración de modales.
Interrumpió Johann en un tono dramático casi burlesco.
-No te preocupes no es necesario que te molestes con esas pequeñeces.
-Escuchaste Hagen, ve y prepáranos algo, yo quiero un té de manzanilla con leche y tu Albert que deseas.
Confundido por la actitud de Johann que prácticamente lo obligo a aceptar su ofrecimiento Abadón decidió no hacerse más problemas y aceptar su invitación.
-Está bien, está bien, no me gusta mucho el té por lo que si no es problema quisiera un café bien cargado.
-Estas seguro que no quieres nada más, no es necesario ser recatado mientras no sea uno de mis dulces no hay problema.
-Con el café es suficiente gracias.
-Si así lo quieres, Hagen ya oíste lo que tienes que hacer, espero que sea rápido.
-No tardo amo Siegfried.
Luego de una pequeña reverencia Hagen salió de la habitación para preparar lo que le habían pedido y en ese momento un enorme suspiro se oyó proveniente de Johann.
-¡AAAAHH!, bien ahora que Hagen se ha ido podemos conversar libremente, tenemos alrededor de unos 10 minutos antes de que vuelva con lo que le pedimos por lo que tratare de ser lo más directo posible.
-No entiendo, creí que él era tu mayordomo, ¿Cuál es el problema de qué escuché?
-Veras es bastante complicado de explicar y nos quitaría valioso tiempo por lo que te diré lo básico. Aunque Hagen este en este castillo como mi mayordomo su principal misión es vigilarme y evitar que cometa actos que vayan en contra de la familia Dippel.
-Si eso es cierto no veo el por qué no he de tratar directamente con Hagen para que contacte con el verdadero líder de la familia Dippel, como veo las cosas tu no serias más que una molestia.
-En circunstancias normales tendrías razón en pensar de esa manera, pero la situación dentro de la familia Dippel ha cambiado drásticamente en los últimos años y por lo que pude apreciar no estabas al tanto de estos cambios y es por eso que entiendo tu postura sim embargo en estos momentos yo soy tu mejor posibilidad de vivir.
Dudando de las palabras de Johann pensando que este solo buscaba la forma de aprovecharse y sacar ventaja de la desinformación de Abadon provocada por su confinamiento esté perspicazmente respondió.
– ¿Por qué debería confiar en la palabra de alguien que es aislado y vigilado por su propia familia?, es como querer liberar a un asesino serial y esperar que no te apuñale por la espalda a la primera de cambio.
-Otra vez tienes razón, sería estúpido confiar en mí, el problema con tu lógica es que estas pre suponiendo el motivo de mi aislamiento y basándote en algo tan arbitrario llevándote a tomar decisiones herradas por una evidente falta de información.
-Bueno entonces ilumíname con tu sabiduría y has desaparecer mi ignorancia.
Johann no paraba de ver el reloj para verificar el tiempo aproximado que les quedaba antes de que Hagen volviera y para su fortuna solo habían pasado unos cuantos minutos desde que había ido a buscar lo encargado.
-En términos simples desde hace unos 7 u 8 años la familia Dippel ha estado aliada con la Orden del temple por lo que tuviste bastante suerte de venir aquí y no a la casa principal ya que te hubieran entregado inmediatamente a ella después de todo eres ampliamente buscado.
Abadón bastante conmocionado por la noticia tardo unos segundos en contestar lo que puso de los pelos a Johann quien sabía que no tenían mucho tiempo.
-Las cosas están peor de lo que creía, aunque no veo el por qué no haberte matado en vez de recluirte, en mi opinión era una mejor decisión.
-Coincido contigo, pero no podían hacerlo por varias razones, veras hace siete años el antiguo “líder” de la familia Dippel falleció en un misterioso “accidente” junto a su esposa, por tanto, se debía elegir a un nuevo jefe y como dice la tradición, cuando el jefe anterior muera o no sea apto para seguir en su cargo el mando pasara a ser del familiar con mayor pureza en su sangre, no importa el sexo, edad, o anterior estatus dentro de la familia.
-No me digas que tu eras el que debía suceder al antiguo líder.
-Ni de cerca es así, es más creo que yo sería el último en toda la línea de sucesión de la familia, es cuestión de ver mis rasgos físicos mi pelo rubio ceniza y mis ojos castaños están lejos de ser la pureza extrema que se busca en un líder.
-Entonces no comprendo por qué aislarte, porque no ahorrarse los problemas y simplemente matarte.
-Ha eso voy, aunque yo no sea apto para ser el líder, mi hermana pequeña tenía el cabello color plata claro casi blanco y unos ojos de color ámbar con un pequeño toque de dorado en ellos, era prácticamente la personificación perfecta de la pureza de sangre. Desde los inicios de la familia Dippel hace ya cientos de años que no se veía un descendiente con rasgos tan perfectos.
-Supongo que en tal caso estas en este castillo en condición de rehén.
-Si, pero además eso en condiciones normales no hubiera sido suficiente para mantenerme vivo por tanto tiempo, perfectamente podrían haber hecho parecer mi muerte un accidente, la otra razón por la cual aún tengo mi cabeza pegada a mi cuello es que le guste o no soy el mejor médico que tiene la familia y sin mí para hacerles mantenimientos a los cuerpos que utilizan las cosas se les complicarían de sobre manera.
Los datos que Johann le había dicho a Abadón cuadraban perfectamente con el actuar de la familia Dippel que él había conocido hace ya cientos de años, aunque lo que Johann decía podía considerarse como cierto para Abadón había un problema fundamental en el discurso de este.
-Como veo las cosas no tienes verdaderas razones para rebelarte en estos momentos, este castillo no es precisamente una prisión además del hecho de que cuando tu hermana llegue a la mayoría de edad tendría la autoridad total sobre la familia Dippel pudiéndote liberar, no es así, solo tendrías que aguantar algunos años más suponiendo que tu hermana tenga alrededor de unos 15 años.
Johann se noto agradablemente sorprendido por las palabras de Adadón.
-Veo que conoces bastante bien nuestras tradiciones y es tal como dices, en estos momentos mi hermana tiene 14 años de edad y aunque sea la líder de la familia hasta que ella no cumpla 18 tendrá que ser asesorada por alguien de confianza elegido por el resto de la familia en este caso ese era nuestro tío y ese es el gran problema que tengo.
Era claro lo que Johann trataba a dar entender con sus palabras, pero aun así Abadón prefirió confirmarlo el mismo antes de hacer suposiciones erróneas.
-Básicamente tu hermana es una líder marioneta y ambos son los rehenes del otro, por eso separarlos y no matarlos directamente.
Una sonrisa invertida se dibujó en el rostro de Johann a la vez que su voz se quebraba mientras hablaba.
-Ella ni siquiera sabe la verdadera razón por la que me fui de la casa principal, hace años que no la veo y como dices me había resignado a esperar que cumpliera la mayoría de edad, pero hace unos cuantos meses recibí la información de una muy fiable fuente que planean matarla como lo hicieron con nuestros padres y quedarse con el poder.
-Supongo que pretendías que te ayudara de alguna forma sim embargo lamento decepcionarte, pero en mi condición actual no sería capaz de siquiera llevar una pelea con un simple escudero de la orden, por lo que sí es eso lo que buscabas no podre ayudarte.
Inclinando la cabeza con una clara cara de confusión Johann esbozo una jocosa sonrisa en su cara dejando atrás su melancólica apariencia y tras una pequeña risita le dijo.
-Ibas tan bien, en toda nuestra conversación no te habías equivocado ni una sola vez, pero supongo que nadie es perfecto, la razón por la que quiero que me ayudes no es tu fuerza, me quedo bastante claro antes que eres bastante débil, tu verdadero valor está en tu condición de prófugo buscado por la Orden del temple, para mi eres un peón al cual puedo sacrificar.
La ira inundo a Abadón dando un fuerte golpe en la pequeña mesa que tenía frente a él con su puño cerrado.
– ¡CREES QUE VOY AGUANTAR TAL ISOLENCIA, AUNQUE NO ESTE MIS MEJORES CONDICIONES TODAVIA TENGO AlGUNOS TRUCOS BAJO LA MANGA!
-Y es por eso que te detuve en la pelea que tuviste con Hagen antes, no me mal entiendas, también me considero a mí mismo un mero peón de sacrificio y eso no significa que el juego termina cuando seamos capturados, sino que todo habrá salido como estaba planeando y créeme cuando te digo que si todo sale como lo tengo pensado podrás obtener una gran ventaja de todo esto.
Viendo que su reacción no fue la apropiada dejándose llevar por un momento Abadón volvió en si calmándose lo suficiente para continuar con la charla.
– ¿De qué ventaja exactamente me estás hablando?
-Te estoy hablando no solo de voltear el juego a tu favor capturando y poniendo de tu lado del campo dos excelentes piezas como lo son Hagen y el monstruo que se encarga de cuidar a mi hermana, sino que también te doy mi palabra de ayudarte en lo que sea que sea que estés buscando, es un buen trato no te parece.
Antes de que Abadón pudiera responder a la propuesta de Johann, Hagen entro de imprevisto a la habitación con una bandeja en la mano en la cual traía una tetera y dos tazas. Tras dejar la bandeja en la meza y servir tanto él te de Johann como el café de Abadón quien no sabía si tomarlo realmente, Hagen se paró a las espaldas de Johann y se quedó en silencio.
-Aunque me sacas de quicio, preparas el mejor te qué he probado Hagen, al menos mejor que el de tu hija.
Abadón sin saber que hacer o decir en ese escenario solo atino a coger la taza de café que le habían servido para a posterior comenzar a beber de está pensando que lo mejor sería dejarle a Johann el manejo de la situación ya que seguramente sabría mejor como tratar con Hagen.
-Como te decía antes de que Hagen nos interrumpiera, de momento te ofreceré una habitación para ti y tu hija, mientras decido que hacer con ustedes, de momento tengo más cosas que hacer por lo que te dejo con Hagen, un gusto conocerte Albert.
Tras tomarse su café rápidamente Abadón se despidió de Johann, para posteriormente salir de la habitación junto a Hagen quien lo guio por el castillo hasta que llegaron a una habitación bastante más pequeña que la de Johann pero que de todas formas estaba bien amueblada con dos camas individuales, un televisor y un par de armarios.
-Puede acomodarse libremente, le informare a Charlotte que traiga a la señorita Revecca cuando allá terminado con el recorrido, también le avisare cuando la cena esté lista y si usted o la señorita Revecca tienen alguna preferencia o alguna comida que no puedan consumir por favor hacédmelo saber con tiempo.
Sin darle tiempo siquiera a responder Hagen abandono la habitación dejando solo a Abadón que en el instante que Hagen cerró la puerta sintió como si se desvaneciera dejándose caer sobre una de las camas.
-¡HAAAAAAAAAAAAAAAAA!, nos metí directo a la boca del lobo y ahora solo nos queda esperar no salir tan trasquilados y tu Albert que pensabas al perder el control de esa manera si Johann no paraba a Hagen seguramente no la contábamos.
– “No me arrepiento de nada, tú mismo lo dijiste, la vida de Revecca es más importante que cualquier otra cosa”
-Se lo que dije, aun así, no deberías haber caído en sus provocaciones tan fácilmente, para la próxima quiero que te controles ¡entendido!
– “Si, si, lo que digas, me controlare lo prometo, dejando las pequeñeces de lado, ¿Qué es lo que haremos ahora?, por lo que vi tanto pelear como escapar no son una opción”
-Les seguiremos el juego buscando alguna situación de la cual podamos sacar provecho o quizás ver a donde Johann quiere llegar con esto y como el mismo dijo talvez hasta nos convenga aliarnos con él.
– “Entonces solo queda esperar a que la situación avance, supongo que podría ser peor”.
-Si lo que dijo Johann era cierto tuvimos suerte de tener información desactualizada.
– “Supongo que tienes razón… oye Abadón cuando me devolverás el control de mi cuerpo es la primera vez que lo haces por tanto tiempo y se siente bastante extraño”.
-Veo que te sientes de la misma manera, aunque para mí es al revés, pero creo que con el tiempo podría acostumbrarme a esta sensación.
Tras la mala broma de Abadón unos segundos de silencio pasaron y a simple vista todo seguía igual pero el cambio ya se había hecho y de un salto Albert se paró de la cama y comenzó a estirarse.
– ¡HAAA! Se siente tan bien volver a tener el control de mi cuerpo y poder moverme libremente.
– “Estoy agotado por lo que descansare por un par de horas, no hagas nada estúpido mientras no te preste atención”
-Que poca confianza, de todos modos, no tenía pensado salir de la habitación, de hecho, quería poder ver las noticias y aunque no sea probable quiero ver si me hacen mención en ellas.
Sin recibir respuesta de Abadón, Albert tomo el control remoto de la televisión que estaba en la habitación y se dispuso a encontrar un canal que estuviera transmitiendo noticias y tras un rato buscando encontró uno. Sentado al borde de la cama varios minutos pasaron mientras Albert veía las noticias y en ellas nada relevante o que le llamara la atención había pasado hasta que en la sección de noticias internacionales se hiso mención a una serie de asesinatos cometidos en un lapso de unos cuantos días en Inglaterra siendo el principal sospechosos Albert Lake vinculado a las escenas del crimen por huellas digitales y algunos rastros de ADN pero que había desaparecido sin dejar rastros por lo que era intensamente buscado.
-Era de esperarse.
Dijo Albert para sí mismo para luego estirarse en una de las camas en donde se quedó dormido con el televisor prendido.
El resto del día paso sin mayores inconvenientes a excepción de un gran escándalo armado por Johann después de haber terminado de comer la cena producido ya que él quería como postre su helado favorito, pero al parecer estos ya se había acabado, pero tanto Hagen como Charlotte no les tomaron importancia a los alegatos de Johann que tras un rato de discutir solo se levantó de su asiento y se marchó sin decirle nada a nadie.
Albert y Revecca tras terminar su comida también dejaron la mesa y volvieron juntos a la habitación que les habían facilitado y debido a que no se habían visto durante toda la tarde Revecca estaba más apegada a Albert que de costumbre mientras le relataba jocosamente como había sido ella junto a Charlotte la que se habían comido los helados por los que tanto alegaba Johann durante la cena y tras escuchar sus burlas Albert le pregunto.
-Parece que te divertiste bastante por el recorrido del castillo, ¿Viste algo interesante?
-Charlotte me mostro muchas cosas.
Dijo Revecca mientras se rascaba la cabeza tratando de recordar lo que había visto.
-Al primer lugar que me llevo fue al invernadero y estaba lleno de flores, plantas y árboles por todos lados, algunos eran bastante extraños y en el centro de todo había un inmenso árbol con raíces como telarañas y ramas como serpientes que tenían espinas por todas partes daba bastante miedo, pero Charlotte me dijo que mientras no me acercara mucho todo estaría bien ya que lo alimentaban a diario.
La última parte de lo contado por Revecca causo un escalofrío en Albert quien de solo imaginarse el árbol que la pequeña describió le causaba un miedo a las criaturas y cosas que podría haber en el castillo.
-Además del invernadero que otras cosas viste.
Dijo Albert tratando de cambiar el tema.
-Un laboratorio de científico maligno o eso me dijo Charlotte, tienen una biblioteca gigantesca repleta de libros, también había una habitación llena de muñecos, en una de las torres hay un telescopio, pero como es de día casi no se podía ver nada además de algunas estatuas y armaduras de caballero que estaban por todas partes.
-Solo eso vieron, creí que serían más cosas después de todo estuvieron toda la tarde dando vueltas.
-Lo demás eran solo habitaciones normales, también no alcanzamos a ver todo el castillo, además había lugares a los que Charlotte no me dejo entrar como el sótano.
Mientras conversaban Albert junto a Revecca ya habían entrado en la habitación y se preparaban para dormir cuando este escucho que tocaron a su puerta y al abrirla era Charlotte que le pido pasar para preguntar sobre lo que Albert había hablado con Johann durante la tarde.
-Lo siento si estoy siendo brusca pero el tiempo apremia y mi padre se dará cuenta si me demoro demasiado en esto, por lo que seré directa, ya tomo su decisión.
-Decisión, acaso tengo alguna otra opción que no sea aliarme con Johann.
-Eso es un si entonces.
-Puedes tomarlo así si lo quieres… mmmm…no creo que hallas venido solo para eso, que más te enviaron a hacer.
-Johann solo me pidió que confirmara tu respuesta, pero sim embargo yo quería decirte personalmente que él también está arriesgando la cabeza en esto y al igual que tu él solo quiere proteger a alguien que quiere mucho.
La extraña actitud la muchacha confundió un poco a Albert quien no entendía como alguien como ella se encontraba en ese lugar.
-Solo dile que no importan sus intenciones mientras no le pase nada a Revecca seguiré de momento todas sus órdenes, es lo que pido para cooperar con ustedes.
-Dalo por hecho, me encargare personalmente de que nada malo le pase.
Sin decir más Charlotte se disponía a marcharse cuando se giró y le dijo a Albert.
-Antes de que se me olvide, como Johann está siendo vigilado continuamente por mi padre, yo transmitiré la información entre ustedes, mañana pasare a despertarlos y te diré más del plan de Johann, por ahora descansa… Tú también Revecca que duermas bien.
Tras despedirse Charlotte desapareció rápidamente por los oscuros pasillos del castillo. Albert ya sin preocupaciones de que algo le pasara a Revecca se relajó le deseo las buenas noches a Revecca dándole un beso un su frente y se acostó.
– “Confías demasiado en los demás sabes”
-Acaso tengo otra opción.
Parte 3
La noche había paso rápido y las primeras luces de la mañana se colaban por las orillas de las ventanas cuando un fuerte golpe hiso saltar de la cama a Albert quien se dispuso a ver quién era el que tocaba con tal energía tan temprano en la mañana y como esperaba no era más que Charlotte quien venía a contarle el plan de Johann como lo había dicho la noche anterior.
– ¿Por qué armas tanto escandalo?, hay mejores maneras de despertar a la gente sabias.
Moviendo la cabeza como si no entendiera a lo que Albert se refería Charlotte le respondió en tono confundido.
-A que te refieres… o ya veo, quizás fui muy brusca… lo siento, pero es la costumbre.
-Además tengo el sueño bastante ligero no sabes el sobresalto que me di.
-Estas exagerando no fue para tanto, mira Revecca sigue durmiendo plácidamente.
Tras mirar a Revecca que seguía durmiendo aun después de los fuertes golpes dados por Charlotte a la puerta Albert dijo.
-Ella no cuenta, tiene el sueño extremadamente pesado y cuesta demasiado poder despertarla.
-Bueno, ya que más da.
Entrando sin haber pedido permiso alguno Charlotte cerró la puerta, se sentó a los pies de la cama de Revecca y le pregunto a Albert.
– ¿Qué tanto te conto Johann el día de ayer?
-Solo un par de cosas, una de ellas era que querían asesinar a su hermana, que quería que lo ayudara y que podría beneficiarme de ello.
-Solo te explico lo básico por lo que veo.
Tras un largo silencio en el que pareciera que Charlotte pensaba en como contarle a Albert de mejor manera el plan de Johann esta se estiro un poco y comenzó con su explicación.
-Mmmmmmmmm… No sé si te lo habrá mencionado pero Johann es por así decirlo el único médico de la familia Dippel y como tal tiene la tarea de encargarse de los cuerpo que los demás miembros de la familia utilizan pero además de esto se le encargo la producción de un nuevo modelo de muñeco con mejoras que le permitirían mejorar el rendimientos de estos durante combate o misiones de infiltración por lo que ayer durante la noche envió un correo a la casa principal diciendo que los primeros prototipos estaban listos para que ellos vinieran a verlos.
– ¿Cuándo vendrán a ver esas cosas?
-Llegaran en tres días más sin contar este, por lo que ese el tiempo para prepararnos.
Acercándose a Charlotte y parándose frente a ella Albert apoyo su espalda contra la pared y le dijo en tono serio.
– ¿Prepararnos?, todavía no me dicen nada acerca de ese plan suyo.
Charlotte hiso una cara de preocupación y miro de reojo a la dormida Revecca que todavía estaba tendida como un tronco sobre la cama.
-Veras, el plan todavía está en desarrollo por lo que aún no conozco todos los detalles, lo más relevante seria que Johann piensa usarte como carnada para atraer a la orden del temple y que sirvan de distracción para Hagen y mi hermano además Johann menciono que iba a requerir sangre tanto tuya como de Revecca.
-Pensé que había dejado claro que a Revecca no le harían nada.
-Le dije a Johann que probablemente reaccionarias de este modo, pero insistió en que era sumamente importante tomar aunque sea una muestra de su sangre.
Sin estar muy convencido y mostrando claramente su desacuerdo en su rostro Albert respondió con un poco de enojo en su voz.
-Como te dije no quiero que involucren a Revecca en esto, pero si es solo una pequeña muestra de sangre creo que no habría problemas mientras ella no se niegue claro está.
Dando un suspiro de alivio Charlotte un poco más tranquila, aunque todavía un poco nerviosa respondió rápidamente.
-No te preocupes solo será un pinchazo te prometo que ni siquiera lo sentirá.
-Eso espero.
Tras despertar a Revecca los tres se dirigieron hacia el comedor para tomar un desayuno rápido junto a Johann quien tenía una cara desastrosa, como si no hubiera dormido ni un minuto durante la pasada noche, sus ojeras eran más grande que el día anterior y tenía el pelo aún más desordenado.
-Hombre pareces un zombi, acaso no dormiste anoche.
Dijo Albert quien pensaba que Johann se había quedado despierto toda la noche pensando en el plan que le había mencionado Charlotte y esto hiso que la horrible primera impresión que Albert había tenido del cambiara completamente.
-Te refieres a estos.
Johann se apuntó a los ojos, más precisamente a las grandes ojeras que tenía y después de un largo bostezo dijo.
-Me quede jugando un juego nuevo que me compre y se me paso la hora.
La buena impresión que había generado en Albert se derrumbó en un instante tras ver la adormecida cara y palabras de Johann.
-Johann te dije que no te desvelaras la noche pasada y aun así lo hiciste, deberías ser más responsable tomando en cuenta que hoy sería un día en extremo atareado.
Le recrimino Charlotte a Johann mientras este se centava despreocupadamente en su lugar con la intención de desayunar.
-Acaso eres mi mama, no me molestes, estoy perfectamente bien, además dormir este sobre valorado, solo necesito una taza de café yyyy…
Sin poder resistirse más a la fatiga y el sueño Johann cayo rendido sobre la mesa mientras balbuceaba sin sentidos dejando a todos en silencio por sus tonterías tan temprano en la mañana.
Hagen y Charlotte no parecían preocupados por la actitud matutina de Johann por lo que Albert supuso que esto era algo normal dentro del castillo por lo que también decidió no prestarle más atención de la requerida a Johann.
Luego que Johann despertara, se tomara una gran taza de café y se lavara el rostro este junto con Charlotte y Hagen quien los seguía sin decir palabra alguna, llevaron a Albert y Revecca hacia la planta superior en la cual se encontraba el laboratorio en donde les tomarían las muestras de sangre y al parecer este era el mismo que Revecca había visitado junto Charlotte el día pasado, en la entrada del mismo un gran letreo que decía “Laboratorio Maligno” en letras negras sobre un fondo blanco. Albert estaba totalmente desconcertado por la errática e infantil personalidad de Johann que podía pasar de ser alguien frio y calculador a un total payaso en un instante por lo que cada vez la duda de aliarse con el crecía en su mente.
Tras acomodarse dentro de las instalaciones Johann trajo sus implementos para realizar la extracción de sangre y ya que solo necesitaba una pequeña muestra de esta con un par de jeringas algo de desinfectante y unas bandas elásticas bastaban. El primero al que le tomarían la muestra de sangre era Albert ya que este ya sabía a qué habían ido al laboratorio y ya había accedido al procedimiento por lo que Johann puso una de las bandas elásticas en el brazo de Albert para luego desinfectar la zona en la que insertaría la aguja.
-Antes de continúes, ¿Estás seguro de lo que haces?
-Te entro el pánico Albert, me lo esperaría de Revecca pero no de un adulto.
Los claros signos de falta de sueño sumado a la burlesca cara que tenía Johann en esos momentos solo hacían enfurecer a Albert.
-Solo responde a mi pregunta.
-Te estas preocupando de más, se perfectamente lo que hago, lo hecho cientos de veces.
Tomando desprevenido a Albert, Johann inserto la aguja en su brazo y rápidamente tomo la muestra que quería para luego poner un vendaje en la zona donde había tomado la muestra para parar el sangrado.
-Vez, no fue tan terrible, ahora te toca a ti Revecca.
-Espera un segundo, le dije a Charlotte que la muestra de sangre solo la podrían tomar si Revecca accedía primero.
Dejando los implementos de lado Johann se acercó a Revecca y le dijo.
-Dime Revecca me dejarías tomarte una muestra de sangre, será solo un segundo y te prometo que no te dolerá.
-No quiero, duele cuando te pinchan con la aguja.
Viendo la negativa de la niña Johann cruzo sus brazos y comenzó a pensar en voz alta.
-mmmmm… entiendo cómo te sientes a mí tampoco me gustan las agujas, pero no habría forma de que me dejaras hacerlo, un premio quizás, solo dime lo que quieras y te lo daré.
Los ojos de Revecca brillaron ante la posibilidad de obtener una recompensa por dejar a Johann tomar una muestra de su sangre y sin pensarlo dio un gran si con la cabeza sin decir palabra alguna mientras babeaba. El procedimiento fue igual que con Albert, así como solo duro unos segundos y tras haber tomado la muestra Johann se acercó a un frasco que tenía uno de los estantes saco una paleta y mientras se la entregaba a Revecca este dijo.
-Estas las tengo para cuando me tomo un descanso del trabajo, mi padre siempre decía que cuando me sintiera mal lo mejor era comer algo que me guste para despejar la mente y como tú te comportaste perfectamente te doy una para que olvides el dolor.
Con una sonrisa Revecca levanto su mano para aceptar la paleta de Johann, pero justo antes de tomarla y como si se percatara de algo retiro su mano.
-La paleta no sirve como premio por dejarte pincharme con esa aguja, yo quiero otra cosa.
Johann solo pudo esbozar una sonrisa mientras trataba de contener su risa por las palabras de Revecca, pero de todas maneras este le ofreció la paleta mientras se rascaba la cabeza.
-JAJA, me descubriste rápido, considera la paleta un premio por darte cuenta de mi treta, después te recompensare como es debido por esta valiosa muestra.
Luego de darle la paleta a Revecca Johann volvió a la mesa de laboratorio donde tenía las muestras para tomar estas y traspasarlas a tubos de muestras para luego etiquetarlas por nombre y fecha. Mientras Johann etiquetaba las muestras Albert le hiso una pregunta que lo aquejaba desde la mañana, pero al no encontrar el espacio para hacerla se la había callado.
-Quizás debí preguntar antes, pero. ¿Para qué son las muestras de sangre?,¿Piensas hacer alguna clase de experimentos quizás?
-Qué bueno que preguntas, es tal como dices, es para un pequeño experimento que tengo en mente hace bastante tiempo y no había podido realizarlo por falta de muestras.
– ¿Falta de muestras?, no serían suficientes con las de Hagen, Charlotte y en última instancia las tuyas.
-Lamentablemente tanto mi sangre, como la de Hagen y Charlotte no sirven para lo que pretendo hacer y gracias a su generosa donación ya cuento con tres muestras con las que trabajar.
-Entiendo, pero todavía no respondes completamente mi pregunta.
-Mmmmmm, es algo difícil de explicar quizás mejor te doy una demostración, Charlotte podrías traer las muestras del sujeto N°1 por favor.
-Estas seguro de lo que vas a hacer, la última vez causaste un desastre bastante grande.
Charlotte estaba claramente preocupada por las intenciones de Johann y este percatándose de esto trato de convencerla de que tenía todo bajo control.
-Esa vez no cuenta, era la primera vez que hacía algo parecido y no estaba preparado pero esta vez hice todos los cálculos pertinentes para no causar un desastre, ya lo veraz.
-Si tú lo dices, está bien pero que quede claro que si llega pasar algo tu tendrás que limpiar solo todo el laboratorio.
Charlotte con un poco de duda se dirigió a unos pequeños frigoríficos y de ellos saco un soporte con 10 tubos de vidrios bastantes pequeños que en su interior parecían contener una cantidad mínima de sangre no más de una simple gota se podría apreciar en ellos. Tras entregárselos a Johann este tomo uno de los tubos de vidrios y como si dudara de sus propias palabras dijo.
-Charlotte podrías traer el extintor por favor.
-No que estabas muy seguro de lo que ibas a hacer.
-Solo hazlo, es mejor prevenir que lamentar.
Charlotte tras un suspiro se resignó y trajo el extintor que Johann le había pedido parándose a su lado.
-Antes de empezar me gustaría hacerte una pregunta Albert, ¿Qué tanto sabes del vínculo que hay entre la sangre y alma?
Tratando de hacer memoria Albert busco en sus recuerdos la vez que Abadón le había explicado cómo era el funcionamiento de lo que le habían preguntado, pero por más que trataba de ponerlo en palabras simplemente sentía que no podía expresarlo de manera apropiada.
– “Te veo en problemas, quizás sea mejor que cambies lugar conmigo de momento, si no le respondes tomare eso como un sí”
Tras unos segundos de silencio Abadón tomo la posesión del cuerpo de Albert y como siempre a simple vista era como si nada hubiera pasado pero una persona se dio cuenta del cambio dando un discreto golpe con su codo a la persona que tenía a su lado por lo que nadie más que el que recibió el codazo se dio cuenta.
-Albert vas a responder, si no sabes no hay problema puedo explicártelo.
-Claro que lo sé, solo estaba buscando las palabras indicadas para explicarme de la mejor manera.
-Si es así entonces responde.
-El cuerpo está compuesto por una parte física y la parte espiritual en este caso el alma y la sangre no es más que el vínculo existe entre ellas.
-Exacto, es por eso que la sangre de las personas contiene una pequeña cantidad de lo que nosotros conocemos como alma, esta pequeña cantidad de “alma” en la sangre puede variar dependiendo del grado de control que tenga el individuo sobre ella, pero esa es la parte aburrida, lo realmente entretenido ocurre cuando ya has dominado esa parte.
En ese momento Johann tomo la muestra de sangre que tenía en la mano y la lanzo fuertemente contra el mesón enfrente de él rompiendo el tubo de vidrio dejando escapar la pequeña gota de sangre y de un instante para otro el trozo de mesón en el cual la sangre había salpicado comenzó a arder con un fuego de centro blanco y con un fino borde de color turquesa tan extremadamente intenso que en un par de segundos derritió el metal del que estaba hecho el mesón, el intenso calor era insoportable para todos alejándose en el acto de la pequeña pero potente llama para que rápidamente Charlotte sofocara esta con el extintor que tenía en sus manos.
Tras la demostración de Johann el sudor corría por la frente de Abadón, pero este no era producido por el intenso calor que había soportado, el problema era esa pequeña gota de sangre que libero una absurda cantidad de energía.
-Sorprendido, sabes este mesón está fabricado de una aleación de acero inoxidable y su punto de fusión es alrededor de unos 1350°C y según las mediciones que he logrado hacer la temperatura que alcanza esa pequeña gota de sangre al encenderse en contacto con el aire es casi el doble de esa temperatura.
Abadón estaba conmocionado ante lo que había presenciado, muchas cosas en su cabeza no cuadraban al tratar de dar una explicación, por lo que solo atino a preguntar lo primero que se le ocurrió.
-Como es posible siquiera que la gota ardiera, no es posible a menos que la persona a la que le pertenecía así lo quisiera.
-En efecto, cuando alguien ya ha despertado su espíritu y logrado dominar la cantidad que circula junto con la sangre, puede ser usado para aumentar los atributos físicos en primera instancia y en el caso que el individuo al igual que yo fuera descendiente de un nephilim este a través de su sangre podría hacer uso de habilidades sobrenaturales como lo es la necromancia en mi caso.
-Que yo recuerde no existió ningún nephilim con esas características de producir un fuego tan intenso.
-Estas bastante bien informado, es como dices no ha existido ningún nephilim con el poder de crear esas llamas y aunque así fuera después de tantas generaciones, aunque allá nacido con la habilidad esta no debería ser tan potente e inestable por lo que solo queda la posibilidad de un espíritu.
-Eso es aún menos probable, los espíritus son recelosos en prestar sus poderes a los humanos y menos uno con tal poder.
-Cerca, pero alejado a la vez, al que pertenece esta sangre es algo más raro que un nephilim, es una mescla que pocas veces se había dado y menos aún con un espíritu tan poderoso.
-No me … estarás diciendo que es … una mezcla de humano y espíritu.
-Y uno bastante antiguo al parecer, aunque todavía no descubro que espíritu es, aunque tengo un par de posibles candidatos y aunque su sangre sirve para el experimento que pretendía realizar es demasiado peligrosa por lo que ahora si podré avanzar como es debido.
-Todavía no mencionas que clase de expe…
Johann interrumpió bruscamente a Abadón antes de que pudiera terminar de hablar apuntando al reloj y diciendo bulliciosamente.
-HAAAAAA, pero mira la hora que es, si sigo absorto en la conversación no podré avanzar nunca con mi investigación por lo que lo siento Albert fue grato conversar con alguien que entiende de que hablo para variar, adiós también para ti Revecca y no te preocupes no me he olvidado que te debo un premio.
-Yo los llevare devuelta a su habitación.
Dijo Charlotte, pero su padre Hagen respondió perspicazmente.
-No crees que ellos son capaces de llegar a su habitación por su cuenta.
-Estoy segura de que es así, pero, aunque sean invitados en este castillo hay zonas en las que está prohibido su acceso por lo que para evitar desviaciones es que los acompaño.
-Supongo que tienes razón Charlotte, puedes proseguir.
Luego de que Abadón y Revecca se despidieran tanto de Johann como de Hagen Charlotte los acompaño a su habitación y cuando estuvieron en ella Charlotte entro nuevamente sin solicitar ninguna clase de permiso para luego sentarse en el borde de una de las camas.
– ¿Qué es lo que quieres ahora?, no deberías ayudar a Johann con su experimento.
Dijo Abadón refiriéndose a la función que cumplía Charlotte tratando de deshacerse de ella rápido.
-Ya habrá tiempo para eso después, supongo que notaste las verdaderas intenciones de Johann con su pequeña presentación.
-Alardear supongo.
-No tengo tiempo para juegos y ya lo sabes.
-Supongo que la sangre si la necesitaba y la demostración fue una forma de mostrar el poder que la familia Dippel posee.
-Y que te pareció entonces, en la mañana todavía no parecías muy convencido de aliarte con nosotros, aunque en ese momento era el otro, pero dejando eso de lado dime ¿te convenció?
-Claro que lo logro, aunque solo me queda una duda rondando mi cabeza, que tan estable mentalmente es tu hermano.
-No deberías preocuparte por eso, mientras no lo sometas situaciones extremas todo estará bien.
-Ya veo, aunque creo que sería un error llamarlos hermanos no es así.
Abadón hiso la pregunta con la intención de provocar a Charlotte para ver si en ese estado lograba sacarla alguna información importante pero la reacción de ella fue todo lo contrario respondiendo con calma sin siquiera inmutarse por sus palabras.
-Lo correcto sería llamarlo hermanastro, después de todo ambos somos adoptados.
Tras esas palabras Charlotte se paró de la cama en la que estaba sentada se despidió amablemente de Revecca para después hacerlo con Abadón.
-Bueno esa era todo, si algo más surge se lo hare saber cuando venga a buscarlos para cenar, me despido.
La salida de Charlotte fue rápida y en dirección al laboratorio ya que probablemente tenía que ayudar a Johann con su experimento. Estando ya solos en la habitación Abadón le devolvió el control del cuerpo a Albert quien de inmediato se acercó a Revecca y le pregunto.
-Se me había olvidado con la conmoción de antes, pero ¿estás bien?, no te duele el brazo o talvez te quemaste por accidente en el laboratorio.
-Estoy bien, aunque si me duele un poco el brazo.
Revecca puso ojitos de perrito triste, lo que causo que Albert la abrazara lo que era justamente lo que ella buscaba.
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