Cenizas del Alma - 11
Parte 1
Otra noche paso y todos los que estaban en el castillo se encontraban en la puerta que daba acceso al sótano esperando, excepto Johann quien a pesar de haber fijado la hora el mismo se estaba tomando su tiempo para aparecer.
tras media hora después de la hora establecida Johann apareció caminando tranquilamente usando a diferencia del día anterior, una bata de laboratorio dejando de lado la ropa elegante por algo que le acomodara mejor.
-Amo Siegfried, no considera su atuendo inapropiado para la situación en la que nos encontramos.
Reclamo Hagen al despreocupado joven a penas entro en su campo de visión.
-Solo acepté ponerme el traje ayer por como dices la “situación”, pero a diferencia de ayer que fueron solo formalidades, hoy entraremos en el laboratorio por lo que me vestí de acuerdo al contexto.
Dijo Johann parado firmemente frente a Hagen quien lo miraba un poco enojado, pero antes de que este pudiera responderle alguien más hablo.
-Hagen no me molesta el vestuario de Siegfried y por tanto a ti tampoco debería molestarte.
-Si señorita.
Erika resolvió el problema rápidamente haciendo uso de su autoridad, pero a diferencia de Hagen que se fijaba en cosas intrascendentes a su parecer, ella noto algo mucho más importante.
-Siegfried, ¿Por qué están aquí Abadón y la niña?, no creo que sea sensato mostrarles esto a unos desconocidos.
Erika miro con firmes ojos a Johann exigiendo una explicación por lo que con algo de temor en su rostro este le respondió.
-Bastante observadora, se nota que eres mi hermanita… Tienes toda la razón sin embargo no podemos dejarlos andar a sus anchas por el castillo debido a esa misma razón, lo mejor es que nos acompañen en esta ocasión.
-Solo déjalos al cargo de alguno de nuestros sirvientes.
Dijo Niels mirando a Erika quien parecía estar sopesando la situación.
-Pero tío Niels, estas dispuesto a dejar a tu propio sirviente a cuidarlos, porque sinceramente yo no, digo, hay un traidor dentro de la familia y podría estar esperando la oportunidad de actuar, sin mencionar que ellos son potenciales clientes, puedes verlo como una forma de mostrarles lo que tenemos para ofrecerles.
Replico Johann mirando maliciosamente a su tío.
-Pero todavía queda Hagen a disposición, él no tiene un señor al que servir.
Niels miro a Hagen buscando una positiva a su propuesta, pero la réplica que llego fue todo lo contrario a lo que esperaba.
-Lo siento, pero considerando las circunstancias, mi mayor preocupación es proteger a nuestra señora, si me lo preguntan preferiría tener que dejarlos vagar por el castillo a tener que dejar a la señorita Erika dentro del laboratorio junto a un traidor.
La opinión de Hagen fue categórica, dejando sin opciones a los que se oponían a que aquellos dos entraran en el laboratorio.
-Supongo que no queda de otra, permitiré que entren con nosotros.
-Pero señorita Erika…
– ¿Acaso tienes algo que objetar Niels?
Niels ante la interrupción de Erika se quedó congelado y en silencio.
-Te hice una pregunta Niels, no me hagas hacerlo de nuevo.
La autoritaria voz de Erika resonó por los amplios pasillos del castillo infundiendo temor en Niels quien apresurado respondió a regañadientes.
-No señora, fue solo un lapsus de idiotez de mi parte.
Niels se notaba visiblemente asustado, aun así su mirada no se dirigía a ella, si no a Edward quien se encontraba parado a su espalda y que lo miraba con unos grandes ojos abiertos que parecían decir que cualquier desacato seria duramente castigado.
-Entonces si nadie más tiene algo que decir prosigamos con lo que vinimos a hacer.
Todos quedaron helados ante el repentino cambio de actitud de Erika quien paso de fría y con voz despiada a estar tranquila y apacible de un momento a otro.
Tras las imponentes palabras de Erika su hermano Johann saco una llave de entre sus ropas y abrió rápidamente la puerta que daba al sótano que para la sorpresa de la mayoría de los que estaban presentes estaba completamente remodelado.
-Señorita Erika con todo respeto, pero no puede dejar pasar …
Erika solo le dio una punzante mirada al anciano Volker que parecía un poco consternado ante la situación sin embargo se cayó de inmediato ante la inmensa presión que sintió.
-Pasen, pasen, no se preocupen por los cuerpos que se almacenaban aquí, después de la remodelación me asegure de guardarlos como es debido.
Todos pasaron al laboratorio de Johann el cual no se diferenciaba mucho de una sala de autopsias, tenía un total de tres camillas de acero inoxidable, atrás de las camillas se encontraban variados estantes con utensilios dentro de ellos, además de un par de lavamanos, también cerca de las camillas se encontraban diferentes utensilios utilizados en el embalsamiento de cuerpos.
-Esta es la sala en la que preparo los cuerpos, en este momento no estoy trabajando en nada por lo que prosigamos a la siguiente habitación.
Johann siguió sin detenerse mientras hablaba dirigiéndose hacia una gran puerta al fondo de la habitación, todos lo siguieron y al abrir la puerta un inmenso frio se pudo sentir saliendo desde el interior.
-Lo siento, lo siento, se me olvido mencionar que se pusieran algo más de ropa ya que vamos a entrar al frigorífico en donde guardamos los cuerpos… mi error.
Sin parecer ni un poco arrepentido Johann entro como si nada al frigorífico, probablemente ya estuviera acostumbrado a las bajas temperaturas que había en su interior al igual que Charlotte que lo siguió sin pensarlo seguida está muy por detrás por los demás presentes.
Tras cerrar la puerta del frigorífico Johann se acercó a la pared izquierda que al igual que la derecha estaba cubierta de abajo hasta arriba con contenedores de cadáveres buscando uno en específico.
-Empezamos por lo básico, lavamos el cuerpo con germicidas, limpiamos las cavidades y sellamos la garganta para evitar posibles contaminaciones, para luego extraerle toda la sangre, viseras y órganos del cuerpo, todo procedimiento normal en este tipo de casos.
Mientras hablaba, Johann pudo encontrar el contenedor que estaba buscando el cual estaba marcado como prototipo P1.
-Cuando el cuerpo está listo, se le inyecta el líquido de embalsamado, una de mezcla de formol, agua y varios productos químicos más, además de conservantes, fijadores, germicidas y colorantes similares al color de la sangre, que en este caso es de la autoría de mi sirvienta Charlotte que asegura la máxima capacidad de conservación.
En ese momento Johann abrió el contenedor que tenía al lado sacando al cadáver que estaba dentro y tapado con una manta blanca sobre una camilla de acero inoxidable.
-Como pueden ver a simple vista, luego de la tanatoestética el cuerpo luce casi vivo, un poco pálido, pero nada realmente alarmante.
Johann descubrió el cadáver y como este menciono lucia algo pálido, estaba vestido con ropas comunes, tenía una pequeña mancha de sangre en la frente y a simple vista parecía una persona durmiendo.
-Hasta este punto es simplemente lo que siempre hemos hecho con los cadáveres para tratar de preservarlos, pero como saben se le tenían que hacer constantes mantenciones al cuerpo para evitar su rápido deterioro y como prometí me encargué de eso, aunque costo bastante.
El cuerpo que esta acostado de repente se sentó por sí mismo para luego pararse.
-Al cuerpo se le hicieron dos grandes mejoras que arreglan en gran medida el problema que es la descomposición, una bomba de inyección y un sistema de auto limpieza si se puede llamar así. La bomba sirve para mover el líquido anteriormente inyectado en las venas y arterias por el cuerpo a la vez que lo enfría, además una segunda bomba una poco más pequeña libera pequeñas cantidades de líquido germicida inoloro en puntos específicos del cuerpo como si de sudor se tratase para mantener el exterior del cuerpo en buen estado.
Todos parecían sorprendidos por la explicación de Johann a excepción de Revecca y Johann que no tenían idead de que estaba hablando por obvias razones.
-Ya veo, con esto se elimina el problema de la temperatura y la constante limpieza que requiere una marioneta de este estilo, me impresionas Johann.
Sacando pecho ante las palabras de su tío Johann sonrió alegremente para luego decir.
-Simple no lo creen, aunque me tomo bastante trabajo meter todo eso dentro del cuerpo, aunque luego de quitar los órganos sobraba el espacio en la cámara torácica.
-Si… es impresionante, pero eso no fue lo único que te pedimos no es así.
Dijo Karl a Johann tratando de bajarles los humos.
-En efecto, persona de la cual no puedo recordar el nombre, es por eso que también agregue un par de cosas más, Charlotte ya sabes que hacer.
Tras las palabras de Johann su sirvienta Charlotte se dirigió directamente a un escritorio que estaba en el fondo de la habitación y encendió el computador que yacía en él, al mismo tiempo que Johann parecía hacerle algo al cuerpo en su espalda.
-Podrían todos acercarse a la pantalla por favor.
Fue lo que les pidió amablemente Charlotte a todos en la habitación y haciéndole caso todos se acercaron a excepción de Johann que permaneció frente al cuerpo parado.
-Díganme que es lo que pueden ver en esa pantalla.
-A ti parado como un sonso.
Respondió Erika de forma agresiva y malhumorada.
-Exacto, además de las otras mejoras le saque los ojos y el cerebro para cambiarlos por cámaras, micrófonos y un sistema que envía la señal a un computador para poder ver y escuchar todo desde la perspectiva del muñeco, con esto un titiritero con experiencia como Hagen debería ser capaz de controlarlo a una gran distancia.
-Eso está bien, sin embargo, ¿Que paso con las armas que pedimos que agregaras?
Dijo Niels acercándose al cuerpo que yacía parado al lado de Johann para examinarlo.
-A simple vista no pareciera tener ninguna.
-Eso es porque este es la base que utilice para crear los siguientes tres prototipos.
Con esas palabras el cuerpo se volvió a acostar para de inmediato ser guardado nuevamente en el congelador para cadáveres por Johann quien seguido busco otro de los contenedores, abriéndolo rápidamente al encontrarlo y sacando de él un cuerpo de mujer que al igual que el anterior no parecía estar muerta.
-Este cuerpo fue sometido al mismo procedimiento que el anterior con la excepción que a este se le agregó la capacidad de inyectar diferentes clases de venenos, drogas y tranquilizantes.
Johann tomo la mano del cadáver que estaba parado a su lado y desde la punta de cada uno de sus dedos de las manos aparecieron agujas de las cuales escurrían variados líquidos.
-Como pueden ver gracias a su apariencia este modelo es perfecto para infiltración, asesinato y rapto de personas, tiene incluido micrófonos y un sistema con parlantes para poder dar la ilusión de que puede hablar, pero con esto viene la desventaja que en combate directo no se diferenciaría mucho del modelo anterior.
Johann guardo el cuerpo en su lugar para de inmediato sacar otro de uno de los contenedores cercanos, en esta oportunidad sacando el cuerpo de un hombre bastante joven que no superaba en apariencia los 20 años de edad.
-Este por otra parte está preparado solamente para combate directo, por sus muñecas salen un par de bayonetas retractiles, por la punta de sus pies un par de navajas también retractiles, si abren su boca podrán ver que tiene un pequeño lanzallamas y un dispensador de veneno en forma de gas, sus huesos están reforzados con fibra de carbono y en su interior una pequeña bomba que causaría un gran daño si se detona cerca del objetivo.
-Pero ¿Por qué…
-Ya estamos por terminar, por favor las preguntas al final.
Sin perder tiempo Johann guardo el cuerpo que tenía parado a su lado en el contenedor marcado como prototipo P3 y rápidamente se apresuró a sacar otro de uno de los contenedores cercanos, esta vez la macabra escena sorprendió a todo el mundo.
-Este modelo al igual que los anteriores está basado en el que les mostré de primero y esta…
– ¿Por qué un niño?, ese cuerpo no tiene más de 7 años.
Como Niels remarcaba el cuerpo que esta vez Johann había sacado del contenedor marcado como prototipo P4 era de un niño de no más de 7 años, vestido con unas ropas raídas y aunque parecía vivo su apariencia no era de lo mejor, parecía como si fuera un niño que viviera en la calle.
-Tienes algún problema tío, me sorprende que tengas al menos una pisca de moral.
-No me mal entiendas, solo me pregunto por qué usar un niño tan pequeño, puede que al ser pequeño sea escurridizo, pero no le veo más utilidad.
Niels parecía un poco desconcertado al igual que los demás presentes aun así Johann totalmente despreocupado se paró atrás del cuerpo del niño se agacho y tomándolo de los hombros a la par que acercaba su cara al costado del niño dijo.
– ¿Qué arias si vieras a un indefenso, andrajoso e indefenso niño?, algunos tratarían de ayudarlo, otros lo ignorarían, después de todo que puede hacer alguien tan pequeño, es hay cuando el muñeco se acerca aprovechándose de la bondad o de la despreocupación para luego ¡BOOOMM!, una gran explosión que cubre un gran perímetro gracias a que en su interior lleva varios quilos de potente c4.
Dijo Johann estirando sus brazos al aire para darle más dramatismo a la explicación.
-Básicamente un kamikaze.
-Así es, básicamente un kamikaze.
Luego de guardar el cuerpo del niño, Johann llevo a los presentes a la habitación contigua para escapar del frio que hacía hay y poder hablar más cómodamente.
-Bien, ¿Qué les pareció?, ¿Sorprendidos?.
-Es aceptable.
Dijo Erika sin mostrar su típico tono autoritario y malhumorado.
-Todo bien, pero tengo algunas dudas, como recargarías el veneno del segundo prototipo que nos mostraste.
Dijo Niels rascándose la barba
-En la boca tiene un tuvo que sirve pare rellenar los venenos, aunque solo puede llevar dos tipos en estos momentos.
Respondió Johann a su tío.
-Y qué clase de venenos serian esos, espero que no puedan ser identificados en una autopsia, ya que si no fuera ese el caso el muñeco no tendría sentido de existir.
-Mi sirvienta desarrollo dos venenos para este prototipo, ambos indetectable en autopsias, ambos producen un paro cardiaco y respiratorio, la única diferencia es el tiempo que demoran en hacer efecto.
-De cuánto tiempo hablamos, un par de minutos no sería suficiente para poder utilizarlo de distintas maneras.
Johann levanto la mano izquierda.
-El de la izquierda actúa de inmediato, un par de segundo y la victima estará en el suelo, pero el de la derecha está diseñado para que al cuerpo le cueste muyo más trabajo asimilarlo por lo que luego casi de 21 horas hace efecto completo, antes de ese tiempo solo se puede experimentar un malestar ligero.
Bajando su mano derecha Johann se acercó a su tío y en tono serio continúo hablando.
-Por si se lo preguntaban, el tercer muñeco puede expeler un veneno de la misma clase desde su boca, pero en forma de humo, aunque solo funciona una vez y tiene que ser inalado en grandes cantidades para llegar a matar a alguien, aunque en dosis pequeñas produce molestias cardiacas.
Niels sin más preguntas se quedó callado al igual que la mayoría pareciendo conformes con el desempeño de Johann, pero su hermana Erika se acercó a él y parada estoicamente le dijo.
– ¿Cuánto gastaste en esto?
Johann lo pensó por unos segundos y con una gran sonrisa le respondió a su hermana.
-Todo el presupuesto que me dieron.
– ¿Cuánto te toma terminar los muñecos?
– El kamikaze un par de semanas ya que es el más fácil, los otros dos puede tomar fácilmente un mes completarlos y que estén en perfecto estado.
La respuesta de Johann parecía no ser satisfactoria en ningún sentido para los presentes reflejándose esto en sus muecas de desapruebo.
-Eso es bastante lento en comparación a un muñeco normal, ¿Por qué deberíamos utilizar estos?, todo lo que mencionas se puede hacer de una forma más barata, rápida y simple con muñecos normales.
-Lo que dices hermanita es cierto, pero piensa en las ventajas, básicamente parecen personas vivas a diferencia de los muñecos normales que poniendo algo de atención es claro que son cadáveres, sin mencionar el olor a químicos que expelen los muñecos normales, además del hecho de que estos los puedes controlar a distancia.
Replico Johann con sólidos argumentos aun así la respuesta no fue la esperaba.
-Lo último nunca ha sido un problema para mí.
-Puede que sea como dices hermanita, pero la mayoría de los miembros de la familia nigromantes no tienen tu misma habilidad, esto mejoraría enormemente las capacidades ofensivas de la familia.
Al ver la expresión de Erika, Johann supo que la había convencido de lo que decía algo que se hiso notar más con su siguiente frase.
-Puede que tengas razón.
-Además mi sirvienta también desarrollo estos increíbles venenos que pueden ser utilizados de distintas formas, hasta sirven si son ingeridos.
Como si se tratase de un vendedor Johann no paraba de promocionar sus muñecos a su hermana de todas las formas que podía algo que termino dando resultados favorables.
-Mmmmmmmm… Siegfried me has convencido, seguiremos invirtiendo en ti para que continues dándonos grandes resultados, además quiero una orden de prueba de unos 30 de tus muñecos, te daré 6 meses para ello, no importan los fondos, si es necesario contrata más mano de obra para que todo vaya de acuerdo al plan, no aceptare replica alguna.
Ante las palabras de Erika, Johann respondió algo avergonzado.
-JAJA, veo que te diste cuenta que exagere con los tiempos, que perspicaz hermanita, no hay problema tendré los 30 muñecos en el plazo establecido y si nadie tiene nada más que decir, creo poder dar por terminado este asunto para así no quitarle más tiempo a nuestros invitados, ¿qué les parece?
Las palabras de Johann causaron algo de revuelo entre la mayoría de los presentes que claramente no esperaban empezar esa conversación tan apresuradamente.
-No quiero ser desconsiderado, pero creo que sería mejor tomarnos un descanso para luego conversarlo más tranquilamente.
Dijo Niels en un intento de alargar la situación lo más que se pudiere, aunque todo comenzó a desmoronarse para el cuando una pequeña niña hablo.
-Tras meditarlo durante la presentación de Siegfried decidí que no le ofreceremos nuestros servicios a Abadón, debido a las recientes complicaciones que han aparecido dentro de la familia, pero esto no sígnica que en un futuro cuando el problema se haya resuelto no podamos hacer negocios.
Niels sorprendido ante la inesperada resolución de Erika respondió rápidamente tratando de convencerla de lo contrario.
-Con todo respeto señorita Erika, no está siendo un poco apresurada al descartar tan fácilmente este trabajo, todavía no sabes de que trata ni la posible paga que podamos recibir, lo mejor sería oír su propuesta y luego ver si aceptamos o no el trabajo.
Erika sin preocuparse por la actitud un tanto extraña de Niels que parecía no querer rechazar el trabajo, se acercó a Albert y con calmada voz le dijo.
-Tienes como pagar por nuestros servicios.
-Si hablamos de dinero, sinceramente estoy en total bancarrota pero tengo en mi poder un libro con un sello lo bastante fuerte como para mantener preso a un demonio.
Erika de inmediato se interesó ante tal tentadora propuesta.
– ¿Cómo funciona el libro?
-No lo sé.
– ¿Cuántas entidades se pueden apresar en él?
-Solo una a la vez.
-Mmmmm… no tienes nada que pueda convencerme, fin de la conversación.
Erika salió del sótano tranquilamente seguida de cerca por Edward.
-Me disculpo por la actitud de la señorita Erika, a veces pude ser bastante cortante, pero se le pasa rápido, solo tienes que seguir tratando, que tal si piensas en algo para convencerla para la cena, quizás acepté tu propuesta.
Con esas amables palabras de apoyo Niels abandono el sótano junto a Karl y Volker todos seguidos por sus respectivos sirvientes acompañados de Hagen quien se acercó a Niels con la intención de hablar mientras caminaban.
-¡HAAAAAAAAAAAA!, esa niña malcriada está empeñada en arruinar mi increíble plan.
Dijo Johann revolviéndose el pelo.
-Estás haciendo demasiado escandalo mi señor, solo pregúntese que haría usted en su situación.
Dijo Charlotte bastante formal y con mucho respeto algo que se despegaba mucho del trato que Albert se había acostumbrado a ver.
-Primero que nada, no hables así cuando estemos solos, me provoca escalofríos y con respecto a la decisión de mi hermana yo hubiera hecho lo mismo, pero ese no es el punto, no puede ser que mi pequeña hermanita haya madurado tanto, eso me hace enrabiar.
-Es solo, que tú no eres lo suficientemente maduro.
Le respondió Charlotte en tono burlesco a Johann quien se animó de inmediato.
-Ves, esa actitud te queda mejor, además puede que tengas razón, siempre supe que Erika iba a crecer y no puedo hacer nada… de momento… pero pasando a algo realmente importante, Albert piensa en algo que Erika si acepte como pago por el servicio, quizás tengas que hacer tiempo en la cena por lo que prepárate.
-Pensare en algo, creo tener un par de ideas, pero quien sabe si servirán.
Parte 2
La tarde paso rápido y la hora para la cena llego congregando a todos en el comedor y como el día anterior nadie hablaba, todos se mantenían en silencio comiendo los manjares que Hagen había preparado y tanto Johann como Niels no quitaban su vista del viejo reloj de péndulo que había en una esquina de la habitación.
-Señor Abadón espero que mi negativa a su petición no lo haya puesto de mal humor.
Dijo Erika educadamente mientras miraba directamente a Albert ignorando el comportamiento de su hermano y tío.
-No se preocupe señorita Erika, entiendo que las condiciones dentro de su organización no están dadas para realizar un trato.
-Ya que entiende, espero que mañana abandone este castillo a primera hora del día.
Erika fue directa y sin rodeos pidió que Albert abandonara el castillo algo que el más o menos esperaba que hiciera, pero no tan directamente y tan rápido, ni siquiera le había dado la oportunidad para que este tratara de convencerla de aceptar el trato. Cuando Albert estaba a punto de tratar de alargar la conversación y lograr al menos que Erika reconsiderara la situación fue interrumpido por Johann.
-Tío Niels veo que está bastante pendiente del reloj.
-Eso mismo podría decir de ti Johann, ¿Estas esperando algo?, el momento exacto para traicionarnos quizás.
Johann miro nuevamente el reloj y con una sonrisa malvada en su cara se paró y dijo efusivamente.
– ¡HAAAAA!, que gran alivio poder quitarme este peso de encima, sabes nunca te e soportado tío, siempre en las sombras tratando de controlarlo todo, haciendo tratos sucios, extorsionando, matando a todo aquel que no esté de acuerdo contigo, por eso decidí que me desharía de todos ustedes.
Johann miro despreciativamente tanto a Niels como a sus acompañantes.
-Al fin admites tu traición maldito bastardo, rápido inmovilícenlo antes de que realice su movimiento.
En ese momento siguiendo las ordenes de Niels los tres sirvientes que estaban a sus espaldas se abalanzaron sobre Johann reteniéndolo en el piso y evitando que este se moviera.
-Ahora lo ve señorita Erika, su hermano Johann es el traidor, ha admitido que su finalidad es acabarnos a todos, el solo se ha delatado, esto merece la muerte, rápido córtenle la cabeza.
-¡JE…JEJE…JEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJEJ!, creíste que haría tal declaración sin estar prepara…
Unos de los sirvientes que retenía a Johann golpeo su cabeza contra el suelo para callarlo en el acto dejando una herida en su frente la cual comenzó a sangrar.
Teniendo a Johann prácticamente inmovilizado Niels se acercó a Erika y haciendo una pequeña reverencia le hablo.
-Señorita Erika, aunque sea su hermano espero que no olvide sus palabras y cumpla con esta como se espera del líder de la familia Dippel.
-Claro que cumpliré mi palabra, sin embargo, Siegfried no ha admitido ser el traidor y mucho menos puedo basarme solo en su frase anterior para emitir un apropiado juicio.
La cara de Niels cambio de inmediato a una de enojo que trato de contener como mejor pudo.
-No cree que está siendo un poco injusta, claramente está favoreciendo a Johann ya que es su hermano.
-Creo que tu ere…
El sonido de una vibración comenzó a sonar acompañado de un irritante pitido que venía de la ropa de Johann y cuando uno de los sirvientes lo reviso encontró un celular que tenía programada una alarma junto a un recordatorio que decía “Que comience la fiesta”.
Luego de que uno de los sirvientes le mostrara el celular a Niels, los otros dos que estaban inmovilizando a Johann comenzaron a toser descontroladamente soltándolo mientras se agarraban el pecho en señal de un angustiante dolor, ellos dos no eran los únicos si no que el tercer sirviente y Charlotte sufrían de los mismos síntomas.
Los cuatro se encontraban en el piso revolcándose del dolor mientras tosían grandes cantidades de sangre y sus ojos se tornaban rojos como el vino que habían servido junto con la cena.
Tras pararse tranquilamente, Johann se sacudió el polvo de su ropa para luego recoger el celular que anteriormente le habían quitado del piso y tras revisar algunas cosas en él dijo.
-Ahora que nos hemos deshecho de los personajes segundarios podemos comenzar con el verdadero juego.
En ese momento una alarma comenzó a sonar fuertemente.
-Esta alarma que está sonando indica que uno o más intrusos han invadido el perímetro del castillo, por lo que en estos momentos nos encontramos bajo ataque, sugiero que enviemos a nuestros únicos dos sirvientes en condiciones al desarme de la amenaza.
-Estas bromeando cierto, todos vimos como hiciste algo con ese celular, perfectamente pudiste activar la alarma tú mismo en ese momento, no debe creerle señorita Erika.
Volker estaba nervioso mientras hablaba, al igual que Karl y Niels.
-Es tal como dices, yo active esa alarma aun si la amenaza es real, de hecho, la alarma debió activarse hace un poco más de 5 minutos, es solo que la retrase para cuando se diera el momento adecuado.
Johann agitaba el celular en su mano burlándose de los tres hombres frente a él.
-Así que este era tu plan maldito bastado, es claro que él es el traidor, Hagen, Edward ejecútenlo de inmediato.
Nadie se movió y todas las miradas se dirigían a Erika quien estaba tranquila ante la situación.
-Que pasa, ejecútenlo, no se queden parados sin hacer nada.
-La señorita Erika no ha emitido un juicio todavía, sería una falta de respeto actuar sin su consentimiento.
Hagen no era alguien a quien pudieras hacer cambiar opinión y Edward ni siquiera les prestó atención a las órdenes de Volker.
-Edward, Hagen tráiganme al o los intrusos, quiero interrogarlos personalmente, si están confabulados con el traidor ellos sabrán la verdad.
Erika inteligentemente no se dejó llevar por el calor de la situación llegando a su parecer a la mejor respuesta posible.
-Señorita Erika no cree que sería prudente dejar al menos a Edward a su lado, yo puedo encargarme solo de su petición.
Replico Hagen claramente preocupado por la seguridad de su pequeña ama.
-Es una orden Hagen, no sabemos cuántos son, ni cuales sean sus intenciones, además soy capaz de defenderme perfectamente sola, queda entendido.
– ¡Si señorita Erika!
Hagen de inmediato salió de la habitación seguido de un callado Edward para cumplir con el mandato de la joven líder, pero antes de que este saliera de la habitación Johann se le acerco.
-Hagen toma esto, si necesitas algo solo llama enviare a alguien con lo que requieras.
Johann le entrego el celular que anteriormente había usado para programar la alarma con la que toda aquella situación había comenzado y tras aceptarlo ambos desaparecieron de la vista de los ahí presentes.
-Ahora que esos dos se han marchado puedes dejar de fingir Charlotte.
Ante la señal Charlotte se levantó rápido del piso, se limpió la sangre de su boca con un pañuelo y se acercó al lado de Johann.
-Veo que tu veneno funciono a la perfección, aunque si se hubiera tardado un poco más en hacer efecto tal vez no la hubiera contado, pero te felicito cumpliste con mis expectativas.
-Gracias amo Johann.
Dijo Charlotte con una pequeña reverencia y una moderada sonrisa en su cara.
-Podrías comprobar con las cámaras cuantos son los intrusos y si son o no parte de la Orden del temple, también quiero que se lo informes a tu padre y hermano.
-Como ordene.
Charlotte dejo la habitación con sus órdenes y Johann se volvió a sentar en la mesa y con su mano extendida invito a todos los presentes a seguir su ejemplo.
-Qué tal si nos relajamos y terminamos nuestra comida mientras esperamos que Hagen y Edward nos traigan a los intrusos para interrogarlos.
Tanto Erika como Albert y Revecca hicieron caso a Johann y se sentaron tranquilamente a esperar sin embargo Niels sin hacer caso continuo de pie increpando a Johann junto a Volker y Karl.
-Me sorprende la tranquilidad con la que está tomando esta situación señorita Erika, aunque siendo honesto conociendo su horrible personalidad esperaba que estalla en colera y matara a su hermano en el acto.
Niels suspiro fuertemente a la vez que se encogía de hombros para luego dejarse caer sobre la silla sentándose como Johann quiera, además le hiso un gesto con su mano a Volker y a Karl para que hicieran lo mismo obteniendo obediencia inmediata de los dos hombres.
-¡Pufff!, esto no da para más, aunque lo bueno es ya me había cansado de seguir las ordenes de una niñata mal educada, es un alivio el no tener que seguir con esta farsa.
Niels lucia como si se hubiera quitado un enorme peso de sus hombros.
– ¿Qué sígnica esta falta de respeto?, explícate en este mismo instante o…
– ¿O que?, ¿Qué vas a hacer?, de verdad creíste que alguien en la familia te respetaba o siquiera temía, que te quede claro mocosa, todos te hacían caso por ese maldito perro faldero que te sigue a todas partes lamiéndote los zapatos, él y su maldito padre son la única razón de que conservaras tu cabeza por tanto tiempo.
Niels parecía verdaderamente aliviado, aunque sus dos acompañantes parecían todavía nerviosos por las posibles represalias.
– ¿Qué les pasa a ustedes dos?, no me digan que se acobardaron ahora que las cosas han avanzado tanto, ya les he dicho que ni la mocosa esa ni su hermano representan peligro alguno, de hecho, la “señorita Erika”, es tan débil como un niño normal sin sus marionetas.
Las palabras de Niels lograron calmar en gran medida a Volker y Karl, aunque aún podía notarse en ellos un aire dubitativo.
-Veo que al fin muestras tus verdaderos colores tío Niels, hasta hiciste que mi hermana se quedara callada por el impacto, seguro que es la primera vez en su vida que alguien la trata de esa forma.
Erika miraba hacia el piso, apretaba el muñeco que siempre traía consigo con rabia a la par que murmuraba repetidamente a voz baja algo que no era audible por los demás en la habitación.
-Niels… ¡EXPLICATE!… de inmediato… y quizás te de una muerte rápida.
-¡HAAAAA!, que miedo, no tienes con que amenazarme… siendo honesto no estoy de ánimos para explicaciones, ¿Por qué no le preguntas al idiota de tu hermano?.
Johann se sorprendió por la respuesta de Niels quien trato de traspasarle la carga.
-Claro ahora que la hiciste enojar me hacer lidiar a mí con tus platos rotos.
Johann miro a Erika luego a Niels y mientras se rascaba la cabeza dijo despreocupadamente.
-En palabras simples nuestro tío Niels traiciono a nuestro padre, vendió a la familia a la Orden del temple y ha estado esperando la oportunidad de deshacerse de ti y de mí, ¿Me falto algo?
-Ni yo lo podría haber dicho mejor y ahora que se sabe la verdad como quieren que hagamos las cosas, lucharan inútilmente o se someterán ante mí, aunque de todas maneras los matare no importa lo que decidan.
Erika se paró de golpe con intenciones de dirigirse directamente a confrontar a Niels, pero Johann la paro en el acto.
-Tranquila hermanita, eso es lo que él quiere, no te dejes segar por la ira, piensa porque a pesar de su alarde no nos ha atacado ya, está siendo precavido, esperando a ver si tengo algo preparado.
Ante la advertencia de Johann esta se detuvo en seco.
– ¡JEJE!, Johann siempre tan perceptivo, sabes de cierta manera me recuerdas a mí en mi juventud, opacado por un hermano a quien se le dio todo por el simple hecho de a ver nacido con ciertos rasgos, condenado a una vida de servidumbre, no importa tus habilidades, no importa lo preparado que estés, ni que tanto te esfuerces, siempre siendo la sombra de alguien más, simplemente no es justo, por eso decidí deshacerme de esas malditas cadenas que me apresaban y tomar lo que por derecho propio me pertenece, no crees que tengo razón, vamos únete a mí y te daré lo quieras, incluso cuando tome el control de la familia te dejare ser mi sucesor.
Niels logro hacer pensar a Johann si debía aceptar la oferta por unos cuantos segundos.
-Es una gran oferta lo admito, pero lamentablemente nunca me ha interesado ser el jefe de la familia ni ninguna de esas cosas, además no te soporto por lo que me temo que tendré que declinar en esta ocasión.
-Entonces, no me queda de otra, me desharé de ustedes dos de inmediato, es una pena, pero tu si me casi bien Johann.
Con intenciones claramente asesinas Niels se intentó parar, pero para su sorpresa no podía moverse y cuando se dio cuenta de lo que pasaba era demasiado tarde.
– ¡JA!… te concentraste demasiado en ver si yo iba a hacer algo y te olvidaste de nuestro invitado.
Niels, Volker y Karl estaban todos siendo retenidos por unos huesudos brazos negros que provenían del vino que antes estaba en sus copas y ahora se encontraba esparcido por la mesa.
-Te diré cual fue tu fallo, confiaste demasiado en el testimonio de Hagen cuando este solo tenía una parte de la información.
Johann se acercó a su tío Niels, se aproximó a su oreja y totalmente serio le susurro.
-Jaque mate.
Parte 3
Hagen se encontraba buscando a los intrusos en el bosque solo ya que decidió separarse de Edward para poder abarcar más terreno. El bosque era grande y ya estaba oscureciendo por lo que la tarea de encontrar a los intrusos cada minuto que pasaba se hacía cada vez más complicada, pero para su suerte recibió una llamada al teléfono que Johann le había entregado.
– “Padre, a través del sistema de cámaras pude localizar a los intrusos, son dos y están separados”
Le menciono Charlotte a través del teléfono a Hagen.
-Pudiste notar como estaban vestidos o el equipamiento que estos llevaban.
– “Lo siento, pero parece que están al tanto de las cámaras de vigilancia por lo que no tengo una imagen clara de ellos”.
-No importa, con la ubicación aproximada es suficiente, ¿Ya le notificaste a tu hermano de esto?
Le pregunto Hagen a su hija algo preocupado.
– “Apenas le conté de donde estaba el más cercano a su posición corto la llamada, supongo que se dirigió de inmediato a capturarlo”.
-Ese muchacho imprudente, debería ser más precavido, no ha madurado ni un poco en estos años, es una pena.
Se lamento Hagen por la imprudencia de Edward ante una situación tan delicada.
– “Bueno es joven además de contar con una fuerza bestial, es normal que sea impulsivo”
Charlotte trato de justificar a su pequeño hermano, pero para Hagen no había justificación que valiere.
-No trates de justificar su falta de disciplina, aunque debido a la situación lo dejare pasar por alto, luego de que capturemos a los intrusos le daré un buen sermón, de momento indícame en donde está el segundo intruso yo me encargare de él.
-Desde tu posición hacia el noroeste casi medio kilómetro.
-No está muy legos, terminare rápido con esto.
Hagen entonces miro hacia la dirección en la que Charlotte le había indicado en la que estaba uno de los intrusos, luego miro el fugaz atardecer que lentamente se desvanecía dando paso a la noche, se notaba un poco preocupado sin embargo no tenía tiempo para pensar en esas cosas.
-Charlotte solo por si acaso quiero que prepares la doncella de hierro, tengo un mal presentimiento.
– “Estará lista en el caso de ser requerida”
Hagen corto la llama y comenzó a correr en la dirección en la que se encontraba el advenedizo que tenía que capturar, este era seguido muy de cerca por cinco entidades, cuatro de ellas con forma humana de distintos tamaños y encapuchadas, la quinta no era más que un torso que se movía en cuatro patas no siendo más grande que un perro, estas cosas eran los muñecos que Hagen utilizaba para combatir.
No pasaron ni 5 minutos antes de que Hagen divisara a su objetivo, en ese mismo instante los cinco muñecos se dispersaron escondiéndose entre los árboles y arbustos dejando solo a su controlador quien se acercó de frente al intruso pudiendo notar cuando estuvo lo suficientemente cerca que era un joven de no más de 20 años, con ropa casual y un estoque envainado colgando de su cinturón.
Por la agresiva forma de acercarse de Hagen el muchacho que estaba alerta ante cualquier ataque sorpresa noto con facilidad la presidencia de Hagen, quien se acercaba a una increíble velocidad hacia el sin embargo el joven sin ponerse nervioso ante la situación desenvaino su arma con total parsimonia miro fijamente a Hagen quien en esos momentos estaba solo a unos cuantos metros de él y de un segundo a otro desapareció completamente de la vista de su atacante.
Hagen parecía haberse paralizado en el lugar cuando el joven desapareció, pero sin perder su característica templanza se dio vuelta y miro directamente al muchacho que se encontraba parado en posición para atacar en cualquier momento.
-Esto me va a tomar más de lo que había pensado.
Se dijo Hagen a el mismo a lo que el muchacho solo chisto con su boca claramente molesto mientras no quitaba su mirada de Hagen.
-Dime jovencito, ¿Que rango tienes en la orden del temple?
El joven no respondió y solo se mantuvo parado estático, sin mover un solo musculo presionado por la aplastante presencia de Hagen quien imponía superioridad con solo estar frente suyo.
-Está bien, no respondas, pero según mi vasta experiencia tienes al menos la fuerza bruta y velocidad de un caballero.
Hagen con su mano se apuntó a su ojo derecho, el único bueno de los dos, más específicamente a un pequeño corte que no dejaba de sangrar casi al lado de su parpado.
-Unos centímetros más y me hubieras dejado ciego.
La voz de Hagen parecía calmada y seria, todo lo contrario, al aura asesina que emitía de todo su cuerpo, algo que no dejaba indiferente al joven muchacho que no bajaba la guardia ni por un segundo.
-Que buscas con esta inútil charla.
En la voz del joven se podía sentir la tención que Hagen generaba en él.
-Eres directo, eso me gusta, tengo que capturarte y quiero darte la oportunidad de entregarte voluntariamente, a cambio prometo no lastimarte si es que coperas.
El joven miro en todas direcciones preocupado, para luego llevar su mano izquierda que estaba libre hacia dentro de sus ropas lentamente.
-Y qué harías si no acepto tu propuesto.
Dijo bastante nervioso el joven habiendo perdido la templanza que tenía hasta hace unos segundos.
-Solo con ver ese ataque puedo notar tu talento, sería una pena tener que cortar la flor antes de que esta florezca por completo, entrégate y no tendrás que sufrir, es más, te doy mi palabra de que te dejaré ir una vez terminemos.
Manteniéndose callado el joven saco un revolver de entre sus ropas para luego apuntar con este hacía unos arbustos cercanos.
-Tus acciones no se ajustan a tus palabras, cuantos son, ¿dos?, ¿tres quizás?
Hagen se sorprendió genuinamente por la perspicacia del joven que a todas luces venia preparado para enfrentarse a alguien de su tipo.
-Solo están en el caso de que te niegues a entregarte, dime ¿Te entregaras? o me obligaras a utilizarlos.
Sin bajar su postura el joven miro a su alrededor buscando a los que lo tenían rodeado.
-Es tentador rendirme, sin embargo, hice un juramento que no puedo romper sin importar nada.
-Claro se me olvidaba, el juramento, en nombre de quien lo hiciste, un familiar o un amor perdido, en nombre de la venganza quizás, que tan desesperado estabas para aceptar un juramento de tal magnitud, dime ¿Valió la pena entregar tu vida?, al menos lograste tu objetivo.
El joven lucía genuinamente sorprendido ante las palabras de Hagen además de un poco molesto.
– ¿Cómo es que sabes del juramento?, nadie fuera de la orden debería de saberlo.
– Creo que es momento de dejar la charla, es claro que no tienes las intenciones de rendirte, como dije anteriormente, es una pena.
De los árboles surgieron dos sombras cada una atacando uno de los lados del joven, parecían personas normales, pero si se le miraban fijamente era claro que eran muñecos, este sin inmutarse disparo con el revolver que tenía en su mano izquierda en la cabeza a la figura que lo ataco por ese lado mientras que al que lo ataco por la derecha le atravesó la cabeza con el estoque que mantenía en su mano restante.
El joven al darse cuenta de que eran muñecos al ver que sus cabezas estaban destrozadas pero estos seguían moviéndose, decidió recular y tomar distancia de ellos pero antes de que se diera cuenta tenia a Hagen a no más de medio metro a punto de impactar una patada en su cabeza, bloqueándole un posible escape hacia su frente, quedándole como alternativa escapar hacia su espalda lo que se vio rápidamente truncado al percatarse que tenía un tercer muñeco bastante cerca y armado con dos cuchillos uno en cada mano que se encontraba bloqueando su posible ruta de escape.
Escapar no era una opción, tenía todas las direcciones bloqueadas menos hacia arriba lo cual no era una opción ya que perdería su mejor característica y se encontraría desprotegido, solo le quedaba atacar, pero a ¿Cuál de ellos?, lo más sencillo seria atacar a uno de los muñecos que ya había atacado con anterioridad aprovechando que estos ya estaban dañados, sin embargo, esto era peligroso, él no sabía que clase trampas escondidas podían tener en su cuerpo, el muñeco a sus espaldas parecía estar solo para estorbar pero considerando su posición y lo débil que aparentaba era casi seguro que era una trampa. No tenía más opción el joven debía atacar al titiritero, lo había estado observando cuidadosamente cuando estaban hablado y no pudo notar nada que indicara que estaba armado y aunque fuera más fuerte que un muñeco el joven estaba confiado en su velocidad y fuerza.
Habiendo decidido atacar a Hagen prácticamente al instante este soltó el estoque de su mano derecha ya que no tenía el tiempo ni el espacio para desatascarlo de la cabeza del muñeco que había destrozado, luego apunto a una increíble velocidad su revolver a la cabeza de Hagen mientras que con su mano derecha detenía con gran habilidad su patada. Hagen dándose cuenta de las intenciones del muchacho trato de esquivar como mejor pudo el disparo por lo que utilizando el brazo que habían usado para bloquear su patada este se impulsó hacia arriba con su pierna evitando el mortal disparo.
-Tengo que admitirlo, eres bastante bueno, también veo que tienes experiencia peleando con titiriteros, creo que fui demasiado blando tratando de no matarte por accidente, pero creo que te subestime lo que es bueno ya que ahora no me tengo que contener.
Hagen tenía una herida en su abdomen causado por la bala que el Joven había disparado con su revolver y aunque la bala le había atravesado el cuerpo la herida no pararía de sangrar en un buen tiempo ya que estaban hechas de la misma plata que la orden utilizaba en las hojas de sus armas.
El joven tras el ataque y sin prestar atención a las palabras de Hagen recupero su estoque que estaba incrustado en la desecha cabeza de uno de los muñecos que se encontraba parado sin moverse.
-El subestimarme te costara caro.
Dijo el joven volviendo a ponerse en guardia.
-No cometas mis mismos errores muchacho, está herida no es nada, he estado peor y contra más contrincantes el doble de fuertes que tú.
El muñeco que hace unos instantes estaba parado inmóvil de repente se movió atacando directamente al joven por su derecha a lo que este esquivo fácilmente moviéndose hacia un lado, pero ese muñeco no era el único ya que desde su izquierda también fue atacado por uno de los muñecos, pero no era nada que él no pudiera manejar. Los dos muñecos atacaban continuamente al joven quien sin mucha dificultad los esquiva a la vez que iba destrozando sus partes poco a poco con sus ataques, pero había algo que le molestaba, Hagen solo se encontraba parado sin hacer ni un solo movimiento solo se dedicaba a dirigir a sus muñecos, también estaba el hecho que el tercer muñeco el que tenía el par de cuchillos tampoco se había movido de su posición original.
La estrategia de Hagen era cansarlo algo de lo que el joven se dio cuenta tras un tiempo de ver que su enemigo no lo atacaba con todo lo que tenía y la táctica estaba funcionando, cada vez le costaba mantener más su máxima velocidad, no le quedaba mucho tiempo sin embargo sabiendo la principal debilidad de un titiritero el joven trato de atacar directamente a Hagen, pero cada vez que lo hacia la tercera marioneta se interponía en el camino dejando que Hagen se escabullera mientras las otras dos no paraban de sofocarlo con sus ataques, no le quedaba de otra más que deshacerse primero de las marionetas.
-Si es en contra de marionetas no debería haber problema.
Se dijo el joven a sí mismo en voz baja mientras no dejaba de esquivar a los muñecos que lo sofocaban y usando su increíble velocidad el muchacho se alejó bastante de los ellos y de Hagen el suficiente tiempo como para guardar tanto su estoque y revolver en sus respectivas fundas, para luego serrar los ojos y tomar una gran bocanada de aire con la intención de relajarse, se tomó un segundo entre que exhalaba y volvía a respirar.
Habiéndose tomado un par de segundo el joven metió sus manos en sus bolsillos y saltando a una velocidad aun mayor que la que había mostrado antes se posó justo enfrente de los dos muñecos que lo habían estado molestando hace unos instantes sacando en el camino un par de granadas, una en cada mano. Cuando estuvo lo suficientemente cerca de uno de los muñecos con una gran fuerza clavo su mano derecha en su pecho aprovechando que este estaba ya bastante maltrecho por el anterior intercambio que habían tenido dejando en su interior la granada que tenía en una de sus manos para luego con una patada ayudarse a sacar su mano a la vez que lanzaba el muñeco en el aire, inmediatamente fijo su mirada en el segundo muñeco que a diferencia del anterior no tenía el suficiente daño en su estructura como para atravesarlo con la mano por lo que rápidamente saco su revolver con su mano desocupada y dando varios disparos a quema ropa logro dañarlo lo suficiente para hacer lo mismo que con la marioneta anterior.
Le quedaban solo un par de segundos para escapar del rango de la explosión sin embargo Hagen dándose cuento de lo que tramaba trato de acercarle el muñeco que el muchacho no había lanzado por los aires para que el impacto también le afectare, pero teniendo previsto eso el joven uso al muñeco para cubrirse de la visión de Hagen para de inmediato sacar una tercera granada y sin quitarle el seguro lanzarla hacia el tercer muñeco que no se había movido en toda la pelea.
El tiempo se iba rápido y las granadas estaban pronto a explotar y para complicarle más las cosas tenía uno de los muñecos prácticamente al frente de él, tenía que escapar, pero también le quedaba el tercer muñeco por lo que tomando la opción en la que se desharía de todos ellos se alejó dando un salto hacia atrás mientras apuntaba con su revolver hacia la granada que había lanzado con anterioridad. Todo se movía en cámara lenta, era agobiante, no podía alejarse demasiado o perdería el ángulo de tiro, no podía disparar apresuradamente o no destruiría el muñeco, tenía que esperar el momento preciso y esa tensión era casi peor que el daño que él sabía que iba a sufrir.
La primera granada exploto, seguido de la segunda bastante cerca de él joven que esperando hasta el último instante disparo haciendo volar un segundo después la tercera granada, sin embargo, la onda expansiva de la segunda granada lo alcanzó por no estar lo suficientemente lejos y debido a la mala posición que adopto para poder apuntar de buena forma, salió volando por el aire hasta golpearse fuertemente contra uno de los árboles del bosque.
Solo unos cuantos segundos habían pasado pero el joven que estaba tirado en el piso junto a un árbol con uno de sus brazos sangrando por las heridas había logrado deshacerse con gran eficacia de los tres muñecos de Hagen quien lucía bastante sorprendido.
-Te felicito, fue demasiado arriesgado para mis estándares, pero no menosprecio el resultado.
El joven se paró del suelo y al ver su hombro dislocado este lo forzó a volver a su posición original con un fuerte golpe, reviso la recamara de su revolver y al comprobar que no le quedaban balas lo lanzó lejos para luego sacar su estoque de su vaina y tomando posición para el combate lo apunto hacia Hagen.
-No te burles de mi desgraciado… ahora solo quedamos tu y yo, no más marionetas.
-Te equivocas, no me burlaba, solo reconocía tu estrategia, pero bueno, creo que ya estas lo suficientemente cansado para capturarte.
En ese momento Hagen se lanzó directo a él joven quien lo ataco con su estoque, pero era obvio que la explosión lo había afectado más de lo que él esperaba, se movía más lento, lo que hacía que a Hagen se le hiciera más fácil esquivar sus ataques aun así todavía le quedaba suficiente fuerza como para ponerlo en aprietos.
Cuando el joven pensaba que todavía tenía oportunidad una pequeña criatura surgió de entre la maleza, era un torso que corría en cuatro patas hacia su dirección, no parecía peligroso ni siquiera tenía alguna arma a simple vista, pero era bastante espelúznate en aspecto. El joven trataba de evitarla pero hacerlo era difícil por los contantes ataques a puño limpio que Hagen estaba efectuando, por lo que en un momento de descuido ocurrió lo peor, el pequeño muñeco se aferró como si le estuviera dando un abrazo a su pierna con tal fuerza que pareciera que se la quebraría en cualquier instante, pero el pequeño títere no tenía la fuerza suficiente para eso no obstante de lo que sería su pansa comenzaron a brotar sin fin de gruesos pinchos que atravesaron la pierna del muchacho de lado a lado despedazando carne y huesos en su camino, el inmenso dolor era indescriptible al punto que sentía que se desmayaba por lo que aprovechando ese breve instante, Hagen tomo el brazo con el que sostenía el estoque y lo partido en dos dejando el hueso expuesto.
El joven cayó al suelo mientras el agonizante dolor lo mantenía despierto y sabiendo que ya había perdido, con su brazo en buen estado busco algo en su bolsillo sacando un interruptor que Hagen reconoció en el instante.
– ¡NO TE DEJARE HACERLO!
De la muñeca de Hagen broto una hoja del mismo color negro que el estoque que el joven había estado usando, la cual uso para rápidamente cortarle la mano para evitar que activara el detonador. Ya con el joven totalmente derrotado y sin poder moverse en el piso la última marioneta apareció de entre el bosque lucia como una persona normal, pero llevaba consigo un extraño arnés y bozal que Hagen le saco para luego ponérselo al muchacho que estaba en el suelo.
-Con eso evitaremos que te muerdas la lengua, además de poder trasladarte de mejor manera.
Tras cauterizarle el corte de su mano para evitar que muriera por desangramiento, Hagen se sentó un segundo para pensar en que hacer a continuación cuando una inmensa explosión se sintió lanzando una gran bola de fuego al cielo siendo claramente visible desde la posición en la que se encontraba Hagen, lo que le hiso preocupar de sobre manera debido a que provenía desde la dirección en la que se suponía se encontraba Edward.
-Me temía que esto pasara, no puedo siquiera tomarme un pequeño descanso.
Hagen saco el celular que le había dado Johann y llamo de inmediato a su hija Charlotte.
– “Padre sentiste eso, probablemente sea…”
-Preparaste la doncella de hierro como te lo pedí.
– “Esta lista para que utilices”
La preocupación se podía sentir en la voz de Charlotte que sabia que aquella explosión no podía significar nada bueno.
-Perfecto, tráemela lo más rápido que puedas, también tengo capturado a uno de los intrusos para que te lo lleves de vuelta al castillo.
– “Pero padre debería ayudarte con esto, la última vez que fuiste solo fue una desgracia”.
Hagen haciendo caso omiso de las advertencias de su hija le replico rápidamente.
-Es demasiado peligroso para que me acompañes además tenemos que asegurar al menos a uno de los intrusos, ¿entiendes?
Tras pensarlo por unos segundos Charlotte respondió reaciamente hacia la petición de su padre.
– “Entiendo estaré hay en un par de minutos”.
-Te estaré esperando.
Comments for chapter "11"
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