El asesino silencioso - Capitulo 26:
Una pequeña fortaleza, más bien un fuerte defensivo.
Sin lugar a dudas una estructura resistente y fortalecida se presentaba a los aventureros y a los estudiantes.
Estando más cerca golpes críticos y señales de ataques se volvieron claros. Zonas negras donde el fuego residió con anterioridad, fragmentaciones en la piedra y sangre de goblins y humanos.
El portón se abrió como si fueran dos puertas. Dentro podías ver caballeros listos para el combate, arqueros subiendo y bajando escalones de piedra y lamentablemente hombres heridos o muertos cubiertos por una sabana.
El primero en bajar fue el guerrero de dos espadas seguido por el ladrón, el guerrero del hacha y el mago. Luego bajaron los estudiantes.
Un caballero se les acerco, pero antes de hablar el líder aventurero se le adelantó. – ¿Dónde se encuentra quien está a cargo? –
-Síganme-
El caballero los llevó al interior del fuerte donde subiendo unas escaleras en una sala el jefe junto a sus sublíderes discutía que hacer con la plaga de goblins.
– ¿Qué paso con el escuadrón de exploración? –
Un hombre con la armadura completa de cabello negro se levantó y con su fuerte voz habló. -El escuadrón regresó sano y salvo, pero sin información relevante-
El jefe suspiró aliviado y decepcionado. -Muy bien. ¿Qué hay sobre el informe de lo que pasó en el último ataque? –
Un hombre delgado y patético de anteojos cuadrados se levantó con varios papales entre sus brazos. -S-s-según lo rec-c-copilado sufrimos v-varios daños y b-bajas. F-fueron más q-que en el ataque anterior- rápidamente volvió a su asiento.
Con cada suspiro el alma y espíritu del jefe abandonaba más su cuerpo.
– ¿Qué hay sobre los aventureros que llegarían hoy? ¿Alguien sabe algo? –
Al escuchar eso el líder del grupo pensó que era el momento perfecto.
-Aquí estamos- dijo entrando con audacia. -Permítame presentar a mi grupo. Primero esta nuestro cartógrafo y mago George. Luego Bill, un guerrero valiente que empuña un hacha y escondido esta nuestro ladrón y explorador Mosi. Y por supuesto yo, Emil, líder del grupo-
Los hombres sentados sintieron que eso había sido muy grosero y de muy mala educación, pero vista la situación lo dejaron pasar.
Presentarse le parecía algo innecesario ya que no aportaría nada o al menos eso creía él.
Al ver el uniforme los demás hombres se mentalizaron para soportar a arrogantes hijos de nobles.
El jefe ordenó traer sillas para los aventureros y los estudiantes.
El hombre de anteojos y apariencia patética les habló brevemente sobre los recientes acontecimientos respecto a los goblins y las acciones que habían tomado contra ellos.
En un principio no le tomaron importancia y cuando los goblins se acercaban simplemente los ahuyentaban.
Una noche tranquila y serena, donde el viento soplaba una dulce brisa, un maloliente olor invadió antes que nadie el interior del fuerte. Fueron los ojos de un vigía que se ubicaba en una de las cuatro torres quienes vieron primero a unas criaturas pequeñas y malvadas de coloración verdosa cargando unas plataformas donde mujeres desnudas, profanadas y llenas de ciertos líquidos eran usadas como escudos.
La sorpresa y la moral actuaron en contra de los hombres permitiéndole a los goblins usar sus escaleras de mala calidad para subir y atacar violentamente a los caballeros. Lograron repelerlos, pero fue un golpe duro para ellos. Invadidos con éxito por una de las criaturas más tontas y débiles del mundo.
Pusieron trampas en el bosque, cavaron zanjas, aumentaron el número de arqueros y trataron de encontrar su o sus nidos. Pese a que caían en las trampas eso no tenía un gran efecto sobre sus números y era lo mismo cuando intentaban invadir. Respecto a encontrar los nidos. Cuando los encontraban o eran emboscados o en un acto prepotente los caballeros entraban, pero no salían.
Sabiendo todo esto el líder de los aventureros pidió descansar y organizarse con sus compañeros y que después hablaría sobre lo siguiente a hacer.
Kin y compañía también fueron a descansar.
Mientras Kin caminaba tranquilamente en el campo abierto del fuerte por detrás una mano se posó en su hombro para hacerlo voltear.
-Disculpa, ¿Tienes un momento? – preguntó el mago cortésmente.
-Si-
-Bien. ¿Por qué no vamos por allá? Es que esto es algo privado-
Kin siguió con paso tranquilo y firme al mago que llevaba su bastón hasta una zona menos concurrida.
-De lo que te quería hablar era sobre lo siguiente, ¿Eres tú el aventurero que me preguntó sobre un anillo mágico? –
Un pequeño gruñido salió de su interior. ¿Cómo no lo había reconocido antes? ¿Su mente ya no era como antes? Tres años de paz hicieron a sus habilidades decaer.
– ¿Qué pasaría si así fuera? –
– ¡Enserio eres tú! – tapó su boca. -Perdón. ¿Entonces si eres tú? –
-Si- aceptó resignado.
-No te preocupes, no se lo diré a nadie. Pero ahora que me fijo mejor, ¿Y el anillo? –
-Está en mi bolsa-
-Ooh, ¿Y qué tal? ¿Estuve en lo cierto? –
-Así es. Me fue muy útil en mi duelo contra Owen-
¿Contra quién? Pensó el mago, aunque ya lo sabía.
– ¡Fuiste tú quien se enfrentó al príncipe Owen! –
-Así es-
-Espera un momento, en la pelea se supone que traías un escudo triangular, ¿Dónde está? –
-Mario lo tiene en una bolsa junto a mi armadura-
Pensar que su idea estaría en lo correcto y que esta lo llevaría a saber algo que ni se había imaginado era demasiado para el mago, por lo que se retiró para descansar su mente agobiada. Kin también se marchó para estar listo para lo que viniera.
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QUE TE PARECIÓ?