Encuentro cercano del 8vo tipo - 0
¿Qué significa alcanzar la plenitud? En mi caso: Ser independiente, no ser explotado en el trabajo y darme mis gustos cada tanto.
Pues eso logré. No tengo necesidad de nada más. Ni familia, ni amigos y mucho menos pareja ¿Para qué tener alguien con el que me veré obligado a compartir mis cosas? ¡Ni en mis peores pesadillas! ¡No pienso compartir vivienda con nadie!
Oh, bueno. Esa felicidad y determinación se vería truncada en tan poco tiempo…
—¡Buenas hibernaciones solares, terrícola!
Frente a mi está una chica pequeña de estatura y de cuerpo delgado. Su hermosa cabellera alba hace contraste con tez morena.
—Halloween ya pasó, niña. Vete antes de que llame a la policía. —Digo mientras abro la puerta detrás de mi.
—¡¡No soy una niña!! ¡Soy Zoé! —Posa sus manos en sus cadera y saca pecho como si hubiera dicho algo de lo que estar orgullosa.
—Ahh… —Suspiro—. Bien, Zoé… ¿Qué haces en mi departamento? —Mientras pregunto, comienzo a mover mi mano lentamente hacia el bolsillo de mi camisa con la intención de sacar mi SmartPhone.
—¡Furah, furah! Soy una princesa alienígena que se hartó de ser el centro de atención de su pueblo, entonces e decido vivir contigo: ¡un simple y aburrido ser humano!
Su voz chillona aturdiría hasta a la persona más sorda que existe, súmale a eso el hecho de que no deja de gritar…
—Ya veo, ya veo… —Termino de sacar el dispositivo y me dispongo a llamar a la fuerza de seguridad.
—¡No lo harás! —En un rápido movimiento, la enana teclea en una especie de reloj que porta en su muñeca derecha.
—¿Pero qué…? —Mi celular se apaga al instante.
No lo use mucho, como ya se me es costumbre, así que no se pudo apagar por falta de batería. Intento prenderlo, pero es inútil.
—¡No permitiré que llames a esa “policía”! —Sin perder su sonrisa y el brillo de sus ojos dorados, me señala con su mano izquierda.
—Ahh… a ver, vengo cansado de mi trabajo. Aunque no me exploten, hoy decidí hacer horas extras. Así que no tengo ganas de ser muy amable… —Molesto la miro frunciendo el entrecejo.
—¡Furah, furah! ¡El cansancio se soluciona durmiendo! Vamos a dormir, yo también poseo el sueño. —Al parecer no comprende la indirecta; ya que me hace señales con sus manos mientras se introduce en mi sala de estar.
—Zoé… de joven practicaba boxeo y no tengo miedo de sacarte a golpes de mi casa. —Molesto guardo el SmartPhone y levanto mis puños cerrados.
—¡Con que era eso! ¡Pues inténtalo, estoy lista para pelear! ¡Furah, furah! —Levanta sus puños imitándome y comienza a dar pequeños saltos. Tal acto hace que note un pecho de cabello en su frente que parece un cuerno cortado.
—¡Tch! —Molesto, lanzo un jab directo a su rostro.
Mi puño viaja por el aire con toda las fuerzas que tengo, pero Zoé lo esquiva con el simple acto de agacharse. Toma mi brazo izquierdo y de una fuerte patada a mis piernas, me hace caer al suelo. Salta sobre mi espalda y con su rodilla aplasta mi garganta. Es increíble que pueda moverse tan bien con un traje de látex.
—¡Zoé la alienígena, gana! —Mientras me estrangula, mueve su cabello victoriosa, o por lo menos eso alcanzó a ver de reojo.
—Solo ganaste porque estoy cansado… —Protesto.
—Escúchame, terrícola —Zoé se pone de pie dejándome de aplastar—. Pide lo que quieras, y te demostraré que soy una alienígena.
—Ahh… —Me siento en el suelo para apoyarme en la mesita de la sala—. Entonces paga mis impuestos y pide una pizza por delivery.
—…
—…
—¡¡¡Podría iniciar una guerra mundial hackeando misiles ¿Y pides eso?!!! —La autoproclamada “Alien” pega un brinco.
—¿Por qué desearía algo que irrumpiría mi paz? Además, soy alguien que suele hacer todo en persona. No tengo configura para que se cobre mis deudas de mi cuenta bancaria. Tampoco se usar la aplicación de pedidos… —Desvió la mirada un tanto avergonzado.
—Que desperdicio… realmente eres alguien aburrido. —Ella teclea en su pulsera.
Al instante mi celular vuelve a prenderse, pude notarlo ya que comenzó a vibrar. Lo saco para verlo y me aparece las notificación de cobranza y de orden en camino. Miro por unos segundos la pantalla, lentamente muevo mi dedo hacía el icono de llamada, pero el dispositivo se vuelve a apagar.
—¡¡Oye!! —Molesto miro a la chica.
—¿Todavía no me crees? —Con cierto grado de disgusto en su rostro, ella deja caer sus brazos.
—Podrías ser una de esas hackers. Una hacker que hace cosplay.
—Ahh… —Ahora es ella quien suspira—. ¡Bomba de humo!
Sin previo aviso, saca una pequeña pelota de quien sabe donde y la estrella en el suelo. La sala se llena de humo por lo que comienzo a toser.
Las luces de todo el lugar se apaga de golpe, para luego el televisor ser el único en funcionar.
—¡Nya~!
—¡¡…!!
Pego un pequeño brinco al ver la figura que se alza sobre la mesita de la sala. Es evidente que es Zoé… solo que ahora tiene una cola y orejas de gato… Un escalofríos que no sentía hace años recorre mi cuerpo.
Voy hacía el ventanal y lo abro para que el humo se vaya. En eso las luces vuelven.
—Déjame decirte una cosa, terrícola. Mi especie se caracteriza por ser cambia formas.
—¿Y-Y eso qué? —Comenzándome a poner nervioso, intento ir hacía la puerta.
—No te hagas el tonto… te investigué antes de venir aquí. Se que en tu juventud eras de los primeros otakus en ésta ciudad y tenías fetiches muy fuertes por las chicas gato~
Tomando un tono de voz calmo y dominante, Zoé comienza a acercarse lentamente a mi. Ahora que lo noto, el cierre de su traje está parcialmente abierto, mostrando parte de su pecho.
—N-No se de que hablas… —Desvío la mirada.
—¿Nya…? Quizás estas fotos refresquen tu memoria~
Zoé vuelve a teclear en su reloj/pulsera gigante. Mi celular vuelve a vibrar, ésta vez muestra una serie de imágenes… imágenes que pensé había desaparecido hace años.
—¡¿Cómo es qué…?!
—Ya te lo dije, soy una alíen —Sin detener su lento caminar, juguetea con su cabello—. ¿Qué crees que piense la policía si estás imágenes se vuelven públicas y te encuentran aquí con una chica similar a tus fetiches?
—¡¡Eso…!!
—¿O qué pensarán tus jefes al ver tu pasado…? —La distancia se vuelve mínima.
—…
Me quedo sin palabras. No quiero compartir mis cosas con nadie, pero si esas fotos salen a la luz… no creo poder soportar tal tragedia, mucho menos si se comienzan a esparcir rumores. ¡¡Haa!! ¿Qué debo hacer? ¡¿Qué debo hacer?! ¡¡¿Me dejaré ganar por una hacker cosplayer?!!
—Ahh… —Es inevitable —Está bien, puedes quedarte…
—¡¡Furah, furah!! —Volviendo a su actitud anterior, Zoé vuelve a lanzar otra bomba de humo. Tal parece que se quitó la cola y las orejas ¿Dónde las guarda?
—Esto pinta muy mal… —Sigo en mi suspiro
—¡Ahora! —Zoé pega un brinco para ponerse sobre la mesita—. ¡Tu, terrícola! ¡Serás mi hospedador y yo le pondré color a tu aburrida vida! ¡Cuento con tu colaboración!
En ese instante, mi vida perfecta se arruinó…
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