¿Está mal vivir tu propia romcom antes de ingresar a la universidad? - 01

Capítulo 1:
No me esperaba comenzar así la academia

 

—¿Realmente se acabó verdad?

Suelto esas palabras al aire luego de ver el letrero de “Felicidades Graduados” colgado en la entrada del colegio.

La ceremonia debe haber terminado hace horas, no hay nadie más a mi alrededor… o eso es lo que creo, no estoy muy seguro de cómo llegue aquí.

Me encuentro sentado en uno de los escalones que lleva a la puerta del edificio principal. Desde esta posición puedo ver un hermoso atardecer.

El sol tiñe de un tono anaranjado todo lo que es alcanzado por sus rayos.

Es una escena bastante cálida, cualquiera podría sentirse relajado al ver lo mismo que yo.

—¿Hasta dónde se extiende esta hermosa escena?

Esa pequeña duda invade mi mente y resolverla no es complicado. Tan solo debo levantarme. Al hacerlo me di cuenta que hay un único punto que los rayos del sol ignoran.

En aquel lugar se encontraba una chica. Por alguna razón que desconozco ella está dando vueltas

—¿Ah? Que raro ¿Quién es ella?

Lleva incompleta la versión femenina del uniforme regular de mi escuela: una blusa blanca, corbata negra con el logo de la institución y una falda plisada negra. Diría que es algo más alta que yo, pero puede ser por la perspectiva.

Sus vueltas son lentas, lentas y tristes… tiene una perdida que no le permite observar la hermosa vista que tiene a su alrededor.

No, mejor dicho, no quiere observar su entorno y por eso tiene la mirada perdida.

Al menos eso es lo que puedo interpretar.

Oh, que sorpresa. Se detuvo mirando fijamente hacia el sol, no puedo ver sus ojos ahora, pero estoy seguro de que no puede ignorarlo.

Unos pequeños espasmos invadieron su cuerpo, llevó sus manos hacia su rostro y…

Súbitamente, el clima dio una vuelta de 180 grados, el sol fue reemplazado por una intensa lluvia. El hecho de que ahora me encuentre empapado es lo que menos me importa.

¿Por qué? Sencillo, porque hay una chica llorando delante mío.

Lo único que sé es que lleva el uniforme de mi escuela. Generalmente no tengo problema en ignorar a personas llorando, pero…

Por alguna extraña razón no puedo apartar mis ojos de ella.

No puedo dejarla así, debo acercarme.

Aquí voy.

—¿Ah? ¿Qué pasa?

¿Qué es lo que ocurre? Intento acercarme hacia ella, pero no puedo moverme.

Mis piernas permanecen inmóviles y mi cuerpo poco a poco se pone rígido.

—Hey, oye —escucho el susurro de una voz familiar.

El sonido de un golpe impide que reconozca la voz. Una sensación de dolor se extiende desde mi cuello hasta el resto de mi cuerpo.

*****

—Psss oye —una voz susurrando parece dirigirse a mí—, pss oye imbécil —al parecer la voz es algo agresiva, pero no se equivoca al llamarme de esa manera… creo.

—Hmm —murmuro todavía medio dormido.

—No debes dormir en clase, menos en la primera semana —percibo un evidente tono bromista.

—No molestes —respondo y me acomodo para seguir durmiendo.

—Oye, despierta burro.

Ahora entiendo… estaba tomando una siesta. Me quedé dormido durante la clase de matemáticas y el idiota de mi mejor amigo me despertó.

¿Qué se supone que estaba soñando? No lo recuerdo…

Como sea, la clase en la que estoy no es realmente importante, es un “recordemos” para que el profesor evalúe los conocimientos que conservamos del año pasado. No era necesario que me despertara y menos con un golpe en el cuello… Desgraciado.

—Serna, supongo que, al estar durmiendo, usted ya ha resuelto estos ejercicios.

—No estaba durmiendo profesor, estaba… —digo acomodando mis lentes tratando de ganar algo de tiempo—, pensando intensamente en la respuesta de los ejercicios.

No se me ocurrió una mejor excusa. Definitivamente el silencio era una mejor alternativa.

—Sí, sí, como usted diga —el tono sarcástico de su voz se hace presente—. Ahora ilústrenos.

Este sería mi tercer año con el mismo profesor de matemáticas, el profesor Roger. Matemáticas no es la materia que mejor se me da, pero ahí lo llevo.

Gracias su la enseñanza un tanto estricta, con la que me obligó a esforzarme, tengo notas superiores al promedio.

—Listo, espero que mis respuestas sean de su agrado estimado profesor —digo irónicamente—. Estoy seguro que luego de un análisis detallado de su parte se dará cuenta que-

—Sí, sí, sí. Desafortunadamente, están bien todas —interrumpe apático—. No tienes que decir más.

—Entonces… ¿puedo tomar asiento? —pregunto fingiendo inocencia.

—Solo no tomes más siestas en clase, al menos no en las mías —acompaña sus palabras con una señal para que me dirija a mi asiento.

Mientras caminaba de vuelta, vi a Jeremy reírse de la pequeña escena que acabo de tener con el profesor Roger. Estos intercambios son frecuentes entre nosotros, por alguna razón que desconozco, es más apático conmigo que con el resto de alumnos.

De cualquier forma, estas interacciones entre alumno-profesor son bastante comunes con él. Sin embargo, aunque logres hacerlo reír no te regalará ningún punto en las evaluaciones. Para algunos, mala onda; para mí, un buen profesor.

Ya en mi asiento llegué a la conclusión que no hubiera sido descubierto durmiendo si Jeremy no hubiera intervenido…

Prepárate Jeremy, te devolveré el golpe si te descuidas. Aunque siendo justo… si los papeles cambiaran y el dormido fuera él, habría hecho lo mismo.

Las oportunidades se deben aprovechar.

—Ni istibi dirmindi prifisir —parodia mi patética excusa.

—Mmmmm, muy divertido —respondo con una pequeña sonrisa.

—¿Hablamos luego de que la clase termine?

—Claro.

La última clase del día continúa.

A Jeremy, mi mejor amigo, lo conozco desde que ingresé a Future Gens School. Fue la primera persona con la que hablé en mi primer año y nos hicimos amigos desde ahí, volvimos a coincidir en el salón para nuestro último año y estoy feliz por eso.

La verdad… lo aprecio mucho pero no se lo diría abiertamente porque es casi seguro que me molestarán con eso y es que nuestras amigas son algo…

*****

—Bueno alumnos, eso es todo por hoy, pueden retirarse. Recuerden leer un poco más sus libros de texto para estar listos para la clase de mañana —indica el profesor Roger.

Con eso la clase ha terminado y debo guardar mis cosas.

Estoy en quinto grado de secundaria eeeh… No siento que hayan pasado 4 años. El primer año, fue el más complicado para mí.

Adaptarme a otra metodología de enseñanza fue duro para mi promedio y temí por mi beca. Pero ahora estoy estable con mis notas.

El Future Gens School o FG School, para abreviar, tiene un sistema de becas para ingresar al colegio y otro en el que te dan beneficios por el rendimiento académico.

Al graduarme de la primaria no pensaba en qué colegio estudiaría, no me importaba mucho realmente.

Un anuncio sobre el FG Schools apareció en la televisión durante una cena familiar. Yo estaba más concentrado en la comida; por otro lado, mis padres fueron los que se alarmaron por la oportunidad

En su momento no entendí por qué, pero me dijeron que si lo lograba me recompensarían.

Mis padres son del tipo “Es tu deber, no esperes nada a cambio” así que el hecho de que me ofrecieran un premio por conseguirlo significa que era “súper ultra mega importante” como dijo mi yo de 11 años que dio el examen motivado. Recuerdo haber dado el 500%.

Una semana después, luego de una llamada, mi mamá corrió a abrazar a mi papá. Después me buscaron a mí, me cargaron y me dieron vueltas en círculos gritando emocionados: “lo lograste, lo lograste”.

Me alegré por verlos felices juntos, aunque producto de esa celebración mi hermana se despertó. Para que no se sintiera mal tuvieron que jugar con ella de la misma forma. Por ese tiempo era muy mimada. Ahora solo es mimada.

Como sea, obtuve la beca gracias a la oportunidad que consiguieron mis padres y así estudio en el FG School.

Si culmino este año con éxito habré estudiado becado durante toda mi secundaria… Por cierto, la recompensa fue una empanada de queso, actualmente, uno de mis bocadillos favoritos.

—Jonathan, esto tampoco es un logro… es de esperar que logres graduarte —un pensamiento se me escapa mientras alisto mi mochila para salir del salón.

—¿Refiriéndote a ti mismo en tercera persona? —pregunta Jeremy—. No es lo más raro que te he escuchado decir.

—Ah, es solo que me quedé pensando mientras guardaba mis cosas.

—No lo hagas, pones una cara rara, de esa forma luces peor que de costumbre.

—¿Mmmmm? Justo lo que pregunté. Gracias.

—Buuuh —imita a un niño de primaria—. Me adelantaré.

Aunque le haya contestado de esa forma debo admitir que tiene razón respecto mi cara rara.

Desde que nací mis párpados están más cerrados que el promedio. Sumado a esto tengo las ojeras producto de mis hobbies durante mi época de rebeldía.

Por ello tengo una mirada de “odio al mundo”. Puedo disimularla si abro más mis párpados, pero hacerlo conscientemente todo el día me da flojera.

Cuando me quedo pensando o me concentro mi mirada empeora. “Parece que matarías a alguien con solo verlo” son las palabras que me dijeron mis amigos luego de verla.

Por otro lado, de acuerdo a mi mamá y mi hermana, es una linda mirada que les recuerda a mi papá.

Cierto… Jeremy se adelantó porque estoy tardando. Quedamos en juntarnos todos en la cafetería durante la salida. A veces pienso demasiado… Saldré corriendo.

—¡Oye! Sigo aquí —dice Jeremy que estaba esperándome apoyado en una pared.

—¿Jeremy? ¿No te adelantabas? —pregunto sorprendido frenando en seco.

—Sí, ajá. Sabes que no lo haría. Ya vamos.

—Voy —siento que una pequeña sonrisa se forma en mi rostro.

Así es mi mejor amigo. Fanático del k-pop y de los superhéroes. Mide 1.68 m. Tiene cabello corto y un rostro amigable, aunque últimamente le ha salido un poco de acné. Su cumpleaños es el 05 de mayo y tiene 15 años. Es bastante divertido pasar tiempo con él. A veces lo comparo con un Golden Terrier.

Caminamos juntos para reunirnos con el resto de nuestros amigos. Nuestro grupo está formado por 4 chicas y 3 chicos.

Si tuviera que describir a cada uno de nosotros en una palabra diría: la fujoshi, la rica, la ausente, la hermana, el sensible, el idiota y el idiota 2.

Los conocí en un momento un tanto complicado para mí… estoy agradecido de que junto a ellos tenga un espacio donde relajarme y despejar mi mente.

Son muy entretenidos. Incluso quedarme en silencio solo viéndolos es divertido. Salen con cada tontería todos los días.

Por cierto, no es que solo los tenga a ellos como amigos. Nuestro grado en general es bastante unido, producto de todas las veces que nos han mezclado cuando pasábamos de año, somos buenos compañeros.

Además de mi grupo de amigos principal, tengo otras amistades con las que me llevo muy bien.

En definitiva, no soy un solitario.

Llegamos a la cafetería donde un grupo de chicos nos hacen una seña para acercarnos.

—Ustedes dos… ¿Qué habrán hecho para llegar tan tarde? —pregunta Nathalia.

—De seguro estuvieron muy ocupados los dos juntos en el salón —afirma Isabella—¿Quizás besándose?

—“Oh Jeremy… no debemos hacer eso aquí… no es apropiado…” dice Jonathan con sus mejillas sonrojadas —narra Franchesco al estilo fanfic erótico.

—“No te preocupes… ya no hay nadie” dice Jeremy acercándose más a Jonathan, abrazándolo por detrás —continua Isabella.

—Jeremy x Jonathan. El Jenathan es real. No pueden ocultarlo más. Yo lo sé. Todos aquí lo sabemos —afirma Sara con una cara que pide a gritos que la respalden.

El Jenathan. Una pareja ficticia impulsada por la creatividad de Sara. Un shipp que poco a poco fue tomando fuerza hasta ser aceptado por todos nosotros. Me causa gracia el hecho de que se alteren tanto por querer juntarnos, pero… ¿por qué me toman como el pasivo?

—Soy demasiado para Jeremy.

—Demasiado estúpido, creo merecer algo mejor que tú —remarca Jeremy.

Oye… no seas tan duro conmigo.

No soy homosexual ni tengo sentimientos románticos hacia ti, pero un rechazo tan directo siempre duele.

—Yaya, calmémonos un poco. Mejor vamos a tomar algo antes de salir del colegio —sugiere Franchesco.

‒‒Sí, hace bastante calor por estos días —indica Nathalia inocentemente.

Es jueves 03 de marzo del 2022. Seguimos en verano. El colegio cuenta con ventiladores en las aulas y la cafetería, aire acondicionado en los laboratorios y salas administrativas. El patio cuenta con un toldo para no estar del todo expuesto al sol. En resumen, tiene infraestructura adecuada para el verano. Sin embargo, la naturaleza supera al ser humano.

—No jodas ¿Calor? ¿En verano? Por qué no me sorprende —digo sarcásticamente.

—¡Hey! —exclama Nathalia para luego hacer un tierno puchero.

—Ya, ya… lo siento. Te invito la bebida.

Dentro de la cafetería hay varias máquinas expendedoras. Poco a poco reemplazan los productos por unos más saludables. Es una iniciativa que toma en cuenta nuestra salud, pero ignora nuestros gustos.

Discúlpenme por preferir tomar algo con azúcar antes que agua con el ph adecuado. Yo elijo con qué me quiero matar.

—Ugh, hay una larga cola.

—¿Ah? ¿Jonathan? ¿Chicos? —dice una voz en medio de la fila.

—¿Brenda?

No esperaba encontrarme con la chica que usualmente está ausente en nuestro grupo. Es un tanto intensa, agresiva y torpe. Suele ser inoportuna al hablar, aunque no es intencional. Simplemente es así. Supongo que… ¿se le quiere?

—¿Van a tomar algo? Yo les invito —propone Brenda—. Tomen asiento en una mesa.

—¿En serio? —pregunto alegrado.

—Sí.

Definitivamente se le quiere.

—Jonathan y yo nos quedaremos —declara Nathalia agarrando con fuerza mi brazo.

—¿Eh?

Hey Nath, suéltame ¿Por qué me retienes? Debemos ir a la mesa, Brenda se encargará de lo demás.

—Pagarás por mi bebida ¿verdad? —dice Nathalia con una mirada intimidante.

—Ah, sí…

—Bueno, ahora los alcanzamos —indica Brenda.

—Bye bye —se despide Nathalia.

—Ayúdame … —susurro mirando a Isabella.

“Tú te lo buscaste” parece ser lo que dice Isabella por el movimiento de sus labios… y tiene razón, es mi culpa por meterme con Nath.

Nathalia Reyes es la potencia económica de nuestro grupo. Ella cuenta con una extraña habilidad para intimidar sonriendo a alguien.

Es como sí una reina te amenazara alegre con cotarte la cabeza si no cumples sus órdenes. Simplemente debes acatar lo que dice. Regularmente, un capricho estúpido suyo.

Aún tengo una mínima oportunidad de escapar. Veamos…

—¿Cuándo retomas las actividades de tu club? —pregunto.

—La próxima semana —responde Nathalia.

—¿Lideras tú verdad?

—Sí. El año pasado nos tocó “ganar”… así que estoy feliz de liderar al grupo cuando puedo elegir —explica animada.

El alcalde electo para gobernar nuestra ciudad tenía en sus propuestas iniciativas para el desarrollo de tanto actividades culturales como deportivas. Por ello, los clubes se volvieron más importantes para los colegios, recibieron más presupuesto y sus victorias les dan prestigio.

—Cuando son elegidos ganadores por el jurado el público vota menos ¿verdad?

—Sí… es muy complicado ganar de verdad cuando el jurado te nomina “ganador”.

En el resto de competencias entre escuelas las cosas son más justas. Sin embargo, en el baile siempre gana la escuela que elija salsa. La única persona que no lo reconoce es el juez. Por ello, hay una reunión entre las escuelas participantes para elegir al “ganador”, es decir, a la escuela que bailará salsa.

¿Cómo se gana de verdad? Sencillo. Hay una encuesta aparte en la que el público vota por su escuela favorita. Para el juez, todas las escuelas tienen el mismo nivel de baile, porque se reparten equitativamente las victorias. Para el público, el FG Schools es la gran retadora para arrebatarle el primer lugar al Colegio San Ignacio

—Esta vez le ganaré… definitivamente le ganaré.

—¿A quién? —pregunto intrigado.

—Al mejor bailarín y actual capitán del Colegio San Ignacio.

—Creo que te gusta —intervino Brenda que había estado ausente la mayor parte de la conversación.

Ooh… rivales que se vuelven amantes. Me agrada esa idea. Bien dicho Brenda.

—¿Ah? Nono, para nada —dice un poco sonrojada— con él nunca.

—Oooooh… bueno. Sí tú lo dices.

—Ya es nuestro turno de comprar… ¡Hey, Jonathan!, no intentes escapar a último momento.

¡Me lleva el chanfle!

Vaya, creo que entiendo más a Don Ramon al decir su icónica frase. Aunque sin la cachetada se siente un poco vacío.

Terminamos comprando 2 tés helados, 3 gaseosas y 2 refrescos con sabor a frutas. Por cierto, yo soy el que carga con todos ellos.

Las mangas de mi uniforme se mojan un poco, es refrescante de cierta forma, pero es algo complicado evitar que se me caigan todas las botellas.

Si alguna se fuera a caer espero que sea la gaseosa de Jeremy.

Nathalia y Brenda se adelantaron para sentarse, al llegar a la mesa encuentro a todos esperando a que les entregue sus bebidas. Saben… podrían ayudarme.

—¿De verdad tenías que pedir el té helado caro? —le pregunto a Nathalia al entregarle su bebida.

—Es muy rico —responde ella para luego abrirlo y tomar un gran sorbo.

—Pero tú elegiste el mismo ¿no? —señala Jeremy

—Sabe mejor cuando no lo pago yo.

Si me ofrecen gratis algo por lo que estaba dispuesto a pagar entonces lo acepto alegremente.

Soy clase media-baja. Cuando sea mayor de edad venderé mi voto al candidato que me regale más pelotas de plástico o fósforos con su logo. Sería mejor si me dieran polos… pero eso ya es muy ambicioso de mi parte.

—¿No te puedes resistir a la palabra gratis verdad? —pregunta Sara.

Casi nunca, pero no quiero admitirlo.

—Digamos que escucharla o leerla despierta cierto interés en mí —dije como una verdad a medias.

—Oooh, ya veo —comenta Isabella—. Entonces… si admites que te gusta Jeremy te llevarás gratis una… —mira a su alrededor para ver que puede ofrecerme—, linda y pequeña hoja.

—Podríamos tener un trato si la hoja no tuviera una araña debajo.

—¡A-a-arañaaa! —grita Isabella asustada arrojando la hoja lejos de ella.

La hoja voló hasta estar cerca de Jeremy el cual ni se inmutó. No se mueve para nada, como si le diera completamente igual.

Eso probablemente es lo que pensaría alguien que no lo conozca tan bien como yo.

Lo cierto es que está paralizado del miedo.

—Pfffff, no hay ninguna araña, era una broma.

—Baboso —dice avergonzada Isabella.

—Fuiste mala con la hoja, discúlpate con la naturaleza.

—Perdóname hojita, plantaré un árbol en tu honor.

—Pero, la hoja era de un arbusto —señala Sara.

—Entonces reencarnará en un árbol —responde Isabella sonrojada.

“Antes era una hoja, pero reencarne en un árbol que absorbe los poderes de los que respiran el oxígeno que produzco y me volveré el más fuerte para derrotar al rey demonio tomando su lugar” Por qué no me sorprende que en algún lugar del internet pueda encontrar una historia con ese título.

Habiendo mencionado el té, soy bastante prejuicioso al respecto. Me entretengo pensando en si una persona prefiere el té o el café solo viéndola. Por cierto, puede parecer que consumo mucho café, pero soy más de té.

—Bueno Jeremy, ¿nos citaste a todos por algo verdad? Te escuchamos —dice Nathalia.

—Sí, cuenta ya. Tengo curio —Franchesco revela su interés egoísta—, tenemos curiosidad —es lo que dice para intentar disimularlo.

—¿Qué podrá ser? —pregunta Sara.

—Probablemente algo de K-pop, alguna noticia o estreno de MV —dije lo que se me ocurrió.

—O algo de Marvel o DC —complementa Isabella.

—Oigan… ese es un prejuicio bastante acertado de mí —reconoce Jeremy.

—Ya Jeremy, no la hagas larga —expresa Brenda—, admite de una vez que tienes novia.

—¿Cómo es que lo…? —pregunta Jeremy atónito.

—Ah espera, ¿en serio? Lo dije por decir —Brenda muestra una expresión de sorpresa con un poco de orgullo.

—¿Oigan pueden quitar esa cara de traumados?

Mi mejor amigo tiene novia… y Brenda, una de las personas más despistadas que conozco, lo adivinó como si nada…

Me explotará la cabeza.

Vamos, piensa un poco en Jeremy como pareja potencial. Es amable, comprensivo, divertido, tiene metas en la vida. Cuando la atención recae sobre él se vuelve algo torpe, pero es parte de su esencia, hasta diría que esa parte de él es linda. Físicamente tiene un cuerpo sano y no luce tan mal…

¿Cómo es que no consiguió novia antes?

—Así que eso era lo que nos ibas a contar… —dice Isabella todavía sorprendida.

—Denme unos minutos, tengo que asimilar que el Jenathan no será real —menciona Sara con claro sufrimiento.

—Bueno, supongo que felicidades —digo dándole palmadas en la espalda a Jeremy en señal de orgullo.

—¡Aaaaah que emoción! —expresa Nathalia lagrimeando—. Mi pequeño Jeremy está convirtiéndose en todo un adulto.

—Jonathan, eres apenas 1 año mayor que yo. Nathalia, tenemos la misma edad. No actúen como padres orgullosos de su hijo —dice Jeremy mirándonos seriamente.

—Si por alguna razón terminan ¿El Jenathan está en tus posibilidades? —pregunta Franchesco.

—Bueno, eso era lo que quería decirles. Cada uno debe tener cosas que hacer.

Lo ignoró completamente… A Franchesco no le molestó para nada, pero Sara parece más abatida que antes.

—Sí, es hora de irnos.

Limpiamos rápidamente la mesa en la que nos sentamos. Probablemente las bromas sobre el Jenathan se reducirán. Aunque considerando cómo son mis amigas… si hablan con la novia de Jeremy serían capaces de hacer que ella también nos shipee.

Nos dirigimos a la puerta principal que funciona como entrada y salida del colegio. Hace unos días Nathalia nos invitó a todos a pasar una tarde en su casa. Sin embargo, Jeremy y yo tuvimos que rechazar la invitación.

Jeremy no dejó en claro su motivo, pero con lo que nos acaba de decir supongo que será porque tiene planes con su novia. Por otro lado, yo tengo que ir a cierto lugar luego del colegio.

Las chicas se suben al auto de la potencia económica. Franchesco se les unirá luego de ir a su casa para traer bocaditos. Jeremy y yo pedimos que nos guarden algunos, pero es muy optimista pensar que sobrará algo. Así que no tengo ninguna expectativa. En general, trato de no expectativas.

Es más sencillo vivir así.

Camino junto a Jeremy hasta el paradero para esperar a nuestro bus. Parece más feliz que de costumbre. Imagino que será por contar que tiene novia.

Una chica se dio cuenta de la gran persona que es… obvio refiriéndome a su forma de ser, en cuanto a su altura solo mide 1.68 m.

Tengo cierta curiosidad por los detalles… Tendré que preguntarle sutilmente ¿Quién es? ¿Cómo la conoció? ¿Dónde lo hizo? ¿Cuándo?

—Bueno… ahora que tienes novia…

—Es mi vecina de un piso superior. La conozco desde hace 7 años. La primera vez que hablamos fue durante una chocolatada en navidad cuando tenía 9 años.

—A veces me asusta lo mucho que me conoces.

—Luego de años aguantando tus estupideces, algo aprendí.

—¿Por qué no me dijiste nada antes?

—Realmente no es asunto tuyo ¿o sí?

—Tienes razón, pero como tu mejor amigo siento que podrías hablar estas cosas conmigo.

—¿Acaso eres doctor amor?

No, pero… tengo un gusto culposo por el romance, en específico las comedias románticas. Al menos cuento con cierta noción al respecto.

—Tenía miedo de ser rechazado. Quería que fuera oficial para contarlo.

—Bueno, eres un chico agradable. Estoy seguro de que serán felices juntos. Que ocurra lo que tenga que ocurrir y disfruten su relación.

—Gracias —Jeremy se detiene a pensar por un momento, una sonrisa ligeramente burlona se le forma en su rostro—. Espero que encuentres una chica de la cual enamorarte —dice con cierto aire de superioridad.

Simplemente xd. No tengo nada más que pensar al respecto.

—Dados mis objetivos para este año, no sé si tenga tiempo para el amor. Lo veo muy complicado. Pero gracias por los ánimos.

—El amor llega cuando menos te lo esperas.

—Lo que en realidad llegó es tu carro. Debes irte.

—Ahh, cierto. Nos vemos.

—Bye bye.

Luego de que Jeremy se fuera me quedé solo esperando mi bus.

Vecinos y amigos de la infancia… Puedo imaginármelo, algo como “¿Quieres ser mi novia?” preguntaría él, “Tardaste bastante, sí quiero” respondería ella. Que lindo.

¿Cómo serán sus citas? En el cine Jeremy probablemente la ignore por completo por ver la película. Intentar hablarle mientras ve una película es como hablar con una pared. Hasta la pared respondería más que él. Espera un segundo…

Oooooh, entonces así es como se sienten las chicas al imaginar las citas del Jenathan.

Mi bus hizo su aparición. Al subir me encuentro con un desbalance típico en la distribución de los pasajeros producto de la hora y la posición del sol.

Todos los asientos que tienen sombra están ocupados, el resto de pasajeros están parados para que no les dé el sol en la cara. Haré lo mismo que ellos.

Conecto mis audífonos a mi celular para escuchar algo de música. Mi playlist no tiene mucho sentido, simplemente agrego cualquier canción que me haya gustado y la pongo en aleatorio. No tiene restricciones por idioma o género.

El bus arrancó, agarro con fuerza la baranda para no caerme. No entiendo cómo es que los vendedores ambulantes pueden moverse con tanta libertad. Yo también quiero esa habilidad.

El año pasado hubiera tomado un bus que me lleva a mi casa, sin embargo, hoy jueves 03 de marzo del 2022, voy rumbo a una academia.

Una vez terminada la educación obligatoria uno puede decidir qué hacer con su vida. Darse un año sabático, estudiar una carrera técnica, trabajar directamente en alguna empresa. En mi caso, deseo estudiar una carrera universitaria.

El FG Schools es un buen colegio en general. Les brinda a sus estudiantes una formación apropiada y su nivel académico es bueno. Pertenece a un grupo corporativo y tiene convenios con otras universidades privadas. Los egresados del FG Schools tienen ingreso directo, así como varios descuentos en esas universidades.

Sin embargo, aun con todos estos beneficios mi familia no es capaz de pagar ninguna de ellas. He sido consciente de este hecho desde que tenía 12 años.

Estudio en el FG Schools gracias a la beca que tengo, sino, iría a un colegio mucho más barato. Nunca me faltó un plato de comida, pero no he tenido muchos lujos. Soy clase media-baja. Más baja que media, soy un casi pobre.

Quiero estudiar ingeniería de sistemas. Para mi carrera las universidades con las que mi colegio tiene convenios son excelentes, pero como dije, no puedo pagarlas.

Mi única alternativa es una nacional. La mejor de ellas para mi carrera es la Universidad de Ingeniería.

¿Lo malo? La dificultad de su examen de admisión. Tiene el examen de admisión más complicado del país. Además, tampoco cuenta con un examen especial para chicos en su último año de estudios.

El nivel académico de mi colegio es bueno, pero no es el apropiado para ingresar a esa universidad. No voy a probar suerte, postulo para ingresar. Debo hacerlo. Necesito lograrlo…

Por ello, gracias al apoyo de mi mamá, me inscribí en una academia para prepararme adecuadamente.

Tiene bastantes ciclos y turnos que se acomodan a todo tipo de estudiantes. El mío es uno intensivo por la tarde.

Tuve que presentar mi libreta de notas para demostrar que tengo un promedio mayor a 17. Son bastante serios respecto a la educación. Juntan a los estudiantes de capacidades similares para que ninguno retrase al resto.

El bus llegó a mi parada. Tuve que caminar un poco hasta llegar a la academia. El de seguridad pide que le muestre mi carnet de estudiante. Me avergüenza la foto que usé para el mismo, no salgo muy bien en ella, no me considero apuesto y salgo bastante mal en las fotos.

En el primer piso se encuentra la recepción, una pequeña cafetería donde no compraré nada porque todo está excesivamente caro, las áreas de descanso para los profesores y la administración. Las aulas están en los pisos superiores.

Debo ir al aula 4-2. Ósea que debo subir 4 pisos… bueno, algo de ejercicio no está mal.

*****

Me agrada el aula. Es de color blanco con algunos detalles en azul oscuro. Tiene aire acondicionado, pero está apagado por ahora, seguro es porque las ventanas están abiertas. También cuenta con un proyector que apunta sobre la pizarra blanca para plumón. Las carpetas son para usarlas en pareja. Hay 12 carpetas distribuidas en 3 columnas y 4 filas dando un total de 24 asientos para los estudiantes. Cada uno de ellos está enumerado.

Al lado de la puerta hay 2 papeles pegados. Uno es la lista enumerada de los alumnos y el otro indica el orden en el que deben estar los asientos en el aula. Veamos… soy el número 17 en la lista y compartiré asiento con el 18, me corresponde el lado izquierdo de la carpeta así que no tendré problemas por choques de brazos al escribir dado que soy zurdo.

Hay más estudiantes en su último año de estudios además de mí. Aunque ninguno de ellos va al FG Schools. El resto no parece pasar de los 20. Probablemente estudien o trabajen por la mañana. Si no es el caso, entonces habrán escogido este turno intensivo por su relación calidad-precio.

La academia asegura que este ciclo brinda una preparación adecuada para postular al examen de admisión ordinario con solo 4 horas al día de lunes a viernes estudiando desde marzo hasta diciembre… Espero no haber sido engañado por una estrategia de marketing.

La clase está por empezar y mi compañero de asiento no aparece todavía. El resto de estudiantes alistan sus cosas para estudiar.

Están sacando más cosas de las que esperaba…

Si solo es tomar apuntes ¡¿Para que necesitas un libro tan grueso al lado de tu cuaderno?! Creo que es algo excesivo.

Bueno, también debo sacar mis cosas. Veamos… el lapicero azul que encontré en el piso, el lapicero negro que le robé a Jeremy, los lápices usados que fui coleccionando a lo largo de mis años en la secundaria, un tajador, un borrador mordido y un cuaderno nuevo cuadriculado. Se supone que hoy veremos una introducción a la matemática.

Decoraré un poco el cuaderno. Para la portada le pegaré algunos stickers que vienen dentro del mismo… bien listo.

Para la carátula tendré que dibujar algo. No soy muy bueno haciéndolo así que mis dibujos siempre son divertidos.

Listo, ahora tengo un “gato” como carátula, al menos, si lo miran por unos segundos se darán cuenta que es un gato. Está bastante bien para ser algo que dibujé yo, es digno de admirar. Lo contemplaré hasta que empiece la clase.

—Disculpa —una agradable voz interrumpe mi admiración—, mi asiento está al lado, ¿me das permiso?

—¿Eh? Sí, claro —respondo sorprendido.

Mi compañero de asiento resultó ser una chica. Al momento de leer la lista solo busqué mi nombre e ignoré el resto. Que descuidado.

Esta chica me vio admirando un pseudo-gato relativamente bien dibujado. No siento vergüenza… no tanta. Como sea, solo debo pararme y darle permiso para que tome asiento.

—Ouch —suelto luego de golpearme.

—Pfff —se escapa ese sonido sus labios.

Sé lo que significa, está conteniendo su risa.  Uuuugh que vergüenzaaaa.

Ella toma asiento y alista sus cosas porque la clase está a apenas un minuto de empezar.

No me importa que me vean haciendo tonterías cuando sé que me están viendo. Sin embargo, ahora no estaba mentalizado para que alguien vea mi dibujo.

Ser atrapado en medio de una tontería me vuelve muy torpe.

—¿No te vas a sentar?  —pregunta ella.

—Ah, sí.

Me quedé parado distraído en mis pensamientos. Soy excelente dando malas primeras impresiones. Mis amigos me lo han confirmado.

En un primer momento, ellos pensaban que era un completo idiota.

¿Debo parecerle un estúpido verdad? Como mínimo me considerará bastante torpe. Perfecto, es justo la impresión que quería darle a la persona que compartirá asiento conmigo hasta diciembre.

—Ehm… chico ¿No crees que me estás viendo mucho? Es un poco intimidante…

—¿Eh? ¿Me quedé viendo?

Ah, es solo que me quedé pensando mientras guardaba mis cosas.

No lo hagas, pones una cara rara, de esa forma luces peor que de costumbre.

El recuerdo de esa conversación con Jeremy vino a mi mente.

—Parece como si me fueras a devorar con la mirada —dice ella tapando el escote de su polo.

—Nono, en realidad me quedé pensando —mi voz suena muy nerviosa—. No me tomes como un pervertido.

—¿Pensando? ¿Al estar mirando mi escote? No quiero ni imaginar las cosas que pasan por tu cabeza —expresa ella junto a una mirada de desagrado.

—No, yo no pensaba en eso.

Realmente no pensaba en eso… hasta ahora. Su busto es visualmente agradable…

No, no, no, ¡NO!

Siento mis mejillas enrojecerse.

—Tu cara se ha puesto roja, ¿acabas de pensarlo verdad, “chico pervertido”?

—Jóvenes comenzamos la clase, por favor presten atención —exclama el profesor.

Mierda, comenzó la clase.

Mi compañera de asiento que hace unos segundos me miraba con desagrado ahora está completamente concentrada en el profesor. Dudo mucho que pueda hablar con ella ahora.

Debo arreglar este malentendido. Si el rumor se extiende mi posible vida social en la academia habrá muerto. Peor aún, el ambiente se arruinará y no podré concentrarme para estudiar.

Necesito prestar atención yo también. Es una introducción a matemática, será más sencillo que solucionar el malentendido.