Future Breaker: Mistery in the Dungeon - 01
Un ruido mecánico se entremezcla con pasos multitudinarios mientras una enorme compuerta se abre a través de poleas y luces enfocan el andar, revelando a cientos y cientos de robots bípedos, cuadrúpedos y detrás grandes animales de al menos dos metros de altura y cuernos que salen de su frente. Mientras avanzan, estas bestias arrastran carros para guardar minerales.
El suelo es metálico y sobre sus cabezas, enormes paredes de roca y tierra hasta donde se alcanza a la vista.
De entre la multitud de humanoides mecánicos, una chica de al menos 15 años destaca del resto. Sus ojos rojos y expresión indiferente, pero a la vez que intranquila, cabello plateado, figura delgada pero atlética y vestida con una compleja gama de vestimentas para la ocasión, encapuchada, con botas para el frio y la sangre de algunas criaturas que actúa como corrosión, y una espada.
Junto a ella, un grupo de al menos 70 van vestidos de igual manera. Pero ella es la única que se encuentra confundida y mirando hacia todos los lados:
ZY-925: “¿Q-Que está pasando? ¿D-Donde estoy?” — se pregunta asustada e imágenes en su mente que la impactan sin parar hasta confundirla
Una vez atraviesan esa entrada, son atacados por varias criaturas con tentáculos, otras voladoras, otras con apariencia primitiva como si fueran primates pero el cinco veces más grandes, con dos pares de brazos, colmillos que sobresalen y fuerza incalculable.
Al ver esto, la chica trata de escapar al correr en dirección contraria de su grupo, pero la marea de robots que aún continúan entrando es demasiado y es empujada dentro de la mazmorra:
ZY-925: “¡Kyaaaaaaaahh! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Qué hago aquí?” — grita, entrando en pánico
MO-025: “ZY-925, presta a atención o te aplastaran como a los demás del frente” — advierte el robot con apariencia humana
ZY-925: “¡Pero no sé qué hago aquí! ¿Por qué estoy con estos robots? ¿Qué está pasando?” — responde asustada
MO-025: “Estas bajo tu propio cuidado”
ZY-925: “¡No, espera no te vayas!” — grita, sin poder ser escuchada
MO-025 salta hacia una de las bestias con forma de gorila y en el camino es atravesado por otra criatura con forma de escorpión.
La escena es brutal, una batalla campal entre al menos una centena de criaturas gigantescas y un ejército de por lo menos mil robots de toda clase. Unos luchan para reducir la cantidad de monstruos y otros intentan extraer la mayor cantidad de recursos, pero la mayoría son destruidos en el proceso. Sin embargo, ZY-925 se queda perpleja ante lo inusual que es no escuchar alaridos de dolor, petición de ayuda o cualquier cosa que fuera humano:
ZY-925: “No se quejan, no lloran, no se asustan. ¿Qué está pasando aquí?” — sus manos tiemblan mientras observa como una de las bestias se acerca embistiendo a todo lo que se le cruza por el camino
Intenta correr hacia la puerta, sorteando a muchos robots que siguen su camino para cumplir con la misión. Una vez llega, golpea con la palma de su mano y luego con el puño para que le abran al grito de “¡Auxilio, ayúdenme por favor!”, sin éxito alguno.
En ese mundo las cosas funcionan de una manera muy cuestionable. La ciudad se llama Ergobia, una de las más industriales del mundo y la que mayor nivel de energía mágica necesita para su funcionamiento, por lo que la cantidad de trabajadores para las mazmorras deben ser diez veces más que la ciudad más poblada.
Ahora bien, el mayor problema es encontrar trabajadores que llenen la cuota y la cumplan, por lo que se descubrió que lo mejor es usar robots o droides para ello, y los humanos como manipuladores de su funcionamiento o mantenimiento.
Eso fue decretado por el Rey Lukasz Strophan XXIII, hace al menos ciento cuarenta años. Sin embargo, aun en ese mundo, los gobiernos siguen considerándose más que las personas y todo el poder se concentra en un pequeño grupo que deja las migajas a los menos indefensos.
Los ruegos y golpes de la chica no son escuchados, y ella cesa, aceptando su cruel destino a manos de la naturaleza de ese lugar, sin saber que está ocurriendo ni porque se encuentra allí.
Una lagrima cae de su ojo derecho, seguido por un leve zumbido en su cabeza que la desmaya…
15 horas después
Gotas de agua que caen desde el techo de tierra sobre el rostro de ZY-925, la despiertan abruptamente sin tener idea de donde se encuentra o que sucedió, solo ve los montones de chatarra y los cadáveres de aquellos monstruos que defendían su territorio:
ZY-925: “¿Heh? ¿Qué ha ocurrido aquí? no puedo recordar nada” — se toma de la cabeza y gime de dolor — “esta fuerte jaqueca”
En estado de shock y confusión, la chica corre hacia la puerta y una vez más intenta pedir socorro, hasta que unos guardias fuertemente armados y cubiertos de armaduras le abren, solo para apuntarle y gritarle violentamente que se eche para atrás:
ZY-925: “Esperen por favor” — levanta sus manos con expresión de temor
“Para atrás robot ¡ahora!” — amenaza con armas listas para disparar
ZY-925: “Debe haber una confusión, soy una persona, por favor” — lagrimas brotan mientras intenta explicar
“No te lo diré más, para atrás, levanta las malditas manos y arrodíllate, o abriremos fuego”
ZY-925: “S-Si, lo hare” — se arrodilla y levanta sus manos — “y-ya lo hice” — dice llorando
Con solo 15 años, la chica no puede, no logra encontrar una explicación a todo lo que está pasando. Verse envuelta en una expedición con robots, ser llamada como un conjunto de números, caer desmayada y luego ser detenida por unos guardias que la tratan de robots hace que tenga miedo de cualquier cosa, porque la corrupción está latente en todos los niveles sociales y los que deberían proteger incluso son los que promueven los abusos.
Sin embargo, ni los mismos guardias encuentran la identidad en la base de datos de la ciudad sobre ella. Entonces proceden a detenerla, poniéndoles esposas en las muñecas y transportándola hacia el cuartel que se encuentra en el borde de ese abismo, varios cientos metros arriba de la mazmorra:
“Aquí Whitecross a base. No encontramos activos completos, tampoco monstruos acechando” — se comunica con el cuartel para informar — “pero encontramos una cazadora de la clase BY por lo que podemos ver en su brazalete ¿Cómo debemos proceder?”
“Base Weber. Traigan al activo ZY para mantenimiento y análisis del cerebro micro digital. Los oficiales quieren saber que paso con las mil unidades que fueron a esa mazmorra”
“Entendido, en unos minutos tomaremos el elevador y estaremos en una hora allí”
“Entendido”
“¡Vamos, rápido!” — tira de las esposas para que se apresure
ZY-925: “Cuartel, quizás allí puedan decirme que está pasando. Si, puede que me digan, pero…la manera en la que hablaron. Mantenimiento y análisis del cerebro. No entiendo que pasa, pero por alguna razón me están confundiendo con algo que no soy” — piensa preocupada ante la incertidumbre
1 hora después
El pequeño grupo de guaridas llega al cuartel para entregar a la preocupada chica. Allí se encuentra con más guardias en servicio, mujeres y hombres fuertemente armados con armas de calibre mágico y entre ellos un hombre alto de casi dos metros y uniforme negro con múltiples medallas y espada claymore sobre su espalda la espera en una oficina grande con solo una mesa y dos sillas:
“Ve a esa esquina y espera tus órdenes” — la empuja para que se dirija dónde están las herramientas
ZY-925: “Este parece ser un edificio de las autoridades locales. Pero ¿Qué me harán?” — se pregunta — “ese hombre parece verse sensato, quizás me ayude si le explico” — mira a el oficial a cargo
Inocentemente se desvía de su camino y va hacia el oficial a cargo:
ZY-925: “Perdone, debe haber algún error, yo no soy un robot. De la nada fui enviada a esa cueva con esos monstruos y…”
Albestrianos: “Dime Capitán Albestrianos. Y creo que te estas equivocando en algo pequeña. En nuestra base de datos no se encuentra nada relacionado a ti, esto hace que mi trabajo sea más complicado por el simple hecho de que a pesar de haber estado en actividad, no hay datos siquiera de cuando empezaste tu actividad. Curioso ¿no lo crees?” — da un sorbo a su café y continua — “dudo que lo que me estés explicando tenga validez sin los datos correspondientes. Y a decir verdad comienzo a molestarme, porque me estas dando mucho más trabajo” — coloca bruscamente su espada sobre la mesa — “lo que te queda pequeña es decir la verdad, sin desperdiciar mi tiempo” — advierte amenazante
ZY-925: “L-Le digo la verdad señor, no sé qué está pasando, cuando me di cuenta yo…yo…estaba caminando hacia la cueva. Estoy diciendo la ver-” — Dice desesperada hasta que es interrumpida
Albestrianos: “¡Suficiente mocosa de mierda!” — golpea con el puño en la mesa — “llévensela al centro de investigación. Que le hagan una limpieza a su memoria y si vuelven hacerme perder el tiempo, los enviare a ustedes a la mazmorra 0 ¿está claro?”
Después de la intimidante conversación con el oficial, ZY es llevada a uno de los edificios adyacentes para ser almacenada como todos los robots que requieren arreglo, mantenimiento o control para evitar posibles inconvenientes.
Mientras tanto, Albestrianos mantiene una conversación con una de las autoridades principales de la ciudad:
Albestrianos: “Si señor, estamos tratando de entrar de nuevo a la mazmorra 0. El inconveniente es la cantidad de fuerzas que usamos hace unas horas. Si señor, perdimos todas excepto una unidad.
“¿Sera un rezaga o virus que deba preocuparme?”
Albestrianos: “No, parece que tiene una falla grave en el sistema. Nada por lo que deba preocuparse”
“Bien. Ten en cuenta que no queremos problemas con ninguna unidad defectuosa, sobre todo por lo sucedido hace cinco años”
Albestrianos: “Si, lo se señor. Procurare erradicar a la unidad si no tiene un funcionamiento normal”
“Proceda con inteligencia capitán. No quiero otro error como lo sucedido en aquella ocasión”
Luego de terminar la comunicación, Albestrianos suspira lentamente y estira sus brazos mientras se queja por la cantidad de trabajo que tiene:
Albestrianos: “El desastre de hace cinco años ¿huh? Ni siquiera fue mi culpa. Ese maldito de Hirozuka Ikiwa. Maldito extranjero” — maldice en silencio
ZY, es llevada por un par de guardias hacia uno de los edificios de mantenimiento dentro del cuartel. Asustada por lo que ahora pueda sucederle, BY mira hacia todos los lados, encontrándose con que el sitio está fuertemente vigilado con enormes torres y guardias armados y láser para misiles dirigidos por calor para evitar ataques blindados de los rebeldes, grupos que al estar en desacuerdo con la corrupción y duda ética por parte de no solo su gobierno sino también las fuerzas que sirven a este e inclusive gran parte de la sociedad ya acomodada, no tienen de otra más que levantarse en armas.
Enormes guarniciones apostadas que diariamente patrullan la zona, hacen que el querer escapar sea muy difícil y desesperanzador.
Se adentran en el edificio y allí un oficial con sobrepeso y comida en su rostro después de haber almorzado, la recibe con una orden, acompañado por una perversa sonrisa:
“Quítate la ropa” — busca entre los papeles el nombre código de la joven — “ZY-925” — lee el código
El oficial espera más de lo que se puede imaginar, y repite la orden, sin respuesta debido a que la joven no consigue reconocer lo que dice. Entonces busca entre la caja de herramientas unos objetos para tratar la situación de ella, no sin antes acercársele y rasgar su ropa, para el horror de ZY quien intenta cubrirse con sus manos los pecho y lanzar un grito desesperado:
ZY-925: “¡¡Kyaaaaaaaahh!!”
“¡Quédate quieta maldita maquina! ¡¿no ves que vas a ser reparada?!” — le ordena mientras la tira contra el suelo y le trata de quitar la ropa frente a los demás oficiales, quienes se mofan con sonrisas lascivas
ZY-925: “¡Basta! ¡por favor, no soy una máquina, se lo suplico!” — grita pidiendo socorro para que alguien, quien sea la salve
“Mierda, esta máquina está demasiado fallada. ¿Cree que es una persona o qué?” — mira a uno de los soldados — “tu, ven y ayúdame a tener sus brazos ¡rápido no te quedes mirando!” — le ordena
“S-Si, señor” — responde obedientemente
El soldado procede a retener las manos de la chica, mientras ella se retuerce, angustiada y asustada por lo que le están haciendo contra su voluntad. El desagradable oficial a cargo de esa sección le cubre la boca, mientras ella intenta llorar de angustia, aunque ninguna lagrima sale de sus ojos:
“¿Es enserio esto?” — se percata de los ojos cristalinos — “creo que hay una filtración de líquido refrigerante en sus niveles oculares” — mira a otro de los soldados — “tu, ven y tráeme ese destornillador” — le ordena mientras se sienta sobre las piernas de ZY
Con el hombre sobre sus piernas, ZY siente como los huesos se doblan, causándole mucho dolor:
ZY-925: “¡M-Mis piernas! ¡por favor, me la estas destrozando!” — vuelve a gritar
“¡Ah, con un demonio! ¡soy imbéciles!” — se queja el oficial — “no es muy difícil quitarle la ropa a este robot. Que alguien me traiga las herramientas y me ayude a sostenerle mientras le quito la parte inferior de la vestimenta de combate”
ZY, observa como su ropa es quitada bruscamente ante los perversos ojos de aquellos oficiales. Aquel hombre con sobrepaso ordena a todos los presentes que se retiren, mientras desajusta el cinturón del pantalón y desabrocha su camisa:
ZY-925: “P-Por favor, se lo suplico, piedad” — murmura en shock
“Así es como debes funcionar y no tuve necesidad de usar mis herramientas. Digamos lo bueno, al menos me hiciste trabajar, jajaja” — se acurruca contra el cuerpo de ZY y empieza a lamerle las piernas, luego las caderas, el ombligo, todo ante la impotencia de ella
ZY-925: “T-Tengo miedo, por favor…algu-”
“Si, me encanta esta piel sintética, es de la mejor calidad” — le cubre de nuevo la boca, pero con más fuerza
No es ajeno el hecho de que muchos soldados apostados en la línea principal que defiende a la ciudad de las mazmorras, tienden a seguir ordenes crueles e inhumanas, y muchas veces deben reprimir el deseo sexual, deseo que a veces desemboca en tristes acontecimientos.
Durante muchos años ocurrieron crímenes contra soldados mujeres por parte de compañeros, donde fueron violadas por estos debido a la inmensa carga mental y sexual que impacta en su labor, y por esa razón es que dentro de las fuerzas militares apostadas allí se decidió que cada soldado y oficial, tiene permitido tener relaciones sexuales con androides para aplacar el deseo sexual. Lógicamente surgen instancias donde las violaciones siguen existiendo debido a la resistencia de muchos soldados a mantener relaciones con meras máquinas y que el calor humano para ellos es más importante que la frialdad de un androide.
Sin embargo, la resistencia de ZY alienta al oficial a continuar su salvaje violación, pero poco a poco va cayendo en que está cometiendo un posible crimen y se empieza a preguntar si es una colega o es una falla verdadera. Da igual para él, solo desea explotar su incontrolable hambre de sexo.
2 horas después
ZY es llevada a un almacén donde se encuentran prototipos y robots defectuosos para su fundición y darle de baja a su labor.
Al llegar, es arrojada completamente desnuda a una celda fría y sucia, y de un baldazo es cubierta por aceite espeso para robot mientras espera a la nada misma en una esquina. Después de lo que le había ocurrido hace no mucho, ZY se ha dado cuenta de que nadie la podrá rescatar, y sumado a que no comprende que está pasando, nadie la escucha, nadie sabe cómo se siente, solo resta esperar resignada a lo próximo que le deparará.
De repente, escucha un zumbido, aquel mismo sonido previo a que se desmayara en la mazmorra 0:
ZY-925: “¡E-Ese sonido de nuevo! ¡mis oídos me duelen!” — se cubre los dos oídos hasta que cae desmayada — “ah…de nuevo…”
En ese momento en el último piso de la gigantesca compañía Rostrepio Rock, una de las más importantes corporaciones de la ciudad y el mundo, donde los grandes cerebros convergen para la creación de nuevos robots y droides para la recolección y combate en las mazmorras, se sucede una importante reunión de junta donde el presidente Irving Egórgio presenta un anuncio vital:
Irving: “Nuestras acciones se han disparado este año, y debo felicitarlos por ello, sin embargo, también es mi deber decirles que estamos en una situación curiosamente compleja respecto a las demás naciones y nuestro gobierno. Si, es verdad, el gobierno nos ha otorgado permisos importantes para la extracción, y es una gran ventaja para obtener muchos recursos y dinero a montones. La cosa es que…no es suficiente, y tenemos al menos siete compañías que nos llevan la delantera”
Arquzi: “Entonces tendremos que llevar nuestras políticas más allá de lo estipulado” — dice el jefe del departamento de robótica
Erving: “Si y no. Es simple, necesitamos expandirnos y superar a la competencia, pero no de la manera convencional como estábamos creyendo”
Alba: “¿Insinúa señor presidente que tenemos que apelar a acciones ilegales?” — pregunta asertivamente la jefa del departamento de comunicaciones
Erving: “No puedo dar más detalles, solo diré que tenemos que continuar con lo que venimos haciendo, hasta llegado el punto en que nos desligaremos. Eso es todo, pueden volver a sus labores”
Los miembros de la junta se retiran de la sala de reunión. Erving suspira, toma asiento y bebe un poco de whiskey que se había servido, pero por la intensa reunión no pudo dar ni un pequeño sorbo.
De repente, una voz interrumpe su breve descanso:
Célica: “Fue una particular reunión”
Erving: “¿Heh?” — se exalta y mira a un lado, en la punta opuesta de la mesa — “cielos, Célica, me asustaste”
Célica: “Me sorprende que actúes tan natural frente a sus ejecutivos, al menos antes de que ocurra tu plan”
Erving: “No es de sorprender. Además, es muy pronto para el inicio de mi plan. Necesito limpiar esa mazmorra rango 0 y no servirá nada de lo que estoy planeando”
Célica: “¿Hablaste con Albestrianos?” — toma uno de los vasos con cubos de hielo
Erving: “¿A qué se debe esa pregunta?” — pregunta, intrigado
Célica: “Sabes de que hablo. Él sigue resentido por lo que pasó hace cinco años”
Erving: “Y me sigue culpando, pero fue necesario eso. Además, no solamente fue mi culpa, también fue de ese extranjero”
Célica: “Da igual, solo quería saber qué fue lo que te dijo”
Erving: “A pesar de que alguna vez fue tu compañero y ahora lo odias, ¿todavía sientes curiosidad por si hablé con él?”
Célica: “Me mantengo a la expectativa para poder matarlo”
Erving: “Como sea, no tenemos tanto tiempo como pensaba, pero tampoco tenemos que apurarnos. Sobre todo, porque ese mineral se encuentra en lo más profundo de la tierra y ubicarlo sería demasiado costoso y nuestras maquinarias no podrían afrontar un reto así” — mira a Célica — “oye ¿tu grupo no podría encargarse? Son contratadas por mi compañía, quizás con la mejor oferta…”
Célica: “Olvídalo, nosotros solo realizamos misiones de espionaje, saboteo y asesinato. No somos robots para mazmorra” — le responde agresivamente, mostrando un poco su arma en la espalda
Erving: “Tranquila, tranquila” — dice con las manos levantadas — “Cielo santo, fue solo una pregunta. Además, tengo unos prototipos preparados para cualquier cosa”
Frente a él, tres jóvenes más se aparecen como fantasmas, gracias a sus trajes de camuflaje sensorial de nanobots se adentraron junto con Célica para mantener la discreta reunión, ya que en la sala donde se encuentran, no hay ni cámaras de seguridad y micrófonos, nada como para que todo lo que se trate allí salga a la luz. Inclusive muchos de los que se reúnen, deben beber antes un vaso con agua y dentro nanobots que actúan como asesinos una vez que sale algo referido a la reunión de sus bocas. Esto como manera de proteger los secretos:
Erving: “¿Qué? ¿ahora tengo que tener una reunión con todas ustedes?” — dice irónicamente
Rika: “Cierra la boca, pelele asqueroso” — apunta con su arma en tono amenazante
Erving: “Que bien adiestras a tu grupo como para que me hablen de esa forma”
Célica: “Es lo que nos separa de esas porquerías metálicas”
Erving: “Si, como digas” — se pone de pie y camina hacia la ventana con vista a toda la gigantesca ciudad y el cielo estrellado sobre sus cabezas — “dicen que el Rey se encuentra muy enfermo, y no hay heredero que suba al trono. Según los estatutos reales de hace cincuenta años, si el rey no tiene un hijo, el que sigue es aquel que se encuentra liderando las campañas tecnocráticas. ¿Sabes que significa?”
Célica: “Puede ser, pero no me incumbe”
Erving: “Jajaja, lo suponía, pero te diré. Tengo muchas oportunidades de ser el nuevo Rey, pero para ello necesito que mi compañía sea la más importante ¿sabes?”
Célica: “Es pura política. No me interesa en lo más mínimo. Solo queremos cumplir nuestra misión y eso es todo”
Erving: “No seas fría conmigo. Si no fuera por mi tu aun seguirías medio muerta y prácticamente siendo violada por los demás vag-” — dice soberbio hasta que lo interrumpen
Dos cuchillas se apoyan sobre el cuello de Erving y el cañón de un arma mágica apunta a su frente, mientras quienes las empuñan derrochan ferocidad en sus miradas y odio en la de Célica:
Erving: “Lo siento, lo siento. Me excedí. Perdóname”
Célica: “Tienes una lengua muy mordaz, y peligrosa para lo que representa tu puesto” — se acerca con su arma en la mano, arrastrándose por el suelo y dejando marcas de su peso
Se acerca a su oído y le dice:
Célica: “No eres consciente del estado de tu situación. Eres más idiota de lo que creí”
Erving: “Si vas hacer algo…” — lleva su mano al bolsillo trasero y presiona el botón negro de un objeto del mismo color — “intenta no hablar mucho para hacerlo”
Célica: “Déjame adivinar, presionaste el famoso botón. Siempre fuiste atento con pequeñeces, pero al final no sirve de nada” — mira a Rika, luego a Darrmurri y finalmente a Julio. Asienta con su cabeza
Una vez hecho eso, las dos que presionan el cuello con cuchillas, le cortan la yugular y quien apuntaba con un arma mágica de fuego, procede a agujerearle en medio de la frente al presidente de la compañía. Todo eso sin producir un solo sonido.
Rika busca entre la ropa de Erving, y no encuentra nada de valor para ellas:
Rika: “No lo tiene encima”
Célica: “Claro que no. Nunca se ha caracterizado por dejar a la vista lo que es preciado para él o de valor. Es lo mejor que tenía, pero se ha vuelto un idiota soberbio con los años”
Darrmurri: “Si no está aquí ¿Dónde deberíamos buscar?” — pregunta ansiosa
Célica no lo piensa dos veces y responde de manera misteriosa mientras camina hacia la enorme ventana y mira hacia una grieta inusualmente gigantesca:
Célica: “Ese algo no estaría muy lejos. Pero creo que no es momento de preocuparnos por eso”
Julio: “¿Ocurre algo?”
Célica: “Digamos que eso” — señala el cadáver de Erving — “no es un cuerpo humano”
Rika: “¿Es un robot?”
Célica: “No, más inusual que eso. Un clon cibernético”
Darrmurri: “Jajaja, vamos jefa. Esa no es tecnología para nuestro tiempo” — ríe, tomándose a chiste lo que Célica acaba de decir, hasta que al verla tan seria deja de reír — “no puedes hablar enserio”
Célica: “Como dije, él nunca fue alguien estúpido y tomarlo a la ligera es un error muy grave. Siempre fue considerado como el más listo y bajo el apodo de El Hombre de los mil Yo. Así de sencillo” — mira el cuerpo y lo decapita — “veamos” — lo toma del cabello y levanta la cabeza cercenada — “si no me equivoco…aquí está” — toca debajo de la oreja un interruptor — “veo que no perdiste el toque maldito imbécil. Si estos ojos están filmando lo que pasa entonces te agradara saber que vamos a ir por ti, luego de haber obtenido eso”
Luego de dar la advertencia, Célica arroja al suelo la cabeza y la pisa con fuerza hasta destruirla en pedazos. Suspira y se sienta sobre el suelo, pensativa por la pérdida de tiempo en el edificio:
Rika: “Célica ¿Qué sigue ahora?”
Célica: “Destruyan todo el edificio, y maten a todos en su interior. Quiero que ese idiota aprenda de una vez y por todas que las cosas no son iguales a como esa vez hace cinco años…”
Darrmurri: “jefa, una pregunta. ¿Qué había pasado hace cinco años?”
Célica: “…”— se queda callada unos momentos — “ve con Rika y eliminen a todos. Julia, planta los explosivos”
Julia: “Recibido”
Darrmurri: “Si, jefa” — responde intrigada
5 horas más tarde
ZY despierta en lo que esperaba fuera dentro de la celda, pero donde se encuentra es fuera de allí. Se pone de pie, cubierta de aceita para robots, sangre y tierra mojada en todo su cuerpo. Al ver a su alrededor que todos están muertos y los edificios completamente destruidos, entra en pánico y corre por todos los rincones buscando ayuda. Temerosa de que no haya nadie que la ayude, decide buscar la salida y torpemente cae al suelo, dándose el rostro contra un pequeño charco de sangre:
ZY-925: “¿Por qué me está pasando esto a mí? ¿Qué hice para merecer esto? ¿Por qué, porque, porque, por qué?” — golpea el charco y llora desconsolada
Ser arrastrada, abusada, encarcelada ha provocado que sienta horribles sentimientos, tales como la ira, la culpa, el desconcierto y la angustia que ya crecen a pasos enormes en su corazón.
Cuando se da cuenta que está sola y sin nadie que la escuche, una voz le dice:
“Sigue los rastros de luz amarilla”
ZY-925: “¿Huh? ¿Quién es?” — mira hacia los lados y no ve a nadie — “¿Quién está ahí?” — pregunta en voz alta sin respuesta
“Sigue los rastros de luz amarilla” — repite
ZY-925: “Esa voz me llama, y no hay nadie” — piensa, desconfiando de esa voz misteriosa
“Sigue los rastros de luz amarilla” — repite una vez mas
ZY hace caso a las palabras de aquella voz y sigue pequeños rastros de luz amarilla con forma de pequeña niebla moviéndose al ras del suelo como bien le ha dicho. Esto la lleva a las afueras del cuartel y llega hacía unos enormes ductos de cloaca donde unas sombras la esperan.
Al ver estas apariciones, ZY se asusta y retrocede para escapar a toda prisa de ellos. Hasta que uno de ellos le dice para calmarla:
“No temas. Estamos aquí para ayudarte”
ZY-925: “¿Q-Quienes son ustedes? ¿Qué quieren de mí?”
“Esas son preguntas muy necesarias, pero no para hablar por aquí. Síguenos”
ZY-925: “¿Si no quiero?”
“Bueno, tendrás que explicar eso y mucho más cuando el ejercito llegue” — señala el cuartel destruido — “por como lo veo, tus opciones son escasas”
ZY-925: “Por favor si voy con ustedes…al menos quiero saber el nombre de alguno”
“Me parece coherente. Me dicen La Calamidad, pero puedes llamarme Ikiwa, Hirozuka Ikiwa”
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