Guerra de Gigantes:Ascenso de La Republica Galactica de Francia. - 04

Cuando el poderoso Pedro el Grande, el Dios protector de Rusia y gran lanzador de rayos dejo su cuerpo mortal para unirse a los dioses Zaristas en el gran Panteon Universal, habia dejado una huella imborrable en las masas que le elogiaban como un dios encarnado o un poderoso semidios.

Y esos cambios fue un sistema de rangos, aquellos que equilibraban quien subia o bajaba de rangos y eso equivalia a tomar puestos administrativos dentro del Imperio y claro ventajas o desventajas, de millones de humanos en cada planeta, miles vivirian una vida limitada a sus 60 a 80 años humanos, el resto podria acumular y obtener desde ligeros tratamientos hasta alimentos biomodificados para mejorar su cuerpo y hacerlos mas longevos, el promedio de vida se podria extender hasta mil años, claro era complicado en un universo con guerras, duelos y asesinatos, lo mas alto seria de 300 a 400 años.

Por eso en ese poderoso sistema de rangos, los mas bajos podria servir como sirvientes de los nobles de alto rango.

Y Petra una noble de rango K-14, lo mas bajo con lo cual podria conseguir tratamientos y un poco de diferentes sustancias para extender su vida hasta 120 años, envejeciendo solo el doble de lento, pero servia a los Volskonsky de Rurik, una familia en el rango K-2 los que podrian ser generales y comandantes militares de alto rango, miembros importantes dentro de la corte o grandes sacerdotes del culto, ellos podrian llegar a vivir tantos años y podrian ver a los mundos y el imperio cambiar.

Asi Petra de ojos verdes, cabello rubio, y un cuerpo ligeramente erotico, espero con ganas servir con todo su voluntad y fervor a esta casa, si tenia suerte podria tomar algun lugar mas importante dentro de la tabla y vivir hasta los 200 años y mantener su belleza.

Era una lastima que la familia Rurik se hubiera ido, los padres fueron a la guerra a pelear contra los safavidas y dejaron a la pequeña en las manos de su abuelo que era como los suyos un general solo de rango.

Penso como los duques Boris y Gisha tuvieron que dejar a una dulce e inocente niña que siempre sonreia.

La suerte le cayo cuando fue elegida por el mayordomo un noble de rango K-10 que se la follo en todos lados, a cambio de esos favores sexuales le toco la suerte de recibir mas dinero, los diferentes pociones quimicas y tratamientos que detuvieron su envejecimiento, ademas de hacerla mas sensual y guapa.

Acepto su destino de ser una de las amantes del mayordomo.

Y ESO Que era un hombre de sus 40 años, aunque tenia alrededor de 100 años, con 3 hijos y una esposa que estaba en sus treintas al menos fisicamente, se volvio en la esclava sexual de se hombre, impulsada a darle cuando lo pidiera la parte que el pidiera, y ella siempre se movia y pedia un poco y un poco mas.

El follarselo con ganas aunque no le impulsara ningun interes, fue beneficioso.

En unaposicion arrodillada y con unos ligeros dolores en su trasero, la chica se contuvo en gritar de dolor, siguio gimiendo aunque le doliera, una ves mas el cabron habia penetrado en su agujero, y no le aviso, ahora debia gemir…y gimio mas por la posbilidad de tener mas aumentos y cosas buenas que por placer.

-Oye mi querida sirvienta-dijo levantandole la cara antes de meter por su boca los dedos que ella lamio, algo complicado cuando se concentraba en sus palabras, el dolor de su trasero y ahora chupando-te gustaria ser la sirvienta personal de Natalia-

-Claro que si-dijo antes que el volviera a tomar su cintura y empujar con mas fuerza, antes de verse gritando ella por su expulsion de su semilla en su trasero, luego el siguio adentro, maldijo ese fetiche.

Pensar que fue educada con un rango mas noble y leal, llegando a ser una idealista antes de ver que todo era una gran porqueria, los nobles con todo el poder y al final ella acepto ese camino, siendo la amante de ese hombre con sovbrepeso, la ventaja era que ese hombre controlaba desde cuanto pan habia hasta las naves que entraban o salian con productos fuera o dentro de la mansion.

Ahora con la pequeña su vida seria mas facil, seguramente no seria nada complicado.

Bueno al parecer el destino y los dioses zaristas se burlaban de ella, no solo seria un dolor de su trasero…seria un maldito dolor de todo el cuerpo.

Y hasta iba a llegar a el arrepentirse.

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Una ves con el nuevo uniforme que le dieron, fue hacia el salon principal donde estaba la pequeña heredera que estaba leyendo de unas pantallas y que leia de muchas cosas antes de girarse cuando ella carraspeo con la garganta.

-Buenas tardes querida Duquesa-dijo con tono serio, habia aprendido la etiqueta en uno de las maquinas, una tecno-estimulador neuronal, que con sus complejos sistemas metian dentro de su cabeza toda la informacion necesaria, desde lo elemental, mientras tambien iban estimulando su lado insconciente con una lealtad ciega y ordenes ocultas de salvar la vida de su los altos nobles cuando llegara el momento, una forma rapida y eficiente de educar y de controlar.

-A partir de ahora sere su sirvienta personal, cualquier cosa que necesite por favor aviseme-

Miro a la pequeña que se levanto y le miro, era una pequeña muy preciosa y linda, de un rostro y mirada serenos, ademas de eso con el cabello rubio, semi ondulado y ojos verdes que enamoraban, era una linda ternurita.

-En serio-dijo con calma la pequeña que despues de unos segundos penso y sonrio-salta- ella tuvo dudas y comenzo a saltar.

-Corre alrededor de la mesa- ordeno

En realidad ordeno tonterias, y ella lo acepto, primero por las ordenes que habian sido implantadas dentro de ella, la segunda era una paga muy alta.

Al menos era una linda niña que no se veia nada peligrosa.

-Bien ponte en 4-dijo con calma la princesa que ella sabia que pose era, solo que no tenia la menor idea de porque, pero al final su mente tenia ansias de cumplir la orden, se sentia tensa cuando le daban orden, era ese proceso de aprendizaje que afectaba su cerebro.

Al final ella se puso en 4, y la pequeña aunque linda sus ojos eran otra cosa, eran peligrosos, sin duda esta niña no era nada normal, se decia que los rurik eran especiales, no sabia porque, venia desde otro lado del planeta de unos grandes valles a este lugar por lo que no conocia la fama total de ellos.

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En los pasillos estaban las sirvientas con sus escobas y trapos limpiando, la verdad no era de las cosas que gastabas complejas maquinas de limpieza, si con una escoba se podria hacer el mismo trabajo sin gastar tanto en electricidad y luego la manuntencio de esas maquinas, a veces el trabajo humano era mas util que las maquinas.

Las chicas estaban enojadas con la arribista de petra, la muy desgraciada habia tomado el lado de sirvienta personal de Natalia, esosignificaba obtener acceso a muchos recursos y tal ves ascender.

Las chicas seguian enojadas, fue la unica que acepto ser amante de el mayordomo, y bueno seguian quejandose comparandola como una zorra.

-Si es una gran perra, pensar que ganara el honor de estar con la duquesa-

Eso decian hasta que el suelo atras sono un poco a pasos.

-Siiii, vamos, vamos caballos, vamos mas rapido-se escucho antes que apareciera en el pasillo arrodillada y avanzando a gatas la famosa y despreciada petra, la chica tenia un bozal de caballo y con unas cuerdas de cuero que sostenia la pequeña que tenia un latigo en sus manos y daba fuertes golpes al trasero de petra que en ves de gritar, solo avanzaba mas rapido.

Cuando la vieron de esa manera.

La chica solo bajo la cabeza ligeramente y realmente avergonzada.

Todas sonrieron, era muy bueno ver que habia justicia.