Guerra de Gigantes:Ascenso de La Republica Galactica de Francia. - 16
Entre las familias nobles algunas estaban en la cima mas que otras, no por simple coincidencia, sino por el color de su sangre, en realidad el legado genético que corria a través de sus venas.
Y el pertenecia a la casa real, un miembro de la casa Romanov, pero como toda familia y dinastía, en el caso de la casa Real de los Romanov, la elección no era por si era mayor o menor de edad, era quien tenia la fuerza para tomar el trono y si tenia esa intención.
El padre de Boris, era un duque, de gran poder militar y político, además de contar con 3 sistemas solares para si solo y un par de docenas de colonias alrededor a su servicio, lo volvia en un hombre poderoso, de ahí que al criar a su hijo y heredero, lo malcriara y también tuviera una nocion sobrevalorada de que podría herederar el trono.
La posibilidad en realidad era alta, no era la primera ves que un sobrino o nieto de un zar tomara el trono, solo que a su padre nunca le intereso tomar el trono, además del proceso de aposteosis era muy complicado y largo además de doloroso y mejor era tener un par de planetas a su deseo y orden y no desear mas, el universo era tan gigante como Rusia que desear controlarlo simplemente era una de las cosas que no veía sentido.
Pero su hijo deseaba el trono y confiaba que con su fuerza y poder poder tomarlo un dia.
Por ahora el joven Boris Romanov fue cargado por al fuerza una ves mas a una de las naves de transporte que lo llevaría al crucero que lo llevaría a la capital donde pasaría unos días en fiestas y socializaciones sociales, su defecto era la creencia de no necesitar de nadie, y confiar mas en su apellido que en las posibles alianzas o uso de conexiones.
Su hijo deseaba un puesto como oficial Imperial, uno a cargo de flotas y ejércitos, pero tenia en mente el usar la fuerza política de su apellido y mucho dinero para comprar el cargo, una practica estándar en todos los reinos e Imperios de la galaxia.
Hoy el Duque Boris ROmanov se encontraba peleando en una de las salas de su crucero, con intercambios rapidos y directos contra su maestro, a pesar de que a los ojos de ellos eran movimientos simples a los ojos de un humano corriente, veria 2 sombras moverse de un lado a otro para seguir moviéndose a otro lado.
En cambio para Boris era un intercambio de fuertes ataques de espada y contraataques, saltanto y retirándose, usando cada particula de su cuerpo para no ser vencido y derrotado por su poderoso maestro, esquivo por poco pero su cuerpo tenia docenas de heridas, la sangre salpicaba y el se encontraba mas cansado.
Observo a su maestro Ivan el Bonachon, que aunque tenia 2 metros de altura, y tenia musculos de acero, ya que no tenia mejoras genéticas ni injertos tecnológicos, a veces olvidaba que la propia evolución humana había creado seres poderosos en el universo y los cosacos eran una muestra de la fuerza genética evolutiva por siglos de estar en planetas basura durante siglos.
Aunque se movían a velocidades a un cuarto de la velocidad match era insuficiente debía forzar a su cuerpo a moverse mas rápido y mas veloz, había hombres que eran capaces de saltar al campo de batalla con sus diferentes armas de energía y destruir ejércitos enteros, el quería ser de esos
Pero con su maestro Ivan el Bonachon era posible ese sueño, el hombre que estaba frente a el era el mejor guerrero de su región, que aunque borracho, peleonero y de un carácter mordaz ocasionalmente, también era buen amigo, leal y un competente maestro, ahora con la espada de madera que usaba su maestro contra el que usaba una espada de energía fue humillante que el hombre rompiera su espada y luego le diera un golpe en la cara dejándolo un poco noqueado, pero su sangre mejorada por nacimiento fue capaz de despertarle en unos momentos.
-Ha Boris….si solo dejaras de parecer elegante y con estilo en tus movimientos de pelea, podrias lograr golpearme siquiera una ves-dijo el hombre que tenia una bebida en la mano, lo peor era que estaba ebrio y todavía podría vencerlo con una mano
-no importa maestro, el mundo me conocera como el espadachín y luego Zar virtuoso- dijo claramente embebido de las series de espadachines que miraba con muchas ganas en sus ratos libres.
-Pues seras un espadachín virtuoso con un disparo en el culo si tratas de parecer a un francés afeminado-dijo el hombre sin muchos reparos
Pero en los últimos años se había extendido una esgrima francesa que se centraba mas en las formas y exhibicionismo que en una verdadera habilidad marcial, realmente eran contados quienes lograban dominar ese arte y blandirlo como un arma mortífera en combate.
Ivan recordaba sus años de guerra bajo el mando de Suvorov, el hombre era listo en ves de tratar de imitar las técnicas y tácticas de otras naciones usaron sus ventajas y propios ventajas, mas de una ves supo que era pelear con medio brazo colgando y otro pedazo de pierna a punto de caerse, con llanto, dolor y desesperación
Uno no piensa en matar de la manera mas elegante al enemigo, le intentas cortar la garganta lo mas rápido que se pueda antes que tengas que lidiar con el siguiente enemigo
Aun a pesar de encontrarse retirado, aun sudaba en las noches al recordar esas batallas y largas noches de vela, con el miedo de un ataque sorpresa, no sabias si enfrentarías a docenas de enemigos armados con armas laser o atacarían con espadas de energía o de cerámica que estaban afiladas a un nivel molecular capaz de cortar hasta el más fino acero.
Su trabajo en esa casa se devia que el padre de Boris tenia un respeto muy alto de la esgrima cosaca, que era velocidad y letalidad, a diferencia de muchas casas afrancesadas los Romanov Ilillich eran mas cuerdos, el Duque respeto a los cosacos cuando le salvaron la vida varias veces y además fueron una tropa de choque perfecta en misiones tanto a nivel global como táctico
Y la otra razón, los cosacos eran duros con sus hijos y sus alumnos, alguien del rango de Boris seria difícil encontrar un maestro que se intimirada ante su rango pero Ivan…estaba pateándolo ahora mismo contra el suelo
El joven Boris apaleado y pateado por su maestro no era lo que se consideraba glamuroso pero era suficiente para que el joven intentara huir y salio, antes de recoger otra arma en los estantes y se prepara para seguir su pelea.
-Bien hecho Boris- dijo su maestro que estaba listo para volver a patear a su alumno.
La puerta se abrió para dejar entrar una personalidad que irritaba a Ivan.
-Disculpe mi señor la interrupción, pero hemos llegado a la capital-dijo con un perfecto francés
Era su maestro de Frances, etiqueta, sirviente y un eficiente espadachín.
-No podemos decirle a mi padre que he ido- Dijo el príncipe con un perfecto frances
-El maestro lo sabe todo, y no creo que podamos engañarlo, mejor en ves de pensar que es una perdida de tiempo podría buscar el tiempo para hacer amistades y tal ves una prometida-
-Para que, soy un romanov, todos me deben obediencia-
-Escusenme pero que mierda están hablando-dijo Ivan que no dudaba que el maestro francés hablara mal de el cuando tuviera oportunidad.
El maestro sonrio desdeñosamente.
-Me disculpo, no todos tienen la habilidad o la sola capacidad de aprender de otro idioma, y uno tan grande y magnifico como el francés-dijo el hombre-pero le decía al maestro que valla a una fiesta es orden de su padre–
-La única fiesta que necesita es una con Vodka y también una docena de bellezas, para estar con esos estirados mejor que se quede a entrenar-dijo Ivan desdeñoso de cualquier idea del hombre.
-Tal ves para alguien como usted seria lo mejor una fiesta de ese tipo, pero alguien con responsabilidades con el Imperio es apremiante siempre mantenerse en estos lugares-dijo un frente a frente con Ivan
Boris apuro su partida, una pelea entre esos 2 habia sido aterrador,al menos por ese tiempo no quería vivir en esa pesadilla.
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Una bajada de una hora y media, el trafico de entrada y salida hacia complicado entrar pero una ves adento se enfilo a la zona de los nobles.
Se dedico a entrenar su ingles con una sirvienta que le ayudo a mantener una conversación casual, pero no tan significativa, la chica se contenia de hacerlo enojar, vio la llegada de mensajes, las fiestas en la capital significaba cientos de fiestas en cientos de habitaciones, a veces si uno quería participar necesitaba buscar en sus pantallas que temática quería o también que quería buscar, todas las fiestas estaban abiertas para que unos yu otros fueran dentro del palacio.
Claro cuando había una fiesta personal necesitabas invitaciones, su padre le dio acceso a las fiestas que podría asistir, era una treintena, apretó al azar una de esas, antes que el piloto buscara el hangar mas cercano.
Entro a una de esas fiestas, la zona para Alexei Rurik, era una fiesta común, música, nobles y un poco de caos en algunas partes donde alguien se peleaba y otros bailaban, que aburrido.
Normalmente las platicas eran en francés pero fue muy raro, todo era en ruso, las fiestas donde se hablaba en ruso eran muy contadas o raras.
Fue la primera muestra que algo raro pasaba, se vio rodeado de chicas como toda la vida, era inusualmente guapo a su edad y lo seria mas en un futuro, salio antes de tener que escapar, fue al jardín todos los salones conectaban al jardin
Fue muy relajante y un relax de la presión de adentro, camino y se dispuso a descansar en una banca que podría acomodarse sus botones para crear una cama o un sillón para descansar.
La voz femenina de alguien le hizo girar en búsqueda de quien hablaba.
-Ayuda…-fue una voz femenina, avanzo hasta que encontró una chica y su trasero expuesto, miro que estaba cubierto por una prenda blanca que daba buena forma…a ese trasero, no lo sabia pero esa figura e imagen nunca se iba a salir de sucabeza..claro hasta que fue quitada por una visión mas exquisita de ese mismo trasero.
La ayudo a salir y luego de eso ella le miro, era preciosa, una chica linda, inocente y también con algo de salvajismo y peligrosidad.
-Soy Natalia Rurik, es un placer conocerle-
-Soy el Duque Boris Ilillich es un placer-
El joven miro a la chica, ese cabello rubio, esos ojos azules, una cara linda y bonita, era de su edad, no sabia pero estaba encantando con esa chica, y no era fácil complacerlo o fue la idea de haber rescatado a una damisela en apuros.
La familia Rurik era una casa que se había debilitado pero en los últimos meses había recuperado todo su poder militar y económico, tenia nuevos dominios entre 3 planetas nuevos y 10 colonias mas…ahora habian revivido de una perdida continua de poder.
Regreso a la fiesta acompañada de el, antes de que ella llegara y fuera rodeada por niños y niñas, no solo era porque su abuelo se llenara de laureles, era por la chica tenia un efecto muy fuerte en los demás por su fuerte carácter.
Hablo en un ruso fuerte y claro, y todos le copiaron, mientras hablaba y deshacía en elogios a su abuelo, al mismo tiempo se ganaba las voluntades
-Todos esperen a que el francés pase de moda, el idioma del futuro es el ruso, los nobles de todos lados enviaran a sus hijos aquí para que se les impregne un poco de Ruso-dijo Natalia dispuesta a empujar sus puntos personales y además rusofilia en los demás que apoyaron, lo entendia la niña era excelsa y de un gran talante.
La miraba como idiota, y tomaba bebidas como un tonto mientras tenia un ligero sequito de niñas y el miraba de reojo a la niña, todo el tiempo estuvo rodeada de niños y niñas que no querían alejarse
Hasta que llego un aviso a todos traido por un niño que llego con noticias-
Francia llamo a los 3 estados en una convocatoria que no había pasado desde siglos.
-Todos esperen a que el Reino de Francia Caiga…y verán el nacimiento de una republica…que dominara la galaxia, al menos creo que por 20 años-dijo Natalia
Sabia muy bien que la acción y todo ese universo giraría alrededor de la famosa Francia, Boris solo no dejaba de ver a esa chica linda.
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