Humanos Contra Demonios.- ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo - 04.4
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- 04.4 - Reencuentro (4)
(Pov- Daniel.)
Estoy de vuelta en el pueblo y entro a la casa que compramos.
—Regresé.
—¡Dani, mira la ropa que compré!- Dijo mi abuela, emocionada, mientras me enseña un lindo vestido azul.
Vaya, vaya. Parece una verdadera adolescente… Que incómodo y lindo a la vez.
—Pareces una jovencita, cálmate.
—¿Qué dices? ¡Soy una jovencita! Fufu.- Dijo orgullosa, inflando el pecho.
—Ya se te subió a la cabeza. Ya sé porqué te volviste joven. Es una explicación sencilla.
—¿Por qué?
—Las personas que resuciten con el hechizo y tengan más de 50 años, revivirá y tendrá un cuerpo de 20 años.
—¡Tan increíble y conveniente!
Sí, demasiado conveniente… ¡¡Gracias, destino, por darme ese hechizo en mi camino!!
—Daniel…
Sara se acerca a mí.
—Necesitamos hablar.
Vaya, vaya. Parece preocupada. ¿Qué pasó? ¿Está asustada de mí? No, presiento que es otra cosa.
Mi abuela está bien, así que no creo que sea algo sobre ella… ¿O está asustada de mi abuela? Mírala, Sara, está mirando su nueva ropa con una sonrisa en su rostro. ¿Cómo puede darte miedo alguien tan puro e inocente como lo es mi abuela?
—¿Qué pasa? ¿Ocurrió algo malo? ¿Te sientes mal?
—Es sobre Sandro, nos vio con tu abuela y la empezó a… molestar.
… Nadie molesta a mi abuela… Y por el tono de voz de Sara, ese idiota hizo algo muy malo.
Sandro, podré permitirte que me insultes, pero nadie molesta a mi abuela y sale ileso.
Ya no estoy en la escuela, no tengo miedo de defender el honor de mi abuela con la violencia.
Si molestas a mi abuela, te ganas una paliza.
—Abuela, ¿te hizo algo malo? Por favor, no me ocultes nada.
—Nada realmente malo, no te preocupes. Solo me tocó los pechos y me dijo que me uniera a su equipo. No te preocupes, le di una buena cachetada y una patada en la entrepierna.- Dijo mi abuela, tranquilamente.
…
…
…
¿Solo… te… tocó… ¡¡los pechos?!!
—¡¿Qué?!
—No te preocupes, no es nada. Ya lo golpeé y lo denunciaré con el maestro del gremio más tarde, después de que guarde mi ropa.
Sandro manoseó a mi abuela.
Sandro acosó sexualmente a mi abuela.
Sandro, el hijo de puta que se acuesta con todas las mujeres que quiera, le puso un ojo encima a mi abuela.
Sandro… Sandro…
—Te… tocó… los… pechos… Le tocó los pechos a mi abuela… Ese hijo de puta le tocó los pechos a mi abuela…
—¡Dani, no digas groserías!
—Sandro… Sandro… ¡¡Idiota!!- Grité enojado.
Salgo de la casa y todas me siguen.
¡¡Se arrepentirá de hacerme enojar!! ¡¡Se arrepentirá de acosar sexualmente a mi abuela!! ¡¡Lo haré sufrir!!
—¿Qué harás?- Dijo mi abuela, preocupada.
—¿Lo vas a golpear?- Dijo Sara.
—¿Lo matarás?- Dijo Alex.
—¡No lo sé!- Dije enojado, lleno de rabia.
Con tan solo imaginar lo que él hizo, hace hervir mi sangre.
Se atrevió a molestar a mi abuela… Se atrevió a acosarla…
Prometí proteger a mi abuela, y la defenderé de cualquiera que la moleste, sin importarme quién sea.
No me importa la edad, género o raza. Cualquiera que la moleste, se ganará un castigo.
—¡Dani, detente, por favor! ¡El maestro del gremio le dará una multa o lo que sea que le den! ¡No hagas justicia por tu propia mano! ¡No vale la pena!
—Debe aprender su lección.
—¿L-lo matarás? Daniel, Sandro es el aventurero más poderoso del gremio, y uno de los más poderosos del país. ¡No es buena idea enfrentarte a él sin prepararte!- Dijo Sara.
—No me importa.
Pero de una cosa estoy seguro, Sandro se arrepentirá por hacerme enojar.
Pocas veces me he enojado tanto… Y las personas que me hacen enojar, siempre se arrepienten de hacerlo.
Siempre evité problemas en la escuela, para no preocupar a mi abuela, pero cuando alguien se pasaba de la raya e insultaba a mi abuela, siempre lo golpeaba.
Podré soportar las humillaciones a mi persona, pero nunca permitiré que le falten el respeto a mi abuela. ¡Nadie se mete con mi abuela y sale ileso!
—¡¡Dani, detente, por favor!!
Perdón por desobedecerte, abuela, pero ya he soportado muchas estupideces de Sandro. ¡Y ya me cansé!
Ahí está el gremio. Sandro debe de estar ahí. Y si no está, lo buscaré. No te salvarás de la paliza.
Entro al gremio y veo a Sandro rodeado de chicas.
—¡¡Sandro!!
—¿Qué quieres? ¿No ves que estoy ocupado?
—¡¡Te reto a una pelea en este mismo instante!!
—¿Quieres pelear conmigo? Vaya, vaya, vaya.
Se empieza a reír y saca su espada.
—¡¡Acepto!!- Dijo, sonriendo.
Te borraré esa sonrisa de tu rostro, idiota.
—¡¿Una pelea entre Daniel y Sandro?!
—¡¿Quién crees que gane?!
—¡Apuesto por Daniel!
—¡Yo por Sandro!
Los aventureros se emocionaron y Sandro se acercó hacia mí.
—¿Y bien? Mueve tu trasero.
—Tsk. Estás muerto.
—Fufu. Ya veremos.
Sandro salió del gremio.
—D-Dani, no lo hagas.- Dijo mi abuela, con los ojos llorosos.
—Lo siento, pero esta vez no te voy a obedecer.
Comencé a seguir a Sandro.
Si sigo permitiendo que Sandro siga comportándose como él quiera, nunca podré estar tranquilo, pues él podría atacar, incluso violar a mi abuela.
Debo terminar con este problema antes de que sea demasiado tarde.
Por eso no te voy a obedecer, abuela. Las decisiones correctas no siempre son fáciles de tomar, abuela, y estoy escogiendo la decisión correcta, aunque no te guste.
•
•
Salimos del pueblo y la mayoría de los aventureros nos están viendo.
Entre más testigos, mejor, para que se den cuenta de que es una mala idea hacerme enojar y así aprenderán a nunca molestar a mi abuela o a mis amigos.
Incluso están apostando. Esperaré a que terminen de apostar para comenzar, pues Alex reunió todos sus ahorros y los de Sara para apostar por mí.
Por lo que pude escuchar, la mayoría de aventureros apostó por la victoria de Sandro, y no los culpo. Yo derroté al demonio negro fácilmente porque se confió, y Sandro tiene muchísima más experiencia que yo.
Pero ganaré. Definitivamente ganaré.
—¡Dani, no hagas una tontería!- Dijo mi abuela asustada.
—Sandro es experto en ataques cuerpo a cuerpo, ten cuidado.- Dijo Sara.
—¡Vamos, Daniel, tú puedes!- Dijo Alex, sosteniendo sus boletos de las apuestas con sus manos.
—¡Se tienen que alejar de mí!- Dije enojado, pues la rabia no desaparecerá de mi cuerpo hasta que logre darle una lección a Sandro.
Sandro se ríe de mí.
—¿Te enojaste porque le di una manoseada a tu mujer? Que sensible eres, enano.
—¡¡Cállate!!
—Esa mujer tiene unos pechos muy suaves.
Intento no vomitar y me acerco hacia él.
¡No permitiré que sigas hablando así de mi abuela! ¡Iré con todo!
—¡Muslar asio! ¡Espada Dex!
Tomo la espada con mis manos, mientras me siento más ligero y poderoso, lo que me permite correr a más velocidad.
—¡Te arrepentirás!- Dijo Sandro, sonriendo.
Sandro se acerca hacia mí corriendo y yo me acerco hacia él corriendo también.
—¡Vels!- Dijo Sandro.
Aumenta su velocidad. Un hechizo que aumenta la velocidad, ¿eh? Gracias, un hechizo más al inventario.
—¡Vels!
Aumento mi velocidad también.
—¡Dame una buena pelea!- Dijo Sandro.
—¡Te la daré!
Trata de golpearme con la espada, pero gracias al hechizo «Muslar asio», puedo ver su golpe en cámara lenta y lo esquivo, pero por muy poco.
Lamentablemente, alcanzó a rozarme la frente.
Sandro es increíblemente rápido, incluso usando un hechizo que me permite ver los ataques en cámara lenta, no pude esquivar por completo ese ataque.
Debo admitir que realmente merece el rango S, ¡pero no tengo nada de miedo!
Tomo impulso e intento atacarlo con mi espada.
Y, a diferencia de mí, él esquiva a la perfección mi ataque y escapa.
Tsk. Tiene reflejos increíbles.
Intenté atacarlo de nuevo, impulsándome y corriendo hacia él, pero volvió a esquivar mi ataque y me atacó.
Y esta vez, logró cortarme un poco en el hombro derecho.
M-maldita sea, duele mucho, pero no puedo permitir que el dolor se refleje en mi rostro.
Intenté atacarlo de nuevo, y cuando lo esquivó, aproveché para alejarme de él.
El hechizo me permite ver los movimientos en cámara lenta, pero moverme para esquivar los ataques cansa demasiado.
Necesito recuperar el aliento.
Mantuvimos nuestra distancia, mientras intento recuperar el aliento.
M-maldita sea, no se ve cansado. La experiencia está superando al poder, ¿eh? Sandro, podrás ser una mierda de persona, pero tienes mi respeto como aventurero.
—¡Eres bueno, pero no lo suficiente, enano!
Mi frente está sangrando, al igual que mi hombro, pero puedo soportarlo.
—¡Dani, detente!
… Sara evita que mi abuela venga corriendo hacia mí. Está llorando… Lo siento, abuela, pero no me detendré. Ya se me ocurrió una idea.
Sandro apenas puede esquivar mis ataques cuando corro, pero hay una manera de superar esa velocidad y cortarlo.
Y Sandro se está riendo de mí, está muy confiado, y esa confianza le podría costar la vida… Literalmente.
—¡Vamos, Sandro!
—¡Derrota a esa cara linda!
—¡Tú puedes, Daniel!
—¡Kya! ¡Incluso con el rostro lleno de sangre se ve tan guapo!
—¡Daniel, te ves tan sexy con la sangre en tu rostro!
—¡Hazme un hijo!
… Ah… No tengo tiempo para sentirme nervioso.
Los hombres apoyan a Sandro, y a mí me están apoyando las mujeres.
—Vaya, vaya. Eres más popular que yo con las mujeres. Me siento celoso.- Dijo Sandro, sonriendo todavía.
—¡Borraré esa sonrisa de tu rostro! ¡Flecha solar!
Mi espada desaparece y aparece un arco.
Empiezo a lanzarle flechas, que Sandro esquiva sin dificultad alguna.
Los aventureros detrás de Sandro se alejan del lugar, para evitar que las flechas los impacten.
—Fufu. ¿Desesperado?
No me preocupo de lastimar a personas inocentes, pues las flechas son muy fáciles de esquivar, incluso para los aventureros novatos. Sara me advirtió que este hechizo solo funciona contra objetivos grandes y lentos, debido a su velocidad, pero es más que suficiente para que Sandro se confíe más y se acerque a mí.
—¡M-maldita sea!- Dije, fingiendo desesperación.
—¡Hahahahahaha! ¡Eres patético!
Sandro se acerca corriendo hacia mí, mientras sigue esquivando las flechas.
Solo un poco más… Un poco más… ¡Ahora!
Solté el arco.
—¡Espada Dex!
Cuando vio que mi espada apareció en mi mano cuando estaba frente a mí, intentó escapar, impulsándose hacia atrás, pues pensó que lo atacaría.
Lo atacaré, pero no corriendo ni de pie.
Sandro, al alejarse, intentó atacarme, pero me agaché y logré esquivar a la perfección el ataque, pues seguramente la repentina aparición de mi espada lo sorprendió, al menos un poco, provocando que su ataque disminuyera su velocidad.
Es mi turno.
—¡Arches Nexus!- Dije lo más rápido que pude.
Salté hacia el frente, y gracias a la gran velocidad que consigo al usar el hechizo de vuelo, logro cortar a Sandro por la mitad, sin darle tiempo suficiente para que esquive el ataque.
Soy increíblemente rápido volando, muchísimo más que corriendo.
Sandro nunca se esperó ese repentino cambio de velocidad, lo que me permitió tomarlo de sorpresa y atacarlo. Solo fue cuestión de sostener fuertemente la espada mientras me dirigía volando hacia él.
Y como resultado, mi victoria.
—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritó Sandro de dolor.
Partí a la mitad a Sandro… Lo maté.
—Volando soy más rápido. ¿Acaso no lo sabías?- Dije, sonriendo.
—¿G-ganó…? ¡¡Ganó!!
—¡¡Daniel ganó!!
—¡¡Nooooooo, mi dinero!!
—¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡Sandro, ¿por qué bajaste la guardia?!!
—¡¡Daniel, eso fue increíble, papi!! ¡¡Ni siquiera pude ver ese repentino cambio de velocidad!!
—¡¡Mejor hazme dos hijos!!
Todos los aventureros aclaman mi victoria, y otros se quejan, pues perdieron su dinero. Eso les pasa por no apostar por mí.
—¡¡Sí!! ¡¡Multiplicamos nuestro dinero, Daniel!! ¡¡Eres increíble!!- Gritó Alex, mientras corría hacia mí, junto con mi abuela y Sara.
… Mi abuela se acerca a mí… Y se ve asustada y perturbada.
Lo siento, abuela, pero alguien debía darle una lección a Sandro.
Le mostré algo muy asqueroso a mi abuela.
—… Lo siento.
—¡Dani, no era necesario matarlo!- Dijo mi abuela, sacudiendo mis hombros.
No te preocupes, abuela, no olvides mi nuevo hechizo.
—Tranquilízate, tenía que darle una lección para que no se acerque a ti. Pronto regresará.
Me acerco a su cadáver y extiendo mi mano derecha.
—Solo porque sé que eres importante para este país, lo hago. ¡Resucitación espiris!
Un círculo aparece y Sandro aparece desnudo y confundido.
¿Por qué apareció desnudo?
—¡¿Eh?! ¡¿Regresé a la vida?! ¡Pero estaba seguro de que yo…! ¿Q-qué?
Sandro observa su propio cuerpo partido a la mitad.
—¡¡Ahhhhhhhh!!- Gritó perturbado y asustado.
Sí, cualquiera estaría aterrado de ver su propio cadáver.
—Da las gracias de que te reviví. De nada.
Los aventureros me observan asombrados, pues les mostré algo que no están acostumbrados a ver, y dudo bastante que alguna vez lo hayan visto.
—¡Sabe un hechizo para revivir personas!
—¡S-sorprendente!
—¡¿Q-quién es él realmente?!
Solo soy un humano.
Sara y Alex se acercan a mí.
—¡Gran pelea!- Dijo Sara.
—¡Eres increíble, Daniel, aprovechaste la velocidad que consigues al volar para tomar a Sandro de sorpresa!- Dijo Alex.
Sandro sigue congelado al ver su cadáver.
—Sí, es una de las cosas más asquerosas que has visto, pero es lo que obtienes al ser como eres.
Sandro me mira a los ojos.
—Recuerda esto, no más acoso sexual, ¿entendido?
—S-sí.- Dijo Sandro, asustado.
—Y quiero que te disculpes con todas las mujeres que has molestado.
—L-lo haré.
Sandro me observa con miedo y me alejo de él.
—Adiós.
Me alejo caminando mientras observo el suelo.
—Sandro…
Lágrimas comienzan a salir de mis ojos.
¡Lo siento, pero nadie toca a mi abuela!
Te hice algo horrible, pero te lo merecías… Odio a los acosadores. Los odio.
Me limpio las lágrimas y levanto la mirada.
—Lo siento.
•
•
Cerca del pueblo Iris.
Uno de los niños se despierta.
—¿Estamos vivos? ¡Estamos vivos!
El niño intenta despertar a su hermana.
—¡Hermana, seguimos con vida!
La niña se despierta y bosteza.
—¿El demonio no nos mató?
—No, creo que de verdad no era un demonio.
—Nos equivocamos.
—¿Debemos disculparnos?
—No creo que lo volvamos a ver, regresemos al pueblo.
—Sí.
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