Humanos Contra Demonios.- ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo - 06.3
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- 06.3 - Los hijos del Rey (3)
(Pov- Daniel.)
¡Ahhhhhhhh! ¡Daniel, aleja a Rose de ti, idiota! ¡No dejes que se acerque más!
—Fufu. Tu rostro está rojo, Daniel. Que lindo.
—¡G-g-gracias, p-pero yo…!
¡Ahhhhhhhh! ¡Me robó otro beso! ¡Daniel, sé valiente y aleja a esa violadora de labios de ti!
¡Uwaaaah! ¡Me empujó al suelo!
¡No, Daniel, no dejes que los nervios te dominen!
M-me está besando el cuello y… ¿me está acariciando la entrepierna?
—No.
La empujé y me levanté del suelo. Todo menos eso. Puedo soportar muchas cosas, pero no eso.
—No quiero tener esposa. No quiero tener novia. No quiero tener sexo. No quiero tener amigas con derechos… No quiero estar con una mujer nunca en mi vida. Si me ayudarás, será porque quieres ser mi amiga, pero solo mi amiga. Nunca tendré sexo contigo. Nunca volverás a besarme. Nunca volveré a tener novia. Nunca. ¿Entendido?
—Oh… Fufu. Un reto difícil, ¿eh? Me gusta. ¿Al menos me dejas intentar conquistarte?
—Me prometí a mí mismo nunca volver a tener novia, así que no creo que lo logres. Pero si quieres perder el tiempo, entonces inténtalo.
—Desde que te conocí, me he dado cuenta de que nada es imposible en esta vida, así que no creo que sea una perdida de tiempo. Después de todo, tú eres Daniel, el que hace posible lo imposible. Y si lo intento mucho, terminarás sucumbiendo a mis encantos.
—… Yo aborrezco las infidelidades, y considero el harem como infidelidad. En otras palabras, si por alguna razón me enamoro de ti, no tendrás otro novio y yo no tendré otra novia, pero si yo consigo una novia que no eres tú, te rendirás inmediatamente. Esa es mi única condición. ¿Aceptas?
—Oh, ¿me estás dando la oportunidad de tenerte para mí sola y no tendré que compartirte con nadie más? Fufu. Estoy más que de acuerdo. ¿Cómo quieres que se llame tu primer hijo?
—Mmm. Creo que esa es una decisión que nos corresponde a los dos y debemos tomarla juntos, pero si tuviera que responder, diría que lo llamaría Daniel, porque mi padre y mi abuelo se llamaban Daniel también, y quiero seguir con esa costumbre. Y si nace mujer, la llamaría Nadia, en honor a mi difunta madre.
—Daniel y Nadia, ¿eh? Bonitos nombres. Sí, me gustan. Así le pondremos a nuestros hijos cuando nazcan.
—¿Y qué nombre les pondrías tú…? ¡Ahhhhhhhh! ¡Espera, espera, espera! ¡Me estás manipulando para imaginarme con hijos contigo y querer tenerlos!
—Ups. Culpable.
—¡Ahhhhhhhh! ¡Eso es jugar sucio!
—Fufu. Eres adorable.
Liz llega con sus cosas y aterriza al lado de nosotros. ¡Mi salvadora!
—¡Vámonos!- Dijo Liz.
—¡V-vámonos!
—Nos vemos luego, Daniel.- Dijo Rose, guiñando un ojo.
—Nos… Nos vemos… ¡Arches Nexus!
Liz y yo nos vamos de ahí volando.
—Daniel, ¿estás bien? Tienes la cara roja.- Dijo Liz.
—Sí, lo estoy.
… Lo siento, Rose… Realmente lo siento.
Quiero estar solo… No confío en las mujeres… Ya no creo en el amor… Quiero estar solo… Lo siento.
Pero… sí… Realmente era uno de mis sueños tener un hijo, pero era un sueño en el que Sonia estaba incluida.
Pero ese sueño ha muerto, al igual que mi amor por ella… Muerto… Muerto…
—Muerto…
Sandro… Lo siento.
•
•
30 minutos después, por fin llegamos.
Tardé más en llegar porque tenía que volar a la misma velocidad que ella. Mi poder mágico es más poderoso, por eso mi velocidad es muy superior a la de ella.
Liz y yo llegamos al lugar en donde están las demás. Aterrizamos frente a Sara.
—Lo siento, ya llegué.
—¿Liz? ¿Fuiste por ella?
—¡Hola!- Dijo Liz, sonriendo y con un tono un poco alto.
Le tapo la boca con mi mano derecha.
—Están dormidas, no grites.
Le quito la mano.
—Lo siento.
—Fui a decirle algo a la hermana de Liz.
—¿Fuiste al castillo? Pero está muy lejos. ¿Cómo fuiste tan rápido?- Dijo Sara.
—Volando soy muy rápido.- Dije, sonriendo.
—Increíble.- Dijo Sara… sonrojada.
… Maldito idiota. Deja de sonreír, Daniel… Ah, mejor hago guardia.
—Puedes dormir, yo haré guardia… Pero primero, debo ir a hacer algo. Regreso en un minuto.
—Está bien.
Me alejo de ellas y me acerco a mi abuela, que está dormida. Perdón, abuela, pero lo necesito.
Sacudí a mi abuela hasta lograr despertarla.
—¿Pasa algo, Dani?
—Abuela, ¿podrías abrazarme? Por favor. Te lo agradecería… mucho…
Mi voz se corta y las lágrimas salen… Otra vez… Maldita sea. No sé controlarme.
—Dani…
Mi abuela me abraza con fuerza y yo la abrazo.
—Todo estará bien, Dani. Todo siempre puede mejorar, no pierdas la esperanza.
—Gracias… Gracias…
Esto era lo que necesitaba… Mi error no tiene solución, pero por eso mismo no debo pensar demasiado en eso, pues no importa lo mucho que piense, nunca se arreglará y solo me hará sentir mal. Debo seguir adelante, por mi abuela.
Mi abuela es mi única motivación para seguir adelante… Sandro… realmente lo siento mucho… Prometo que no volveré a cometer el mismo error… No lo haré.
—Gracias, lo necesitaba. Vuelve a dormir.
—Dani, ¿qué pasó?
—Prefiero hablar de eso en la mañana. Descansa.
Le di un beso en la mejilla e intenté irme, pero me tomó del brazo.
—Dani, te conozco perfectamente y sé que estás triste. ¿Qué pasó?
—Tenías razón, abuela… No debí matar a Sandro… En la mañana hablamos, por favor, te lo suplico. No quiero hablar de eso en este momento.
—… ¿Me lo prometes?
Levanté mi dedo meñique y le sonreí.
—Te lo prometo.
—Está bien, te tomaré la palabra, pero si necesitas hablar, no dudes en despertarme.
—No te preocupes. Que descanses.
Me alejé caminando. Mi abuela es tan amable. Se dio cuenta de que realmente no quería hablar de eso y no insistió… No la merezco.
—Yo haré guardia, vayan a dormir.
—¿Pasó algo? Tienes los ojos llorosos.
—Es un asunto privado, lo siento… Yo haré guardia, vayan a dormir.
—Gracias.
Las dos se van a dormir y me pongo a vigilar.
—Será una noche larga.
¿Existirán zombies o vampiros? Me pregunto si el demonio que destruirá el mundo es el clásico Rey Demonio.
¿Y si resulta ser una loli? Eso sería demasiado cliché… Ah, el futuro es misterioso.
… Sandro, él… No… No pensaré más en él, solo me seguiré haciendo daño.
Mejor simplemente vigilo… Ah, tan silencioso… Las noches tranquilas como esta son buenas, pero aburridas. Será una larga noche.
•
•
Pensé que sería una noche aburrida, pero eso acaba de cambiar.
Una hora después, por fin ocurre algo interesante en esta aburrida noche.
Veo a un chico y a una chica acercándose hacia mí, están flotando. El chico tiene el cabello color rojo, tiene los ojos de color rojo, y usa un traje negro, como los que usan los nobles de este mundo. La chica tiene el cabello color rosa y corto, tiene los ojos de color rosa, y usa un vestido negro. Parecen ser de mi edad. Ambos son transparentes.
¿Fantasmas?
Se ven muy jóvenes… Ah, este mundo es demasiado peligroso. Cualquier cosa te puede matar, ¿eh?
El chico se acerca a Rem y la chica se acerca a mí. ¿Pervertidos?
—¡A divertirnos, hermana!
Son hermanos… Eso lo hace más triste.
La chica se acerca demasiado a mí.
—¡Sí!
El chico finge tocar la cara de Rem y la chica empieza a fingir que me toca la cara.
¿Qué hacen?
Mejor finjo que no los veo, para saber sus intenciones.
—¡Son muy lindas!- Dijo el chico.
—¡Es muy lindo, ojalá pudiera besarlo de verdad!- Dijo la chica, ¿sonrojada?
¿Los fantasmas pueden sonrojarse? Que raro… ¿Qué?
¿Eh? Tengo un mal presentimiento.
La chica acerca sus labios a los míos y me alejo de ella, bastante nervioso. ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Realmente todos en este mundo son unos pervertidos y acosadores sexuales?!
—¡¿Qué haces?!
—¡¿Eh?!- Dijo la chica, asustada.
El chico quiere fingir besar a Rem. ¡Malditos fantasmas pervertidos!
—¡Aléjate de ella!
El chico voltea a verme, sorprendido.
—¡¿Puedes verme?!- Dijo, asustado.
—¡Los dos, vengan acá!
Me alejo de mis compañeras y los fantasmas me siguen.
Sé que posiblemente ser un fantasma sea aburrido, ¡pero eso no les da derecho de acosar sexualmente a otras personas!
—¿Qué hacen?
—¿Por qué puedes vernos?- Dijo el chico.
—Es un poder que tengo, puedo ver a los fantasmas.
—¡Increíble!- Dicen los dos, sorprendidos.
Ah… «Increíble»… Esa palabra la he escuchado bastante el día de hoy. Ya se volvió molesta.
—¿Por qué intentaste besarme?- Le dije a la chica.
Volteo a ver al chico.
—¿Por qué intentaste besar a mi compañera?
—Es lo que hacemos para divertirnos, ser fantasma puede ser muy aburrido.- Dijo el chico.
—Se ven jóvenes. ¿Cuántos años tenían cuando murieron?
—Tenía 17, y mi hermana tenía 14.
—Me llamo Molly, mucho gusto.- Dijo la chica, sacudiendo su mano mientras me sonríe.
Vaya, vaya. Admito que es bastante linda.
—Yo soy Zero, mucho gusto.- Dijo el chico.
Sentí un escalofrío al escuchar el nombre de Zero… ¿Por qué? Eso fue raro.
—… Soy Daniel, mucho gusto. Escuchen, no quiero que vayan por ahí acosando a las personas. Está mal, y posiblemente se van a ir al infierno por eso.
—No te preocupes, no pueden vernos.- Dijo Molly.
—Sí, aparte asustar y acosar a las personas es lo único divertido que hacemos.- Dijo Zero.
—¿Hace cuánto tiempo murieron?
—Hace unos meses, unos guardias del Rey Dreisi nos mataron.- Dijo Zero.
—Supongo que es uno de los reyes que tiene el país. ¿Por qué los mató? ¿Descubrieron algo que no debían descubrir?
—Por venganza, él nos mató porque mi padre no quiso colaborar con la pelea contra los semihumanos.- Dijo Molly.
—¿Tu padre?
¿Será algún aventurero famoso o un político?
—Mi padre es el Rey Finder.- Dijo Molly.
Vaya, vaya… Que gran coincidencia… Es demasiado conveniente conocerlos… Debe ser el destino… O Dios me está ayudando.
Como sea, no importa, no vale la pena pensar demasiado en eso.
—Mi padre no quiere participar en una pelea de odio.- Dijo Zero.
Este momento es perfecto, puedo conseguir información valiosa.
—¿Pelea de odio? ¿Me podrían explicar? No sé nada sobre los Semihumanos, soy un poco ignorante.
—Los humanos odian a los Semihumanos, piensan que son demonios y los quieren muertos.- Dijo Molly.
—Y los Semihumanos odian a los humanos porque los tratan como monstruos asquerosos.- Dijo Zero.
—Este odio provoca que los humanos y los Semihumanos se peleen entre ellos muy seguido.- Dijo Molly.
—Tres de los cuatro reyes del país se unieron para pelear contra los semihumanos.- Dijo Zero.
—Nuestro padre fue el único que no estuvo de acuerdo. Él piensa que los Semihumanos son como nosotros y no merecen morir.- Dijo Molly.
—Los reyes intentaron convencerlo, y como no cambió de idea, lo empezaron a amenazar.- Dijo Zero.
—Cuando lo amenazaron con matarnos, mi padre nos envió muy lejos del Reino para mantenernos seguros.- Dijo Molly.
—Pero los aventureros que nos protegían resultaron ser guardias del Rey Dreisi y nos mataron aquí, en este bosque.- Dijo Zero.
Siento un odio en mi corazón después de escuchar esa historia y cierro el puño derecho con fuerza.
Tsk. Llegar tan lejos por simple odio… Esos reyes son los verdaderos monstruos.
—Realmente no puedo confiar en los reyes.
—Bueno, nos iremos, ya no te vamos a molestar.- Dijo Zero.
—¡Adiós!- Dijo Molly, sonriendo.
Molly finge darme un beso en la mejilla.
—Si algún día ves a mi padre, ¿puedes decirle que no se sienta culpable con nuestra muerte?- Dijo Molly.
—Ustedes se lo dirán. ¡Resucitación espiris!
Un círculo aparece debajo de Molly y revive.
—¡Resucitación espiris!
Un círculo aparece debajo de Zero y revive. Listo.
—¿Eh? ¿Qué hiciste?- Dijo Molly, confundida.
No se han dado cuenta, ¿eh?
Acaricio la cabeza de Molly.
—Los reviví.
—¡¿Eh?!- Dicen los dos, sin poder creer lo que escucharon.
Zero y Molly me empiezan a tocar la cara.
—¡¿Estamos vivos?!- Dicen los dos, todavía sorprendidos.
—Sé un hechizo de resucitación y les regresé la vida.
—¡Gracias!- Dijo Molly, emocionada.
—De na… ¡Uwaaaah!
Molly saltó sobre mí y me empieza a besar. ¡Ahhhhhhhh! ¡Esto es demasiado ilegal! ¡Que alguien la detenga!
—Gracias…
Me da un beso en la boca.
—Por…
Me da un beso en la frente.
—Revivirme.
Me da un beso en la nariz.
—N-no te preocupes.- Dije, apenado.
A-afortunadamente fueron besos inocentes, no de adultos como el que Rose me dio.
Me alejo un poco de ella, bastante nervioso. N-no quiero que otra heroína aparezca en esta historia. ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Por qué me pasa esto a mí?!
M-mejor regreso al tema principal.
—Nosotros iremos al Reino de tu padre. ¿Quieren venir conmigo?
—¡Sí, por supuesto! ¡Gracias!- Dicen los dos.
Vaya, vaya. Hasta parecen gemelos.
Molly y Zero tocan sus cuerpos y se abrazan llorando.
Que bonito. Esto necesitaba ver después de tantos problemas de este día. Algo conmovedor y bonito.
—¡Estamos vivos, hermano!
—¡Volveremos a ver a nuestro padre, hermana!
Que boni… ¿Eh? ¿Qué hará?
Rem se levantó de la cama y se dirige a ellos
—¡Trato de dormir! ¡Cállense!
Los golpea en la cabeza con sus puños. Ouch. Eso debió doler.
—Realmente estamos vivos.- Dijo Zero, acariciándose la cabeza.
—¡Me duele la cabeza!- Dijo Molly, quejándose del dolor.
Alejo a Rem de ellos. Arruinó un lindo momento conmovedor, pero se lo merecían, por acosadores sexuales.
Después de alejar a Rem de ellos, ella se acuesta a dormir y no pregunta nada sobre ellos.
Sí, supongo que realmente tenía muchísimo sueño.
—Bueno, ¿quieren dormir o quieren quedarse conmigo a vigilar? Algo de compañía me vendría bien.
—No tengo sueño, te acompañaré.- Dijo Zero.
—Yo también.- Dijo Molly.
Los tres empezamos a vigilar… Hay demasiado silencio… Es agradable, pero un poco aburrido… Quiero hablar.
—Entonces… ¿Eres un aventurero?- Dijo Molly.
El silencio desapareció. Gracias.
—Sí, aunque soy nuevo.
—¿Qué tipo de magia tienes? Mi hermana y yo tenemos magia tipo invocación, luz y tierra.- Dijo Zero.
—Todas.
—¿Eh? ¿Qué dijiste?- Dijo Molly confundida.
—Tengo todos los tipos de magia.
—¡¿Eh?!- Dicen los dos, confundidos.
Les tapo la boca con mis manos y Molly se sonroja. No quiero que despierten a mi abuela.
—Ya sé lo que dirán, esperen.
Quito mis manos de sus bocas y saco mi tarjeta de mi bolsillo.
—Para que me crean.
Los dos la observan bien y a detalle. Me pregunto si habrá alguna manera de confirmar que las tarjetas son reales que yo desconozca. Cualquiera podría falsificar una, pero considerando que Sara no dudó de mí cuando se la enseñé, significa que hay una manera de saber si una tarjeta es verdadera. Después les pregunto.
—¡Daniel, eres increíble!- Dijo Molly, emocionada.
Me empieza a besar de nuevo y me alejo de ella. ¡Ahhhhhhhh! ¡Esto es demasiado ilegal para mí!
—¡Deja de darme besos!
No, no soy un cobarde, lo que pasa es que apenas la conozco. Yo no soy un mujeriego. ¡Y es demasiado joven para mí!
—Increíble, no creí que fuera posible tener todos los tipos de magia.- Dijo Zero.
—El aventurero que más tipos de magia tenía, era la aventurera Lina, ella tiene cinco tipos de magia, pero tú tienes los 10 tipos de magia. ¡Increíble!- Dijo Molly.
¿Una aventurera con cinco tipos de magia? Vaya, vaya. Suena interesante.
—¿Y ella es fuerte?
—Es muy fuerte, es de rango S.- Dijo Molly.
—Tiene magia tipo: Agua, fuego, tierra, viento e invocación.- Dijo Zero.
Genial, una persona fuerte. Debo conseguir su ayuda.
—¿En dónde puedo encontrarla?
—Lo último que escuché de ella es que fue a Soular.- Dijo Zero.
—Sería interesante hablar con ella, con tantos tipos de magia, supongo que debe de saber muchos hechizos.
—¿Qué harás en el Reino de mi padre?- Dijo Molly.
—Solo quiero saber algo, es todo.
Bueno, la verdad es que no sé exactamente lo que haré.
Lina… Ella no parece una inútil.
Debo buscarla.
•
•
7:03 de la mañana, les di tres minutos más de sueño para que vean que soy alguien amable, ¡pero es momento de despertar!
Despierto a todas con un gran grito.
—¡¡Arriba, soldados, debemos irnos!!
Todas se levantan poco a poco y bostezan… Despertaron rápidamente… Genial. Pensé que tardaría más en despertarlas.
Wow. El cabello de mi abuela está muy despeinado y alborotado. Mmm… Por aquí vi un peine… Aquí está. Es de Sara, pero no creo que le moleste compartirlo.
Me acerqué a mi abuela y comencé a peinarla.
—Buenos días, Cristina.
—Buenos días, Dani.
—¡B-b-buenos días, Daniel!- Dijo Sonia.
—Buenos días, Daniel.- Dijo Cris.
—Buenos días, Cris.
Seguí peinando a mi abuela, ignorando a Sonia.
—Cof, cof. ¿No te faltó alguien?- Dijo mi abuela.
—Pero…
—Sin excepciones.
—Ah… Está bien…
Sonia me mira con ojos de cachorro y suspiro.
—Buenos días, chica rubia con el cabello teñido de negro.
—Dani.
—Ah… Buenos días… ¿Cómo se llamaba ella?
—¡Dani!
—Ya, ya… Ah… Buenos días, Sonia.
—¡Buenos días, Daniel!
Sonia me abrazó del brazo y no tuve necesidad de alejarla de mí, Cris alejó a Sonia de mí.
—Tú no tienes vergüenza, ¿verdad, hermana?
—¡Tú no te metas!
… ¿Le dio una cachetada a Cris?
—N-no… N-no quise…
—Hermana, por favor, acepta que lo perdiste y no te comportes tan egoísta.
Recogí los lentes de Cris del suelo y se los reparé, pues se rompieron. Solo fue cuestión de usar el hechizo de creación de objetos y pensar en los lentes de Cris, pero nuevos.
—Toma.
—Muchas gracias.
Los tomó y me acerqué a Sonia.
—D-Daniel, y-yo no quise…
Levanté la mano y ella cerró fuertemente los ojos, pensando que le daría una cachetada, pero simplemente le acaricié la cabeza y después la tomé de la mano y se la sacudí… Un simple saludo de manos.
—¿Eh? ¿Daniel?
—Sonia, por favor, ya no insistas en recuperarme, nunca pasará. Siendo sincero, preferiría morir a tener que volver contigo. Pero eso no significa que no podamos ser amigos de nuevo… Ser novios fue un gran error. Solo eso puedo darte, amistad. Adiós.
Me alejé caminando y suspiré.
—Suban al carruaje, nos vamos.
—¿Tan temprano?- Dijo Alex.
—Si salimos ahora, llegaremos en la tarde.
Sara observa a Zero y a Molly. Sí, sí, lo sé. Más personas.
—¿Ellos quiénes son?- Dijo Sara.
—Son los hijos del Rey Finder. Vi a sus fantasmas y los reviví. Suban al carruaje, debemos irnos.
—¡¿Los hijos del Rey?!- Dicen todas, confundidas.
—No hay tiempo de explicaciones. Yo iré volando porque no hay tanto espacio en el carruaje.
Y no quiero una escena innecesaria en donde alguna de ellas esté demasiado cerca de mí, no quiero darle esperanzas a nadie… ¡Uwaaaah!
¡Rem se subió a mi espalda! ¡Todavía no estoy listo!
—¡Iré contigo!
—¡Espera, aún no activo el hechizo de fuerza!
Caigo al suelo junto con Rem.
¡Me dolió…! ¡Ahhhhhhhh! ¡Sus pechos están en mi cara! ¡¿Cómo es posible si caímos de frente y ella estaba en mi espalda, no frente a mí?! ¡Dios del amor, te estoy diciendo que no quiero hacer ningún avance con alguna de ellas, no les des falsas ilusiones!
—¡Daniel! ¡L-lo siento!- Dijo Rem, preocupada.
Rem me ayuda a levantarme. ¡Ahhhhhhhh! ¡Me niego a hablar sobre esto! ¡Lo borraré de mi mente!
—Suban al carruaje. ¡Caballo divino, ven a mí!
Treis aparece.
—Hola, buenos dí… ¿Eh? ¿Q-qué?
Se quedó perplejo al ver a Molly y a Zero. ¿Los conocía?
—¿Molly y Zero?
Oh, ¿se conocen? ¡¿Y si eran enemigos?!
—¡Treis!- Dicen los dos, emocionados, sin ningún rastro de odio en sus voces.
No, no lo odian. Eran amigos, ¿eh?
Los dos abrazan a Treis… y Molly llora demasiado… Wow. ¿Tanto lo extrañaban? Que lindo es saber que Treis es tratado bien y no como un esclavo a pesar de ser una invocación.
—Supongo que se conocen.
—Mi familia lo utilizaba para transportarnos.- Dijo Molly.
Treis empieza a llorar… Vaya, vaya… Es tierno, aunque es raro ver a un unicornio llorando.
—¿Cómo siguen con vida? Yo los vi morir.- Dijo Treis.
Estuvo en la pelea, ¿eh? Debió ser difícil para él verlos morir y no ser capaz de salvarlos.
—Daniel nos revivió con un hechizo de resucitación.- Dijo Zero.
—¡¿El hechizo de resucitación de la familia Real?!
—¡Sí!- Dijo Molly.
—¡Pero nadie ha podido utilizarlo en doscientos años!
—Supongo que soy un chico con suerte.- Dije, sonriendo y guiñando un ojo, para aumentar la confianza que Treis tiene en mí.
—¡¿Eres de la familia Real?! ¡Solo ellos podían usarlo!
—No lo soy, soy un pobre plebeyo.
Zero y Molly siguen abrazando a Treis, mientras yo subo las cosas al carruaje.
Es un momento muy lindo y quisiera que dure más, pero un ejército está tras de mí y no podemos darnos el lujo de descansar.
—¡Te extrañamos!- Dijo Molly.
—Lo siento, si no hubiera bajado la guardia, ustedes no hubieran muerto.
—No te preocupes, no fue tu culpa, esos guardias eran muy fuertes.
Según lo que escuché, los guardias los mataron rápidamente. No violaron a Molly ni nada asqueroso le hicieron a su cuerpo.
Pero mataron a dos personas inocentes… Ya tengo el castigo perfecto para esos guardias cuando los encuentre.
•
•
Después de hablar con Treis por varios minutos, me aburrí de escucharlos. El viaje es largo, tienen mucho tiempo para hablar.
—Debemos irnos ya.- Dije, con un tono serio, para que sepan que no estoy bromeando.
—Sí, lo siento.
Treis toma posición y nos vamos.
En el camino hablas más con ellos, no podemos quedarnos más aquí.
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