Humanos Contra Demonios.- ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo - 09
- Inicio
- Humanos Contra Demonios.- ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo
- 09 - CAPÍTULO 9- Pueblo Semihumano.
Humanos contra demonios.
CAPÍTULO 9
(Pov- Abuela.)
Después de mi muerte, Daniel sufrió bastante. Él me contó todo lo que pasó después de mi muerte. Todo lo que hizo. Todo lo que le pasó… Todo lo que sintió y sufrió.
Sonia parecía una chica muy buena. ¿Por qué le hizo eso a Daniel? Creía que ellos dos se casarían en el futuro, tenían mucha química, parecían la pareja perfecta. Daniel se esforzaba muchísimo para que su relación con Sonia funcionara. Sonia, ¿por qué engañaste a Daniel? Si te enamoraste de otro chico, ¿por qué no terminaste con Daniel? Estoy segura de que él habría aceptado tu decisión. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué…? No lo sé.
Y no solo el engaño de Sonia le hizo daño, Daniel se moría de hambre, no tenía dinero y vendió todas sus cosas para pagar mi funeral. ¿Por qué lo hizo? Yo no necesitaba un funeral. No necesitaba nada. Quería quejarme de esa decisión, pero no me atreví. Mi Dani seguramente se esforzó muchísimo vendiendo sus cosas y administrando el funeral. Hizo todo eso por mí, para darme un funeral. Quejarme de sus esfuerzos, aunque no esté de acuerdo, me parece injusto. Simplemente no me atreví a quejarme de su esfuerzo. No tuve el valor. Sé que debería haberlo hecho, debería haberlo regañado por eso, fue muy irresponsable de su parte, se quedó sin dinero por algo que no valía la pena, pero… sé que lo hizo con todo su amor. Regañarlo por hacer algo tan lindo es… simplemente injusto.
Él estaba muy deprimido debido a mi muerte, y después de enterarse del engaño de Sonia, su pobre corazón no pudo más e intentó suicidarse.
Ha sufrido mucho últimamente. Y ahora que su madre está aquí, la depresión regresará a él.
… Desearía saber qué hacer, pero… No sé cómo ayudarte, Dani.
No sé nada de Nadia. No sé sus motivos ni nada. Ella nunca me agradó, había algo en ella que no me daba confianza, pero como mi hijo se veía feliz con ella, nunca me quejé.
Ella logró que mi hijo cambie para bien. Mi hijo, el chico que se metía en problemas con todo el mundo y le rompía el corazón a las mujeres cuando las engañaba, logró convertirse en alguien serio, responsable y amable, y todo eso fue gracias a Nadia.
Sé que ella realmente amó a mi hijo, pero… ¿sentirá amor por mi Dani? ¿Cómo reaccionará cuando lo vea por primera vez? Mi Dani es idéntico a mi hijo cuando tenía su edad. ¿Le recordará a mi hijo y se arrepentirá de ser malvada…? Sería demasiado optimista pensar que alguien que fue al infierno por sus acciones se arrepienta de ser malvada solo por ver a su hijo por primera vez, y más cuando ella ni siquiera lo vio recién nacido. ¿Sentirá su lado materno activarse o preferirá seguir siendo un demonio malvado?
Sea lo que sea, tendrá consecuencias graves.
Espero que estés bien, Dani.
—Ten cuidado.
•
•
(Pov- Daniel.)
(Tres horas después.)
Me bañé en un lago, vi a unos insectos gigantes y pude ver a muchos animales raros. Este mundo realmente es interesante y sorprendente. Es un lugar muy lindo… Pero nada de esas cosas logró hacerme sentir mejor.
Mi madre es un demonio, y no solo eso, es un demonio que está aquí para acabar con la humanidad.
Mi madre, mi propia madre es mi enemigo.
Mi madre…
—Mi madre…
Ah… ¿Qué debo hacer ahora?
Sé que no debería pensar tanto en ella porque me terminará perjudicando, pero no puedo evitarlo. Mi madre… Mi madre está aquí.
La mujer que siempre he querido conocer, está aquí. ¡Quiero ir con ella, abrazarla, hablar muchísimo con ella! ¡Convivir con ella como madre e hijo!
—Pero no puedo. Simplemente no puedo hacer eso.
¿Por qué? Porque, aunque es mi madre, sigue siendo un demonio, mi enemigo.
Pensé en la posibilidad de que sea un engaño de los demonios y que ella simplemente finge ser mi madre para matarme, pero no, no lo creo. ¿Cómo sabrían que vengo de otro mundo? ¿Cómo sabrían de mi madre? ¿Acaso el mismo que manipuló la cuerda que trajo a Cris y a Sonia a este mundo fue el responsable de darles la información?
—Sería demasiado bueno para ser verdad.
Mi abuela me confirmó que mi madre se había convertido en un demonio, y de alguna manera este mundo está conectado con el resto de mundos alternos. Tal vez los demonios no sean solamente del infierno de este mundo, posiblemente sean demonios de los diferentes infiernos alternos… O que solo exista un solo infierno y que esté en este mundo.
—Solo… Solo no debo pensar más en ella.
Las vidas de los Semihumanos están en peligro, y si sigo pensando en mi madre, no podré concentrarme.
Solo… debo seguir adelante… Adelante…
—Ya llegué… Madre, te veré pronto, pero por lo pronto…
Fingiré que no existes.
Después de volar tanto por fin llegué.
Llego a Soular y aterrizo lejos de un pueblo.
Si llego al pueblo volando, pensarán que soy un demonio. Debo fingir ser un humano normal, pero si las cosas se ponen feas, debo mostrarles mi gran poder. ¿Por qué? Porque si les demuestro que soy poderoso, no querrán atacarme, y eso me dará tiempo suficiente para ganarme la confianza de los Semihumanos.
Digo, después de todo, alguien tan poderoso como yo podría destruir a todos los Semihumanos si quisiera hacerlo. Demostrar que soy poderoso y amable con ellos, les hará entender que realmente quiero una amistad con ellos y no ser su enemigo.
Vamos, Daniel, las personas necesitan al Daniel feliz y optimista. Sé que estás con el corazón roto y posiblemente la depresión quiera regresar, ¡pero la vida de los Semihumanos está en tus manos! ¡Sonríe y sigue adelante!
—Madre, tan solo… Tan solo déjame en paz por un tiempo.
Sé que pronto vendrás, pero estaré preparado para recibirte, y dependiendo tus acciones, te recibiré con una sonrisa…
—O con mi espada.
Este mundo me necesita, no puedo dudar.
Bien… A fingir que no conozco a mi madre.
—¿Cuánto tardé?
Saco mi teléfono y veo la hora. Tardé tres horas en llegar. Vaya, va… Ah, no… No debo decir eso.
—Tardé más de tres horas, pensé que tardaría dos horas, creo que calculé mal.
Guardo mi teléfono.
Bueno, tampoco puedo quejarme, hubiera tardado más si hubiera viajado en algún carruaje o con Treis. No debo ser malagradecido, debo estar feliz y satisfecho con mi velocidad.
—Aquí estoy, el país de los Semihumanos. Espero no tener tantos problemas. Que bueno que aterricé lejos de un pueblo, sería problemático que me vean volando.
No quiero que me confundan con un demonio y me ataquen. ¡Debo dar una excelente primera impresión!
Veo mi teléfono, leyendo la información sobre el pueblo. Sí, mi teléfono puede hacer eso. ¡Tan conveniente!
Mmm… Básicamente, es un pueblo conector, es decir, un pueblo que sirve como punto de reunión comercial entre las diferentes ciudades, por su seguridad. Los nobles y personas con muchísimo dinero se reúnen aquí para cerrar negocios y entablar amistad. Seguramente los caminos son largos y tediosos de recorrer, por eso, en lugar de un viaje largo, hacen un viaje a este pueblo. Es mejor un viaje corto que uno largo, ¿eh?
Mmm… Oh. Uso de piedras de insonorización. Sí, debí suponer que no solo por la seguridad viajaban. En este pueblo hay una posada con habitaciones con piedras de insonorización, que evita que los sonidos salgan de la habitación. Ya veo, ya veo. Aquí tienen reuniones secretas y todo eso que las personas ricas hacen.
Grandes almacenes y fábricas se encuentran aquí. Interesante.
Básicamente es un pueblo comercial. Interesante.
Considerando todos los recursos económicos que genera el pueblo, ¿por qué no es una ciudad? Bueno, debe tener sus razones. El pueblo es grande, pero no tanto como para ser considerado una ciudad. ¿No genera tanto dinero? Después investigo.
Comienzo a caminar rumbo al pueblo.
—El pueblo Zoon. El pueblo más alejado del castillo del Rey. Creo que mi madre no vendrá aquí primero.
… Mejor no pienso en ella.
Reviso mis bolsillos. Vacíos. Igual a como empecé. Sin dinero.
—No tengo dinero. Tendré que trabajar mucho.
Ganaré muchísimo dinero y donaré la mayoría, para ganarme el cariño de las personas más rápido.
¿Construyo un orfanato o creo negocios? Ya lo pensaré mejor después.
Por ahora, me enfocaré en ser agradable. ¡Hola, Semihumanos!
Después de caminar por unos minutos, llegué. No hay muros, así que entré sin problema alguno. Las personas que viven en la entrada (o salida) del pueblo, me vieron mal, pero no me prohibieron entrar ni nada por el estilo.
Llego al pueblo y lo primero que veo es que las personas tienen cola y orejas de animales. Algunos tienen la cabeza de un animal. Otros tienen cabeza humana, pero el cuerpo de un animal, eso fue lo más raro de ver. Una mujer con cuerpo de vaca y cabeza humana… Daniel, no te les quedes viendo raro. Así es su raza, no debo sentirme raro viéndolos.
Lo siento, no estoy acostumbrado a esto.
Los Semihumanos son muy diferentes a los Semihumanos de las novelas ligeras. No parecen furros, son más como… animales, animales. Sí, animales. A excepción de los que solo tienen orejas y cola de animal, los demás dan miedo. Por ejemplo esa mujer gato, es como un enorme gato parado en dos patas y usando ropa. D-da algo de miedo. ¡Por favor, perdónenme, es mi primera vez en un pueblo Semihumano! ¡No me dan asco, simplemente necesito acostumbrarme a verlos!
Pero, dejando eso de lado, ¡estoy en un pueblo Semihumano! ¡Por fin me siento en un mundo mágico! Solo me faltan ver Elfos y Enanos.
—¡Genial! ¡Increíble!
Wow. Me pregunto si esto tiene alguna explicación. ¿Evolucionaron así o la raza fue creada artificialmente hace miles de años por algún científico loco? Digo, pues… Es que no es normal ver humanos con características de animal. Debe haber algún motivo. La evolución consiste en adaptarse y sobrevivir, es decir, si esto fue una evolución, debió tener su motivo, pero creo que lo más probable es que los Semihumanos hayan sido creados por algún Dios o científico loco. Me pregunto si ellos tienen alguna explicación lógica… ¿Eh? V-vaya…
Comencé a caminar, disfrutando de la vista, pero… Los semihumanos me ven raro. Las palabras del Rey comienzan a tener sentido. Al llegar al pueblo pude sentir miradas de odio sobre mí, e incluso en este momento las madres alejan a sus hijos de mí.
Me reconocieron como un humano. C-creo que mi olor me delató.
Mierda, espero que no me ataquen. Solo soy un pobre humano inocente.
Veo a mi alrededor y hay sujetos que parecen ser aventureros.
—Supongo que hay un gremio por aquí.
Necesito registrarme para comprobarles mi gran poder y no intenten hacerme daño. Quiero evitar una pelea innecesaria.
Sigo caminando y me acerco a una chica con la cabeza de un mono, que vende frutas.
… Cuerpo humano, cabeza de mono… Eso es raro. Me recuerda a cierta película.
Le compraría, pero no tengo nada de dinero, y supongo que la moneda es diferente en este país.
—Disculpe, señorita. Buenas tardes. Necesito indicaciones. ¿Por aquí hay un gremio de aventureros? De antemano, gracias.
La chica me… mira con asco.
Asco… Es… Es la primera vez que una chica me mira de esa manera.
Me duele.
—¡Largo, váyase de aquí!
… Eso me dolió… Fui educado, pero me trataron mal. ¿Tanto odian a los humanos?
—Lo siento, gracias por su tiempo. Que tenga una linda tarde.
Me alejo de ella y algunos Semihumanos me rodean.
No, por favor, no quiero problemas. Por favor, no intenten matarme, no me obliguen a pelear. Quiero entablar una amistad con ustedes, no quiero pelear.
—¡¿Qué haces aquí, humano?!
—Solo quiero ir a un gremio de aventureros, es todo. Por favor, no me hagan daño, no les he hecho nada.
—¡Tu raza no es bienvenida!
Ah, la discriminación. Los humanos y ustedes son iguales. Ya no importa quién tenga la culpa, ustedes actúan igual de mal. El pasado queda en el pasado, no vale la pena que se sigan odiando por culpa de personas que ya están bajo tierra.
—Escuchen, solo quiero ir a un gremio, no quiero problemas. Me muero de hambre y necesito el dinero.
—¡Sí, claro!
¡Hey!
Los aventureros me intentan atrapar y salto hacia atrás, evitando sus brazos. Si me atrapan, me intentarán matar. Lo siento, no me dejaron otra opción.
—¡Arches Nexus!
Salgo volando y me detengo a unos metros del suelo. Me van a matar si me atrapan, así que lo mejor será mostrarles lo poderoso que soy, para que me tengan miedo. Poco a poco ese miedo se transformará en confiaza, estoy seguro.
Los observo. Sí, funcionó, me están viendo con miedo.
—¡Es un demonio!
—¡Nos matará!
Entraron en pánico.
Escuchar que me tengan miedo me daba un poco de coraje. Estoy lejos de ser un demonio… Aunque tengo magia demoníaca… Y mi madre es un demonio.
¡Ahhhhhhhh! ¡No pienses en tu madre, Daniel! ¡Mucho menos ahora, que necesitas estar tranquilo y pensar las cosas con claridad!
Ya terminaste el paso uno, es hora del paso dos.
—¡Por favor, solo soy un aventurero que busca hacer un trabajo para poder comer, no soy un demonio! ¡¡No soy un demonio!! ¡¡Y ustedes, Semihumanos, no deberían juzgar a nadie por su raza sin antes conocerlo!! ¡¡¿Les gustaría que algún humano los trate así?!! ¡¡Por supuesto que no!! ¡¡Traten a los demás como les gustaría ser tratados!!
Bajo y los observo a los ojos.
—Soy un simple aventurero, no quiero problemas, por favor. Me muero de hambre, necesito dinero para comer. Por favor, se los suplico, déjenme en paz. Por favor, yo no les he hecho nada, es mi primera vez hablando con Semihumanos.
… Dar lástima no funcionó.
Todos me gritan que me vayan y me arrojan rocas. Comienzo a esquivar algunas rocas, pero no puedo esquivarlas a todas, recibo algunas rocas en mi cuerpo y cabeza.
—Supongo que realmente odian a los humanos, ¿verdad?
Suspiro… Tendré que decirles la verdad.
—¡Les diré la razón por la cual estoy aquí! ¡Soy Daniel, soy un aventurero que tiene todos los tipos de magia y he venido a detener la pelea de los humanos contra los Semihumanos! ¡Vine a detener este estúpido odio! ¡¡Dejen de comportarse como niños pequeños y maduren!!
Un gran silencio… Ah, reconozco este escenario .
Risas en 3, 2…
Todos empiezan a murmurar.
—¿Todos los tipos de magia?
Ah, conté mal. Comencemos de nuevo.
Las burlas en tres… Dos…
Todos empiezan a reír. Ellos realmente no creen en mis palabras, ¿eh? Ya estoy acostumbrado.
—¡Este humano está loco!
Bla, bla, bla. Tsk. Humanos y Semihumanos se comportan igual.
—¿No me creen? Díganme en dónde está el gremio para registrarme y demostrarles que digo la verdad. ¡Si miento, pueden matarme y no pondré resistencia alguna! ¿Y les digo por qué no tengo miedo? ¡¡Porque les estoy diciendo la verdad!! ¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡Dejen de criticar sin antes conocer a la persona!!
Ah… Un hombre muy grande y robusto, con cabeza de un perro pastor alemán, se acerca a mí. Está usando una armadura blanca.
Esta sensación… Ah, otra vez.
—Yo te llevaré.
—Esta sensación me es familiar. ¿Eres el aventurero más fuerte de este gremio?
—Sí, lo soy. ¿Tienes alguna duda?
—Lo supuse.
Me jala de la camisa con su mano derecha.
—Si mientes, te mataré, ¿te parece justo?
Supongo que puedo aceptar, de todas maneras, no estoy mintiendo.
—Sí, está bien.
Sigo viendo como todos me ven con odio… Será realmente difícil que me acepten.
—Será un trabajo difícil.
Pero no imposible. Debo ganarme la confianza de los Semihumanos.
Fácilmente podría crear una cola y orejas falsas para engañarlos, pero decidí no hacerlo. Debo ganarme su confianza siendo un humano.
—Los Semihumanos odian a los humanos, y los humanos odian a los Semihumanos. ¿Y saben qué? Ustedes se comportan igual a los humanos. La única diferencia es la apariencia, pero eso es todo. En otras palabras, ¡¡todos ustedes, tanto Semihumanos como los humanos, son unos llorones que se odian por culpa de personas que ya están muertas!! ¡¡Solo se odian por simple orgullo, idiotas!! ¡¡Perdón por ser grosero, pero es la verdad!! ¡¡Ahhhhhhhh!! ¡¡¿Cómo pueden ser tan pende…?!! ¡Hmmmmh!
El aventurero me tapó la boca.
—Si quieres vivir, cállate.
Asentí.
Sí, supongo que me terminé desesperando. Lo siento, estoy algo sentimental.
Entramos al gremio del pueblo y una mesera con orejas de gato y cola de gato nos recibe. Está usando un vestido negro. Creo que es la mesera.
Wow. Que linda… Que adorable es ella.
Una chica gato de verdad… ¡Genial!
—¡Bienvenido, Rocco!
Rocco, ¿eh? Suena bien.
Y la voz de la chica es tan linda.
Ella me observa y… me ve con asco.
Ay, eso dolió.
—¿Por qué traes a un sucio humano contigo?
—Hicimos un trato, él dijo que tiene todos los tipos de magia y quiero comprobarlo, si no los tiene, lo mataré.
La mesera se empieza a reír. ¡O-oye, ¿en serio te ríes porque piensas que moriré?! ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Tanto odian a los humanos?!
—¡Ya quiero ver cómo matas a ese sucio humano!
—¡Oye, me bañé hoy!
Es linda, pero me da miedo.
Ya no te considero linda… Ah, ser discriminado me recuerda a la secundaria. Aunque en la secundaria me discriminaban por ser pobre, y aquí por ser humano.
Nos dirigimos a una empleada del gremio. Es una mujer con un cuerpo muy hermoso, pero con la cabeza de un cerdo.
Ay… Lo siento, pero… Ah, mejor no digo nada.
—Este humano se quiere registrar.
—¡No permitiré que un humano se registre!
—Este humano dice que tiene todos los tipos de magia, y si no es cierto, me dejará matarlo lentamente.
¡¿Lentamente?!
—¡¿En serio?!
¡¿Está sonriendo?!
Toma mi mano derecha y la pone en la esfera.
—¡Ya quiero ver eso!
Todos me dan miedo… ¿En dónde están los Semihumanos amables y adorables?
Ah, bueno, pronto aprenderán la lección de no criticar sin conocer.
La, la, la… Ah… Bueno, veré a los aventureros mientras espero.
Mmm… Oh, una chica gótica murciélago. Genial.
Una mujer con orejas de ratón. Que linda.
Oh, un… hombre con una pequeña cabeza de perro Chihuahua, pero muy fornido… Que raro.
Bueno, pues… Me siento raro.
Es la primera vez que recibo miradas de odio y asco por parte de las mujeres, ninguna me considera guapo.
… No sé cómo sentirme al respecto.
Digo, no me gusta que me acosen las mujeres, pero tampoco me gusta recibir miradas de asco y odio… Bueno, no importa.
Después de un minuto, una tarjeta aparece de la nada y la empleada la toma inmediatamente. ¡¿Tan desesperada estabas por verme sufrir?!
—Daniel Conde. Edad, 16 años. Tipos de magia… ¡Debe ser un error!
—Dame eso.
Rocco toma la tarjeta y la observa.
—Oh, vaya. Realmente tienes todos los tipos de magia.
Rocco se mantiene tranquilo. Sabe mantener la calma y no permite que sus emociones lo controlen… Me agradas, Rocco.
Los semihumanos a mi alrededor me ven asombrados y no se atreven a mirarme con asco, pues tienen miedo de hacerlo.
Bueno, al menos es mejor que ser visto con odio.
—Te lo dije.
Quito su mano de mi camisa.
—¿Me das mi tarjeta?
—Sí, claro.
Me da mi tarjeta y la pongo en el escritorio de la empleada.
—Señorita, no tengo cómo pagarle. Por favor, ¿me puede dar la misión más difícil que tiene disponible? No me importa el rango, quiero la más difícil.
—¡No quiero…! ¡Pero ahora eres parte del gremio y debo darte la misión!
—Gracias, linda.- Dije, guiñando un ojo.
Vamos… Sí, se sonrojó… Bueno, un poco creo. Lo rosa de su piel me confunde, pero su tono de voz me lo confirma.
—S-sí.
Entonces el problema es mi raza, no mi apariencia. Ya veo. Esta información me puede ser útil.
La empleada toma un papel del muro de misiones.
—Hay una misión de ayudar a un pueblo que fue invadido por un demonio. Fufu. ¿Qué? ¿Ya te dio miedo, humano?
—¿Solo uno?
—Sí.
—Entonces lo tomo.
—¡¿Eh?!
No creo que sea mi madre, pero eso atraerá su atención. Debo estar preparado.
— ¿Cómo se llama el pueblo?
—E-es el pueblo Sali.
—Está bien.
La empleada apunta un número y me entrega la tarjeta.
—Gracias.
Le extiendo mi mano derecha para saludarla.
—¡Aléjate de mí, me das asco!
Bajo la mirada y dejo de sonreír… Le doy asco… Supongo que debo acostumbrarme a que me traten así… Aunque, siendo sincero, ya estaba acostumbrado. En mi mundo, mis compañeros de clases (hombres) me veían con asco… Solo los hombres, pero me dolía recibir esas miradas… Me discriminaban por ser pobre.
—Entiendo… Adiós. Que tengas una linda tarde.
Estoy a punto de salir del gremio, pero Rocco me jala de la camisa.
—Me interesa ver cómo resuelves esto, iré contigo.
A diferencia de Sandro y el otro aventurero que no me sé su nombre, él parece más… ¿amable? Intentó matarme, pero no me ve con asco. Y me agrada que se mantenga tranquilo, incluso cuando comprobó mi gran poder mágico.
¡Me agradas, bro! ¡Tú sí sabes mantener la calma y no actuar a lo idiota!
—Está bien.
Salimos del gremio juntos.
—¡Muslar asio! Sube a mi espalda, iré volando.
Veo que todos me siguen viendo con asco y odio. ¡Ahhhhhhhh! ¡¿No ven que Rocco me trata bien?! ¡Ya comprobó que digo la verdad!
—¡Y no soy un demonio, el hechizo de vuelo lo aprendí de un hada!
—No subiré a tu espalda.
—Deja el orgullo a un lado. ¡Arches Nexus!
Empiezo a flotar.
—Al menos agárrate de mis piernas.
—Está bien.
Rocco sujeta mis piernas y saco mi teléfono.
—¿En dónde estará?
Abro el mapa. Mmm… ¡Lo encontré!
—Vaya, vaya, está cerca. ¡Vamos!
Me voy volando de ahí rápidamente, pero no estoy volando tan rápido como antes, no sé si él soporte el viaje.
—Puedo ir más rápido, pero no sé si puedas sostenerte.
—Ve rápido, estoy bien.
—Está bien… ¡Aquí vamos!
Me voy volando a mi máxima velocidad.
Creo que la magia protege mi cuerpo, siento el viento en mi cuerpo, pero no me duele el cuerpo. Tener magia es increíble.
… Mi madre me encontrará pronto. Debo estar preparado.
Estar en un pueblo Semihumano no me ayudará con mi misión, mi objetivo real es el Rey de este país. Si entablo una amistad con él, todo se solucionará. Pero no puedo ir, no sin antes arreglar el problema con mi madre.
Por eso estoy en este pueblo, para que mi nombre sea famoso entre los Semihumanos y así lograr que acepten la alianza con los humanos cuando el Rey les dé la noticia.
Estoy poniendo en peligro a los Semihumanos, lo sé, pero es inevitable. No puedo perder más tiempo con este problema de los Semihumanos, no puedo dejar de entrenar. La vida de uno o dos semihumanos es un pequeño precio a pagar para salvar millones de millones de millones de vidas.
Espero que puedan comprenderme.
Después de un minuto, llegamos al pueblo.
—¡Llegamos!
Aterrizo afuera del pueblo.
No quiero llamar tanto la atención si aterrizo en el pueblo, y quiero tomar de sorpresa al demonio.
—¿Te gustó el viaje?
—Fue asombroso.
… ¿Será inexpresivo? Bueno, pero al menos no siento odio en él.
Poco a poco me estoy ganando su confianza.
—Me alegro de que te haya gustado.- Dije, sonriendo.
Entramos al pueblo y me pasa lo mismo, los semihumanos me ven con odio y otra vez me rodean. Ah, maldita sea.
—¡Vengo a matar al demonio que está aquí, así que dejen pasar!
—¡Hahahahahaha! ¡¿Quieres matarme?!
Un demonio muy diferente a mi madre pasa entre las personas y se para frente a mí. El demonio no parece humano. Tiene el cuerpo cubierto de pelo rojo con verde, dos enormes cuernos y dos alas hechas de huesos. Es la primera vez que veo a un demonio así. El primer demonio que maté tenía una armadura, así que no vi su cara ni su cuerpo.
Los demonios son como los helados, de diferentes sabores y colores… Bueno, en este caso, de diferentes diseños.
—Debo admitir que te ves genial.
—¡¿Tú quieres matarme?!
Se empieza a reír y sonrío. Gracias por bajar la guardia.
—¡Muslar asio! ¡Espada Dex!
La espada aparece frente a mí y la tomo con fuerza con mi mano derecha.
Aprovecho que sigue riendo y lo ataco en el cuerpo con la espada, sin duda alguna en mi ataque.
—¿Eh?- Dicen todos confundidos, al ver lo que pasó.
Corté al demonio a la mitad y lo derroto. Menos de un segundo. Nuevo rércord. Al menos el demonio negro intentó atacarme, este se quedó quieto.
Fufu. Oye, demonio, nunca bajes la guardia. No soy un guerrero con honor. Atacaré a mis enemigos con la primera oportunidad que se me presente.
—¡Esta espada realmente es increíble!
La beso y luego escupo. Puaj. Sabe horrible.
—Que asco, sangre de demonio.
—Imposible, lo derrotaste de un solo ataque.
… En serio, Rocco, deberías tener más emoción. Algo como: ¡Imposible, lo derrotaste de un solo ataque!
Con un tono más de sorpresa y no tan serio.
—Fue gracias a mi espada. La verdad es que aproveché que él estaba distraído.
Los demonios subestiman demasiado a sus enemigos… Un gran error.
Todos los semihumanos me ven asombrados y sin ningún rastro de odio. Bueno, después de todo, dudo que se atrevan a mirarme con odio después de lo que hice. ¡Les salvé la vida!
—¡Y los humanos y semihumanos somos iguales, no me vean con odio!
Me doy la vuelta.
—Bueno, ya no tengo nada que hacer aquí. Vámonos. ¡Arches Nexus!
Empiezo a flotar y Rocco se agarra de mis piernas.
—Estoy listo.
Me voy volando de ahí.
Debo ganarme una buena reputación en este país, así tendré la oportunidad de conocer al Rey y ganarme más rápido su confianza.
Mi madre arruinará mi reputación, pero al menos me hará más popular.
Necesito esa popularidad para ganarme la confianza del Rey.
Un minuto después, llegamos al pueblo.
Entro al gremio y le muestro mi tarjeta a la empleada, mientras una gran sonrisa posaba en mi rostro.
—¡Lo derroté!
—¡Imposible!
—Es verdad, yo lo vi, lo derrotó de un solo ataque.- Dijo Rocco.
—¡Uwaaaah! ¡¿De un solo ataque?!
No dudó de Rocco, ¿eh? Realmente es popular en este lugar.
La empleada se va y regresa con una bolsa con monedas.
—Toma, 10 mil monedas de oro.
Aunque era menos de lo que recibí la primera vez que derroté a un demonio, no me molestó, realmente es mucho dinero.
Demasiado… Bueno, considerando la calidad de los aventureros… Mmm… Creo que un demonio es considerado un peligro de rango S, por eso las recompensas son tan altas.
—¡Gracias!
Tomo la bolsa.
—Ya descontamos lo del registro.
—¡Gracias de nuevo, señorita! ¡Se lo agradezco! ¡Yei, tengo dinero para comer!
Me alejo y Rocco se me queda viendo. Siento su mirada penetrando mi ser. Podrá ser inexpresivo, pero su mirada es poderosa.
—Espera, Daniel.
Me detengo y volteo a verlo.
—¿Sí?
—¿Realmente planeas detener la pelea de los semihumanos contra los humanos?
—Sí, me han dicho que los humanos los trataban como monstruos asquerosos y que por eso se fueron del país y formaron el suyo. Al enterarme de esta historia, y que los reinos del país Grenfor quieren pelear contra ustedes, algo dentro de mí me decía que debía detener la pelea.
—Supongo que necesitarás ayuda. Yo te ayudaré.
… ¡¿En serio?! ¡Eso facilitaría las cosas! ¡Estoy recibiendo el apoyo del aventurero más poderoso de este gremio! ¡Aprende de su humildad, Sandro!
—¿No me odias?
—Mi instinto nunca me miente, sé que eres una buena persona.
—Te lo agradecería.
Gracias. En serio, muchas gracias, Rocco. Prometo no fallarte. Haré mi máximo esfuerzo para lograr la paz.
Salimos del gremio y veo a dos chicas que piden dinero para comer. Las chicas tienen la ropa rota, tienen orejas, nariz y cola de perro. Las chicas parecen muy sucias, como que no se han bañado en días.
Chicas pobres, muy delgadas, muriéndose de hambre. No soporto verlas así. Y como ya tengo dinero, es hora de hacer mis buenas acciones del día.
—Una moneda, por favor, tenemos hambre
—Solo una moneda.
Haré mi buena acción del día. Ayudar me tranquilizará un poco… Sigo deprimido sobre la noticia de mi madre, necesito algo que me haga sentir bien, y ayudar a otros siempre me ha hecho sentir bien.
… Soy un hipócrita, sé perfectamente que mi presencia en este lugar pone en peligro a todos aquí y sigo actuando como siempre… Ah, Daniel, es por el bien de tu misión. Ah… Respira hondo… Ah…
No puedo ir con el Rey todavía, necesito ganar popularidad entre los Semihumanos, y cuando sea lo suficientemente famoso, iré con el Rey, de lo contrario, no confiará en mí y me atacará con sus mejores guerreros.
Tomarme a la ligera al Rey e ir, podría ser un error que puede costarme la vida. Lo mejor será tomar el camino largo, pero que dará mejores resultados.
Saco un puño de monedas de la bolsa y se las ofrezco.
—Hola, buenas tardes, señoritas. Tomen, por favor.
Las chicas parecen tratar de ignorar mi dinero, pero como es mucho, lo tomaron.
—Gra… Gracias, humano.
—Muchas gracias.
… Siendo sincero, si ellas no me decían gracias, no me importaría, pero ellas me dieron las gracias.
… Son chicas buenas. A pesar de ser un humano, me dieron las gracias. Son personas que son agradecidas con las personas que las ayudan. Ser agradecido es una virtud que no todos tienen.
Me cayeron bien. Saqué otro puño de monedas y se las di.
Se lo merecen.
—De nada- Les dije, sonriendo.
Las chicas se sonrojan y me alejo de ellas. Rocco camina a mi lado. Tener a un amigo semihumano me beneficiará… ¡Y es hombre! ¡No tendré que preocuparme de que se enamore de mí…! Al menos que él sea gay. Pasé por situaciones similares en el pasado… Ah, como sea.
Espero que las chicas logren salir adelante. Son muy jóvenes todavía, tienen una larga vida por vivir.
Miré de reojo a las chicas. Se están abrazando mientras… lloran… ¿Tanta hambre tenían…? Vaya…
Sí… Ver eso me hizo sentir… una persona buena de nuevo.
Me hizo sentir feliz.
Me hizo sentir humano.
—No debes hacer eso para que dejen de odiarte.
¿Eh? ¿A qué se refiere?
—¿Hacer qué?
—Darles dinero a los pobres.
—No lo hice para que dejen de odiarme, lo hice porque siento que debo hacerlo.
—¿Sientes que debes hacerlo?
—Sí… No sé cómo explicarlo, es un sentimiento que tengo desde que tengo memoria.
Siempre he sentido la necesidad de ayudar a otros, pero no sé por qué. Supongo que porque soy una persona buena… ¿Eh? Vaya…
Veo que una chica es golpeada en el suelo por unos semihumanos.
Tsk. Malditos…
—¡Ladrona!
—¡Asquerosa pobre!
¡Oye, oye, oye! ¡Es solo una pobre chica, no la lastimen!
La chica llora y me acerco a ellos. Intentaré ayudarle a la chica. No me importa que sea una ladrona, tal vez simplemente se muere de hambre y entró en desesperación.
—Disculpen, ¿hay algún problema?
—¡¿Un humano?!
—¡¿Qué haces aquí?!
—¿Yo? Solo paseaba por el pueblo, lo normal. ¿Y ustedes qué hacen golpeando a una chica? ¿Les robó? Si es así, yo…
—¡Vete, humano!
Uno de ellos me empieza a golpear en la cara y caigo al suelo. El semihumano me sigue golpeando y Rocco simplemente observa. No pues, gracias por la ayuda.
—¿Por qué no te defiendes?
—Si lo golpeo… dirán que… soy un humano… salvaje y…
Me sigue golpeando… Lo admito, me duele, pero no puedo defenderme usando la violencia. No quiero que piensen que soy un salvaje.
—Me van a odiar más.
Rocco me quita al semihumano y me levanto.
—Estoy dispuesto a pagar lo que robó.- Dije, mientras siento mi nariz sangrando.
—¡No te metas!
—¡Rocco, ¿por qué ayudas al humano?!
—Es mi nuevo compañero.
Wow. ¿Compañero? ¡Sí, conseguí un nuevo compañero, y es hombre! ¡Adiós, clichés! Te presentaré a Sara o a Rem. Tal vez alguna de ellas se enamore de ti.
Los semihumanos empiezan a reír. Vaya, cuanto respeto.
—Saben que acaba de derrotar a un demonio de un solo ataque, ¿no? Y en menos de un segundo. Si él quisiera, ustedes dos ya estarían muertos. Tienen suerte de que él sea un chico amable.
Las expresiones de esos semihumanos cambiaron repentinamente a expresiones de terror. ¿Eh? ¿Me tienen tanto miedo? Rocco, eres muy confiable. Gracias por ser mi aliado.
—¡¿De un solo ataque?!
—¡Si Rocco defiende al humano significa que es verdad!
—¡Vámonos!
Los semihumanos se van corriendo. Bueno, sacrifiqué mi dignidad, pero logré detener la pelea sin usar la fuerza. Bien por mí.
Intento ayudar a la chica a levantarse.
—¿Estás bien?
La chica es una chica conejo. Tiene orejas, cola y nariz de conejo. Tiene una larga cabellera de color blanco y ojos completamente negros… Vaya.
… No es linda… ¡Es adorable! ¡Wow! ¡¿Esos idiotas se atrevieron a golpear a una chica tan adorable?! ¡Ahhhhhhhh! ¡Me arrepiento de no haberlos golpeado!
—Solo estoy un poco hambrienta, y tengo unas pequeñas heridas. ¡P-pero nada grave! ¡G-gracias por preguntar!
—No te haré nada, descuida.
Le toco la frente con mi mano derecha. Vaya, un sonrojo apareció en su rostro. Espero que no esté malinterpretando mis acciones.
—Freins Dreis Cure.
Es uno de los hechizos de las hadas. Permite curar heridas no tan graves. ¿Qué significan esas palabras? No tengo ni idea, pero suenan genial.
Las heridas de la chica desaparecen.
—Te curé las heridas.
—Y-ya no siento dolor… G-gracias, señor humano.
Ouch. ¿En serio me veo tan viejo?
—De nada, señorita semihumana.
Saco un puño de monedas de la bolsa y se las doy.
—Para que comas algo.
La chica me observa asombrada y sonrojada. Es la primera semihumana que no me ve con odio desde el principio. ¡Así deberían de ser los semihumanos, adorables y amables!
—¡Muchas gracias, humano!
—Me llamo Daniel, es un gusto.
Le sonrío para demostrar que soy bueno.
—S-soy Meibis.
Meibis, ¿eh? Meibis… Mei… Mei…
Que raro, siento mi corazón acelerado cuando recuerdo el nombre «Mei’. ¿Conozco a alguien con ese nombre…? No que yo sepa… Que raro.
—Nos vemos. Que tengas una linda tarde.
—I-igualmente.
Me alejo de ella caminando.
—Iré a construir un lugar en donde pueda dormir, nos vemos luego, Rocco. Llámame si me necesitas.
—Estaré en el gremio. Nos vemos después.
—Está bien. Que tengas una linda tarde.
Me voy corriendo de ahí… Ah, tuve un mal inicio, pero ya estoy mejorando mi relación con los semihumanos.
Miré a mi alrededor. Mmm… Algunas miradas de odio, pero algunos me miran con miedo y preocupación.
Sí, mi fama y nombre está comenzando a esparcirse por el lugar, y eso significa…
—Pronto ella estará aquí.
Mi madre pronto llegará, y cuando eso pase, tendré que enfrentarla. No me iré, la esperaré aquí. Pondré en peligro las vidas de los semihumanos, pero es necesario. ¿Por qué? Porque quiero que descubran que soy el hijo de un demonio. Quiero que me consideren un fenómeno. Un monstruo. Y que cuando hable con el Rey, le dé miedo negarse a formar una alianza y lograr la paz.
La manera pacifista y tranquila es larga, la manera corta es peligrosa, así que lo haré de esta manera, ni tan larga ni corta.
Usaré el miedo para lograr mis objetivos.
—No tengo tiempo para seguir con este problema.
Y quiero regresar pronto con mi abuela…
Ah… ¡Mi plan no tiene sentido alguno!
Pero… no sé qué hacer.
¡Ahhhhhhhh! ¡No puedo irme porque quiero atraer a mi madre! ¡Quiero hablar con ella! Arriesgo la vida de los Semihumanos por una decisión egoísta, pero prometo revivirlos. Esta es la manera más rápida de conseguir atraer la atención de mi madre. Espero que puedan perdonarme, Semihumanos. Los voy a revivir si mueren. Solo… Solo les pido que me comprendan.
Esto no solo me beneficiará a mí, los beneficiará a ustedes en el futuro. Solo tengan paciencia.
—Madre… ¿Qué mierda me hiciste?
Yo… ya no sé ni lo que pienso.
¿A quién trato de engañar? No tengo ni idea de lo que trato de hacer.
Solo quiero atraer a mi madre, eso es todo. Soy un maldito hipócrita. ¿Buena persona? No, no lo soy… No lo soy…
—Lo siento… Lo siento…
Pero realmente necesito hablar con ella… No me iré.
•
•
—Ese chico es muy lindo y amable… ¿Realmente es un humano?
La chica empezó a seguir a Daniel, pero él no se dio cuenta por estar pensando en su madre.
•
•
(Pov- Daniel.)
Llego al lago que está al lado del pueblo, a un kilómetro. Lejos de todos. El lugar perfecto para vivir.
Podré descansar un poco mientras espero a mi madre.
—Aquí podría dormir. ¡Retiers!
Retiro una gran cantidad de tierra. Es del tamaño de una casa de una planta. Puedo crear teléfonos inteligentes… Debo intentarlo… Una casa sencilla… Vamos, magia, sé que puedes hacerlo.
—Vamos, funciona, funciona.
Toco la tierra con la palma de mi mano derecha.
—¡Crea!
La tierra comenzó a brillar y… ¡transformo la tierra en una casa de madera! ¡Simplemente increíble! Realmente tengo un gran poder mágico.
Fufu. Esto me facilitó mucho las cosas.
—¡Genial, logré construir una casa!
Retiro algo de tierra y hago los muebles.
…
…
…
Media hora después, terminé.
Logré hacer un baño sencillo, pero era muchísimo mejor que los baños de este mundo. Terminé toda la casa, con muebles y ropa incluida. Ahora sí parece una casa de verdad.
Estoy muy satisfecho con el resultado.
—¡Terminé mi nueva casa!
—¡Increíble!
—¿Eh?
Esa voz…
Volteo y veo a Meibis detrás de un árbol.
Oh, una acosadora adorable… Me gusta ese cliché. Espero que sea tímida.
Ah, estaba tan distraído que no me di cuenta de su presencia. Debo trabajar en eso. Podría terminar perjudicándome en el futuro.
—Hola, Meibis.
Meibis se esconde.
… Ella necesita la casa más que yo, probablemente no tenga hogar.
—Vives en la calle, ¿verdad?
Meibis sale apenada.
—Sí, Daniel.
—Vaya, va… Ya veo. Te la puedes quedar, yo haré otra.
—¡¿Eh?! ¡¿En serio?!
Sus ojos brillaron al escuchar mis palabras. Que lindo.
—Sí, no te preocupes.
—¡Gracias!
La semihumana se acerca a mí y me abraza llorando.
—He dormido en la calle por un año… ¡Gracias por la casa!
Todo un año… Mierda. Debió ser muy duro para ella.
—¿No me odias? ¿No te doy asco?
—Odiaba a los humanos, pero ahora me di cuenta de que existen humanos buenos.
—Gracias por no juzgarme por mi raza. Bueno… Supongo que serás mi vecina. Construiré otra casa… ¿Te explico cómo se usan los baños?
—¿Eh?
•
•
Después de explicarle el uso del baño a Meibis y de construir mi casa, puedo descansar.
—Terminé.
Salgo de mi casa, que es igual a la otra casa, y veo a Meibis.
Me dio flojera diseñarlo de otra manera.
—¿Ya terminaste?
—Sí, aunque no tuve tiempo de hacer el baño mejor.
—T-tengo una duda. ¿Qué haces en este país?
—Vengo a detener la pelea de los humanos y semihumanos.
—¿A detener la pelea? Escuché que están planeando un ataque contra los humanos, pero no creí que fuera verdad.
… ¿Los semihumanos también están planeando un ataque contra los humanos? ¡Ahhhhhhhh! ¡Maldita sea, eso complica las cosas! ¡¿Por qué los seres de este mundo son tan salvajes?! ¡¿Por qué no pueden vivir en paz y olvidarse de la violencia?!
—Ah… Por eso debo destruir ciertas rocas… Aunque no sé en dónde están.
—¿Rocas? Escuché de ellas, pero no sé en dónde están. Tenía entendido que los humanos tenían las rocas.
Ah, perfecto, los humanos piensan que los semihumanos tienen las rocas y los semihumanos piensan que los humanos las tenemos. ¡Gracias por facilitarme el trabajo! ¡Ahhhhhhhh! ¡Ya no entiendo nada!
—¿Me puedes decir lo que sabes de las rocas?
—Solo sé que son cinco rocas, eso es todo.
—Supongo que son muy secretas… Será un trabajo difícil. Nos vemos.
Me alejo de ella caminando.
—¿A dónde irás?
—Iré por algo de comida al gremio.
Necesito comer para tranquilizarme y pensar mejor las cosas.
—¿Puedo acompañarte?
—Claro.
Las rocas, demonios, mi madre, una posible futura guerra… Ah, Dios, ¿por qué el mundo 1 tiene que ser tan fastidioso?
•
•
Llegamos al gremio y nos sentamos en una mesa. Ah, bueno, una deliciosa comida me hará sentir mejor.
—Disculpe, ¿podría traernos algo de comida? Por favor.
La mesera me ve y me ignora… Me… ignoró.
¡O-oye, oye, oye! ¡Derroté a un demonio, salvé un pueblo! ¡¿Por qué no me quieres atender?!
—¿Mesera?
La mesera se aleja de nosotros.
Discriminación… Maté a un peligroso demonio, pero me siguen odiando.
—Bueno… Supongo que tendré que conseguir comida en otra parte.
—Vamos.
Salimos del gremio y veo a Rocco. Supongo que nos vio entrar, él estaba a punto de entrar al gremio.
—Oh, Daniel, ¿a dónde vas?
—Quería comer algo, pero supongo que no soy bienvenido aquí.
—Hay un restaurante por aquí, vamos.
—No creo que quieran atenderme.
—Si vienes conmigo te atenderán. De eso me aseguraré yo.
—Muchas gracias.
—¿Y ella por qué está contigo?
—Ella también quiere comer.
—Está bien, vamos.
Empezamos a caminar y mi teléfono suena. Espero que no sean malas noticias.
Por favor, Dios. Por favor.
Por favor, por favor, por favor, que no sean malas noticias.
Te lo suplico, ya no podré soportar otra mala noticia. Por favor, que no sea una mala noticia, ten piedad.
—Esperen.
Saco mi teléfono. Es Rem.
Contesto.
—¿Qué pasa, Rem?
—¡Dani, te extraño!
… ¿Me preocupé en vano? Ah, al menos no es una mala noticia.
—Lo siento, iba a venir en una semana, pero creo que no tuve de otra.
—Tu abuela no nos quiere decir el por qué te obligó a irte. ¡Dime!
¿Dime? ¿Me exiges que te lo diga? ¿Quien te crees que eres? Solo eres una invitada que vive con nosotros mientras se adapta al mundo de nuevo. No eres mi novia ni amiga, mucho menos compañera. Solo eres una invitada, que no se te… olvide…
… ¿En serio acabo de pensar algo tan grosero? Rem sí es mi amiga… pero sigue siendo solamente una invitada en mi casa.
No tienes derecho de exigirme nada.
—Lo siento. No sé si debo decirles… Es algo muy confuso y algo doloroso para mí… Lo siento, no les puedo decir.
—Está bien. Nosotras iremos en una semana contigo.
—No, no vendrán. Cuando llegué aquí me recibieron con gritos y amenazas.
—¡¿Estás bien?!
—Sí, lo estoy, ahora solo me ven con odio, pero no intentan hacerme nada. Escucha, cuando crea que todo está bien, yo iré por ustedes.
—Está bien, te esperaré.
—Adiós.
—Adiós, Dani.
Cuelgo y guardo mi teléfono.
—¿Qué es eso?- Dijo Rocco.
—Es un teléfono, sirve para hablar con personas muy lejos de aquí.
Saco mi teléfono y les explico cómo se usa.
Bla, bla, bla… Ah. Estoy cansado.
Cansado de todo en general.
Quiero relajarme. Dormir… Quiero… Quiero tranquilizarme.
—¿En serio los humanos inventaron algo así?
—Pues, de hecho, mis compañeras y yo somos los únicos que tenemos teléfonos, solo yo puedo hacer teléfonos.
—¿Me podrías hacer uno? Por favor.
—A-a mí también, por favor. Parece muy interesante.
—Claro, después de comer… No, aquí hay mucha tierra, esperen.
Después de todo, es sencillo.
Les hice un teléfono a cada uno y les expliqué cómo se usan.
Bla, bla, bla de nuevo.
Será buena idea tener a un contacto semihumano que me informe lo que pase en este país.
•
•
Entramos a un restaurante y una mesera que se parece a un perro, pues tiene el cuerpo peludo de color blanco, orejas, cola y nariz de perro, nos da la bienvenida.
… Es rara… Pero también adorable.
—Bienvenido, Rocco.
Me observa con asco… Les doy asco a todos en este lugar… Eso me hace sentir mal, peor de lo que ya me siento.
Me quiero ir a casa. Necesito ver a mi abuela.
—¡Que asco, un humano! ¡Largo!
—Corto.
Intenté hacer un chiste para sentirme mejor.
No funcionó.
—Tranquila, viene conmigo.
—Lo siento, no puede estar aquí, debe irse.
Bajo la cabeza y me alejo de ellos lentamente.
Ya me cansé de todo esto. Ya.
Malditos malagradecidos. Después de todo lo que hice. Después de mostrarles mi buena fe. Mis buenas intenciones. Mi educación. Mi bondad. Amabilidad. ¡Derroté a un demonio sin preparación previa con tal de caerles bien! ¡Arriesgué mi vida por ustedes! ¿Y así es como me pagan? ¿Negándome la comida?
Yo… yo… no lo soporto más.
Ya no lo soporto más.
Lo intenté. Dios sabe que lo intenté. Pero ya no puedo.
Abuela, quiero irme a casa.
—Está bien, me iré. Meibis, tú quédate a comer, yo me tengo que ir.
—Iré contigo.- Dijo Meibis.
—No, se nota que te mueres de hambre, quédate.
Salgo del restaurante… Para ser sincero, estoy un poco triste. Me siento muy mal… Muy mal.
Demasiado mal.
Me siento igual como cuando… intenté suicidarme. Así de mal me siento.
Mi madre, las miradas de asco y odio, los insultos, el mal trato… Malditos malagradecidos.
Estoy dando mi mejor esfuerzo para seguir de pie y no… llorar… Llorar…
Estoy… llorando…
—Ya no lo…
Ouch…
Me arrojaron una roca a la cabeza.
—¡Vete de aquí, humano!
… Un pequeño niño me lanzó una roca, con la intención de hacerme daño de verdad.
Lo miré a los ojos y solo sentí… repudio y odio.
¿En serio debo soportar todo esto?
Me cansé de ser el chico bueno del que todos se pueden aprovechar.
… Mis compañeros de clases se ponían de acuerdo para salir al cine o a comer, y nunca me invitaban… Me sentía aislado… Las chicas me invitaban porque coqueteaban conmigo, pero no las podía considerar verdaderos amigos.
Así me siento aquí… Aislado… Ah.
Lo siento, niño, intenté cambiar de tema para no hacer esto, pero no puedo evitarlo.
—Muslar asio. Vels. Hey tú, idiota de mierda. ¿Sabes que acabo de derrotar a un demonio de un solo ataque?
—¡Todos saben que mientes, idiota! ¡No sigas min…!
Me acerqué lo más rápido posible a él, combinando el hechizo de velocidad con el de ver todo en cámara lenta, para correr sin problema alguno.
En menos de un segundo, me paré detrás de él y puse mi mano en su cabeza, llenando su ser con miedo.
—Miento, ¿eh?
—¿Q-qué?
Lo abracé por detrás.
Bien, tú te lo buscaste, idiota.
—Arches Nexus.
Con mi máxima velocidad, volé lo más alto posible, mientras el niño lloraba y gritaba, lleno de terror.
Mmm… Esto será suficiente.
Wow, está demasiado alto. ¿A cuántos kilómetros estaré?
Creo que uno o dos.
—Bien, niño, si me pides disculpas en este momento, no morirás. ¿Te parece justo, mocoso de mierda?
—¡Perdóname, por favor, ya no vol…!
Lo solté y dejé caer.
—Ups. Lo siento.
…
…
…
Creo que es suficiente.
Lo alcancé y atrapé, antes de que sufriera algún daño por la velocidad de caída.
Será suficiente para asustar al resto de semihumanos.
Aterricé en el suelo y dejé al niño, que inmediatamente corrió llorando con su mamá.
Los semihumanos intentaron rodearme para atacarme, pero mi risa los detuvo.
—Fufu. Oigan, idiotas, ¡literalmente derroté a un demonio de un solo ataque! ¿En serio creen que pueden matarme? Vamos, háganlo. Ya me cansé de tratar de ser razonable y bueno con ustedes. ¡¿Me dejarán en paz o quieren morir?! ¡Ustedes, malagradecidos, me tienen harto! ¡Ahhhhhhhh! ¡Mejor me voy!
Camino hacia ellos. Uno de ellos intentó atacarme con una lanza, pero la esquivo y la parto a la mitad con mi mano, sin dificultad alguna.
—Hazlo una vez más, y será tu brazo el que estará partido.
Pasé caminando al lado de él y los semihumanos me abrieron paso.
—Será muy difícil estar aquí. ¡Arches Nexus!
Me voy volando de ahí.
—Debo hacer algo al respecto para…
… Me detengo.
Las chicas que ayudé están comiendo rápidamente en un puesto de comida.
… Están muy felices… Se morían de hambre…
—Vaya…
Me siento un poco mejor ahora.
Seguí mi camino.
—Aunque la vida me trate mal, debo seguir adelante y luchar.
Los semihumanos me odian, pero no dejaré que eso me detenga de ayudarlos.
Yo quiero que los semihumanos vivan felices y en paz.
Son unos malagradecidos, pero no puedo evitar al menos intentarlo.
Así soy yo… Así es el Dani que mi abuela ama.
Me arde la cabeza, soportar a los semihumanos es más difícil de lo que pensé. No sé si pueda soportarlo más, pero debo intentarlo.
Aterrizo y llego a mi casa.
—Supongo que puedo hacer que Meibis consiga comida para mí.
Estoy a punto de entrar, pero siento un mal presentimiento.
Un gran escalofrío recorrió mi cuerpo. Este presentimiento…
—¿Pasa algo malo?
E-esos gritos.
Escucho gritos en el pueblo.
Gritos… Ella ya llegó.
—¡Debo ir! ¡Arches Nexus!
Me voy volando.
Madre, por favor, no seas mi enemigo.
… Ahí está.
Aterrizo en el pueblo y veo a… mi madre y al otro demonio ahí.
Madre… Esa mujer es mi madre… Por primera vez (sin contar cuando la vi en el reino del Rey Finder), veo a mi madre.
Esa mujer es mi madre…
Mi madre.
—¡¡¿En dónde está Daniel?!!- Gritó el demonio.
Los semihumanos están asustados y me ven. Me comienzan a señalar con sus dedos.
—¡Es él!
—¡No tenemos nada que ver con él, maten a ese humano, pero váyanse del pueblo!
Intercambio miradas con mi madre y me quedo congelado. ¿Realmente ella es mi madre…? Me acaricio el pecho… Me duele mucho el pecho… Me duele demasiado.
¿E-ella es?
—Vaya, vaya. ¿Tú eres Daniel?
… ¿»Vaya, vaya»? N-no… Por favor, no…
Mi madre se acerca a mí.
—Eres muy guapo, aunque creí que serías más alto. Mmm. Me recuerdas a alguien. Eres idéntico a él… Tal vez seas… ¿Eres «él»?
¿Él? ¿Se refiere a mi padre?
—No, él es más genial y guapo que tú. Eso significa que tú eres… Vaya, vaya.
Mi madre se para frente a mí.
Esa mujer… realmente es mi madre…
—Contesta. ¿Eres su hijo?
—… ¿Qué quieres de mí?
Bajo la mirada, pues no soporto verla.
Siento que mi corazón está a punto de explotar.
No quiero hacerte daño… No quiero ser tu enemigo.
… No sé qué hacer.
—No quiero hacerte nada.
Por favor, madre, no quiero pelear contigo. ¡No quiero ser tu enemigo!
Levanto la mirada y la veo a los ojos.
—¡No quiero pelear contigo, madre! ¡Por favor, abandona a ese demonio y únete a mí! No quiero ser tu enemigo. No quiero, no quiero.
Mi madre me observa sorprendida por unos segundos después de escuchar mis palabras y me sonríe.
—¡Lo sabía! ¿Por qué estás aquí?
—¿Es lo primero que me preguntas? ¡Es la primera vez que miras a tu hijo, ¿y eso es lo primero que me preguntas?!
—No seas llorón, no pareces un aventurero que derrotó a dos demonios de un solo ataque. Siendo sincera, me decepcionas. Esperaba más de alguien que tiene mi sangre recorriendo sus venas. Heredaste demasiado de la personalidad de tu padre.
—… ¿Llorón?
Me alejo de ella rápidamente.
No siento amor en sus palabras. No siento felicidad ni tristeza en ella. No siento nada.
¡¿En serio no siente felicidad por ver por primera vez a su hijo?!
Mi abuela tenía razón, eres un demonio.
Eres mi enemigo.
—¡Muslar asio! ¡Espada Dex!
La espada aparece en mi mano derecha y me preparo para pelear.
—Por favor, no quiero pelear contigo.
—No vas a pelear conmigo, pero sí vas a pelear con él. ¡Restro!
Restro, su compañero, se para frente a mí.
No se rendirá… ¿En serio quiere matarme? ¡¿En serio quiere matar a su propio hijo?!
—Madre, ¿por qué haces esto?
—Lo hago por mi Rey.
—¿Tu Rey? ¿Quieres matar a tu hijo porque tu Rey te lo ordenó?
—No sabía que realmente eras mi hijo, pero sí, te mataría si él me lo pidiera. Por ahora solo queremos comprobar tu poder. Te mataríamos, pero tienes suerte de que no tengamos permiso para hacerlo.
… ¿Lágrimas…? Lágrimas… Lágrimas comienzan a salir de mis ojos… Me duele el pecho… Siento mucho dolor… Mi madre es un maldito demonio.
No me trata como un hijo.
Ni siquiera le importo.
Tantos años soñando con conocerla, y ahora que finalmente la conozco, ella… A ella no le importo en lo absoluto.
Me trata como un guerrero más.
Ni un abrazo. Ni una muestra de cariño… Nada.
¿No te importo nada, madre? ¿Por qué?
—Siempre soñé con hablar contigo. Quería conocerte… ¡Quería conocer a mi madre!
Sujeto la espada fuertemente con mis manos.
—¡Pero ahora ya no te considero mi madre! ¡Los mataré!
Intento atacar a Restro, pero él se defiende y nuestras espadas chocan.
Por primera vez, un demonio sobrevive a uno de mis ataques.
Y por primera vez, pelearé en serio con un demonio.
—Realmente eres un llorón.- Dijo mi madre, sonriendo dulcemente.
… Mi abuela tenía razón, eres malvada.
Me alejo de él y extiendo mi mano derecha.
—¡Viento Akaso!
Un gran viento derriba a Restro y cae al suelo.
¡No perderé tiempo!
Cierro los ojos y levanto mi mano derecha.
—¡Cel Luz Sar!
Una gran luz sale de mi mano. Es un hechizo tipo luz y hada, permite crear una fuerte luz capaz de dejar ciegas a las personas que la vean, y la visión regresa en 20 segundos.
—¡Mierda!- Dijo Restro.
La luz deja de salir.
Abro los ojos y veo a todos tapándose los ojos y gritando. Lo siento, pero era necesario.
—¡Me toca!
Me dirijo hacia Restro y salto. ¡Adiós!
Aterrizo sobre su estómago y atravieso su pecho con mi espada. Debe de ser suficiente para haber destruido su corazón y… ¿Eh?
—¡Pequeño mocoso!
Restro comienza a levantarse.
¡¿Eh?! ¡¿Sigue vivo?!
—¡Mierda!
Me alejo de él rápidamente. ¡No te me escaparás!
—¡Bolflou!
Disparo una esfera de fuego por la boca y Restro lo esquiva, provocando que la esfera de fuego destruya un puesto de frutas. ¡Mierda! ¡Lo siento, señora mono, no fue a propósito!
—¡Daniel!- Dijo Meibis preocupada.
Rocco y Meibis me observan peleando.
—Te ayudaré.- Dijo Rocco.
Restro voltea a verlo.
—¡No te metas, semihumano de mierda!
¿Lo reconocieron? ¿Por qué ese demonio le tomó importancia a Rocco? Si fuera un aventurero normal de bajo nivel, ni siquiera le hablaría, pero el demonio le gritó y amenazó. ¿Rocco tiene el poder suficiente para ser una amenaza para ellos?
¡Mierda! Mi madre se dirige hacia él. ¡No permitiré que mates a mis amigos!
—¡Huye, Rocco!- Grité preocupado y asustado.
No puedo ir, el demonio se interpone en mi camino. ¡Maldita sea!
—¡Gres fer me!
¿Eh?
Unos seres pequeños que parecen niños, pero con cuernos, salen del suelo. Son completamente rojos, pero no tienen rostro ni pene o vagina. Son 5 en total.
¿Qué son esas cosas?
—¡Ataquen!
Los seres pequeños se dirigen hacia mí.
—¡Arches Nexus!
Salgo volando y extiendo mi mano derecha. Me robaré ese hechizo, con permiso.
—¡Gres fer me!
Unos seres, que parecen hombres con cuernos, salen del suelo… Son iguales a los niños, pero versiones adultas. Son 5 en total.
Fufu. ¡Mi poder mágico es muchísimo mejor que el de ustedes, idiotas!
—Tsk. Nadia, es demasiado poderoso, no creo que podamos llevarnos a tu hijo.
—¡No iré con ustedes a ninguna parte! ¡Ataquen!
—¡Mocoso de mierda!
Los seres que invoqué derrotan a los pequeños sin dificultad alguna. ¡Aprecia el poder de tu hijo, madre! ¡Vamos, ríndete y únete a mí…! Por favor, únete a mí. No quiero lastimarte.
—¡Ataquen al demonio!
—¡Volus flai!
¿Volus flai?
El demonio empieza a volar.
—Fufu. Realmente eres increíble. Como se esperaba de alguien con mi sangre.- Dijo mi madre.
Nadia se acerca volando a nosotros.
—Tsk. Tu sangre no tiene nada que ver. Todo lo que soy, es gracias a mi abuela, y de nadie más, ni siquiera de mi padre.
—Ya comprobamos que es real. Debemos ir con Monderfol e informarle de lo que es capaz Daniel, tu hijo.
—Está bien, vámonos.
—¡¿Es todo?! ¡Madre, es tu última oportunidad! ¡Abandona a los demonios y únete a mí!
—Nah, no quiero. Espero que nos volvamos a ver, hijo.
No me llames hijo… No quiero ser hijo de un demonio.
—No soy tu hijo.
—Está bien, llorón.- Dijo… sacándome la lengua.
Mi madre y Restro se van volando… Maldita sea… Soy el hijo de un demonio.
… No sé qué pensar al respecto… Mi mente se queda en blanco cuando intento pensar acerca de mi situación.
No tengo la energía para procesar mi situación. Estoy cansado de esto… De todo… De mi vida.
—¡No sé si debo odiarte, Nadia!
Bajo y aterrizo. Todos comienzan a insultarme y a lanzarme rocas.
Sí… me lo merezco.
—¡Vete de aquí!
—¡Eres un demonio!
Los aventureros semihumanos me rodean.
—¡No soy un demonio!
Los aventureros sacan sus armas.
—¡Soy el hijo de un demonio, pero no soy un demonio!
Rocco se acerca a mí.
—Pero eres el hijo de un demonio.
—¡Y mi abuela es un ángel! ¡Tengo buenos genes, por eso tengo todos los tipos de magia!
—Daniel, lo siento. Creo que debes irte.
—Lo sé… Adiós.
Me acerco a Meibis y le susurro.
—Te regalo mi casa, la bolsa con mi dinero está en la cama, tómalo.
—¿N-no volverás?
—Tengo que arreglar algo primero.
—Yo… Espero volver a verte. Adiós. Y, por favor, cuídate.
—Adiós… Arches Nexus.
Me voy volando de ahí.
•
•
Reino del Rey Finder.
La abuela de Daniel está sentada en un sillón, y sus compañeras están a su alrededor, intentando sacarle información.
—¡Cuéntanos lo que realmente pasó, Cristina!- Dijo Rem.
—No puedo, lo siento.
—¡Por favor!- Dijo Alex.
—No pue…
Su teléfono suena y contesta inmediatamente.
—Dani, ¿pasa algo? Rem me contó lo que te pasó.
•
•
(Pov- Daniel.)
… Le llamé a mi abuela para informarle sobre mi regreso. Necesito escuchar su voz. Necesito hablar con ella.
No sé qué hacer ni que pensar al respecto. Me duele la cabeza.
¿Cómo debo reaccionar? No lo sé.
—Me fui del pueblo en donde estaba… Mi madre me encontró.
—Dani, yo…
—No te preocupes, no me puse a pelear con ella, pero me trató muy mal… Me llamó llorón y parecía no importarle ver a su hijo por primera vez.
—¡¿Estás bien?!
—No te preocupes, solo tuve una pelea con su compañero, no lo derroté, pero no recibí ninguna herida.
—Dani…
—¡Me dijo que lo hacía por su Rey, me dijo que, si su Rey le pidiera matarme, ella lo haría! Lo haría… Mi propia madre me mataría si su puto Rey se lo pide. ¡Prefiere al Rey Demonio que a mí, su propio hijo!
—Dani, no sé qué decirte.
—Ahora todos en el pueblo saben que soy el hijo de un demonio. No pude quedarme en ese pueblo más tiempo… Pero no sé si deba volver, aún tengo algo que debo hacer.
—Vuelve para que te prepares mejor.
—Sí… Creo que volveré, adiós.
Cuelgo.
… Madre… Madre…
—Te odio…
Y te amo.
… No sé cómo sentirme al respecto.
•
•
Tres horas después, llegué al reino del Rey Finder.
Aterrizo frente a la casa.
—Creo que necesitaré ayuda con esto…
Demasiada ayuda.
Entro en la casa.
—Volví.
—¡Dani!
Rem me abraza… Odio su abrazo. Solo me hace sentir… miserable.
—¡Volviste!
Alex me abraza… La misma sensación.
—Lo siento… Creo que iré a dormir.
Me alejo de ellas. No quiero hablar con nadie.
Quiero estar solo.
—¿Te pasa algo?- Dijo Alex, preocupada.
—Cristina no quiere contarnos.
Empiezo a subir las escaleras y volteo a verlas.
—Lo siento, él no puede decirles.- Dijo mi abuela.
—Cristina…
Bajo la cabeza y se me salen unas lágrimas. Ya nada me importa en esta vida. Me cansé de fingir. Me cansé de todo.
Si hubiera sabido que esto pasaría, nunca habría aceptado la misión y en este momento estaría con mi padre y mi abuela en el paraíso.
Me arrepiento de mi decisión.
—Ya no me importa, se los diré.
Levanto la cabeza y las observo fijamente, mientras me limpio las lágrimas.
—Uno de los demonios que vino a buscarme… era mi madre… Su compañero trató de matarme, pero a ella parecía no importarle.
Las chicas me observan sorprendidas. Supongo que descubrir que uno de tus compañeros es hijo de un demonio, es algo que te sorprendería mucho.
Pero… no siento miedo en ellas… Deberían estar aterradas. Les falta sentido común.
—Cristina, diles lo que sepas, ya no me importa.
Subo por las escaleras.
—¿La madre de Dani es un demonio?
—¿Trataron de matarlo?
—Dani…
Quiero dormir… y nunca despertar otra vez.
Entro en mi habitación, me quito la ropa, excepto mis pantalones, y me acuesto en la cama.
—Espero que sea una pesadilla… Quiero despertar.
Cierro los ojos e intento dormir.
Necesito tranquilizarme.
…
…
…
—¡¡Ahhhhhhhh!!
Me tapo la cara con la almohada para que mis gritos no se escuchen.
—¡¡¡Puta madreeeeeee!!!
Madre, madre, madre, madre… ¡¡¿Por qué me hiciste esto?!!
•
•
Reino del Rey Freis.
El Rey está sentado en su trono y el mensajero está arrodillado frente a él.
Mientras Daniel sufre por su problema familiar, un peligro se acaba de adelantar.
—Tengo las respuestas de los reyes. Ellos dicen que los líderes de sus ejércitos se reunirán en nuestro reino para planear el ataque al reino del Rey Finder. No tienen queja alguna de su plan y están dispuestos a cooperar.
—Está bien, vete.
El mensajero se levanta y se aleja caminando.
—Fufu. Daniel, vas a morir.
La princesa abre una puerta que está a la derecha de su padre y se acerca caminando a su padre.
—¿Atacarán el reino del Rey Finder?
—¿Nos escuchaste? Eso es de mala educación, Kate.
—¿Por qué lo harás? ¿Por qué dices que Daniel morirá?
—Este asunto no te incumbe, vete a tu habitación.
—Pero…
—¡Vete!
—… Está bien.
Kate se va y sale del lugar.
Entra en su habitación y cierra su puño derecho con fuerza, pues conoce perfectamente las consecuencias que traerán las acciones de su padre.
—No puedo permitir que haga eso.
•
•
Al día siguiente.
(Pov- Daniel.)
Abro los ojos poco a poco… Después de todo, no fue una pesadilla.
…
…
…
No…
—Supongo que no fue una pesadilla.
Sigo sintiéndome miserable.
Me levanto, me pongo la ropa y salgo de la habitación.
Bajo por las escaleras… Un buen baño me va a relajar un poco… Eso espero.
Sonia se da cuenta de que me dirijo al baño y se acerca a mí.
—Dani, ¿te sientes bien?- Preguntó Sonia, preocupada.
Siento que realmente se preocupa por mí… Bueno… Ah, ahora me siento peor.
—Sí, estoy bien.
Toco la puerta del baño.
—Supongo que no hay nadie.
Entro al baño y abro la llave de la bañera.
… No sé si realmente me siento bien… No lo sé.
Me quito la ropa y me empiezo a bañar.
—Madre…
Siempre soñé con conocerte… Pero no de esta manera… ¿Por qué pasó esto?
—¿Por qué?
Comments for chapter "09"
QUE TE PARECIÓ?