Humanos Contra Demonios.- ¿Soy realmente un chico perfecto? No lo creo - 012.2
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- 012.2 - Daniela (2)
(Pov- Daniel.)
Llego al pueblo convertido en ángel. Volar transformado en ángel es muy agotador, pues volar con las alas es como trotar, pues las alas son una extensión de mi propio cuerpo, pero al menos así mi nombre y fama como la supuesta reencarnación del Dios de los semihumanos se va a esparcir más rápido por el país y me ahorraré mucho tiempo en la publicidad.
Ah, me muero de hambre.
Volar con estas alas es realmente agotador, pero al menos ya llegué. Le pediré a Rocco que me compre comida. Muchísima comida.
—Llegué.
Aterrizo y mi transformación desaparece.
Tengo que fingir ser el ángel Fransme. Si quiero que confíen en mí, debo fingir ser él… Odio mentir, pero es necesario. Es una mentira piadosa que traerá muchísimos beneficios, no tengo que dudar.
Me pongo la camisa y el chaleco.
—Bien.
Veo a las personas a mi alrededor y analizo sus expresiones… Miedo, felicidad, sorpresa… Nada de odio, ¿eh?
Funcionó más rápido de lo que pensé. Bueno, después de todo, estoy fingiendo ser la reencarnación de su Dios. ¿Qué clase de idiota miraría con odio a su Dios? Mucho menos en un mundo medieval, en donde la iglesia seguramente tiene muchísimo poder sobre los ciudadanos.
Entro al gremio y veo a Rocco sentado en una mesa.
Las miradas de los semihumanos son las mismas en este lugar. ¿Por fin me tratarán mejor? Me duele que me traten bien por pensar que soy otra persona, pero debo aceptarlo si quiero lograr mi objetivo en este mundo.
Me acerqué a la mesa de Rocco y me paré a su lado, mientras él devora un pedazo de pollo.
Voltea a verme y me hace una seña con su mano, para pedirme que lo espere, mientras mastica y traga lo que tiene en la boca.
Yo simplemente asiento y saco mi teléfono, para ver las llamadas perdidas. Todas las llamadas son de mis compañeras, que me piden explicaciones sobre mi boda y tratan de convencerme de cancelarlo, es por eso que dejé de contestarles y solo reviso mi teléfono cada 5 minutos por si recibí una llamada de mi abuela, que es la única que me interesa.
Quieren que lo cancele porque saben que, si yo me caso con un miembro de la realeza, en este caso, con dos princesas, ellas nunca podrían tener una relación romántica conmigo, porque la poligamia está prohibida en la realeza. El Rey hizo una excepción conmigo porque soy supuestamente su Dios, pero está prohibido que una princesa o Rey se case con dos personas o más, y tampoco puede tener amantes. Yo seré el príncipe de este país, así que eso también se aplica en mí.
Ellas tratan de cancelar mi boca diciendo que está mal, que no puedo casarme con mujeres que apenas conozco, que podría ser una trampa. Puras excusas para evitar perderme para siempre.
Ya sabía que eso pasaría, pero cuando me case con las princesas, definitivamente por fin se rendirán conmigo y no intentarán nada raro.
Creo que casarme no fue tan mala idea como pensé al principio.
Ah, y Cris también me llamó, pero para presumir que perdió la virginidad primero que yo y que estaba teniendo sexo con 5 mujeres al mismo tiempo. Intenté hablar más con él porque me preocupé, pero me colgó y no contesta mis llamadas.
¿En serio hizo eso? Bueno, es su vida, su decisión, pero perder la virginidad en un burdel y sin sentir amor es… triste.
Le iba a llamar a Sonia para avisarle, pero no lo hice. Cris tiene su propia manera de pensar. Yo creo que lo que hizo está mal, pero la virginidad para mí es muy importante y considero que la primera vez debería ser después de casarse, pero para Cris seguramente no era tan importante y que prefiere tener sexo cuando quiera, sin importarle que no sienta amor o no sea un momento especial.
Es su vida, y debo respetar sus decisiones, aunque me parezcan mal por mi propia manera de pensar.
Obligarlo a pensar como yo solo no es lo correcto, pues yo soy yo, y él es él. Que él se la meta a la chica que quiera, es su vida.
… ¿Su hermana es así? ¿Tan poquito le importaba su virginidad?
Digo, después de todo, nacieron el mismo día, tienen muchísimo en común… Sonia, no quiero juzgar sin saber, pero solo espero que sigas siendo virgen, porque si le entregaste tu primera vez a ese idiota… Ah, no sé lo que haría si me entero de eso. Posiblemente pierda la cabeza y haga alguna estupidez.
Mejor nunca lo preguntaré y fingiré que nunca me importó ese tema.
Bien, hace 13 minutos que no me llaman, supongo que ya se rindieron o se dieron cuenta de que me estaban molestando.
Activé el sonido de las llamadas, para escuchar cuando alguien me llame.
—Listo, terminé. Hola, Daniel. ¿Cómo te fue con el Rey? ¿Te recibió?
Vaya, vaya. Me quedé tan absorto en mis pensamientos, que Rocco tuvo tiempo de terminarse su comida. Le iba a pedir un poco, pero ni modo.
Me siento en la mesa frente a él y estiro los brazos, mientras un gran bostezo sale de mí. Tengo sueño.
—Bueno, solo digamos que los humanos y semihumanos volverán a ser amigos muy pronto. Me casaré con las hijas del Rey, un matrimonio político para bla, bla, bla. ¡Mesera, un plato de comida, por favor! ¡Lo que sea estaría bien, mientras no sea carne…!
Iba a decir carne humana, pero creo que eso sería xenófobo de mi parte… ¿O racista? Mejor no digo ese chiste.
—¡Carne no, estoy a dieta! ¡Mejor pollo y verduras! ¡Gracias!
Uffffff. Casi la cago. Daniel, idiota, sé que estás cansado, pero eso no es excusa para ser un idiota. Casi provocas que nos linchen.
—Por cierto, Rocco, ¿cómo te ha ido hoy? Espero no haberte provocado problemas por hablar conmigo.
Rocco se queda en silencio, simplemente se me queda viendo fijamente.
Ah… Esto… Vaya, vaya… Esto es incómodo. ¿Tengo algo en la cara?
—Rocco, ¿estás bien?
—… ¿Qué dijiste?
—Que si te sientes bien. Te veo algo raro.
—No, lo otro.
—Ah, sí. Que los humanos y semihumanos volverán a ser amigos muy pronto. Lo sé, suena difícil de creer, pero con una buena educación y paciencia, se logrará. Por ejemplo, tú y yo apenas nos conocemos y ya somos amigos. Nada puede evitar que otros humanos y semihumanos sean amigos entre sí.
—No, lo otro.
—Agu gu ga ga.
—¿Qué?
—Demasiado atrás, ¿eh? Lo siento, fingí ser un bebé porque me pareció gracioso. Me casaré con las hijas del Rey.
—¿Te casarás con las princesas?
Todos los aventureros voltean a vernos. Vaya, vaya. Que buen oído tienen. En este momento estoy tan cansado que no puedo ponerme nervioso con sus miradas. Será en otra ocasión.
—Sí, así demostraremos que los humanos y semihumanos somos amigos de nuevo. Un matrimonio político que unirá ambas razas.
—Vaya manera de lograr tu objetivo. ¿Te casarás con ambas?
—Sí, para evitar problemas en el futuro. Ya sabes, lo clásico, que una de ellas se ponga tan celosa que decida unirse a los demonios para matar a su hermana y a mí. Para evitar eso, me casaré con ambas. Odio la poligamia, pero dejé atrás mis principios para conseguir la paz.
Las princesas parecen ser agradables, así que casarme con ellas no puede ser tan malo, pero… mi corazón me duele, pues sabe que me casaré sin sentir amor.
Eso es tan triste… y doloroso.
—A-aquí está su comida, señor Daniel.
¿Señor Daniel? ¿Y tartamudeó?
La mesera llega con mi comida, que es arroz blanco con verduras.
… Wow, arroz… Delicioso.
Pensé que me ignoraría, pero me trajo comida muy deliciosa y hasta me llamó «Señor Daniel». Que agradable cambio de actitud hacia mi persona, aunque me hace sentir culpable, por lograrlo a base de mentiras.
—Vaya, vaya. Sí me trajo comida. Muchas gracias, señorita. Se lo agradezco con todo mi corazón.
Le doy 20 monedas de oro.
—Gracias por la comida, quédate con el resto.
—G-gracias.- Dijo… con el rostro sonrojado.
La mesera se va.. ¿Ella estaba sonrojada?
… Debo admitir que es raro… ¿No me mirará con asco…? Espera… ¿Será seguro comer esto? ¿No le habrá escupido?
Digo, sé que ahora me respetan por creer que soy la reencarnación de su Dios, pero aun así, me parece sospechoso que alguien que me odiaba tanto y que hasta se rió al escuchar que Rocco me mataría, me trate tan bien y se sonroje con mi presencia.
¿Será seguro comer esto?
Sé que es grosero de mi parte dudar de ella, pero no puedo evitarlo, después de como me trató con anterioridad.
—¿Qué le pasa? ¿Ahora no me tratará mal?
—Todos en el pueblo se enteraron de que eres el ángel Fransme. Nadie se atrevería a tratar grosero al ángel Fransme.
Vaya, vaya. Ya veo… Supongo que ahora hasta ella, una chica que me odiaba y le daba asco con todo su corazón, me respeta.
—Puede ser que yo sea la reencarnación del ángel Fransme o algo así. La verdad no sé nada sobre ese ángel Fransme.
Empiezo a comer.
Es seguro comer, pues ella me respeta, no creo que le haya escupido a mi comida… Eso espero.
—¿Quieres ir a la boda, Rocco? Fuiste el primer semihumano que me trató bien y quiero agradecerte.
—Claro, me encantaría. ¿Cuándo será?
—No lo sé, supongo que pronto. Entre más pronto sea, mejor para mí.
Así por fin resolvería este tema y tendría más tiempo para entrenar.
¿Eh? ¿Alguien me está llamando? Espero que sea importante esta vez.
No, espera, si es importante significaría también que posiblemente sea una mala noticia. ¡Uwaaaah! ¡Que sea una llamada no importante, por favor! Y-ya me asusté.
Recibo una llamada y saco mi teléfono. Vaya, vaya. Es ella.
—¿Rose?
Por favor, que no sea nada serio.
Contesto.
Espero que no sean malas noticias. Acabo de resolver un problema, no quiero otro. Al menos espero que los problemas comiencen después de algunos capítulos de relleno.
Digo, después de todo, ¡ni siquiera llevo una semana en este mundo! ¡Este es mi sexto día! ¡Déjenme descansar!
—Hola, Rose. Primero que nada, espero que estés bien. ¿Qué pasa?
—¿»Espero que estés bien»? ¿Estás preocupado? ¿Pasó algo malo?
—Solo estoy siendo educado, todo está bien por aquí, al menos por ahora.
—Ya veo. Menos mal. Solo te llamaba para avisarte que te he enviado un regalo de bodas. Mi familiar estará ahí en unas horas con el regalo.
—Gra…
¿Eh? ¿Un familiar de Rose?
—¿Familiar? ¿Liz vendrá? ¡Es peligroso, la atacarán! ¡¿Viene sola?! ¡¿Por qué la enviaste sola?! ¡Ahhhhhhhh! ¡Que se regrese!
—¿No sabes qué es un familiar?
—¿Que no lo sé?
Esa palabra debe significar otra cosa en este mundo. Ah, mundo, solo me complicas la vida.
Pero bueno, al menos tengo una excelente memoria, seré capaz de acostumbrarme a este tipo de cosas más rápido.
—¿Es parte de tu familia o tiene otro significado esa palabra?
—Es un ser con poderes mágicos que puedes invocar para que sea tu esclavo. Firmas un contrato mágico con un ser, y a cambio de un poco de tu poder mágico, él te obedecerá.
—¿Invocar? Vaya, vaya.
—Conociste a Louise, ¿verdad? Ella es el familiar de Sato.
¡¿Es su familiar mágico?! ¡¿Puedo invocar a un dragón también?! ¡¡Genial!!
¡Tengo un gran poder mágico, posiblemente sea capaz de invocar a un dragón muchísimo más grande, o tal vez un demonio poderoso que me obedezca solo a mí de mala gana y que poco a poco me gane su confianza!
¡Ahhhhhhhh! ¡Eso también haría más fácil mi vida, pues me ayudaría muchísimo en mis peleas! ¡¿Por qué apenas me entero de esto?! ¡Debo investigar mejor este mundo!
—¡Increíble! ¡¿Cómo puedo invocar a mi familiar?! ¡Quiero intentarlo! ¿Se necesita hacer alguna clase de ritual o algo por el estilo?
—Ah, sabes, a veces olvido que no eres de este mundo. Creí que ya lo sabías. Está bien, repite lo que te diga. Comúnmente se necesitaría de un enorme círculo mágico con fórmulas complejas difíciles de describirte, pero conociendo tu gran poder mágico, creo que eres capaz de activarlo sin necesidad de un círculo mágico. El círculo mágico solo sirve para fortalecer el hechizo, así que no lo necesitas.
Es cierto, mi poder mágico es muy alto… ¡Tal vez mi familiar sea gigante! ¡Si lo intento aquí, destruiré el gremio! Debo alejarme de aquí para no asustarlos.
—Espera, deja salir del pueblo, por si mi familiar es un dragón. Ahora regreso, Rocco.
—Aquí te espero. ¿Me puedo comer lo que dejaste?
Ay, me lo iba a llevar, pero supongo que tiene hambre todavía.
—Sí, claro.
Después compro más, cuando termine lo que haré.
Bien, Daniel, ¡conseguirás un nuevo compañero! Que sea un demonio bueno o un dragón, Dios. ¡O una bestia legendaria! Algo que sea de ayuda.
Solo te pido que no sea una mujer, pero si es una mujer poderosa, lo aceptaré. Si le ordeno no enamorarse de mí, tendrá que obedecerme y no me preocuparé por eso. ¡Nada puede salir mal!
•
•
Salgo del pueblo y me alejo bastante, para no llamar tanto la atención.
Bien, supongo que esta distancia estará bien. Vamos, vamos, dame algo bueno y útil. No lo sé, tal vez un monstruo que se una a mí y conseguir una transformación genial o algo por el estilo.
—Listo. Dime el hechizo, por favor.
—Pon tu mano en el suelo.
—¿Cuál?
—La que sea.
Pongo mi mano derecha en el suelo.
—Repite lo que te diga: «Espíritu ancestral, te pido que un familiar me entregues. ¡Espiris inocation!
… Bueno, sigo sintiéndome decepcionado de que los hechizos sean tan sencillos de decir, pero eso solo aplica a mí, que solo necesito el nombre del hechizo para usarlo. Pero, aun así, me sigo sintiendo decepcionado.
Esperaba demasiado de un mundo mágico en donde las personas no tienen baño propio en sus casas.
—Espíritu ancestral, te pido que un familiar me entregues. ¡Espiris inocation!
Siento un cosquilleo en la mano. ¡Está funcionando!
Un círculo blanco muy brillante aparece en el suelo. ¡Y algo está saliendo del círculo! ¿E-esas son alas de…? I-imposible… ¡¿Es real?!
P-poco a poco va saliendo un… un… ¡Un ángel está saliendo del círculo! ¡Un verdadero ángel!
¡Genial! Esperaba un enorme dragón o incluso el típico humano invocado, pero esto sigue siendo genial.
¡Un ángel de verdad! ¡Un ángel del paraíso es mi familiar! ¡¡Gracias, Dios!! ¡Esto facilitará muchísimo mi vida! ¡Rose, muchas gracias por estar en mi vida!
U-un ángel de verdad… ¡Genial!
¿Serán igual de poderosos que un demonio? Espero que sí.
—¡Increíble!
El círculo desaparece. M-mi familiar es una chica ángel.
¡Es tan adorable!
Sus alas son simplemente hermosas, llenas de elegancia. Esa mirada que, aunque sea fría, combinada con esas alas y el viento moviendo su cabello azul, la hace ver tan… genial… Este ángel es simplemente perfecto.
Su sola presencia transmite no solo elegancia, también impone respeto.
Este ángel definitivamente es alguien poderoso.
—¡Funcionó, gracias, Rose!
—Tengo cosas que hacer, así que me tengo que ir. Adiós. Tengo algunos asuntos diplomáticos que resolver. Después me cuentas todo sobre tu familiar.
—Está bien, cuídate.
Cuelga y guardo mi teléfono.
Vaya, vaya… Ah… Supongo que debo presentarme.
Ella solo se me queda viendo fijamente, sin moverse en lo absoluto, como si solo estuviera esperando mis órdenes para poder moverse.
Si es así, eso me hace sentir como alguien malvado. No quiero tener un esclavo, quiero que sea mi amiga. Ella es libre, así que no abusaré de ella, tratándola como un objeto.
—Hola, mi nombre es Daniel, señorita. Es un placer conocerla.
La chica está descalza, tiene un vestido blanco como el que usaba mi abuela cuando la reviví, enormes alas blancas, cabello corto y azul claro, ojos rojos como la sangre y es completamente plana.
Ojos rojos como la sangre. Siempre quise decir eso.
Es muy plana. ¿Será hombre? Usa un vestido, pero… Ah, mejor se lo pregunto a ella… O él.
Pero dejando de lado eso, ¡que adorable es ella/él!
Parece de mi edad, pero supongo que tendrá cientos de años por ser un ángel divino.
—¿Tú serás mi familiar?
La chica parpadea un par de veces y baja la mirada, y poco a poco va subiendo, como si me estuviera analizando.
Es como un robot analizando a un humano. ¿Está comprobando si soy digno de ser su amo o algo así? Espero pasar la prueba.
Se detuvo cuando su mirada llegó a mis ojos y volvió a parpadear un par de veces.
—Es la primera vez que logran invocarme.
¿La primera vez? Vaya, vaya. ¿Tan difícil es invocarla? ¡Definitivamente es alguien poderosa! ¡Me saqué la lotería!
—Vaya, vaya. Es un placer ser tu primera vez… ¿Eh? ¡E-espera, espera, eso se oyó mal! P-perdón si te incomodé, me refiero a que es un placer ser la primera persona que logra invocarte. Ay, di una muy mala primera impresión. ¡N-no soy un pervertido, no te preocupes, eso de la primera vez lo dije sin pensar!
Me extiende su mano derecha.
—Quiero comprobar tu poder.
¿Eh? ¿No me estaba analizando para eso? Supongo que simplemente tenía curiosidad sobre mí, pues fui capaz de invocarla.
—C-claro.
Espero ser digno.
Tomo su mano con mi mano derecha, y después de unos segundos, parpadeó varias veces seguidas.
—Esto… es increíble…
—¿Qué pasa?
—Tienes un corazón puro y un gran poder mágico. Eres más que digno para que yo sea tu familiar.
¡Sí, pasé la prueba!
—¿Entonces ya eres mi familiar?
—Debes terminar el ritual.
—Claro. ¿Cómo lo termino?
—Debes besarme.
…
…
…
—¿Qué?
—Debes besarme.
Besarla, ¿eh? Vaya, vaya. Ya veo… ¡¿Por qué?!
Siento mi rostro poniéndose completamente rojo de la vergüenza después de escuchar eso. ¡Ya sabía que esto pasaría! ¡Ahhhhhhhh! ¡¿Por qué no firmamos solamente un contrato mágico o sellar el ritual con un pacto de sangre?! ¡¿Por qué debemos besarnos?! ¡¿Todos los rituales terminan de esta manera?!
—¡¿Eh?! ¡E-espera, ¿en serio así se termina el ritual?!
—Así terminará el ritual y seré tu familiar… O eso me dijeron que debía hacer. Nunca he besado, pero he visto a personas hacerlo. No te preocupes, confía en mí, lo haré bien. Sé imitar muy bien a las personas que veo.
—¿Eso te dijeron? ¿Estás segura?
—Los contratos mágicos de un familiar con apariencia humana se deben firmar con un beso, para vincular las almas de una mejor forma. O eso me dijo el Dios supremo, el Dios de los Dioses.
¿El Dios de los Dioses se lo dijo? Entonces tiene razón.
B-besar a una chica que apenas conozco… Está mal, pero si quiero tenerla como familiar, debo hacerlo.
Daniel, no tienes novia en estos momentos. Sí, estás comprometido, pero… Ay…
Lo siento, princesas, pero es por el bien del mundo. ¡Debo besarla para tener a un ángel como familiar!
Solo es un beso, Daniel, no tendrás sexo. Solo un beso.
¡Deja de ser un cobarde y hazlo! ¡El mundo depende de ti!
Espera, dijo beso, pero no especificó que sea en la boca. ¡Soy un genio!
—C-claro.
Le doy un beso en la mejilla derecha.
Wow, que piel tan suave, y huele muy bien.
—¿Ya?
—No, debe ser un beso en los labios y con lengua.
Mierda… Pero es solo para terminar el ritual… Supongo que puedo hacerlo.
No supongo que puedo, ¡debo hacerlo!
Vamos, Daniel, ¡deja atrás tu timidez y hazlo!
—E-está bien… Lo haré.
Aquí voy.
Acerqué mis labios a los de ella.
Besaré a una chica que no es Sonia por voluntad propia.
Vamos, Daniel… Hazlo.
Junté mis labios con los de ella.
La beso y… ¿Eh?
Me toma la cabeza con sus manos, impidiendo separarme de sus labios. ¡¿No estará exagerando?! ¡Su movimiento de lengua me revuelve la boca! ¡¿Este es un beso francés?! ¡Es demasiado salvaje! ¡¿Realmente es su primer beso?!
—¡Hmmmm!
Lo repetiré de nuevo… ¡¿Realmente es su primer beso?!
¡Ni Sonia me besaba tan…!
…
…
…
No… Sonia me besaba más apasionadamente que este beso… ¡No la recuerdes, idiota!
Un minuto después, terminó.
Después de un minuto, deja de besarme y me suelta.
N-necesito recuperar el aire. Vaya beso tan salvaje.
¿Eh? ¡Ahhhhhhhh! ¡Bájate, amigo, bájate! ¡No te levantes, idiota! ¡Fue solo un beso, eso es todo, no te emociones, idiota!
E-espero que no se dé cuenta.
—Ritual terminado.
¿Eh? Wow. Una marca con forma de estrella aparece en su frente.
¿La marca de un familiar? Ya veo.
Marcada como si fuera ganado. Ah, no te preocupes, ángel, no te trataré como un objeto. Serás mi nueva amiga, y te trataré como un humano… Bueno, ángel… Como sea.
—¿Cuál será mi nombre, amo?
—¿Debo ponerte un nombre? ¿No tienes nombre?
—No, tú debes ponerme un nombre.
Me quedo pensando unos segundos.
Un nombre, un nombre… Mmm…
¡Lo tengo!
—¿Qué te parece «Daniela»? Es un nombre muy bonito. Fufu.
Hasta combinaremos. Y es fácil de recordar.
—Me parece bien. Gracias, amo.
—Puedes llamarme Daniel, no me gusta que me digan amo.
—Está bien, Daniel.
Es bastante fría con sus palabras, al igual que su mirada, como si de un robot se tratase. ¿Así serán todos los familiares? Después se lo preguntaré, tengo muchísima hambre y quiero comer algo antes de que me desmaye.
—Bueno, iré a mi casa, fue un gusto conocerte.
—Lo estaré esperando aquí, Daniel, ¿o quiere que lo acompañe?
—¿Aquí? ¿No desapareces como las otras invocaciones?
—No, el familiar se queda con su amo para esperar órdenes.
—Vaya, vaya. Está bien, vamos al gremio.
—Está bien.
Entramos al pueblo y todos nos ven asombrados… Supongo que es por las alas de Daniela.
Llamar la atención con un ángel es bueno en otros momentos, pero en este momento es innecesario, mi fama ya se expandió por el lugar, ya no nos tratarán mal. Lo mejor sería evitar llamar la atención innecesariamente para estar más cómodos.
—Daniela, ¿no puedes ocultar tus alas?
—Espere, por favor.
Las alas de Daniela desaparecen, y por alguna razón, su vestido no está roto de la espalda… Supongo que se repara mágicamente. Después le preguntaré de qué material está hecho y si puede crearlo. Es cansado estar quitándome la ropa para usar mi forma de ángel.
—Listo, Daniel.
—Gracias.
Un ángel como mi familiar. Vaya, vaya. Gracias, Dios, prometo tratarla bien.
Entramos al gremio y me dirijo a Rocco, que sigue comiendo. Cuanto apetito tiene este hombre. No lo juzgo, solo me parece curioso. Yo haría lo mismo, comería muchísimo todo el tiempo, pero no debo engordar, eso estropearía mis movimientos.
—Hola, Rocco.
—Hola de nuevo, Daniel. ¿Quién es ella?- Dijo, con comida en la boca.
Mi abuela te estaría regañando si te viera haciendo eso, pero no diré nada, los semihumanos seguramente tienen sentido común diferente a los humanos. Hasta los humanos de este mundo tienen sentido común diferente a mí. Sigo sin poder creer que las mujeres y hombres son tan pervertidos, que está bien visto tener sexo con alguien que apenas conoces, solo porque te pareció atractivo.
Al menos en este lugar las mujeres no me ofrecen sus cuerpos. Sería demasiado incómodo.
Espera, si me enamoro de las princesas y tengo sexo con ellas, ¿cuenta como zoofilia?
Ay, mejor no pienso en eso. Todavía ni sé si llegaré a enamorarme de ellas.
—Es mi familiar, se llama Daniela. Un bonito nombre, ¿no lo crees? Daniel, Daniela, como hermanos gemelos. ¿Debería pintarme el cabello de azul para combinar?
—¿Tu familiar es un humano?
—De hecho, ella es un ángel, uno real.
—¿Un ángel, dices?
—Sí, ¿no es asombroso?
Volteo a ver a Daniela.
—Daniela, ¿tienes hambre?
—Si Daniel me lo ordena, yo comeré.
—No pienses así, eres mi familiar, pero ahora somos amigos, no te preocupes. No eres mi esclava, eres mi amiga.
—¿Amigos?
—Sí, no te daré órdenes a cada rato, solo te pediré ayuda de vez en cuando, ¿está bien?
—El señor Daniel es muy amable. Gracias. Tengo un poco de hambre.
—Solo Daniel, por favor. ¿Qué te gustaría comer?
—Lo que sea estaría bien. Te lo agradezco.
—¡Mesera, traiga dos platos de comida, por favor!
¡A celebrar que conseguí una poderosa compañera!
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