Infernum in Corde - 01
Trigger warning
Soft Violence (Violencia ligera)
Insultos
Esto es una reescritura del primer capitulo, pronto los siguientes capítulos recibirán el mismo tratamiento. Por el momento ¡Disfruten!
‘‘Yo nunca los odié… Nunca pude aprender a odiarlos… No creo que algún día aprenda’’
Bajo tierra dentro de una calurosa e inmensa cueva carmesí del fuego infernal malvadas criaturas salían de las paredes, con sonrisas retorcidas y amplias en sus rostros, sus alas de cuero se agitaban levantando el polvo y las cenizas mientras su oscuro desfile comenzaba. De entre las amenazantes estalagmitas una enorme estructura, similar a un coliseo o un estadio, se erguía con orgullo a los pies de un vigilante monstruo de gran estatura. Su largo cabello parecía como oro brillante bajando por sus hombros, sus alas tenían incrustadas grandes y pesadas joyas que brillaban ocultando su asquerosa cara. Observaba la criatura con desdén a las criaturas reunidas a sus pies. Seres de calcinada piel, gritando profanidades, esperando con ansias la señal de su amo. Encerrados por lo que parecía ser una enorme arena de combate; hecha de nada más que estalagmitas, unas cuantas criaturas resaltan de entre el montón.
No era raro que resaltaran de entre los demás, ¿Cómo no lo harían? Si estuvieras parado en medio de un grupo de criaturas negras cual carbón, con tu cabellos de colores y con tu ropa más exagerada, resaltarías tanto como los híbridos lo hacían. En medio del mar de criaturas de carbón, estos seres eran parecidos, pero tan atrozmente diferentes, que se podía señalar a cada híbrido que encontraba entre los demás. Estos bichos raros eran parecidos a los negros, con las mismas alas de murciélago, la misma cola en forma de lanza, los mismos dientes afilados como tiburones, pero cada híbrido era único. Algunos, en lugar de piel negra como el carbón, eran todos de un tono diferente; ya sea gris como la plata, blanco marfil, uno incluso tenía esa característica piel azul del Anillo de la Envidia, aunque sin las escamas. Su pelo era la misma historia; todos tenían un color de pelo diferente, desde el rosa más brillante hasta el naranja más negro. Su ropa era más de la misma historia, total ‘destacados’ en todos los sentidos de la palabra.
Pero, por supuesto, uno de ellos tenía que ser único incluso entre los que eran singulares. Inmóvil entre los demás, había un demonio, un híbrido. Uno que se veía extrañamente como un adulto joven. Su cara era de lo más normal y corriente, demasiado normal y corriente, tanto que sería irreconocible en un grupo de gente. Lo más característico que se podía sacar de su rostro era el color de sus ojos ambarinos o el tono de su piel, y eso si se tenía la suerte suficiente. Si no fuera por los cuernos y las alas que rompían la ilusión, pensarías que ese era un humano más. Hablando de cuernos y alas, ¡Cuán hermosos eran sus alas y cuernos! Negros en la parte superior y un degradado suave a gris claro en la inferior. Su cabello, de un rojo tan brillante que parecía cenizas ardientes, aunque la zona próxima a los cuernos se veía algo canosa. Su piel acaramelada tenía un tono grisáceo que le daba un aire inquietante. Al contrario que los demás, este híbrido en particular intentaba ocultar su doble naturaleza, vistiendo una larga rebeca de cuero negro y una máscara, sujeta actualmente por la cola. Hasta daba la impresión de que su naturaleza le avergonzaba.
Por desgracia, sus intentos no servían para nada. Esas miradas de asco que le dirigían eran difíciles de ignorar. No podía evitar perderse en el mar de caras idénticas, más consciente de su diferencia de lo que le gustaría admitir. Sería tan fácil, simplemente no haber nacido como híbrido, así al menos su trabajo hubiera sido más fácil. Al perderse tanto en sus propios pensamientos, de hecho, que casi pierde la señal dada por el enorme monstruo.
Hubiera sido lo mejor que la perdiera, esperar un año más o dos. Pero en su lugar se colocó su máscara – que tenía un par de muescas en el lado derecho; y salió volando junto a sus pares. Su total desgana hacia la celebración era evidente, a pesar de sus mejores esfuerzos por fundirse con la avalancha de extasiados demonios, muchos incluso interrumpieron su trayectoria de vuelo. ¿Cómo se atrevía este híbrido a amargarles la celebración? Hoy era el mejor día de su existencia, ¿Podría culparlos por su emoción? Esta era la primera vez en su corta vida que se les permitía ir a la tierra, y cumplir el papel que se les impuso desde el principio: Tentar a los humanos a pecar.
¿Te lo imaginas? Tener la edad de un recién nacido (en estándares humanos) y ya tener un trabajo estable y un propósito en la vida. ¡Un sueño hecho realidad para muchos! Oh bueno… todo lo que pueda llegar a ser llamado un “sueño” para un demonio, porque salir fue la parte fácil, ahora trata tú de sobrevivir en un lugar como la tierra; cuando nunca has estado allí antes, estás completamente solo, desorientado y rodeado por criaturas que desean tu muerte.
Lo peor es que las advertencias nunca son suficientes para los jóvenes demonios. Puedes advertirles sobre demonios más viejos que intentan consumirlos para hacerse más fuertes. Puedes advertirles sobre los ángeles que intentan exterminarlos. Puedes enseñarles la inmundicia de la humanidad. Pero nada puede compararse con vivirlo realmente en carne propia. Hasta entonces, todas esas cosas de las que se te advierte serán realmente difíciles de comprender.
Por eso, cuando los jóvenes demonios salían de cuevas, acantilados, de las profundidades del océano o incluso de la propia oscuridad, rodeando la tierra con un nuevo mal que deseaba desatarse, todos fueron atacados por aquellos enviados por Dios. Uno de los híbridos consiguió escabullirse y esconderse de los ángeles que intentaban apuñalarle. Mientras huía, este híbrido en particular se escondió en una casa en una zona de Japón con muy mal aspecto. Dentro sonaba como si una pareja discutiera; o más bien como si el hombre le gritara a su mujer por alguna razón sin sentido.
Más lo que llamó la atención del joven demonio fue que ya había otro demonio allí, y por el hedor a pecado que salía de aquel hombre estaba claro que aquel demonio anciano había estado cosechando a este hombre desde hace tiempo. Tal vez alimentándolo con quién sabe qué tipo de ideas tanto como con alcohol. Un grito particularmente fuerte sorprendió tanto al joven demonio como a un pequeño compañero que no había sido notado hasta ahora. En una cuna, había un humanito, diferente a los que el híbrido había visto antes, era pequeño, regordete y tan suave. Por alguna razón, la cola del demonio empezó a moverse de lado a lado. Nunca había visto algo tan pequeño y puro. Los que no son padres o demonios nunca entenderán, para los padres el amor por sus pequeños, y para los demonios, el asombro que produce ver tanta vulnerabilidad y tanta calma y un alma tan pura después de estar acostumbrados a tantos actos horribles y retorcidos, era hipnotizante. Una leve caricia en el pequeño cuello hizo que el bebé balbuceara alegremente. Qué cosita tan curiosa.
Pero aún más curiosa es la forma de trabajar de los idiotas borrachos. La puerta se abrió brusca y repentinamente. Madre e hijo, ambos comenzaron a llorar mientras el padre agarraba al bebé por la ropita, alzándolo en el aire.
“¡No, no! ¡déjalo en paz! Te lo ruego!”, gritó la mujer desnutrida, tratando de agarrar a su hijo.
“¡Tú deja en paz a MI dinero!” replicó el hombre, “Creciste como una vaca durante meses, ¿Y no eres capaz de darle de mamar? Perra inútil”
«Sí, soy una inútil, pero por favor, no lo zarandees. Por favor», suplicó, arrodillándose en el suelo mientras el pobre humanito seguía gritando y llorando, alterando al borracho con su ruido.
«¡Cállate, estorbo!», gritó el hombre, levantando más alto el pequeño bulto.
De repente, todo quedó en silencio, casi como si el mundo se hubiera congelado cuando el bebé fue arrojado al suelo. Los gritos de la madre, el llanto del bebé, todo quedó en absoluto silencio; todo, excepto el sonido del cuello del pequeñín al romperse; era algo parecido a los espaguetis al romperse. Incluso el demonio anciano pareció conmocionado por el acto y huyó rápidamente. ¿No es gracioso? Ver a uno de tus experimentados superiores ponerse en modo «oh mierda” y salir corriendo. Porque, bueno, si el experto de la sala huye asustado, ¿no deberías tener derecho a entrar en pánico y esconderte donde pudieras?
Pero lo que el demonio vio a través de una rendija detrás de la biblioteca fue totalmente ¡¡Inaudito! ¿Cómo pueden los ángeles permitir eso? ¿Cómo puede una criatura del Cielo permitir que una luz tan pura e inocente se apague así? ¿Cómo pudo un ángel cargar el alma en sus brazos y marcharse así? ¡Sin siquiera pensar en la madre! Quién podría dejar una escena como esa sin siquiera decir una palabra a la afligida madre que está siendo pateada solo por tratar de proteger el cuerpo inerte de su bebe.
No era justo, no debería ser así. Aquella increíble lucecita se desvaneció sin más. El pobre no tenía ninguna posibilidad. Qué extraña sensación tuvo de repente el híbrido. No era rabia, la rabia no se sentía tan fría, pero no era miedo porque su pecho no se sentía vacío. Algo se desencadenó en él. Los ángeles se guiaban por reglas, pero los demonios existían para decir con todas sus fuerzas «a la mierda las reglas»
El hombre se apartó de la mujer de una patada; tropezó contra la pared. Se le colapsó un pulmón y la botella de cerveza rota le apuñaló por casualidad en el cuello. Qué mala suerte. No vivió para ver cómo recogían a su hijo y a su mujer y los llevaban al hospital. El hombre no vivió lo suficiente para ver cómo salvaban a su hijo de la muerte… Más o menos. Pero uno no puede quejarse demasiado cuando un demonio reemplaza el alma de tu hijo sin pedir activamente nada a cambio. Pobre mujer, tardó 2 años en creer de verdad que su hijo resucitó, y otros 2 en empezar a siquiera comprender que un demonio, entre todas las cosas, hiciera algo tan bonito como darle la oportunidad de criar de nuevo a su bebé. Aunque, con los años, la cosita se pareciera cada vez más a la criatura que la salvó tanto tiempo atrás. El demonio la odiaba, la tierra carecía de fuego, carecía de gritos interminables, era todo tan brillante y reluciente que daba asco. Pero por alguna razón, el híbrido no podía obligarse a marcharse; y el año que por fin decidió volver a casa, encontró algo.
Encontró a un chiquillo; alguien de su edad pero tan raro como lo era él. Todo en este niño, desde sus pestañas hasta sus uñas, todo su cuerpo excepto los ojos azules era blanco. Este pequeño destacaba tanto como el demonio, ¿Quizás era un híbrido también? ¿Podrían los humanos ser híbridos? El demonio estaba tan intrigado que decidió quedarse un poco más. Estar cerca de este niño era como estar al lado de aquel bebé que no pudo salvar esa noche. La misma inocencia, la misma pureza, esa misma luz cálida, pero; por alguna razón, con este humano en específico esa luz, ese calor… Se sentía diferente.
Quién diría que sólo hicieron falta unas palizas a unos matones y unos años de madurez para darse cuenta de algo. La razón por la que aquel humano era tan especial, por la que cada conversación era tan única, por la que cada juego era tan divertido, por la que todo se sentía tan vivo. Pero eso es un asunto personal, nadie debería meterse en los asuntos personales de un demonio. Todo lo que necesitan saber es la promesa unilateral, una promesa de protección y cariño, de mantener vivas las sonrisas y las esperanzas, de no dejar nunca que prevalezca el sufrimiento, de estar siempre uno al lado del otro. Aunque sólo uno de ellos hiciera la promesa. Incluso si eso significaba dejar atrás el propio ser.
“Taeji, ¡Espérame, imbécil!”, gritó un joven, tratando de ponerse la mochila.
«Creía que estabas muy ocupado con tu “ skin care”. Vamos tarde princesa” se burló el pelirrojo, ayudando a su amigo a arreglar sus cosas
«Ja, ja. Muy gracioso. Por tu culpa no me he puesto los lentes de contacto, subnormal. Me duele la cabeza”
«Jajaja. Perdón, perdón. Anda, póntelas, yo te espero” dijo riendo ligeramente.
“Ahora la luz no me molesta, la falta de gritos de sufrimiento me parece lo correcto. Ahora todo es mejor, gracias a ti. Te protegeré, por encima de todo. Porque en este mundo, en mí mundo, no hay nada más que tú, tu luz. Eres mi precioso fulgor.”
Comments for chapter "01"
QUE TE PARECIÓ?
Siento que el protagonista y el narrador quitan inmersión en la lectura. Cuando el protagonista empieza a describir las cosas, el narrador interviene y corta la lectura. Lo mismo ocurre a la inversa, el narrador está describiendo algo y el protagonista le interrumpe. En una pequeña parte no estoy seguro de si faltan comillas o si el narrador cambió a primera persona. Hay errores menores de ortografía y gramática (sueles usar mucho «y»).
Hay misterio en la razón por la cual Toeji no ataca a los humanos cosa que es interesante porque está en contra de la naturaleza de los demonios de acuerdo a la obra.
El final del capitulo fue lo que más me chocó porque pensé que explorarías más el crecimiento de Toeji como humano y poco a poco su relación con Hikaru, sin embargo hay como un timeskip en el aparece un «te amo».
Siento que un romance tierno terminará envuelto en un drama que se les saldrá de las manos. Me gusta, ¿el amor prevalecerá o las circunstancias lo superarán? Igual solo estoy expeculando, comento al terminar el capitulo así que no tengo ni ideaxd.