Keimamura X - 20
Es la tarde del 14 de enero de 2016. El castillo Muiderslot, al norte de Ámsterdam en la provincia de León Dorado, se ve asediado por un repentino ataque de unos enemigos esperados. Dentro de una de sus saltas está el enorme Bertolt, quien está levantándose del suelo lentamente, después de haber sido chocado contra el suelo. Una vena inflamada, el ceño fruncido y las ganas de mostrar sus dientes indican su irritación.
—¡Enaanoooo!
Kei sostiene su espada con el mango sobre su frente y la hoja apuntando hacia su enemigo, en la postura del agua. Está sensato, atento ante un rival que parece inexpugnable y que le será difícil derrotar. Debido a ello no quiere arriesgarse a un ataque completo.
—Huh….—Suelta un largo suspiro el grandote.—Voy a admitir que me has dejado pasmado. Solo el jefe ha podido darme un golpe tan duro como ese. Jejeje, sabes muy bien, ¿no? Mi venganza será dulce.
—El que me voy a vengar soy yo, basura. ¡Todo lo que le has hecho a esas personas del tren! ¡Bastardo! Y quién sabe qué otras crueldades has hecho. Estoy aquí decidido a derrotarte.
—Jajajaja. ¿Ah sí? ¡TE ESTOY ESPERANDO, ENANO!
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En otro sector del castillo, justo al lado de la cocina, se está librando un combate clave. Law emerge desde uno de sus portales y le encaja un puñetazo en la quijada a Georg, tanto que sacude su piel y su rostro, tumbándolo hacia atrás. El joven quiere pisarlo en el suelo, pero el hombre rueda para evadirlo.
Una vez que se pone de pie el enemigo, Law lo único que hace es ponerse en guardia.
—Vaya, no creí estar en una desventaja tan grande. Bien, a ver cómo recibes esto.—El hombre junta las palmas de sus manos como en oración antes de recitar.—Magia obscura N°10: extensión umbría.
—Maldito.
Law parece comprender qué es lo que le espera una vez que ese hombre ha dictado el nombre de su magia. Luego de aros llenos de simbolismo rodearan sus manos, desde Georg parece verse un pulso que se expande por toda la habitación hasta llenarla de un tono violeta lúgubre.
—Jejeje nadie puede salir del dominio de la oscuridad. Ahora tengo la libertad de destrozarte como quiero.
—Eso lo veremos—dice Law en una actitud desafiante. Siendo consecuente con sus palabras, el muchacho se mete en uno de sus portales para ir directo a su mundo paralelo, sino que es como si simplemente atravesara un marco, ya que sale justo al frente de su portal.
—La ignorancia es fruto de la incredulidad humana.—Sonríe Georg y se pone firme para apuntar con una de sus manos.—Magia obscura N° 2: Oscuridad de destrucción.
Un cúmulo de energía violeta opaca rodeada de pequeñas chispas verdes se conforma en la palma de este tipo, junto a un correspondiente aro mágico. Law, sorprendido de que su técnica no ha funcionado, recibe de lleno el ataque de su enemigo. Un estallido es solo el principio, ya que Georg prosigue con una lluvia de proyectiles del mismo ataque.
La misma polvareda que genera el ataque de Georg es obstáculo para él. Al costado de su cara aparece otro agujero desde donde recibe un nuevo puñetazo de Law. El hombre intenta reaccionar con una patada, pero de nada le sirve ya que no hay nadie.
—¿Qué? No puede ser, si él.
En este otro descuido, dos brazos aparecen por detrás y lo amarra desde el torso junto a sus dos miembros. Es el mismo Law quien está justo a su espalda, teniéndolo con un amarre.
—¿Cómo rayos?
—Jajaja te confiaste. Puede que no me pueda escapar de tu hechizo, pero un espacio sigue siendo un espacio. ¡Aaaah! —El grito de batalla de Law es acompañado de una técnica fuerte, hace un suplex, donde arquea su espalda para aventar a su oponente amarrado contra el piso. La diferente, que al estar cerca de la pared el impacto llega mucho antes. Y no es todo, Law lo suelta y pasa adelante para encajarle una patada en medio del estómago, y la cereza sobre el pastel es que retroceda y carga energía de Explosión.
—¡Magia obscura N° 7: Fantasmas del purgatorio!
Viendo a todos los costados, se empiezan a manifestar extraños seres espectrales, como si fuesen sotanas desgarradas andantes, sin ninguna parte de su cuerpo más que el negro rostro cubierto por la capucha. Las entidades sueltan unos gritos apabulladores de dolor, que hacen erizar la piel de todo mortal que descree de los castigos divinos.
Georg recibe el ataque de Law, pero eso no es suficiente como para detenerlo.
—Jajajaja, ahora recibirás el mismo castigo que todas las almas en pena. ¡Destrócenlo!
Esta vez no parece tener una escapatoria fácil, porque Law no puede contar ni siquiera un aproximado de cuantas entidades son, y menos determinar todos los ángulos desde donde provendrán sus ataques.
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En el jardín, hermoso por todas sus ornamentaciones florezcas y árboles traídos de otras partes del mundo, se ve arruinado por el descaro humano. Cryne emplea los árboles para poder ocultarse y detener los hielos de Akina que quieren congelarla.
—¡Si sigues así no harás nada más que agotarte! ¡Eres demasiado anunciada!—Hecha en cara Cryne, mostrándose de nuevo y ahora señalando con un dedo hacia Akina.—Magia eléctrica N° 20: circuito dirigido.
—¡Akina!—Llega Naomi al recate por un costado de Cryne, embistiéndola contra el suelo. No obstante el ataque de Cryne es disparado, y cuando el circuito ha sido establecido no hay nada que lo detenga hasta su llegada, salvo alguna interrupción en medio del camino.
La velocidad de la electricidad es demasiado como para que Akina pudiese siquiera parpadear, por lo que la técnica de Cryne tiene vía libre hacia el corazón de la chica. Está buscando eliminarla de una vez por todas, ya que ella no parece desperdiciar mucho su tiempo como lo hace su compañero Bertolt. La descarga impacta sobre Akina y la sacude algunos segundos, dejándola algo paralizada.
—¡Akina! ¡Responde!—exclama Naomi a su compañera, quien está con la cabeza agachada.
—Tch.—Se molesta Cryne. —Magia eléctrica N°12: alto voltaje.
Con tan solo tener las manos sobre Naomi, Cryne provoca una nueva electrocución, pero exclusivamente centrada en ella. El grito de Naomi es desgarrador, pero las gruesas paredes del castillo no permiten que las demás escuchen. Terminado su hechizo, le apoya el pie en el abdomen y la empuja para sacársela de encima.
—Bien, una menos. No tengo tiempo para jugar con ustedes niñas, pero las voy a enterrar juntas. Arco de sobrecarga.— Junta y despegas las manos ella, mostrando una línea de luz que imita la forma de un arco, con su tanza y todo, desde la cual ella tensiona haciendo aparecer una flecha luminosa.—Estoy fascinada con la electricidad. Cuando era pequeña estábamos jugando con mis amigas cerca de los rieles de un tren, éramos muy inocentes, pero siempre cuidadosas. Luego llegaron unos desgraciados, de una u otra manera intentaron atraparnos, eran unos secuestradores de mierda. Nosotras escapamos hacia el único lugar donde podíamos, las vías electrificadas del tren. Fui la única en sobrevivir a aquel hecho, quedé completamente quemada cuando llegó el servicio de emergencia y ni siquiera mis padres creyeron que viviría. El señor Calitzo fue el único que se ofreció a rescatarme. Por eso estoy dispuesta a dar hasta mi vida por su causa. Es interesante oír la historia de tu ejecutora, ¿cierto?
Sin todavía levantar la cabeza, Akina suelta un susurro entre las palabras de esa mujer. Pronuncia “kori no kabe”, justo a tiempo de que la mujer suelte la flecha para dejarla ir.
No se espera que la muralla interfiera en la trayectoria, pero al instante prepara otra flecha más y busca desde donde es que va a salir la chica. Apunta hacia un lado, hacia otro, hacia arriba.
—¡Vamos, niña! ¡Una guardiana es usuaria de reiki! Siempre supe que ese simple ataque que te hice no era suficiente. No como a tu amiga, jeje. Ella sí no despertará por un tiempo.
Al costado izquierdo está Akina contra la pared, algo agitada y con un carámbano afilado en su mano. Tiene que medir bien cuándo es que va a salir, porque un ligero error y será víctima del proyectil de Cryne.
—¡Vaaamos! ¡No arruines mi anécdota! Ese era el momento para que mueras, desgraciada.
“Tengo que encontrar una manera…”, piensa Akina.
Su mente actúa con rapidez. Con su mano dispara rápido un proyectil hacia su lado contrario, directo contra una de las paredes. El estallido del impacto atrae rápido la atención de Cryne, y ese es el instante. Akina se arroja directamente fuera del muro, y lanza el carámbano con toda la fuerza de su brazo. Apenas toca suelo, no se aguanta en decir su técnica favorita.
—Aizu doro.
En pleno aire atrapa el carámbano de Akina y lo destroza con la fuerza de su mano. Todo sale de acuerdo al plan, la escarcha de la chica no es visible para la mujer y llega a contactar con su pie, congelándola por completo hasta la cabeza.
—Inverna meteora—dice Akina, produciendo una espada entre sus manos y corre directamente hacia la mujer. En el momento que va a lograr contactar con su ataque, la frágil capa de hielo se ve destrozada por la energía de su rival, empujándola levemente con su poder.
—Huh… vale. Ahora mi ropa está mojada y mi piel fría. No es nada gracioso. Magia eléctrica N25: Magnetismo. Este es el hechizo más poderoso que controlo. No tienes oportunidad—vocifera Cryne, con una expresión abominable de enojo.
—No creas que es suficiente para asustarme, maldita bruja.
Cryne extiende sus manos, entretanto se rodea de los chispazos de su energía eléctrica, todos los barrotes de las bancas, los marcos de las ventanas y las partículas de hierro dispersas por el jardín se empiezan a aproximar a la mujer.
“Maestro Seiryu… ¿hay algo que me hayas enseñado para salir de esta situación?”, piensa Akina, preocupada ante el superador poder de su enemiga.
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Otra persona en una situación más que complicada es Akagami Law, quien recibe los atropellos de los espectros invocados por Georg, de un lado y de otro de forma constante. A algunos de ellos logra desviarlos por el uso de sus portales, pero se le hace imposible acabar con todos.
“No hay otra, tengo que encargarme de él”, tiene en mente.
Atraviesa otra de sus fisuras para trasladarse hacia su rival, pero cuando sale los fantasmas ya van a por él, así que tiene que hacerlo una vez más. La secuencia se repite, vuelve a escaparse hasta encontrar vía libre, solo que allí Georg utiliza nuevamente su hechizo destructivo, oscuridad de destrucción. Sin embargo, no es una oportunidad que Law vaya a desaprovechar, ya que utiliza una vez más su agujero espejo para regresarle el ataque a su propio usuario.
Se le lanza encima y empieza a castigarlo con golpes de puño uno detrás de otro. Extrañamente, cada vez que un puñetazo impacta los fantasmas es como si lo recibieran también, y son expulsados hacia atrás.
—¡Basura asquerosa! ¡Esto va por todo lo que nos hicieron! ¡Por Jereni, por Mark, por todos mis amigos que dejaron por culpa de ustedes!—ruge Law a través de sus palabras.
Georg logra correr la cabeza, impactando el puño de Law contra el suelo. Al otro, lo ataja con agilidad desde su muñeca, logrando que ambos conecten miradas. Apenas los golpes terminan, los fantasmas parecen aproximarse.
—Así que lo único que eres es un resentido social, jajaja. Pues tú te la buscaste porque ahora ocurrirá lo mismo con todos tus actuales amigos, tu maestro y esas dos amigas que nos traes. ¡Gracias por el postre!
Los fantasmas están a un pelo de arrollar a Law, pero en la bronca desquiciada que le producen las palabras de Georg, le encaja un cabezazo contra la frente del tipo. Y no solo uno, sino que va uno detrás de otro. Concentra toda su energía en la cabeza buscando generar todo el dolor que pueda contra una de las personas que más odia. La máscara se ve abollada ante cada impacto.
—¡Grr!—En su enojo, Georg es quien se adelanta y le encaja un cabezazo a Law.
No es suficiente, pues el muchacho usa su boca y muerde los dedos del tipo para librar su mano, pero además no la suelta, buscando atajarla. Apoya su otra rodilla sobre los bíceps del otro brazo de Georg y luego apoya su sobre la quijada del tipo, ladeando su cabeza con fuerza.
—¡Aaah!
Uno tras otro, Law emboca sus nudillos contra la garganta de Georg, en una competencia de reiki contra reiki, entre ofensiva y defensiva. Desde su boca se empieza a correr la sangre de los dedos de Georg que cada vez aprieta con más fuerza. Cuando logra quebrarle la nuez de adán, Law toma la máscara y se la retira. Los fantasmas se desvanecen por completo.
Del todo consciente aun, apenas su mano es liberada de los dientes de Law, toma la cabeza del chico y la empuja para sacárselo de encima. Georg se levanta lo más rápido que puede y toma su distancia de a poco.
“¡Duele! ¡Duele! Ese niño me rompió la garganta…”, piensa desesperado. En una fortuita tos escupe un charco de sangre fruto del desgarro de su garganta.
Escurre su mano por la boca para limpiarse la sangre Law.
—No soy igual que ustedes, pero te aseguro que te voy a destrozar y te meteremos a prisión, de donde no saldrás nunca más.
El tipo, en su condición precaria, levanta las manos, rendido. Las sacude en pedido de clemencia por parte del chico. En este sentido, desactiva la magia donde subsumió a ambos para no escapar. Sabe que sin el uso de su garganta para hablar tanto sus magias como sus habilidades con reiki quedan anuladas, quedándose Law con toda la ventaja.
—¡Disculpa, disculpa! —Trata de expresar carrasposo.
El rostro de Georg está deformado en la parte de arriba, como si hubiese recibido alguna quemadura que le ha dejado sin cabello en toda la frente.
—¿Sabes una cosa? Todavía recuerdo ese día. Cuando esos de mercenarios que mandaron ustedes ni siquiera atendían al pedido de compasión por parte de mis amigos. Una pregunta, ¿la hubieses tenido tú?
El hombre está ladeando la cabeza, porque reconoce las verdaderas intenciones del muchacho. Puede ver el rencor en sus ojos y en el aura que lo rodea, la cual de a poco se va oscureciendo. Se suele decir que el color del reiki no solo varía según la personalidad de la infancia de su dueño, sino también por sus estados emocionales actuales, en la cual puede ser más brillante o más oscura.
—No sé por qué pregunto, porque sé que no la habrías tenido. No un delincuente como tú, por lo menos.
Lo último en la visión de Georg es ver a Law que corre hacia él para darle los golpes finales antes de que todo se ponga oscuro. Al igual que los hechizos que más le gusta usar.
Sin lugar a dudas, aunque puede ser una victoria, los demás combates están muy lejos de encontrar un final. ¿Se habrá controlado Law al descargar su odio contra el Georg?
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