Keimamura X - 23
El hombre de uniforme militar, Calitzo, da unos pasos hacia delante. Erizan los pelos solo tenerlo cerca, por lo que Law da un gran brinco en retroceso, para mantener una distancia segura.
—¿Qué le pasó a mi maestro, a Faxu y Misterius?—Frunce el ceño Law, mostrando su rabieta.
Con una mirada imperturbable y sensata, Calitzo parece meditar la respuesta del muchacho. De pronto, relaja el rostro mostrando una sonrisa maligna.
—No te preocupes, no voy a asesinar a tu abuelo. Sería muy aburrido terminar con él así. Pero ustedes…
—¡Nosotros nada! ¡Di la verdad!
—Calma, joven Law. Tu abuelo y tus amigos están vivos allí abajo. Pronto te llevaré con ellos.
—¡Law!—grita Kei desde su distancia. —No caigamos en sus provocaciones. Vamos a derrotarlo ahora mismo. No podrá contra todos.
—No creería eso…
A pesar de su última respuesta, Law es el primero en atacar. Se mete en uno de sus portales y quiere sorprender a Calitzo por la espalda. El muchacho queda paralizado, tratando de destrozar a su enemigo con sus puñetazos, pero su cuerpo no lo responde y queda como una estatua.
—Jajaja esos trucos no funcionan conmigo, Law—dice Calitzo y se da la vuelta. —Soy un aliado de la oscuridad. Traición de la sombra provoca que la oscuridad de ti te apuñale por la espalda. Eres tú mismo quien no te deja avanzar…
—Maldito… kg… kg…
Aprovechando la distracción, Kei quiere hacer lo mismo pero con su espada, a lo que el muchacho también termina atrapado en esta cruel telaraña.
—¿De enserio no interpretaste mis palabras? ¿O solo no pudiste escucharme? Jajaja
—V-Vas a p-pagar p-por lo que le has hecho a esas p-personas del tren.
—¿Yo? No lastimé a nadie en ningún tren, muchacho.
—¡Aizu doro!
El hielo avanza hacia ese hombre, pero simplemente se aleja con un salto para evitar el ataque. Tanto Law como Kei queda paralizados en su posición de pleno ataque, y Calitzo divisa hacia quienes todavía están parados.
—¿Ustedes acaso van a pasar por lo mismo?
—¡Primito, Akina, manténganse a un lado! ¡Arcangel San Miguel!—exclama Naomi.
—Oh vaya… ¿y que vas a hacer con todo es metal cubriendo tu cuerpo?
—¡Voy a destrozarte!
Mokuro y Akina se ponen de pie, listos para ayudar a Naomi.
—Ten cuidado, Naomi. Procura mantenerlo en el piso y lo congelaré.
—Debemos ser capaz de sentir ese monstruoso nivel de reiki… el jefe no es como sus súbditos—dice Mokuro. —No sabemos qué tanto efecto tengan nuestros poderes sobre él. ¡Modo de batalla: Infinityyy!
Cuando Mokuro y Naomi se abalanzan sobre Calitzo, Akina nota que no puede moverse. Ella también está bloqueada en su posición, con su cuerpo con actitud retobada a sus órdenes cerebrales.
“¡Vamos! ¡Vamos! Me atrapó a mí también…”, piensa ella.
La habilidad de Calitzo, Traición de la sombra, es un poder utilizado a base de reiki con el cual pude manipular el cuerpo físico de las personas a través de las propias proyecciones de sombra. Mientras la objetivo proyecte una sombra, por más pequeña que sea, Calitzo podrá someter sus voluntades y tratarlos como marionetas. Esta habilidad puede ser contrarrestada de una manera sencilla pero descuidada, como tan solo expandir el aura del cuerpo de uno, de manera de eliminar la proyección de sombra del cuerpo mismo. Tanto Mokuro como Naomi lo han hecho con sus habilidades y por ello se han visto inmunizados.
Naomi quiere cortarle la cabeza a Calitzo, pero él ataja el filo de la hoja de su espada con una de sus manos. No tiene ningún problema y no recibe ninguna lesión aparente. Cuando llega Mokuro, utiliza a Noami que se rehúsa a soltar su arma y la azota contra él. Cuando la chica quiere reaccionar, el general le encaja un gancho en el mentón y luego le sigue con un directo en el estómago. A Mokuro lo agarra del cuello, le encaja un rodillazo en el estómago y luego lo avienta sobre su prima una vez más.
Mokuro no será de mucha ayuda para Naomi, sigue bastante debilitado de la recuperación del veneno de Egon.
Calitzo apunta hacia ellos con su palma derecha.
—Magia obscura n°2: obscuridad de destrucción.
—¡Primito!—advierte Naomi y se antepone a su pariente. El ataque da directo en ella, causando un estallido que la encima sobre el propio Mokuro.
—¡N-No me prestes atención a mí, Naomi! ¡Vamos por él!
La chica extiende sus alas y vuela hacia arriba. Allí agita su espada de un lado a otro, arroja una onda luminosa como contraataque a Calitzo.
—¡Corte Celestial!
—HUh… Magia obscura n°3: campo alquimista.
El ataque de Naomi se encuentra con una barrera invisible que impide su paso y lo hace detonar en el lugar. Esta magia empleada, campo alquimista, es un hechizo empleado por los magos, capaz de emplear el mismo aire y los materiales suspendidos en este para producir una capa protectora.
——¡Warrior’s Spear Strike! (Golpe de lanza del guerrero)—sorprende Mokuro entre toda la humareda de la reciente explosión. Golpeando con un puñetazo, la barrera protectora de Calitzo se desarma por completo, dejando vía libre. El chico empieza a atacar primero, dando una patada giratoria con el talón.
Le azota la cabeza a Calitzo, retrocediendo un paso. Al querer responder a su ataque, Naomi lo embiste de lleno en pleno vuelo, empujándolo contra los escombros del techo caído de la pelea anterior.
—¡¡Aaaah!!—vocifera Naomi bajando a toda máquina con su espada en alza.
Toma un enorme escombro y se lo arroja a la chica con fuerza, obligando a la chica a hacerlo pedazos con su propia arma. Es lamentable que encima quede a una altura óptima para Calitzo, quien la toma desde el tobillo y la machaca contra el piso.
—¡Detente, chica!—dice el general y la pisa en el pecho.
—¡Mokuro!—grita ella y observa hacia atrás.
No hay momento más difícil para los aprendices, están atrapados en una tenaza de desgracia. Naomi se ve desanimada al enterarse que Mokuro no solo ha perdido su habilidad, seguro por el cansancio, sino que también fue atrapado por la habilidad de Calitzo.
—¡N-Naomi…!
No importa si es Kei, si es Naomi, si es Akina, Law o Mokuro, todo ellos están tratando de moverse, con sus cuerpos temblorosos que se retoban ante cualquier tipo de orden.
—¡Eres un tramposo!
—Jajajaja solo soy realista, niña. Eran… 1… 2… 3… 4… 5 combatientes contra mí. Pero no te preocupes, ahora igualaré la cuenta. Les enseño mi otra habilidad: Castigo de la propia sombra.
Le saca el pie de encima y se aleja poco a poco. La está invitando a observar, a ver cómo su habilidad se empieza a ejecutar sobre sus amigos atrapados. Desde las sombras de ellos, se levantan unas entidades, marionetas todas oscuras que replican la silueta de cada uno de ellos, y encima empiezan a recibir una paliza de parte de estas. Los golpes son duros, mucho peor ya que no se pueden defender con el uso de su reiki.
—¡Déjalos! ¡Detente!
—¡Vamos, chicos! ¡Defiéndanse! ¡Fueron entrenados para esto!
—¡Dije que te detengaaaaaaaas!
La muchacha agita sus alas y despega hacia su enemigo. Ella trata de destajarlo con el filo de su espada, totalmente a ciegas, apresurada por la seguridad de sus amigos. Esta invasión de sentimientos es aprovechada por Calitzo, quien esquiva todos los movimientos de la muchacha, como también los bloquea con el uso de sus manos. De pronto, él la atrapa entre los hombros y la levanta hacia arriba, luego le encaja una patada al mismo tiempo que hace una voltereta, al igual que una chilena en el fútbol. Naomi da de lleno con una de las paredes del castillo, causando algunas grietas sobre esta, rebota y se viene al suelo.
Logra aterrizar algo cómoda, con una rodilla y un pie en tierra.
“Me supera en todo sentido… de verdad que los años de experiencia hacen la diferencia”, piensa ella.
Entramada por su debilidad, ella trata de analizar todas sus circunstancias para poder proceder con un plan. Sus amigos siguen siendo abusados por las marionetas de sus sombras, tratados como simples sacos de boxeo.
“No importa si lo distraigo o no… su habilidad sigue activa y lastimando a los chicos. ¿Entonces? ¿Cómo debo dimanar?”
No es solo la chica engullida en su cabeza. Sus desesperados compañeros temen ser diezmados por sus agresores y ponen en funcionamiento sus cabezas. Pero de todos, nadie tiene una mente acompañada como Kei, por ese espíritu en su cabeza que se llama Beyord.
[—Aprovecha que tu cuerpo se mueve, trata darle sangre a la espada, Kei.]
—Kggg…. ¡J-Joder…!
La chica se mantiene a vuelo y desde allí esquiva todos los proyectiles que le lanza el maestro de legión, Calitzo, desde su distancia a partir de sus hechizos. Uno de estos impactos da contra un rincón del castillo, haciendo trizas parte de la pared.
—Entre todas estas ratas, resultaste ser tan molesta como una cucaracha. Sin embargo, es cuestión de tiempo a que te atrape.
—¡Corte celestial!
Ella contraataca con su onda láser, cosa que no es de mucho problema para Calitzo. El tipo carga energía violeta en la punta de su mano y entonces la dispara en una inmensa ráfaga. Naomi sacude sus alas para correrse a un lado, sintiendo la abrumadora fuerza pasar frente de ella. La ve alejarse a lo lejos en el cielo hasta perderse como una pequeña estrella.
—Si eso me hubiese dado… no creo que pudiese contarla—Se la nota nerviosa.
—No tienes que poner esa cara… ¡Jajajaja! ¿Acabas de entender, acaso, la infinita diferencia entre nuestros poderes? Basta de juego. Magia oscura n°12: el látigo que castiga a los intrusos.
En su mano se materializa el mango de lo que luego se extiende como un látigo violeta oscuro, pero que además, se dispersa en varias cabezas más al igual que una hidra. Todas estas cintas que parecen tener vida propia empiezan a ir por Naomi. La chica trata de huir, pero le agarran del pie, luego de una muñeca, los brazos, las piernas y por último el torso. Los látigos empiezan a apretujarla en todas partes de su cuerpo, lo que desencadena un gran dolor.
—¡¡Aaaah!!
—Kgg… ¡¡Naomi!!—grita Mokuro.
—¡N-Naomiii!—vocifera Law.
—Y aun tengo una mano libre. Jejeje. Magia obscura n°5: el bufón que se entretiene con la víctima.
Todo el látigo que recién acababa de invocar, pierde su forma y se convierte en un oscuro payaso gigante, sonrisa malévola, sombrero de bufón con cuatro cascabeles y unos espeluznantes dedos con los que agarra a Naomi desde los dos brazos.
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Entretanto en el subsuelo, desde su escondite sale el más extraño de toda la legión de Law, Misterius, ese enano recubierto de prendas de ropa. Calitzo se olvidó completamente de él cuando tuvo su combate contra Faxu, y el enano pudo esconderse para asegurar su supervivencia. Ahora, luego de ver que su compañero Faxu está bien, tan solo con la necesidad de tratar su herida, se acerca a la celda de su maestro y rompe con la puerta.
—¡Bien, Misterius! ¡Tienes que romper el hechizo!
—…—Queda en silencio el enano.
—Concéntrate. Tú eres un caso muy especial, sé que puedes.
El pequeño toma un papel y luego emplea un poco de reiki en la punta de su dedo, para utilizar una habilidad general de los usuarios de rieki, conocida como la escritura.
—Sígueme en lo siguiente. Señor creador de la magia, tú que también puedes cancelarla…
El enano empieza a escribir sobre el papel en el piso mientras apoya su mano sobre su querido maestro.
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El plan de Beyord termina haciéndose realidad, cuando una de las manos de Kei se da con una de las puntas de las bayonetas laterales de la espada. La sangre chorrea y una gota da sobre la espada.
—P-purifica… a-a q-quien intenta destruir… me…—susurra el muchacho con un gran esfuerzo sobre su mandíbula.—Aquatetis.
El cielo se nubla por completo. La luz brilla junto a Kei, sus ojos ce vuelven celestes y a su lado se manifiesta una vez más la mujer sirena, con el cuerpo mitad de un dragón de agua y la otra mitad de una joven y bella doncella. Calitzo avista a esta criatura, recordando esa presencia que la sintió mientras estuvo abajo.
—Así que de eso se trataba. Después de todo mi hijo no estaba enloquecido—dice mientras la llovizna empieza a caer sobre todos.
Un rugido ante el general hace posición al dragón, enseñándole su rabieta. El payaso, sosteniendo a Naomi en el aire, abre su boca donde parece que está a punto de desprender una luz.
—No podré utilizar mis habilidades contra tal nivel de poder—Supone Calitzo, al observar la importante presencia que simboliza ese monstruo postrado delante suyo.
El dragón viene a por él. Calitzo da un salto tratando de huir, empezando a disparar sus hechizos mágicos, que se muestran inútiles ante el dragón, ya que es atravesado. De repente, una nueva cabeza surge desde el dragón para ir directo por la chica, atrapándola entre sus mandíbulas y sacarla de la posesión de ese bufón. Éste, como si todo continuase, dispara un rayo desde su boca, buscando desintegrar a la muchacha. Justo ha tiempo ha sido rescatada.
Cuando toca el suelo, ella vuelve a tomar consciencia de dónde está parada y aun no ha perdido su transformación en arcángel.
Rabiosos por un oponente inexpugnable, enfocan a Calitzo y le enseñan sus aguados colmillos. Sienten un alivio cuando sus sombran dejan de agredirlos y se esfuman, pero todavía quedan inmóviles por la otra habilidad empleada por el general.
—Entonces tú, chico, ¿puedes manipular a estas criaturas?
Están completamente heridos, con abrasiones y contusiones por los golpes de sus abusadores. Solo Kei es quien ve regenerada sus heridas por la maldición de su espada. Kei, interpreta las palabras de Calitzo como una pregunta directamente dirigida a él.
“¿Acaso se refiere a mí? ¿Él sabe de la espada?”, piensa.
—Desde que estoy marginado en mi propia nación que busco fuertes aliados que sean clave para mí. Creo que eres uno de ellos, muchacho.—El tipo extiende una de sus manos hacia delante, como si invitara a tomarla.—Ese monstruo es poderoso, pero no tan poderoso como yo. Por ello te propongo un trato…
“¿Tan poderoso… como él? ¿Un trató…?, piensa Kei.
Ante esto el primero en reaccionar es Mokuro, ansioso por apoyar a su amigos desde la distancia.
—¡K-K-Kei! ¡No-No tienes que escucharlo! ¡Quiere manipularte!
—K-Kei…—trata de hablar Law.—Ese monstruo es el jefe de quienes asesinaron a mi amigos. Ni siquiera merece ser engañado… Tiene que entender que jamás alguien lo ayudará.
—No necesitan decirlo… ¡Nunca jamás!—grita Kei.
[—Nunca Jamás…—susurra Beyord en su interior.]
—Trata de escucharte a ti mismo muchacho, que las emociones instantes de tus amigos no te sometan. Observa a tus amigos, lastimados, heridos y puedo hacerlos agonizar. Tú eres el único que está en posición de negociar conmigo, por lo menos al manipular a esta poderosa criatura.
…
—Te ofrezco ser parte de mi Legión, de Endless Paradox. Somos una poderosa legión que trabaja a espaldas de la sociedad. No todos estamos en condiciones de adaptarnos a la vida normal. Si vienes con nosotros podrías lograr que nuestro trabajo sea menos oscuro, ocurran menos asesinatos, porque todos comenzarían a temernos. Si trabajas para mí, liberaré a tus amigos, los dejaré escapar.
La única que está en condiciones de pelear, Naomi, se escurre el chorro de sangre que baja desde su nariz con sus dedos. Ella sostiene su espada con ambas manos.
—Lo siento, te equivocas. Mi primo tiene unos amigos muy honestos, sinceros, buenas personas. ¡Ninguno es como tú!
—Naomi…—habla Kei. La chica gira la cabeza para escucharlo.—Hagámosle entender que no está en posición para pedirnos acuerdos… que tiene que pagar por lo que hizo. ¡Maldito!
Al grito de Kei lo acompaña el rugido del dragón y la fruncida del ceño de la doncella que forma parte del mismo.
—Está bien, no estaba en los planes que aceptaran, pero siempre vale intentar.
La doncella, Aquatetis, extiende su brazo, lo que causa una explosión debajo del enemigo. Calitzo vuela en el aire, desde allí se prepara para actuar.
—Magia obscura n°9: rayo oscuro ausente.
Llevando sus dos manos al frente, uniendo los talones de sus manos, hace aparecer una carga de energía que se dispara como un rayo hacia el dragón. Al impactar con la cabeza de la criatura, la parte en dos y se abre camino por su cuerpo.
—¡Corte Celestial!—Naomi blande su espada en el aire, arrojando no una, sino varias ondas de poder hacia el proyectil enemigo.
También, Aquatetis, hace girar sus brazos formando un gran círculo, ordenando a sus aguas a reagruparse conformando un gran platillo que hace de escudo. Cuando la cabeza del ataque de Calitzo hace contaco, junto con las ondas de Naomi, todo explota.
Todas las ventanas terminar de romperse, las ventanas se sacuden y las tejas del techo también se despegan. Los chicos son empujados por estas fuerzas, dando directo contra las paredes y Akina hasta pasa a través de una ventana.
Naomi logra mantenerse en vuelo como también Aquatetis ni siquiera se mueve a excepción de su cabello. Ella asciende una de sus manos para entonces cerrarla, movimiento que moviliza el agua de la lluvia para golpear a Calitzo y reventarlo contra el suelo.
—Magia oscura n°2: oscuridad de destrucción.
Esta vez sabe que no tiene sentido atacar a la titánide si quien la controla es aquel chico. Allí es donde apunta, sin embargo, Naomi se interpone y embiste a Calitzo para desviar el hechizo contra una parte del castillo.
—¡Pendeja!—Calitzo toma de la cabeza a Naomi y la lleva contra la tierra y allí la pisa con el pie.—Magia obscura n°5: el bufón que se entretiene con la víctima.
Esta vez no le toca a Naomi, sino al mismísimo Kei. La entidad aparece y lo atrapa desde sus dos brazos, levantándolo en el aire. Aquatetis va a proteger a su nuevo amo, pero…
—Magia oscura n°12: el látigo que castiga a los intrusos.
Para evitar que la titánide haga movimientos, el general utiliza sus látigos para amarrarla e impedírselo. Entonces, como la prioridad del dragón es defender a Aquatetis, se vuelve a enfocar otra vez en Calitzo.
—Eso es. Esto es el resultado de rechazar el trato, muchacho. Al final toda la legión de los Caballeros no resultó ser más que un mero chiste.
Ahora sí están rodeados y completamente adiestrados ante las capacidades de un hombre harto superior. Ni Akina, ni Mokuro, Law, ni Naomi, ni el mismo Kei, atrapado entre las manos de ese bufón gigante, pueden hacerlo algo.
…
De pronto, cuando las esperanzas parecen perdidas, la luz los baña desde el cielo. Eso hace desaparecer al bufón que agarra a Kei y a los látigos que amarran Aquatetis. Kei se da de lleno con el suelo pero está bastante sano, pero la titánide se preocupa por él y se arrima para darle su ayuda.
Esta luz que ha cancelado los hechizos de Calitzo es reconocido por Law.
“Esto… es la magia de luz del maestro…”, piensa Law tratando de mirar hacia delante. “La magia lumínica n°30: dispersora de las tinieblas”
Y es así, ya que Calitzo mismo reconoce este poder. El tipo deja de pisar a Naomi, quien pierde su armadura al no poder resistir más, y se moviliza por el jardín, con la vista puesta en la puerta de donde él salió en algún momento.
“Este hechizo…”, piensa Calitzo.
La magia a la que ambos refieren, la magia lumínica n°30: dispersadora de tinieblas, es un hechizo empleado por los magos con una única función, eliminar los hechizos de magia obscura. La magia obscura y la magia lumínica son opuestos uno y otro, y ambas disponen de hechizos similares pero contrarios, como también magias para cancelar a las otras.
El maestro de la legión de Los Caballeros, Fyodor, está parado de debajo del marco de la puerta. Está solo ahora mismo, no está acompañado de Faxu ni de Misterius, pero finalmente está libre de las ataduras de Calitzo.
—Te has liberado… ¡¡Fyodor!!—grita con una sonrisa tétrica el general.
—Has lastimados a dos de mis queridos hijos y a sus amigos. Te has metido con mi Legión hasta casi hacerla desaparecer. Quiero que entiendas…—musitando rabioso, Fyodor empieza a caminar para salir al terreno del jardín.—Que de verdad estoy furioso… enojado. Me estoy conteniendo por solo tenerte en frente…
—Este lugar es demasiado cerrado para nosotros, ¿qué tal si salimos fuera del castillo? Todavía necesito dónde vivir, Fyodor. Mi casa ya ha sido demasiado dañada para tu gente.
—Pero primero suelta a mis chicos, y ninguno de ellos te atacará. Esto será un uno a uno, Calitzo.
—Trato cumplido.—Afirma el general.
Los chicos se ven liberados de la prisión de sombra generada por Calitzo. Law se levanta para ir a ayudar a su maestro y Naomi también se acerca, pero él les pide que lo dejen, ya que por sí solo será suficiente. Aun así, les pide que ayuden a Faxy y Misterius que están en problemas.
—Chicos, ¿acompañan a Naomi al sub suelo? No puedo dejar a mi maestro.
—Me quedaré a acompañarte también—menciona Kei, luego haciendo desaparecer a la titánide.
De ellos aceptan tanto Akina como Mokuro en acompañar a Naomi, mientras entonces Kei y Law permanecen junto a Fyodor. El viejo ya ha salido del castillo junto al general. Calitzo camina al frente de todo, y sigue adelante hasta llegar a una distancia considerada.
—Sabía que llegaría este día alguna vez, Fyodor. Nosotros no estamos hechos para hacer las pases, ¿lo sabes?
—¡Jamás! Jamás haría las pases con un puerco asesino como tú, Calitzo. Tú y toda tu legión está condenada al fin.
—¡Jajajaja! ¿De verdad? ¡Qué sorpresa! Magia obscura n°9: rayo oscuro ausente—recita Calitzo al mismo tiempo que Fyodor expande su aura para comenzar a hacer brillar su cuerpo. Separa los brazos el general y los une al frente.
—Magia lumínica n°39: rayo de luz presente.
Ambos disparos tan similares como diferentes, se proyectan hacia delante e se dan de lleno. Se abre una cúpula de energía en una feroz competencia por qué mago es más poderoso.
—Vaya…—musita Kei, cubriéndose el rostro por el viento.
—El maestro ganará…
Calitzo da un más poder, empujando hacia delante su propio ataque, comenzando a dominar sobre Fyodor. Law, empuja de repente a Kei para meterlo en uno de sus portales y el vagabundo entonces se corre a un lado para dejar ganar al ataque de Calitzo, logrando cuando mucho que se desvíe para que no impacte directamente en el castillo.
Corre hacia el genera, allí comienza una serie de ataques con movimientos de artes marciales, puñetazos y patadas violentas que el general se ve obligado a esquivar. Fyodor se tambalea de un lado a otro, como si estuviese mareado, pero son movimientos previos antes de hacer un nuevo ataque. Este es el estilo de pelea de Fyodor, el estilo del borracho. Calitzo lanza un boleado, el viejo se agacha y golpea su pierna con múltiples puñetazos, a lo que el general trata de responder con un agarre pero el vagabundo se le escapa con un giro por el piso y entonces lo patea en el rostro.
—Oscuridad de destrucción.
Se anticipa y da directo con su ataque sobre el vagabundo, lo que le da la ventaja y prosigue disparando con la misma magia.
—¡Magia lumínica n°33: Mano de Dios!
Al escucharlo, Calitzo levanta la cabeza. Justo arriba suyo ve cómo una luz abre paso a una gigantesca mano de oro que quiere aplastarlo como a un insecto. El viejo se empieza a mover rápidamente hasta escaparse del área de impacto.
—Magia obscura n°3: Mano que castiga al condenado.
Debajo de Fyodor aparece otra mano gigante sorpresa, pero esta es de un violeta lúgubre, que intenta atraparlo entre su puño al cerrar los dedos, pero no lo consigue ya que el viejo se escapa también.
—¡Fyodor! ¡No puedes ganar esta pelea por más tiempo que pelees! ¡Tienes gente que proteger! ¡Yo soy un experto en mi trabajo! ¡No tengo miedo a derramar sangre como lo he hecho tantas veces!
De pie uno delante del otro, unos cuantos metros los desunen, pero suficiente como para captar la agresiva mirada del rival.
—Si hay algo de lo que estuve seguro, que lo vi he visto y lo puedo confirmar con tus palabras, es tu rol como sanguinario, Calitzo. Sé que eres un experto mentiroso, pero eres honesto cuando se trata de amedrentar.
—¿Qué sucede? Rencor por las chicas que alguna vez secuestré de tu legión, jejeje. A esas rebeldes yo mismo me encargué de eliminarlas. Es una lástima que no estuve personalmente cuando mi hijo contrato a ese grupo mercenario.
—Primero viene tu juicio, Calitzo. ¡Luego el de los Pecados Capitales!
—¿Acaso acabas de perder la cordura?
El vagabundo mueve sus manos, estira los brazos hacia delante hasta unir las palmas y allí junta los dedos y separa los pulgares. Entonces, dando una palma hacia afuera y otra hacia dentro, con los pulgares es capaz de formar un triángulo con el cual enfoca a Calitzo. Como si fuese una cámara.
—¡Todo lo que has dicho será usado en tu contra, Calitzo! ¡Te enseño mi habilidad más poderosa!
Desde la distancia, Law y Kei observan lo que ocurre, estupefactos por el nivel de poder que empieza a desprender Fyodor.
—Es la mejor técnica del maestro… he escuchado de ella por Faxu, pero jamás la vi en acción.
—Técnica más poderosa… de lujo…—comenta Kei.
En el subsuelo, donde Mokuro, Naomi y Akina están ayudando a Faxu, Misterius y las prisioneras, se ven detenidos cuando todo está temblando. El hombre del sombrero reconoce lo que pasa, ya que siente el reiki de su maestro a tal distancia.
—La técnica de mi maestro…—dice Law. —Es el famoso sello del génesis.
—¡No te temo, Fyodor! ¡Si no aprovechas esta oportunidad, será mi turno!
—¡Sello del Génesis: Los cero muertos!
En primer lugar, bajo de ellos brilla de dorado. Luego, un círculo se dibuja en el suelo, encerrando tanto a Calitzo como a Fyodor. A esto le sigue el dibujo de un cero al centro del círculo y, por último, un triángulo equilátero sobre el mismo cero.
—¿Y qué chiste es este?
—El sello del génesis es la justicia ciega en acción. El castigo para aquellos que lastiman a sus hermanos, a los de su misma especie, para aquellos que le arrancan la vida a un igual. Eso se encarga de juzgar mi mejor técnica, mi habilidad propia. El Sello del génesis busca en nuestro baúl de los recuerdos para comparar quién es la peor criatura humana. El que más haya matado personas será juzgado.
—¿Eh? ¡Si querías jugar al profesor de derecho penal me hubieses avisado, Fyodor! —Calitzo apunta con su mano, algo molesto por lo que ocurre. No obstante, se da cuenta que no puede emplear su propio reiki.
—Solo el sello del génesis puede funcionar dentro del sello del génesis, tampoco puedo cancelarlo. Yo no he asesinado a ninguna persona, Calitzo. Pero tú ya has confesado tus crímenes. ¿Y sabes cuál es el castigo?
Aprieta los dientes enseñando su rabia. Queda atento a escuchar lo que dice Fyodor.
—El castigo es ir hasta el primero de los recuerdos y borrarlos a todos por completo. ¡Se terminó, Calitzo!
—¿¡Qué!?—exclama el general.
—¡Sello del génesis has tu…! ¡Sentencia!—Fyodor deja de hacer el triángulo con sus manos y une las palmas en un aplauso.
—¡No puede ser!—Calitzo empieza a notar que ahora él no puede moverse, que el Sello del Génesis se dibuja en sus frente, y lo que es peor de todo, el gran sello empieza a reducir su tamaño hacia Calitzo, dejándolo encerrado solo a él. —¡No! ¡No! ¡No! ¡Fyodor, detén esto, maldición!
—No puedo detener mi propio poder…
El noble no está preparado para esto y no descree para nada de las palabras de Fyodor, por lo que su corazón se sobre acelera en su desesperación. El sudor y la confusión lo atañen, hasta que puede ver incluso sus más viejos recuerdos….
La sentencia sobre Calitzo, maestro de la Legión Endless Paradox ha sido realizada. ¿De verdad la habilidad del viejo vagabundo le generara una amnesia completa?
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