Khax: un nuevo despertar - 11

Cuatro años antes de la muerte de Silver en un lugar dentro de las edificaciones de la Familia Leo se reunían un grupo de personas de varias edades – Risas – “No puedo creer que el anciano haya atrapado a un nuevo Domador” decían entre risas y alegrías.

“Están casi extintos…” respondía una joven con mirada al cielo como pidiendo ayuda al sol y a la luna.

La presión en la habitación se distorsiona, la temperatura da un vuelco estruendoso y las personas incapaces de resistirlo caen desplomadas al suelo; segundos después un anciano se acerca a la entrada caminando muy lentamente, la sensación que excedía era la de un ser todo poderoso, la gravedad y la vida misma se oponían a su existencia pero no podían hacer nada por falta de fuerza.

Solo los Rangos Rojos o superiores podían resistir tal presión sin desmayarse, los únicos que resistían sin ningún esfuerzo eran los Rango Violetas; esta denominación se le otorgaba a aquellos Zays que sobrepasaban el Rango Rojo pero jamás iban a alcanzar el Rango Azul, tales sujetos ocupaban puestos extremadamente altos dentro de cada familia, personas importantes y con tanta experiencia como la vida misma.

“Anciano al fin llegas…” dice un rango violeta entre sonrisas.

La explosión de un Nid inmenso se esparce dentro de los territorios de la Familia Leo, el anciano aprieta su puño levemente y el rango violeta que acababa de hablar cae de rodillas frente al viejo “Creo que no deberías referirte a mí de esa manera, de lo contrario…” el anciano le susurraba en el oído.

“Basta de exhibiciones, libera tu Khax de inmediato” dice la voz de una mujer de mediana edad y un Nid casi de la misma densidad se encuentra con el del anciano causando ondas expansivas de choque destruían todo a su paso. El Khax del anciano era dimensional, lo que quiere decir que solo una persona puede domarlo a la vez; domaba todo referente a la Presión, un Khax metamórfico lo cual sobrecargaba de Nid a su usuario.

El Rango Violeta sintió como se liberaba la presión que se ejercía sobre su cuerpo, se podía ver salir sangre de sus oídos, nariz y boca; las heridas internas tardarían meses en sanar, allí entendió la diferencia de poder entre Rangos.

“¿Crees que por ser la persona más joven en alcanzar el rango azul en menos de cien años eres especial?” reía el anciano mientras analizaba su situación; se encontraba rodeado de rangos violetas y por supuesto la dama rango azul, quien sabía que podía vencer pero le costaría mucho de sus recursos para lograrlo – Silbido – “Esta bien, está bien… no los molestare más, sé que el campo de batalla es tu jurisdicción pero, el que gane lo tomare como mi discípulo” caminaba de un lado para otro inspeccionando todas las posibilidades de escapar en caso de una batalla fortuita – Respiración profunda – “¿ESTA CLARO?” un aura zafiro rodeaba al viejo, su Nid era visible para el resto del mundo… una demostración de poder que dejo atónitos a todos lo presentes y a toda la Familia Leo.

Presente*

“Noooo…” Hahm gritaba desconsolado por la pérdida de un ser querido, su único compañero, no podía aceptarlo; años y años compartidos, entrenando y compartiendo momentos, los sentimientos de Hahm no se podían ocultar, perder a Silver era como perderse a sí mismo; de rodillas junto al cadáver del demonio [recordando que a los animales con capacidades de doblegar una voluntad se les conoce como demonios] siente una presencia, era una presión que ya había sentido antes y un sentimiento de ira lo invade, Hahm con lágrimas en los ojos se levanta y comienza a generar cada vez más Nid a su alrededor, un aura naranja rodeada todo su cuerpo, sus ojos igual al color del aura – Nid Optimizado – usando una técnica de rango azul se dispone a atacar al anciano que lo había oprimido hace cinco años, la misma persona que los movió hasta ese infierno, la misma persona que acababa de asesinar a Silver.

En cuestión de milésimas de segundos – Flash – Hahm aparece detrás del viejo, hace un gesto con las manos con forma de pistola y dice “Batalla mental, Khax Metafísico… Actívate”.

La presión en el campo de batalla aumenta descomunalmente obstruyendo la habilidad de Hahm en su totalidad y una mirada de sorpresa se dibuja en el rostro del anciano “La Voluntad de Batalla usada de forma metafísica… extraño” su mirada fija en el Zay tratando de entender la situación.

La impotencia era palpable dentro del área que rodeaba a Hahm – Nid optimizado – sus ojos a máximo poder estallaron convirtiéndose en un mar de llamas, se podía ver un mar de sangre dentro de ellos – Flash – Hahm se mueve a una velocidad casi imperceptible para el anciano dejándolo atónito, cada cosa que hacia el joven era una sorpresa para la experiencia en vida del rango azul.

“Voluntad, Khax Metamórfico actívate… Muerte” se podía escuchar murmurar a Hahm estas palabras en un tono de voz imperceptible, era como si hablara consigo mismo, entendiendo que en ese momento el Zay estaba doblegando una voluntad, la voluntad sobre la ley que gobierna los seres vivos… La Muerte. Uno de sus ojos comenzó a llenarse de todos los colores que existían en el universo, la oscuridad se apodero de él; su ojo izquierdo negro y su ojo derecho naranja. Hahm cerrando su ojo derecho libero todo el Nid que ejercía su nuevo color de ojo y una explosión de polvo se extendió por el campo de batalla, la tierra comenzó a deteriorarse al igual que los árboles y cualquier vegetación cercana al Zay; el poder del Nid ejercido por Hahm era abismal, la tierra en un radio de cinco metros tomándolo como centro, se hundió cincuenta metros de profundidad, uniendo su dedo índice y medio toco la frente Silver.

Una implosión dentro del cuerpo de Hahm destruye su cuerpo y comienza a deteriorarse para después desaparecer por completo “Batalla Interna” fueron las únicas palabras que pudo pronunciar para activar una combinación de Khax entre físico y metafísico; lo único que lo mantenía vivo era su voluntad de batalla.

Hahm intentaba domar la Muerte mientras esta se defendía tratando de tomar su vida por haber portado su poder sin siquiera domarla, era una vergüenza para la muerte pero, poco a poco se fue apagando la llama en su poder para resistir al Zay.

– Sonidos de tambor – el corazón de Silver volvía a la vida por los esfuerzo de su maestro y abriendo los ojos un resplandor amarillo cegaba todo a su paso.