La canción del cielo nocturno - 07

Luego de un día de escuela, me estiro en mi cama. ¿Para mañana tengo una prueba? Me levanto a recoger mi mochila que está en mi escritorio; un temblor sacude mi habitación. Caigo al piso y me aferro a la silla. Mi cabeza retumba con un pitido molesto. A duras penas me pongo de pie y camino hasta la puerta, sin embargo, no puedo abrirla. Me acerco hasta la ventana, pero antes de alcanzarla, la habitación se encoje y retuerce. Atrapado, no me queda de otra que quedarme aquí. De pronto, todo se vuelve gris… A excepción de un par de cosas.

Agarro mi querida guitarra eléctrica que aún conserva sus colores. La examino como si fuera la primera vez que la vi. Intento tocar mi melodía favorita y fallo en una nota. Lo vuelvo a intentar y fallo tres seguidas. Quizás no llegaré a convertirme en una estrella de rock como soñaba de niño. Quizás si dejara todo de lado y me dedicara a mejorar… ¿A mi edad y todavía no soy buen guitarrista? ¿Quién querrá escuchar música que fue popular hace décadas? Mis dedos se deslizan por las cuerdas, pero solo se escucha un fracaso. ¿Para qué seguir? La dejo sobre la cama y se vuelve gris.

Recojo del suelo una fotografía donde estoy yo junto a mi novia. Estábamos tan felices aquella vez; cuando teníamos trece. Ahora ni nos vemos. Desde que se cambió de casa solo hablamos por el celular. Nunca hay tiempo porque todo se gasta en los estudios. ¿Me seguirá queriendo incluso cuando vayamos a la universidad? ¿No se enamorará de otra persona o quizás ya tiene otra pareja? Entonces, ¿para qué seguir? Dejo la fotografía en el suelo y se tiñe de gris.

Al voltearme, encuentro mi espejo. Acerco las yemas de mis dedos hasta mi cara. Al tocar mis labios, la sonrisa que tengo desaparece; me vuelvo gris. La puerta se abre con fuerza y una luz me enceguece. ¿Qué colores veré, al salir a este nuevo mundo?