La Daga del Emperador de Plata - Volumen II - 16
Ella solamente tenía 9 años cuando la conocí, sin embargo Ariel no me cayó en gracia al principio; estaba muy mimada por sus padres, y tal vez la razón de ser tan consentida era para suplir el tiempo que no pasaban con ella… ¿Qué culpa tenía Ariel de haber sido concebida entre dos científicos?
Los Labelle y los Beaulieu siempre tuvieron una gran relación familiar, por eso no vi problema en financiar un ambicioso proyecto que la madre de Ariel estudiaba desde hace muchos años, y que por falta de recursos no había llegado a ejecutar; sin embargo… yo sólo vi una pequeña oportunidad que podría llamar la atención de quienes algunos consideraban como dioses, cazadores en las sombras, y protectores jurados del mundo humano y de otros universos… En verdad me sentía obsesionado con Juuni Bumon, y captar su atención era mi razón de existir; solamente tenía que idear una forma, aunque me llevara años lograrlo (risita silente)…
Junio 27 de 2.018.
8:07 pm. Londres, Inglaterra.
Perspectiva de Iori: fue un alivio recibir refuerzos inesperados en medio de nuestro conflicto contra el líder de Empire Company London, mas no fue tan gratificante con quien aparecía para apoyarnos, no estando ella en plenas condiciones, aun si pudo repeler el mortal haz de luz que pudo terminar con mi vida y la de Vania. Nunca antes había visto a Yuna tan pero tan herida, y por cosas así no deseaba que se volviera a involucrar en asuntos como con los que lidiaba aquella noche; tenía grabada en mi memoria aquella noche en Liverpool, y en ese momento parecía repetirse casi la misma historia…, quizás fue el motivo por el que reaccioné de esa manera…
— ¿¡Qué carajos haces aquí, Yuna!? —reclamé muy exaltado, sin embargo alguien alegó por ella.
— ¡Maldita sea! ¡Se dice “gracias”! —Y aquella fue la valquiria, Thruda, exclamando indignada— ¿¡Qué clase de malagradecido eres, mocoso de mierda…!?
— ¡Thruda, cálmate, por favor…! Sé que molesta, pero no es el momento… —intervino Nesea, la nereida; todas lucían un tanto desaliñadas, notándoseles que habían batallado también junto a Yuna, en especial la valquiria— (Mira a Iori) Me cuesta ver por quien se ha estado angustiando Yuna ¡Que insensible eres…!
— ¡No lances conjeturas sin saber lo que pienso o siento, Nesea! —exclamé indignado, sintiéndome frustrado pocos segundos después— Con heridas así de severas, Yuna no debería estar aquí… Es el peor escenario posible y no quiero que se lastime más de lo que ya está.
— ¿…? ¿I-Iori…? —Y Yuna simplemente expresó ruborizada, lo que hizo que me sonrojara al oírla decir con timidez— E-Estoy bien…, aunque n-no lo parezca…
— Y-Ya veo…; es bueno saberlo…
— ¡…! Perdona por decirte esas cosas sin saberlo… —dijo apenada la nereida, Nesea; la valquiria, Thruda, también expresó entre la vergüenza y la obstinación.
— Y-Yo también me disculpo por lo de antes…
— D-De acuerdo, acepto sus disculpas… —expresé tímidamente, pero mi actitud cambió en segundos, tomando una actitud seria y determinada— pero tenemos a alguien a quien debemos derrotar… ¿Vania? —y ella, aun absorta en la confusión y el asombro, miraba perdidamente…, hasta que me atendió casi distraída, lo que me preocupaba levemente— ¿…? ¿Estás bien? ¿Puedes seguir combatiendo?
— ¿…? Eh…, s-sí…, sí puedo… Debemos derrotarla cuanto a… ¿…?
Vania no se veía muy convencida de seguir en batalla, pero independiente de haber sido desmoralizada, ella de repente cayó desmayada cuando intentó ponerse de pie. A todos nos desconcertó verla tan inesperadamente fuera de combate, y aunque quisiéramos… Ariel no nos dio tiempo para atender a Vania, atacándonos sin elegir su objetivo…
Fue un zarpazo brutal el que eludimos por fortuna, incluso Thruda pudo cargar con Vania y evadir la ofensiva de Ariel; entonces, activando el efecto del Sanjigen Janpu, me desplacé con gran velocidad para intentar agredirla desde arriba, y eso ella se lo esperó cuando detuvo fácilmente mi tajo descendente, sin embargo Yuna atacaba desde el costado derecho de Ariel, lo que no esperó recibir cuando ella la abordaba con un tajo en diagonal, ataque que perpetraba de manera ascendente y con su mano derecha mientras blandía en ese momento una espada de tono rojizo rubí, perdiendo de vista la espada anaranjada que blandió Yuna antes, con la que repelió el ofensivo haz de luz de Ariel. No obstante, a pesar de haber sido abordada por sorpresa, Ariel me repelió junto a mi ataque, y con el impulso ejercido para repulsarme logró detener la ofensiva de Yuna tras un rápido giro de su cuerpo, acomodando su guadaña con pose defensiva; con ese mero movimiento y la posición de su arma, Ariel simplemente agregó una patada hacia abajo para impulsar un poco su guadaña, impactando la larga empuñadura para desequilibrar a Yuna y repeler su ataque, exponiéndola al zarpazo que surgía de su arma que maniobraba como bastón circense, dirigiendo su cuchilla hacia el abdomen de Yuna.
Viendo que era inevitable que Yuna resultara letalmente herida, activé de inmediato el Jikan no Nagare para detener el tiempo aun estando en el aire y después de haber sido repulsado. Cuando aterricé en cuclillas, corrí de inmediato para sacarla del rango ofensivo de la “Shinigami ten Kara” (la Shukketsu de Ariel, antes de Samael o Sam-El Tendo), y debía ser bastante rápido…, porque una vez hiciera contacto con Yuna el flujo temporal regresaría y me expondría yo al zarpazo, lográndolo afortunadamente; sin embargo…, al ir tan rápido, perdí el equilibrio por culpa de mis pies, tropezando abruptamente mientras cargaba con Yuna en mi brazo izquierdo, y agravando su estado físico tras lastimarle su brazo herido, pero era eso o exponerla a la muerte.
— ¡Lo siento mucho, Yuna! ¡No era mi intención…! —le dije con leve angustia al verla aquejada por el dolor, sin embargo Yuna me respondió con una sonrisa que intentaba disimular su dolor.
— T-Tranquilo, Iori. Sé que no es tu culpa… ¿¡…!? ¡¡CUIDADO!! —y de repente Yuna gritó con preocupación…
Ariel no nos daba ningún respiro, abordándonos con cuanto ataque que pudiera perpetrar sin cuartel, pero tal parecía que olvidaba que Nesea y Thruda hacían parte de la contienda, siendo la primera la que nos defendió del zarpazo en descenso al crear hilos finos de pura agua, puestas con gran rapidez y tan resistentes que detenían la cuchilla de Ariel; entonces, prácticamente inmovilizada, Thruda tuvo la oportunidad de atacar a nuestra joven oponente, repeliéndola de un puño derecho que pudo defenderse estando la valquiria en el aire, pero también de una patada derecha aérea que la misma logró conectar tras un giro rápido de su cuerpo, impactándole entre el hombro y el brazo izquierdo de Ariel.
— Bien hecho, Thruda —dijo Nesea con seriedad, y Thruda respondió igual de seria.
— Tú también, Nesea; esos hilos que creaste fueron suficientes para poder detenerla un momento.
— Gracias; lástima que no pude traer conmigo más agua del plano real —lamentaba seriamente Nesea— Blossom, apenas nos acercó hasta aquí, la perdí de vista… ¿A dónde se habrá ido? —agregó seria, preocupada y confundida, pero fue irrelevante cuando sentimos un efímero temblor que detenía el combate…
Perspectiva de Heinz: nos concentrábamos en nuestra lucha contra el pequeño ejército de “Servus”, el que prácticamente estaba extinto; “Mr. Hyde” abatía al último de ellos que lucía en condiciones perfectas para seguir luchando, aplastando su cabeza contra el concreto que se agrietaba y se manchaba de sangre, esparciendo en ella también fragmentos craneales y restos cerebrales que daban fe de cumplir su desquiciada meta. Fue una ardua labor que nos dejaba a casi todos agotados, sucios y desaliñados, pero nuestra lucha continuaba con aquellos que se esforzaban en seguir combatiendo, siendo alrededor de 11 a 12 Servus que ya ni sanaban como antes…; sin embargo, cuando debíamos continuar, por lo menos a mí me llamó la atención el ver como las plantas superiores de la edificación principal colapsaban, alcanzando cierta parte de la 6ta planta, donde se detenía el posible colapso total del edificio principal de Empire Company London.
Me llenó de angustia por simple y llanamente recordar que Iori Kurosawa, Oana Northrop y Vania se hallaban dentro, encarando precisamente al enemigo que se ubicaba en esas plantas colapsadas, mas no contaba con el tiempo para asistirlos cuando debía lidiar con un monstruo incontrolable; debía hallar la manera de regresarle su cuerpo al profesor Jekyll, pero nada me señalaba que fuese sencillo, así que en actitud desafiante apunté mi pistola dorada contra Mr. Hyde…
— ¿…? ¡Ja, ja, ja…! ¡Apártate, King! —Dijo Hyde mirándome fijamente con insignificancia, sonriendo siniestramente— ¡Hace tiempo que Henry (Jekyll) no me dejaba salir a “jugar”, así que no tengo por qué regresar a dormir tan pronto!
— ¡Ese no fue el trato, Hyde! ¡Tarde o temprano retornarás a tu profundo sueño! —Y yo me atreví a contestarle valiente y decididamente— ¡Duérmete de forma pacífica y nadie tendrá que salir herido!
— ¡Jah! ¡Qué atrevido eres, King! —Pero Hyde no mostraba señas de querer cooperar, incluso extendía sus brazos y se exponía de manera desafiante para dejarse someter— ¡Quisiera ver que lo intentaras! ¡Y sé que no serás capaz de dañar el cuerpo de Henry!
Su sonrisa me hacía perder la poca paciencia que me quedaba, tal vez fue un error dejarlo salir… En el pasado, antes de que yo fuese reclutado por K’, el profesor Jekyll era objetivo constante de la agencia, sin embargo la causa real era por Hyde…, y lo que él me restregaba era muy cierto…, yo no sería capaz de lastimar el cuerpo del profesor, pero jamás le di a entender que lo haría y él tampoco esperó como sería sometido.
Amarïe también estaba agotada, aunque igual se las arregló para materializar fuertes cadenas con sus artes alquímicas, metálicas cadenas que emergieron del suelo con las que sencillamente sometió a Hyde y lo dejaban de rodillas frente a mí. Él forcejeaba con furia, mas no daría resultado aunque desatara toda su fuerza bruta, ahora el inconveniente era someterlo mentalmente…, pero ya contaba con la persona indicada…; entonces, sólo por un momento, dejé que Rafael tomara posesión de mi cuerpo, y él con facilidad posó mi mano derecha sobre la frente del cuerpo del profesor y dejó inconsciente a Hyde, posteriormente devolviéndome mi cuerpo…
— Una cosa menos por qué preocuparnos —expresé aliviado tras un profundo suspiro, pero como había mencionado… era una preocupación menos, sintiendo un efímero temblor en los alrededores— ¿…? ¿Qué fue eso…?
— Se sintió muy cerca de aquí… —comentó Amarïe con seriedad y leve angustia. Damien también comentó al respecto y bajo la misma actitud de mi atractiva subordinada.
— Sí… me pregunto ¿Quién o qué será el causante? —eso dijo cuándo se acercaba a nosotros (Amarïe y Heinz).
— Heinz…, hace poco sentí el poder de un ángel… —y Rafael me lo mencionó mentalmente— Se parecía mucho al de Sam-El, pero ambos sabemos que no es él.
— Eso significa que… debe ser su hija, Ariel Beaulieu —pensé con cierta angustia, manteniendo la conversación con Rafael, pero luego les dije a Damien y a Amarïe seriamente— Tengo que ir a investigar… Te encomiendo al profesor, Amarïe, por favor; así que espero y lo cuides como es debido. Damien, tú vienes conmigo; debo investigar lo que está ocurriendo ahí dentro (el edificio principal que casi colapsa) ¿Me hago entender?
— ¡Entendido! —respondió Damien decididamente.
— ¡Sí, capitán! —y Amarïe respondió igual.
— ¡Excelente! Entonces… ¡Vamos!…
Perspectiva de Klaus: había regresado a mi laboratorio personal gracias a Katze, construido específicamente para poder albergar inclusive dentro del Reflektierter Raum… ¿Cómo lo logré? Solamente necesitaba obtener una Shukketsu y a un Versteckt para lograrlo. Fue muy complicado hacerlo; subestimar el conocimiento de los Steiner sería un gran pecado y también un gran irrespeto, no obstante me enorgullecía el poder alcanzar así fuese una fracción de lo que ellos han logrado, y eso era motivación suficiente para completar mi experimento…, lo único que no preví fue encontrarme a una bella intrusa…
Cuando Lilith se hizo con una Shukketsu, el primer paso en mi plan dio inicio…; luego vino el conseguir la Versteckt que respondiera a la Shukketsu en particular, tardando alrededor de 6 meses en ubicarla para después someterla, siendo igual de complejo y llegando a lograrlo en casi 3 meses y medio. Durante un tiempo me dediqué en analizar la Shukketsu, sirviéndome de base para la creación de las Zenmetsus mientras mi socio, Grigore von Ewig, se encargaba de completar el entrenamiento de los jóvenes Gläubigers que había reunido, con los que doté con aquellas armas que poco después terminó un maestro herrero traído directamente de otro mundo, y así inició la cacería de los portadores de los sellos de ‘Sealant’.
— ¿Te causa curiosidad, mi bella autómata? —me dirigí a la Versteckt que estaba invadiendo mi laboratorio, aquella que observaba curiosamente a su igual encapsulada— La que tienes frente a ti responde al código alfanumérico: L-37411, conocida como…
— “Leta” (Lita) —dijo la Versteckt que me interrumpió repentinamente— Según la base de datos compartida, ella fue inmediatamente desvinculada del sistema el 17 de Marzo del 2.017; eso redujo nuestra eficacia en un 0.02%, tan insignificante que fue pasada por alto su extravía; sin embargo ella continuó su principal misión, razón para no alarmarnos al mantener el Reflektierter Raum dentro del balance adecuado.
— ¿Es así? Creí que su ausencia traería grandes consecuencias —comentaba sonriendo serenamente— Por cierto (mira a la Versteckt) ¿Cómo te identificas tú, mi bella autómata?
— B-10550, pero respondo al nombre: “Blossom” —amablemente me respondió aquella bella autómata— Ahora, si me permites comentar…, creo que “Leta” ha alcanzado los valores máximos de absorción de partículas de Maná impuras; valores tan altos podrían desatar un terrible predicamento en el mundo humano.
— ¿Q-Qué está diciendo esa Versteckt…?
Su llegada me sorprendió un poco, pero ¿Qué podía esperar cuando yo mismo le enseñé el camino a mi laboratorio personal? Tal parecía que Huan tenía una buena memoria, llegando al mismo lugar donde fue sometido quirúrgicamente para tratar su brazo cercenado, dotándolo de la prótesis con la que ya no contaba tras su reciente e inesperado arribo.
— ¿Qué es lo que intenta hacer, señor Klaus…? —Y Huan insistía con sus inquietudes innecesarias, exaltándose angustiosamente— ¿Qué es lo que pretende con aquella Versteckt? ¿Es esta alguna manera de rebelarse contra ‘Umbra’…?
— ¿Por qué me rebelaría contra mí mismo, Huan Zhu? —pero para callarlo tuve que revelarle algo lo suficientemente impactante, expresándome lo más serio que pude— Siempre se han considerado el escuadrón personal de “Umbra”, pero piénsalo… ¿Quién los acogió cuando lo perdieron todo en su vida? ¿Quién los dotó con las Zenmetsus? Y ¿Quién los nombró los “Krieger”? Todo fue idea mía, “Nuntius”; yo soy… “Umbra”.
— N-No puede… No puede… ser… ¡Está mintiendo, señor Klaus! —al principio reaccionó angustiado y confundido, pero después reaccionaba exaltado y negándose a la “verdad”— ¡Usted no ha mostrado signos de ser un Gläubiger…! —Y nuevamente lo dejé en silencio con mis fuertes palabras…
— No tengo por qué… Si bien me he desprendido de aquello que condenó a los Mystics al olvido… ¿Qué te hace pensar que no soy un Gläubiger? —le decía con seriedad, sonriendo serenamente— Según tú ¿Qué te califica como un Gläubiger…? ¿…? (mira a Blossom) Por cierto, si te has presentado aquí a mi laboratorio…, acaso… ¿Pretendes detener mis planes?
— Aunque quisiera, no podría. No me incumbe hacerlo aunque supiera cuales sean las graves consecuencias que sus acciones traerán —respondió Blossom inmutablemente— Está a punto de desatar una catástrofe si deja que “Leta” continúe intentando purificar el Reflektierter Raum por su cuenta, absorbiendo todas las partículas impuras de Maná que se han acumulado en esta zona.
— ¡Oooh! Entonces sabes qué pasará si absorbe demasiadas partículas negativas ¿Verdad?
— ¿…? ¿Q-Qué pasará…? ¡Díganme qué pasará! —Mientras que yo comentaba tranquilamente, Huan se mostraba impaciente, exigiendo incluso respuestas— ¡O tendré que someterlo a usted, señor Klaus, si es necesario con tal de conseguir res…!
— “Servitutis Sigillum”.
Huan Zhu comenzaba a ser una “piedra en el zapato”, fue por eso que debía hacer algo al respecto, y lo viable aquella vez fue recitar dos simples palabras para dejarlo de rodillas y con un insoportable dolor que paralizaba todo su cuerpo. Era hermoso ver como unos pequeños glifos de tono magenta se dibujaban sobre su cuello, además de escuchar sus pequeños alaridos, señales de que lo impuesto secretamente por Grigore seguía funcionando; entonces, para contemplar más de cerca, me le acerqué y me le agaché de frente para apreciar sus dolorosas gesticulaciones…
— Aunque no me consideres un Gläubiger como el resto de los Krieger o los agentes de K’, basta con recitar este Exponentia para hacerte tragar todas tus palabras… Ahora, respecto a tu inquietud (se pone de pie y se aleja de Huan), lo peor que puede suceder es que la Versteckt se convierta en un “Verschlinger”, el motivo por el que Juuni Bumon ignore por completo al mundo humano, limitándose a enviar a jóvenes ‘Slayers’ para contener a Mystics que han perdido la razón y que han acumulado energía mágica impura. (Mira a Blossom otra vez) Ustedes las Versteckts, con el tiempo, eliminan esa energía mágica impura ¿Cierto?
— No tengo autorización para hablar de ello, incluso a un ser humano con sus capacidades —respondió Blossom, permitiéndome hacer conjeturas a diestra y siniestra.
— Supongo que por los Steiner no se te permite comentar sobre los Verschlingers; eso es más que obvio, por supuesto… ¿Hmm? (pose analítica) Con todo el revuelo de los clones de segunda clase, los que posiblemente han debido eliminar el escuadrón Dunkelrot dirigido por el agente Heinz King, ya debió alcanzar los niveles críticos necesarios para liberar la “catástrofe”… ¿Tú qué opinas, Blossom?
— No hay mucho por lo que tenga que opinar, no obstante me inquieta sólo una cosa… —me decía Blossom bajo una mirada intranquila, siendo por primera vez que veía a una Versteckts dar expresiones semejantes— Desde que capturaste a “Leta”, debiste alterar su funcionalidad, ya que ningún Versteckt permitiría alcanzar niveles críticos de impurezas.
— ¿Eeeh…? ¿Te diste cuenta? ¿…?
La conversación con Blossom era interesante y la revelación de mis metas gratificante; siendo sincero… no me gusta engañar a los demás. No había terminado de explicar todo cuando repentinamente “Leta”, la Versteckt que había capturado, empezaba a reaccionar de forma negativa; ver las grietas leves en su piel blanca que comenzaban a verse más profundas y extensas que antes me preocupaban un poco, no previendo que la transición de “guardiana” a “destructora” empezaba antes de lo calculado; atestiguar el retorcer de su cuerpo, tal y como si experimentase dolor, y observar sus ojos que se movían descoordinadamente, cada ojo hacia direcciones opuestas… hasta que se fijaron hacia un solo punto, rayando sus pupilas cuando las iris se tornaban color miel y sus globos oculares se volvían completamente negros, expresando una siniestra mirada.
De su piel agrietada brotaba un espeso líquido de similitud a la lava volcánica, y conforme se regaba sobre su cuerpo… su tez blanca se tornaba oscura y quemada, derritiendo inclusive la reveladora armadura plateada que la revestía en algunas partes íntimas de su figura esbelta; sus feéricas alas se desintegraban como cenizas al aire, y el casco protector se fundía con las hebras de su cabellera calcinante, aquel que se tornaba con la gama de colores cálidos. Su cuerpo quedaba expuesto a la desnudes levemente explicita, y fueron aquellos fragmentos de su piel caída los que censuraban sus intimidades, cayendo como costras negras…; toda aquella transición hizo que la capsula colapsara, quebrando el vidrio que la aprisionaba mientras la capsula culminaba derritiéndose por completo, liberándola en ese plano aparte bien replicado.
— ¡Wooow! ¡Maravilloso! —decía admirando tal resultado, pero Huan sólo podía verla aterrado, y Blossom parecía inmutable— ¡Conque este es el resultado! ¿Eh?
Aquella figura fémina corroída no me daba tiempo para seguir admirándola, cuando inesperadamente se abalanzó en contra mía…; no sé si fue suerte o qué, sin embargo Blossom no se quedó quieta…, haciendo algo al respecto. Sabía que no lo hizo por mí, y yo sólo estuve en el momento indicado para atestiguar como una simple Versteckt contenía sencillamente a una Verschlinger recién nacida, aprisionándola en un cubo azulado y traslucido de energía pura…
— ¿…? ¿Qué haces, Blossom? —pregunté confundido.
— Conteniendo a la Verschlinger mientras el resto de las unidades cercan un perímetro y dan aviso a los Mysthic Slayers que cuenten con mayor disponibilidad —y en cierta manera me sorprendía el que respondiera a mi inquietud así como si nada— Me preparé de antemano cuando vi su estado. Sólo espero que las contramedidas se ejecuten a tiempo… ¿…?
Estaba emocionado con sólo ver a un Verschlinger en acción, cuando me emocioné mucho más al ver la expresión atónita de Blossom, siendo testigo en primera fila de como la antigua Versteckt rompía el cubo que la privaba de su libertad con un solo alarido agudo. Después sólo le bastó con extender aquel líquido caliente que desprendía de su cuerpo, y convertirlos en ramificaciones afiladas que perforaban algunas partes del cuerpo de Blossom, flexibles estacas que emergieron de su cuerpo corroído y que se aferraban al mismo, también pretendiendo agredirme…, fallando en el proceso.
— ¡Phew! Parece que el código que implanté de antemano funcionó después de todo —dije con alivio— aun así no me confiaré de ello y me marcharé…
— ¿A dónde crees que vas, Klaus Labelle?
Pretendía irme sin más, mas no recordaba por un momento la presencia de Huan Zhu dentro de mi laboratorio, quien de forma traicionera se abalanzó en contra mía…; no obstante, a pesar de que prácticamente me era imposible escapar de su arremetida, la Verschlinger fijó su atención sobre él y lo atacó también con esas afiladas ramificaciones, clavándose en puntos vitales de su cuerpo, mientras yo sólo silbé tan agudamente que Katze respondió a mi llamado, apareciendo a mi siniestra tras una tenue distorsión espacial…
— Oye, Huan Zhu… —lo miré bajo una expresión despótica y desinteresada, diciéndole seriamente unas últimas palabras— No tenía planeado el que este lugar se convirtiera en tu tumba. Elegiste el momento y el lugar equivocado para desperdiciar tu insignificante vida… Hasta nunca, Nuntius…
Antes de marcharme junto a Katze, vi como la Verschlinger se lanzó contra la parte superior de mi laboratorio, arrastrando consigo a Huan Zhu y a Blossom, e impactando violentamente contra esa parte con tal de salir, supuse en ese instante, hacia la superficie…; si así era el caso, debía recorrer lo equivalente a 7 plantas subterráneas para salir a la superficie, sin embargo ya no sería de mi incumbencia lo que pasaría a partir de ese momento, escapando junto a Katze así sin más del mundo humano…
Perspectiva de Yuna: no había indicios esperanzadores que nos otorgara siquiera un balance en el enfrentamiento contra la jovencita de una sola ala, aquella que se reponía del ataque de Thruda sin problemas y que pretendía continuar con su ofensiva…; sólo el efímero temblor paralizó nuestra batalla, atestiguando la abertura abrupta del suelo como si se de una erupción volcánica se tratara, emergiendo del agujero que esparcía escombros por doquier una fémina y siniestra figura que aferraba consigo dos cuerpos, aquellos que detallé rápidamente, y dándome cuenta que uno de ellos era una Versteckt que lucía severamente dañada, a la que soltó una vez el siniestro ser aterrizó de cuclillas, arrojando junto al otro cuerpo que ataba con ramificaciones calcinantes contra el suelo en el que impactaban sin piedad.
La Versteckt en cuestión se veía seriamente herida, luchando infructuosamente para levantarse del terreno agrietado, permitiéndome detallarla aún más. La susodicha no contaba con la corona metálica propia de ellas, además su reveladora armadura estaba casi destrozada, y su piel presentaba laceraciones y contusiones evidentes, algo que me sorprendía al tratarse de un ser de su calibre; por otra parte…, describir como lucía el otro cuerpo era un poco repugnante y aterrador, siendo irreconocible desde mi punto de vista por toda la sangre que lo bañaba, aunque en sí ya no contaba con su brazo izquierdo…, se notaba cuan joven era, suponiendo que había llegado hasta la superficie sin signos vitales…
— ¿¡…!? ¿¡Hu-Huan…!? ¿¡Por qué…!? —Eso decía atónitamente la jovencita de la guadaña dorada, indicándome que ella, por lo menos, tenía relación alguna con el posible occiso— ¿¡Qué te ocurrió, Huan!?
— ¿¡…!? ¿Nuntius…? — Iori también lo reconoció, identificándolo desconcertadamente.
— ¿¡…!? ¡T-Thruda…! ¿Qué r-rayos hace…? ¿Por qué hay un Verschlinger aquí en el mundo humano? —y Nathalie elevó mis preocupaciones ante aquella inquietud, señalando el peligro al que nos exponíamos…
La supuesta Verschlinger no tenía un claro objetivo, sin embargo la inesperada acción de aquella joven de la guadaña nos convirtió rápidamente en su presa, puesto que con increíble velocidad la abordó desde arriba, arrojándole una ofensiva en diagonal descenso, quizás conseguir cercenarla gravemente; no obstante… la Verschlinger supo defenderse de tan poderoso ataque con sólo interponer su antebrazo izquierdo, deteniendo eficazmente la ofensiva que terminaba hundiendo los pies de la corroída criatura fémina sobre el terreno que se agrietaba por el impacto, pero culminaba de manera inesperada en la fractura de tal extremidad, reaccionando inmutable frente a eso. La chica que empezaba a detallar minuciosamente, de repente le encontré claras semejanzas con Ancilla, resultando más inmadura físicamente, y aunque contara con una fuerza y velocidad sorprendentes para su edad, fue repelida y expuesta al romper su postura de combate, dejándola vulnerable al puñetazo derecho que la Verschlinger lanzó sin contención.
Me sigo cuestionando el por qué actué en esa situación; ella era nuestra oponente en ese momento, la que se atrevió a atacar a Iori y a Vania…, sin embargo yo simplemente blandí a Ruby y la balanceé de forma ascendente, liberando una poderosa ráfaga del “Kuroi Chi no Odori” de la que estuve segura de haber conectado con éxito, pero verla ilesa y recuperada de aquella reciente fractura, me hizo dudar y a la vez perder la esperanza de derrotarla, mas no fue desalentador del todo, atestiguando que había logrado que nuestra supuesta oponente saliera del alcance ofensivo de la Verschlinger…
Perspectiva de Ariel: no esperé jamás su ayuda; aquella chica de espada rojiza me tomó por sorpresa cuando me salvó del ataque inminente de la criatura que lastimó de gravedad a Huan, y yo no le demostré esa atónita reacción ni gratitud alguna. Antes actué por impulso, pero la situación no ameritaba para esa actitud, por eso me tomé unos segundos para analizar las cosas y actuar conforme a lo que podía o no hacer, además… no tenía idea de qué era o de dónde surgió ese peligroso ser.
Si todos ellos estaban dispuestos a enfrentarse a esa criatura, olvidando la discordia que existía solamente por ser un obstáculo en los planes de Klaus, entonces yo tampoco veía inconvenientes para unir fuerzas y acabar con nuestra enemiga en común, una que lucía más que peligrosa…
— ¡Uuhh! I-Integridad física… c-comprometida al… 45% —comentaba la Versteckt que estaba cerca del cuerpo malherido de Huan— A-Aquel humano… llamado: Klaus… Labelle… está a p-punto de condenar este mundo…
— ¿¡…!? (Susurra) ¿D-Dijiste Klaus Labelle…? —Pregunté levemente atónita y confundida— (Tono normal de voz) ¿Klaus qué tiene que ver en esto?
— Sería i-irrelevante… contestar a esa p-pregunta… —pero ella, a pesar de lo averiada, me contestó atrevidamente, irritándome aquella respuesta— Pero… es su culpa que… (Mira a la Verschlinger) ella esté aquí…
No tenía tiempo para asimilar lo que ella me decía, sin embargo fue doloroso escucharlo, lo que me distrajo por un instante al no percibir la repentina arremetida de aquella criatura oxidada, pero supe defenderme a tiempo con sólo extender mi mano izquierda y liberar el poder del “Seishin-tekina Shodo”, repulsándola violentamente sin siquiera hacer contacto con ella…; no obstante, confiando en el poder del ángel que corre por mis venas, sufrí heridas en mi brazo que estallaban en leves hemorragias, las que se suponían sanarían por mi increíble poder de regeneración. No lo esperaba, y tampoco que la corroída mujer se repusiera tan rápido y arremetiera contra mí otra vez, sin embargo fue la mujer que usaba la gabardina rasgada de Tyler la que arriesgó su pellejo, conectando una potente patada de su pie derecho sobre el rostro de mi atacante, expulsándola contra el muro de una de las edificaciones aledañas a 15 metros de distancia.
— ¿Estás bien…, niña? —Preguntó toscamente la mujer que me salvó, comentando con seriedad además— Siento en ti una fuerte conexión con lord Sam-El… —pero escuchar tal nombre me hizo interrumpirla, reaccionando ambas con asombro.
— ¿Papá?
— ¿…? ¿Qué…?
— Ese es el verdadero nombre de papá —y por un momento dejé que la melancolía se apoderara de mí.
— Entonces debes parecerte mucho a tu mamá —sin embargo su comentario me sorprendió, y extrañamente me hizo sonrojar— ¿…? ¿Por qué no estás sanando? —y para culminar la conversación, preguntó seriamente confundida…, sin obtener respuesta de mi parte…
Mi situación me llenaba de angustia, desconociendo el por qué no sanaba como antes, y para agravar las cosas… nuestra monstruosa enemiga emergía de repente, arremetiendo en ese instante contra las dos. Su ataque fue inesperado e impredecible cuando nos separamos para eludirla, pero se ensañó en la mujer con la que tuve una corta charla…, persiguiéndola sin descanso; entonces fue que el ‘Slayer’ decidió intervenir al aparecer de manera repentina entre las dos, y no sé qué ocurrió en cierto lapso que parecía detenerse el tiempo mismo, pero sólo pude ver que de una patada alejó a la mujer, con la gabardina de Tyler, del rango ofensivo de la atacante oxidada, siendo que al mismo tiempo le permitía evadir también el ataque; no obstante el ‘Slayer’, al actuar así, se convirtió en el objetivo de la mujer de piel agrietada y oxidada, quien atacaba en ese momento con balas creadas por el líquido calorífico que se le escurría de su piel agrietada, disparando una decena de ellas contra el joven ‘Slayer’.
Él, de alguna manera, se las arregló para evadir ciertas balas de lava, pero el sólo hacerlo producía la reducción de la visibilidad en el campo de batalla, balas que impactaban contra el suelo y que le complicaban la tarea; sin embargo se las arregló para emerger de la cortina de polvo y escombros, y arremeter en contra de nuestra enemiga en común, lanzándole un tajo horizontal que partía de su lado izquierdo, ataque que creí que ocasionaría grandes daños. Por desgracia su ataque no fue siquiera efectivo, quedando vulnerable frente al monstruo que ni se inmutó tras recibir de lleno tan certero tajo, dejándole no más que la opción de retroceder, y lográndolo con extrema velocidad…, o eso pensé…
Unos hilos de agua se ataron a las extremidades del ‘Slayer’, y la culpa recaía en otra mujer que acompañaba a la chica que, sin motivo, salvó mi vida minutos antes; ella lo hizo para sacarlo del alcance de la peligrosa ser de piel agrietada, a quien sin darnos cuenta había sufrido rápidamente un mortal rasguño sobre casi todo su abdomen, siendo mayormente sobre su costado derecho tras rasgar su ropa, y de la que la torrencial hemorragia podría poner su vida en riesgo. Como pudo la “titiritera acuática” (seguramente Nesea), lo acercó junto a la que me salvó (Yuna en definitiva), e intentaron tratar su letal herida…, siendo imposible cuando una monstruosidad andante de figura esbelta acechaba en todo momento; sin embargo la mujer de gabardina rasgada de antes se encargaba de controlar la situación, distrayéndola con insistencia con tal de darle oportunidad de tratar al malherido.
— ¿¡Iori!? ¿¡Iori!? —Ese era el nombre del ‘Slayer’, identidad que conocí de aquella que me salvó, a la que se veía angustiada y desesperada— ¡¡Tranquilo, tranquilo!! ¡¡Te vas a poner bien…!!
— ¡Yuna, calma, por favor…! —y así fue como supe también su nombre por parte de aquella que intentaba tranquilizarla, pero la tal Yuna estaba muy nerviosa.
— ¡¡Nathalie, es que…, sniff!! —De repente Yuna empezó a llorar, pero con eso supe que aquella mujer era la 6ta portadora que cazábamos, Nesea— ¡¡Hic, hic…!! ¡¡Sniff!! ¡¡N-No puedo dejar que Iori se muera aquí!! ¡¡Hic!!
Si Nesea estaba ahí aquella noche, entonces la que intentaba mantener a raya al monstruo con rostro de mujer era Thruda, la valquiria y 7ma portadora, aquella que, a pesar de combatir con gran experticia y elegancia por casi 20 segundos, terminó siendo paralizada de manera inesperada tras recibir un simple alarido, y pensé que sería su final cuando bajó completamente la guardia, viéndose tan vulnerable…; no obstante parecía ensañada con Iori, decidida a terminar con él primero. Obviamente Yuna no se lo permitiría aun estando desequilibrada de manera emocional, y al avistar la repentina cercanía de la bella monstruosidad, sin dudar, intentó detenerla con un tajo que liberaba otra de sus ráfagas negras, la que a simple vista impactó con éxito, pero que igual no detuvo su arremetida; sé que antes ese mismo ataque no pudo hacerle daño, y sólo fallar de nuevo pareció convencerla de lo inútil que era ella (Yuna) con tan demacrado estado…, quedándose inmóvil y en completo shock.
Mi cuerpo no pudo moverse aunque mi corazón quisiera pagar la deuda con Yuna; por algún motivo mi cuerpo no reaccionó como quise, y con frustración sólo podía ver su posible desenlace de su existencia; sin embargo fue Nesea la que se interpuso en el camino de nuestra enemiga, hilando ágilmente el brazo derecho que atravesó su pecho sin cuartel, hiriendo también a Yuna en el pecho tras haber atravesado el cuerpo de la nereida. Quizás fueron los hilos de agua los que amortiguaron el golpe fatal para Yuna, pues los dedos de la mano derecha de aquel bestial ser fueron los que llegaron a introducirse en el pecho de Yuna, aun así era una herida mortal para ella…, lo que ocasionó que ambas cayeran al suelo casi moribunda tras sacar su brazo asesino.
En ese instante recordé que se referían a ella como una “Verschlinger”, endemoniada ser que tenía el camino libre para terminar con la existencia de Iori, pero que descuidadamente dejó su retaguardia expuesta ante los constantes golpes de la valquiria, aquella que se abalanzó furiosamente con una violenta y frenética ofensiva que logró alejarla de los agónicos cuerpos de la nereida, de Iori y de Yuna; sin embargo… eso hizo a Thruda sumamente previsible y descuidada a la hora de atacar, siendo detenida cuando lanzó su última patada con su pie derecho, el que fue fracturado en segundos por el mero apretón de la mano derecha de la Verschlinger; posteriormente la valquiria fue usada como una muñeca de trapo que azotaban contra el suelo, resultando alrededor de 5 a 6 veces antes de ser arrojada al aire con todo su rostro y su cabeza ensangrentada, y cuando la valquiria estaba a punto de caer…, la Verschlinger sólo la esperó con una acuosa estaca que surgió de la palma de su mano izquierda, la que dejó clavada contra el suelo tras sacar su mano, dejando que Thruda cayera hacia su destino final… al terminar empalada boca abajo, con la calcinante y acuosa estaca atravesándole el pecho…
Ya no había alguien que se interpusiera en su camino…, excepto yo…, sin embargo ¿Qué podía hacer en esa situación? Mi brazo izquierdo a duras penas podía moverlo, y la sensación de dolor no colaboraba mucho, pero algo tenía que hacer…, no porque me importara el bienestar de ellos, y siendo sincera… una parte de mí no le importaba si continuaban vivos o no, solamente sentía que no podía dejar su existencia intacta, por eso hice lo posible para invocar el Blinding Force…, mas no esperé que eso ocasionara la disipación de la forma original de la Shinigami ten Kara, disipando también la ala que sobresalió de mi omoplato izquierdo.
Me sentí fuertemente debilitada, y la Shukketsu retornó a su forma básica; todo eso combinado me desconcentró e hizo que reaccionara tardíamente ante la repentina ofensiva de la peligrosa Verschlinger, logrando apenas defenderme con la hoja de mi Shukketsu, la que fue sencillamente atravesada y fragmentada en dos partes por las afiladas uñas de su mano derecha, uñas que terminaron alojándose justo entre mi pecho y mi abdomen, y que pudieron atravesarme el torso como tal de no haber invocado a tiempo el poder repulsivo del Seishin-tekina Shodo, hiriéndome el brazo derecho como ya estaba lesionado mi brazo izquierdo, pero igualmente logrando repelerla antes de que su ataque me ocasionara la muerte instantánea; no obstante… la herida seguía siendo igual de fatal, provocando que regurgitara sangre abundante y perdiera rápidamente el equilibrio con un par de pasos tambaleantes…, sólo siendo atendida antes de caer por alguien de madura apariencia… y segundos antes perder el conocimiento…; eso fue una de las últimas cosas que recordaba de aquella trágica noche, porque antes alguien llegó a mí desde el más allá…
Fue un extraño sueño el que experimenté, “despertando” en medio de un templo rodeado de hermosas columnas e iluminado por los cálidos rayos del sol; quise seguir pensando que se trataba de un mero sueño, pero me hallaba sentada en el suelo rodeado de bellas flores, vestida con la misma ropa que lucía en la batalla contra la Verschlinger, sólo que lucía totalmente pulcra y mis heridas no estaban. Detallaba el templo, pareciéndome hermoso a simple vista…, sin embargo alguien en el lugar captó mi atención al instante, aquella persona de 1.80 de estatura que se acercó con pasos tranquilos hacia mí hasta sentarse junto a mi lado.
— ¿…? ¿P-Papá…? —dije atónitamente confundida, pero me bastó con oír su cariñosa voz para convencerme de que era él.
— Ay, mi niña… —respondía mi supuesto padre con una sonrisa melancólica; aun me costaba un poquito creer que fuese él quien me acariciaba la cabeza con tanto cariño— imploraba que mi legado jamás te alcanzara.
— ¿E-En verdad eres tú…, papá…?
Papá le dedicó mucho más tiempo a su trabajo con mamá que a mí, mas no significaba que por eso le guardara rencor, y verlo en frente de mí inundó mis ojos con lágrimas, llorando felizmente por nuestro reencuentro. Me costaba detallarlo con claridad gracias a las lágrimas, pero nunca olvidaría su aclarada piel caucásica que resaltaba su tonificada complexión delgada, tampoco sus claros ojos azules con ese tono celestial que me enamoraban; su lacia cabellera trenzada, tan larga para su fuerte actitud masculina, incluyendo ese ligero flequillo que invadía su frente sin querer; su tenue y rubia vellosidad facial… me convencían completamente de que aquella persona de aparentes 24 años de edad frente a mí era mi amado padre, Samael, a quien abracé fuertemente mientras lloraba.
Cuando papá se me presentó, lucía una chaqueta blanca de lino y pantalones de mezclilla de tono turquesa, ante una celeste camisa de botones con mangas largas, calzando sandalias de cuero con estilo casual…
— Ya, ya… No llores, mi niña, papá está contigo —intentaba papá tranquilizarme, sonriéndome con esa serenidad que sólo me enseñaba a mí.
— ¡Sniff! P-Papá… ¿Cómo es que tú…? ¡Sniff! ¿Dónde estamos? —preguntaba sollozando.
— ¿Hmm? (Actitud pensativa) Estamos en una viva imagen del “5to Palacio Celestial”, “Machón”, un lugar recreado producto de los recuerdos del verdadero Samael…; je, je…, es decir, sigo siendo tu padre… o parte de sus recuerdos en vida, los que aún se alojan en su Shukketsu —agregó sonriendo tímidamente, mientras que yo reaccioné un poco desanimada.
— Y-Ya veo… —pero segundos después cambié mi actitud, secando mis lágrimas y sonriéndole con timidez— aunque igual me sigue pareciendo reconfortante el que estés aquí, aun siendo una imagen de los recuerdos de papá… —y de repente volví a deprimirme, pero por otra razón— ¡…! Dime que no estoy a punto de morir, papá…
— (Expresión seria y afligida) Por favor, no me hagas responderte la misma pregunta que tu madre me hizo…, pero podrías no estar muriendo, a menos que Rafael no estimule tu habilidad auto-curativa. Es por eso que nunca te confié mi Sacrum Magicae, Ariel, además de no dejárselo a merced de tu primo Klaus —papá repentinamente se tornaba serio y malhumorado conforme me explicaba mi situación— (Suspiro impaciente) Admito que en su momento fue un gran benefactor en el proyecto de tu madre, pero sólo fue una treta que implementó para su propio beneficio… ¿Sabías que fue él quien le sugirió a tu madre el usar el ADN de ambos?
— ¿…? ¿Por eso Ancilla se parece mucho a mí? —le dije curiosa y comprensivamente afligida, y de inmediato me contestó.
— Así es…; tu madre, en honor a ti, decidió manipular nuestras muestras biológicas con tal de recrear a un ser a tu imagen. El resultado fue aquella chica que se le dio el nombre código “Ancilla”, sugerido casualmente por Klaus. Todo pareció un éxito rotundo cuando Ancilla nació, pero su inestabilidad mental la hizo peligrosa debido a su enorme poder, y Klaus se aprovechó de eso… o eso es lo que este recuerdo piensa de él.
— Creí que Klaus me apreciaba; siempre se la pasó jugando conmigo cuando mamá y tú trabajaban en su proyecto… Simplemente me dejé engañar por él, y terminó arrastrando a otros chicos inocentes en sus ambiciones… —y de repente terminé arrugando mi falda con mis manos, señalando cuan frustrada e indignada me sentía— ¡Fui una completa estúpida!
— Tranquila, mi niña —pero papá comentó alentadoramente sonriente, lo que me sorprendió un poco— Si bien Klaus nos manipuló a todos, no todo fue benéfico para él…
— ¡Por favor, papá! ¡Estoy casi segura que la repentina aparición de esa tal Verschlinger es por culpa de Klaus! —Y yo simplemente descargué mi frustración con el recuerdo literal de papá— ¡Siempre bailamos en la palma de su mano, incluso te apuesto que habrá conseguido la localización de la “Espada de Sealant”…!
— Tal vez… —sin embargo papá seguía igual de optimista— pero es por eso que trato de decirte que Klaus hizo lo más estúpido del mundo, mi pequeña Ariel.
— ¿…? ¿A-A qué te refieres…? —y tales comentarios me confundían, avivando mi curiosidad.
— ¡…! Juuni Bumon ha usado varias formas para nombrarlos, incluyendo la palabra “espada”. “Sealant” sólo es un acrónimo que decidimos crear con las iniciales de nuestros nombres, o por lo menos eso fue lo que Nesea se le ocurrió hacer… “Samael, Elentari, Azazel, Lucifer, Astaroth, Nesea y Thruda: S.E.A.L.A.N.T.”, esos eran los 7 portadores elegidos para custodiar las memorias de dos grandes seres divinos, que mi hermano Uriel piadosamente selló para interrumpir sus crueles destinos; sólo unos pocos sabían de esto.
— ¿Q-Quiénes…? ¿Quiénes son esos dos seres, papá…? —la expresiva confianza de mi padre me llenaba de intriga, ansiando saber la verdad.
— ¡…! “El descendiente de la Oscuridad, quien le robó su resplandor a la descendiente de la Luz, despertó dentro de aquel conflicto entre el Orden y el Caos; sin embargo, aquella que perdió su brillo, tomó prestado una fracción del poder de 4 poderosos guerreros de las sombras, ganándose la fidelidad de aquellos apenas renació.”… Es una muy bonita leyenda ¿Cierto, mi niña? —y con esas palabras, mi sueño profundo continuó…
Perspectiva de Heinz: ¿Qué clase de escena encontraba yo cuando llegaba a la zona que captó mi atención? Una compleja y aterradora situación dominada por el ser que menos imaginé presenciar en el mundo humano…, una “Verschlinger”. Recién llegaba sin que alguien se percatara de mi presencia y ya me tropezaba con una fatídica escena; no pensé que haber tardado tanto en llegar ahí resultaría terrible, dedicando un poco de tiempo para averiguar qué pasaba al interior del edificio principal de Empire Company London…, pero de haber llegado antes… Nesea, la nereida, no hubiese sufrido tan mortal herida.
Corrí a auxiliarlos apenas Thruda, la valquiria, atrajo la atención de la Verschlinger, alejándola de ellos tres, puesto que Nesea no era la única gravemente herida; Iori Kurosawa poseía una seria herida en gran parte de su abdomen, comprometiendo incluso órganos importantes, y Yuna Gardner también lucía fatal con la herida en su pecho, la que probablemente había perforado uno de sus pulmones, mas no se comparaba con lo que la nereida sufría, contemplando que su existencia estaba a punto de extinguirse…, lo que me puso indeciso a la hora de a quién debía atender primero; entonces… fue curioso que Nesea, en medio de su agonía, lanzara ciertas palabras…
— A-Así que… era esto por lo q-que… ¡Coff, coff! Por lo que lord Uri’el… sacrificó s-su… ¡Coff, coff…! Su vida… ¿Eh…? —Susurraba Nesea débilmente, con una tenue sonrisa que denotaba cierto alivio— “El d-descendiente de la… Oscuridad…, q-quien le robó su resplandor a la… descendiente d-de la Luz…, despertó dentro de… a-aquel conflicto entre el Orden y el Caos…; s-sin embargo, aquella que perdió su brillo, t-tomó prestado una fracción del poder de 4 poderosos… g-guerreros de las sombras, ganándose la fidelidad de aquellos apenas renació…”.
Esas fueron las últimas que Nesea pronunció segundos antes de fallecer, y de cierta manera… no fue lo peor cuando vi que Thruda sufría el mismo terrible destino, terminando empalada por aquella Verschlinger tras una brutal manera de noquearla, quedando solamente aquella niña de posiblemente 13 años que se aferraba a su extravagante guadaña, la que deduje rápidamente que era la tal Ariel Beaulieu. Debí concentrarme en atender las heridas de Iori y Yuna, pero mi cuerpo simplemente se movió al ver que Ariel corría el mismo destino que Nesea y Thruda, reaccionando exactamente en el momento en que perdía la única ala que poseía ella, además de transformarse su guadaña en una mera Shukketsu; sin embargo, aparentemente con su última pizca de fuerza, repelió a la Verschlinger lo suficientemente lejos para acercarme de manera segura, logrando sostenerla antes de que cayera contra el suelo.
Tal y como Lucifer me reveló de ella…, Ariel era una jovencita muy hermosa, aun y con todas las heridas en casi todo su delgado cuerpo…; sólo sobre sus mejillas se quedaron grabadas unas líneas que dibujaban alas, aquellas que lucían como leves quemaduras sobre su tersa piel caucásica, y al verla fijamente mientras ella se desmayaba, comprendí el por qué la auxilié sólo a ella, colocando delicadamente mi mano izquierda sobre su más grave herida, aquella mano que desprendía una frágil llama azulada que era producto de las habilidades celestiales de Rafael, y quien sin mi consentimiento había tomado posesión de mi cuerpo una vez más…
— ¡Rafael! ¿¡Por qué la salvas a ella!? —Por primera vez me sentía indignado con él— ¡Iori Kurosawa se había convertido en mi aliado temporal, y Yuna Gardner era mi responsabilidad…! —pero Rafael respondió de inmediato a mis quejas.
— Te preocupas innecesariamente, Heinz —y me lo dijo totalmente calmado, conversando conmigo de manera mental— Sonará cruel que lo diga de esta forma, pero fue el momento justo para que las últimas portadoras de los sellos murieran en este momento.
— ¿…? ¿Qué dices, Rafael…? —pregunté confusamente indignado, sin embargo recibí la respuesta de Rafael con la misma actitud de antes.
— La “Regente de la Luz Oscura” y el “Gladiador de la Oscuridad Brillante” han sido liberados de su sello después de casi 3 siglos. Quien haya estado detrás de todo esto sabía lo que hacía, Heinz.
No terminaba de entender las palabras de Rafael, pero su optimismo disfrazado con aquel desinterés por Iori y Yuna no había sido en vano. Cuando tomó posesión de mi cuerpo, Rafael sólo lo hizo para estimular las habilidades regenerativas de Ariel, sanando su herida lenta pero segura…, y creyendo que fue el peor momento para regresarme el control sobre mi cuerpo, imaginé que no saldría ileso al avistar la impredecible arremetida de la Verschlinger…, sin embargo la fortuna me abrazaba cuando Iori Kurosawa la agarraba del cuello, zanjando el suelo con la cabeza que enterró inesperadamente con su aparición; no obstante fue insuficiente cuando la Verschlinger se repuso tan rápido, repeliendo al aun malherido de Iori con sólo levantarse del suelo, mas no esperábamos, tanto ese endemoniado ser como yo, que Yuna complementara la ofensiva, clavando su puño derecho sobre el bello e intimidante rostro de la Verschlinger, quien salía otra vez repulsada de forma abrupta…
Entonces comprendí definitivamente lo que Rafael me explicó…; yo sólo estaba siendo testigo de lo imposible, viendo que esos dos jóvenes le plantaban cara a la Verschlinger sin vacilación alguna…, y algo en ellos lucía diferente; una extraña pureza y sombría naturaleza que los envolvía a ambos.
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