La Espíritu de Fuego y la Ira Desatada - 01
Cuando llega la media noche, la mayoría de las personas se encuentran dentro de sus casas, descasando en sus cálidas camas en las frías noches de otoño. Otros siguen despiertos, tomando alguna bebida caliente mientras están sentados en una silla frente a las chimeneas.
Lo que toda persona normal estaría haciendo.
Sin embargo, para una existencia llamada Noah Myers, no era así el caso. Aquel joven con el cabello de color rubio dorado de un lado y rubio ceniza del otro, piel blanca y ojos amarillos, vistiendo un abrigo negro de cola y una camisa blanca, guantes de cuero marrón en sus manos y un pantalón negro como las botas.
En su espalda cargaba un saco pesado.
Parecía ser del tipo elegante, si no fuera por el desequilibrio en cómo está vestido, teniendo su abrigo desprendido y sus mangas arremangadas sin importarle el frio de la noche.
-…
Noah caminaba por su cuenta en esa oscura y fría calle de esa aldea remota y pacífica, con apenas la luz de la luna y algunos faroles como únicas fuentes de iluminación en su trayecto.
¿Qué estaba haciendo ahí? ¿Por qué era el único que no estaba dormido?
La razón era simple, y se debía a las manchas de sangre que tenía en sus ropajes, en sus manos, y algo en su rostro.
Él tenía una mirada vacía, recuerdos de lo que sucedió antes de que él llegara a esa aldea remota lo invaden.
Noah es un aventurero afiliado a un gremio de otra aldea, él estaba en un equipo de 5 personas, con las cuales se llevaba bien y eran buenos amigos. Junto a ellos le encargaron una misión de llevar yerbas medicinales y pociones de curación a una aldea un poco a lo lejos de donde ellos estaban.
Se suponía que debía de ser una misión fácil, el contratista dijo que la zona no había monstruos peligrosos.
Fue un error confiar en él, en el trayecto se encontraron con monstruos de alto nivel y los atacaron…Noah fue el único superviviente.
-…Conque aquí es.
Noah se detuvo frente a la iglesia de la aldea, tocó con fuerza varias veces la puerta hasta que un cura, que parecía estar en sus 30 llegando a los 40 años, salió de ahí.
-Ya, no hace falta que toques tanto, hijo. Ya estoy…aquí. – El cura miró el estado de Noah y puso una cara preocupada.
-¡¿Qué te pasó, chico?! Oye, ven adentro para que te trate las heridas.
Le tomó del brazo a Noah para hacerlo entrar, pero él no se movió un centímetro.
-¿Eres Tenilos Baltos? – Preguntó en un tono de voz que ocultaba ira acumulada.
-¿Ah? Sí, soy yo. Pero eso no importa ahora joven, vamos entr-
Antes de que pudiera terminar su oración, fue interrumpido por Noah al soltar el gran saco frente a él con fuerza, que tanto las yerbas y las pócimas se dispersaron en el suelo.
Sacó una identificación del gremio de aventureros de la aldea “Liliatris”.
-Su pedido.
-…
Hubo un momento de silencio. Los ojos del cura se encontraron con los de Noah, mirándolo fijamente como penetrando su ser.
El cura tragó saliva y un escalofrío recorrió su cuerpo.
Noah observó, conteniendo sus impulsos de golpear a muerte al cura. No podía dejarse llevar por su ira y matar al único quien era capaz de ayudar a las personas de esa aldea. Simplemente apretó sus manos con fuerza y resignación.
Volteó y se comenzó a ir sin decir nada más.
-Oye… ¿Viniste sólo? No debiste hacerlo, aunque el bosque sólo hubiese monstruos de nivel bajo, debiste venir acompañado. Ven, entra, descansa esta noche y parte mañana.
Noah se detuvo cuando él dijo eso, una vena se marcó en su frente. “¿Viniste sólo?” “Monstruos de nivel bajo” su rabia que intentaba tanto suprimir ya era demasiada.
Su expresión cambió, su mirada estaba llena de odio.
Él volteó de nuevo hacia donde estaba el cura, apretó más fuerte sus manos y le dio un puñetazo en la cara. Uno con todas sus fuerzas, uno que le sacó varios dientes al cura, uno que le rompió la nariz, uno que le hizo salir sangre.
-¡¡Hmm…!
El cura hizo un sonido de dolor, cayó al suelo de espaldas y se llevó las manos a su boca.
-¡No he venido sólo, hijo de perra! ¡Mi equipo está muerto! ¡¡Todos!! ¡Todo porque diste un informe de mierda! ¡El bosque estaba lleno de monstruos de alto nivel! ¡Debería de arrojarte ahí y que mueras! – Gritó con mucha rabia.
Noah comenzó a patearlo con fuerza, en su cabeza, en su abdomen, le pisó la cara varias veces hasta dejarlo irreconocible y por último le escupió.
-Escoria.
Finalmente Noah se volteó y se fue de ahí, ya no soportaba ni un segundo más en ver a ese hombre.
Noah continuó su camino de regreso a su hogar, de vuelta por aquel sendero de tierra. Sin ninguna iluminación, solo la luz de la luna.
Cada paso que cada se sentía pesado, como si sus ropajes en vez de estar hechos con tela estuviesen hechas con metal. Noah tenía cansancio de tanto estar caminando, la temperatura de su cuerpo era baja por el frio clima, sus labios estaban medio morados e inconscientemente temblaba.
Sin embargo, a él no le importó nada de eso.
Su destino estaba lejos, a varias horas de caminata. Nunca por la mente de Noah se pasó la idea quedarse un segundo más en esa aldea. Tomó el camino largo y oscuro, incierto de las criaturas de la noche que se podría encontrar.
Rebuscó en sus recuerdos sus momentos con sus amigos, un idiota que era demasiado bueno para su bien y que sólo contaba chistes malos, una jovencita que era tímida con los desconocidos, otra que no le temía a nada y era la primera en lanzarse al combate y por último un joven que sólo era arrogante cuando le convenía.
En ese grupo estaba él.
Pensar en ellos provocó que su corazón se contrajera dolorosamente. Quería tener más aventuras con ellos, quería poder reírse más…y decirle a alguien los sentimientos que ahora se guarda y calla para siempre.
Cuando recordaba las escenas de como uno a uno iban cayendo, se cuerpo crujía con ira, como si fuera a romperse. Rabia, Tristeza, Odio. Estos sentimientos invaden a Noah, lo mantenían caminando por esa oscuridad.
Incierto y sin nada que lo guiara. Aun así, su mente seguía ordenando a su cuerpo seguir y sus pies caminaban hacia adelante con la esperanza de llegar a su lejano destino.
En su trayecto, después de una hora de caminata, se encontraba con los cadáveres de algunas bestias…las cuales eran las que Noah mató para llegar a esa aldea.
Odio todo esto…
Pensando de esa manera mientras que Noah exhalaba aliento blanco. Estando desanimado, anhelaba una sensación más cálida en sus manos, que no estuviera sólo y escuchara voces, pero era el frío su único acompañante, que fluía en su cuerpo y se convertía en tristeza. Su cuerpo se estremeció; tosió por el frio dolor en sus pulmones.
…No era normal que un frio otoñal le causara ese tipo de agitaciones en su respiración.
-…Ya veo…
En el momento que se percató de ello, el dolor se envolvió en su cuerpo, apuñalando su piel. Sus exhalaciones era blancas, y el aire que inhala estaba lentamente congelando su interior.
Su vida estaba en peligro.
Conque…este es mi final.
Se cuerpo entere fue despojado de su calor, era difícil incluso mantenerse de pie, y así él se arrodilló.
Moviendo su cabeza hacia adelante, él vio algo…
-…Un lobo Invernal…
Vio a una Lobo con un pelaje blanco, con sus grandes y largas garras hechas de cristal y en su espalda tenía 3 picos de hielo. Estaba sentado, lanzando un aliento gélido hacia Noah.
Aquellos Lobos solo aparecen en lugares con climas fríos, son bestias de clase media por su peligrosa forma de cazador diurno y que te congela las extremidades para luego devorar a su presa congelada.
No sería un problema si Noah estuviera en grupo y atento…Pero no estaba atento y está sólo.
Desprevenido, casi todo su cuerpo ya estaba congelado, el destino de Noah no podía ser otro más que la muerte.
Los ojos de Noah se estaban tornando más vacíos, su vida lentamente se estaba desvaneciendo, su cuerpo lentamente se fue inclinándose hasta golpear el suelo y caer de costado
La vida de Noah no iba a durar mucho más.
Incapaz de poder transmitir alguna orden a sus miembros, Noah ya supo que su final estaba tan cerca que vio pasar su horrible vida a través de sus ojos. Despreciado por su madre biológica, para luego ser abandonado por su familia, y crecer sin conocer el amor paternal y maternal.
Criándose casi solo en cada parte que iba, hasta entrar como Aventurero y conocer a su equipo, el cual podría haberlos llamado “Familia”.
Tal vez finalmente podría ser feliz, tal vez ya era el momento en el cual se olvidaría de su pasado…Pero no, el grupo del cual él apreciaba se le fue cruelmente arrebatado por unos monstruos y ahora él está a punto de morir…
Aceptando su fin, en su mente le llegó una voz…El recuerdo de unas palabras que le dijo la chica que él quería mucho.
“Vive…Noah”.
-…
Algo dentro de Noah estaba crujiendo de dolor, era su corazón…Solo recordar esas palabras estaba cambiando su actitud.
-N-No…quiero…morir….
Su cuerpo comenzó a temblar, se escuchaba el ruedo crujiente y pedazos de hielo se estaban rompiendo. Noah se negó a morir congelado e impotente ahora mismo, él se iba a revelar a como diera lugar.
Pero algo sucedió, una chispa de luz que emanaba calor apareció de repente sobre el Lobo de Hielo. Se formó una bola de fuego en menos de 2s y esta bajó para impactar sobre el cuerpo de la bestia.
–Impacto Ígneo.
Los ojos de Noah se cerraron por la onda de choque que envolvía su cuerpo y le volvía a soplar.
Cuando los abrió, se llevó una sorpresa, el suelo delante de él explotó en flamas. El impacto de alta temperatura envolvió todo su cuerpo con una feroz ola de calor. Noah, aun tendido de costado, movió su cabeza para ver en la dirección donde yacía el cuerpo calcinado del Lobo de Hielo.
Entonces la vio y sus ojos se abrieron grandes.
Una hermoso vestido carmesí, un cabello laceo y largo color sangre y ojos azules que brillaban en la noche.
Ella estaba volando sobre el cadáver del Lobo, no parecía afectarle para nada el fuego que calentó el lugar.
-…
Ella miró a Noah a los ojos y dijo con una jovial y dulce voz.
-¿Quieres poder?
Noah se quedó mudo, no supo que responder, sin embargo…De repente su golpe fue golpeado por una ola de cansancio y fatiga acumulada que le hizo estremecer y sus ojos se iban lentamente cerrando otra vez.
Antes de caer inconsciente, Noah miró aquella figura y estiró un poco su mano hacia ella…Hacía Beatrice Fire Element.
Continuara…
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