LA HIJA FAVORITA - 01
La mañana se hace presente, las personas van de un lugar a otro, algunos en traje listos para ir a sus oficinas a trabajar, personas charlando con sus celulares en mano, autos y taxis atorados por el tráfico matutino, un día corriente en el Distrito #5 perteneciente a Manhattan, la ciudad que nunca duerme.
Aquí, cerca del Ayuntamiento se encuentra situado en Park Row el Departamento de Policía de la ciudad de New York (NYPD) que tiene como principal responsabilidad el cumplimiento de la ley y el orden. En esta honorable institución llega un joven detective que cambiará el orden de las cosas para mantener el ideal de: «Hacer cumplir las leyes, preservar la paz, reducir el miedo y procurar un ambiente seguro».
Oficinas del NYPD:
— Un novato de apenas 21 años de edad, recién salido del horno. ¡Ja, ja, ja! —carcajea el segundo al mando del NYPD, Jhon Kate tras escuchar que un nuevo miembro se unía a su institución.
— Sera joven, pero es más analítico y capaz que tú y yo juntos, pues él es mi hijo —lo manifiesta orgulloso el capitán del NYPD, Arthur Ansill quien se encarga del distrito #5, aquel que espera con ansias la llegada de su hijo, Mateo Ansill, quien no hace mucho se habría graduado de la Academia de Policía tras ser condecorado con la mejor puntuación, disciplina y talento de su generación, un elemento preciso para la policía de New York, aquel novato que llegará a ejercer su vocación en nombre de la justicia.
— Bien, bien… ¿Y dónde está el? —comenta Jhon con su carismática expresión hacia Arthur —. No te impacientes, él es muy puntual —lo indica el capitán mientras acomoda unos papeles en su escritorio. A lo que Jhon en forma de burla mira su reloj de muñeca esperando que el novato se retrase tan solo un minuto para comenzar a molestar al capitán, mira con diligencia observando que son las ocho en punto donde de inmediato Mateo entra por la puerta sorprendiéndolo de golpe.
— Buenos días capitán, detective Kate —se presenta Mateo saludando a sus superiores estrechándoles sus manos como muestra de educación.
—Vaya que eres puntual y realmente… eres muy joven —lo manifiesta Jhon con un suspiro— me traes recuerdos de mi juventud novato.
Mateo lo mira algo extrañado, pero observa como en el rostro de Jhon se enmarca una expresión de nostalgia, oportunidad que le ayuda a voltear la situación a su favor.
— Espero que un veterano como usted pueda guiar a un novato como yo — lo indica Mateo con picardía, pero manteniendo el respeto hacia los rangos que les distinguen a ambos, Jhon sonríe para indicarle a Mateo que van a llevarse muy bien pero el capitán les interrumpe y de forma seria manifiesta que hay trabajo pendiente a lo que su hijo asiente en respuesta a lo dicho por su padre.
Arthur rápidamente lo guía a la sala de conferencias donde todos los federales se encuentran reunidos y prestando atención al detective que está delante de ellos conferenciando sobre un problema delicado, pero de inmediato el capitán toma la palabra para comunicarle al personal sobre la llegada de un nuevo integrante, todos reciben a Mateo y Arthur comienza a dar varias indicaciones generales abordando con la reunión.
El incidente es expuesto informando a todos los detectives sobre la embarcación que fue confiscada el día de ayer, aquella que después de varios operativos que se realizaron en la zona (tras tres meses de investigación para ser exactos) se descubrió que en su interior transportaba ilícitamente a 32 niños de entre 6 a 14 años, donde lamentablemente por falta de oxígeno del lugar en el que se encontraban los niños encerrados, tres fueron declarados muertos el mismo día por los agentes que los encontraron. Una considerable desdicha para los miembros que colaboraron con la misión.
La embarcación con rumbo desconocido, hace que sospechen que los niños fuesen víctimas del tráfico de menores, aunque no sepan quién dio luz verde para que se realice ese delito al compararlo con otros casos similares, a lo que va del año las cifras son preocupantes, pero esta vez por ventaja unos cuantos miembros de su escuadrón lograron capturar a varios sospechosos, un hombre y tres mujeres que fueron encontrados con la suficiente evidencia como para mantenerlos retenidos, aun mas para poder ser interrogados.
Al terminar, Arthur culmina con el reporte, hace que se prendan las luces y se apague el infocus que mostraba las imágenes del incidente expuesto. El capitán indica a sus detectives la información detallada que se encuentra delante de ellos en varias carpetas amarillas donde todos los presentes lo leen y se toman su tiempo para analizarlo.
— Eso es todo lo que tenemos por ahora, pero al no ser lo suficiente deberán investigar la fuente del problema —todos conversan entre sí a lo que Arthur declara— ya saben lo que deben hacer, así que vayan.
Mientras los detectives se retiran, Mateo se acerca a su padre para aclarecer algunas de sus preguntas. — Eres nuevo hijo, pero sé que serás capaz de realizar este trabajo —es la respuesta del capitán al mirar con orgullo a Mateo.
De inmediato otro miembro del Departamento se acerca a ellos para que el capitán presente ante Mateo a su nuevo compañero, Oscar Blade quien al ser un detective experimentado es designado a guiar al novato tras la jubilación de su anterior compañero.
— Espero que se lleven bien, pero, sobre todo, enséñale todo lo que has aprendido de tu antiguo mentor Oscar.
— No se preocupe capitán lo entrenaré bien — se lo expresa Oscar sin vacilar y el capitán dejando el cuidado de su hijo a Oscar se retira hacia su oficina.
Oscar para romper el silencio le pregunta si quiere algo de café a Mateo y el algo confundido solo le responde con un sí, Oscar entusiasmado le indica al novato que conoce un buen lugar donde comprar café.
Con ello, ambos van por la autopista, Oscar manejando y Mateo de copiloto, donde el novato va escuchando detenidamente cada palabra que su compañero pronuncia.
— Realmente te vez joven ¿cuántos años tienes? Veinte tres… veinte cinco…
— Veinte uno — lo responde Mateo al charlar con su compañero.
— ¿Enserio? Ya veo, yo entré a los veinte cuatro. Llevo en este lugar más de ocho años prestando mis servicios.
Mateo revisa detenidamente la carpeta con la información recopilada para luego preguntarle a su compañero quien se encarga de realizar las interrogaciones a los detenidos. Oscar le explica que eso lo hace el capitán junto a otros en el Departamento, aclarándole que su trabajo es solo investigar y hallar al responsable que se encuentra detrás del incidente de los niños.
Mateo lo comprende así que guarda silencio durante el camino, al llegar se bajan en una pequeña cafetería y hacen su pedido, percibiendo el olor de un café recién hecho.
—Mmm… Que rico —lo manifiesta Mateo tras probar el primer sorbo de café y Oscar al escucharlo le responde orgulloso de sí mismo un “te lo dije”; mientras se deleitan con el sabor de un buen café por la mañana, Oscar recibe una llamada y tras colgar: — Cambio de planes, nos necesitan… — lo dice con apuro hacia Mateo.
Suben al auto y rápidamente llegan al lugar donde se les es solicitado su presencia, quienes, al subir con normalidad por las escaleras, dirigiéndose al segundo piso de un viejo edificio, observan como sus colegas toman fotos y recogen evidencias de lo sucedido, al adentrarse cada vez más observan el cuerpo torturado de un hombre que yace muerto a la esquina de una habitación, atado de manos y pies en una silla de madera.
— ¿Qué ocurrió? — lo pregunta Oscar.
— Detective Oscar, buenos días — saluda respetuosamente la detective que se encuentra ya en la escena del crimen, Nicole Smith quien es presentada ante Mateo por Oscar. Al terminar de conocerse, ella les informa lo sucedido a sus compañeros.
— Un homicidio, creemos que por un posible robo. Al revisar el lugar faltan objetos de valor de la víctima, entre esas cosas su celular. Pero…
— Pero entonces… ¿Por qué fue torturado? — lo pregunta Mateo inmediatamente, a lo que Nicole le responde que esa es la duda que ella también se plantea, no es usual que para robar se hayan tomado el tiempo necesario como para sacarle información de esa manera, Oscar los interrumpe para decirle a Nicole que están trabajando en un caso más importante, que ese incidente no es más que un ajuste de cuentas, casos que ocurren muy seguido, pero allí es donde Nicole toma la palabra para informarle a su compañero que aquel hombre que se encuentra muerto en esa silla no es más que el hermano menor del ahora detenido por el incidente de los niños. Por alguna razón ella piensa que están relacionados ambos casos.
Oscar sabe que ella tiene un punto y antes de irse Nicole les entrega su reporte para que los detectives lo analicen. Ambos salen del lugar, dirigiéndose nuevamente al Departamento donde el capitán los espera para una nueva reunión.
— Como verán, tras interrogar al sospechoso Patricio Oleas con varias detenciones por hurto y extorción, cabe destacar que se nos hizo difícil hacerlo hablar, pero logramos que nos diera un nombre, Emily Borough junto a una dirección, Barrio Judío… ¿A alguien le suena? — lo pregunta Arthur y todos los detectives en la sala se miran entre sí.
— Emily puede ser un seudónimo o simplemente es quien está a cargo —lo declara Mateo sin dudar, diciendo lo que piensa, todos guardan silencio y escuchan al novato tratando de no interrumpirlo.
— Si dice el Barrio Judío, significa que se mueve por el distrito #2, con lo que tomaría más sentido ya que la embarcación tendría probablemente su destino en las costas de Brooklyn, donde se les facilitaría el traslado de los niños hacia otras ciudades o simplemente hacia otros países.
— Entonces, ¿crees que en Brooklyn están los responsables? —lo expresa con seriedad el capitán, pero Mateo sin vacilar le responde que sí, agregando una razón.
— Estoy más que seguro de mi deducción por ello al salirles mal el trabajo tomaron la iniciativa de borrar a cualquier informante y como probablemente trabajaban en familia, Rodrigo Oleas fue silenciado y a su hermano mayor Patricio Oleas le espera un destino similar —todos los detectives lo miran con atención y veían como encajan las cosas a la perfección. Mateo continúa hablando para culminar su enunciado, — así que debemos actuar ahora mismo, sin olvidar que quien entregó a los niños se encuentra aquí mismo en Manhattan, pues, si queremos hallar al receptor debemos encontrar primero al emisor.
Impresionados por la deducción del novato el Capitán Ansill considera lo dicho por su hijo y designa a quienes estarán encargados de la investigación y entre ellos se encuentra Mateo, quien junto a Oscar investigarán en Brooklyn con otros detectives, en cambio los demás son designados a su propio distrito. La pista es clara, deben descubrir quién es Emily Borough para poder cerrar el caso, llevarla a prisión y evitar que más niños sean envueltos en ese delito.
Mas tarde, los detectives al revisar y tratar de identificarla mediante los registros de la computadora, Emily Borough no sale en ninguna lista, ni de ciudadanía, migración o algo parecido. Por ahora solo persiguen un fantasma o es lo que piensa Mateo al tratar de hallar una respuesta.
Ambos se dirigen hacia el Distrito #2 recorriendo el imponente Puente de Brooklyn para poder dirigirse al Barrio Judío, Mateo revisa detalladamente los expedientes y con ello la información que se les fue brindada por Nicole.
— El agresor del señor Oleas, sabía lo que hacía.
— ¿Qué dices? —lo manifiesta Oscar hacia las palabras de su compañero sin apartar la vista de al frente mientras maneja—. Realmente sabía lo que hacía el asesino, le efectuó métodos de tortura lo suficientemente doloroso, pero a su vez lo necesario, manteniéndolo con vida el tiempo que requería como si el agresor hubiese querido darle una lección antes de asesinarlo.
— Si que deduces bien, ya veo que no era solo palabrería lo que en la academia decían de ti-
—. ¿De mí? —lo pregunta Mateo algo incomodado por las palabras de Oscar.
—. Si, ya que eres hijo del capitán todos te tenían bajo observación muchacho y…
Lo que deja a Mateo en silencio y a su vez inexpresivo, Oscar se percata de la incomodidad en el ambiente y mientras continúa manejando, alza un poco el volumen de la radio deseando no haber dicho lo de hace un momento.
Ya estando en el barrio Judío, caminan por el lugar, los detectives comienzan a hablar con las personas que se encuentran en la zona. Pero nadie sabe nada e incluso algunos se hacían los desentendidos, y mientras Oscar seguía preguntando a Mateo le llama la atención un pequeño local de libros que se encuentra por la esquina de la avenida, decide entrar y al hacerlo le da la bienvenida una mujer de avanzada edad que a duras penas le pregunta lo que se le ofrece a Mateo.
El detective confundido y sin saber cómo responder es recibido por una joven que aparece de golpe ante él, ella le pregunta que es lo que se le ofrece y tras ello Mateo comienza a preguntarle si conoce a alguien con el nombre de Emily Borough. Ella le responde que no, pero Mateo se da cuenta que duda en su respuesta lo que le inquieta mucho más al detective provocando que sea persistente en sus preguntas.
Al ser meticuloso en lo que hace, observa como en una de las vitrinas del local se exhibe un libro que en el título de su portada dice Emily, Mateo le pregunta sobre el libro y la joven lo saca de la vitrina entregándoselo al detective.
Él lo revisa minuciosamente y la joven con su simpleza le dice que vale veinte ocho dólares preguntando si quiere comprarlo. Mateo asiente y ella se lo entrega en una funda de papel. Mientras Mateo sale del local con el libro en mano, Oscar algo desanimado se acerca a él.
— Ah, nadie sabe nada. Incluso algunos me hablaron en hebreo —lo manifiesta Oscar a su compañero quien, al ver un libro en su poder, le pregunta de dónde lo saco y Mateo pendiente de las páginas, ve como hay una dedicatoria casi al principio y con ello la palabra Borough, en una de las frases que dice: “El día en que los Boroughs se unan, nada ni nadie los podrá corromper.”
Oscar no sabe que es lo que piensa su compañero, pero sabe que encontró algo y Mateo tan solo le pide que se dirijan hacia la Editorial que publicó el libro. Ya en el camino el novato comienza a explicar su corazonada y Oscar siente que hay algo de lógica en lo que dice Mateo, pero no entiende el por qué está haciendo caso a un niño que recién ingresó ese día a trabajar.
La Editorial Lincoln, ubicado no tan lejos del lugar en donde se encontraban, es la primera pista que ellos tienen para poder terminar su trabajo, Oscar habla con el editor en jefe, pidiéndole un poco de su tiempo, el accede y al ir charlando el editor les explica que él publicó ese libro no hace más de 6 años, donde la escritora desapareció después de hacer su debut, indicándoles que ella simplemente se hizo polvo.
Oscar lo interroga, preguntando si le dijo dónde podría haberse ido, a lo que el Editor le cuestiona preguntándoles —¿Qué es lo que quieren con ella? ¿No te dije que desapareció?
Donde Oscar le responde que es confidencial y eso logra que saliera una carcajada del Editor.
— Muy bien les daré la dirección de donde vivía, no es mucho, pero con esto podrán comenzar. Y si logran saber dónde está díganle que las puertas de esta editorial están abiertas para ella.
Mateo analiza la situación y Oscar lo lleva sin problema a la dirección que se les dio, conduciéndolos a los barrios pobres, en un deteriorado edificio de tres plantas. Al preguntarle a la casera que vivía ahí mismo, les confirmó que efectivamente la chica llamada Emily More, vivía en el apartamento 21 del último piso.
Les cuenta que un día ella simplemente se fue, dejando una que otra cosa de valor. Oscar le pregunta a la casera cuando fue eso y ella le responde de como hace seis años o más.
Oscar entra al auto y revisa la información que se les brindó sobre Emily More, ve que ella no tiene detenciones o reportes de haber desaparecido, donde ningún familiar o conocido lo denunció.
— Realmente seguimos un fantasma —lo dice Oscar molesto y Mateo tratando de calmarlo le pregunta si los familiares son de Brooklyn, él le responde que según la información que le dio Nicole, la joven fue adoptada por una familia judía. La dirección junto al nombre de sus padres adoptivos se encuentra en el sistema volviendo al lugar de donde comenzaron, al barrio Judío.
Oscar y Mateo entran al hogar de la tan buscada Emily, pero se topan con una novedad ella no se encontraba en ese lugar.
— Simplemente llevó sus cosas sin decirnos nada — lo cuenta de forma preocupante el señor More quien atiende a los detectives. Mateo les pregunta porque no la reportaron como desaparecida y Oscar furioso lo dice en voz alta hacia los padres de Emily.
— Simple Mateo, porque al no hacerlo seguirían cobrando la manutención que el gobierno les entrega, algo que han hecho en todos estos años ¿verdad?
Ambos abandonan la casa tras una despedida incomoda, Mateo se siente indignado por la decisión que ellos tomaron, dejar a su hija que se valga por si misma sin preguntarse si seguiría viva o por lo menos reportarla como desaparecida, es algo que decepciona a Mateo.
Oscar solo escucha al novato para explicarle que eso es poco comparado a los casos que él ha tenido que lidiar, le recomienda que se acostumbre y que no se deje llevar por sus emociones pues esto recién comienza.
Sin nada por lo visto, la joven de los libros quien no se encuentra muy lejos de la casa de Emily llama la atención de Mateo quien hace varias señas con su mano, ambos se acercan y ella tras saludarlos les ofrece algo de té invitándoles a pasar a su casa para platicar. Ya dentro de la librería, entre una pequeña sala con poca iluminación, se encuentran reunidos.
— No sé qué están buscado detectives, pero Emily era mi amiga; al vivir cerca de mi casa sabíamos jugar juntas todo el tiempo.
— ¿Tú sabes que pudo pasarle? — lo pregunta Oscar a la joven y ella con su voz decaída.
— La verdad no lo sé, ella tenía muchos problemas con sus padres y siempre me decía que en la mínima oportunidad se escaparía, y, bueno así lo hizo.
Mateo le pregunta del libro, el significado que tenía para ella. La joven le responde que ese libro era su vida indicándoles que le dedicó mucho tiempo para escribirlo, pero a las pocas semanas de haberlo publicado no supo nada de ella. La joven algo entristecida les pide a los detectives que la encuentre advirtiéndoles que tengan mucho cuidado ya que las amistades que tenía Emily eran generalmente con personas peligrosas.
Una advertencia realmente clara a lo que los conducía a más preguntas que respuestas….
Entre ellas: ¿Quién es Emily Borough?
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