LA HIJA FAVORITA - 02
Al otro lado de la ciudad en un lugar ignorado, cerca de las costas de Brooklyn, varios hombres son torturados por una mujer que al darles varios golpes es interrumpida por una llamada entrante, ella atiende lo solicitado y una voz conocida la anima al instante.
— ¿Emily? —se sorprende, pero con su voz la mujer simplemente le pregunta al hombre el motivo de su llamada. Ian Harries, su gran amigo el Editor en jefe le comunica a Emily que unos detectives fueron a la editorial advirtiéndole que le siguen el rastro, ella mantiene la calma indicándole que no hay motivo para preocuparse, que de seguro debe ser por el incidente del otro día.
Ian le pide que tenga cuidado y ella de forma burlesca le responde que no se preocupe, aún más, que lo verá en acción de gracias pues espera comer pavo con su familia reunida, luego se despide y cuelga.
Emily sabe que está en problemas, decidida a marcharse da la orden de ejecutar a los hombres que torturaba saliendo de la bóveda en la que se encontraban. Ella junto a sus subordinados van por la carretera a lo que a Emily le llega un mensaje de texto.
«Si que estoy en problemas», lo piensa algo cansada. Le da la orden a su chofer para que inmediatamente se dirijan hacia al barrio Coney, le recomienda tomar la autopista, afirmando que será más corto el camino.
Tras llegar, se adentra a uno de los clubs que se encuentran en el lugar, con mucha vigilancia pasa sin ninguna novedad hasta adentrarse a una de las salas privadas. Emily es una de las primeras en esta ahí, transcurre el tiempo y poco a poco los invitados van llegando.
«Tan solo falta el anfitrión» lo piensa para sí misma, mira a su alrededor y sabe que “es una reunión familiar.”
Posteriormente las puertas del gran salón en el que se encuentran reunidos se abren y con ello hace su aparición, el hombre más poderoso en todo New York, Anthony Vexlam o mejor conocido por todos los presentes como Papá Anthony, acompañado por Elizabeth otra de los Borough quien es escoltada por varios hombres armados, aquellos que doblan la seguridad en el lugar, proporcionando la protección que su jefe requiere.
Anthony quien es temido y respetado en los barrios bajos mantiene su prestigio en la superficie, pues allí es un hombre de negocios lucrativos, filántropo y un constante donador a varias causas humanitarias, un ciudadano ejemplar ante la sociedad y ante la ley.
Pero tras esa sonrisa se oculta el lado más perverso que un ser humano puede tener, aún más una persona con todo el capital necesario como para poder afianzar cualquier delito sin ningún problema.
Pues al pertenecerle toda la ciudad de New York, este decidió repartirlo por distritos, al ser cinco en total, designó el dominio a cada uno de estos a sus “hijos” para que ellos lo administrasen tanto en el capital como en sus propiedades.
Donde cada hijo castigaría y mantendría el orden de las cosas ante cualquiera que no siguiera las reglas de Anthony, por ello en la “reunión familiar”, este se dirige a sus cinco hijos solo cuando hay un problema grave en alguno de los distritos.
En la reunión todos los hijos exponen sus reportes dando a conocer las ganancias que han obtenido a lo que va del último mes, hasta que finalmente llega el turno de Elizabeth quien, al concluir su reporte, Anthony toma la palabra dirigiéndose a ella.
— Si mal no lo recuerdo, la embarcación que fue incautada estaba en la ruta del distrito #5 al #2, aquellos que están bajo la tutela de Emily y de ti… Elizabeth — replicó Anthony al levantarse de su asiento dirigiéndose hacia Elizabeth.
— Pero dejando de lado tu descuido los verdaderos responsables de este incidente son la familia Oleas, subordinados de Emily…
Anthony dirige su atención hacia Emily donde esta se muestra alterada, se toma su tiempo para pararse detrás de ella, apoyando sutilmente su mano derecha hacia el hombro de Emily para acercarse a su oído con la intención de intimidarla.
— Tú negligencia logró que la policía y la prensa estén indagando y sacando información donde se suponía que no había absolutamente nada, además de que según mis fuentes ellos ya saben sobre ti.
— Así que creo que sabes lo que significa querida… — lo manifiesta Anthony con ironía mientras varios guardias se acercan hacia ella para llevársela, pero.
—Te recomiendo no hacer eso— lo declara Elizabeth con tranquilidad rompiendo la tensión en el lugar, Anthony la voltea a ver y se aleja de Emily.
— ¿Y porque debería hacerlo? — Lo pregunta Anthony esperando una respuesta convincente de parte de Elizabeth y ella sin titubear le responde —. Emily se ha destacado por sus habilidades, aún más, teniendo en cuenta que es la mayor de nosotros es la más capacitada para realizar cualquier trabajo siendo este el primer incidente que ha generado durante todos estos años.
Elizabeth sale en defensa de su hermana, explicándole a Anthony que posee evidencia para demostrar que fueron traicionados, aclarando que los subordinados de Emily trabajaban de encubierto para sus enemigos, la mafia Rusa. Quienes al tratar de cambiar la ruta de transporte de su distrito llamaron mucho la atención de los federales siendo la principal causa que generó el incidente con la embarcación.
Anthony tras escucharla le pregunta por qué esta tan segura de lo que dice y Elizabeth le informa sobre la muerte de uno de los hermanos Oleas, indicándole que no fueron sus muchachos los que realizaron ese trabajo, además que hace unas horas atrás, hizo una pequeña visita al otro hermano que fue capturado por los federales haciéndolo confesar al instante.
Anthony sonríe a Elizabeth para indicarle que se ha movido con audacia, algo que realmente esperaba de ella. Decide perdonar a Emily, pero le deja bien en claro que no habrá un segundo error, toma en consideración lo manifestado por Elizabeth para encargarse de ese problema más tarde. Por otro lado, expresa con alegría ver reunidos a sus hijos como la familia que son…
Los Borough o como Anthony los llama, sus queridos hijos. Son quienes se encargan de todo en New York pues cada uno de ellos posee un talento excepcional para los diferentes roles que deben realizar. Comenzando por:
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- Emily More, encargada del distrito #2 perteneciente a Brooklyn, lidera y controla las rutas de embarcación para la trata de blancas y menores donde administra todo lo referente al capital que sale de este negocio en la ciudad.
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- Adonis Breakwell, encargado del distrito #3 perteneciente a Staten Island, administra el lavado de dinero que Anthony genera de todos los distritos, aprovechando que al ser esta una isla casi olvidada donde se enfoca en los turistas logra que a la policía se le haga difícil meterse con su negocio pues tiene a todos comprados, conecta con Manhattan las rutas de transporte para así no ser descubiertos por los federales.
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- Alejandro Cox, encargado del distrito #4 perteneciente a Bronx, maneja todo lo referente a las pandillas, reclutando nuevos subordinados para el trabajo de Papá Anthony, conllevando el tráfico de armas que al ocultarlo en los barrios pobres y con ayuda de las rutas de transporte planteadas por Emily More, lo hace sin ser detectado.
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- Alice Burning, encargada del distrito #1 perteneciente a Queens, administra todo lo referente al tráfico de drogas, donde al ser uno de los lugares favoritos para los clientes maneja el capital de las tiendas y comercios que residen en el lugar.
Y finalmente Elizabeth Borough, encargada del distrito #5 perteneciente a Manhattan, es la menor de los “hijos” pero a pesar de ello administra el dinero perteneciente a las grandes tiendas que residen en el lugar, desde almacenes de ropa hasta las más exclusivas joyerías de la gran manzana.
Mantiene las cosas en orden, pero sobre todo es la mano derecha de Papá Anthony, todos la conocen como “la hija favorita” aquella que controla todos los distritos donde los demás “hijos” deben rendirle cuentas, para así ella dar el veredicto final.
Anthony con mucho regocijo finaliza la reunión y viendo que los demás distritos siguen en la normalidad, designa más trabajo con más responsabilidad, recordándoles a cada uno de sus hijos sus limitaciones y varias sentencias en el caso de que alguien llegase a acometer otro error considerable.
Y sin más preámbulos, todos se retiran y antes de ello, Elizabeth pasa alado de Emily, ella solo la observa con su mirada inexpresiva para decirle que tenga más cuidado la próxima vez.
Emily queda en silencio con su mirar hacia el piso, pues a pesar de ser seis años mayor que ella, la diferencia de rangos es muy distante por ello solo tiene que obedecer ante las ordenes de la hija favorita.
Al salir Papá Anthony junto a Elizabeth. se dirigen hacia su distrito mientras son resguardados por sus subordinados quienes están alerta ante cualquier atentado hacia este.
— Evadiste la situación con éxito, tan serena y fría como siempre Elizabeth —lo dice Anthony mientras mira a Elizabeth quien se encuentra sentada alada de él, en su auto.
— Cambiaremos la ruta de transporte, la de comercio la dejaremos tal y como esta. No quiero que la policía siga estorbando así que te encargaras de ellos.
— Se hará lo que tú me ordenes — lo expresa Elizabeth al voltear a mirar hacia la ventana evadiendo a Anthony por completo y este al percatarse de que es ignorado, agarra con su mano la quijada de Elizabeth acercándolo con violencia a su rostro.
— A veces no sé lo que piensas, tu mirada que ha perdido esa sonrisa que me cautivó, no me permite saber si eres feliz.
Con su voz amenazante le ordena que sonría y Elizabeth sin tener otra alternativa expresa en su rostro incomodidad, pero con dificultad le regala una gran sonrisa a Anthony, tras ello él se queda satisfecho y le declara con alegría su conformismo.
— Realmente con los años tu belleza se hace cada vez más presente cariño — la suelta ligeramente, Elizabeth retorna con su rostro inexpresivo y con seriedad Anthony le dice que al llegar a casa tienen aún más trabajo que hacer.
Mientras tanto Emily junto a su gente comienzan a cambiar las rutas de transporte, trabajo que les lleva todo el día realizarlo y tras hablar con varios socios el plan de cambio finalmente está listo, tan solo habría que ejecutarlo y eso conllevaría toda una semana para poder volver a la normalidad.
Elizabeth llega a su distrito, a Manhattan, quien al adentrarse en la mansión Vexlam rodeado de todos los lujos que se puede imaginar, Anthony la lleva a su oficina para designarle su nuevo “trabajo”.
Una vez ya expuesto lo que quiere que ella haga por él, la deja ir para que realice lo que mejor sabe hacer, encargarse de los problemas de Anthony Vexlam.
Elizabeth se retira y al abandonar la mansión sus muchachos la están esperando listos para seguir cualquier orden de su jefa.
— Tendremos más trabajo por lo que veo —lo manifiesta con humor Jack Días, el mejor aliado que Elizabeth puede tener, uno de los pocos a los que ella considera un amigo.
— Todo va de acuerdo con lo planeado, tan solo tengo que esperar una pequeña oportunidad para realizarlo — lo dice Elizabeth con tal iniciativa que Jack abre la puerta del auto para que suba. Elizabeth pidiéndole que la lleve al sur del distrito comienza con lo ordenado por Anthony decidiendo hacer una pequeña parada por Midtown.
Entre las incesantes luces de los locales, oficinas, tiendas y demás lugares que se encuentran en el corazón de Manhattan, Elizabeth vaga por los callejones junto a sus muchachos, llegando al bar Corou, el lugar donde frecuenta su enemigo, los rusos.
Antes ha habido varios incidentes con ellos de los cuales Elizabeth supo lidia con éxito motivo por el cual tiene que encontrar al responsable que originó ese incidente y más aún castigarlo por su rebeldía.
Los rusos trabajan para sí mismos, tratando de siempre anteponer sus reglas en el territorio de Anthony. Son liderados por Yuri Sakolou conocido mejor como el sangriento Yuri quien hace honor a su nombre tras los incontables asesinatos que realizó con sus propias manos, alguien de quien Elizabeth prefiere mantenerse alejada. Él es un hombre de poder, no tan diferente a Anthony, ambicioso y adinerado, una mezcla peligrosa y un gran obstáculo para la mafia Vexlam.
Por ahora hay tregua entre ambos mandos, ya que, al ser hombres de negocios, sabe que ambos perderán muchos recursos si se dedican a pelear y más aún que Yuri distingue entre una perdida forzada a una perdida que se provoca uno mismo.
Dejando eso atrás, Elizabeth despeja su mente y entra con unos cuantos dejando a Jack con otro grupo afuera del bar. Camina por el lugar, tres de sus muchachos a lado de ella, listos para enfrentarse ante cualquier problema. Ve como en la última mesa que esta aferrada a la pared se encuentra Logan Sakolou, heredero del imperio de Yuri quien a sus 21 años ayuda a su padre con sus negocios ilícitos encargándose del trabajo sucio, Elizabeth sabe que es la mejor fuente de información que tiene por el momento así que se acerca a él con libertad.
— Vaya, vaya… Pero cuál es el motivo que la hija favorita venga a visitarme — lo manifiesta con entusiasmo Logan hacia Elizabeth mientras ella se sienta enfrente de él.
— Hola Logan — lo saluda Elizabeth de una forma fría y sin la mínima muestra de alegría. Logan le pregunta que es lo que ella quiere, aclarando que no es normal que pase por un trago a su bar. Elizabeth mantiene la conversación, preguntándole si sabe algo sobre la embarcación que fue incautada, Logan se hace el desentendido y esa actitud molesta a Elizabeth, provocando que ella manifieste lo que sabe con ironía mientras toma su bebida.
— Digamos que visité a quien nos traicionó y tras ello el escupió todo lo que yo quería saber, y, para tu desgracia te mencionó — Logan irritado sabe lo que significa, se para de golpe y junto a él sus hombres sacan sus armas apuntando a Elizabeth desafiándola, pero sus muchacho (los tres que escoltan a Elizabeth) la defienden respondiendo inmediatamente el accionar de Logan sacando sus armas apuntándoles en la cabeza, realmente hay mucha tensión en el bar, donde el mínimo movimiento lograría un final trágico para ambos.
— Veo que esto no será por las buenas —suspira la favorita— y yo que quería irme a casa temprano… — lo dice Elizabeth y a los segundos Jack junto a los demás, entran con sus armas y a espaldas de los rusos retiran el seguro de sus armas para disparar en cualquier momento, ellos empiezan a dudar mientras voltean a ver a los muchachos de Elizabeth quienes los apuntan en la cabeza.
— Como veras el tratado que tenemos con ustedes se romperá si alguno de nosotros dispara al otro y para ser sincera a ninguno de los dos nos conviene rendir cuentas a nuestros padres —Elizabeth guarda su arma y Logan baja la suya
—. Bien, hablemos… — Lo expresa Logan molesto mientras ordena a sus hombres bajar sus armas provocando que Elizabeth haga lo mismo, luego Logan la dirige hacia una habitación donde ambos podrán hablar con tranquilidad, ella entra, pero manteniendo la guardia en alto, el ambiente es demasiado estresante para Elizabeth.
— Seré breve Logan, no quiero que vuelvas a meter tus sucias manos en los negocios de Papá Anthony — Logan lo mira admirado y con algo de burla en su tono de voz le dice que lo obligue. Ella sonríe y con más seriedad le manifiesta que si cree que está jugando entonces no tiene más opción que hablar con Yuri personalmente. Logan alterado y ofendido se nota su preocupación al instante.
— Mmm… Así que tu padre no sabe nada de este incidente, no me digas que lo hiciste por tu propia cuenta. Sabes que eso no se hace…— lo indica Elizabeth comenzando a jugar con su cabello o mejor dicho comenzando a jugar con la paciencia Logan —… Eres listo, pero eres nuevo en esto, dejaste demasiadas evidencias donde hasta el más torpe de mis muchachos lo pudo deducir —Elizabeth se acerca a Logan más amenazante de lo usual a tal punto que le provoca recelo al verla a los ojos.
— Si vuelves a meterte en mi camino, le contaré a tu papi todo lo que sé sobre ti… De tus fraudes, tus negocios y aun más de que trataste de romper el tratado.
A lo que Elizabeth se levanta de golpe, saliendo del lugar junto a los suyos, Logan los deja ir y tratando de calmarse por la amenaza que recibió de la hija favorita realiza una llamada.
— Hay problemas —lo manifiesta Logan con preocupación mientras conversa por teléfono.
Ya en el auto Jack le pregunta a Elizabeth a donde quiere que la lleve, ella suspira para afirmarle que sus sospechas eran ciertas, aunque Yuri no esté involucrado, el hijo hizo que metieran en problemas a Emily.
— Mañana veré a Papá Anthony por ahora necesito dormir — fue su respuesta final con lo que Jack junto a los demás se dirigen a casa, al llegar Elizabeth les da las indicaciones necesarias y lo que tiene planeado para mañana, sin más se dirige a su habitación donde se recuesta cayendo poco a poco en un pesado sueño que es interrumpido abruptamente por una llamada entrante. Es Anthony, pero decide no contestar, apaga su celular y se cubre con su cobija tapándose en su totalidad, el sueño la vence y cae rendida al dormirse completamente.
A la mañana siguiente van a la mansión Vexlam donde son recibidos y llevados a la oficina de Anthony. El los recibe afirmando que su favorita llegó temprano, mientras se encuentra sentado detrás de su escritorio revisando unos cuantos papeles. Anthony pide a sus hombres que se retiren indicando que necesita hablar a solas con Elizabeth, todos obedecen saliendo de la habitación cerrando la puerta para no molestarlos.
— ¿Por qué no respondiste mis llamadas? —lo pregunta Anthony al levantarse de su asiento acercándose hacia ella.
— Me quedé dormida —lo responde Elizabeth y Anthony al pararse detrás de ella la abraza, Elizabeth no hace nada al respecto solo queda en silencio.
— Sabes que te tengo mucho aprecio… Pero si vuelves hacerlo me enojaré. No quieres verme enojado, ¿o sí?
Algo asustada pero realmente incomodada le responde que no va a volver a suceder. Anthony la suelta y retorna a su asiento, cruza de brazos y le pide a Elizabeth que prosiga con el informe, ella le brinda toda la información que obtuvo alterando un poco los hechos con el incidente de los rusos.
— Si ya no me necesitas más me retiro aún tengo trabajo que hacer — a lo que Anthony la despide sin antes decirle que la espera para cenar. Elizabeth lo mira y sin decir nada cierra la puerta para poder irse. Sale de ahí, como si quisiera escapar encaminándose lejos de Anthony y su mansión.
La hija favorita sigue con su rutina diaria, empezando a visitar a los diferentes clientes de Anthony cobrando las cuotas que estos deben cancelar mensualmente. Comenzando por el centro, luego hacia el norte y finalizando en el sur de la ciudad, un trabajo que le lleva todo el día.
— Ten un poco de café — lo dice Jack que, al haber hecho una pequeña parada para descansar, ve a Elizabeth con la mirada pérdida. Aun queriendo saber lo que le ocurre decide guardar sus preguntas para otro momento pues sabe cómo es ella, pues, la conoce de años.
— Finalmente acabamos, hace calor o solo soy yo.
— Si me derrito, ¿Por qué no vamos a un bar? — murmuran los muchachos mientras se sirven varias gaseosas por el calor de la tarde. A lo que ellos están entre risas y pláticas, Elizabeth recibe un mensaje que al revisarlo termina tomándose todo el café de un bocado para indicarle a sus muchachos que tienen que volver con Anthony.
Después de rendir cuentas y la entrega de informes hacia papá Anthony, Elizabeth le comenta sobre un incidente que tuvo con la cadena de restaurantes Bony, que al no pagar a tiempo trataron de persuadirla y de revelarse a lo que ella tomó cartas en el asunto logrando que todo sigue en la normalidad.
Anthony revisa las transferencias, todo está en orden y le da el visto bueno a Elizabeth, posteriormente se sientan para servirse la cena, digna del hombre más rico en New York y al hacerlo Anthony empieza a platican con ella.
— Con respecto a la vez anterior necesito que te encargues de un trabajo muy importante.
— No hay problema, solo dispone y yo obedezco.
— Claro, necesito que te deshagas de unos federales — lo manifiesta Anthony al servirse una copa de vino tinto y Elizabeth un poco atónita lo sigue escuchando al alzar su mirada.
— Con el incidente en el muelle, los policías han estado molestando en mis negocios, aún más que el capitán de dicho Departamento no se vende.
— Pero si te deshaces de él, ¿no crees que tendrás más problemas? — lo pregunta la favorita.
— Claro que no cariño, como sabes las personas mueren a diario y por diferentes acontecimientos, eres inteligente, así que lo harás bien.
Al terminar de cenar Anthony camina junto a Elizabeth, como siempre, la lleva a su oficina, Elizabeth se muestra tensa al tomar asiento. Luego Anthony saca de su escritorio un pequeño obsequio, una caja envuelta con un listón violeta. Ella lo desata y al abrirlo un collar de diamantes brillando por su esplendor, ella solo lo mira y lo toca con sus manos, agradeciéndole por ello sin mucho ánimo y manteniendo su mirada seria.
Ya en casa, se encierra en su cuarto sin llamar la atención de sus muchachos, observa el collar que de inmediato varias lágrimas recorran su rostro aquel que muestra su ira acumulada.
— ¿Realmente crees que puedes comprarme con esto?
Se ríe de sí misma; siente rabia, odio, desesperación, pero todos esos sentimientos se los guarda muy en el fondo de su orgullo. Se avecina lo peor, lo siente en su corazón, se aprieta el pecho mientras se apoya en la ventana, mirando las luces que disfrazan su tristeza, aquellas coloridas luces del distrito de Manhattan.
Llega la mañana y un nuevo día comienza, pero con desesperación Jack toca la puerta de Elizabeth, ella se levanta molesta por el bullicio que él hace y al preguntarle (o mejor dicho gritarle) por qué tanto alboroto.
— ¡A Emily… ¡La han capturado, Elizabeth! — le revela Jack preocupado.
Elizabeth no sabe cómo responderle, está en shock y tras escucharlo solo se pone su sudadera y sale corriendo de su casa con los suyos hacia Emily.
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