LA INDIFERENCIA DEL MUNDO - 00

Capitulo 0 Prologo 

Este era un pueblo que sufría una crisis el hambre y la pobreza estaba en todo el pueblo, los bandidos saqueaban lo poco de comida que había y la gente moría de enfermedad por las precarias condiciones en las que vivían, en fin, todo era un desastre. Una de esas habitantes era Sheila Kitsune que para esa época tenía 12 años, ella a pesar de vivir en la pobreza como todos los habitantes, era feliz por el simple hecho de vivir junto a su hermana y padres.

Un día como cualquier otro, ella volvía a casa junto a su hermana.

-Nee-chan, nee-chan cuanto más habrá que esperar para comer, han pasado horas desde que probé algo de comida

Mi hermanita a pesar de todo era muy optimista, entonces yo con tal de verla enojada un poco dije.

– Creo que hoy no comeremos

– ¡No es justo!

Ella hincho las mejillas y se puso de mal humor, no pude evitar soltar una risita cuando la vi, ella al verme así también se rio.

-Es broma, nuestro padre debió cazar algo, no dudo de sus habilidades y de seguro ya nuestra madre lo habrá cocinado

Estábamos ya en la entrada de la casa, algo raro sucedía, nuestro perro que generalmente corría a la puerta a darnos la bienvenida hoy no apareció, también se podía sentir el aire pesado que era acompañado de un silencio infinito. Fue entonces cuando mi hermana apretó con fuerza mi mano, note que tenía una expresión de angustia en su rostro.

-Tranquila, todo estará bien.

Fue lo que le dije y le mostré una cara de seguridad.

¿Estará bien?, ¿Ni siquiera yo sé que pasa?

Es lo que me decía a mi misma mientras caminaba así la puerta de mi casa.

Mi padre solía ir a cazar a las montañas durante la tarde, pero por lo general está devuelta a está hora, se podían ver muchas pisadas, fue en ese entonces que me percaté de que algo malo había sucedido, estábamos en la puerta al frente de mi casa entonces me voltee y le dije a mi hermana que fuera al templo del zorro.

-Hey!, porque no vas al templo del zorro ya sabes, ése que se encuentra atrás de casa en la montaña en la que Papa suele ir a cazar.

Este era un templo sagrado, en el cual se dice que habita el espíritu de un Dios zorro, la gente iba seguido a hacer ofrendas, pero como estaban las cosas, ya había pasado mucho tiempo desde que alguien lo visitaba.

– ¿Por qué?, ¿Acaso sucedió algo malo?

– ¡No!, lo que pasa es que recordé que Papa me dijo que fuéramos directo al templo al volver a casa, dijo que… si hacemos una ofrenda, este haría que todo mejorara.

Es lo que le dije a mi hermana, ella me miro por un momento y luego me dijo.

-De acuerdo los estaré esperando ahí.

Ella me creyó, cuando se trataba de nuestro padre, yo no solía decirle mentiras.

Ella rodeo la casa y se dirigió directo a la montaña, fue entonces cuando dirigí mi mano hacia la puerta y entonces el momento en el que escuche la cerradura abrirse un aire frío me corrió por toda la espalda tan frío, que llegó hasta mis pies, entonces escuche unos pasos acercarse a la puerta.

Por un momento pensé, que alivio debe de ser mamá, pero las pisadas se oían demasiado pesadas para ser de ella y Papa suele descansar después del trabajo.

Lo que vi fue la silueta de un hombre adulto sus ojos eran fríos y oscuros, su piel estaba pálida como si tratase de un muerto , también desprendía un aura oscura de su cuerpo que poca gente puede ver, luego de verlo mejor vi que tenía una mordedura en la pierna izquierda de la cual emanaba sangre, pero parecía no dolerle, tenía una sonrisa en su rostro, de lado a lado, pero la sonrisa de él era muy macabra, no podía hablar, el miedo me había consumido por completo, fue entonces cuando el hombre dijo

-Ohhh, hola niñita tú debes ser la hija del hombre que vive aquí, ven pasa, tus padres te esperan en el otro cuarto.

El sólo mantenía su sonrisa, mientras caminaba al otro cuarto en el que se suponía estarían mis padres, entonces al pensar que solo se trataba de un malentendido, dije.

-que le pasó a su pierna señor.

El me respondió sin mostrar sentimiento alguno, sólo mantenía su sonrisa

-Ahhh… esto, me lo hizo tu perro, cielos que animal tan bravo, yo estaba caminando con un amigo y tu perro me mordió sin previo aviso, así que vine a buscar a tus padres para ver cómo arreglaríamos el asunto.

Fue lo que él me dijo.

Momentos antes de entrar al cuarto se podía ver un charco de sangre que corría desde atrás de la puerta y entonces la puerta se abrió lentamente y mientras la puerta se abría el hombre puso su mano en mi hombro, se acercó y me susurró al oído.

-Este fue al arreglo que llegamos niña.

Al ver imagen que estaba frente a mi sentí mi corazón quebrarse, un fuerte dolor que comenzó desde mi estómago subió hasta mi pecho dejándome de nuevo casi sin habla o palabra para expresar lo que sentí en ese instante. No fue hasta unos segundos después que no pude evitar gritar por la escena mostrada frente a mis ojos.

-Shiii……sabes, no queremos molestar a los vecinos, ¿verdad?

Él me había tapado la boca y después de decir eso soltó una sonrisa burlona.

Un temor como el que nunca había sentido antes llenó todo mi cuerpo, sólo un par de segundos después, lo primero que me llegó a la mente fue mi hermana, tengo que salir de aquí e ir a dónde está mi hermana.

Fue entonces cuando la puerta se abrió y un segundo hombre entró al cuarto este un poco más joven que el otro, el llevaba arrastrando algo desde su mano derecha.

-Hey amigo, mira me encontré a esta niña corriendo por la parte de atrás.

Cuando el hombre se acercó más y levanto lo que llevaba como si se tratase de un trofeo, mi mente se quedó en blanco por unos instante y mis piernas temblaron y antes de notarlo estaba tendida en el suelo. Lo que el hombre levanto era mi hermana la cual había Sido golpeada fuertemente sus ropas estaba sucias y llena de sangre y tenía mojada la parte inferior en este punto no sabía si estaba muerta o solo inconsciente.

Luego de ver a mi hermana y padres las lágrimas recorrieron por mi mejilla. El único pensamiento que recorría por mi mente era el que tengo que salir de aquí.

El primer hombre se acercó al segundo para ver de cerca a mi hermana, fue en ése momento en el que me arme de valor y empuje al primer hombre afuera de la habitación y cerré la puerta, lo primero que hice fue ir a ver a mis padres, la mano de mi padre estaba fría, ya había muerto, la de mi madre apenas se mantenía tibia, ella aún estaba viva pero agonizaba, ella sostenía un collar, este collar tenía la forma de una cola, mi madre no podía siquiera hablar pero me entregó el collar, la vida se le iba por cada suspiro que daba, los hombres golpeaban la puerta, que parecía que la derribarían en cualquier momento.

La mirada de mi madre parecía indicar que quería que viviera, entonces rompí la ventana del cuarto con un banco que estaba en el, luego salte por la ventana tan rápido como pude pero no me percate de algo, así es me había cortado con uno de los fragmento de la ventana que había quedado, no tardó mucho hasta que los hombre se dieran cuenta y salieron de la casa, ellos me bloquearon el camino hacia el pueblo, el único lugar que quedaba para protegerme era el templo que quedaba atrás de mi casa, no fue que corrí unos cuantos metros para que al voltear viera a mi perro estaba recostado en el suelo atado con una cuerda, este estaba derramando mucha sangre luego de verlo por segunda vez me di cuenta de que todos sus dientes estaban rotos o no los tenía, el había sido golpeado por los asesinos y lo dejaron amarrado a esperar su muerte al verme el batió suavemente su cola probablemente por que me había visto llegar a casa y por segunda vez un fuerte dolor atravesó mi pecho yo seguía corriendo decidí perder los por el bosque ya que conocía bien el área y sabía cómo llegar al templo desde otro lugar. Se podía oír a los hombres gritando mientras me perseguían.

Habían pasado ya dos horas des de que los perdí en el bosque yo me encontraba en una pequeña esquina atrás del templo sin darme cuenta un frío se sentía en mi brazo al parecer el corte que me hice fue más profundo de lo que pensé.

-Hey… donde estas

-Niña, niña no seas tímida sal de donde estés

Unos gritos me despertaron, eran los hombres que me perseguían. Era ya de noche, al tratar de levantarme se nublo mi vista por completo y me vi tendida en el suelo nuevamente, mis piernas no tenían la fuerzas para moverse entonces quise apoyarme con mis brazos y un dolor agudo y punzante en mi brazo izquierdo, cuando lo vi note que estaba todo empapado de sangre seca y el lugar donde me corté aún se sentía la sangre medio seca.

-Asta aquí llegué solo es cuestión de tiempo asta que me encuentren.

Es lo que me dije a mi misma y cerré los ojos deseando que todo esto fuera una pesadilla y me quedé dormida.

-Niña te encuentras bien?

Una voz de lo gentil me despertó cuando trate de abrir los ojos la luz del sol me cegó por unos instantes entre cerré los ojos unos momentos asta acostumbrarme a la luz y poder ver quién era quién me hablaba.

Parada frente a mí se encontraba una niña pequeña con una vestimenta que nunca había visto y me preguntaba si estaba bien, yo aún no comprendía bien que es lo que estaba pasando y fue entonces que me puse de pie para poder ver en donde me encontraba y acomodar un poco mis pensamientos, camine un poco y pude observar un paisaje nunca antes visto con un pueblo con estructuras que resplandecían.

-Es esto el cielo?

Le pregunté a la niña y ella me respondió.

-Esta es la ciudad en donde vivo con mis padres estamos de visita en el templo.